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Cuba Indigena

por Nicolas Fort y Roldan

por Nicolas Fort y Roldan

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CUBA<br />

INDIGENA<br />

POR<br />

NICOLÁS FORT Y<br />

ROLDAN<br />

Oficial primero de Administración militar<br />

del ejército de <strong>Cuba</strong> é individuo del Congreso Internacional<br />

de Americanistas de 1881.<br />

M A D R I D<br />

IMPRENTA DE R. MORENO Y R. ROJAS<br />

Isabel la Católica, nútn. 10<br />

I S 3 i


CUBA<br />

INDÍGENA.


CUBA<br />

INDIGENA<br />

POR<br />

NICOLÁS FORT Y<br />

ROLDAN<br />

Oficial primero de Administración miliiar<br />

del ejército de <strong>Cuba</strong> é individuo del Congreso Internacional<br />

de Americanistas de 1881.<br />

MADRID<br />

IMPRENTA DE R. MORENO Y R. ROJAS<br />

Isabel la Católica, núm. 10<br />

I S S<br />

I


Es propiedad del Autor.


Á LA UNIVERSIDAD, CASINO ESPAÑOL<br />

Y ATENEO DE LA HABANA<br />

como "Centros literarios<br />

dedica estas<br />

de la d&la de "Gula,<br />

-páginas


PRÓLOGO DEL AUTOR.<br />

Al dar esta obra á la estampa, claro es que la<br />

conceptúo de no indispensable, pero sí de cierta y<br />

más ó menos inmediata utilidad: decir otra cosa<br />

sería, á la par de una falsa inmodestia, la simple<br />

falta de raciocinio individual.<br />

Orco que unas hojas en donde campean los<br />

nombres de algunos autores cubanos como Arrate,<br />

Latorre, Pichardo, Pocy, Urrutia y Valdés, unidos<br />

á los historiadores peninsulares Las Casas, Fernando<br />

Colon, Herrera, Pedro Mártir, Navarrete y Oviedo,<br />

no serían en último caso de un interés muy secundario;<br />

interés que si me atrevo á despertar de<br />

nuevo, consiste sencillamente en el derecho que me<br />

conceden siete años de permanencia y mis continuas<br />

correrías por la más bella y rica de las Antillas<br />

españolas.<br />

Así, pues, las intenciones de esta publicación<br />

son bien fáciles de comprender: pretendo demostrar<br />

que en la isla de <strong>Cuba</strong> no ha faltado por cierto<br />

ese movimiento intelectual propio de los pueblos


Vili<br />

PRÓLOGO.<br />

cultos y modernos, movimiento que por desgracia<br />

no se ha extendido lo suficiente á las ciencias matemáticas<br />

y á las ciencias naturales, é intento demostrar<br />

al propio tiempo que la Nueva América,<br />

el continente pseudo-español, puede y debe estudiarse<br />

en la incierta noche de los tiempos tan bien<br />

y mejor, y con más novedades acaso, que osos ya<br />

cansados trabajos orientalistas en que se ocupa con<br />

febril entusiasmo nuestra juventud estudiosa.<br />

Mis páginas son, para terminar brevemente, un<br />

ensayo filológico; y debo añadir por mi parte que<br />

el fallo inapelable del público puede ó no conducirme<br />

á la amplitud ó al abandono de los estudios<br />

americanistas, que he emprendido con harta fatiga,<br />

es verdad, pero también con noble resolución y<br />

decidida entereza (1).<br />

NICOLÁS FORT y ROLDAN.<br />

Madrid y Diciembre de 18S1.<br />

(1) Para las llamadas ó notas que se encuentran en el texto<br />

recúrrase á las últimas páginas de la obra.


CUBA INDÌGENA.<br />

CAPÍTULO I.<br />

Ideas sobre la filología indígena.<br />

Alfabeto indígena: vocales y consonantes.—Silabas: diptongos y<br />

triptongos.—Palabras: graves, agudas y esdrújulas.—Composición:<br />

terminaciones y radicales.—Analogía: adjetivos, géneros<br />

y números.—Discusión sobre el verbo.—Tabla analítica.—<br />

Ortografía.—Resumen.<br />

I.<br />

De un analítico examen entre las cosas y seres<br />

de que se compone este mundo, ha venido á comprobarse<br />

la coexistencia segura de una trinidad primitiva;<br />

y así, y sin más que enunciarlo, aparece<br />

por los más antiguos dialectos la trinidad alfabética<br />

compuesta de las solas vocales A , I, U; y la E, no<br />

tan simple, como formada de la a y la i; y la O,<br />

también secundaria, como formada de la a y la u.<br />

Error de emisión en un principio, esta confusión de<br />

dos letras acaba por enriquecer el idioma y aquilata<br />

por el siglo presente la menor ó mayor antigüedad<br />

de los pueblos.


2 CUBA INDÍGENA.<br />

Basándonos en tan ligeros principios, viene<br />

como de corrida el estudio del dialecto indígena<br />

cubano. Nótase, sin más que fijarse, la profusión<br />

de las vocales iniciales y la escasez de las vocales<br />

derivadas. Los españoles, y antes que todos los<br />

cultos, han corrompido el lenguaje de <strong>Cuba</strong>; pero<br />

los que mejor lo conocen y menos pueden reformarlo,<br />

como son los que llamamos guajiros, éstos<br />

lo emiten á veces en su prístina pureza; y así decimos<br />

guane á los que ellos guaní, y decimos boniato<br />

á los que ellos muniato, y decimos bohío á lo que<br />

ellos bujío, y así otras muchas palabras que callamos<br />

para no declinar en difusos, sin que por esto<br />

se entiendan que faltaran las secundarias del todo.<br />

Cuanto queda dicho para las letras vocales<br />

puede reproducirse para la triple emisión de las letras<br />

consonantes, que dividiremos en guturales, labiales<br />

y dentales (1). Como guturales, pueden admitirse:<br />

primero, la primitiva S, que ha llegado á<br />

confundirse con la c y la 2 castellanas, hasta el<br />

punto de conocerse por ceiba, cerní, cibí, cacique,<br />

zao, zapote, Zaza, cazabe y caguazo, palabras que<br />

en el dialecto indígena (y aun hoy entre los guajiros)<br />

se distinguían con los nombres de seiba, semí,<br />

sibí, casique, sao, sapote, Sasa, casabí y caguaso,<br />

según el derivado caguasal ("2)'; segundo, la triple<br />

emisión de la II aspirada, la J y la G, que en la<br />

actualidad se confunden, hasta el punto de latinizar<br />

la primitiva J: ejemplos de estas confusiones<br />

se nos ofrecen en las palabras Gibara y huaco, que


CUBA INDÍGENA. 3<br />

debieran admitirse como Jibara y como guaco, y<br />

ejemplos son también en la escritura los diferentes<br />

nombres de Hatibonico, hamaca, heniquen, huracán,<br />

hutía, ya citado, cobiha é higuana, que se pronunciaron<br />

todos, y hoy únicamente algunos, Jatibonico,<br />

jamaca, jeniquén, juracan, jutía, cobija y jiguana; y<br />

tercero, el muy raro empleo de la L, A r<br />

y R, siempre<br />

como primitivas, expurgando por completo la<br />

castellana elle, la ñ, que figura en nuestra tierra antillana<br />

como procedente del África (y esta procedencia<br />

encontramos en los modismos ñame y ñapa,<br />

de uso tan corriente), y la r fuerte, ya como inicial<br />

de palabra, que no existe, ó ya en medio de dicción,<br />

pese á ciertos defectillos de los conquistadores<br />

que han admitido por canarreos y curricán á<br />

los indígenas canareos y curican (3). Además pueden<br />

reconocerse á las letras C y G en las sílabas<br />

ca, co, cu ó ga, go, gu, Q en que, qui, y á la Y<br />

griega como inicial y torminal de vocablo.<br />

Si de las guturales que estudiamos pasamos á<br />

las letras que por labiales se conocen, hemos de<br />

observar desde luego la misma confusión que en<br />

las otras; y así os que, en lugar de la M, que es la<br />

radical á lo que parece, llegaron á figurar en nuestras<br />

obras la B y la P, conocidamente derivadas,<br />

como tenemos en los ejemplos Bacuey, Banagüises<br />

y boniato, que so dijeron Macuey, Managüises y muniato<br />

por los naturales de la Isla; y ha sido la mezcolanza<br />

tan extraña, que aun se duda en la triple<br />

adopción de estas omisiones, como en la palabra


4 CUBA INDÍGENA.<br />

Batabanó, que se cita como Patabanó por algunos y<br />

como Matabanó por los más de los mejores autores,<br />

á cuyo número y por la pureza del lenguaje primitivo<br />

hemos de asimilar nuestro método. Y pásase<br />

de largo la indistinta aparición de la B-V, no sólo<br />

en el mismo vocablo (Batabanó-Batavanó), sino<br />

también en muchos otros, como en biajaca y viajaca,<br />

biajaiba y viajaiba, bibijagua y vivijagua, y etcétera,<br />

etc., para no molestar con ejemplos.<br />

En cuanto á las emisiones dentales ofrécese<br />

mucha menos dificultad: la T, aunque no muy común,<br />

es la que siempre priva, y la D, como subalterna,<br />

es de un empleo harto raro.<br />

De todo lo dicho hasta aquí, puede deducirse el<br />

siguiente resumen ó


CUADRO DEL ALFABETO INDÍGENA CUBANO<br />

LETRAS INICIALES LETRAS DERIVADAS<br />

Gu'i'üKALES Y PALADALES. / ..<br />

(i?<br />

E, 0 do ai, y au.<br />

G en las sílabas ca, co, cu. Q en que, qui.<br />

67 en las sílabas ga, go, gu. II aspirada.<br />

iV y L en sus emisiones usuales.<br />

P, B. La V confundida con la B.<br />

D, muy rara.<br />

><br />

En cuanto á letras compuestas, aparece<br />

Total: cinco vocales y quince consonantes.<br />

sólo en limitados casos la conocida por CU.


