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PERSONAS REALES | HISTORIAS REALES | ESPERANZA REAL<br />
NINGÚN OBSTÁCULO ES<br />
DEMASIADO GRANDE<br />
FLIP OVER<br />
TO READ IN<br />
ENGLISH<br />
CONVIÉRTASE EN UNA MEJOR<br />
VERSIÓN DE SÍ MISMO<br />
Una revista en<br />
una misión:<br />
vea página 2<br />
Encuentre la felicidad<br />
verdadera<br />
DANNY R. COX<br />
Número 01 / 2021<br />
1s Número 01 / 2021
VICTORIOUS LIVING<br />
LLEVA ESPERANZA A HOMBRES<br />
Y MUJERES QUE ESTÁN<br />
TRAS LAS REJAS.<br />
Brindamos testimonios de la fidelidad<br />
de Dios y la posibilidad de que los<br />
presos también reciban ayuda de<br />
nuestro equipo de comunicación.<br />
Todo preso que escribe a nuestro<br />
ministerio recibe correspondencia<br />
personal, enseñanza de la Biblia cada<br />
tres meses y la suscripción personal a<br />
nuestra revista.<br />
Desde 2013, gracias al generoso aporte<br />
de asociados como usted, hemos<br />
logrado dejar una huella en la vida de<br />
más de un millón de presos en más de<br />
mil quinientos cárceles.<br />
*Lamentablemente, debido a la gran cantidad de detenidos<br />
temporalmente en comisarías (no en cárceles), no podemos<br />
mantener correspondencia ni enviar copias personales de<br />
VLMag a detenidos en comisarías.<br />
Su colaboración permite<br />
que lleguemos a los presos<br />
con la esperanza de<br />
Jesucristo.<br />
SUSCRÍBASE HOY.<br />
PATROCINE UNA CÁRCEL.<br />
¡Su donación deducible de<br />
impuestos salva vidas!<br />
Visite<br />
VictoriousLivingMagazine.com<br />
Llame al<br />
352-478-2098<br />
Textee<br />
VLM al 77977<br />
Si se encuentra en<br />
prisión y desea una<br />
palabra de aliento,<br />
escríbanos a:<br />
VL Correspondence<br />
PO Box 328<br />
Starke, FL 32091
NÚMERO 1, ENERO 2021<br />
CONTENIDO<br />
FOTO DE GUNNAR RATHBUN PHOTOGRAPHY<br />
11s<br />
16s<br />
17s<br />
25s<br />
6s<br />
UN PASO ADELANTE<br />
Acerque a los demás a Dios con<br />
sus acciones<br />
POR ROY A. BORGES<br />
No tema: Dios lo va a ayudar<br />
POR CHRISTINA O’BRIEN<br />
Cómo prepararse para lo<br />
imprevisible<br />
POR LINDA CUBBEDGE-SMITH<br />
El poder de escuchar<br />
POR MICHAEL MINTON<br />
VIDAS<br />
TRANSFORMADAS<br />
Cómo lograr una vida<br />
transformada: La percepción<br />
del surfista Murf<br />
POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />
Jack Murphy, delincuente de carrera,<br />
8s<br />
12s<br />
conoció por su propia experiencia el<br />
poder de Jesucristo para cambiar vidas.<br />
Aquí nos deja sus consejos —sin fecha<br />
de vencimiento— para lograr una vida<br />
transformada.<br />
ARTÍCULOS<br />
DESTACADOS<br />
Elegida por gracia de Dios<br />
POR CHERI HENDERSON<br />
Podemos dejar que las dificultades y pruebas<br />
nos venzan, o podemos confiar en Dios para<br />
atravesarlas y permitirle que use nuestras<br />
historias para alentar a otras personas.<br />
Ningún obstáculo es demasiado<br />
grande para Dios<br />
POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />
Como aprendió nuestra editora, todos los<br />
días Dios nos hace llegar una invitación para<br />
estar a Su lado en algo milagroso, incluso<br />
en las góndolas de HomeGoods. Aceptar Su<br />
invitación llevó a una aventura tan inmensa<br />
como Dios, que cambió la vida de una<br />
muchacha huérfana.<br />
18s<br />
22s<br />
HISTORIA DE TAPA<br />
A pesar de todo, Dios lo<br />
sigue amando<br />
POR DANNY R. COX<br />
Era un chico que vivía en un<br />
complejo pobre y su deseo de ser<br />
amado y aceptado lo llevó a la<br />
delincuencia y a ser condenado.<br />
Tras los muros de la cárcel,<br />
descubrió la fuerte verdad de<br />
que, a pesar de todo, Dios seguía<br />
amándolo. Y el amor de Dios llevó<br />
a Danny a encontrar la vida que<br />
siempre había deseado.<br />
Muestre su dolor y<br />
encuentre el gozo<br />
POR PAT AVERY<br />
Cuando un accidente trágico se llevó<br />
la vida de su hijo, este empresario<br />
exitoso, orador motivacional, pastor<br />
y hombre de familia atravesó por un<br />
dolor tan profundo que jamás habría<br />
creído posible. La oscuridad buscó<br />
acabar con su vida, pero el amor<br />
de Dios y su esposa fiel lo sacaron<br />
adelante.<br />
EN LA TAPA<br />
La misión en la<br />
vida de Danny Cox<br />
es hacer saber a<br />
las personas que<br />
a pesar de lo que<br />
hayan hecho, Dios<br />
sigue amándolos.<br />
El testimonio de<br />
Danny es prueba de<br />
que el amor de Dios<br />
puede transformar<br />
cualquier vida y<br />
darle felicidad<br />
verdadera.<br />
26s<br />
4s<br />
Un hombre nuevo que vive<br />
una vida mejor<br />
POR CHARLES PEYTON DAYMON<br />
Su pecado de orgullo y rebeldía lo llevó<br />
a lo que parecía ser un destino final de<br />
desesperanza. Pero en esa situación<br />
sin salida, Dios por fin consiguió la<br />
atención de Charles y pudo darle<br />
esperanza y un futuro para su vida.<br />
EN CADA EDICIÓN<br />
Nota de la Editora<br />
Compartir la buena nueva<br />
29s<br />
Profundicemos<br />
Orar con pasajes de las Escrituras<br />
30s<br />
Del Padre<br />
Todo lo que necesitas<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 01 / 2021<br />
3s
NOTA DE LA EDITORA<br />
Compartir la buena nueva<br />
Jack Murphy (a) “el surfista<br />
Murf” compartía su pasión<br />
por los deportes acuáticos<br />
con nuestra editora,<br />
Kristi Overton Johnson.<br />
Fue parte del directorio<br />
de KOJ Ministries desde<br />
2015 hasta que falleció en<br />
septiembre de 2020. Jack<br />
conocía por experiencia<br />
propia la importancia<br />
de las publicaciones que<br />
hablan de Dios cuando<br />
se está entre rejas y se<br />
comprometió a ayudar a<br />
que Victorious Living llegara<br />
a presos de todo el mundo.<br />
Le dedicamos este número<br />
a nuestro amigo Jack, en<br />
agradecimiento por su<br />
lealtad y cariño.<br />
Si quiere apoyar nuestra revista y dar<br />
esperanza entre rejas junto a nosotros,<br />
visite victoriouslivingmagazine.com.<br />
Cada dólar que dona envía una copia<br />
de la revista a una cárcel. Cada copia<br />
influye en muchas vidas durante años.<br />
“¡Q<br />
ue hermosos son sobre los<br />
montes los pies del mensajero<br />
que trae buenas<br />
noticias de paz y de salvación,<br />
las noticias de que el Dios de Israel<br />
reina!” (Isaías 52:7 NTV).<br />
Si alguna vez hubo alguien con pies hermosos,<br />
ese fue mi amigo Jack Murphy (a) “el<br />
surfista Murf”. Fue alguien con quien compartí<br />
mi amor por los deportes acuáticos, mentor,<br />
padre espiritual y miembro de la junta directiva<br />
de este programa comunitario. Conocí a<br />
Jack en 2014, después de ingresar en el mundo<br />
del ministerio carcelario. No me llevó mucho<br />
darme cuenta de que, en él, había recibido un<br />
regalo del Señor.<br />
Jack compartió la buena nueva de Jesucristo<br />
en más de 2.500 cárceles de todo el mundo, desde<br />
fines de 1980 hasta que el Señor lo llevó a Su<br />
presencia el 12 de septiembre de 2020. Si había<br />
alguien que sabía cómo—y cómo no—ministrar<br />
entre rejas, ese era Jack. Afortunadamente, él<br />
compartía generosamente todo lo que sabía<br />
con cualquiera que quisiera escucharlo. Su<br />
perspectiva como expresidiario y luego<br />
ministro del amor y la verdad de Dios proporcionaba<br />
un profundo pozo de sabiduría del cual<br />
beber. ¡En ocasiones era como beber de una<br />
boca de incendio!<br />
Nunca había conocido a nadie como Jack—<br />
tan lleno de vida, sabiduría, ideas innova doras,<br />
experiencia y vitalidad. Cuando él tenía 83 años<br />
(me llevaba 33), yo no podía seguirle el ritmo<br />
(físicamente hablando) aunque mi vida dependiera<br />
de ello. Su pasión por el Señor y por<br />
los demás consumía hasta su última gota de<br />
aire. Compartía la buena nueva de Jesucristo<br />
con cada gramo de su ser y todos sus recursos.<br />
Cada vez que nos despedíamos, me sentía con<br />
más herramientas para conquistar el mundo<br />
para Jesús.<br />
Estaré eternamente agradecida a Jack por<br />
venir a acompañarme en este ministerio. Dios<br />
utilizó la pasión, la sabiduría y las conexiones<br />
de Jack para incrementar notoriamente la<br />
presencia de Victorious Living. Su compromiso<br />
alimentaba mi pasión por compartir el<br />
amor de Jesucristo con las personas privadas<br />
de su libertad. Y su vida sirvió como un recordatorio<br />
constante del poder de Dios para<br />
transformar vidas.<br />
En el N.º 3 de Victorious Living (publicado en<br />
2015), Jack reveló qué combustible alimentaba<br />
su fuego. “Quiero que la gente sepa que hay<br />
esperanza de tener una vida mejor. Cualquiera<br />
puede cambiar, incluso un convicto. Por gracia<br />
de Dios, yo cambié. Mi vida es una prueba<br />
irrefutable de que cuando da lo mismo vivir<br />
o morir y de que, aunque todo lo que a uno lo<br />
mantiene tambaleando y pavoneándose día<br />
tras día es el odio, el orgullo y toda la droga<br />
y el alcohol del que pueda echar mano, allí,<br />
al final de la línea, en el fondo del pozo, no es<br />
demasiado tarde todavía. Hay esperanza. Y el<br />
nombre de la esperanza es Jesús”.<br />
Esa, mis amigos, es la buena nueva que Jack<br />
dedicó su vida a compartir: el Evangelio de<br />
Jesucristo. La buena nueva es que Jesús ama<br />
y perdona. La buena nueva es que Él cura a los<br />
enfermos, repara lo que está roto y pone en<br />
libertad a los cautivos. La buena nueva es que<br />
Jesús murió en nuestro lugar y pagó el precio<br />
por nuestros pecados. La buena nueva es que<br />
Dios extiende Su mano desde el cielo y rescata<br />
a las personas que están perdidas, confundidas<br />
y sufriendo como Jack. Y a personas como<br />
usted y como yo.<br />
Después del 2020 que pasamos, nos vendrían<br />
bien algunas buenas nuevas, ¿no cree?<br />
Cuando lea los siguientes artículos, aproveche<br />
la buena nueva de Jesucristo que nuestros colaboradores<br />
están compartiendo con usted.<br />
Dios está en el negocio de cambiar vidas.<br />
Para comenzar el año 2021, elijamos recibir<br />
el Evangelio de Jesucristo que nunca cambia ni<br />
tiene fecha de vencimiento y construyamos la<br />
vida basándonos en Él. Se puede confiar en el<br />
amor de Dios y en Su verdad. Entonces, como<br />
mi amigo Jack, comprometámonos a compartirlos<br />
hasta nuestro último aliento. Hay un<br />
mundo que necesita esta buena nueva. Que<br />
sus pies sean los pies hermosos que la llevan.<br />
Kristi Overton Johnson<br />
Editora y Directora Ejecutiva<br />
4s Número 01 / 2021 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
Con las historias de Victorious Living,<br />
mujeres y hombres que están entre rejas<br />
conocen al Dios que da otra oportunidad.<br />
LA HISTORIA DE DANNY<br />
Hace veinte años crucé los portones de la cárcel<br />
por última vez como el recluso federal N.°22427-<br />
044, y estoy sirviendo al Señor desde entonces.<br />
Estoy agradecido por la posibilidad de compartir<br />
mi historia de redención en la revista Victorious<br />
Living. Oro que muchos descubran, como yo, la<br />
vida real en el amor y la aceptación de Dios.<br />
Ojalá hubiera tenido Victorious Living cuando<br />
estaba preso. De ser así, la habría leído una y<br />
otra vez, acumulando toda la información que<br />
pudiera. Y después se la habría pasado a los que<br />
tenía alrededor para animarlos también.<br />
Victorious Living es una revista increíble<br />
para los reclusos. Lleva la esperanza de Jesús a<br />
hombres y mujeres olvidados. Es un ministerio<br />
que estimula, da herramientas y fortalece a<br />
los presos mediante la correspondencia y el<br />
discipulado. He comprobado por mi propia<br />
experiencia el efecto que causan los testimonios<br />
y la correspondencia personal en la vida de los<br />
presos. Son una cuerda de salvación a través de<br />
la esperanza.<br />
Me he propuesto la misión de compartir el<br />
ministerio eficaz de esta revista con la mayor<br />
cantidad posible de establecimientos de todo el<br />
país. ¡Espero que me acompañen!<br />
PATROCINE UNA CÁRCEL DE SU<br />
ESTADO HOY Y CAMBIE VIDAS.<br />
Visite victoriouslivingmagazine.com<br />
FOTO DE GUNNAR RATHBUN PHOTOGRAPHY
VIDAS TRANSFORMADAS<br />
CÓMO LOGRAR UNA<br />
VIDA TRANSFORMADA:<br />
La percepción del<br />
surfista Murf<br />
POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />
FOTO DE JOEY MEDDOCK<br />
EN 1964, JACK ROLAND MURPHY, más conocido como “el surfista Murf”<br />
robó la colección de joyas de JP Morgan del Museo Nacional de Historia<br />
en Nueva York. Pasó tres años en la cárcel llamada Las Tumbas de Nueva<br />
York y en la de la Isla Rikers, donde perfeccionó sus conocimientos del<br />
mundo criminal. Cuando quedó en libertad, Jack puso en práctica esos<br />
conocimientos y eso lo llevó a una condena de doble cadena perpetua<br />
más 20 años por dos asesinatos. Quedaría libre en 2244.<br />
Jack rápidamente ganó popularidad e influencia entre los presos.<br />
Pero después, en 1974, llegó allí un ministerio carcelario y Dios atrapó<br />
el corazón de Jack. Entregó su vida a Jesús y todo cambió.<br />
Jack sirvió al Señor durante más de diez años detrás de las rejas de<br />
una cárcel de máxima seguridad, donde estaba totalmente convencido<br />
de que pasaría el resto de su vida. Sin embargo, como por milagro, Jack<br />
fue liberado en 1986. Cuando le preguntaron cómo había salido de la<br />
cárcel 258 años antes de la fecha fijada para su liberación, Jack solo<br />
pudo apuntar al cielo y sonreír.<br />
Indudablemente Dios tenía un plan. Gracias a la transformación que<br />
Jack tuvo en su vida, miles de personas han descubierto el poder transformador<br />
de Jesucristo. Desde el momento en que aceptó a Jesús como<br />
su Señor y Salvador hasta que falleció el 12 de septiembre de 2020, Jack<br />
compartió la buena nueva de que Jesús salva vidas y las transforma.<br />
Jack era prueba del poder redentor de Jesucristo. Era un testimonio<br />
andante de cómo Dios puede tomar al criminal más endurecido y transformar<br />
su vida de manera tan radical que no queda rastro alguno de la<br />
persona que fue (2 Corintios 5:17).<br />
Quería compartir con usted algunas percepciones sobre la vida de Jack<br />
(expresadas así por él mismo) que demuestran que usted también puede<br />
pasar por esa experiencia de transformación. Es posible ¿sabe? Todo es<br />
posible cuando ponemos nuestra vida en manos de Dios (Mateo 19:26).<br />
DESEE UNA NUEVA VIDA. La transformación comienza cuando nos<br />
damos cuenta de que necesitamos una nueva vida.<br />
Supe que necesitaba una vida nueva. Había tenido éxito,<br />
dinero, mujeres, drogas, juguetes, fiestas, viajes y mucha<br />
acción, pero todos los planes y sueños quedaban inconclusos.<br />
