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H iddenV ersion
Textura
Textura
Sección
Formación física de las partículas
Textura
Sección
Sección
Formación física de las partículas
Suelo blando
permeable
(tierra)
Porosidad espaciosa
El agua percola
fácilmente a través de
los micro canales y
espacios entre
partículas de tierra.
Suelo duro
impermeble
(concreto)
Porosidad mínima
Las partículas del
material se encuentran
cohesionadas entre sí.
El agua no puede
percolar a través de los
reducidos espacios.
Suelo duro
pemeable
(gravilla)
Porosidad espaciosa
El agua percola
fácilmente a través de
los micro canales y
espacios entre
partículas de tierra.
Figura 1. Tipos de permeabilidad del suelo.
Dibujos propios elaborados con base en el estudio de las propiedades
físicas de los suelos desarrollado por Julio Campo Sandoval.
Los procesos de absorción de las aguas
lluvias dependen en gran medida de la
presencia de superficies porosas; las
cuales, determinan la capacidad de
infiltración del suelo (figura 1). Sin
embargo, las actividades humanas como
la urbanización pueden perjudicar estas
dinámicas naturales; en tanto que
emplean materiales dañinos para los
ecosistemas, como el asfalto y el
concreto. Lo anterior, resulta
trascendental para comprender las
causales de algunas inundaciones; aún
más, cuando el escenario previo involucra
las épocas pluviales altas en zonas
aledañas a las cuencas hídricas (Romero
Díaz, Belmonte Serrato, Docampo Calvo y
Ruiz Sinoga, 2011).
Ahora bien, las nocivas consecuencias
que estos fenómenos traen consigo,
pueden incluso afectar áreas más grandes
dentro de la ciudad externas a la zona de
actuación esperada (Vega, 2002). En el
caso particular de Bogotá, la ciudad ha
sido concebida bajo dos vertientes: la
planeación urbanística y el crecimiento
informal; ambas han logrado alterar el
funcionamiento ecosistémico habitual de
las áreas naturales. Con respecto a la
primera situación y a comienzos de los
años 90, las calles coloniales empedradas
fueron paulatinamente reemplazadas por
infraestructura vial en pavimento (Barón,
2016).
Por otro parte, con relación a la ocupación
informal de predios, se comenzaron a
urbanizar zonas de la ciudad colindantes a
cuerpos de agua destinados para la
regulación hídrica. Asimismo, los
procesos de urbanización dados a finales
del siglo XIX, producto del aumento
poblacional suscitado por las migraciones
(alrededor de una tasa del 38,6%, según
el DANE), afectarían principalmente el
occidente de la ciudad (figura 2), donde
se localizaban unas zonas pantanosas y de
humedales. Con ello, a medida que la
huella urbana de Bogotá se ensanchaba,
la impermeabilización del suelo también
lo hacía.
A nivel general, en Bogotá ocurren dos
tipos de inundaciones: por
desbordamiento (figura 3), vinculado con
la cercanía a los diversos cuerpos de
agua; y por encharcamiento (figura 4),
presentado de manera heterogénea y
dispersa en la ciudad por la ausencia de
suelo permeable. Para el propósito de
este estudio, se examinarán ambas
situaciones aplicadas a las zonas aledañas
al humedal Córdoba (con una extensión
de 40 hectáreas aproximadamente),
ubicado en la localidad de Suba entre las
calles 128 y 116 y las Avenidas Córdoba,
Suba y Boyacá. El análisis se realizará
desde su aspecto tanto social como
natural.
Cabe señalar que el humedal Córdoba es