6 CUBA INDÍGENA.<br />

II.<br />

Prueba de cuanto en un principio decimos ó del<br />

valor relativo de las emisiones primeras, nos la<br />

ofrece, y en mucho, el conocimiento del silabeo<br />

cubano. Del estudio analítico en el mayor número<br />

de palabras que hasta ahora hemos conseguido, ha<br />

llegado á deducirse la existencia segura de unos<br />

catorce diptongos y de nueve triptongos, que, si no<br />

fijaran otras conclusiones, corroborarían á lo menos<br />

la novedad del dialecto. Pues Ilion: en las composiciones<br />

que decimos échase de ver desde luego<br />

que la a ó la primera vocal se acentúa hasta diez y<br />

seis veces, catorce la i y doce la u, en cambio de<br />

las seis y siete veces que respectivamente aparecen<br />

el derivado e y el derivado o.<br />

lié aquí los dos cuadros (4):<br />

» » ai ao au<br />

ea » ei eo »<br />

ia ie » io »<br />

oa » » » ou<br />

ua ue ' ui » »<br />

TR PTONGOSaia<br />

iai iao iau<br />

uai uao uau<br />

uei<br />

uia


CUBA INDÍGENA. 7<br />

De estos diptongos, el más generalizado es ua,<br />

seguido de los nueve siguientes: ai, ao, au, ei, ia,<br />

io, oa, ue y ui; y entre los triptongos merecen distinguirse<br />

como los más comunes aia, uai é uei, admitiendo<br />

desde luego en su formación la y, que<br />

decimos griega (5).<br />

Otro hecho comprobatorio nos lo ofrece, sin<br />

duda alguna, el acertado examen sobre la sílaba<br />

radical del vocabulario que sigue. Nótase á primera<br />

vista que en la composición de las sílabas entra,<br />

por regla general, una consonante inicial y una vocal<br />

que limita la emisión; y en el estudio aludido<br />

pueden distinguirse sin dificultad alguna las dos<br />

observaciones siguientes: primera, que en las letras<br />

consonantes, que hemos llamado radicales, las<br />

sílabas están enlazadas casi siempre con las cinco<br />

vocales del alfabeto europeo; y segunda, que en<br />

las consonantes secundarias no tienen más intimidad<br />

que con una ó tres de estas emisiones ó<br />

vocales, y que están estas sílabas compuestas con<br />

más particularidad de las letras a, i, u, que de las<br />

derivadas e y o. Tal es la segunda prueba, que, con<br />

la de diptongos y triptongos, patentiza indubitablemente<br />

las muy pequeñas trasformaciones del dialecto<br />

indígena cubano.<br />

Conocidas las bases principales para la formación<br />

de las sílabas, esto es, que se componían casi<br />

exclusivamente de una consonante enlazada con<br />

una vocal ó un diptongo ó triptongo, puede citarse<br />

como caso muy excepcional la aparición de las


8 CUBA INDÍGENA.<br />

sílabas constituidas por una sola vocal inicial, que<br />

es casi siempre la a, i ó u (siempre el mismo detalle),<br />

y el enlace, más raro todavía, de una vocal inicial<br />

con una consonante que ultima la dicción; en<br />

este caso debe examinarse la procedencia con sin<br />

igual cuidado, porque ocurre más do un hecho de<br />

dudosa resolución. Existe, por ejemplo, en el Departamento<br />

Central una loma, Almiquí, que pudiera reconocerse<br />

como de lengua indígena, aun por la terminación<br />

de la palabra, si la sílaba radical no hiciera<br />

sospechar una procedencia árabe, según nuestro<br />

nunca bastante afamado D. Miguel de Cervantes<br />

Saavedra (Véase el Quijote). A la palabra enjicar,<br />

que Pichardo admite como cubana, (poner jicos á la<br />

hamaca), precede del mismo modo una proposición<br />

demasiado castellana para que la admitamos buenamente<br />

como pura; pero no podemos menos de<br />

reconocer como indígenas á las provincias de Escambray<br />

(no Sca.rn.bray en manera alguna, porque<br />

las emisiones líquidas son un refinamiento del lenguaje)<br />

y do Ornafay, de que tanto nos hablan los<br />

primeros descubridores é historiadores.<br />

III.<br />

Puesto, en fin, en acordada analogía todo lo<br />

que en el silabeo indígena puede y debo conocerse,<br />

no es muy difícil, sino que viene como de corrida,<br />

el conocimiento exacto de la palabra. El vocablo es,


CUBA INDÍGENA. 9<br />

en el lenguaje primitivo, el remate más ó menos<br />

digno de lo que decimos gramática, porque en una<br />

época poco histórica no hemos de inquietarnos por<br />

cierto con la falta de las otras partes de la oración,<br />

de la dudosa sintaxis, de la prosodia ni de la ortografía,<br />

y antes bien con el nombre se sintetiza y<br />

limita la construcción del dialecto. Y esto se patentiza<br />

mejor con el escaso número de raíces que el<br />

lenguaje en su primer período comprende, y el número<br />

harto notable de derivaciones ó derivados: y<br />

en el idioma que ahora nos ocupa, con la seguridad<br />

completa de que en el conocimiento de unas<br />

ochocientas voces que en este trabajo figuran, corresponden<br />

casi por mitad las radicales con las derivadas.<br />

La palabra, en el idioma indígena cubano, es generalmente<br />

grave; á pesar de su composición, consta<br />

de una á cuatro sílabas; pero como en estas sílabas<br />

intervienen comunmente los diptongos y triptongos,<br />

resulta que muchas veces se formaliza cada<br />

una de ollas con tres y cuatro letras, y ejemplos nos<br />

presentan los vocablos guao, Bainoa, Gaunao, etcétera,<br />

etc. Su terminación consiste en las vocales<br />

ayo, que es el caso más general, y pocas veces en<br />

las emisiones u, e, y por lo que á las sílabas se refiere,<br />

en los derivados de las terminaciones, que<br />

muy luego estudiaremos, además de los diptongos.<br />

Las agudas existían igualmente en este dialecto.<br />

Entre las vocales se distingue la i, letra exclusivamente<br />

aguda en el silabeo y terminación de las


10 CUBA INDÍGENA.<br />

palabras indígenas; la u, que le secunda bastante;<br />

la a en tan reducidos ejemplos como en los vocablos<br />

aguará, arará, comecará, cuajará, guama,<br />

guanabá, Iguará, majá y sajaná, y la o, también<br />

algo extraña, en modismos como Baguanó, Cauto,<br />

coco, guacamaró, jojó, josó, tacajó y suriguanó; en<br />

cuanto á la e, se consigna únicamente en la dicción<br />

cusubé (G); pero en este solo caso pudiera trans<br />

formarse en cusubí, ó entrar en sospechas de que<br />

con el célebre tango el cucuyé tuviera una procedencia<br />

africana. De las consonantes, por último,<br />

hemos de admitir como muy frecuentes la y, la 1 y<br />

n, en sus diferentes modificaciones del ey, al y an,<br />

y solo como más raras las emisiones suaves de la r<br />

y de la s.<br />

¿Existían esdrújulos en el dialecto cubano?<br />

Se pocha afirmar una respuesta al encontrarse<br />

las palabras ácana, Guaímaro, guanábana, guaraná,<br />

guásima, Hanábana, jíbaro, jiquima, júcaro, etc; pero<br />

un detenido examen entre estos y parecidos vocablos<br />

nos hace vacilar en la primera suposición.<br />

Prescindiendo de que ácana y ácana se escriben indistintamente<br />

por Latorre y Pichardo en sus obras<br />

más notables (7), tenemos un ingenio en Matanzas,<br />

Acanana, que proviene indudablemente del radical<br />

ácana y la terminación ana, y que prueba á lo sumo<br />

una contracción harto simple; en Guaímaro pudiera<br />

observarse lo extraño del esdrújulo, cuando Guainabo,<br />

modismo tan parecido, carece por completo<br />

de esta acentuación; de guanábana no ha de admi-


CUBA INDÍGENA. 11<br />

tirse la más pequeña duda al conocerse el radical<br />

guanabá y la terminación de ana, aun prescindiendo<br />

del guana que nos cita Gundlach; guaraná, citada<br />

por Pichardo, es conocida en algunos cantos populares<br />

por guaraná, y esto tratándose del mismo<br />

arbusto (8); guásima es inadmisible desde luego,<br />

porque, aparte de las radicales guaso ó guasa y la<br />

terminación de ma, de que muy pronto hablaremos,<br />

tiene por derivado á guasimal, en manera alguna<br />

esdrújulo. Hanábana, rio y poblado de Cienfuegos,<br />

es cuestionable en un punto, cuando sus<br />

derivados españoles son reconocidamente graves<br />

(9); á jíbaro, silvestre, puede anteponerse jíbara,<br />

tierra quebrada; de jiquima, compuesto de ma y<br />

jiqui, ha de notarse lo extraño que sería la trasformacion<br />

en un esdrújulo de un monosílabo y de una<br />

palabra aguda; y de júcaro, recordamos que en el<br />

mismo Diccionario de Pichardo se reconoce este<br />

nombre como procedente de Puerto-Rico, donde<br />

se denomina hucaro: si la h es aspirada, se trasforma<br />

simplemente en jucaro, pero grave únicamente.<br />

Por último, de dos poblaciones como Guantánamo<br />

y Tánamo, diremos sencillamente que la primera<br />

es un compuesto de la segunda, y la segunda está<br />

formada de Tana, un rio, y la terminación mo, imperfección<br />

de ma, de que ya hemos prometido ocuparnos.