Nunca me habían dado satisfacción, gratificación,<br />
ni un propósito y nada de todo eso había llenado el vacío<br />
que tenía en el corazón. Estaba listo para una nueva vida.<br />
¿Cree que su vida puede cambiar? Si no es así, ¿por qué?<br />
ENTRÉGUESE. Cuando entregamos nuestra vida a Jesús, aparece una<br />
vida llena de paz, incentivada por el gozo y muy intensa.<br />
Sabiendo que necesitaba una transformación en mi vida,<br />
le pedí a Jesús que entre en mi corazón, me perdone los<br />
errores que había cometido y el dolor que había causado y<br />
que asumiera el control de mi vida. Ya no quería seguir teniendo<br />
el control; lo único que había hecho eran desastres.<br />
Quería que Dios tomara mi vida y la usara como mejor le<br />
pareciera a Él.<br />
6s Número 01 / 2021 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
VIDAS TRANSFORMADAS<br />
Fue una entrega total que comenzó con una oración sencilla:<br />
“Si Tú existes de verdad, entonces ayúdame, por favor.<br />
Necesito mucha ayuda”. Creo con todo el corazón que en<br />
aquel momento Dios oyó mi oración.<br />
Dios va a oír su oración también. ¿Se ha entregado al Señorío de<br />
Jesucristo? La transformación es el resultado de nuestra relación con Él.<br />
HAGA CAMBIOS. Estudiar la Palabra y aprender de otras personas es<br />
tiempo bien aprovechado, pero tenemos que llevar a la práctica lo que<br />
aprendemos: “porque si nada cambia…bueno, no cambia nada”.<br />
Experimentar una vida nueva exige tomar la decisión de ir<br />
en otra dirección. Es una locura seguir haciendo lo mismo y<br />
pretender un resultado distinto.<br />
APÁRTESE DE LA LOCURA. Rendirse a Dios significa darle Él control.<br />
Durante años había oído hablar del amor de Dios, pero yo<br />
no quería ni un poquito de ese amor. Porque yo era independiente:<br />
un tipo duro que no necesitaba a nadie. Siempre<br />
fui el líder, tanto dentro como fuera de la cárcel. Yo era “el<br />
surfista Murf”, un hombre que había gozado del respeto y<br />
el éxito en cada mundo en el que me había internado. No<br />
iba a dejar mi vida, la acción, ni el mundo en el que brillaba.<br />
Pero entonces le eché una mirada al mundo al que me<br />
estaba aferrando: una cárcel repleta de hombres olvidados.<br />
Peligro. Tensión. Un mundo que llevaba a la muerte. ¿A eso<br />
me estaba aferrando? Eso no era vida. Era locura.<br />
A menudo nos aferramos a la misma cosa que nos está frenando y<br />
tirando abajo. ¿Qué necesita soltar hoy?<br />
APROVECHE LAS OPORTUNIDADES. El Señor nos ha concedido todas<br />
las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda (2 Pedro 1:3).<br />
Tenemos acceso a esas cosas cuando llegamos a conocerlo por medio<br />
de la Biblia. Él utiliza a personas y programas para ayudar a que se produzca<br />
nuestra transformación también. Aproveche esas oportunidades.<br />
¿Qué necesita cambiar en su vida? Piense en el grupo de sus pares,<br />
hábitos, entorno, palabras, pensamientos o actitud.<br />
MEDITE SUS ELECCIONES. Jack lo explica de la mejor manera:<br />
Como los escalones de una escalera portátil o de una común,<br />
sus elecciones pueden llevarlo a caer en la oscuridad de la<br />
derrota y el fracaso o pueden llevarlo hacia arriba, al resplandor<br />
de la victoria, el gozo, el éxito, el respeto, el amor y la<br />
aventura. Todo lo que hace falta es hacer una elección a<br />
la vez para cambiar el curso y la calidad de su vida. Cualquiera<br />
puede ser ganador o perdedor, campeón o estúpido.<br />
Que esté en el círculo de perdedores o en la sala de trofeos<br />
del ganador en la vida es solo una cuestión de elección. La<br />
elección es suya.<br />
La vida transformada se consigue tomando a conciencia las decisiones<br />
correctas cada día. Eso no significa que siempre va a hacer todo<br />
de manera perfecta; pero estará dispuesto a aprender de sus errores<br />
y seguir intentando. ¿Qué decisión puede tomar hoy para cambiar el<br />
rumbo de su vida? ¿Cómo puede utilizar las cosas que son propias de<br />
usted para un fin nuevo y bueno?<br />
El Señor envió gente a mi vida para que me enseñara más<br />
sobre Él, pero yo los eché. Es gracioso que le pidamos<br />
El robo de la colección de joyas de JP<br />
Morgan envió a Jack a la cárcel, pero<br />
allí Dios cambió su vida para siempre.<br />
ayuda a Dios, pero cuando Él<br />
responde a nuestras ora ciones,<br />
no reconocemos Su mano en<br />
nuestra vida. Ese fui yo hasta<br />
que un día un amigo que me<br />
visitó me dijo: “Murf, tienes<br />
que entrar en los programas—<br />
especialmente la capilla—<br />
porque si nada cambia…<br />
bueno, no cambia nada. Y<br />
viejo, necesitas algunos cambios<br />
en tu vida”. Acepté su<br />
sugerencia. ¿Qué tenía que<br />
perder?<br />
¿Qué o quién puede darle las<br />
herramientas y alentarlo? ¿Está<br />
aprovechando estas cosas o las<br />
está desechando?<br />
TRANSFORME LA VIDA DE OTRAS PERSONAS. Dios está en el negocio<br />
de transformar vidas. Pero Él no solo quiere transformar su vida: Él lo<br />
quiere usar para transformar a otras personas también. Jack odiaba<br />
las penitenciarías y las cárceles. Sin embargo, decidió visitar más de<br />
2.500 cárceles de todo el mundo. ¿Por qué? Desde ya que no fue por la<br />
fama y el dinero.<br />
Volví a las cárceles y penitenciarías para ayudar a otros a<br />
encontrar lo que yo había encontrado: la luz al final de su<br />
propio túnel oscuro. No tenía nada que ganar y todo para<br />
dar. Las personas necesitan saber que hay esperanza; que<br />
pueden cambiar. Cualquiera que ponga su vida en manos<br />
de Dios puede cambiar. Incluso un expresidiario como yo. No<br />
estoy haciendo nada nuevo. Solo que es mi turno de unirme<br />
al maravilloso ejército de Cristo y yo hago mi parte.<br />
Y ahora, es su turno.<br />
KRISTI OVERTON JOHNSON inspira y prepara a las personas para la victoria a<br />
través de sus escritos, conferencias y el ministerio carcelario. Para conocer más,<br />
visite kojministries.org.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 01 / 2021<br />
7s
Elegida<br />
por<br />
gracia<br />
de<br />
Dios<br />
POR CHERI HENDERSON<br />
C<br />
omo escritora profesional, he compartido cientos, quizá<br />
miles de historias de otras personas en los últimos<br />
cuarenta años. Pero es hora de compartir la mía.<br />
Para cuando yo tenía 7 años y mi hermana, 11, ya<br />
habíamos pasado por tres tutelas distintas. Nos habíamos<br />
mudado unas nueve veces. Habíamos experimentado<br />
las consecuencias de las adicciones, la inestabilidad y<br />
la violencia. Pero entonces llegó el día que cambió todo.<br />
Tenía 8 años cuando volvía a pie de la escuela, pensando<br />
en las malas decisiones que tomaba la gente que me<br />
rodeaba. Me detuve al lado de una iglesia que estaba en<br />
la esquina de mi cuadra en Lakewood, Ohio y me prometí<br />
desde lo más profundo del corazón: “Cuando crezca, no voy<br />
a ser como ellos”.<br />
Pasaron décadas hasta que entendí lo que significaba ese<br />
pensamiento o de dónde había venido ese llamado. Recién<br />
tiempo después podría ver las huellas de Dios a lo largo de<br />
mi vida. Y recién tiempo después le oiría decirme: “Te he<br />
llamado por tu nombre; eres mía” (Isaías 43:1 NTV).<br />
De niña e incluso de joven, necesitaba desesperadamente<br />
sentirme querida y aceptada. Intenté de todo para ganarme<br />
a la gente que quería. La escuela se convirtió en mi refugio.<br />
8s Número 01 / 2021 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
FOTO DE DEAR DEE PHOTOGRAPHY<br />
Era como si tuviera una doble vida. Pero ni siquiera mis vida. Al año, en enero de 1986, recibí una llamada cuando<br />
actividades escolares y lo bien que me iba lograban llenar trabajaba como editora para The Orlando Sentinel y estaba<br />
apurada por el plazo de entrega. Mi hermana se había<br />
el vacío en mi corazón.<br />
No solo sentía que no me querían. Sentía que no merecía que qui tado la vida. En los meses siguientes, tuve dos abortos<br />
me quisieran. Sentía que no valía nada. Sin embargo, trataba espontáneos mientras estaba en el trabajo y mi primer matrimonio<br />
se fue a pique. Y después, una semana y media<br />
de descubrir cuánto valía y de probarlo.<br />
Cuando estaba en la escuela secundaria, un compañero después de que acabara mi matrimonio y a seis meses del<br />
de la banda de música me invitó a participar en un estudio suicidio de mi hermana, mi madre se quitó la vida.<br />
bíblico sobre el Evangelio de Juan. Había ido a la iglesia por A pesar de lo difícil que fue, la pérdida de todo lo que<br />
un tiempo durante el segundo matrimonio de mi mamá, pero era familia para mí eventualmente volvió a ponerme en el<br />
no sabía nada de la Biblia. En el estudio bíblico, hacíamos camino hacia Dios. Estaba lejísimos de mi familia y amigos y<br />
cosas que eran totalmente desconocidas para mí. Leíamos me sentí sola. Pero Dios me había brindado una oportunidad<br />
la Biblia. Cantábamos canciones sobre Dios, algunas de única de reinventarme e iniciar un nuevo camino. Me hice<br />
las cuales eran fragmentos bíblicos musicalizados. Por ser una segunda promesa: no me iba a permitir victimizarme<br />
música, voy a recordar esas canciones por el resto de mi otra vez. A medida que empezaron a cerrarse las heridas de<br />
vida. Todo era nuevo para mí y aprendí que Jesús era el Hijo mi corazón, lo dejé entrar a Jesús. No iba a seguir creyendo<br />
de Dios que había muerto por mí y que un día volvería para en las mentiras de Satanás. En Cristo encontraría el amor y<br />
componer el mundo. Entendí que Él solo podía liberarme. el reconocimiento que había estado buscando desde hacía<br />
Fue durante ese tiempo que clamé al Señor por primera tanto tiempo.<br />
vez. Las cosas en casa estaban más tirantes que nunca y Dios continuó derramando Su gracia sobre mí al demo s<br />
yo tenía miedo de verdad. Acostada en mi cama una noche trar Su paciencia conmigo. Había vuelto a casarme con un<br />
de mucho miedo,<br />
hombre amoroso,<br />
murmuré: “Dios,<br />
cuando vengas por<br />
Tus hijos, ¡llévame<br />
contigo por favor!”.<br />
Fue todo lo que se<br />
me ocurrió decir.<br />
Dios me protegió<br />
esa noche, pero<br />
otras experiencias<br />
ME SENTÍA SOLA. PERO ME DI CUENTA<br />
DE QUE DIOS ME HABÍA BRINDADO UNA<br />
OPORTUNIDAD ÚNICA DE REINVENTARME<br />
E INICIAR UN NUEVO CAMINO.<br />
de buen corazón y<br />
me había convertido<br />
en mamá de un<br />
bebé. Quería más<br />
de Dios para mi familia<br />
y para mí. Así<br />
que una noche oré:<br />
“Señor, ayúdame a<br />
encontrar una bue<br />
de mi vida me impidieron que confiara completamente en na iglesia, donde enseñen bien”. Solo había tenido unas<br />
Su corazón y que creyera qué profundo era Su amor por mí. pocas buenas lecciones durante mi adolescencia, y tenía<br />
No pasó mucho hasta que me prohibieron ir a la iglesia y mucha hambre por conocer la verdad.<br />
perdí contacto con mis nuevos amigos del estudio bíblico. A la mañana siguiente, mientras buscaba en las Páginas<br />
Estaba sola y empezó a flaquear mi compromiso con el Señor. Amarillas, sentí que algo me llevaba a llamar a una iglesia<br />
No entendía cuestiones básicas como la manera de leer la cerca de nuestro barrio. Mientras hablaba con el pastor—<br />
Biblia y cómo aplicarla a mi vida.<br />
primero por teléfono y después personalmente—él me habló<br />
Pero todavía tenía hambre de Dios. Ese agujero en mi sobre la gracia de Dios, que es más grande que mi pecado.<br />
corazón con la forma de Dios me llevó a buscar una iglesia Me di cuenta de que, aunque la gente que estuvo en mi vida<br />
en la primera semana de mi primer año en la universidad. había pecado mucho contra mí, era solo mi pecado el que<br />
Seguía desesperada porque me quisieran y sentir que valía me había separado de Dios. Pero también aprendí que, a<br />
algo, mientras que al mismo tiempo creía que tenía que pesar de mi pecado, Dios me amaba incondicionalmente.<br />
ganarme el amor y el favor de Dios. Sí, me había comprometido<br />
a no repetir los errores de los que me rodeaban, estado tan alejada durante tanto tiempo? Su amor por mí me<br />
Me voló la mente. ¿Cómo podía amarme Dios cuando había<br />
pero me encontré atraída por las relaciones tóxicas, una dejó apabullada. Su gracia me transformó. Quizá por primera<br />
trampa en la que caen las personas que vienen de hogares vez, sentí una paz y un objetivo verdaderos. El objetivo de<br />
disfuncionales. Me gradué antes de lo previsto y me casé mi vida ya no era impresionar a las personas para que me<br />
inmediatamente, aunque todavía creía que no valía nada y amaran. Por fin entendí que mi objetivo era conocerlo a Él<br />
que nadie podía amarme.<br />
y hacer que otros lo conozcan.<br />
Poco después mi esposo y yo nos mudamos de Ohio a Un día, mientras leía mi Biblia, me encontré con 2 Corintios<br />
1:3–4: “Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Orlando, Florida, donde esperábamos empezar una nueva<br />
Señor<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 01 / 2021<br />
9s
La revelación del amor incondicional de Dios permitió a<br />
Cheri tener relaciones sanas y llenas de amor. En la foto<br />
está junto a Bill, su esposo desde hace más de 32 años.<br />
ENTENDÍ QUE DIOS QUERÍA QUE<br />
USARA MI EXPERIENCIA PARA<br />
AYUDAR A OTRAS PERSONAS.<br />
Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación,<br />
quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que,<br />
con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también<br />
nosotros podamos consolar a todos los que sufren” (NVI).<br />
Comprendí que Dios quería que utilizara todo lo que había<br />
experimentado para ayudar a los demás. Podía alentar a personas<br />
que habían sufrido en su niñez, que habían pasado por<br />
relaciones disfuncionales o un aborto y dar consuelo a quienes<br />
tenían seres queridos que se hubieran suicidado. Podía acercarlos<br />
a un Dios bondadoso y lleno de gracia que es nuestro<br />
sanador, nuestra ayuda, nuestro refugio y nuestra única esperanza.<br />
Y comencé a invertir en la vida de niños y mujeres<br />
jóvenes, para que pudieran conocer la victoria que Dios<br />
nos ofrece en Jesús.<br />
Si bien me encantaría terminar mi historia diciendo “y<br />
vivió feliz para siempre”, no es así como funciona la vida en<br />
Cristo. Dios no nos evita las situaciones difíciles, pero sí hace<br />
que logremos atravesarlas. Y es un privilegio para nosotros<br />
compartir sus sufrimientos (1 Pedro 4:13). En nuestras pruebas,<br />
nos acercamos más a Dios. Crece nuestra confianza en<br />
Él y en nuestra fe cuando lo dejamos trabajar en nuestras<br />
vidas. Y tenemos más experiencias que podemos utilizar<br />
