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Mensajes Selectos, Tomo 2 - Elena G. de White

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hierbas ponzoñosas. En la parábola del sembrador se formuló esta pregunta

al padre de familia: "¿No sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde,

pues, tiene cizaña?" El padre de familia contestó: "Un enemigo ha hecho

esto". Mateo 13:27, 28. Toda la cizaña es sembrada por el maligno. Toda

hierba perniciosa es de su siembra, y mediante sus ingeniosos métodos de

cruzamiento ha corrompido la tierra con cizaña.

Entonces, ¿continuarán los médicos utilizando las drogas, que dejan un

mal mortífero en el organismo y destruyen esa vida que Cristo vino a

restaurar? Los remedios de Cristo limpian el organismo. Pero Satanás ha

tentado al hombre para que introduzca en el organismo lo que debilita la

maquinaria humana, lo que atasca y destruye el delicado y hermoso orden

establecido por Dios. Las drogas administradas a los enfermos no restauran

sino que destruyen. Las drogas nunca curan. En cambio colocan en el

organismo semillas que producen una cosecha amarguísima...

Nuestro Salvador es el restaurador de la imagen moral de Dios en el

hombre. Ha puesto en el mundo natural remedios para los males humanos, a

fin de que sus seguidores tengan vida en abundancia. Podemos descartar con

seguridad las mixturas que el hombre ha utilizado en el pasado. El Señor ha

proporcionado antídotos contra las enfermedades por medio de plantas

sencillas, y éstos pueden utilizarse por fe, y sin abdicar por ello de la fe;

porque al utilizar las bendiciones provistas por Dios para nuestro beneficio

estamos colaborando con él. Podemos emplear el agua, el sol y las hierbas

que él ha hecho crecer, a fin de curar las enfermedades producidas por

indiscreción o accidente. No manifestamos una falta de fe cuando pedimos a

Dios que bendiga sus remedios. La verdadera fe agradecerá a Dios por el

conocimiento acerca de cómo utilizar estas preciosas bendiciones en una

forma que restaure el vigor mental y físico.

El cuerpo debe ser cuidado esmeradamente, y en esto el Señor pide la

cooperación de los instrumentos humanos. El hombre puede adquirir

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