06.01.2021 Views

Mensajes Selectos, Tomo 2 - Elena G. de White

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

me parecía que perdería la calma, la paz de Cristo ha inundado mi corazón a

tal punto que me he sentido llena de gratitud y reconocimiento. Sé que Jesús

me ama, y yo amo a Jesús. Durante algunas noches he dormido tan sólo tres

horas, unas pocas noches cuatro horas, y la mayor parte del tiempo

solamente dos, y sin embargo en estas prolongadas noches australianas, en

las tinieblas, todo parece estar iluminado a mi alrededor, y gozo de una dulce

comunión con Dios.

Cuando me encontré por primera vez en una condición de impotencia,

lamenté profundamente haber cruzado el ancho océano. ¿Por qué no estaba

en los Estados Unidos? ¿Por qué me hallaba en este país a un costo tan

elevado? Varias veces oculté la cara entre las frazadas y lloré

abundantemente. Pero no me complací por mucho tiempo en el desahogo

superfluo proporcionado por las lágrimas.

Me dije a mí misma: "¿Qué quieres decir, Elena G. de White? ¿Acaso

no has venido a Australia porque pensabas que era tu deber ir adonde la

asociación consideraba que era mejor que fueras? ¿No ha sido ésta tu

costumbre?"

Contesté: "Sí".

"¿Entonces por qué te sientes casi abandonada y desanimada? ¿No es

ésta la obra del enemigo?"

Dije: "Creo que lo es".

Sequé mis lágrimas tan rápidamente como pude, y dije: "Ya es

suficiente; no volveré a contemplar el lado oscuro. Sea que viva o muera,

encomiendo la protección de mi alma al que murió por mí".

248

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!