Revista Digital Mujeres Top Nancy Arnez Miranda

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Ing. Joacyr Flores AndradeVicerrector de Emprendimiento e InvestigaciónUNIVERSIDAD UCATEC - Cochabamba-BoliviaEDUCACIÓNTRANSFORMACIÓNDIGITAL EDUCATIVA:EL RETO DURANTE Y DESPUÉS DE LA PANDEMIABolivia enfrenta una pandemia sinprecedentes que está marcandouna nueva forma de vida. Anteesta situación, el sistema educativouniversitario está ofreciendoalternativas digitales para seguirformando de forma remota. Si bienla educación online no es un terrenonuevo para algunas institucionesde formación superior quesupieron hacer bien los deberes,las circunstancias del virus son elmotivo necesario para impulsar suconsolidación. Al lograrlo, no solose podrá enfrentar la actual situación,sino que se convertirá en unelemento indispensable para elfuturo de la educación en nuestropaís.Es en este sentido, que surge ungran reto, el de cambiar el paradigmarelacionado a la estructuradel proceso de aprendizaje tradicionalel cuál se centralizabaúnicamente en el docente parapasar a un sistema enfocado en elestudiante como actor principal.El mencionado aspecto implica untrabajo de transformación culturalde las universidades sin que estoimplique renunciar a su tradición ycultura, sino más bien transformándolaspara adaptarse a estanueva era, es decir que se debeaprender a desaprender porquenacimos en una época y hoy nostoca vivir en otra, por lo que esimportante la adaptación a lanueva realidad social ya que larigidez y ser un generador deproblemas no nos llevarán aningún lado.Pero no solo basta la transformacióncultural de las instituciones,sino también de los docentes yestudiantes quienes tienen quepartir casi desde cero respecto desus competencias para generarnuevos y distintos conocimientos,que es la clave sobre la cual setiene que construir la relaciónenseñanza-aprendizaje. Lo mencionadotiene que ver con que losprimeros no cuentan con el dominioni capacitación adecuada enel uso de las nuevas tecnologías ylos estudiantes que en la actualidadtienen capacidades digitalesúnicamente para el consumo deinformación y para el entretenimiento,careciendo de competenciasdigitales para la generaciónde más aprendizaje, más comprensióny, además una conexiónempática con los grandes problemasy desigualdades que enfrentanuestro país y el mundo.Es necesario también, impulsar elcambio tecnológico y mental detodos los implicados y eso suponecambiar el papel que protagonizanlos dos actores en este nuevoescenario donde el estudiantedebe ser el elemento central delproceso de aprendizaje por lo quedebe desarrollar capacidad deadaptación y de respuesta, creatividad,proactividad, autorregulación,organización y administracióndel tiempo, para acostumbrarsea la utilización de plataformasy herramientas tecnológicas.Por su parte, el docente deberáadaptarse a estos nuevos tiemposy aprender sobre el uso de lasnuevas tecnologías, tener la capacidadde motivar, valorar lascontribuciones personales de losestudiantes, favorecer el trabajocolaborativo y realizar un seguimientopersonalizado al avance ydesarrollo de cada uno de susestudiantes para asumir el rol deguía y tutor. Ambos actores necesitanconvertirse en lo que sedenomina “personas líquidas” ypara ello es necesario que unos yotros reciban formación y apoyo.Finalmente, el Estado tiene quecumplir el rol de garante en laeducación por lo que debe asumirresponsabilidad en el sectoreducativo consolidando lasnormativas vigentes sobre educaciónvirtual y a distancia, así comofacilitar el acceso a la tecnología atodos aquellos sectores de lapoblación estudiantil que no cuentancon los medios necesariospara beneficiarse de esta transformacióndigital educativa.6

