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Mensajes Selectos, Tomo 2 - Elena G. de White

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carácter no cristiano. Así fue como la conducta de unos pocos extremistas

impidió que la influencia de la verdad alcanzara a la gente.

Algunos concedían una importancia exagerada a la cuestión del

vestido, criticaban los trajes que otros llevaban, y condenaban prontamente a

todos los que no se conformaban con exactitud a sus ideas. Unos pocos

condenaban los retratos y sostenían que estaban prohibidos por el segundo

mandamiento, y que debería destruirse todo lo que fuera de esa clase.

Estos hombres de ideas unilaterales no son capaces de ver ninguna otra

cosa fuera de lo que predomina en su mente. Hace años tuvimos que

combatir este mismo espíritu y esta misma obra. Surgieron personas que

pretendían haber sido enviadas con un mensaje que condenaba los retratos y

los cuadros, y que instaba a destruir todo lo que constituyera una copia de

algo. Llevaban las cosas hasta el extremo de condenar los relojes que tenían

figuras, o "imágenes", sobre ellos.

En la Biblia leemos acerca de la buena conciencia, pero no hay

solamente buenas conciencias sino también malas conciencias. Existe una

escrupulosidad que llevará todas las cosas a grados extremos, y que

convertirá los deberes cristianos en cargas tan pesadas como pesada hicieron

los judíos la observancia del sábado. El reproche que Jesús hizo a los

escribas y los fariseos también se aplica a esta clase de personas: "Diezmáis

la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de

Dios". Lucas 11:42. Un fanático causará mucho daño con su espíritu fuerte y

sus ideas radicales cuando se dedique a oprimir la conciencia de los que

desean obrar correctamente. La iglesia necesita ser purificada de tales

influencias.

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