para mostrar a los demás Su fidelidad.<br />
A pesar de problemas importantes de salud y pérdidas<br />
dolorosas, fijé la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador<br />
de mi fe (Hebreos 12:2). He aprendido que no puedo<br />
controlar mis circunstancias, pero puedo controlar mi respuesta<br />
a ellas entregándome a Aquel que es perfecto en<br />
todo aspecto. Puedo elegir caminar por la fe y no por lo que<br />
ven mis ojos.<br />
Aunque a veces la felicidad me esquiva, me doy cuenta de<br />
que siempre puedo elegir el gozo. Se hace más fácil elegir<br />
el gozo—confiar en la mano y el corazón de Dios—cuando<br />
miro el espejo retrovisor y veo mi vida. Incluso en los momentos<br />
difíciles, Él siempre estuvo allí, sosteniéndome y<br />
protegiéndome.<br />
Encuentro consuelo al saber que Dios nunca me dejará ni<br />
me abandonará (Deuteronomio 31:6; Hebreos 13:5), al saber<br />
que nada podrá apartarme de Su amor (Romanos 8:<strong>38</strong>–39),<br />
y que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la<br />
gloria que habrá de revelarse en mí (Romanos 8:18).<br />
Cada día oro por oír, reconocer y obedecer el llamamiento<br />
del Espíritu Santo. No lo hago de manera perfecta y nadie se<br />
siente más frustrado que yo cuando me equivoco. Pero soy un<br />
proyecto que aún no está terminado y sigo avanzando hacia<br />
la meta, que está en Cristo Jesús (Filipenses 3:14). Él completará<br />
la buena obra que comenzó en mí (Filipenses 1:6),<br />
tal como la completará en usted, si pone su confianza en Él.<br />
Tal vez usted es como yo: le cuesta confiar en el corazón<br />
de Dios o creer que alguien, incluso Él, pueda amarlo de<br />
manera tan completa y perfecta. Tal vez está buscando una<br />
cuerda de rescate de donde agarrarse. Dios nos ha dado esa<br />
cuerda de rescate. Su nombre es Jesús.<br />
Dios es amor. Dios es bondadoso. Dios está cerca. Reciba<br />
Su gracia. Camine con Su verdad. Él solo puede romper<br />
cualquier cadena y poner en libertad a cualquier persona<br />
cautiva. Soy prueba de eso. Usted también puede serlo.<br />
CHERI HENDERSON es una periodista y escritora que vive en Orlando.<br />
FOTO DE DEAR DEE PHOTOGRAPHY<br />
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UN PASO ADELANTE<br />
POR ROY A. BORGES<br />
MIENTRAS REVISABA MI CELDA, un guardia<br />
encontró mi “bicho del agua” debajo de la pileta.<br />
(Es un aparatito que usamos con mi compañero<br />
de celda para calentar el agua para el café a la<br />
mañana).<br />
Cuando el oficial preguntó de quién era,<br />
admití que era mío. Se lo llevó al puesto de observación.<br />
Yo me preguntaba si me iba a hacer<br />
un parte por tenerlo.<br />
Mi compañero no entendía por qué no había<br />
mentido. “Podrías haberle dicho que era del<br />
preso que ocupó la celda antes que tú y que no<br />
sabías que estaba ahí”.<br />
Le hablé sobre el versículo que había leído en<br />
mi Biblia esa mañana: “El Señor<br />
aborrece a los<br />
de labios mentirosos, pero se complace en los<br />
que actúan con lealtad” (Proverbios 12:22 NVI).<br />
Más tarde, el guardia regresó y me devolvió<br />
el bicho del agua. Mi compañero de celda y yo<br />
estábamos sorprendidos. “Si se lo devuelvo”<br />
dijo el guardia, “es porque no mintió. No tolero<br />
a los mentirosos”.<br />
Dios tampoco, pensé mientras se iba.<br />
“Parece que el proverbio era verdad” me dijo<br />
mi compañero.<br />
“La Biblia siempre es verdad” le dije. “Por eso<br />
la leo todos los días. Tiene información valiosa<br />
que sirve para enfrentar cualquier cosa que<br />
pase ese mismo día o en cualquier momento”.<br />
Mi compañero de celda estaba intrigado y me<br />
di cuenta de qué importante es que mis palabras<br />
y actos sean un reflejo de la Biblia.<br />
La situación me recordó un relato de la Biblia<br />
sobre un guardiacárcel que se convirtió en<br />
creyente por lo que hicieron los prisioneros.<br />
A Pablo y a Silas, que eran seguidores<br />
de Jesús, los habían desnudado, golpeado y<br />
echado en la cárcel. Encadenados, pasaron<br />
la noche orando y cantando alabanzas a Dios<br />
mientras los demás presos escuchaban.<br />
Entonces, alrededor de la medianoche,<br />
se produjo un terremoto tan fuerte que se<br />
soltaron las cadenas y arrancaron las puertas<br />
de las bisagras (Hechos 16:23–26). El<br />
carcelero se despertó y fue corriendo a la<br />
cárcel, suponiendo que los presos se habían<br />
escapado.<br />
Estuvo a punto de quitarse la vida para<br />
evitar lo que habría sido su castigo por la<br />
fuga de los presos. Pero Pablo lo detuvo,<br />
gritando “¡No te hagas ningún daño! ¡Todos<br />
estamos aquí!” (Hechos 16:28 NVI).<br />
El carcelero se sintió tan conmovido<br />
porque habían decidido quedarse en la cárcel,<br />
que tuvo curiosidad por ese Dios al que<br />
adoraban y les preguntó: “¿Qué tengo que<br />
hacer para salvarme?”.<br />
¿Alguna vez se le ocurrió que las decisiones<br />
que tomamos revelan en qué creemos<br />
y qué apreciamos? Cuando elegimos hacer<br />
el bien, en vez del mal, nuestras acciones<br />
pueden llevar a alguien a preguntarse sobre<br />
Dios y a buscarlo.<br />
La mañana siguiente al incidente con el<br />
bicho del agua, mi compañero de celda se<br />
despertó temprano. Noté que me observaba<br />
mientras yo leía mi Biblia y le pregunté si quería<br />
saber qué decía el proverbio de ese día. Asintió<br />
con la cabeza y le leí el que casualmente era mi<br />
versículo preferido del libro de los Proverbios:<br />
“Confía en el Señor de todo corazón y no en tu<br />
propia inteligencia” (3:5 NVI).<br />
“Ese me gustó”, me dijo.<br />
“A mí también. ¿Sabes qué significa ‘no confiar<br />
en tu propia inteligencia’?”.<br />
“No estoy seguro”.<br />
“Significa que no debes confiar solo en ti mismo<br />
o en tus ideas. Fíjate primero para saber<br />
qué dice Dios antes de actuar. No te creas sabio.<br />
Busca consejos sabios. Ora al Señor y pon todo<br />
en Sus manos”.<br />
Como el guardiacárcel que intervino en el<br />
episodio de Pablo y Silas, mi compañero de<br />
celda quiso saber más sobre mi Dios y Sus caminos.<br />
Esa mañana, tuve el privilegio de guiarlo<br />
al Señor. A partir de ese día, nos levantamos<br />
temprano todos los días y estudiamos juntos<br />
la Palabra de Dios.<br />
Cuando tenga la posibilidad de hacer las cosas<br />
como Dios quiere—de la manera correcta—<br />
hágalo. Si usted quiere que lo reconozcan como<br />
cristiano, tenga presente que la gente estará<br />
observando su vida. Ponga en práctica la<br />
Palabra de Dios y su vida atraerá a los demás<br />
hacia el Señor.<br />
ROY A. BORGES escribe sobre sus experiencias<br />
de vida desde la celda de una cárcel en Florida. Sus<br />
historias han aparecido en muchas publicaciones<br />
cristianas.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
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11s
Ningún<br />
obstáculo<br />
es<br />
demasiado<br />
grande<br />
para Dios<br />
POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />
stá enfrentando una<br />
¿E<br />
situación imposible?<br />
¿Necesita un milagro?<br />
¿Sabía que con Dios<br />
puede escalar cualquier<br />
muro? (Salmo<br />
18:29).<br />
Me encontré enfrentando lo que parecía ser<br />
un muro imposible de escalar en diciembre<br />
de 2019, cuando Natalia, la tutora de una adolescente<br />
ucraniana huérfana, me entregó la<br />
historia clínica de la niña y me agradeció por<br />
ayudar a Iryna a conseguir atención médica.<br />
Desde el punto de vista humano, parecía una<br />
tarea imposible.<br />
Con mi esposo Tim habíamos deseado<br />
muchísi mo recibir a Iryna en casa y regalarle<br />
experiencias emocionantes, pero Iryna había<br />
sufrido mucho abuso físico de niña y una de<br />
otra señora en HomeGoods. Olena y yo sonreímos<br />
y nos disculpamos por bloquearnos<br />
el paso. Cuando habló, noté inmediatamente<br />
que tenía un pronunciado acento ruso.<br />
Olena era muy amable y empezamos a<br />
conversar. Le conté cómo había adoptado<br />
a dos niños rusos. Se le iluminó el rostro y<br />
me comentó que ella y su esposo David eran<br />
colaboradores de un orfanato ucraniano llamado<br />
La Casa del Padre. Organizaban viajes<br />
cómoda que de costumbre con nuestra familia y<br />
disfrutó del agua. Nos sorprendió que aceptara<br />
nuestra invitación a quedarse a dormir.<br />
Iryna nos visitó una vez más antes de regresar<br />
a Ucrania. Dos meses después Olena y David<br />
nos preguntaron si podíamos recibir a Iryna en<br />
casa durante el mes de diciembre. Había hecho<br />
muchos progresos emocionales, espirituales y<br />
físicos durante su estadía en Estados Unidos y<br />
ellos pensaban que sería muy beneficioso para<br />
FOTO DE GERI SIMPKINS PHOTOGRAPHY<br />
sus piernas necesitaba cirugía reconstructiva,<br />
a Florida para niños que vivían en el orfanato<br />
ella venir otra vez. Estuvimos de acuerdo.<br />
que era una cirugía mayor. Encontrar un ciru<br />
y estaban recibiendo a un grupo la semana<br />
De pronto ya había llegado diciembre y Tim y<br />
jano dispuesto a hacer esa intervención a una<br />
siguiente.<br />
yo nos encontrábamos en el Aeropuerto Inter<br />
extranjera que no tenía seguro social no había<br />
Me ofrecí a darles a los chicos un día de<br />
nacional de Orlando. Había mucho entusiasmo<br />
estado en nuestros planes.<br />
deportes acuáticos en casa. Olena aceptó<br />
flotando en el aire, mientras esperábamos junto<br />
Habíamos conocido a Iryna en el mes de julio,<br />
la invitación y trajo a Iryna a casa un par<br />
a otras familias que darían albergue a los chicos.<br />
por haber chocado mi carro de compras con el de<br />
de semanas después. La nena pareció más<br />
Pronto apareció Natalia con ellos; parecía mamá<br />
12s Número 01 / 2021 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
gallina con sus pollitos. Nos abrazamos y allí<br />
fue cuando me entregó la historia clínica de<br />
Iryna y me agradeció por ayudarla. ¿Cómo<br />
fue que un choque fortuito con el carro de<br />
compras de una extraña se convirtió en algo<br />
de esta magnitud? Obviamente Dios estaba<br />
trabajando. De no ser así, yo estaba en<br />
problemas. Solo Él podía ser el artífice de<br />
tal milagro quirúrgico.<br />
Guardé los documentos en el bolso y Tim,<br />
Iryna y yo nos fuimos a casa. En las semanas<br />
siguientes, disfrutamos de muchas actividades<br />
hermosas por las fiestas. Recuerdo<br />
especialmente el viaje a un mercado local<br />
de granjeros un fin de semana, donde ella<br />
conoció a un Papá Noel americano. Creo que<br />
yo estaba más entusiasmada que ella.<br />
Cuando llegó su turno, Iryna se acercó al<br />
trono de Papá Noel, respondió tímidamente<br />
a su invitación a chocar las palmas y se paró<br />
a su lado para tomarse una foto, aunque no<br />
demasiado cerca. Como es costumbre, Papá<br />
Noel le preguntó qué quería para Navidad.<br />
Su respuesta fue poco convencional.<br />
“Yo…quiero…pierna”, le respondió en un<br />
inglés entrecortado, mientras señalaba su<br />
extremidad inferior. Papá Noel quedó completamente<br />
pasmado y le respondió con algo<br />
de timidez: “Veré qué puedo hacer por eso”.<br />
Lo saqué rápidamente del apuro. “No se<br />
preocupe, Papá Noel. Dios se va a encargar<br />
de la pierna”.<br />
Nuestro tiempo con Iryna pasó rápido y<br />
otra vez estábamos en el aeropuerto. Fue un<br />
adiós muy emotivo. Iryna, una joven estoica,<br />
se esforzó mucho por mantener la compostura,<br />
pero pronto sus ojos se inundaron de<br />
lágrimas.<br />
“¡Oh Dios, dale consuelo”, rogué.<br />
Al día siguiente, comencé a buscar ayuda<br />
médica. “Señor, sé que tienes Tu mano sobre<br />
Iryna y que tienes grandes planes para ella.<br />
Estoy agradecida por la oportunidad de ser<br />
parte de su historia de vida, pero no tengo<br />
idea de cómo conseguirle la atención médica<br />
que necesita. Por favor, enséñame qué hacer”.<br />
Quería el consejo de Dios porque aprendí<br />
por las malas que forzar una solución solo<br />
logra empeorar las cosas. Además, no era mi<br />
responsabilidad encontrar la respuesta. Era<br />
responsabilidad de Dios. Mi parte consistía<br />
en confiar en Él, orar y obedecer.<br />
A veces es difícil saber qué se espera de<br />
nosotros al confiar en Dios. ¿Nos quedamos<br />
sentados sin hacer nada mientras esperamos<br />
que Él actúe o empezamos a golpear<br />
puertas? Descubrí que las respuestas llegan<br />
cuando tomamos la iniciativa, orando con<br />
devoción y al mismo tiempo utilizamos de<br />
manera inteligente los recursos, habilidades<br />
y conexiones que Dios nos ha dado.<br />
Tengo relación con calificados cirujanos<br />
traumatólogos de todo el país, gracias a muchas<br />
operaciones que tuve yo misma. Hablé<br />
con tres de ellos y les pedí que me aconsejaran.<br />
Y a través de ellos, Dios me mostró el<br />
paso siguiente. Los tres me recomendaron<br />
que pidiera atención para Iryna en los<br />
Hospitales Pediátricos Shriners.<br />
No tenía idea de que los Hospitales Shriners<br />
atendían niños extranjeros. Había visto sus<br />
publicidades conmovedoras, pero no había<br />
pensado que era una posibilidad. Inmediatamente<br />
Olena, David, Natalia y yo iniciamos el<br />
proceso de solicitud de admisión.<br />
Al leer detenidamente los documentos<br />
que se presentarían, descubrí que me<br />
habían nombrado tutora legal de Iryna, lo<br />
que significaba que yo sería quien debía<br />
acompañarla al hospital. No tenía idea de<br />
cómo podría hacerlo, ya que tenía muchos<br />
viajes programados. Además, nos estábamos<br />
mudando a otro Estado en mayo. Dejé de lado<br />
la preocupación, me recordé que Dios se iba<br />
a ocupar de arreglar los detalles y cargué los<br />
documentos solicitados.<br />
Después le pregunté al Señor si tenía que<br />
hacer algo más. Surgió una pregunta en mi<br />
corazón: “Kristi, te di un regalo para que hicieras<br />
¿qué?”. Respondí inmediatamente:<br />
“Escribir sobre las experiencias personales<br />
de la gente con Dios, Señor”. Lo hago desde<br />
hace casi diez años como editora de esta<br />
revista. “Entonces escribe su historia y envíala<br />
al hospital”.<br />
Me senté a la computadora y las palabras<br />
empezaron a fluir. Iryna ha sufrido muchas<br />
lesiones a manos de otras personas, que es el<br />
Aprendí por las malas que forzar una solución<br />
solo logra empeorar las cosas. Además, no era<br />
mi responsabilidad encontrar la respuesta. Era<br />
responsabilidad de Dios. Mi parte consistía en<br />
confiar en Él, orar y obedecer.<br />
motivo por el cual necesitaba atención médica.<br />
Cuando terminé, envié mi historia por Internet<br />
y oré para que Dios sensibilizara sus corazones<br />