12 CUBA INDÍGENA.<br />

IV.<br />

Después de las terminaciones se facilita, y en<br />

mucho, el estudio de la composición. Como de<br />

paso, hemos indicado el número escasísimo de las<br />

raíces indígenas con relación á los modismos derivados;<br />

y esto, si no indicara otra cosa, prueba de<br />

una manera inconcusa la simplicidad del dialecto.<br />

Corroborando este aserto obsérvase igualmente la<br />

sobriedad de las contracciones que modifican en<br />

nuestros viejos idiomas las primitivas raíces; y<br />

como prueba suprema ha de notarse, por último,<br />

que la composición de que se trata suele fijarse en<br />

unos cuantos, muy pocos, monosílabos, finales por<br />

lo común, y sólo anteriores los menos; estos monosílabos<br />

no son en realidad otra cosa que las terminaciones<br />

estudiadas.<br />

Si empezamos por los diptongos, las terminaciones<br />

más comunes son coa, cao y ey. Coa, dice<br />

Pichardo, es el sinónimo de pala ó de azada: á<br />

esto, añaden algunos autores, debiera agregarse el<br />

sustantivo do muerto. Del examen de sus compuestos<br />

no se comprueba su primitiva significación,<br />

pero sí una modificación especialísima en el idioma<br />

cubano, que prueba lo que en un principio decíamos,<br />

la sílaba coa trasformada en cu ; y por lo que<br />

á la definición se refiere, no es muy difícil enlazar<br />

las dos interpretaciones de muerto y de azada. De


CUBA INDÍGENA. 13<br />

cao, ave trepadora que cotorrea en los bosques,<br />

aseguramos simplemente que sus compuestos no le<br />

modifican jamás.<br />

A estas raíces indígenas, que Pichardo no cita<br />

ni como terminaciones siquiera, debe añadirse la<br />

de ey, más importante que las primeras, y que<br />

consideramos olvidada por una falta de estudios<br />

filológicos. Ey, en primer lugar, significa naturalidad:<br />

decir baracutey, camaguey y jagüey es tanto<br />

como hablarnos de naturales de Baracoa, de Camagua<br />

y de Jagua, y hasta aquí todos han convenido? 1<br />

en segundo lugar, implica el ey sociabilidad en sus<br />

diferentes formas, como en batey, vecindario del<br />

bato: caney, una de las especies de chozas en que<br />

por entonces vivían: Hatuey ó Atuey, nombre de un<br />

casique que procedía de hato: siboney, apellido general<br />

de los jefes y guerreros, y otros varios, como<br />

Bueney, Garacurey, Siguaney y Tuabaguey, que bautizan<br />

algunos pobladillos todavía existentes; y en<br />

tercer lugar, el ey que decimos, simboliza la generalidad<br />

en los animales del interior (catey, ave trepadora)<br />

y de la costa (carey, variedad de la tortuga),<br />

y en algunos vegetales numerosos, sobre todo en<br />

los diferentes tipos de bejucos ó lianas , como<br />

cupey, curamaguey, curujey, macuey, macusey, mamey,<br />

mangley, quibey, yamaguey, yarey, etc., etc.<br />

Resulta de todo esto que el ey puedo reconocerse<br />

como el carácter peculiar á una provincia, á un<br />

pueblo y á una generalidad en la naturaleza.<br />

Examinados los diptongos, pasemos á las más


14 CUBA INDÍGENA.<br />

interesantes raíces, que denominaremos graves: de<br />

la una abo, como terminación, hemos de sujetarnos<br />

en un todo al parecer de Pichardo, dándola por<br />

buena en su significado de agua: de la otra, ma,<br />

como radical, obedeceremos al mismo criterio, admitiéndola<br />

por engendro ó nacimiento: pero de la<br />

tercera gua, radical como la anterior, hay que buscar<br />

la interpretación por analogías, porque carece<br />

de un concepto simple: lo mismo que en acá y uco,<br />

terminaciones como la primera y la de aya, que<br />

consideramos la más importante de todas.<br />

Por lo que á la primera se refiere, conceptuamos<br />

que puede servirnos de base para llegar á una<br />

conclusión definitiva su compuesto más simple,<br />

guaco ó guaca, según su derivado guacal: acá, como<br />

no tardará en probarse, es un adjetivo despreciativo;<br />

de suerte que su triple significado de bejuco,<br />

hoyo ó depósito, según el Diccionario de Pichardo,<br />

ha de referirse á la radical, y no á la terminación<br />

de la palabra, según todas las leyes analíticas que<br />

conceden la primacía á los sustantivos, ó de otro<br />

modo, que las interpretaciones de bejuco, hoyo ó<br />

depósito pertenecen casi exclusivamente al monosílabo<br />

gua, y nó al bisílabo acá, porque esto la considera<br />

únicamente como despreciable. Para adoptar<br />

ahora una de estas triples interpretaciones<br />

(caso de que no fueran comunes), nos hemos fijado<br />

en que Guamo, pueblecillo situado á la diestra mano<br />

del Cauto, no puede corresponder á hoyo porque<br />

está levantado en una colina, aunque sí á depósito,


CUBA INDÌGENA. 15<br />

porque limita uno de los recodos del rio; pero que<br />

es más natural correspondiera á guama ó guama,<br />

árbol silvestre, que si no justificara la expresión do<br />

bejuco, armonizaría siquiera con la idea de vegetal.<br />

A. mayor abundamiento de datos, tenemos que el<br />

derivado guacal indica el bosque de guaco-s, según<br />

veremos en las interpretaciones de la terminal al, y<br />

es al propio tiempo el nombre aun admitido de<br />

esos cestones ó enrejados que contienen loza: así,<br />

que no podemos menos de emitir la opinión de su<br />

doble significado, adoptándola como vegetal y como<br />

depósito. Y de este modo explicaremos palabras<br />

como guajibacoa (gua-jiba, radical de jibara y coa,<br />

muerto, producto yerto de la hondonada), guama<br />

(de gua y ma, engendro del declive), Guagua (entre<br />

matorrales ó colinas), etc., etc.<br />

Se ha vertido la idea de que acá, como terminación,<br />

es un adjetivo despreciativo, y creemos conveniente,<br />

antes de seguir adelante, explanar nuestro<br />

criterio. Guacal, en la interpretación general<br />

que recibe, no es otra cosa que un simple envase y<br />

no denota más importancia como bejuco y como<br />

hoyo; y todos los compuestos terminados por el<br />

mismo bisílabo no afectan por cierto más que á objetos<br />

despreciables, yá por lo grandes, yá por lo<br />

feos, ó yá en fin por su falta de utilidad inmediata:<br />

entro los árboles, por ejemplo, la guajaca es un vegetal<br />

parásito, y una palma ordinaria la macaca;<br />

entre los animales, la maca es un testáceo repugnante<br />

y la biajaca un pez do rio de no mucha finu-


16 CUBA INDÍGENA.<br />

ra, y la guataca por último es una oreja grande y<br />

el cariaco un baile repugnante, todo según las interpretaciones<br />

de Pichardo. En cambio de esto la<br />

terminación de uco es el diminutivo indígena, como<br />

sinónimo de la finura ó de la utilidad en lo secundario.<br />

La provincia de Boyuca, al Occidente de Guantánamo,<br />

aunque de confines limitados, debia ser<br />

por sus montañas y sus ríos tan rica de caza y de<br />

pesca como en la actualidad se reconoce; el bejuco,<br />

la liana del país, servía á los indígenas de cuerda y<br />

de sosten; el jabuco es una jaba pequeña ó bolsa de<br />

palma, donde conducían sus provisiones; el cayuco<br />

era la útilísima piragua de los rios; el conuco la<br />

choza ó bujío do reducidas dimensiones , y el sebaruco<br />

la roca secundaria; 'y los nombres de poblados<br />

é ingenios , como Jaruco, Calambuco y Ponuco, se<br />

refieren sin duda alguna á los vallccillos donde hoy<br />

día se levantan.<br />

Queda por explicar , entre las terminaciones<br />

graves, la muy generalizada de aya, en cuyo estudio<br />

hemos de seguir por necesidad el mismo método<br />

que en los compuestos de gua. Aya aparece no<br />

sólo como terminación, sino también como radical<br />

y entremezclada en las sílabas; su compuesto más<br />

simple es yaya, árbol silvestre, que no precisa gran<br />

gran cosa, puesto que con la terminación de acá se<br />

precisan también varios vegetales incultos ; una<br />

nueva confusión parece presentarse en maya, que<br />

Navarrete dice era el nombre genérico de la isla de<br />

<strong>Cuba</strong> y que Pichardo aplica á la lengua del Yuca-


CUBA INDÍGENA. 17<br />

tan, aunque no deja de ser una planta compuesta<br />

etimológicamente de ma, engendro, y aya, que intentaremos<br />

averiguar. Abundante el ya como radical,<br />

se nota que debe ser una contracción del aya,<br />

apoyada en lo escaso de las vocales iniciales, á que<br />

no hace mucho nos referimos; contracción que se<br />

reproduce en otra segunda terminal, como el yay<br />

del rio Yayabo (aya-aya-abo), y el yaya, que hemos<br />

citado (aya-aya), aparte do otras muchas contracciones.<br />

Conceptos tan diferentes aplicados á los vegetales,<br />

al nombre ó al idioma de un país, á un adjetivo<br />

ó particularidad del agua, sufriendo las más extrañas<br />

contracciones en un dialecto en que escasea<br />

este defecto, propio sólo de las lenguas históricas,<br />

prueban como principio su antigüedad, y como filología<br />

la generalidad de su significado: ¿y qué otra<br />

significación pudiera ser aceptable sino se considera<br />

como raíz, fuente, base, todos los sinónimos, en fin,<br />

que sirven para considerarla como una idea genérica<br />

y primitiva? Así se explica el yaya (aya-aya, doblo<br />

raíz); así el Yayabo (aya-aya-abo, doble fuente<br />

de agua); así, en fin, palabras tan compuestas como<br />

guayabo (gua-aya-abo, origen y depósito de agua),<br />

guayo (gua-ayo, lo que se deposita y surge), mayajígua<br />

(ma-aya-jígua, engendro y cuna de la jígua),<br />

mayaguanó (ma-aya-guanó, engendro y raíz del guano),<br />

etc., etc., etc.<br />

Examinados los diptongos y graves de las terminaciones<br />

indígenas, nos queda por estudiar una<br />

2


18 CUBA INDÍGENA.<br />

terminación aguda, la de al: por cierto que no hemos<br />

podido menos de extrañar el silencio de todos<br />

los gramáticos con respecto á una terminación que<br />

no puede ofrecer dificultad ninguna. Cuando se advierte<br />

á simple vista que palabras como bejucal, caguasal,<br />

cocal, guacal, guasimal, guayabal, ícacal,<br />

manacal, mijial, papayal, patabanal, sabinal, tibisial,<br />

yabunal, yanal, yaregal y yayal corresponden simplemente<br />

á bosques de bejuco, caguaso, coco, guaco,<br />

guásima, guayaba, icaco, manaca, mije, papaya, pataban,<br />

sabina, tibisi, yabuna, yana, yarey y yaya, la<br />

interpretación no admite en buena ley una duda,<br />

considerando sobre todo que dicciones notariamente<br />

castellanas, como naranjo, pino y plátano, pierdan<br />

después del descubrimiento la terminal r para<br />

formar con la l los derivados naranjal, piñal y platanal,<br />

caso este último que secunda nuestra emitida<br />

opinión acerca de los esdrújulos.<br />

Resulta de todo lo dicho con respecto á las terminaciones<br />

que podemos conceptuar como examinadas<br />

hasta el número de diez, de ellas cuatro anteriormente<br />

conocidas, y seis que se deben únicamente<br />

á nuestras disquisiciones; y divididas en tales<br />

formas, que cuatro de ollas corresponden á los<br />

sustantivos, como son cao, coa, abo y al, y las seis<br />

restantes á los adjetivos, si bien dos de ellas, como<br />

son la de gua y la de aya, guardan cierta relación<br />

con los verbos europeos.


CUBA INDÍGENA. 19<br />

V.<br />

Aun cuando en otro párrafo llega á asegurarse<br />

que con el nombre se sintetiza en los dialectos indígenas<br />

la primitiva gramática, no ha de negarse<br />

por esto la coexistencia de la adjetividad, porque<br />

probaria á lo sumo un mayor perfeccionamiento<br />

filológico, ó, como mejor suponemos, la simple corroboración<br />

de los sustantivos; y afírmase, porque nos<br />

atrevemos á suponer que la adjetividad no es otra<br />

cosa que el inmediato efecto do los sustantivos, tanto<br />

más vago cuanto más sencillo es el idioma. Ejemplos<br />

nos presentan en el idioma cubano las terminaciones<br />

de ey (generalidad), ma (nacimiento), gua<br />

(depósito) y aya (desarrollo), conceptos generales,<br />

primordiales y derivales que nacen indudablemente<br />

de nombres sustantivables y so adjetivan más tarde<br />

para enriquecer esta lengua.<br />

Debe opinarse, corroborando el aserto, que al<br />

propio tiempo que estos conceptos genuinos ó comunes,<br />

habian de producirse las afecciones á lo<br />

bello y á lo desagradable y el primitivo criterio sobre<br />

la proporción de los nombres, y confundiendo<br />

acaso la proporción con la idea de la utilidad: y<br />

esto se comprueba no sólo por la doble interpretación<br />

de las terminaciones acá y uco, anteriormente<br />

citadas, sino también por las palabras can, extenso<br />

y nacan, centro, según el Diccionario de Pichardo.


20 CUBA INDÍGENA.<br />

Estas últimas palabras nos han llevado al estudio<br />

de otra nueva composición. Es evidente que si el<br />

monosílabo can simboliza etimológicamente la extensión<br />

y se expresa el centro por la palabra nacan,<br />

hay como una reducción del concepto; de otro modo,<br />

que llega á negarse de una manera determinada la<br />

extensión primitiva por la radical de nacan: do suerte<br />

que aparece en este caso el na como la simple<br />

negación indígena. Pero como el na no se distingue<br />

generalmente más que precedida do una a, y casi<br />

siempre como terminación, croemos que puede<br />

adoptarse el ana terminal para adjetivar la negación<br />

ó destrucción del primer sustantivo.<br />

Otro hecho, que se comprueba por observaciones<br />

detenidas, es el valor absoluto de la letra n<br />

como terminación de vocablo. Para demostrar su<br />

aislamiento bástanos indicar la aparición de esta<br />

letra en el final de varios modismos compuestos,<br />

como en las palabras iguanabo y macagua, de que<br />

se forman iguanabon y macaguan. Y para comprobar<br />

su significación, puede añadirse que todos sus<br />

terminales como ajicon, anón, cabagan, cabaiguan,<br />

caimán, caisimon, cumajan, iguanabon, macaguan,<br />

pataban, pipián, sebucán, yaguajan, etc., etc., se refieren<br />

á seres y objetos más ó menos grandes,<br />

no por su tamaño natural, sino por el estudio comparativo<br />

con sus semejantes; luego la letra n debe<br />

considerarse como el aumentativo indígena cubano,<br />

pero relacionado siempre y nó con la independencia<br />

del acá.