ECONOMÍA Y FINANZAS200 MIL DÓLARES…¿EN QUÉ INVIERTE?Joshua Bellott SáenzEconomistaOruro-BoliviaBolivia a lo largo de toda su historia,ha vivido momentos de auge, depresióny crisis, y ha repetido estasetapas de manera cíclica, condicionandoestos movimientos a fluctuacionesde precios de las materiasprimas.En la coyuntura actual, las cosas nohan cambiado nada, dado que seguimosdependiendo de la exportaciónde materias primas. Sólo 7 productosde exportación representan más del85% de las exportaciones del país yson producidos por muy pocasempresas.A diferencia de las otras etapas, laactual tiene el condimento especialde que la economía se paralizó porvarios meses durante el 2020, debidoa la pandemia del COVID-19 que nosólo deterioró la producción y elempleo, sino que, desnudó las falenciasestructurales de Bolivia en otrosámbitos extraeconómicos.Las crisis se reconocen, no sólo porcaída del crecimiento económico,sino por el tipo de desequilibrios en laeconomía que provocan una descoordinaciónde la actividad económica yla estructura social que lo sostiene:costumbres, expectativas y organizacionesespecíficas que permitenalcanzar un acuerdo social.Lo cierto es que muchos indicadoreseconómicos están ya en cifras rojas ydesequilibrios evidentes. Pasamos deun crecimiento del PIB superior al 6%a un crecimiento de 2.2% el 2019 y undecrecimiento probablemente mayoral 8% el 2020. Pasamos de tenerreservas internacionales superiores alos 15 mil millones de dólares a menosde 4,700 MM, que incluyen dólarespor un monto menor a los 2 mil MM dedólares (apenas dos meses de importaciones).Pasamos de una BalanzaComercial positiva a una situacióncontraria, donde nuestro principalproducto de exportación redujo suvalor en más de 2 mil millones dedólares, desde hace 6 años (gasnatural).Por otro lado, la deuda pública seacerca cada vez más a límitespeligrosos, superando en la gestión2020 el 50% del PIB. Preocupa, especialmente,el rápido aumento de ladeuda interna, que en 4 meses del2021 ya supera el 64% del endeudamientoen la gestión 2020 a costa delahorro de los bolivianos en las AFP´s(3400 MM de Bs.). Por si fuera poco,la brecha fiscal para este 2021 superalos 4 mil millones de dólares, y paracubrirla, crean un impuesto a la riquezay pretenden crear un impuesto alos servicios digitales que afectará ala penosa educación virtual. La recaudaciónde estos impuestos, no llega nial 1% del hueco fiscal, por lo quepodemos afirmar que sólo sirve parael discurso político.El gobierno tiene problemas parafinanciar la inversión pública, losgobiernos subnacionales tienen unaelevada deuda flotante y no puedencumplir ni siquiera compromisossalariales; sin embargo, el gobiernogastará casi 1 mil MM de Bs. en laempresa ECEBOL, sabiendo queexiste una sobreoferta de cemento.Este caso es replicable a variasempresas públicas ineficientes ydeficitarias, quedando demostrado,una vez más, que el capitalismo deEstado es un modelo económicofracasado y capaz de cubrir sólo un1% del empleo en el país.Por su lado, el ámbito privado empresarialha sido desmantelado durantemás de 14 años, asfixiado por una altapresión tributaria, tramitología, burocraciay una magra libertad económica.El 70% de las empresas formalesson unipersonales y el 70% de lasimportaciones de Bolivia son deinsumos y bienes intermedios. Nopodemos autoabastecernos y nuestraproducción no es sostenible, dadoque hasta para producir necesitamosde otros países.Para concluir con el penoso panorama,los programas gubernamentalesde crédito para reactivar la empresaprivada, no sólo son absurdamenteinsignificantes, sino peor aún, nadiesabe qué importaciones sustituir ycómo acceder a estos créditos. En 3meses, no alcanzaron ni siquiera al1% de las empresas en el país.Lo cierto es, que con las estructurassociales y económicas del paísdesmantelas, si yo regalo 200 mildólares a 2 mil familias: el 80% pensaráen invertir para comprar y venderalgo, un 10% investigará dos mesespara saber qué producir y unos seismeses para saber cómo hacerlo.Prueba irrefutable de que las condicionespara crear empleo, produccióny valor, no están dadas en estemodelo económico agotado. Y sino, leinvito a formularse a usted mismo lapregunta ¿si tuviera 200 mil dólares,en qué invertiría?7