y aceptara a Iryna. Lo hizo.<br />
El 12 de marzo el Dr. David Westberry nos informó<br />
que operaría a Iryna gratis en Greenville, SC.<br />
Tras la reconstrucción de su pierna, Iryna espera con<br />
entusiasmo disfrutar de muchos otros deportes, como el<br />
wakesurf.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 01 / 2021<br />
13s
ARRIBA: David (centro) y su esposa Olena (última a la izq.),<br />
recibieron a Natalia (última a la der.) y los niños de La Casa del Padre<br />
en su hogar. Dios usó esa visita para abrir la puerta y que Iryna<br />
(centro, adelante) tuviera una cirugía que cambiaría su vida. En la<br />
foto están con ella sus amigas Margo y Julia, también de Ucrania.<br />
IZQ.: Iryna y Kristi se preparan para dejar el Hospital Shriners de<br />
Greenville, SC tras su cirugía.<br />
Me saltó el corazón de alegría. Nos avisaron que<br />
la fecha para la cirugía era el 29 de mayo de 2020.<br />
Y entonces nos invadió la COVID-19. De pronto<br />
el mundo que conocíamos bajó la persiana.<br />
Un representante del hospital llamó para informarme<br />
que estaba cerrado. Después, Natalia<br />
avisó que la embajada de Estados Unidos en Kiev<br />
había cerrado también.<br />
“Señor”—oré—“nada puede detener los planes<br />
buenos que tienes para Iryna: ni la COVID-19,<br />
ni la prohibición de los viajes internacionales,<br />
ni las embajadas y hospitales cerrados. Lo que<br />
Tú has pensado para su vida va a ocurrir, según<br />
Tu Palabra. Amén”.<br />
La demora no habría sido una gran cosa, pero<br />
Iryna cumplía 18 años en otoño; pronto quedaría<br />
fuera de la edad oficial de admisión para tratarla<br />
en el hospital. Tenía miedo de que Shriners no<br />
aceptara su caso cuando ella llegara a la mayoría<br />
de edad. Pero entonces recordé Filipenses 4:6–8,<br />
que me enseña a no preocuparme por ninguna<br />
situación. En cambio, voy a decirle a Dios qué<br />
necesito y le voy a agradecer por lo que ha hecho<br />
y lo que hará. La Biblia promete que si hago esto,<br />
la paz de Dios, que supera todo lo que podemos<br />
entender, cuidará mi corazón y mi mente en<br />
Cristo Jesús.<br />
He experimentado esa paz durante todas<br />
las situaciones de incertidumbre en este<br />
2020. Eso no significa que no tuve oportunidades<br />
de dudar. Hubo muchas. Pero tenía que<br />
seguir peleando la buena batalla de la fe (1<br />
Timoteo 6:12). Algunos días peleaba mejor<br />
que otros, pero al final, la fe hizo mover todos<br />
los obstáculos (Mateo 17:20). Ayudó mucho<br />
que Olena, David y Natalia estaban peleando<br />
la buena batalla conmigo (Mateo 18:19).<br />
El 2 de mayo recibimos una respuesta<br />
increíble a nuestras oraciones. En ese momento,<br />
todavía estaban prohibidos los viajes.<br />
La embajada de Estados Unidos en Kiev y los<br />
Hospitales Shriners también permanecían<br />
cerrados. Pero eso no detuvo a Dios; Él no<br />
estaba en cuarentena ni tenía el negocio<br />
cerrado.<br />
Espere a que le cuente.<br />
Estaba profundamente dormida cuando<br />
sonó el teléfono. Natalia, desde Kiev, estaba<br />
al otro lado de la línea gritando: “Kristi,<br />
levántate. Es buen día. ¡Tenemos milagro!”.<br />
Alababa a Dios a viva voz en su hermoso acento<br />
ucraniano y gritaba de alegría. Las lágrimas me<br />
hacían sentir pinchazos en los ojos somnolientos<br />
mientras escuchaba su explicación.<br />
Esa mañana temprano, un representante de<br />
la embajada de Estados Unidos en Kiev la había<br />
llamado, pidiendo que Natalia llevara a Iryna inmediatamente<br />
a la Embajada de Estados Unidos.<br />
Con el pelo revuelto de alguien que recién se<br />
levanta y todo, Natalia agarró a Iryna y salieron<br />
corriendo a la embajada. Un hombre las esperaba<br />
en el estacionamiento, tomó los documentos<br />
de Iryna y les dijo que esperaran en el auto. Fue<br />
adentro. Al rato, volvió y le entregó a Iryna una<br />
visa médica por seis meses para venir a Estados<br />
Unidos. Era un sueño.<br />
Los milagros continuaron sucediéndose cuando<br />
Iryna ingresó en nuestras fronteras cerradas<br />
el 20 de mayo, tres días antes de que mi<br />
familia se mudara a otro Estado. Ella se mudó<br />
con nosotros.<br />
El hospital permanecía cerrado, pero no había<br />
problema. Dios nos estaba dando tiempo para<br />
prepararla para su importante cirugía. Anotamos<br />
a Iryna en el colegio comunitario local para<br />
14s Número 01 / 2021 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
que tuviera clases de inglés gratis y contrata<br />
de la mano y oramos juntas. Y al día siguiente,<br />
Iryna y cuidarla. El Señor nos mantuvo sanos a<br />
mos a un profesor particular para que pudiera<br />
Dios respondió a nuestras oraciones.<br />
pesar del virus que hacía estragos a nuestro alre<br />
acelerar su aprendizaje. Trabajó con mucho<br />
Estaba manejando cuando sonó el teléfono.<br />
dedor. La comunicación no era un problema. A<br />
empeño para aprender inglés. Yo, por mi par<br />
Cuando contesté, ni siquiera estaba pensan<br />
menudo nos entendíamos sin decir una palabra.<br />
te, estudiaba a Iryna. Buscaba entender qué le<br />
do en mis oraciones de la noche anterior.<br />
El seguro médico tampoco fue un problema.<br />
gustaba y qué no y aprendí a leer sus estados de<br />
“Kristi, ¿recibió mi correo electrónico?”.<br />
Todos los gastos médicos estaban cubiertos,<br />
ánimo. Con el tiempo, supe cuándo presionarla<br />
Era Lisa, del Hospital Shriners. “Tenemos la<br />
incluso mis comidas en el hospital. Tampoco<br />
FOTO DE GERI SIMPKINS PHOTOGRAPHY<br />
un poco para conversar y cuándo dejarla sola.<br />
Dios usó la espera para entrelazar nuestros corazones.<br />
Ella se convirtió en parte de la familia.<br />
El tiempo pasaba y mis oraciones iban en<br />
aumento. “Señor, ya sabes que el cumpleaños<br />
de Iryna es dentro de un mes y su visa médica<br />
va a vencer pronto. Necesitamos un milagro”.<br />
En agosto, fuimos a un servicio especial de<br />
oración. Le pregunté a Iryna si quería ir al altar<br />
fecha para la operación de Iryna y necesitamos<br />
que vengan las dos la próxima semana a<br />
una cita para los exámenes preoperatorios”.<br />
Me explicó que aunque el hospital no estaba<br />
atendiendo pacientes extranjeros, el Dr.<br />
Westberry había aceptado operar a Iryna.<br />
Pasaron casi dos meses de esa llamada. Escribo<br />
mientras Iryna y yo estamos esperando<br />
el alta del Hospital Shriners de Greenville. La<br />
importó que Iryna hubiera cumplido los 18.<br />
¡Gloria a Dios por todo lo que ha hecho y continuará<br />
haciendo!<br />
Hoy le pregunté al Señor por qué me había<br />
elegido a mí para ser parte de la vida de Iryna.<br />
Podría haber elegido a cualquiera. Percibí que<br />
me decía: “Para que pudieras ver qué fiel soy al<br />
cuidar las necesidades de Mis hijos, incluso las<br />
tuyas. Y además, para que les hablaras a otros<br />
de mi fidelidad”. Por eso esta historia.<br />
No sé qué planes tiene Dios para Iryna y nuestra<br />
familia una vez que esté completamente<br />
recuperada. Estamos dispuestos a hacer lo que<br />
Todos los días, Dios nos<br />
hace llegar una invitación<br />
para estar a Su lado en algo<br />
milagroso. Esté dispuesto a<br />
decir que sí cuando llegue<br />
la invitación.<br />
para orar por el milagro que necesitaba. Se negó<br />
tímidamente. Entendí sus reservas y no la obligué.<br />
De todos modos, sentía que el Señor quería<br />
que yo fuera adelante e intercediera por ella.<br />
Fui hacia el frente de la iglesia y encontré<br />
una compañera de oración. Había mucho ruido<br />
en el auditorio, ya que la gente oraba por la<br />
intervención de Dios en su vida. Sentí como que<br />
estaba gritando y hablé de las necesidades de<br />
Iryna. Rompiendo todas las normas de distanciamiento<br />
social, esa señora y yo nos tomamos<br />
Kruzer, el nuevo mejor amigo<br />
de Iryna, ha sido un gran<br />
consuelo para ella durante<br />
su travesía médica.<br />
operación de Iryna ya quedó atrás y está en<br />
pleno proceso de recuperación. Estoy maravillada<br />
al observar la prueba del amor fiel de<br />
Dios y su poder incontrolable sentada a mi<br />
lado, en su cama del hospital.<br />
Sonrío al recordar todos los escenarios<br />
posibles que han puesto a prueba mi fe durante<br />
el último año. Ninguno de ellos fue un<br />
problema. Por la COVID-19, se cancelaron<br />
todos mis compromisos de viajes, así que<br />
tuve mucho tiempo para estar en casa con<br />
Él nos pida. Por cierto, no quiero perderme ninguna<br />
aventura que Dios pueda traerse bajo Su<br />
gloriosa manga. Y quisiera animarlo a que tampoco<br />
se pierda ninguna.<br />
Todos los días, Dios nos hace llegar una invitación<br />
para estar a Su lado en algo milagroso:<br />
¡incluso a veces cuando estamos de compras en<br />
HomeGoods!<br />
A pesar de lo que esté enfrentando, mantenga<br />
los ojos, oídos y el corazón abiertos y esté dispuesto<br />
a decir que sí cuando llegue la invitación.<br />
Y entonces, prepárese para quedar maravillado.<br />
Simplemente no hay obstáculo alguno que sea<br />
demasiado grande para Dios.<br />
KRISTI OVERTON JOHNSON inspira y prepara<br />
a las personas para la victoria a través de sus<br />
escritos, conferencias y el ministerio carcelario.<br />
Para conocer más, visite kojministries.org.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 01 / 2021<br />
15s
UN PASO ADELANTE<br />
¡No tema! Dios lo va a ayudar<br />
POR CHRISTINA O’BRIEN<br />
EL DICCIONARIO Universitario<br />
Merriam-Webster define<br />
el miedo como “una sensación<br />
desa gradable, a menudo intensa,<br />
provocada por la anticipación o<br />
conciencia del peligro”.<br />
Creo que todos estamos de<br />
acuerdo en que el año 2020 ha<br />
golpeado en el centro mismo de<br />
nuestros miedos más profundos.<br />
Por la pandemia de la COVID-19,<br />
se apoderó de nosotros el miedo<br />
a enfermarnos o morir. Tuvimos<br />
miedo de la inseguridad económica,<br />
de no tener recursos suficientes<br />
y de estar en lugares públicos.<br />
Hasta tuvimos miedo de quedarnos<br />
sin papel higiénico y corríamos<br />
frenéticamente de una tienda<br />
a otra para acumular re servas.<br />
Después, tuvimos miedo de que<br />
nos juzgaran por tener miedo.<br />
El miedo es una táctica poderosa<br />
que usa Satanás para distraernos<br />
y destruirnos la vida. Su objetivo<br />
es empujarnos al aislamiento,<br />
hacer que reaccionemos y respondamos<br />
de manera injustificada y<br />
a veces hasta con hostilidad a las<br />
circunstancias que están fuera de<br />
nuestro control.<br />
El espíritu temeroso hace que<br />
nos enfoquemos en nuestras propias<br />
necesidades e ignoremos a<br />
los demás. Satanás espera que<br />
recurramos al mundo en vez de<br />
a Dios para encontrar soluciones<br />
provisorias a nuestros problemas.<br />
Nos tienta a cuestionarnos si Dios<br />
nos ama y, en la duda, espera que<br />
tengamos miedo de que Dios no<br />
se vaya a ocupar de nosotros a<br />
tiempo.<br />
Me sentí ahogada por el miedo<br />
al comienzo de la pandemia. Incluso<br />
antes de que nos dijeran<br />
que teníamos que practicar el<br />
distanciamiento social, ya había<br />
empezado a aislarme. Eso es<br />
peligroso para alguien que ha<br />
batallado con trastornos mentales<br />
y adicciones. Antes de que<br />
pudiera darme cuenta, ya le<br />
había dado al miedo del enemigo<br />
EL MIEDO ES UNA TÁCTICA PODEROSA<br />
QUE USA SATANÁS PARA DISTRAERNOS<br />
Y DESTRUIRNOS LA VIDA.<br />
de dónde agarrarse y entrar a mi<br />
vida, y estaba dominando mis<br />
pensamientos.<br />
El cambio abrupto en mi rutina<br />
diaria me tomó por sorpresa e hizo<br />
tambalear mi sensación de seguridad.<br />
De pronto tuve que enfrentar<br />
la situación de darme cuenta de<br />
que había permitido que las cosas,<br />
circunstancias y gente que tanto<br />
temía perder habían ocupado el<br />
lugar de Dios en mi vida. Ellos se<br />
habían convertido en mi fuente de<br />
consuelo y seguridad. Se habían<br />
convertido en mis ídolos.<br />
A causa de la COVID-19, el<br />
Señor me hizo ver muchos ídolos<br />
que tenía en mi vida. Dios nos<br />
prohíbe poner nada por delante<br />
de Él, incluso el ministerio. Había<br />
estado tan ocupada sirviendo a<br />
Dios y yendo a la iglesia, que había<br />
perdido por completo de vista la<br />
verdad de que Él era el único motivo<br />
por el que había logrado algo<br />
que valiera la pena en mi vida.<br />
Pero Él es fiel y me rodeó de las<br />
personas adecuadas para que me<br />
señalaran Su Palabra y volviera a<br />
tener en ella mi fuente de verdad.<br />
Una amiga me invitó a memorizar<br />
2 Timoteo 1:7. Dice: “Pues<br />
Dios no nos ha dado un espíritu de<br />
timidez, sino de poder, de amor y<br />
de dominio propio” (NVI). Me dijo<br />
que la repitiera una y otra vez hasta<br />
que se arraigara en mi corazón.<br />
Entender la realidad de que el<br />
miedo no viene de Dios me ayudó<br />
a encontrar el coraje que necesitaba<br />
para salir de mi temible pozo<br />
de oscuridad. Me recordó que Dios<br />
es la verdadera fuente de mi paz,<br />
gozo, consuelo, seguridad, protección<br />
y providencia.<br />
A Dios no lo sorprende nuestro<br />
miedo. Tampoco se enoja con<br />
nosotros cuando dudamos de Él.<br />
Él sabía que el miedo era algo con<br />
lo que todos íbamos a tener que<br />
luchar en este mundo caído. Por<br />
eso Él se ocupa del tema a lo largo<br />
de toda Su Palabra. “No temas” es<br />
la orden que más se repite en la<br />
Biblia.<br />
En Isaías 41:13, Dios promete<br />
que no debemos sentir temor<br />
porque Él nos ayudará. Recordar<br />
ese versículo me ayuda cuando<br />
estoy por sentir miedo, y puede<br />
ayudarlo a usted también.<br />
Podemos pedir a Dios con toda<br />
confianza que cumpla esta promesa<br />
porque Él está a nuestro lado,<br />
peleando nuestras batallas. Así<br />
que ¡no tema!<br />
CHRISTINA O’BRIEN trabaja en el equipo de comunicaciones del ministerio<br />
Rescued Not Arrested [Salvados, no presos]. Ya no como prisionera, ahora vuelve<br />
a la Prisión Estatal de Arizona en Perryville como oradora invitada y comparte el<br />
mensaje de esperanza y sanación que encontró en Jesús.<br />
16s Número 01 / 2021 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
UN PASO ADELANTE<br />
Cómo<br />
prepararse para<br />
lo imprevisible<br />
POR LINDA CUBBEDGE-SMITH<br />
EL AÑO 2020 FUE IMPREVISIBLE y todo un desafío en tantos aspectos.<br />
Es increíble cómo un virus, una llamada telefónica, un golpe en la puerta<br />
o un mensaje de texto puede cambiarnos la vida.<br />
En mi familia, el mundo se desmoronó el 11 de junio, cuando mi hijo<br />
mayor Stephen tuvo un accidente de auto. Al principio, solo nos dijeron<br />
