Bilintx, bertsoak eta bizitza - Euskaltzaindia

" ... á uno de ellos conocí y traté yo; al más
sensible a lo bello, al más tierno, y al mismo
tiempo, por uno de esos contrastes misteriosos
de la naturaleza humana, al más mordaz; conocí
y traté a Vilinch. Parece que le estoy
viendo. En aquel café Oriental de la calle de
Esterlines, célebre por sus helados, nos reuníamos,
en horas en que nadie acudía allí, varios
aficionados á la literatura. Yo era niño;
Vilinch era ya hombre entrado en años; y á su
lado se hallaba casi siempre uno que á él se
asemejaba en muchas cosas, sobre todo en
aquellos labios caídos por un lado, que parecían
la expresibn del dolor. ¡Quién había de
decir que aquel parecido fisico y moral había
de acompañarles en la vida y en la muerte! A
los pocos años Arruti moría fusilado por las
hordas de Santa Cruz, y á Vilinch le arrebataba
la vida una granada lanzada desde la batería
carlista de Arratsain ... Quizás las almas de
los dos poetas, al encontrarse en el espacio in­
.finito, se dieron, mirando al mundo en que tan
desgraciados fueron, un beso de amor .. .!
Vilinch nos recitaba sus tiernos versos.
Allí conoció las Doloras de Campoamor; quiso
cultivar el género, y fracasó. No era esa la lira
que debía él pulsar. Pero yo le leí la poesía
que aquella alma se podía asimilar, le leí las
Rimas de Becquer y las Elegías de Aguilera.
Aún recuerdo la intensa atención con que seguía
Vilinch la lectura: aquello era más que
poner atención: era de.\prenderse de toda su
alma para identificarse con el alma del poeta.
¿Qué salió de aquella honda emoción producida
en el espíritu de Vilinch por aquellos sentidos
y profundos versos de los dos grandes poetas
castellanos? Salió algo que se perdió, algo
que murib con Vilinch, algo muy superior á
todo lo que él escribiera: composiciones que
él nos recitó, dignas de Becquer y del autor de
las Elegías."
Beste testigantza eder bat ere utzi
zigun Jamar anai oietako batek.
Euskal olerkiari buruz geiena idatzi
zuana Benito izan zan, eta berarena
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izango da. Ez baitegu testigantza ori
orain artean iñun arkitu. Billa aalegindu
gera; alperrik, ordea. Eskuratu ditugun
bi anai oien idaz-lanetan ez dago.
Baiña Benitok La Voz de Guipúzcoa
egunkarian ere idazten omen zuan, eta
bearbada an egongo da. Periodiko
orren zenbakiak aztertzea oso lan luzea
izango litzake, ordea, eta agian alperrikakoa
ere bai; or egongo ote dan
gure uste edo susmo bat besterik ez
baita.
Zalantzaz jositako izketa-modu au
zelebre samarra irudituko zaio irakurleari.
Orra ori nundik datorren: Oñatin,
1918 urtean, Primer Congreso de
Estudios Vascos deri tzaion batzarra
egin zan. Ondoren, izen orrekin berarekin,
liburu mardul bat argitaratu zan
ango itzaldiekin. Auetako bat, ain zuzen,
Pedro Mourlane Mitxelenak egin
zuana izan zan: La Poesía Vascongada
en el siglo XIX. Ontan, Jamar anai oietako
batek Bilintxi buruz nunbait ere
esandakoak aitatzen dira. Baiña ez da
adierazten Benito ala Joakin dan; ezta
nundik artuak diran ere. Orregatik,
Mourlane Mitxelena orrek dakarren
bezela aldatu bearko degu onera testigantza
ori; beraren itzak eta Jamar jaunarenak
naastuan, alegia. Onela dio:
"Nuestro Vilinch sí que estaba en disidencia
con su mundo. El ha contado que la vida le
apaleó "como a un asnillo desobediente". Un
Jamar ha contado las cosas de Vilinch.
Bizcarrondo "era menestral". Con todo, era
poeta. Por todas las cosas creadas -se ha afirmado-
pasa un nervio divino. Vilinch ha sabido
auscultar en las cosas este pulso delicado.
Le leía Jamar en una taberna de la calle del
Puerto versos de Heine, traducidos al castellano.
Oía Vilinch, "con el corazón al galope",
maravillado y casi en éxtasis.