Ing. Joacyr Flores Andrade

Vicerrector de Emprendimiento e Investigación

UNIVERSIDAD UCATEC - Cochabamba-Bolivia

EDUCACIÓN

TRANSFORMACIÓN

DIGITAL EDUCATIVA:

EL RETO DURANTE Y DESPUÉS DE LA PANDEMIA

Bolivia enfrenta una pandemia sin

precedentes que está marcando

una nueva forma de vida. Ante

esta situación, el sistema educativo

universitario está ofreciendo

alternativas digitales para seguir

formando de forma remota. Si bien

la educación online no es un terreno

nuevo para algunas instituciones

de formación superior que

supieron hacer bien los deberes,

las circunstancias del virus son el

motivo necesario para impulsar su

consolidación. Al lograrlo, no solo

se podrá enfrentar la actual situación,

sino que se convertirá en un

elemento indispensable para el

futuro de la educación en nuestro

país.

Es en este sentido, que surge un

gran reto, el de cambiar el paradigma

relacionado a la estructura

del proceso de aprendizaje tradicional

el cuál se centralizaba

únicamente en el docente para

pasar a un sistema enfocado en el

estudiante como actor principal.

El mencionado aspecto implica un

trabajo de transformación cultural

de las universidades sin que esto

implique renunciar a su tradición y

cultura, sino más bien transformándolas

para adaptarse a esta

nueva era, es decir que se debe

aprender a desaprender porque

nacimos en una época y hoy nos

toca vivir en otra, por lo que es

importante la adaptación a la

nueva realidad social ya que la

rigidez y ser un generador de

problemas no nos llevarán a

ningún lado.

Pero no solo basta la transformación

cultural de las instituciones,

sino también de los docentes y

estudiantes quienes tienen que

partir casi desde cero respecto de

sus competencias para generar

nuevos y distintos conocimientos,

que es la clave sobre la cual se

tiene que construir la relación

enseñanza-aprendizaje. Lo mencionado

tiene que ver con que los

primeros no cuentan con el dominio

ni capacitación adecuada en

el uso de las nuevas tecnologías y

los estudiantes que en la actualidad

tienen capacidades digitales

únicamente para el consumo de

información y para el entretenimiento,

careciendo de competencias

digitales para la generación

de más aprendizaje, más comprensión

y, además una conexión

empática con los grandes problemas

y desigualdades que enfrenta

nuestro país y el mundo.

Es necesario también, impulsar el

cambio tecnológico y mental de

todos los implicados y eso supone

cambiar el papel que protagonizan

los dos actores en este nuevo

escenario donde el estudiante

debe ser el elemento central del

proceso de aprendizaje por lo que

debe desarrollar capacidad de

adaptación y de respuesta, creatividad,

proactividad, autorregulación,

organización y administración

del tiempo, para acostumbrarse

a la utilización de plataformas

y herramientas tecnológicas.

Por su parte, el docente deberá

adaptarse a estos nuevos tiempos

y aprender sobre el uso de las

nuevas tecnologías, tener la capacidad

de motivar, valorar las

contribuciones personales de los

estudiantes, favorecer el trabajo

colaborativo y realizar un seguimiento

personalizado al avance y

desarrollo de cada uno de sus

estudiantes para asumir el rol de

guía y tutor. Ambos actores necesitan

convertirse en lo que se

denomina “personas líquidas” y

para ello es necesario que unos y

otros reciban formación y apoyo.

Finalmente, el Estado tiene que

cumplir el rol de garante en la

educación por lo que debe asumir

responsabilidad en el sector

educativo consolidando las

normativas vigentes sobre educación

virtual y a distancia, así como

facilitar el acceso a la tecnología a

todos aquellos sectores de la

población estudiantil que no cuentan

con los medios necesarios

para beneficiarse de esta transformación

digital educativa.

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