EL JUNCO SE DOBLA PERO PERMANECE EN PIE: RESILIENCIA DE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD EN PANDEMIA
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>EL</strong> <strong>JUNCO</strong> <strong>SE</strong> <strong>DOB<strong>LA</strong></strong> <strong>PERO</strong> <strong>PERMANECE</strong> <strong>EN</strong> <strong>PIE</strong>:<br />
RESILI<strong>EN</strong>CIA <strong>DE</strong> <strong>LOS</strong> <strong>PROFESIONALES</strong><br />
<strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>SALUD</strong> <strong>EN</strong> PAN<strong>DE</strong>MIA<br />
Los efectos de la pandemia por la covid-19 sobre la salud mental de la población mundial<br />
son un auténtico desafío. Los equipos de salud no están exentos de ello. La exposición<br />
permanente a situaciones de estrés va horadando su capacidad de resiliencia. ¿Quė<br />
síntomas desarrollan?, ¿cómo prevenir y acompañarlos?<br />
El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia<br />
debido a la propagación en el mundo de la infección por la covid-19. Ocho días después<br />
se decretó en la Argentina el aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO), con el<br />
fin de preparar al país para la alta demanda de recursos en salud que produciría un gran<br />
número de internados, de acuerdo con lo acaecido en Asia y en Europa durante los<br />
meses previos.
Esta situación, sin precedentes en el siglo XXI, fue considerada una emergencia de<br />
salud pública de preocupación internacional que, por sus características globales,<br />
representó un gran desafío a la salud mental, tanto a nivel individual, como comunitario.<br />
Un grupo de médicos psiquiatras de la Universidad de Colombia publicó en septiembre<br />
de 2020, en la colección ScieLo, un artículo que muestra las consecuencias de esta<br />
pandemia en la salud mental, asociadas al aislamiento social. El doctor Jairo<br />
Ramírez-Ortiz, autor principal, destacó: “La mayoría de las personas han estado expuestas<br />
a una situación estresante, nueva y sin precedentes, debido a su duración desconocida”.<br />
El experto agregó que, recopilando experiencias de pandemias anteriores, si bien<br />
son muchos los afectados en situaciones similares, el especial interés de cuidado debe<br />
estar dirigido a las poblaciones vulnerables, que incluyen a los enfermos, sus familias,<br />
personas con condiciones médicas preexistentes y trabajadores de la salud, en especial<br />
aquellos que trabajan directamente con pacientes afectados por la covid-19.<br />
El personal de salud es considerado un grupo vulnerable en extremo debido a la exposición<br />
directa a la enfermedad, al temor de contagiar a sus seres queridos y a las condiciones<br />
desfavorables en las que, en muchas ocasiones, deben prestar servicios. Ramírez-Ortiz<br />
destacó la presencia de síntomas depresivos, trastornos de ansiedad y del sueño en<br />
los profesionales sanitarios. Estar obligados a prestar sus servicios en la primera línea,<br />
con una carga horaria intensa por el contagio de sus pares, y ante la imposibilidad de<br />
conseguir refuerzos humanos en turnos que se prolongan en horas, determina un esfuerzo<br />
poco usual, tanto para el cuerpo como para la mente humana.<br />
El experto aseguró que si bien al inicio del aislamiento, y frente al estrés agudo, una<br />
persona puede tener herramientas para afrontarlo, al prolongarse la situación en el<br />
tiempo y cronificarse el estrés surgen signos y síntomas psíquicos y físicos, asociados al<br />
agotamiento que genera la misma exposición crónica a este fenómeno.<br />
Debemos considerar también, que tanto en las consultas privadas como en las de consultorios<br />
externos en centros asistenciales públicos o privados, han debido modificarse las<br />
estrategias laborales, cambiando el modo de relacionarse con el paciente. De esta<br />
manera cobró auge la telemedicina, con consultas virtuales a través de distintas plataformas,<br />
el aumento de la consulta telefónica y la confección de recetas electrónicas.<br />
Tanto los profesionales de la salud como los pacientes debieron adaptarse a estas nuevas<br />