que se había roto una muñeca y un tobillo. Pero después, los médicos<br />
descubrieron que estaba perdiendo líquido cefalorraquídeo. Stephen<br />
necesitaba cirugía de columna en cinco vértebras en forma inmediata.<br />
El médico estaba seguro de que quedaría paralítico.<br />
También había otras cuestiones médicas. Stephen tenía la pierna<br />
izquierda destrozada por completo. Todos los huesos de los dos pies<br />
rotos, también, además del tobillo y la muñeca izquierda. Es increíble<br />
que no haya perdido la pierna. El mayor milagro de todos fue que no<br />
había sufrido ningún golpe en la cabeza.<br />
Rápidamente les avisamos a familiares y amigos por las redes sociales<br />
y pedimos en nombre de Stephen que oraran por él y por los médicos<br />
que lo atendían. Milagrosamente, Stephen salió bien de las cirugías.<br />
El 28 de julio, mi amorosa nuera compartió en Facebook un testimonio<br />
de la bondad de Dios: “Dios es tan bondadoso. Nos rescata de cosas que<br />
vemos y otras que no vemos. Está ahí cuando nos sentimos solos y con<br />
miedo, cuando nos sentimos perdidos o cuando la vida parece una carga<br />
demasiado pesada. Nunca nos deja; es el ancla que nos mantiene seguros”.<br />
En los meses siguientes, la Palabra de Dios y Su amor fiel se convirtieron<br />
en nuestra salvación. Nuestra esperanza en Él fue el ancla<br />
que mantenía firmes nuestros corazones y mentes cuando nos asaltaban<br />
tantas sensaciones (Hebreos 6:19). Después de tres semanas en el<br />
hospital y cinco semanas en un centro de rehabilitación, Stephen por fin<br />
volvió a casa. ¡Qué felices estábamos! Estaré eternamente agradecida a<br />
Dios por poner Su mano sobre mi hijo.<br />
No importa la edad que tenga un hijo, cuando pasa por una situación<br />
traumática, todo lo demás se diluye en un segundo plano. Cambian las<br />
prioridades. Mi prioridad número uno pasó a ser la oración. Stephen<br />
necesitaba distintos milagros puntuales para cada parte de su cuerpo.<br />
Busqué escrituras relacionadas con sanación y recité la Palabra de<br />
Dios por él.<br />
Cuando oraba leyendo estos pasajes, siempre ponía el nombre de<br />
Stephen en lugar de “yo” o “mi”. Él es creyente en Jesucristo. Por ejemplo,<br />
leía el Salmo 107:20 y otros versículos pidiendo por él: “Padre, Tu<br />
Palabra ya es parte de Stephen. Corre por su flujo sanguíneo. Llega a<br />
Stephen, su esposa Nicole y sus hijos,<br />
en una reunión feliz y llena de lágrimas,<br />
tras estar separados durante semanas<br />
a consecuencia de la COVID-19.<br />
cada célula de su cuerpo, devolviéndole la salud y transformándolo. Tu<br />
Palabra se ha hecho carne, porque Tú enviaste Tu Palabra y le devolviste<br />
la salud a Stephen”. (Ver otras escrituras en la pág. 29s).<br />
¿Sabía que las palabras de fe hacen que el poder de Dios fluya desde<br />
el plano invisible al plano visible? Según Hebreos 4:2, la fe consiste en<br />
entregar por completo nuestro ser a Dios, con total seguridad y confianza<br />
en Su poder, sabiduría y bondad. Este año nuestra familia confió en Dios<br />
y Dios demostró ser totalmente confiable.<br />
Repasar el año 2020 me recuerda qué importante es prepararse para lo<br />
imprevisible antes de que suceda. Lo que elegimos hacer cada día define<br />
si vamos a poder soportar los momentos difíciles cuando lleguen. Si hoy<br />
decidimos dedicarle tiempo a nuestro Padre Celestial y disfrutar de Su<br />
presencia, estaremos mejor preparados para enfrentar el día de mañana.<br />
¿Cómo se prepara para mañana? Dedíquele un tiempo a Dios antes<br />
de sumergirse en el trajín diario. Dígale cuánto lo ama y que necesita<br />
Su sabiduría. Pídale al Espíritu Santo que lo guíe y que le haga saber<br />
qué cosa de su vida no es de Su agrado. Cuando Él le haga ver esas<br />
cosas, pídale que lo perdone y que Su paz llene su corazón. Estudie Su<br />
Palabra y úsela en oración. Como hijo de Dios, alábelo por Su poder de<br />
resurrección, que vive dentro de usted.<br />
Su poder y Su presencia lo mantendrán a salvo durante los momentos<br />
más imprevistos y complejos. Es la promesa que Él le hace a usted. Dios<br />
es el ancla que nos mantiene seguros, a pesar de la tormenta.<br />
LINDA CUBBEDGE-SMITH es la directora del equipo de comunicación de<br />
Victorious Living, que presta servicio comunitario para las cárceles. Es una<br />
apasionada por el Señor y por guiar a otros hacia Él.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 01 / 2021<br />
17s
POR DANNY R. COX<br />
A PE SAR<br />
DE TODO,<br />
DIOS LO<br />
SIGUE<br />
AMANDO<br />
enía cinco años cuando me di cuenta<br />
de que estaba pasando algo terrible<br />
en casa. Me había despertado por el<br />
sonido espantoso de cosas que se<br />
rompían. Aterrado, llamé a mi mamá.<br />
Pero ella no fue. En cambio, una<br />
voz grave y amenazante respondió a mi llanto: “Si<br />
no te callas, yo voy a ir para allá”. Incluso a los cinco<br />
años sabía lo que significaba eso. Así que hundí<br />
mi cara en la almohada y lloré hasta quedarme<br />
dormido.<br />
18s Número 01 / 2021 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
FOTO DE GUNNAR RATHBUN PHOTOGRAPHY<br />
A la mañana entré a la cocina, listo para<br />
desayunar. Se me partió el corazón al ver el<br />
rostro de mamá. Tenía un ojo negro y morado,<br />
la nariz llena de sangre y el labio partido.<br />
Inspiré con dificultad. Rápidamente me<br />
hizo señas para que me quedara callado y<br />
no despertara a papá. Le rodeé la cintura<br />
con los brazos, apreté mi carita contra su<br />
cadera y lloré.<br />
Mi papá era un alcohólico violento que<br />
estiraba el brazo para agarrar la botella, no<br />
la Biblia. La bebida y el abuso llegaron a tal<br />
punto que mamá nos llevó a mis hermanos y<br />
a mí de Illinois a California, para<br />
que viviéramos con su hermano<br />
y pudiéramos estar seguros. En<br />
ese momento tenía diez años.<br />
Más o menos un año después,<br />
nos reunió en una habitación y<br />
nos dijo: “Murió papá”. Había<br />
fallecido en un accidente de<br />
auto que protagonizó él solo.<br />
Tuve sensaciones muy extrañas.<br />
Había querido a mi papá y me sentía<br />
muy mal porque había muerto, pero al mismo<br />
tiempo sentí alivio, porque le tenía tanto<br />
miedo. Y después, sentí tristeza. Jamás, ni<br />
una sola vez le oí a mi papá decirme que me<br />
quería y ahora que se había ido para siempre,<br />
me di cuenta de que eso no sucedería nunca.<br />
La falta de esas palabras me persiguió durante<br />
décadas y trataba de encontrar respuesta<br />
a la pregunta: ¿Por qué papá nunca<br />
me dijo que me quería?<br />
La única respuesta que se me ocurría era<br />
que yo debía ser detestable. O sea, si alguien<br />
de mi propia sangre no me quería, algo malo<br />
debía de tener. Sintiéndome rechazado, compré<br />
esa mentira y busqué que me quisieran<br />
y aceptaran a cualquier precio.<br />
Volvimos a Illinois y vivimos con mi abuela<br />
en un complejo de viviendas con subvención<br />
del Estado. Estas viviendas eran un poco mejores<br />
que el apartamento de mala muerte en<br />
el que habíamos vivido con papá. Éramos<br />
tan pobres. A menudo iba a la escuela con<br />
hambre y lleno de vergüenza. Me juré que un<br />
día viviría de otra manera, que tendría una<br />
vida en la que no hubiera pobreza ni rechazo.<br />
Cuando yo tenía 16 años, mi mamá se casó<br />
con otro alcohólico y mi familia se volvió cada<br />
día más disfuncional. Estaba ansioso por<br />
recibirme y forjar mi camino al éxito. Cuando<br />
llegó el momento, me sentí eufórico. Era el<br />
primero de la familia en terminar la escuela<br />
secundaria. No solo eso, sino que finalicé en<br />
el tercio superior de mi clase y gané cinco<br />
monogramas de reconocimiento por excelencia<br />
en las actividades escolares.<br />
En mi graduación, mi padrastro me dio<br />
una cerveza y me dijo: “Tómatela. Ya eres<br />
hombre”. Ya estaba preparado para ser independiente,<br />
así que me la tomé. Lamentablemente,<br />
“de tal palo, tal astilla”. Pronto iba a<br />
darme cuenta de que tenía la misma adicción<br />
Siempre me imaginé que podía<br />
parar en cualquier momento, pero<br />
estaba equivocado. Cuanto más<br />
consumía, más vacío me sentía.<br />
a las sustancias que mi papá y mi padrastro.<br />
Al día siguiente de la graduación, mi padrastro<br />
me echó de casa. Según él, ya tenía<br />
edad suficiente para vivir solo. Me apuré a<br />
buscar otros muchachos que estaban en mi<br />
situación y con quienes podía alquilar un<br />
tráiler. Entre los cuatro, lográbamos llegar<br />
a fin de mes.<br />
Saqué un préstamo universitario para<br />
asistir a una universidad cerca del parque de<br />
casas rodantes. Me fue bien en la facultad…<br />
hasta que me dediqué más a fumar marihuana,<br />
consumir pastillas y tener viajes con<br />
LSD que a mis estudios. Después de dos años,<br />
dejé la facultad.<br />
Me encantaba la bebida, así que a los 26<br />
decidí abrir un bar de barrio en mi ciudad<br />
natal. Fue un éxito rotundo. Pasé de vivir a<br />
macarrones con queso a ganar $1.500 por<br />
semana de un día para el otro. Eso fue en<br />
1976. Tener bebidas alcohólicas gratis a mi<br />
disposición era un sueño hecho realidad.<br />
El dinero entraba muy rápido y me sentí<br />
como en el cielo. Me compré un Cadillac en<br />
una concesionaria y después una casa con<br />
una piscina construida en el jardín. A los 28<br />
años, estaba haciendo una fortuna.<br />
En un par de años, tuve cinco empresas<br />
exitosas. Tenía habilidad para el mundo de los<br />
negocios. Pero a pesar de cuánto trabajaba,<br />
a pesar de cuánto dinero hacía o de cuántas<br />
cosas me compraba, todavía me faltaba algo.<br />
Pero no lograba descubrir qué era.<br />
Un día, un gorila que trabajaba para mí<br />
me preguntó si quería probar la cocaína.<br />
Desesperado por llenar el vacío que tenía<br />
en el corazón, la probé. Con la debilidad que<br />
tenía por las adicciones, rápidamente adquirí<br />
un hábito que me costaba $700 por semana.<br />
Cuando me quejé por lo cara que era la cocaína,<br />
mi distribuidor me sugirió que comenzara<br />
a vender unos gramos a mis amigos,<br />
para poder conseguir mis drogas<br />
gratis. Bueno, ¡eso es lo que<br />
quería! ¿Alcohol y cocaína gratis?<br />
Sí, señor. Sin pensarlo más,<br />
comencé a vender drogas.<br />
Vendí mi barcito y algunas<br />
de mis empresas más chicas y<br />
firmé los papeles con un amigo<br />
para abrir un club nocturno de<br />
1.2 millones de dólares con capacidad<br />
para 2.000 personas. Estaba lleno<br />
todas las noches. Después de eso, abrí un<br />
club de racquetbol y gimnasio y le agregué<br />
entrenamiento gratis a mi lista de beneficios.<br />
Estaba viviendo a lo grande y durante la<br />
década siguiente, me codeaba con los peces<br />
gordos.<br />
Durante el día, era un empresario respetado<br />
y a la noche, un parrandero empedernido.<br />
Limusinas, aviones privados, cruceros<br />
oceánicos: yo llevaba la fiesta adonde fuera.<br />
En mi mente, era el rey de la colina, un hombre<br />
que hacía sus propias reglas. Pero en<br />
realidad, estaba totalmente descontrolado.<br />
El alcohol y las drogas se habían apoderado<br />
de mí. Ahora ellos decidían por mí.<br />
Siempre me imaginé que podía parar en<br />
cualquier momento, pero estaba equivocado.<br />
Cuanto más consumía, más vacío me sentía<br />
y más buscaba amor, aceptación, respeto y<br />
seguridad por medio de las drogas, el alcohol,<br />
el sexo casual y el dinero. Me esforzaba sin<br />
resultados; era un círculo vicioso.<br />
Alcohólico funcional y drogadicto, todavía<br />
podía manejar mis empresas. Pero todo eso<br />
cambió cuando tenía 40 años y unos “amigos”<br />
me convencieron de probar crack. Me volví<br />
adicto automáticamente y vi cómo mi vida<br />
se caía a pedazos.<br />
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Número 01 / 2021<br />
19s
De pronto, lo único que me importaba era conseguir<br />
mi próxima dosis. Fumaba crack todo<br />
el día, tres o cuatro días seguidos, sin comer<br />
ni dormir. La miseria busca compañía, así que<br />
invité a mis amigos íntimos a la fiesta. Como<br />
no podían pagar el crack, yo pagaba la cuenta<br />
para todos.<br />
Mi hábito se disparó a bastante más de $2.000<br />
por semana. Empecé a vender cocaína por<br />
kilo para pagar mi adicción. Inevitablemente<br />
perdí todas mis empresas porque quedaba<br />
hecho polvo por el uso de crack durante días y<br />
días. Y luego perdí la libertad cuando los agentes<br />
Córrase y déjele el asiento<br />
del conductor a Dios por esta<br />
vez. Él no le va a fallar.<br />
de la DEA me arrestaron, bajo el cargo de<br />
tráfico de drogas. Me leyeron los derechos y<br />
me dijeron que pasaría 20 años en una penitenciaría<br />
federal. Eso fue el 10 de abril de<br />
1991. Tenía 42 años.<br />
Mientras me dirigía a la penitenciaría del<br />
condado, imaginaba que esos seis vehículos<br />
negros de la DEA se parecían bastante a un<br />
cortejo fúnebre, ya que iban pegados uno<br />
contra otro por la carretera. Mi corazón deseaba<br />
que así fuera y que yo fuera el muerto.<br />
Pero Dios pronto utilizaría esta “muerte” para<br />
llevarme a la vida que siempre había deseado.<br />
Ya en la penitenciaría, me<br />
ingresaron y tiraron en un<br />
pabellón con 16 camas; yo<br />
era el preso número 28. Doce<br />
de nosotros dormíamos en el<br />
piso de la sala de estar. Era<br />
una pesadilla. Durante todo<br />
el día el televisor estaba al<br />
máximo de volumen, la gente<br />
golpeaba las cartas sobre<br />
la mesa, las bandas rivales se<br />
amenazaban y los hombres<br />
gritaban y maldecían en el<br />
teléfono público. ¡Estaba viviendo<br />
en un zoológico!<br />
“Tengo que salir de aquí”,<br />
pensaba. “Estoy rodeado de<br />
criminales perdedores”. Era<br />
tal mi arrogancia al pensar<br />
que yo era mejor que esos<br />
otros hombres. El Señor<br />
pronto me haría saber qué<br />
bajo había caído.<br />
Busqué fianza dos veces.<br />
Me la negaron las dos veces.<br />
El juez consideró que existía<br />
el riesgo de que me fugara. No<br />
sabía cómo podía sobrevivir<br />
en ese caos. Me esforcé por<br />
pasar inadvertido y evitar<br />
conflictos. Luego, una semana<br />
después de que me arrestaran,<br />
recibí una carta que<br />
cambió mi vida. Al sostenerla<br />
en mis manos, sentí algo<br />
como una descarga eléctrica<br />
que me subía por los brazos<br />
y me asusté mucho. Abrí la<br />
carta y comencé a leerla.<br />
“Danny, a pesar de lo que has hecho ¡Dios aún<br />
te ama!”<br />
¿Qué? ¿Dios me amaba y me aceptaba?<br />
Amor. Aceptación. Era lo que siempre había<br />
