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en el tiempo, es que, a los ojos de la ciudadanía,
e incluso de algunos arquitectos,
son elementos únicamente decorativos y
no se tienen en cuenta los beneficios que
estos pueden brindar a nivel social y ambiental.
Por esto, algunos jardines no se construyen
correctamente o simplemente no
se tienen los cuidados necesarios para su
conservación y buen funcionamiento. Tras
horas de investigación, Mario se percata
de que el jardín vertical más grande del
mundo en el año 2019 se encuentra en
Bogotá. Lo que lo obliga a emprender el
viaje de regreso a la ciudad de Bogotá
con el fin de culminar su análisis e investigación
para confirmar o descartar las teorías
que se planteó sobre la problemática
de los jardines verticales en la ciudad.
Tras la llegada de Mario a Bogotá, visita
el Edificio Santalaia de carácter residencial
que se encuentra en la calle 77 con
carrera cuarta. Cuenta con una superficie
de más de 3100 metros cuadrados, compuesta
por 115.000 plantas de diez especies
y cinco familias diferentes, lo que lo
convierte en el jardín vertical más grande
del mundo. Esta edificación no solo cumple
con los beneficios que la naturaleza
integrada a la estructura ofrece, sino que,
a su vez propone un diseño llamativo, exclusivo
y confortable, para quienes habitan
en el sector. Este jardín fue diseñado
por Paisajismo Urbano, a quienes se les
atribuye la patente de este sistema. La
principal innovación del sistema de jardines
verticales es su anclaje empleado
para disponer los ejemplares deseados a
partir de cuatro capas: La primera compuesta
por rastrelado metálico sobre los
que se fijan una doble capa de material
textil sintético, que sirve al mismo tiempo
como soporte y de sustrato hidropónico
para la capa final que corresponde a la
cobertura vegetal. Esta ligera capa, con
un promedio de 35 kilogramos por metro
cuadrado, dispone de un sistema de riego
de fácil acceso y unas cámaras de aire
entre capas.
Anonadado por este descubrimiento,
continua su recorrido a la Avenida carrera
15 con calle 88, en el Hotel Gaia B3.
Este hotel cuenta con una fachada vegetal
de 400m², en donde habitan aproximadamente
25.000 ejemplares de 34 especies
nativas distintas. Esta parada no fue
coincidencia, tras su visita previa, Mario
investigó más a fondo sobre las obras de
Paisajismo Urbano y se dio cuenta que
no era la única en Bogotá. Aunque para
esta obra se implementó el mismo sistema
patentado, en este caso, el jardín se
mantiene gracias a un sistema de riego
que reutiliza el agua lluvia, siendo así, un
sistema de solución cíclica.