modalidades comunicacionales de consulta. Si bien han permitido resolver muchas<br />
situaciones, no siempre son bien remuneradas y, además, dejaron expuesto al profesional<br />
médico y de otras ramas de la salud a una suerte de disposición permanente, en un<br />
“continuum on-line”, agobiante y agotador.<br />
Sólo por citar una de estas complejas situaciones, en el área de la rehabilitación física y<br />
kinésica, el contacto presencial con el paciente ha debido persistir por el tipo de actividad<br />
que se realiza. En este punto se han de considerar el temor y la reticencia del<br />
paciente a acudir a los consultorios, sumado al estrés cotidiano de los profesionales,<br />
que generan en estos últimos las consecuencias ya mencionadas.<br />
Alertados por el agotamiento físico y psíquico, y la alta cantidad de enfermos y fallecidos<br />
por la covid-19 que reportaban otros países, el equipo de salud se enfrentó desde el
inicio de la emergencia sanitaria a elevados niveles de estrés agudo. Prepararse, sobre<br />
todo en áreas críticas, como emergencias y unidades de terapia intensiva, se volvió prioridad.<br />
Personal médico, de enfermería y kinesiología, así como quienes se dedican al<br />
diagnóstico por imágenes, farmacia y laboratorio, debieron ser instruidos en técnicas de<br />
cuidado, que comprendían desde el uso de equipos de protección personal hasta hábitos<br />
de higiene y medidas de cuidado en la convivencia laboral y familiar.<br />
Otro estudio, publicado en mayo de 2020 año por un grupo de investigadores españoles,<br />
concluyó que en esta situación crítica el colectivo de profesionales que se sitúa en<br />
primera línea está expuesto directamente a determinados riesgos y estresores. Esto contribuye<br />
a que desarrollen sintomatología psicológica diversa. El trabajo tuvo como objetivo<br />
evaluar los factores que pueden desestabilizar la salud mental de estos profesionales<br />
en el contexto de la pandemia. La doctora María Dosil Santamaría aseveró que es recomendable<br />
ofrecerles ayuda psicológica para reducir el impacto emocional de la covid-19<br />
y asegurar así no solo su salud mental, sino también el adecuado cuidado que dispensan.<br />
Como ejemplo del armado de dispositivos para cuidar psíquicamente al personal de<br />
salud, al prolongarse en la Argentina el aislamiento obligatorio, médicos de distintas<br />
áreas relacionadas con la salud mental del Hospital de Agudos doctor Teodoro Álvarez,<br />
se reunieron para intercambiar las experiencias frente a la situación personal y laboral<br />
vividas durante la pandemia. De estos encuentros surgió la necesidad del armado de<br />
redes para contención mutua y la creación de una herramienta que permitiera asistir al<br />
resto del personal asistencial.<br />
La experiencia desarrollada fue comunicada en la revista Sinopsis, de la Asociación de<br />
Psiquiatras Argentinos (APSA), en octubre de 2020. En el artículo explicaron la puesta<br />
en marcha de un “equipo itinerante”, liderado por la médica psiquiatra María Sol Gómez<br />
Paduano y la licenciada en psicología Guillermina Gutierrez que, integrado por psiquiatras<br />
y psicólogos, recorren el hospital ofreciendo contención y apoyo a quienes lo precisen.<br />
Utilizaron la palabra “itinerante” para darle un sentido, en medio de tanto aislamiento<br />
y desorganización, a un recorrido que describieron como “cartográfico” dentro de<br />
la institución, armando redes de acompañamiento y cuidado.<br />
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Argentina, publicado en<br />
junio de 2020, señaló que los efectos de la pandemia sobre la salud mental de la población<br />
constituyen un auténtico desafío. Los equipos de salud no están exentos de ello. La<br />
exposición permanente a situaciones de estrés va horadando la capacidad de resiliencia<br />
del trabajador en salud. La aparición de irritabilidad, cansancio físico, falta de empatía,<br />
fallas atencionales y de concentración, junto a trastornos del sueño, actualmente interpretados<br />
como la etapa de fatiga de la cuarentena, son claros indicadores del síndrome<br />
de burn-out.<br />
El doctor Gustavo Gashu (M.N. 76380), cardiólogo e intensivista, quien se desempeña<br />