deseado. De alguna manera, en ese momento<br />
sentí que me arrancaban el alma del cuerpo y<br />
fui a un lugar de paz, lleno de un amor profundo.<br />
Instintivamente supe que estaba en presencia<br />
de Dios. Hasta un ateo se habría dado cuenta.<br />
La presencia de Dios me sobrecogió y me dio a<br />
conocer la profundidad de Su amor por mí, por<br />
cada célula de mi cuerpo que Él había entretejido<br />
intencionalmente y de manera tan compleja<br />
(Salmo 139).<br />
No pensaba en Dios desde que tenía 12 años<br />
¡y ya habían pasado 30! En aquel momento, un<br />
hombre había llegado al complejo manejando un<br />
ómnibus de la iglesia y me había invitado a mí<br />
y a otros a ir a una “renovación”. No tenía idea<br />
de qué era una renovación, pero sí pensé que<br />
estaría bueno viajar en ese ómnibus. Así que fui.<br />
Allí oí a varios evangelistas apasionados<br />
predicar sobre Dios. Disfruté de esa reunión<br />
de creyentes tan intensa. Fui a esa iglesia todo el<br />
verano y aprendí cosas sobre Dios. Pero cuando<br />
comenzó otra vez la escuela y empecé a distinguirme<br />
en los estudios y deportes, me olvidé por<br />
completo del Señor. Dejé de ir a la iglesia y festejé<br />
la atención que mis amigos me brindaban.<br />
Afortunadamente, Dios no se olvidó de mí.<br />
Me persiguió incluso hasta dentro de la celda de<br />
la penitenciaría, para mostrarme Su amor y la<br />
necesidad que yo tenía de Él. Lo hizo por medio<br />
de una visión. En mi imaginación, vi en pantalla<br />
gigante una presentación de diapositivas. Era la<br />
historia de mi vida y…por favor, vaya que era fea.<br />
Una a una, las diapositivas mostraban el gran<br />
pecado que había sido mi vida. Quedé destruido.<br />
Hasta ese momento, nunca había pensado<br />
demasiado en lo que hacía. Simplemente hacía<br />
lo que se me ocurría, cuando se me ocurría, con<br />
quien se me ocurría. Nunca había pensado que<br />
mis actos podían ser pecaminosos o una falta a<br />
los ojos de un Dios santo. Iba camino al infierno<br />
¡y ni siquiera lo sabía! La verdad me destrozó<br />
el corazón.<br />
A medida que pasaban las diapositivas, me<br />
quedé sin palabras, pero pensaba: “Jesús, ¿podrás<br />
perdonar mis pecados? ¿Podrás salvarme de<br />
esta vida?”. De pronto, desperté de esa visión y<br />
supe que algo había cambiado. Ese agujero en<br />
el corazón, ese vacío que me había arrastrado<br />
FOTO DE GUNNAR RATHBUN PHOTOGRAPHY<br />
20s Número 01 / 2021 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
por tantos caminos oscuros, por fin se había<br />
llenado. Me sentí totalmente amado y en paz.<br />
Desde dentro de mi celda, observé la sala<br />
de estar. Todo se veía y me parecía distinto. Ya<br />
no vi perdedores; en cambio, vi hombres a los<br />
que Dios amaba. Sentí compasión por ellos.<br />
Definitiva mente era una nueva creación en<br />
Jesucristo (2 Corintios 5:17). Hasta se curaron<br />
mis adicciones. Lo supe instantáneamente. Corrí<br />
a contarles a los demás sobre mi encuentro con<br />
el Señor y muchos creyeron en Él.<br />
Estuve entre rejas durante 18 meses mientras<br />
esperaba la fecha de mi juicio. En ese período,<br />
hubo muchas oportunidades en las que fui testigo<br />
de la fidelidad de Dios. De hecho, mientras<br />
aguardaba el juicio, estuve en seis cárceles y<br />
cinco penitenciarías de condado. Que la policía<br />
me arrastrara de una cárcel a otra hacía que mi<br />
vida fuera difícil, impredecible y solitaria, pero<br />
nada de lo que experimentaba lo tomaba a Dios<br />
por sorpresa.<br />
El Señor era mi compañero en todo momento<br />
y me demostró que mientras yo estuviera dispuesto<br />
y disponible, Él me utilizaría en cada<br />
parada en boxes. Me estaba preparando para<br />
una vida dedicada al ministerio.<br />
Uno de mis lugares favoritos en que serví<br />
al Señor mientras estaba entre rejas fue un<br />
hospi cio. Reconfortar a hombres olvidados por<br />
el mundo en sus últimos días y horas era un<br />
enorme privilegio. Experimenté mucho gozo y<br />
satisfacción por ser las manos y los pies de Jesús.<br />
Dios también me dio gran consuelo cuando<br />
enfrenté la muerte. Tres años después de recibir<br />
mi condena, me diagnosticaron la enfermedad<br />
de Lou Gehrig. Es una enfermedad que no tiene<br />
tratamiento ni cura. El doctor me dijo que me<br />
iban a sacar de la cárcel en una bolsa para cadáveres<br />
en menos de un año.<br />
Oraba todos los días al Sanador Divino y proclamaba<br />
las promesas de Su Palabra. Creía que<br />
Dios iba a curarme, aunque había perdido 45<br />
libras de masa muscular y caminaba con una<br />
cojera terrible. Confiaba en que con Dios todas<br />
las cosas son posibles (Marcos 9:23).<br />
Cada día tenía que tomar la decisión de<br />
olvidarme de mi enfermedad terminal y concentrarme<br />
en Dios, mi Sanador. Inesperadamente<br />
me transfirieron a una celda individual.<br />
Allí adopté la costumbre de adorar al Señor con<br />
todo mi corazón. Me sentía tan libre cuando<br />
disfrutaba de Su presencia, porque donde está<br />
el Espíritu del Señor, allí hay libertad<br />
(2 Corintios 3:17).<br />
Un día, durante un momento<br />
de adoración, recibí una revelación<br />
de Dios de que estaba curado.<br />
Confié en Su Palabra y en nada<br />
de tiempo recuperé toda la masa<br />
muscular que había perdido y<br />
desapareció mi cojera.<br />
Con escepticismo, los médicos<br />
me hicieron estudios, pero no pu dieron<br />
encontrar rastros de esa enfermedad<br />
mortal en mi organismo. Era<br />
innegable que Dios había pasado su mano<br />
por el alambre de púa de la cárcel y me había<br />
curado esa enfermedad incurable.<br />
Amigo ¡nada se acaba hasta que Dios dice<br />
que se acaba! No sé cuál es su desafío, pero<br />
sé esto: Dios es más grande. Entréguele su<br />
situación a Dios, eleve sus ojos a Dios, y mire<br />
lo que Él puede hacer.<br />
Cuando recibí mi sanación, también recibí<br />
la confirmación de que Dios me estaba llamando<br />
para ser evangelista. Comencé a responder<br />
a ese llamado en la cárcel. El Señor<br />
se aseguró de que tuviera muchas oportunidades<br />
de dar a conocer sus buenas nuevas de<br />
salvación: ¡terminé pasando en total por doce<br />
cárceles federales y cinco penitenciarías de<br />
condado en ocho estados distintos!<br />
Durante mis últimos seis meses en la<br />
cárcel, escribí un libro sobre mi recorrido<br />
increíble, que se llama Adicto a una mentira.<br />
Da a conocer los muchos milagros que Dios<br />
obró en mi vida, como bendecirme con una<br />
esposa y permitirme tener un hijo mientras<br />
estaba en la cárcel. Va a tener que conseguir<br />
el libro para saber más sobre eso.<br />
Quedé en libertad después de 10 años, tras<br />
cumplir el total de mi condena. Eso fue hace<br />
20 años. Cinco años después de quedar libre,<br />
el Señor me dijo: “Fuiste a la cárcel por hacer<br />
el mal; ahora te enviaré nuevamente a la cárcel<br />
para hacer el bien. Y esta vez vas a entrar<br />
gloriosamente por la puerta principal”.<br />
Acepté contento Su invitación a llevar la<br />
Buena Nueva de Jesús a las cárceles otra vez.<br />
Hay tantos hombres y mujeres que buscan<br />
amor y aceptación. Como yo, nunca han oído<br />
de sus seres queridos las palabras “te quiero”.<br />
Tengo el privilegio de compartir esas<br />
palabras de la carta que recibí en la cárcel<br />
La bondad de Dios lo sorprendió a Danny mientras<br />
estaba en la cárcel. En la foto, sostiene a su hijo<br />
recién nacido durante una visita carcelaria.<br />
y que cambiaron mi vida: que a pesar de lo que<br />
había hecho, Dios aún me amaba.<br />
¿Sabe? Esa buena nueva también es para usted.<br />
El amor de Jesucristo está disponible para toda<br />
persona que invoque Su nombre (Romanos<br />
10:13).<br />
Si todavía no lo hizo ¿invocaría el nombre de<br />
Jesús? ¿Recurrirá a Él para conseguir el perdón<br />
y la salvación? ¿Aceptará Su amor y aprobación?<br />
Es un regalo totalmente gratis y lo está esperando.<br />
Mientras estaba en la cárcel, una vez el Señor<br />
me dijo: “Danny, te has pasado la vida haciendo<br />
las cosas a tu manera. ¿Cómo te fue?”. Admití<br />
que no me fue bien. Entonces Él me dijo: “Ahora<br />
vamos a hacer las cosas a Mi manera”. Estoy tan<br />
contento de haberle dejado el timón de mi vida.<br />
Su manera nunca me falló.<br />
Ahora bien. Y usted, ¿qué tal? ¿Anda dando<br />
tumbos por la vida como yo, buscando amor y<br />
aceptación? ¿Gozo y paz? ¿Está intentando ser el<br />
dios de su destino? Le pregunto lo que el Señor<br />
me preguntó a mí: “¿Cómo le va?”.<br />
Crea lo que le digo. Córrase y déjele el asiento<br />
del conductor a Dios. Él no le va a fallar. Confíe<br />
en Su amor por usted y en Su plan y luego<br />
descanse. Está en Sus manos. No le va a fallar.<br />
En Cristo, encontrará todo lo que siempre ha<br />
deseado: amor, aceptación, objetivos y felicidad.<br />
Recíbalo hoy. Solo tiene que pedir.<br />
DANNY R. COX recibió el llamado de Dios para ser<br />
evangelista mientras estaba en la cárcel. Ahora es un<br />
evangelista acreditado y capellán de un correccional.<br />
Danny comparte su historia en iglesias y cárceles de<br />
todo el mundo. Su libro Adicto a una mentira se puede<br />
comprar en Amazon en inglés y español. Es el funda dor<br />
de Prison2Preacher Ministries.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 01 / 2021<br />
21s
Muestre su dolor<br />
y encuentre el gozo<br />
POR PAT AVERY<br />
urante años, llevé conmigo<br />
finalizando un seminario de capacitación en<br />
llegar a casa en Daytona y estar con Anna y mis<br />
a todas partes una agenda bianual bien grande.<br />
un salón de conferencias del sur de Florida,<br />
hijos. Éramos una familia muy unida y sabía que<br />
Como era planificador de eventos artísticos y<br />
cuando apareció una empleada de atención<br />
la muerte de Heath iba a sacudir nuestro mundo.<br />
ministeriales, necesitaba tener a mano las fechas<br />
al cliente en el fondo del salón. Me hacía<br />
Pero no tenía idea de cuánto iba a afectar al mío.<br />
libres para reservas. La tinta en esas páginas<br />
señas desesperadas para que me acercara a<br />
Cuatro horas después, estacioné el auto en<br />
significaba dinero en el banco. También repre<br />
hablar con ella. Pedí disculpas a mis clientes<br />
la entrada al garaje. Anna estaba parada en el<br />
sentaba la posibilidad de cambiar vidas.<br />
por la interrupción y fui a ver qué necesitaba.<br />
jardín del frente con nuestro pastor. Corrí hacia<br />
No solo manejaba los eventos de otras per<br />
“Sr. Avery, tiene una urgencia familiar.<br />
ellos y todos lloramos. Nada en la vida me había<br />
sonas, sino que también tenía muchos eventos<br />
¡Debe llamar a su casa ya mismo!”.<br />
preparado para el dolor de perder a un hijo, ni<br />
en los que yo mismo era el orador. Los sábados<br />
Salí del salón pidiendo disculpas y lla<br />
para la pesada responsabilidad que sentía que<br />
a la mañana estaba a cargo de seminarios de<br />
mé a Anna, mi esposa. Sollozando, me dijo:<br />
debía asumir de mitigar el dolor de mi esposa<br />
cuatro horas, en los que capacitaba a empresas<br />
“Cariño, siento tanto decirte esto, pero<br />
e hijos.<br />
de títulos y prestamistas para cerrar operaciones<br />
Heath falleció en un accidente de auto esta<br />
Entré a mi casa y vi a cuatro de mis hijos y<br />
inmobiliarias. Los domingos, a menudo me subía<br />
mañana”.<br />
otros seres queridos, todos con los ojos hincha<br />
al púlpito de algún pastor que necesitaba un<br />
Se me paró el corazón y dejé de sentir<br />
dos de tanto llorar. (Mi hija mayor estaba por<br />
reemplazo ocasional en cualquier lugar del<br />
el cuerpo. Las palabras de Anna parecían<br />
dar a luz a nuestro primer nieto en cualquier<br />
Estado de Florida.<br />
imposibles de creer. Heath era el mayor de<br />
momento y no podía viajar). De pronto, se escap<br />
Tenía 53 años y estaba muy bien, cuando de<br />
nuestros seis hijos; el primer niño, el que<br />
aron de mis labios las palabras de Job: “Desnudo<br />
pronto el mundo se me vino abajo. Fue el sábado<br />
10 de mayo de 2008, y si usted fuera a buscar<br />
qué escribí en la página de ese día, encontraría<br />
letras gruesas en negro que dicen “¡El peor día<br />
de mi vida!”.<br />
Comenzó como cualquier otro sábado. Estaba<br />
había traído tanta alegría a nuestra familia.<br />
Volví al salón donde daba el seminario<br />
y le conté a la gente lo sucedido. Como un<br />
autómata, les entregué los certificados por<br />
completar el curso; luego junté mis cosas y<br />
me dirigí al auto. Estaba desesperado por<br />
salí del vientre de mi madre y desnudo he de<br />
partir. El Señor ha dado; el Señor ha quitado.<br />
¡Bendito sea el nombre del Señor!” (Job 1:21<br />
NVI).<br />
Durante los días siguientes, me aferraba estoicamente<br />
a este versículo mientras trataba de<br />
FOTO DE SKIP CROWELL<br />
22s Número 01 / 2021 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
ecordar todas y cada una de las muchísimas<br />
bendiciones que Dios había derramado sobre<br />
mí a lo largo de los años. Sabía que Dios era bondadoso<br />
y que tenía un plan. Sabía que Él podía<br />
tomar todo mi dolor y utilizarlo para bien.<br />
Pero ¿quiere que sea sincero? Nada de eso<br />
logró aliviar el dolor de mi corazón en lo más<br />
mínimo.<br />
En los días siguientes, me puse en modo “Pastor<br />
Pat”. Me aseguré de atender a cada una de las<br />
personas que se acercaron a dejarnos sus<br />
condolencias y me esforcé mucho para que<br />
se sintieran bien recibidos. Debo de haber<br />
parecido tan fuerte por fuera. Pero por dentro,<br />
me estaba cayendo a pedazos.<br />
Como ocurre cada vez que muere un ser<br />
querido, de a poco cada uno volvió a su casa y<br />
las llamadas telefónicas fueron disminuyendo.<br />
Al desaparecer la actividad e interacción<br />
con otras personas, de pronto me encontré<br />
solo con mis pensamientos. Y no pasó mucho tiempo<br />
hasta que esos pensamientos comenzaron<br />
a llevarme por un camino oscuro y de soledad.<br />
Durante décadas, mi tarea había consistido en<br />
poner esperanza en el corazón de los demás y<br />
hacer que eleven sus ojos a Dios, Aquel que podía<br />
ayudarlos en sus momentos de necesidad. Yo<br />
era el Pastor Pat, el hombre que daba respuestas<br />
bíblicas. Pero ahora, en mi propio dolor, esas<br />
respuestas me esquivaban. Y en lugar de hacer<br />
saber de mi dolor y preguntar a otras personas,<br />
mantenía todo enterrado en lo más profundo de<br />
mi ser y me esforzaba para atravesar cada día.<br />
A la semana, volví a trabajar. Tenía empleados<br />
a mi cargo y eventos para organizar. Pero puertas<br />