CUBA INDÍGENA. 21<br />

Difícil es comprobar la existencia de los géneros<br />

masculino y femenino en el dialecto que nos<br />

ocupa. Socialmente considerada la mujer, ó, como<br />

por regla general sucedía, era simplemente una esclava,<br />

ó, lo que nos parece aún discutible, trocaba<br />

sus miserables costumbres por las aficiones guerreras<br />

del siboney ó del casique; y si esto ocurría con<br />

la compañera del hombre: ¿cómo habían de precisarse<br />

los sexos en los animales no domesticados y<br />

en el poco conocimiento de sus vegetales y minerales?<br />

Aparte do que los primeros pobladores, y en<br />

el dia los naturales, han distinguido y distinguen á<br />

los dos primeros con los epítetos de machos y de<br />

hembras, las diferencias do género que actualmente<br />

se observan proceden de terminaciones evidentemente<br />

castellanas. Luego si el género femenino<br />

existia, era de un modo tan vago, que no ha podido<br />

precisarse en cuatro siglos de estudio.<br />

En cuanto al neutro, admitimos desde luego su<br />

aparición. No es un absurdo suponer que lo incierto<br />

sea propiedad de los pueblos indígenas; pero es,<br />

á nuestro entender, inverosímil, el imaginar que<br />

esta incertidumbre fuera conocidamente impersonal:<br />

la idea de lo justo y de lo injusto, de lo ilusorio<br />

y lo verídico, del deber y del derecho, no puede<br />

menos de pertenecer á criterios más ilustrados (10);<br />

y sólo corresponden á los primitivos las ideas de<br />

utilidad, las proporcionales y las morfológicas; es<br />

la misma transacción de la adjetividad al sustantivismo<br />

(ey, ma, aya, acá, uco, can, nacan, etc.). De


22 CUBA INDÍGENA.<br />

aquí la admisión de dos solos géneros, el masculino<br />

y el neutro, pero desprovisto este último de la ambigüedad.<br />

Lo que no ofrece duda alguna en este análisis<br />

es la regularidad do los números. Los indígenas<br />

tenían conocimiento de un solo Dios (Baganiona),<br />

de un solo espíritu maligno (Mabuya), de su hermoso<br />

país (Coabai <strong>Cuba</strong>), do sus provincias respectivas<br />

(Baracoa, Camagua, etc.), y do sus apellidos<br />

patronímicos (Atuey, casique de Haití); y en cambio<br />

se formaban conceptos generales con algunas<br />

terminaciones sustantívales (al, bosque), y adjetivales<br />

(ey, vecindad, población, etc.). Había, pues,<br />

singular y plural.<br />

Pero hay más, á nuestro juicio. Estudiando la<br />

etimología de la palabra Maisí, procedente de la radical<br />

mais, llamónos la atención el que no indicara<br />

una plantación del castellano maíz, puesto que<br />

para precisarla existia el derivado maisal; y así<br />

diónos por pensar si el maisí que buscábamos no<br />

sería una generalidad ó grupo de plantaciones: esta<br />

primera sospecha quedó confirmada por dos de los<br />

mejores fdólogos cubanos: García admitiendo por<br />

pechos al bisílabo natí, y Pichardo aceptando el<br />

sustantivo semí, como divinidades ó penales. Para<br />

convencimiento y admisión de este plural indígena,<br />

hé aquí una serie de razones que no dejan lugar á<br />

duda alguna.<br />

La primera razón la expuesta: hay algunas<br />

palabras que terminan por al, la terminación que


CUBA INDÍGENA. 23<br />

mejor se ha comprobado, y sin embargo, concluyen<br />

igualmente por í, y esto no solamente en Maisí,<br />

sino también en guajaba (guajabal y guajabaní),<br />

guama (guamal y guarní), jata (jatal y jatí), y tibisi<br />

y tibisial, que prueban la independencia de las dos<br />

terminaciones; la segunda razón procede de la pluralidad<br />

de ejemplares en cada tipo de los animales<br />

y vegetales que terminan en i, y ejemplos son en<br />

<strong>Cuba</strong> el aguají, aji-jijí, bijirí, jequí ó jiquí, macabí,<br />

maní, quemí, sibi, tití, totí y yaití; la tercera, el que<br />

es una verdadera terminación, porque modifica la<br />

última letra, bien sea trasformando la última a,<br />

como en guasa y jaba (guasí y jabí), bien sea suprimiendo<br />

la o, como en bario y cajío (bari y caji), bien<br />

sea añadiéndose simplemente cuando el modismo<br />

termina en consonante, como de jiguan jiguaní,<br />

bien sea, en fin, cambiando notablemente la terminación<br />

como en curiel y en duho (corí y duchí); y<br />

cuarta razón, como definitiva, la aberración de haberse<br />

pluralizado por los castellanos la terminación<br />

de la letra í, puesto que á cansí y á güín y á macorí<br />

le han llamado y llaman todavía cansí-es y guín-es<br />

y macurí-f/e.s. Y suprimimos con ésta otra razones<br />

que pudieran ofrecerse.<br />

VI.<br />

Aceptada la í como plural, vamos á ocuparnos<br />

de un golpe del verbo indígena cubano: y aquí, y<br />

como antes no hemos solicitado una excusa, la su-


24 CUBA INDÍGENA.<br />

plicamos, y en mucho, de los que critiquen la obra;<br />

que es tal el razonamiento que sigue, que pudiéramos<br />

ofuscarnos y pecar de atrevidos.<br />

Ya en otra parte se ha dicho que con lo que<br />

entendemos por nombre se sintetiza en los primeros<br />

dialectos la harto dudosa gramática; y esta aseveración<br />

facilita bastante nuestra opinión desmedida.<br />

Decimos, pues, que ese verbo ó la acción filológica<br />

no se fijó en un principio como se precisa á lo<br />

último; testigos los verbos germanos, aún no regularizados<br />

del todo, que no estriban en las terminaciones<br />

latinas, sino en cierto número de preposiciones<br />

radicales. De aquí, que procediendo á la inversa,<br />

emitamos que antes de la formación de la última<br />

clase de verbos hayan existido sobreentendidos ó<br />

supuestos, como en las oraciones más regulares sucede:<br />

sólo que la excepción contemporánea era por<br />

entonces la generalidad. Así, si no puede rechazarse<br />

en la gramática indígena la parte de la oración<br />

de que hablamos, nos atrevemos á suponer que no<br />

se figuraba ni con una terminación que es moderna,<br />

ni con una radical que pertenece á las formaciones<br />

secundarias, cuando se perfecciona el lenguaje y se<br />

sujeta á unas reglas fijas, de que carecía el cubano.<br />

Pero si existia la acción, ¿no pudiera existir la<br />

precisión de los verbos?—Para nosotros no ofrece<br />

duda alguna el enlace sistemático do la historia<br />

filológica: la palabra, hemos dicho, es el complemento<br />

de los dialectos primitivos; el adjetivo, se ha<br />

añadido, no es otra cosa que el inmediato efecto de


CUBA INDÍGENA. 25<br />

los sustantivos; habia géneros porque existían ideas<br />

personales é ideas impersonales; y encontrábanse<br />

números porque conocían los nombres propios y<br />

los nombres comunes: luego la acción, el verbo,<br />

¿no pudiera desarrollarse de los mismos principios<br />

sustantívales?<br />

A nuestro entender, sí: hay dos terminaciones<br />

generales que finalizan los nombres, que figuran<br />

como raíces, que se encuentran como inmiscuidos<br />

en las sílabas todas, la terminación de gua y la terminación<br />

de aya. Esta generalidad es por lo pronto<br />

una sospecha. Después viene una de las interpretaciones<br />

del gua, la interpretación de depósito, composición<br />

que tiene una vida propia, que se agita y<br />

converge hacia un punto dado; por otra parte,¡el aya,<br />

la más singular de todas ellas, ofrece como un nuevo<br />

movimiento hacia el exterior, como un principio<br />

latente, pero divergente siempre... Y estas dos composiciones<br />

completan, á nuestro juicio, esta primera<br />

sombra de los verbos indígenas cubanos, y llegan<br />

á reunirse en una sola ocasión, en guayo (rayador),<br />

para precisar el cruzamiento de dos líneas, una que<br />

converge y otra que parte, gua y gaya. Así y do este<br />

modo pudiera explicarse satisfactoriamente esa discutida<br />

palabra de maya, considerada en el siglo pasado<br />

como el nombre indígena de <strong>Cuba</strong>, admitida por<br />

el presente como la lengua del Yucatán, y reconocida<br />

en nuestros dias como una antigua tribu americana,<br />

hoy etimológicamente compuesta de ma y aya, orígen<br />

genealógico, en traducción no del todo libre.


Completemos el estudio analítico que acabamos de terminar, con la siguiente<br />

TABLA GENERAL DE LAS COMPOSICIONES INDÍGENAS.<br />

Terminaciones.<br />

Radicales.<br />

Terminales.<br />

Genera<br />

1 e s.<br />

Sustantivos.<br />

Adjetivos.<br />

Interpretaciones.<br />

Números.<br />

Verbos.<br />

» Cao » Sustant. Ave trepadora. » » »<br />

DIPTONGOS. » Coa » ídem. Huerto ó azada. » » »<br />

» Ey » Adjetivo. » Generalidad. »<br />

» Abo » Sustant. Agua. » » »<br />

Ma » Adjetivo. » Engendro » »<br />

» Gua Verbo. » » » Concentración.<br />

GRAVES » Acá » Adjetivo. » Aumentativo » »<br />

» Uco » ídem. » Diminutivo. »<br />

» » Aya Verbo. » » » Derivación.<br />

Na » » Adjetivo. » Negación. » »<br />

» Al » Sustant. Bosque. » » »<br />

AGUDAS.... í » Número. » » Plural. »<br />

» N » Adjetivo. » Superlativo. » »


CUBA INDÍGENA. 27<br />

VIII.<br />

Limitando el estudio analítico al pequeño examen<br />

que precedo, pasamos, para no divagar en lo<br />

más mínimo, á lo que se denomina ortografía; que<br />

de la prosodia y sintaxis nos ocuparemos tal vez<br />

en otras páginas que, Dios y los hombros mediantes,<br />

coronarán estas líneas (11). Y la primera duda<br />

que se ocurre es si esta ortografía existia.<br />

La primera representación del concepto no fué<br />

la escritura: nació en un principio el dibujo ó la estatua,<br />

después el jeroglífico y los caracteres á lo<br />

último, cslo es, que se fijaron primero en la forma,<br />

más tarde en la combinación, é imprimieron después<br />

el progreso, dando valores eufónicos á ciertos<br />

signos ó líneas. Así también la primitiva palabra se<br />

descompuso en sus sílabas, y las sílabas en letras,<br />

que siempre ha sido la síntesis anterior al análisis.<br />

Parécenos, para no decaer en difusos, que los<br />

indígenas de <strong>Cuba</strong> se limitaban en su representación<br />

á la estatuaria, esto es, que no pasaron más<br />

allá de la primitiva expresión de un concepto; y nos<br />

apoyamos para sostener esta teoría en la falta absoluta<br />

de todo jeroglífico aborigen. Es verdad que<br />

Oviedo nos habla de pinturas negras indígenas representando<br />

á sus semí; pero expresa también el<br />

respeto de los naturales por los manuscritos españoles<br />

(12). Un ilustre arqueólogo cubano, D. An-


28 CUBA INDÍGENA.<br />

drés Poey, asentaba en un examen etnológico presentado<br />

á la Sociedad Americana, no sólo la escasez<br />

de antigüedades indianas comparadas con los<br />

grandes monumentos de la antigua Costa Firme,<br />

sino también el que las tribus primitivas, de cualquiera<br />

raza que fuesen , reducían sus trabajos,<br />

siempre poco artísticos, á la imitación do los objetos<br />

más inmediatos; y estas aseveraciones y los pocos<br />

tipos que nos ofrece en su Memoria (13), ¡muy semejantes<br />

por cierto á lo que se nos presenta por<br />

Mr. Alcides d'Orbigny en el prólogo de su obra<br />

Voyage dans l'Amcrique), pruebas son suficientes<br />

para conocer, no yá el atraso, sino la carencia completa<br />

de una ortografía propia.<br />

IX.<br />

Resulta de todo lo dicho:<br />

1.° Que el alfabeto cubano se componía casi exclusivamente<br />

de las tres vocales y las cinco consonantes<br />

primitivas, y sólo como una excepción de<br />

las dos vocales y las nueve consonantes derivadas,<br />

fallando en absoluto las emisiones compuestas f, k,<br />

11, ñ, x y z, y empleándose raramente la letra ch.<br />

2.° Que era más que notable la generalidad de<br />

sus diptongos y triptongos, sujetos siempre á la<br />

primera regla; y era también interesantísimo que<br />

la composición de las sílabas se precisara con una<br />

consonante inicial, salvo escasas excepciones.


CUBA INDÍGENA. 29<br />

3.° Que la palabra era comunmente grave, algunas<br />

veces aguda, y raramente esdrújula, caso de<br />

que esta última terminación existiese.<br />

4.° Que su composición era por demás tan sencilla,<br />

que puede señalarse con una pluralidad de<br />

terminaciones.<br />

5." Que los adjetivos procedían directamente<br />

del sustantivo para expresar conceptos generales,<br />

proporcionales y utilitarios.<br />

6.° Que sus géneros so reducían al masculino y<br />

al neutro, excluyendo tal vez el femenino y con<br />

seguridad el ambiguo.<br />

7.° Que conocían el singular y el plural como<br />

en nuestros números, y caracterizaban este último<br />

con la terminación aguda i.<br />

8.° Que el verbo se limitaba á la acción, y no á<br />

la terminación ó á la preposición antepuesta, y se<br />

limitaba al núcleo y al desarrollo por medio de las<br />

composiciones gua y aya; y<br />

9.° Que desconocían por completo la escritura.<br />

Resumiendo todo lo dicho hasta aquí, puede<br />

terminarse este capítulo con el siguiente axioma: la<br />

filología cubana corresponde notoriamente á las<br />

primitivas tribus; tendía á una transformación, es<br />

verdad, pero precisa desdo luego á un pueblo joven<br />

y aislado de las razas superiores del Centro América<br />

(14).