en el servicio de Terapia intensiva del Hospital Militar Central de Buenos Aires, y en las<br />
unidades de terapia intensiva y unidad coronaria del Instituto Argentino de Diagnóstico<br />
y Tratamiento (IADT), en una entrevista manifestó: “Esta pandemia nos está agotando.<br />
Padecemos un alto nivel de estrés, con trabajo excesivo, agotador y con una alta exposi-
ción, que no solo nos trae problemas físicos, sino también psicológicos, especialmente<br />
en los médicos que realizan guardias de 24 horas”. En el mismo contexto afirmó: “Tenemos<br />
un alto número de profesionales contagiados y no recibimos asistencia psicológica”.<br />
Tu raíz está intacta, volverás a florecer<br />
El estrés padecido en forma crónica, genera alteraciones orgánicas tanto funcionales<br />
como estructurales. Esto, sumado a la fatiga extrema, las alteraciones del sueño y la<br />
mala alimentación, que suelen presentarse conjuntamente, conlleva a la posibilidad de<br />
que las alteraciones funcionales se conviertan en padecimientos físicos que ya no tengan<br />
retorno, y se vuelvan irreversibles.<br />
Es muy importante que los equipos de salud dedicados a la medicina del estrés, no solo<br />
recomienden apoyo psicológico, sino que puedan brindar un correcto asesoramiento<br />
sobre los buenos hábitos de cuidado, descanso, relajación, alimentación y suplementación<br />
con vitaminas y minerales que garanticen una correcta función orgánica, principalmente<br />
del sistema inmunológico, el cual se necesita que esté fortalecido para hacer<br />
frente a un posible contagio.<br />
En varias revisiones publicadas en los últimos meses se ha buscado un nexo global entre<br />
los millones de casos producidos y diversos factores fisiopatológicos ligados con la gravedad<br />
de la covid-19. Estos estudios concluyeron que la deficiencia de vitamina D sería<br />
una de las principales causas de la respuesta inmunológica inadecuada que se evidencia<br />
en los pacientes que desarrollan formas graves de la enfermedad.<br />
La doctora Rose Anne Kenny del Trinity College Dublin, de la Universidad de Dublín,<br />
Irlanda, dirigió un estudio transversal sobre la mortalidad y el estado de la vitamina D y<br />
es la investigadora principal del Estudio Longitudinal Irlandés sobre el Envejecimiento.<br />
Ella insiste en que las recomendaciones de todos los organismos de salud pública deberían<br />
ser que la población tome suplementos de vitamina D durante esta pandemia. “La<br />
evidencia circunstancial es muy fuerte”, proclamó con respecto al efecto potencial en<br />
los resultados sobre la covid-19, a lo que añadió: “No tenemos pruebas de ensayos controlados<br />
aleatorios, pero ¿cuánto tiempo debe esperarse en el contexto de esta crisis?”.<br />
Los suplementos con vitamina D y otros estimulantes del sistema inmunológico deberían<br />
ser indicados en los profesionales de la salud expuestos a altas dosis de estrés, y de esta<br />
forma convertirse en una herramienta más de protección frente a este virus que no da<br />
tregua.<br />
Por su parte, el doctor Gashu comentó que, debido a la alta exposición, muchos profesionales<br />
de la salud se van contagiando, y deben ser reemplazados por otros con menor<br />
formación. En muchos centros asistenciales, médicos anestesistas o clínicos son entrenados<br />
rápidamente para reemplazar a los intensivistas, pasando al frente, tal como<br />
sucede con los soldados rasos en las guerras. Al respecto, señaló el especialista: “Un<br />
intensivista, ya sea médico, kinesiólogo o enfermero, no se forma con un curso corto, ni<br />
por internet o alguna herramienta similar. Requiere muchos años de formación. El éxito<br />
de que un paciente crítico pueda recuperarse solo se producirá si las unidades de terapia
intensiva son manejadas por personal calificado”.<br />
Los profesionales de la salud, que se enfrentan en la primera línea de combate a la<br />
covid-19, tienen una alta demanda de trabajo, una gran incertidumbre y miedo,<br />
elevada exposición al virus agresor y al ambiente hospitalario, agravado por la<br />
estigmatización asociada a la condición de trabajador de la salud. Las obligaciones<br />
