06.01.2021 Views

Mensajes Selectos, Tomo 2 - Elena G. de White

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

capacidades a las cosas espirituales. Sin embargo, deberían recibir sueldos

suficientes para sostenerse a sí mismos y a sus familias. No debería

recargárselos hasta el punto de no poder atender debidamente la iglesia que

está en sus propios hogares. Tienen el deber de enseñar a sus hijos, tal como

lo hizo Abrahán, a acatar la voluntad del Señor y a obrar con justicia y

juicio...

Que los ministros y los maestros recuerden que Dios los ha hecho

responsables de cumplir sus cargos en la forma mejor que lo permitan sus

habilidades, y que dediquen a su trabajo sus mejores facultades. No deben

asumir deberes que estén en conflicto con la obra que Dios les ha

encomendado. Cuando los ministros y los maestros, oprimidos

constantemente por la carga de la responsabilidad financiera, van al púlpito o

a la sala de clase cansados y molestos, con el cerebro recargado y los nervios

en tensión, ¿qué otra cosa podría esperarse sino que se emplee fuego profano

en lugar del fuego sagrado encendido por Dios? El esfuerzo excesivo

perjudica al orador y frustra a los oyentes. No ha tenido tiempo para buscar

al Señor, ha carecido de la oportunidad para buscar con fe la unción del

Espíritu Santo. ¿No cambiaremos este modo de trabajar? (Manuscrito 101,

1902).

No cultivéis gustos dispendiosos

Los obreros deberían levantarse para contemplar un horizonte más

amplio. En el caso de muchos, la abnegación y el sacrificio personal están

muertos, y por lo tanto es necesario volver a poner en vigencia estas

características. Deben comprender que los sueldos más elevados que exigen

están minando la tesorería del Señor. Están comprometiendo el dinero de

Dios en intereses privados, y mediante sus acciones le están diciendo al

mundo: "Mi Señor tarda en venir". Mateo 24:48. ¿No debería cambiarse

esto? ¿Quiénes están dispuestos a seguir el gran ejemplo del Obrero

maestro?--Carta 120, 1899.

197

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!