CAPÍTULO II.<br />

Geografía física é Historia natural.<br />

Ideas geográficas de los indígenas.—Las costas.—Oreografia —<br />

Hidrografía.—Animales.—Vegetales.—Minerales.—Resumen.<br />

I.<br />

Coabai (Coa, muerto y bai, país, país de los<br />

muerlosj, confina al Norte con la indígena Caució<br />

ó Gautió (Florida), y el canal y archipiélago de las<br />

Bahamas; por el Esto con las islas Inaguas, y la antillana<br />

Haití en su provincia de Guajabá; hacia el<br />

Sur con el grupo Caimán y Jamaica, y por el Oeste<br />

con el Yucatán, entre el cabo Catoche y la isla de<br />

Gozumel.<br />

Aunque sin precisar estos nombres, conocían<br />

los indígenas de Cutía la verdadera posición de la<br />

Isla. Al Norte colocaban las islas de Binimi, donde<br />

suponían las fantásticas fuentes de la juventud; al<br />

Este y Sur, señalaban las islas do Haití y de Jamaica<br />

con los nombres de Bujío, según Pezucla, ó<br />

de Caney, según otros autores; y precisaban vagamente<br />

al Oeste esa tierra fértil de la Oosta Firme,<br />

en donde fueron á buscar los antiguos españoles el


32 CUBA INDÍGENA.<br />

oro y las perlas que no encontraban en la reina de<br />

las Antillas.<br />

Y no les faltaba por cierto ese tecnicismo geográfico<br />

que observamos en Europa. Llamaban sigua<br />

á la piedra calcárea, y siguanea á la costa caliza<br />

(1); seborucal era el arrecife (do seboruco, piedra<br />

secundaria ó inconveniente), y caico el bajío; y<br />

cuando la playa se modificaba en un fangal tomaba<br />

el nombre do babiney.<br />

Para el interior adoptaron los epítetos do itabo<br />

como en representación de los lagunatos ó charcos<br />

do agua dulce, de patabanal para simbolizar á un<br />

pantano, do venero como sustantivos de los valles<br />

y boscajes, de manigua generalizando los bosques y<br />

malezas, de sabana cuando la pradera se limitaba<br />

por las selvas, y si ésta era reducida ó erizada do<br />

cayos (2), se denominaba simplemente sao: de aquí<br />

sin duda el derivado sabanalamar, acaso castellano,<br />

que representaba una playa anegada. Por último,<br />

señalaban el centro do la isla con el compuesto<br />

Coabai-nacan (<strong>Cuba</strong>nacan), y tenían cierto criterio<br />

geológico, como so demuestra por la palabra cocona<br />

ó tierra blanquecina (do coco, sulfato de sal).<br />

II.<br />

Limitada <strong>Cuba</strong> por dos cabos orientales, el do<br />

Maisí ó Maysí y el más meridional de Casimba (hoy<br />

(Cabo Cruz), concluía por otras dos extremidades


CUBA INDÍGENA. 33<br />

occidentales: la de Guaniguanico, de la provincia indígena<br />

de esto nombre (ó cabo San Antonio), y la<br />

punta Icaco en la parte septentrional; entre los dos<br />

primeros figuraban las importantes bahías de Guantanamo<br />

y del Caney (Santiago de <strong>Cuba</strong>), y entre las<br />

dos segundas las de Marien (Mariel), Guamo [Cabanas),<br />

Habana y Yucay (Matanzas). Además, y por<br />

el Norte, desde la punta Icaco al cabo Maisí, se encontraban<br />

los puertos de Sagua y Caibarien, la bahía<br />

guardada por la península de Sabinal [Nuevitas),<br />

los puertos de Manatí, de Jibara y de Bani; el<br />

gran fondeadero de Ñipe ó Mayarí, y los pequeños<br />

surgideros de Tánamo, Maraví y Baracoa; del mismo<br />

modo que desde la punta Casimba al cabo Guaniguanico<br />

se desarrollaban el puerto de Bicana (al Sur<br />

de Manzanillo), la bahía de Jagua(CienfLiegos)y el<br />

goií'o de Matabanó, compuesto de tros ensenadas: la<br />

oriental, la septentrional y la occidental, conocidas<br />

respectivamente con los nombres de Broa, Majana<br />

y Dayaniguas.<br />

Cuatro archipiélagos facilitaban entonces la pequeña<br />

navegación de las costas: en el Norte y al<br />

Occidente se desplegaba el de Guaniguanico, desde<br />

el cabo de este nombre á la bahía de Marien, y más<br />

en el centro el de Sabana-Camagua, que señalándose<br />

desdo el cabo Icaco, concluía con las tres isletas<br />

de Turiguanó, Coco y Guajaba en la península del<br />

Sabinal; y al Mediodía y Oriente, el de Jardinesey,<br />

entre los puertos de Bicana y de Jagua, y el de Canareos<br />

(pueblos), desde esta última bahía á la en-<br />

3


34 CUBA INDÍGENA.<br />

senada de Guaniguanico, al Sur.de la de Dayaniguas,<br />

que encerraba la tan importante isla'de Guanaja<br />

(hoy isla de Pinos) (3).<br />

III.<br />

La oreografia do la Isla puede dividirse en tres<br />

grupos, que comprende cada uno otras tantas serranías:<br />

el grupo oriental, ó más importante do todos,<br />

se completa con la serranía de Sagua-Baracoa,<br />

desde el puerto del Caney al cabo do Maisí, encerrando<br />

además las montañas do Ñipe; la de Macaca<br />

(Maestra), desde el puerto del Caney á la punta Casimba;<br />

y la de Maniabo ó Maniabon, desde el puerto<br />

de Mayarí al de Baní, reducida á las montañas septentrionales<br />

de Dumañuecos, y á las orientales do<br />

Jaimiquí ó Yamiquí (hoy Almiqui).<br />

El grupo central, el menos notable de los tres,<br />

está limitado á la serranía de Sabaneque, entre el<br />

puerto de Caibarien y el islote de Turiguanó, apellidándose<br />

con los nombres de Jumagua en su parte<br />

septentrional,Bambuanaoen su extremidad oriental,<br />

y Banacan en su centro; á la de Guamuhaya, entro<br />

el puerto de Sagua y Coabai-nacan, que se extiende<br />

hacia el Oriente hasta el monte Banao; y á la do<br />

Coabainacan (<strong>Cuba</strong>nacan, centro de <strong>Cuba</strong>), sin lomas<br />

importantes.<br />

Por último, el grupo occidental se compone de<br />

la serranía Habana, que empieza con las ¿eías de


CUBA INDÍGENA. 35<br />

Managua (bahía de la Habana), y termina con los<br />

montes de Gamarioca, hacia la punta Icaco; de lado<br />

Marien, entre las bahías del Guamo y de la Habana;<br />

y de la de Guaniguanico, desde el cabo occidental al<br />

puerto do Marien, sobre cuyas alturas domina el<br />

pan de Guajaibon.<br />

1 "na sierra secundaria, la de Camagua, que se<br />

bifurca del primer grupo por los orientales montes<br />

de Guaicanamar, se enlaza por los occidentales montes<br />

de Gunagua con el segundo grupo central; y las<br />

lomas de Sabana, aisladas al parecer entre el segundo<br />

y tercero, completan la tan aceptada teoría de<br />

una sola cordillera antillana.<br />

Para mayor claridad, he aquí un


CUADRO DE LA OREOGRAFÍA CUBANA<br />

GRUPOS<br />

SERRANÍAS<br />

PRINCIPALES<br />

SERRANÍAS<br />

SECUNDARIAS<br />

MONTANAS<br />

ORIENTALES<br />

MONTANAS<br />

CENTRALES<br />

MONTANAS<br />

OCCIDENTALES<br />

Sagua-Baracoa..<br />

ORIENTAL. .¡Macaca<br />

(Maniabo<br />

>><br />

Camagua<br />

(Sabaneque<br />

CENTRAL Guamubava....<br />

(Coabainacan....<br />

»<br />

»<br />

Sabana..,<br />

[Habana<br />

OCCIDENTE<br />

V I<br />

.Marien<br />

(Guaniguanico. .<br />

1)<br />

Jaimiquí. ..<br />

C'nnagua. . .<br />

Bamlmanao<br />

Banao. ...<br />

»<br />

y><br />

(ManaguafTr-<br />

! tctz'rfe) .<br />

Banacan.<br />

»<br />

G u a i a ib o n<br />

(Fan de)..<br />

Nipc.<br />

Tí<br />

Dumañuecos.<br />

Guaicanamar.<br />

Jumagua.<br />

»<br />

»<br />

Camarioca


CUBA INDÍGENA. 37<br />

IV.<br />

Nada más dificultoso en verdad que señalar para<br />

la isla de <strong>Cuba</strong> los sistemas oreográficos por las<br />

corrientes hidrográficas que en todos sentidos la<br />

surcan, porque parecen contrariar á menudo las leyes<br />

particulares de la ciencia geográfica, si no prueban,<br />

cosa probable, la poca exactitud de sus observadores;<br />

mas como oste trabajo no es ni puede tener<br />

el carácter do científico, que en último caso<br />

desearíamos, nos contentamos con señalar el defecto<br />

y enunciar por grupos solamente las comentes<br />

fluviales que recorren los tros grupos de serranías<br />

hasta aquí distinguidos.<br />

Primer grupo: Oriente.—Separa la vertiente meridional<br />

de la sierra de Sagua-Baracoa, y la septentrional<br />

de la de Macaca; el rio Cauto (Cauto), de sesenta<br />

leguas de curso, el mayor de la Isla, y cuyas<br />

numerosas calles ó zig-zags toman, como sus afluentes,<br />

multitud de nombres indígenas que prueban la<br />

notable población aborigen de sus riberas; y completan<br />

la vertiente occidental de la Macaca ríos tan<br />

secundarios como el Jicotea, el Yara y el Jibacoa,<br />

que desembocan entre la barra del Cauto y la punta<br />

de Casimba.<br />

Las raras estribaciones de la sierra de Sagua-<br />

Baracoa dejan en el extremo oriental tres rios principales<br />

meridionales, y tres septentrionales: los tres


38 CUBA INDÍGENA.<br />

primeros son: el Guantanamo, que muere con su<br />

afluente el Jaibo en la bahía de su nombre (17 leguas<br />

de curso), el Yateras (24 leguas) y el Sabanalamar<br />

(12); y los tros segundos son: el Toa, que desemboca<br />

con su afluente el Jiguaní en el puerto de<br />

Baracoa (20), y los de Sagua de Tanamo (22) y Mayar!<br />

(15), que concluyen en los fondeaderos de sus<br />

nombres respectivos. Además, y como secundarios,<br />

existen el Guaso con su afluente el Tiguabos (creemos<br />

que sea indígenamente Siguabos), que termina<br />

en la bahía de Guantanamo, y el Jojó, intermediario<br />

entre el Sabanalamar y el cabo Maisí; y por la<br />

costa Norte, el Nipi y el Tacajó, que forman con el<br />

Mayarí tres afluentes en tres direcciones de la mayor<br />

bahía de <strong>Cuba</strong>.<br />

En cuanto á la sierra de Maniabo, encierra tres<br />

ríos poco notables: el Yarigua ó Yariguá (de 14 leguas),<br />

el Manatí (hoy Naranjo, de 20 leguas de curso)<br />

y el pequeño Jibara [Chambas], todos de la<br />

cuenca septentrional.<br />

Antes de estudiar el grupo ó sistema central,<br />

nos parece indispensable añadir algunas palabras<br />

sobre las corrientes fluviales de la Camagua, esto es,<br />

do las primeras corrientes de enlace, donde el terreno<br />

más llano ofrece como más espacio al estudio<br />

de la hidrografía. Después del Yarigua, el centro de<br />

la cordillera antillana promedia la isla de <strong>Cuba</strong>, señalándose<br />