familiares y la demanda de atención a las manifestaciones emocionales de los pacientes<br />
y sus allegados hace que este grupo poblacional coloque a prueba su capacidad de<br />
resiliencia ante la adversidad presente.<br />
Sobre este tema de especial relevancia, autores italianos --uno de los países con mayor<br />
saturación del sistema de salud en la primera ola europea-- destacaron en una publicación<br />
de octubre de 2020 que, dado que las emociones relacionadas con la pandemia son<br />
demasiado intensas para ser reguladas y utilizadas de manera productiva, es posible que<br />
la capacidad de resiliencia se vea afectada en los profesionales sanitarios. La resiliencia<br />
psicológica se describe como la habilidad de recuperarse ante situaciones emocionales<br />
negativas y adoptar cambios flexibles frente al estrés.<br />
Como estrategia para reducir el estrés laboral y proteger a los profesionales contra el agotamiento,<br />
los autores proponen la implementación de una gestión de problemas orientada<br />
a las tareas, en lugar de la utilización de estrategias emocionales.<br />
Estos resultados apoyan la necesidad de organizar tanto la formación como las intervenciones<br />
psicológicas para los médicos, con el objetivo de que adquieran mayores habilidades<br />
en la regulación emocional en general. Este tipo de acciones, en el transcurso de una<br />
emergencia, refuerza su capacidad para procesar emociones intensas.<br />
Por su parte Ramírez Ortiz sugirió dos enfoques: uno a corto plazo para resolver las situaciones<br />
críticas como las reacciones de estrés o duelo, con la utilización de primeros auxilios<br />
psicológicos, para educar en la adquisición de técnicas de relajación; y rondas de<br />
Schwarz (similares a las rondas itinerantes del Hospital Álvarez), para compartir experiencias<br />
entre colegas, haciendo hincapié en la no evitación del problema. Dentro del<br />
enfoque a largo plazo se encuentran las terapias centradas en el trauma a fin de desestructurar<br />
pensamientos negativos, catastróficos, recuperar el sentido de la autonomía y<br />
la aceptación de la pérdida, contando para ello con la terapia cognitivo conductual y<br />
técnicas de desensibilización y reprogramación por movimientos oculares. Puede agregarse,<br />
de ser necesario, tratamiento farmacológico.<br />
Por último, señaló que el confinamiento puede transformarse en una oportunidad para<br />
realizar cambios saludables y mejorar las relaciones familiares, diseñando campañas de<br />
salud mental plausibles de ser mantenidas en el tiempo.<br />
La población mundial y en particular el personal de salud se encuentran ante una prueba<br />
que tendrán que superar. Las obligaciones familiares y la demanda por parte de los<br />
pacientes presionan a los profesionales a enfrentar, tal vez, el gran desafío de sus vidas.<br />
La resiliencia parece ser la llave maestra, que les permitirá avizorar el futuro con una<br />
perspectiva más favorable y, así, ser capaces de brindar lo mejor de sí mismos en su quehacer<br />
cotidiano.
Ingrid Brunke, Patricia Karina Figueroa y María Jose Mattioli<br />
Ingrid Brunke es médica psiquiatra y legista, magíster en Bioética. Médica del servicio de<br />
Psiquiatría y miembro del comité de Bioética del Hospital Alemán; y médica psiquiatra<br />
del centro de rehabilitación física Los Pinos.<br />
Patricia Karina Figueroa es licenciada en Kinesiología y Fisioterapia y profesora de Educación<br />
Física. Cursa el doctorado en Ciencias Biomédicas en el Instituto Universitario del<br />
Hospital Italiano de Rosario. Profesora titular de la cátedra Fisiokinesioterapia en<br />
pacientes quemados en la Universidad del Gran Rosario y jefa de trabajos prácticos en<br />
la cátedra de Fisiokinesioterapia en Cosmiatría de la misma universidad.<br />
María Jose Mattioli es médica especialista en Tocoginecología y en Medicina integrativa<br />
y funcional. Médica de planta del Departamento de Tocoginecología del Hospital de<br />
Clínicas José de San Martín, Universidad de Buenos Aires. Maestranda en Psiconeuroinmunoendocrinología<br />
en la Universidad Favaloro.