adentro de mi oficina, era la carcasa vacía de un<br />
hombre, a merced de oleadas de furia, tristeza,<br />
dolor y culpa a las que no estaba acostumbrado.<br />
Seguramente podría haber hecho algo para<br />
evitar la muerte de mi hijo.<br />
Mi nivel de angustia aumentó cuando empezó<br />
a rodearme la oscuridad. El dolor en mi corazón<br />
se hizo cada vez más y más intenso. Hice algo<br />
totalmente desacostumbrado para mí: fui a una<br />
tienda de bebidas y compré una botella de vodka<br />
de 750mL, con la esperanza de que ese líquido<br />
transparente pudiera hacer cesar el dolor. Salí<br />
de la tienda con una botella en una bolsa marrón<br />
en la mano y me fui a la oficina.<br />
Escondí la botella en un armario con llave y<br />
esperé sentado frente al escritorio hasta que las<br />
damas que trabajaban para mí se fueran. Apenas<br />
salieron y cerraron la puerta, me serví un trago.<br />
Continué sirviéndome y tomando hasta que el<br />
dolor que tenía en el corazón cedió lo suficiente<br />
como para ir a casa y enfrentar a mi familia, que<br />
estaba de duelo.<br />
Esto se repitió durante meses. Logré ocultar<br />
mi nueva costumbre hasta el día en el que<br />
el exceso de bebida casi me lleva a la muerte.<br />
En las últimas horas de la tarde me tomé una<br />
botella entera, me desmayé y me caí de la silla<br />
de oficina. Cuando volví en mí, de algún modo<br />
logré recobrar la lucidez mental para llamar a<br />
mi esposa y pedirle ayuda.<br />
No me puedo imaginar la tristeza de Anna<br />
al entrar en la oficina y ver que quien fuera un<br />
esposo siempre alegre estaba tirado en el piso,<br />
completamente intoxicado. Una botella vacía<br />
de vodka y el escritorio sobre el que acababa de<br />
vomitar rápidamente le explicaron el motivo.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 01 / 2021<br />
23s
Fue increíble, pero mi dulce esposa no me dijo<br />
una sola palabra para lastimarme. En cambio,<br />
me abrazó, me dijo que me amaba y me prometió<br />
que íbamos a salir de ese valle. Luego observé<br />
cómo Anna limpiaba la suciedad que tenía. Qué<br />
momento tan humillante.<br />
Después, me preguntó con toda suavidad por<br />
qué me había hecho esto a mí mismo. Mi esposa<br />
y yo no bebíamos. Le dije toda la verdad: tenía<br />
el corazón destrozado y no sabía cómo manejarlo.<br />
Los dos estuvimos de acuerdo en que yo<br />
necesitaba ayuda. Pero no cumplí. En cambio,<br />
continué bebiendo para mitigar el dolor.<br />
Pasé tantas noches sentado al escritorio bebiendo<br />
y desnudando mi corazón a Dios. “Señor,<br />
tengo el corazón tan destrozado por mi familia<br />
y por mí mismo. No pasa un solo instante sin<br />
que piense en mi hijo. Señor, ¡esto nos arruinó<br />
la vida a todos!”. Luego me hundía en la culpa y<br />
le rogaba a Dios que me enseñara qué hice mal o<br />
qué podría haber hecho para evitar la muerte de<br />
Heath. Un mes después, volví a emborracharme<br />
hasta perder el conocimiento. Y lo repetí otra<br />
vez…y otra vez más.<br />
Recordando todo esto, estoy seguro de que trataba<br />
de matarme. Deseaba con tal desesperación<br />
que desapareciera el dolor. Anna tuvo tanta<br />
paciencia conmigo, pero la última vez me miró<br />
a los ojos y me dijo: “Cariño, no puedo seguir<br />
viviendo así. Algo tiene que cambiar”.<br />
Sus palabras me atravesaron el corazón. Me<br />
di cuenta de que estaba lastimando a mi dulce<br />
Anna, la persona a la que más amaba en el mundo.<br />
Si no cambiaba, podía perderla a ella y a mi<br />
familia…o ellos podrían perderme a mí.<br />
Había quedado tan atrapado en mi dolor que<br />
no me había detenido a pensar de qué manera<br />
mis actos estaban lastimando a los demás. Anna<br />
tenía razón: algo tenía que cambiar. Juntos, buscamos<br />
ayuda profesional. Dios nos guió hasta un<br />
médico que me ayudó a manejar la angustia y la<br />
depresión por la que estaba pasando. También<br />
ÚLTIMA A LA DERECHA: Pat<br />
predica la esperanza de Jesús<br />
como Director de Comunicaciones<br />
de la revista VL.<br />
A LA DERECHA:<br />
Anna fue el<br />
sostén de Pat<br />
durante su etapa<br />
de depresión,<br />
tras la muerte de<br />
su hijo, Heath.<br />
(En la foto, Anna<br />
con Heath).<br />
empecé a visitar a un psicólogo cristiano,<br />
que me proporcionó un lugar seguro para<br />
descargar mis pesares. Compartí mi dolor<br />
y mis luchas con pastores amigos que se<br />
mantuvieron a mi lado y me hacían sentir<br />
responsable.<br />
Algo increíble ocurrió cuando dejé al<br />
descu bierto la desesperación que tenía en el<br />
corazón: comenzó a esfumarse la oscuridad.<br />
Algo increíble ocurrió cuando dejé al descubierto la<br />
desesperación que tenía en el corazón: comenzó a<br />
esfumarse la oscuridad. Empezó a aparecer dentro<br />
de mí la esperanza de que la vida de algún modo<br />
volvería a ser buena.<br />
Empezó a aparecer dentro de mí la esperanza<br />
de que la vida de algún modo volvería a ser<br />
buena. Se me aclaró la mente y logré concentrarme<br />
y cumplir con mis obligaciones<br />
más fácilmente. Otra vez encontré consuelo<br />
en las verdades bíblicas que conocía y en las<br />
que creía desde siempre.<br />
Pasaron 12 años desde la muerte de Heath.<br />
Todavía me duele el corazón por mi hijo, pero<br />
¡Alabado sea Dios!, Su gracia me ha liberado<br />
de las garras de la oscuridad. Y hoy tengo el<br />
privilegio de ayudar a otras personas a superar<br />
el dolor. “Alabado sea el Dios y Padre<br />
de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso<br />
y Dios de toda consolación, quien<br />
nos consuela en todas nuestras tribulaciones<br />
para que, con el mismo consuelo que de Dios<br />
hemos recibido, también nosotros podamos<br />
consolar a todos los que sufren” (2 Corintios<br />
1:3–4 NVI).<br />
Cuando me entero de que alguien ha perdido<br />
un hijo, quiero abrazarlo y decirle: “yo entiendo”.<br />
También quiero decirle que Dios entiende. Él<br />
conoce el dolor de perder a Su Hijo también. Y<br />
a Él le importa. “El Señor está cerca de los quebrantados<br />
de corazón, y salva a los de espíritu<br />
abatido” (Salmo 34:18 NVI).<br />
Tal vez usted conoce la tristeza que describí<br />
más arriba y como yo, trató de esconderla o<br />
acallarla. Yo tenía tanto temor, me avergonzaba<br />
tanto dar a conocer qué profundo era mi<br />
dolor. No quería que las personas que acudían<br />
a mí para que las aconsejara supieran que tenía<br />
debilidades.<br />
No creo ser el único pastor que ha sentido esto.<br />
Recién ahora, después de más de diez años, estoy<br />
hablando de los detalles íntimos de esa época de<br />
mi vida. ¿Por qué? Para que otros conozcan el<br />
peligro de aislarse en el dolor. También quiero<br />
que la gente sepa que hay luz al final de ese túnel<br />
oscuro y solitario de dolor y depresión.<br />
El llanto podrá durar toda la noche, pero con<br />
la mañana llega la alegría. (Salmo 30:5). Con ayuda<br />
de Dios y la ayuda de otras personas, volverá a<br />
respirar. Volverá a reír. A sonreír. Llevará tiempo,<br />
años quizás, pero con el amor de Cristo y el amor<br />
de Su gente, ese día va a llegar. No se rinda.<br />
PAT AVERY vive en el sudoeste de Florida con Anna,<br />
su esposa desde hace 43 años. Juntos criaron 6 hijos<br />
y hoy disfrutan de sus 10 nietos. Pat es el Director de<br />
Comunicaciones de Victorious Living.<br />
24s Número 01 / 2021 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
UN PASO ADELANTE<br />
El poder de escuchar<br />
POR MICHAEL MINTON<br />
LA PRIMERA NOCHE QUE<br />
otra persona cuando algo abruma<br />
muestro empatía y me ocupo de<br />
tiempo. Él nos proporciona todo lo<br />
compartió mi celda un compañe<br />
su mente. Escuchar es una mane<br />
las necesidades de los demás. Esta<br />
que necesitamos, conforme a las<br />
ro nuevo, me dijo: “Parece que no<br />
ra sencilla de cumplir lo que nos<br />
es la razón: cuando me concentro<br />
gloriosas riquezas que tiene en<br />
solo trabajas en la radio; veo que<br />
dice Gálatas 6:2: “Ayúdense a llevar<br />
en otras personas en lugar de en<br />
Cristo Jesús (Filipenses 4:19). Su<br />
también aconsejas a la gente”.<br />
los unos las cargas de los otros, y<br />
mí mismo, me convierto en obre<br />
amor no falla jamás.<br />
Me había oído hablarle a otro hom<br />
obedezcan de esa manera la ley de<br />
ro de Dios, en un cántaro del que<br />
¿Tiene una carga? Jesús es quien<br />
bre que estaba angustiado al lado<br />
Cristo” (NTV).<br />
fluye Su amor. Lo mismo es válido<br />
mejor escucha de todos y lo invi<br />
de nuestra celda.<br />
Pero para comprender las<br />
para usted.<br />
ta a que le lleve sus problemas a<br />
Su comentario me dejó pen<br />
necesidades de los demás tene<br />
Según 1 Juan 4:12, “si nos<br />
Él. “Vengan a mí”—dice—“todos<br />
sando, porque ni siquiera me<br />
mos que dejar de lado nuestras<br />
amamos los unos a los otros, Dios<br />
ustedes que están cansados y<br />
había dado cuenta de que estaba<br />
propias cargas por un instante.<br />
permanece entre nosotros, y en<br />
agobiados, y yo les daré descanso”<br />
aconsejando a ese hombre. Para<br />
No podemos descubrir qué necesi<br />
tre nosotros su amor se ha mani<br />
(Mateo 11:28 NVI).<br />
mí, solo había dejado que se desa<br />
dades tienen los demás si siempre<br />
festado plenamente” (NVI). Su<br />
Pueden recurrir a Dios con cual<br />
hogara hablando de su problema<br />
estamos concentrados en nuestras<br />
amor se perfecciona en nosotros<br />
quier carga y en cualquier momen<br />
y después le di mi punto de vista<br />
propias necesidades y problemas.<br />
y se manifi esta en su máxima<br />
to. 1 Tesalonicenses 5:17 nos dice<br />
sobre cómo tomar la situación en<br />
Para hacer esto, hace falta<br />
expresión. Nuestros problemas<br />
“oren sin cesar”. Si esto es lo que<br />
que estaba de manera más posi<br />
humildad.<br />
quedan atrapados en Su amor.<br />
Dios nos dice, entonces podemos<br />
tiva. Voy a admitir que me había<br />
Dios ha estado trabajando<br />
Es algo loco. Cuando derrama<br />
suponer que Él también escucha<br />
cansado de sus quejas y que estaba<br />
bastante conmigo últimamente<br />
mos el amor de Dios en los demás,<br />
sin cesar. Al escucharnos, nos ama<br />
deseando que se fuera y me dejara<br />
en el tema de la humildad.<br />
Su amor funciona en nosotros<br />
y consuela como nadie. Y cuando<br />
en paz, pero Dios me dio la pacien<br />
Especialmente, respecto de sol<br />
también. Quedamos sanos en todo<br />
Dios nos consuela, también po<br />
cia y el amor para interesarme lo<br />
tar mis cargas y entregárselas a Él.<br />
sentido cuando Su amor nos atra<br />
demos consolar a los demás (2<br />
suficiente como para escucharlo.<br />
Solo cuando suelto mis cargas pue<br />
viesa: mente, cuerpo, emociones<br />
Corintios 1:4).<br />
Casi todo el tiempo, lo que más<br />
do ayudar a otra persona a llevar<br />
y espíritu.<br />
Lo animo a que busque el<br />
necesita la gente es escuchar.<br />
las suyas.<br />
Cuando ayudamos a cubrir las<br />
consuelo de Dios todos los días,<br />
El simple hecho de prestar la<br />
Es increíble, pero Dios se ocu<br />
necesidades de los demás, Dios cu<br />
poniendo sus cargas a los pies de<br />
oreja puede aliviar la aflicción de<br />
pa de mis necesidades cuando<br />
bre nuestras necesidades al mismo<br />
Jesús. Allí Él le dará la fortaleza<br />
para enfrentar cada día. Sus gracias<br />
se renuevan realmente cada<br />
mañana. Después, busque ser el<br />
consuelo de otras personas. Al<br />
hacer lo, se sentirá aún más reconfortado.<br />
Es parte de un maravilloso<br />
círculo del amor de Dios. Él está<br />
esperando para brindárselo hoy.<br />
Solo tiene que pedirlo: Dios<br />
siempre está escuchando.<br />
MICHAEL MINTON está preso<br />
en Florida y es el fundador de<br />
Inside Ministers’ Journal, publicado<br />
por justprayno.org. Le encanta escribir<br />
y actualmente está estudiando para<br />
obtener su doctorado en divinidad.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 01 / 2021<br />
25s
Un hombre nuevo que<br />
vive una vida mejor<br />
POR CHARLES<br />
PEYTON DAYMON<br />
En la Segunda Epístola a los Corintios 5:17 dice: “todo<br />
el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona<br />
nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida<br />
ha comenzado!” (NTV). Descubrí esta promesa cuando<br />
estaba en la penitenciaría del condado. A menudo<br />
venía gente que visitaba a los presos para compartir con<br />
nosotros cómo Cristo había transformado su vida. Yo los<br />
escuchaba en silencio, guardándome sus historias en el<br />
corazón. Por medio de ellos, Dios me estaba enviando<br />
gotitas de esperanza de que mi vida también podía ser<br />
distinta.<br />
Un jueves a la noche, un hombre que se llamaba Elder<br />
John hablaba con todo entusiasmo sobre el Señor y Su<br />
poder de transformación. Nos decía que a medida que<br />
creciera nuestra relación con Jesús, la gente nos vería<br />
de una manera distinta. De la manera que Dios quiere.<br />
Me llamó la atención la idea de una transformación<br />
increíble. “¡Vaya!” pensé. “Podría ser una persona nueva<br />
y tener una vida mejor!”. Necesitaba desesperadamente<br />
ser un hombre distinto de él que estaba sentado en esa<br />
celda de la cárcel. Había tomado muchas decisiones<br />
malas en mi camino destructivo.<br />
FOTO DE DEAR DEE PHOTOGRAPHY<br />
26s Número 01 / 2021 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
Cuando era preadolescente, a mí y a dos de mis hermanos<br />
nos enviaron a vivir con un familiar, mientras mis<br />
padres y mi hermano mayor servían al país en el exterior.<br />
Mientras estuve ahí, sufrí abusos físicos y psíquicos.<br />
Les conté a mis padres sobre los abusos, pero el familiar<br />
acusado dio otra versión de la historia para salvarse y me<br />
pintó como un adolescente rebelde. Al final, el hogar que<br />
me habían buscado para vivir siguió siendo el mismo.<br />
Parecía que toda mi familia estaba en mi contra. Me<br />
sentí traicionado y abandonado, empecé a deprimirme y a<br />
sentir enojo. Decidí que era hora de cuidarme solo. Pensé<br />
que para que hubiera algún cambio, tenía que buscarlo<br />
yo mismo. Así que me fui a la calle y juré no recordar el<br />
pasado nunca más.<br />
Me rodeé de gente que pensé que entendería cómo<br />
me sentía y que me apoyaría. Los muchachos de la calle<br />
pronto se convirtieron en mis héroes. Mis ojos jóvenes y<br />
decepcionados veían que se las estaban arreglando bien.<br />
Por supuesto, no pasaban por mi mente sus costumbres<br />
de robar y matar. Todo lo que me importaba era que había<br />
encontrado una familia nueva que me aceptaba.<br />