perfectamente con el nacimiento ó fuente<br />

de sus más importantes ríos: el Jobabo, de veinte<br />

leguas de curso, se dirige directamente al Mediodía,


CUBA INDÍGENA. 39<br />

como precisando la separación de las sierras orientales<br />

y de las montañas de la Camagua; luego, al<br />

Mediodía también, y de Oriente á Occidente, siguen<br />

el Najasá (hoy Santa Cruz), do 23 leguas de curso,<br />

los confluentes Tínima y Jatibonico [Hatibonico ó<br />

Santa Clara), de iguales dimensiones, y como intermediario<br />

del Jobabo y del Najasá, separándose de<br />

este último por las lomas de Guaicanamar, el menos<br />

notable de Tana. Al Norte, en cambio, desembocan<br />

el Saramaguan, de 20 leguas, el Gaunao, de 22, y el<br />

Yana, de 21; aparte del Sabinal (Máximo), de 20,<br />

entre el primero y segundo, y del Jiguey, de 12, entre<br />

el segundo y tercero.<br />

Segundo grujió: Centro.—El Gaunao y algunas<br />

corrientes poco estudiadas del Sur, al Occidente del<br />

Tinima y Jatibonico, señalan la conclusión de las<br />

lomas do la Gunagua y el comienzo de las sierras<br />

de Sabaneque, Guamuhaya y Goabainacan. Empezando<br />

por las dos segundas, que son las más notables,<br />

aparece el rio Sasa (hoy Zaza), con su afluente el<br />

Tuinicú (Tunicú), y el sub-afluento el Yayabo, recogiendo<br />

en su cuenca de 36 leguas los desagües de<br />

las dos vertientes que rodea por las lomas do Banao:<br />

á Oriento so desliza el Jatibonico del Sur (Iíati-<br />

Iiónico), de 25: y al Occidente el Agabama ó Manatí,<br />

de 2(3 leguas de curso, que concluyen todos en el<br />

Mediodía. Más al Occidente, inmediatos y dentro<br />

de la bahía de Jagua, terminan el Arimao, do 1 i leguas,<br />

el Gaunao ó Gaunau, de 12, y el Damují, de 18;<br />

y esto sin contar el Táyaba ó Guaurabo y el Guana-


CUBA INDÍGENA.<br />

yara entre la citada bahía y el hermoso Agabama.<br />

Limita por el Norte la serranía de Sabaneque el<br />

rio Sagua la. Grande, largo de 35 leguas, que deja<br />

á diestra mano los montes de la Jumagua; el Sagua<br />

/a. Chica, de "25, que forma la cuenca de las lomas<br />

de Banacan; y el Jatibonico del Norte, que traza en<br />

el extremo oriental la vertiente del Bambunao: y á<br />

esto se reduce la hidrografía del segundo grupo.<br />

La serranía de la Sabana comprende dos rios<br />

importantes al Sur y dos al Norte: los primeros son<br />

el Hanabana (Amarillas), que desagua en la Ciénaga<br />

de Zapata y su continuador el Jatibonico del<br />

Sur, de 15 leguas, que concluye en la ensenada de<br />

Broa; y son los segundos, do nombres indígenas<br />

desconocidos, los hoy Cruces y la Palma, de 11 y<br />

l(> leguas respectivamente.<br />

Tercer grupo: Occidente.—Empezando por la<br />

última de las tres serranías, la de Guaniguanico, so<br />

encuentra, desembocando en la ensenada de este<br />

nombro, el rio Guyaguajate, de 23 leguas de curso,<br />

el mayor del grupo occidental, que traza un arco<br />

de círculo de Norte á Mediodía: y como límite de<br />

esta parto de la cordillera el Guraguao (hoy Carraguao<br />

ó de los Palacios), con una longitud de 13 leguas,<br />

promediando á los dos el indígena Guama<br />

(dicho de las Llamadas); y por el Norte forman la<br />

vertiente septentrional el Manimaní, que roza el<br />

pan de Guajaibon, y el hoy Mantua, frontero al<br />

Cuyaguajate.<br />

En la serranía de Marien no hay más rios prin-


CUBA INDÍGENA. 41<br />

cipales que el Bacunaguas, al Mediodía de la ensenada<br />

de Majana, y los pocos notables de Bayate y<br />

Sabanalamar.<br />

La serranía de la Habana comprende por corrientes<br />

fluviales el Mayabeque (hoy Guin-es), que<br />

desagua no lejos del puerto de Matabanó y recorre<br />

un territorio de nueve leguas; y por el Norte el Gasiguaya,<br />

según Pichardo, ó Gasiguagas, según Latorre<br />

(hoy Almendares ó la Chorrera), que desemboca<br />

después de siete leguas de curso al Occidente<br />

de la bahía de la Habana: en el puerto<br />

de Yucay (Matanzas) termina también el Ganeimar,<br />

de seis leguas, y el Yumurí, de cinco, y entre las dos<br />

bahías últimamente citadas caminan libremente,<br />

los rios Bacunagua, Ganasí y Jaruco, fuera de un<br />

tercero, entre las bahías de la Habana y de Marien,<br />

que se dice de Mayanabo (Marianao).


42 CUBA INDIGENA.<br />

CUBA INDÍGENA. 13<br />

Como resumen hidrográfico, á continuación aparece el<br />

CUADRO COMPARATIVO<br />

DE LOi<br />

»RINCIPALES RÍOS DE CUBA<br />

GRUPO<br />

ORIENTAL<br />

GRUPO<br />

CENTRAL<br />

GRUPO<br />

O C C 1 I) H X '1' A I<br />

KILÓMETROS<br />

Macaca.<br />

Sagua.<br />

Ñipe.<br />

Camagua.<br />

¡GuaimihayayCoabainacan.<br />

Sabanequc.<br />

!| Sabana.<br />

I<br />

Guaiiiífuaiiico.<br />

Mai-iea y Habana.<br />

320<br />

300<br />

280<br />

360<br />

240<br />

220<br />

200<br />

180<br />

160<br />

140<br />

120<br />

100<br />

80<br />

60<br />

Cauto.<br />

[Yatcras<br />

Nagua (ile Tanaìlio)<br />

Toa<br />

Guantanamo.<br />

May ari<br />

Sabanalamar.<br />

I Xajasá-Tíninia.<br />

i Caunao (del X..<br />

¡Yana<br />

Manatí. .. I Jobabo-Sabinal<br />

) y Saram aguan<br />

Yarigua..<br />

Jiguey.<br />

asa.<br />

Agabama<br />

Jatibonico (del<br />

S.)<br />

Damují.<br />

4.1'iniao.<br />

U\mao(del<br />

S.).<br />

Sagua (la Grande)<br />

Sagua (la Chica.)<br />

Jatiguanico (del<br />

Sur)<br />

Cuyaguajate.<br />

Curaguao.


CUBA INDÍGENA.<br />

V.<br />

Dejando para el estudio de la geografía polilica<br />

los accidentes topográficos aun no descritos, vamos,<br />

como do corrida, á ocuparnos de la historia<br />

natural indígena; y valga la advertencia de que, si<br />

no se hubiera notado, carecemos por completo de<br />

intenciones pedagógicas y nos limitamos á figurar<br />

como simples estudiantes de filología americana.<br />

<strong>Cuba</strong> era poco abundante en la orden de los<br />

vertebrados, y menos que do ninguna otra clase en<br />

la de mamíferos; esta última observación so patentiza<br />

con la sorpresa que debió causarles el conocimiento"<br />

de uno de los tipos de nuestras focas, al<br />

apellidarle, como hoy se conoce, con el nombre de<br />

manatí ¡ma y nati, tiene pechos). Careciendo en absoluto<br />

do cuadrumanos, tenían por representantes<br />

de los carniceros al guaniquinaje (4), especio do<br />

perro sin ladrido que servia de alimento á los aborígenes<br />

(5), y del que acaso pudieran encontrarse algunos<br />

ejemplares en los canes jíbaros que corretean<br />

sin cesar por la manigua: y como más pequeños al<br />

mojuí ''6; y al quemí (7), cuyas terminaciones indican<br />

desde luego su numerosa prosapia. Do los<br />

roedores tenemos conocimiento por la jutía (8), dividida<br />

en dos familias, la simple jutía y la jutía<br />

arará ó blanca: por el ayre, especie de conejo de<br />

que nos habla Oviedo; y por los capromys, ratones


CUBA INDÍGENA. 45<br />

indígenas. Por último, el beorí ó beari abundaba,<br />

según los descubridores, en los veneros y en las<br />

lomas.<br />

Las aves eran más numerosas: como tipos de<br />

las de rapiña, figuraban las auras, de aspecto repugnante<br />

en tierra, pero de vuelo alto y tendido,<br />

que sorteaban los aires sin mover las alas, y la caraira,<br />

el caracarà d'Orbigny; entre los pájaros aparecía<br />

el sinsonte (9), que reemplazaba al ruiseñor<br />

europeo, el totí de pluma negra 6 irisada, el pequeño<br />

tomeguin, el biirjí ó birijí (hoy bijiril.a¡ (10), el<br />

diminuto guaní, del tamaño de una mariposa, orlado<br />

de los colores del prisma, y el oscuro guatibine (hoy<br />

pilirri); entre las trepadoras garbeaban la coa, quo<br />

cotorreaba en los bosques, el adiestrado catey y el<br />

esplendido guacamayo ó guacamaya, como nos parece<br />

mejor por la terminación; entre las gali maceas,<br />

el guanajo, el pavo europeo y el camao, especio de<br />

paloma silvestre (Gundlach); entre las palmípedas,<br />

el corúa y el guamana, especie de gansos que frecuentaban<br />

los itabos, y con ellos el biaya ó bambiaya<br />

(según las Casas), el bobo, el cayama, el guanabá<br />

y el sibí (que Poey dice equivocadamente cibi), que<br />

pertenecientes al género de las zancudas, recorrían<br />

todas las Lucayas y los cayos de Matacumbé (Caució<br />

ó Florida). Y para no alargar la descripción, veíanse<br />

á los nocturnos guabairo, siguapa y tatagua, y<br />

mil otras variedades do aves como la guanana, el<br />

guanao, el guariao, el huyuyo, el tocoró (II), y los<br />

acuáticos yayagua y yaguasa.


46 CUBA INDÍGENA.<br />

La clase más abundante de los vertebrados era<br />

indudablemente la do los peces. Además del numeroso<br />

tipo la biajaca ó viajaca, encontrábanse los<br />

marítimos guaganche, jayao, jeníguana ó jeníguano,<br />

jiguagua, jocú, macabí y sabaco, y los fluviales biajaiba<br />

ó viajaiba, dajao, guabina, guaijacon, que llamaron<br />

también guajacon ó guayacon y manjúa. Poey<br />

nos cita igualmente el bajanao; en algunas décimas<br />

populares se recuerda el agují ó aguají y el bonasí;<br />

Arratc habla del manjuarí; Gundlach reconoce el<br />

tetí del Oriente, y Pichardo completa su nomenclatura<br />

con el caguana, el cají (no cajío), el catibo, el<br />

cojínua, el guiacan, el guaso, el patao, el sesí y el<br />

siguato ó siguate.<br />

Los reptiles eran abundantísimos en el número<br />

de sus ejemplares, aunque escaseaban en la variedad<br />

de sus familias. A la célebre jiguana (higuana)<br />

(12), pueden añadirse también como culebras el<br />

majá y el jubo, el primero grande y posado, el segundo<br />

pequeño y ligero, y los dos sin defensas;<br />

como lagartos, el bayoya (13), el menudo caguayo<br />

(lagartija) y el chipojo ó camaleón; y como tortugas,<br />

el carey, de concha hoy tan apreciada, y la jicotea<br />

[hicotea) ó el europeo galápago. Y esto sin<br />

contar al caimán ó cocodrilo del país.<br />

Pero lo sorprendente en <strong>Cuba</strong> eran las grandes<br />

miríadas de la orden de los invertebrados. Leguas<br />

de costa é inmensos depósitos de caguará [concha]<br />

y de sigua (caracol), que disputaban al mangley las<br />

formaciones neptónicas; bajo-fondos oscurecidos


CUBA INDÍGENA. 47<br />

por la jaiba (cangrejo) y el maco (testácco); bosques<br />

(manigua) que debían su nombre á sus pobladores<br />

insectos (nigua); hordas do hormigas, quo levantaban,<br />

como el bibijagua ó vivijagua, extensos corros<br />

de medio metro de altura, y otros que, como el<br />

comején, rojiza como la primera negruzca, construían<br />

para su defensa caminos recubiertos, de<br />

veinte y treinta metros do longitud, con barro ó de<br />

arcilla; centenares de cucuí (cocui, cucuyo, cocuyo),<br />

que esclarecían las noches con su radiante luz de<br />

esmeralda; moscas que, como la guasasa, atacaban<br />

á los animales, y pulgas que, como el conconí y el<br />

jején, se atrevían con los naturales, y mil otras especies<br />

de insectos, como el abuje y el macao (macao,<br />

poblador do la cotorra silvestre), merecían en<br />

verdad los estudios de los mejores entomológicos.<br />

VI.<br />

La botánica, sin embargo, predominaba entre<br />

todos los reinos de la Naturaleza, por la fertilidad<br />

del suelo cubano, por la virginidad de sus terrenos,<br />

por lo caudaloso, aunque corto, de sus ríos, y polla<br />

recta oblicuidad de los rayos solares. Prescindiendo<br />

de clasificaciones científicas, y como más<br />

fácil á nuestro estudio, vamos á dividir esta nomenclatura<br />

en tres solas partos: la primera ocupándonos<br />

de sus raíces alimenticias y aprovechables; la


48 CUBA INDÌGENA.<br />

segunda relacionando sus arbustos y plantas, y la<br />

tercera y última comprendiendo sus árboles frutales<br />

y silvestres.<br />

PRIMERA PARTE.—TUBÉRCULOS.<br />

Age, hoy ñame. Se ha despreciado el nombre<br />

indígena por el africano: según Pezuela y Latorre,<br />

se cultivaba en la Isla.<br />

Gaime. Citado por Pichardo en su Diccionario.<br />

Casabí, nombre indígena, según Pezuela: por<br />

los años de 1551 al 5G se llamaba casabe, según las<br />

actas de los cabildos de la Habana; hoy se denomina<br />

cazabe.<br />

Chorote.<br />

Guaquí, especie de malanga.<br />

Malanga. La construcción de este vocablo parece<br />

más africana que indígena.<br />

Muniato, moniato, buniato ó boniato. Véase el<br />

capítulo I.<br />

Papa. Hoy patata.<br />

Yautía. Otra especie de malanga. Oviedo dice<br />

yahutía y diahutía.<br />

Yucay. Según Arrate, es el nombre indígena de<br />

la yuca.<br />

SEGUNDA PARTE.—PLANTAS Y ARBUSTOS (14).<br />

1. Bejucos.—Baracoa, bejuco, ben (de Oviedo),<br />

calaguala, cucúa,cuje, curamaguey, curujey, chayóte


CUBA INDÍGENA. 49<br />

y cherigota (frutales), gia, guacalote (especie de<br />

frijol), guaco, guaniquí óguaniquique,guauro, jaibel,<br />

jiquima ó jicama, macusey, macuey ó maguey ó baguey<br />

(del Departamento Oriental), matusey, pitijaya<br />

(pitihaya), tibisi, uví ó ubi y yabixa.<br />

2. Plantas.—Ají-jijí (axí antiguo, hoy ají) (15),<br />

anana y ananardio (frutales), bajarí (baharí ó saorí),<br />

caguaso (hoy caguazo), caisimon, caramarana, casaicaco,<br />

cojiba (cohiba, hoy tabaco), cubainicú (tal<br />

vez coabainicú),chayo, guajaca, guamina, guarico (en<br />

el Oriente), jigera (cactus), maís [malviz en Oviedo,<br />

hoy maíz), masio (junco), maya, pepú (del Oriente),<br />

quibey, quimbo, sumacará ó comecará (también del<br />

Oriente), taracaco, tuatúa (yesca indígena), tuna<br />

(cactus), bija (bixa, azafrán), yamagua y yarey.<br />

3. Arbustos silvestres.—Aba (déla isla de Pinos),<br />

anamú, bagá, bayugan (de Trinidad), bayuyo (del<br />

Oriente), bijaura, cacao, camagua, carey, cayaya,<br />

cuaba, chichicate, guacamayon, guandú ó ouandú,<br />

guaoó guau (venenoso), guaracabuya, guaraná, jagua<br />

(ó xagua antigua), jaguay, jaragua ójuragua, jayabacaná<br />

(hayabacaná), jayajabico, jiba ó jibara (marítimo),<br />

mangle ó mangley (como el anterior), maragasímar<br />

(de la isla de Pinos), nabaco, pipistey, pitajoní,<br />

siguaraya y tararey (16).<br />

TERCERA<br />

PARTE.—ARBOLES.<br />

1. Frutales y palmeras.—Aguacate, anón (antiguamente<br />

Jianon), caimito, cana, coco, corojo (pal-<br />

4


50 CUBA INDÍGENA.<br />

meras los tres últimos), chirimoya, guanábana (según<br />

Oviedo, hoy guanábana ó guanábano), guayaba Ifynayabo),<br />

güira, icaco (que se escribió hicaco), mamey,<br />

mamón, maní (maní-a, dice Oviedo: es el cacahual<br />

mejicano), manga (ó mango), miraguano, papaya<br />

(papayo), sapote (hoy zapote, es el níspero europeo),<br />

tamarindo y yaguajusta (variedad de palma).<br />

2. Maderas preciosas ó durísimas.—Ácana, arabo,<br />

caguairan, caoba (caobo), cuajaní, cúrbana (corbana,<br />

dice Oviedo), dagame, guayacan, jeniquén [heniquen),<br />

jiquí (jequi, dicen algunos), jocuma, jácaro<br />

[hucaro, jucaro de Borinquen), maboa, macaguan<br />

ó macagua, yaimiquí ó jaimiquí (no almiqui),<br />

yaití, yamaguey, yaya y yúa.<br />

3. Arboles silvestres.—Abey, aité, ajicon, arará,<br />

ateje, ayúa ó auyúa (también, según Pichardo, bayúa<br />

ó bauyúa), bagá, barí (según Noda: Fernandez y<br />

Jiménez dice baria), bibona [cachimba, según el<br />

último), bijagua, bijaguara ó bijaragua, bomininí,<br />

bucabüey, bucagüe (búcare, según otros), cabima,<br />

caguato, camagüira, caujará, caumao, cayajabo, cojoba,<br />

cupey ó copey, cuya, jigüe ó gigue (Oviedo dico<br />

hihüero, gigüero), guabano, guabico, guacacoa, guacamarí,<br />

guagari ó guaguasi, guairaje ó guairage,<br />

guairajeje, guama ó guama, guamaca, guamao ó guamaro,<br />

guana, guanani, guara, guásima (acaso el guacuma<br />

de Oviedo), guatapaná, guatiní, jabí, jamaguey,<br />

janasí, jata, jatía, jía, jicare, jigua, jobabo,<br />

jobo (antiguamente liobo), juba, jurabaina, maco,<br />

maiapi, majagua, mambá, mamoa, manajú, mije, mo


CUBA INDÍGENA. 51<br />

Turo, muruchí, najesí, ocuje, pataban ó patabanan,<br />

pijojo, ponasí, sabicú, sabina, seiba [fieiba antiguo,<br />

hoy ceiba), seibey, tagua, tojosa, yaba, yabuna, yagruma<br />

ó yaruma, yagua, yaicuaje (yaicuage), yamao,<br />

yana, yaruga y yayama, pino, según Oviedo, que so<br />

divide on dos clases: boniama ó blanca y venenosa,<br />

y yayagua, delicada de suyo (17).<br />

VIL<br />

En cuanto á los minerales que enriquecen la<br />

isla de <strong>Cuba</strong>, existen tan pocos nombres indígenas,<br />

que puede aseverarse su escaso conocimiento por<br />

los naturales del país. Fuera de las diferentes interpretaciones<br />

que se ha dado á la palabra sigua<br />

(roca, piedra calcárea, caracol, etc.) y á la palabra<br />

coco (nansú, sulfato de sal, cachimba, etc.), no recuerdo<br />

más que en Pezuela y Pichardo el nombre<br />

de chapapote (asfalto), con tanta abundancia encontrado<br />

en la bahía de Carenas (Habana) por los primeros<br />

descubridores; el de tibe (piedra granítica) y<br />

el de cuabales (piedra quebradiza), y el de caoana ó<br />

guanin (oro de baja ley), que no precisan por cierto<br />

una marcada predilección á los estudios mineralógicos:<br />

y si de geología se tratara, hemos de remitirnos<br />

sencillamente al tercer párrafo de este yá<br />

c -usado capítulo.


52 CUBA INDÍGENA.<br />

VIII.<br />

Resumiendo, como tenemos por costumbre,<br />

podemos fijar, á nuestro juicio, las siguientes conclusiones:<br />

1 . a Los indígenas de <strong>Cuba</strong> tenían conceptos bastante<br />

precisos de la situación de la isla, pero más<br />

tradicionales que históricos.<br />

2." Su tecnicismo geográfico se ampliaba al litoral<br />

y al interior del país.<br />

3.* Los nombres indígenas de sus cabos, de su<br />

oreografía y de su hidrografía, manifiestan el conocimiento<br />

exacto del país en que vivían.<br />

Y esto en cuanto á su geografía física; en cuanto<br />

á su historia natural, puede sostenerse:<br />

1.° Una preferencia marcadísima hacia la clase<br />

de los Vertebrados, puesto que siendo más numerosos<br />

los Invertebrados, son los que menos se conocen.<br />

2.° Un estudio, más detenido que á los demás<br />

reinos, hacia la ciencia botánica; y<br />

3.° Una completa indiferencia hacia la mineralogía.<br />

Como consecuencia de todo, nos atrevemos á sustentar<br />

el siguiente principio: los indígenas cubanos<br />

sabían algo, muy poco, del exterior, poro proferían<br />

á su país ante todo; su predilección á la botánica, y


CUBA INDÍGENA. 53<br />

el que colocaran en segundo lugar á los Vertebrados,<br />

prueba una alimentación esencialmente frugívora,<br />

modificada algo más tarde por las inclinaciones<br />

carnívoras, bastante bien precisadas, como veremos<br />

en el siguiente capítulo (18).