Ser aceptado y sentir que me necesitaban eran cuestiones<br />
muy importantes para mí. Necesitaba tener una<br />
sensación de pertenencia. En la calle, sentí que me<br />
necesitaban. Los muchachos me ofrecieron trabajos—<br />
aunque eran ilegales—que me hacían sentir importante.<br />
No tenía muchos amigos, así que hacía cualquier cosa<br />
que me pidieran para conservar los amigos que pensé<br />
que tenía.<br />
Cuando tenía 16 años intervinieron mis padres, que<br />
me enviaron a Job Corps, pero cuando salí, me enviaron<br />
otra vez a la casa del mismo familiar. Continuó el abuso.<br />
Me quedé allí durante un año antes de volver a la calle.<br />
Esta vez, empecé a consumir drogas.<br />
Mi pecado de orgullo<br />
y rebeldía me había<br />
llevado a lo que parecía<br />
ser un destino final de<br />
desesperanza. Pero en<br />
esa situación sin salida,<br />
Dios por fin consiguió<br />
mi atención.<br />
Comencé a recorrer aquel camino de destrucción,<br />
cometiendo delitos sin pensar y todo para conseguir<br />
aceptación. Estuve peligrosamente cerca de la muerte<br />
varias veces. Solo me mantuvo con vida la mano de Dios.<br />
Cuando cumplí los 20, ya tenía más de 35 delitos menores<br />
en mi haber. Mi vida se había descontrolado totalmente.<br />
Me buscaba tanta gente que<br />
decidí irme a vivir con mi hermano<br />
en la base militar Fort<br />
Rucker de Alabama. Mientras<br />
estaba ahí, conocí a una chica.<br />
Pasamos mucho tiempo juntos<br />
en Panama City, Florida, visitando<br />
a un primo de ella que<br />
vivía cerca de la playa. Por medio<br />
de él, conseguí drogas para<br />
uso personal. Un día me dijo:<br />
“Oye, ¿quieres conseguir mari<br />
huana y ganar algo de dinero?”. Parecía un buen negocio,<br />
así que empecé a traficar drogas para él en otros estados.<br />
No pasó mucho hasta que me agarraron llevando 140<br />
kilos de cocaína de Florida a Alabama, un delito federal<br />
que tiene una pena de 100 años. Me arrestaron y me<br />
pusieron en la cárcel.<br />
Y esa era mi situación cuando conocí a Elder John.<br />
Mi pecado de orgullo y rebeldía me había llevado a lo<br />
que parecía ser un destino final de desesperanza. Pero<br />
en esa situación sin salida, Dios por fin consiguió que le<br />
pres tara atención. Utilizó a Elder John para mostrarme<br />
que en Jesús había esperanza de tener una nueva vida.<br />
Di un paso de fe hacia Jesús que cambiaría mi vida y<br />
se la ofrecí. Le pedí que perdonara mi pecado y que me<br />
convirtiera en un hombre nuevo, como Elder John dijo<br />
que Él podía hacerlo.<br />
Cuando llegó el momento de que me sentenciaran, no<br />
sabía demasiado sobre Jesús, pero tenía fe y la Biblia dice<br />
que la fe, aunque sea tan pequeña como una semilla de<br />
mostaza, puede mover montañas (Mateo 17:20). Confiaba<br />
en que mi vida estaba en manos de Dios y que Él abriría<br />
los ojos del juez para que viera el nuevo hombre que yo<br />
era en Cristo y me juzgara en consecuencia.<br />
Conservé la fe, incluso después de oír al juez anunciar<br />
que me estaba dando 99 años por mi delito. Algo me<br />
movilizó y le respondí: “No puedo aceptar esa condena,<br />
Su Señoría. No es por lo que estuve orando”. En lo más<br />
profundo del corazón, sabía que Dios tenía otro plan.<br />
Completamente pasmado, el juez me llamó a su oficina, y<br />
también a mi abogado y al fiscal. Allí me hizo preguntas para<br />
determinar mi estado mental y me preguntó sobre mi<br />
comentario. Le dije que sentía que Dios tenía un plan para<br />
mi vida, en el que no estaba pasar 99 años en la cárcel.<br />
Volvimos a la sala de audiencias y la escena se repitió.<br />
Una vez más, me negué a aceptar la condena a 99 años. El<br />
fiscal se volvió loco y me acusó de burlarme del sistema<br />
judicial. Pero entonces ocurrió algo increíble.<br />
El juez empezó a darse golpecitos en la cabeza y dijo: “No<br />
sé qué me está pasando, pero me voy a apartar del<br />
mandato federal y voy a tener piedad con usted. Sr.<br />
Daymon, queda condenado a 10 años de prisión efectiva<br />
en una cárcel federal”. El fiscal protestó enérgicamente,<br />
pero fue inútil.<br />
En ese mismo momento decidí aprovechar bien el<br />
tiempo que estuviera entre rejas y que pasaría el resto<br />
de mi vida honrando a Dios por su bondad conmigo. Solo<br />
Él podía haber logrado que esto sucediera.<br />
Durante los 10 años siguientes que estuve preso, estudié<br />
la Palabra de Dios. Estaba decidido a sentar las<br />
bases sobre las que construiría una vida nueva y a conseguir<br />
las herramientas para poder compartir la Palabra<br />
de Dios de manera eficaz.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 01 / 2021<br />
27s
El capellán Charles se dedica a ayudar<br />
a los demás a sentirse realizados y<br />
tener una nueva vida en Cristo.<br />
Cuando les dije que le había pedido al<br />
Señor que me permitiera ser la persona<br />
que guiara hacia Jesús al hombre que<br />
había matado a mi hijo, todos me<br />
miraron como si estuviera loco.<br />
La cárcel trajo aparejados muchos desafíos, especialmente<br />
durante los primeros ocho meses en que estuve<br />
encerrado en una cárcel federal, hasta que hubo una<br />
cama disponible en la Coleman Federal. En ese entorno<br />
violento, pronto descubrí que hasta el cristiano más<br />
comprometido podía tomar decisiones por miedo. Yo<br />
no fui la excepción. Lamentablemente, perdí de vista la<br />
grandeza de Dios y Su capacidad de liberarme de ciertas<br />
situaciones y me concentré en las amenazas humanas.<br />
A consecuencia de esto, hice cosas para garantizar mi<br />
seguridad que normalmente no habría hecho.<br />
Mi razonamiento era que Dios conocía mi corazón.<br />
Seguramente Él se daba cuenta de que no tenía más remedio<br />
que hacer esas cosas para sobrevivir. Además,<br />
quedaría libre en diez años. Le recordé a Dios que estas<br />
decisiones no eran para siempre.<br />
Pero Dios no compraba nada de lo que yo le vendía y Su<br />
Espíritu Santo empezó a hablar conmigo, recordándome<br />
que mi modo de pensar no se basaba en la verdad de Dios.<br />
No importa cuál fuera el costo, tenía que elegir el camino<br />
de Dios. La Primera Epístola a los Corintios 10:13 promete:<br />
“Las tentaciones que enfrentan en su vida no son<br />
distintas de las que otros atraviesan. Y Dios es fiel; no<br />
permitirá que la tentación sea mayor de lo que puedan<br />
soportar. Cuando sean tentados, él les mostrará una<br />
salida, para que puedan resistir” (NTV). Hice mío este<br />
pasaje y, fiel a Su Palabra, Dios siempre me dio una salida<br />
cuando me comprometí a seguirlo y confiar en Él.<br />
Satanás usó el miedo, las amenazas, la manipulación<br />
y el control para intentar hacerme dudar de la fidelidad<br />
de Dios. Quería que yo observara las situaciones y le quitara<br />
la vista al Señor. Necesité tener fuerza de voluntad<br />
en cada instante para mantener a Dios, Su verdad y Sus<br />
promesas en primer plano mentalmente y no sucumbir<br />
a las mentiras de Satanás, pero Dios siempre valoró mi<br />
decisión de seguirlo.<br />
Salí de la cárcel en 1997. Volví en menos de un año,<br />
pero no por los motivos que usted se imagina. Esta vez<br />
entré voluntariamente para compartir la verdad y el<br />
amor de Jesucristo.<br />
Como Elder John, quería que aquellos que buscaban<br />
una nueva vida y un camino mejor conocieran a Jesús,<br />
el Único que podía transformar sus vidas.<br />
Desde entonces, continué compartiendo la buena<br />
nueva en las cárceles. No siempre fue fácil. Como todo<br />
el mundo, todavía enfrento desafíos. Por medio de situaciones<br />
dolorosas, Satanás continuamente intenta que<br />
me cuestione la fidelidad de Dios. Afortunadamente, he<br />
optado por entregarme a la verdad de Dios y resistir las<br />
mentiras del enemigo y continúo ganando esas batallas<br />
(Santiago 4:7).<br />
Hace tres años, perdí a mi hijo a manos de la violencia<br />
armada. Mi corazón quedó destrozado, pero Dios me dio<br />
la fuerza para ir a la cárcel al día siguiente y darles a esos<br />
hombres el mensaje de que Dios es bondadoso, a pesar<br />
de lo difícil que pueda ser la vida. Cuando les dije que le<br />
había pedido al Señor que me permitiera ser la persona<br />
que guiara hacia Jesús al hombre que había matado a mi<br />
hijo, todos me miraron como si estuviera loco. Mi deseo<br />
no es que ese hombre se pudra en la cárcel o que también<br />
se muera; es que encuentre el camino mejor—el camino<br />
de Dios—como yo. Solo Dios puede dar un giro a la vida<br />
de ese hombre y lograr que sea fructífera.<br />
Dios es el Único que puede dar un giro a su vida y lograr<br />
que sea fructífera también. Por favor, dé ese primer paso<br />
de fe y entréguese a Él. Él lo aceptará tal como es y Él lo<br />
transformará en una creación nueva. Soy prueba viviente<br />
de que el Señor puede transformar cualquier vida.<br />
CHARLES PEYTON DAYMON es el fundador de Charles Peyton<br />
Ministries. Desde 1997 ayuda a personas privadas de su libertad a<br />
convertirse en nuevas creaciones en Cristo Jesús. También es el<br />
orador principal de varias organizaciones y su objetivo es ayudar a<br />
los demás a que se conviertan en “una versión mejor de sí mismos”.<br />
Él y su esposa, Kimberly, trabajan activamente para su comunidad.<br />
FOTO DE DEAR DEE PHOTOGRAPHY<br />
28s Número 01 / 2021 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
PROFUNDICEMOS: Orar con pasajes de las Escrituras<br />
Queremos que experimente una relación más profunda con Dios y un mayor nivel de libertad y victoria<br />
en su vida. Todos los pasajes bíblicos mencionados aquí son de la Nueva Traducción Viviente.<br />
La Palabra de Dios es un arma poderosa<br />
que destruye los proyectos perversos<br />
del demonio y establece la voluntad y<br />
los planes de Dios. En la página 17s,<br />
Linda Cubbedge-Smith compartió cómo<br />
la oración por su hijo con pasajes de<br />
las Escrituras obró milagros. Más abajo<br />
encontrará pasajes que puede usar para<br />
orar por su situación. Al hacerlo, ponga<br />
su nombre o el de su ser querido en los<br />
espacios en blanco. Dios es fiel y cumple<br />
Su Palabra a quienes lo aman.<br />
Señor, Tú eres el Dios de .<br />
Cuando clame a Ti por ayuda, le<br />
devolverás la salud. (Salmo 30:2)<br />
Jesús mismo cargó los pecados de<br />
sobre su cuerpo en la cruz,<br />
para que pudiera estar<br />
muerto al pecado y vivir para lo<br />
que es recto. Por las heridas de<br />
Jesús, ha sido sanado. (1<br />
Pedro 2:24)<br />
no morirá y vivirá para<br />
contar lo que hizo el Señor.<br />
(Salmo 118:17)<br />
Gracias, Señor, porque se<br />
encuentre bien y que esté<br />
con buena salud, tanto del cuerpo<br />
como del alma. (3 Juan 1:2)<br />
Que alabe al Señor y no<br />
olvide que Él perdona todos los<br />
pecados de y sana todas<br />
las enfermedades de . El<br />
Señor redime la muerte de<br />
corona a<br />
de amor y tiernas<br />
misericordias. (Salmo 103:2–4)<br />
tratará de tocar a Jesús y el<br />
poder de Jesús saldrá de Él y sanará<br />
a . (Lucas 6:19)<br />
no tendrá miedo ni desaliento,<br />
porque Dios está con<br />
dará fuerzas y ayudará a<br />
sostendrá a<br />
. Él le<br />
con Su mano<br />
derecha victoriosa. (Isaías 41:10)<br />
, y<br />
¿Cuál de los versículos anteriores<br />
le habla más fuerte a su corazón?<br />
¿Cuál es el más difícil de relacionar<br />
con usted mismo? ¿Por qué?<br />
y<br />
¿PREPARADOS PARA ALGO MÁS?<br />
A continuación dejamos distintas opciones de material cristiano gratuito al que pueden tener acceso reclusos<br />
y capellanes que hablen inglés o español. Pónganse en contacto con las direcciones indicadas más abajo.<br />
Díganles a nuestros colegas que llegaron a ellos a través de VL.<br />
CLI PRISON ALLIANCE<br />
Estudios personales de discipulado por<br />
correo para reclusos en comisarías y<br />
cárceles; libros cristianos y Biblias sin<br />
cargo para bibliotecas, a solicitud del<br />
capellán o personal autorizado.<br />
PO Box 97095<br />
Raleigh, NC 27624<br />
RESCUED NOT ARRESTED<br />
Biblias NVI sin cargo, curso gratuito<br />
por correspondencia de estudios<br />
bíblicos y Biblia de estudio NVI<br />
Diario Vivir sin cargo, al completar el<br />
estudio, para comisarías y cárceles.<br />
PO Box 90606<br />
Phoenix AZ 85066<br />
VICTORIOUS LIVING<br />
Correspondencia personal, devocionales trimestrales<br />
y suscripción a VLMag solo para reclusos<br />
en cárceles. Ejemplares en cantidad de VLMag<br />
(edición bilingüe) disponibles para bibliotecas de<br />
comisarías y cárceles, a solicitud del capellán.<br />
PO Box 328<br />
Starke, FL 32091<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 01 / 2021<br />
29s
DEL PADRE<br />
Todo lo que<br />
necesitas<br />
YO SOY EL SEÑOR, TU DIOS Y TE AMO. Cuando<br />
te miro, veo a alguien muy valioso. Veo a Mi creación<br />
preciada. Durante toda tu vida te han dicho que no<br />
vales nada. Satanás estaba detrás de esa mentira.<br />
Cada palabra negativa, cada acto cruel era orquestado<br />
por el enemigo de tu alma para que dudaras de tu<br />
valor y de tu propósito.<br />
Hijo Mío, tu guerra no es contra seres de carne y<br />
hueso. Y no es contra Mí. Un enemigo invisible lucha<br />
para conseguir tu alma. Busca que siempre te sientas<br />
frustrado, enojado, amargado y con miedo. Te tienta<br />
para que resuelvas solo cosas que deberían resolver<br />
otros. No caigas en su trampa.<br />
Escúchame. Acércate a la Verdad. Te voy a conseguir<br />
una victoria aplastante sobre el enemigo. No<br />
voy a privarte de ninguna cosa buena. Búscame y me<br />
encontrarás. De Mí recibirás todo lo que tengo y todo<br />
lo que necesitas.<br />
“Vengan a mí todos ustedes<br />
que están cansados y<br />
agobiados, y yo les daré<br />
descanso.”<br />
–Mateo 11:28<br />
¿Necesita descanso? ¿Paz? ¿Libertad? ¿Perdón?<br />
¿Restauración? Clame a Jesús, acéptelo como su<br />
Salvador, y será hecho completo.<br />
Ore: “Jesús, te invito a mi vida. Confieso que soy un<br />
pecador y necesito un Salvador. Gracias por perdonar<br />
mis pecados y por hacerme de nuevo. Gracias por<br />
sacrificar tu vida por mí para que yo pueda tener<br />
una nueva vida en ti. Recibo, por fe, el perdón de mis<br />
pecados. Toma mi vida, mi pasado y mi futuro. Guía mis<br />
pasos y habla a mi corazón, Señor. Úsame, Dios. Amén.”<br />
Queremos saber de su decisión y ayudarlo a crecer en<br />
su fe. Escriba a: PO Box 328, Starke, FL 32091.<br />
¡DÉ ESPERANZA!<br />
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y cambie una vida.<br />
Recibirá Victorious Living<br />
y un preso también<br />
recibirá un ejemplar.<br />
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