CAPÍTULO III<br />

Etnología y geografía política.<br />

Caracteres fisiológicos.—Sociabilidad. Bases materiales: trajes<br />

ó atavíos, habitaciones, utensilios, alimentación, arte culinario,<br />

número de los habitantes.—Sociabilidad. Costumbres: la<br />

vida indígena, ocupación.'S, cultivo, distracciones, el baile, el<br />

.juego de pelota y el tabac—Sociabilidad. Bases morales: leyes,<br />

tradiciones, principios morales, religión, comercio y familia.—<br />

Historia y política indígenas: los cubanos no eran naturales<br />

de la Isla, de donde procedían; arqueología, principios políticos,<br />

sus tribus y clases sociales.—Resumen.<br />

I.<br />

Nada más fácil de precisar que los rasgos fisionómicos<br />

de los naturales de <strong>Cuba</strong>, porque han quedado<br />

fijados con tan indelebles caracteres por nuestros<br />

primeros historiadores, que pudieran reconocerse<br />

entre las demás razas humanas, si no hubiera<br />

desaparecido casi por completo aquella curiosa<br />

y primitiva tribu americana. Y adelantando un conocimiento<br />

que ha de darnos motivo para emborronar<br />

otro opúsculo, puede desde luego asegurarse<br />

la identidad reconocida de los indígenas que ocupaban<br />

todas las Lucayas, sin más que fijarse en las<br />

descripciones do los habitantes de Guanahaní ó Gua-


56 CUBA INDÍGENA.<br />

naharí, de Coabaí ó <strong>Cuba</strong>, de Haití ó Haytí y do Boríquen<br />

ó Borinquen (1).<br />

Eran, pues, los naturales de <strong>Cuba</strong> de ojos vivos,<br />

grandes, pero algo turbio lo blanco de sus ojos,<br />

como dice nuestro buen cronista Oviedo; de frente<br />

ancha y aplastada; de nariz gruesa y de ventanas<br />

muy abiertas; de pelo negro, cerdoso, largo y lacio,<br />

que nó rizado, y de mala y dañada dentadura; pero<br />

con todo esto no tenían muy desagradable fisonomía,<br />

debido acaso á la generalidad de su carencia<br />

de barba (2).<br />

Eran de regular estatura, no tanto como la de<br />

los españoles de aquellos tiempos, pero de proporcionada<br />

medida. Su color tiraba á cobrizo ó de lora,<br />

como escribía el historiador mencionado, sin tocar<br />

en guajamon (color aceitunado): es decir, que era<br />

más pálido y oscuro que el de sus hermanos de la<br />

Costa Firme. Y como so comprimían la frente y el<br />

occipital al nacer, señalábanse una cabeza más ó<br />

menos cónica, como de un ídolo egipcio (3).<br />

Ahora, si después de repetir lo que en otros<br />

autores se ha leido, podemos permitirnos una pequeña<br />

digresión sobre los naturales de <strong>Cuba</strong>, diremos<br />

lo que nuestros ojos han visto en el Departamento<br />

Oriental, único centro donde todavía nos<br />

quedan algunos de los indígenas cubanos; y porque<br />

nos secunden ó examinen los que critiquen la obra,<br />

deben citarse como poblaciones de aborígenes la<br />

pequeña aldea del Guamo, á diestra mano del Cauto:<br />

la del Caney, á una hora de Santiago de <strong>Cuba</strong>, y las


CUBA Ii\DÍGENA. 57<br />

lomas de Yateras, sobre todo, en la jurisdicción de<br />

Guantánamo.<br />

Consignamos, pues, que los tipos estudiados<br />

correspondían en muchos de sus caracteres con lo<br />

que llevábamos leido, pero con las modificaciones<br />

naturales que cuatro siglos producen. Son de estatura<br />

menguada, aunque de formas perfectas; más<br />

gruesos que flacos, sin señalárseles gordura, y<br />

libres los miembros, sin que á la agilidad nunca<br />

toquen; sus ojos son negros y expresivos; su nariz<br />

no muy chata, pero sin tendencia á la helénica; sus<br />

cabellos espesos, no en rizos tampoco, pero brillantes<br />

y oscuros; la frente espaciosa y atablada; la boca<br />

entreabierta por una incierta sonrisa, y el color<br />

como do cobre y de oro, cuando están aleados, pero<br />

de un mate tan blanco como el que produce una<br />

sombra. Y esta es nuestra descripción, por si pasa.<br />

II.<br />

Iban los tales desnudos, pero pintaban sus cuerpos<br />

de diferentes colores, que extraían de las raíces<br />

ó resinas ó aceites vegetales, ó bien de sus aguas<br />

minerales, que no escaseaban por cierto. Los hombres,<br />

sólo como tendencia de mando, adornaban<br />

sus frentes de diversas plumas de aves, ó colocaban<br />

en sus narices ú orejas ó labios piedras, conchas,<br />

caracoles, zarcillos, patenas y joyas de oro; las mujeres<br />

usaban camisetas y mantas do colores, de al-


58<br />

godon, para cubrir sus pechos y sus cabezas; y<br />

cuando eran casadas, llevaban las primitivas naguas<br />

(de donde vino el castellano enaguas), que eran<br />

unas hojas de plátano ó un tejido de la misma hebra,<br />

ceñido de por medio á la cintura; por cierto<br />

que de sus mayores ó menores dimensiones se diferenciaba<br />

la clase á que estas señoras pertenecian,<br />

porque si figuraban entro el vulgo, no les pasaba<br />

de la mitad de la pantorrilla, y si entre los casiques<br />

figuraban, iban á limitarse hasta el empeine, como<br />

nos dicen nuestros buenos cronistas españoles.<br />

Tenian por habitaciones unas chozas, que se<br />

clasificaban según la figura, las dimensiones y la<br />

importancia de los naturales que cobijaban; por su<br />

figura se distinguían en bujío (buhío, bojío, bohío),<br />

que eran de formas elípticas y cuadriláteras (en<br />

Haití se llamaban eracras), y en caney, que eran de<br />

forma de pabellón; por sus dimensiones se diferenciaban<br />

en baqueque, sinónimo, según Pezuela, de<br />

bujío ordinario, y en bajare ó bajarate, que era, según<br />

Pichardo, un bujío grande; y por la categoría<br />

de sus habitantes, señalábanse por jubo, la que indicaba<br />

una última pobreza, según algunas canciones<br />

guajiras: por conuco, la que implicaba una cabana<br />

agrícola, y por cansí (canci antiguo, hoy canci),<br />

el que figuraba como el palacio del casique.<br />

Todas, en cambio, se construían de yagua ó jagua,<br />

que entrelazaban por arique (la tira de una yagua),<br />

cabuya (cordel delgado) ó bayabe (cuerda fuerte de<br />

bejuco), y techadas exteriormente porelbijao (bihao)


CUBA INDÍGENA. 59<br />

ó por el guano, resto de hojas, corteza, etc., que se<br />

desprendían do las palmas (4); y sólo algunas, las<br />

principales, se destacaban por la barbacoa, especie<br />

de almacén elevado ó de corredor exterior.<br />

Los artículos de primera necesidad eran sus armas<br />

de guerra y do caza, sus utensilios domésticos y sus<br />

barcos de pesca. Como armas figuraba la macana,<br />

maza de madera dura y labrada, de la altura de un<br />

hombre y de dos ó tres dedos de anchura, con dos<br />

filos agudos y que concluía poruña manija; el dardo<br />

arrojadizo, que remataba por huesos aguzados, y el<br />

arco y las flechas, que terminaban en un arete de<br />

pescado, y eran de madera dura y fibrosa, como la<br />

palma, el jiquí y el jucaro, de modo que so enconaran<br />

y extrajeran en astillas, encerradas en su correspondiente<br />

carcaj. Como utensilios domésticos se<br />

contaba la jamaca (hamaca) ó lecho colgante, tejido<br />

do algodón en forma do red, de diez á doce palmos<br />

de largo y do mayor ó menor anchura, sostenida<br />

por jicos [hicos) ó jeniquén (heniquen), que así se<br />

llamaban sus ramales de cabuya; el búrerr, una como<br />

horquilla circular, donde so preparaba el casabí (casabe,<br />

cazabe); el duho ó duchí, asiento ó tronco labrado<br />

que representaba animales y objetos do bastante<br />

gusto y labor; varias clases de cestas para<br />

guardar los comestibles, como la jaba (hava, según<br />

los antiguos), larga y estrecha, trenzada de yagua ó<br />

de yarey (5); el jabuco, su diminutivo; el macuto, saco<br />

do algodón, y el sebucán, saquito de guano, según<br />

Pichardo; cantidad de piedras afiladas ó cortantes


60 CUBA INDÍGENA.<br />

para agujerear sus naves y labrar los semi y los<br />

duchí y las gigüeras (gihueras, hihueras), que servían<br />

de platos y de fuentes. Por último, como barcos<br />

que empleaban pueden distinguirse dos clases, para<br />

navegar por los rios y para garbear por los mares:<br />

eran de los primeros la puntiaguda canoa, que. llamaban<br />

los caribes piragua, y el pequeño cayuco;<br />

y eran de los segundos el que se nombra todavía<br />

guadaño ó la europea chalupa, y el que también conocemos<br />

con el nombre de guairo; pero todos se<br />

construían de una sola pieza, manejados casi todos<br />

por nahes (acaso najes) ó remos, y á veces, especialmente<br />

el último, de tan raras dimensiones, que embarcaban<br />

hasta ciento cincuenta hombres, como la<br />

que vieron los compañeros de Colon hacia la hoy<br />

Punta de Muías.<br />

Su alimentación era naturalmente herbívora,<br />

aunque no prescindian de la carne; no sólo los tubérculos<br />

y frutales que hemos citado, sino que también<br />

algunas médulas de arbustos y árboles, les<br />

servían de sosten ásu estómago: y no de otra manera<br />

podemos explicarnos las alimentaciones europeas<br />

que hemos todos presenciado en la campaña de<br />

<strong>Cuba</strong>. Rocogian la güín (varilla) del maís (maíz) (6)<br />

y desprendían su cosuba (cozuba, película) para<br />

preparar las tortas de peopao (7); con el guayo (rayador)<br />

trituraban el yucay (yuca), le prensaban, esprimiéndole<br />

por el jibe (tamiz) hasta soltar el jugo,<br />

y cocian el bagaso (bagazo, parte filamentosa) sobre<br />

el burén circular, para obtener el casabí (Urrutia)


CUBA INDÍGENA. 61<br />

en tortas de catibía (Latorre); y del naiboa (guarapo<br />

ó jugo) sobrante, de que hoy se hace almidón, destilaban<br />

la bebida alcohólica del cusubí ó veycosí<br />

(Oviedo). Por lo que se refiere á su alimentación<br />

carnívora, basta referirnos á algunos de sus mamíferos,<br />

como el guaniquinaje, que en otro capítulo<br />

hemos citado, y á la jutía; á la mayor parte de sus<br />

aves, y naturalmente á las que figuraban entre los<br />

grupos de gallináceas, palmadas y zancudas, si no<br />

se comían sus loros domésticos; á las numerosas<br />

familias de sus peces, y á ciertos reptiles, como el<br />

jiguana, que era, por lo que dice Pczuela, su manjar<br />

predilecto. Además, según Arrate, comían también<br />

las tortugas y las grandes arañas; según Urrutia, las<br />

culebras (8) y gusanos que se producían en las maderas<br />

putrefactas, y según Valdés, las raíces y los<br />

granos que encontraban á su paso (9).<br />

En cuanto á sus preparaciones culinarias, no les<br />

faltaba por cierto una cocina semi-salvaje. Encendían<br />

el fuego con tres palos más ó menos largos,<br />

dos ligeros y unidos horizontalmente por las extremidades,<br />

y frotado el tercero muy recio sobre la<br />

unión de los otros dos, acaso sobre la planta del<br />

tuatúa (yesca), hasta levantar caguanetaso ó caguanete<br />

(pavosas).<br />

Preparaban el maís machacándole con una piedra<br />

cóncava, de dos á tres palmos de longitud y de<br />

uno y medio á dos de latitud, sobro otra piedra redonda,<br />

humedecida en ciertos y determinados intervalos:<br />

obtenida la pasta, ciábanle la figura de un


62 CUBA INDÍGENA.<br />

bollo, de dos ó tros dedos do anchura, que recubrían<br />

con hojas y lo cocían herméticamente encerrado,<br />

para dejarlo enfriar un momento y comerle<br />

caliente, colocándole de nuevo al rescoldo; preparaban<br />

la yuca, una vez bien raspada, con unas conchas<br />

de almejas, rayándola perfectamente con piedras<br />

y arrojándola en un lagar preparado: y metiéndola<br />

luego en un sebucán de diez á doce palmos<br />

de altura, que suspendían de unas piedras para que<br />

soltase todo el jugo y quedase únicamente la pasta:<br />

y la pasta la llevaban al burén de barro, que recubrían<br />

herméticamente de la misma sustancia, removiéndola<br />

con unas tablillas á propósito hasta que,<br />

bien asada y puesta al sol, se dejaba como decantar<br />

uno ó dos dias: y al zumo extraído se le daban algunos<br />

hervores hasta reducirlo como á la tercera<br />

parte, y después de dejarlo dos ó tros dias al sereno,<br />

tornábase en dulce: y aun cocido de nuevo y<br />

puesto do nuevo al sereno, cambiábase en agrio y<br />

servia como de vinagre; y en cuanto al aje, los cocían<br />

y asaban, que era como estaban mejor. Por lo<br />

que á las carnes so refiere, las secaban á los rayos<br />

del sol, cuya operación denominaban boocan, de<br />

donde procedió la palabra boocaneros, sinónimo en<br />

la lengua francesa de la sajona ¡ilibusteros, y guardaban<br />

de esto modo la cobija (cobiha), que conocemos<br />

en el dia con el nombre de tasajo. Y por lo que<br />

toca á los pescados, nos dicen los primeros viajeros<br />

de Cuija, Sebastian Ovando y Alonso de Ojeda, que<br />

los encontraban en depósitos preparados con cieno


CUBA INDÍGENA. 63<br />

y yagua, cieno que juzgamos fuera la ceniza del<br />

mismo arbusto, que sirve efectivamente para conservar<br />

los comestibles por sus buenas cantidades de<br />

salitre. Por último, tenían depósitos naturales de<br />

sal común, ó la destilaban cociendo el agua del<br />

mar; la bija les servia de azafrán, y de excitante<br />

el ají-jiji.<br />

Conocidos los atavíos, habitaciones, utensilio,<br />

alimentación y arte culinario de los primitivos cubanos,<br />

fácil es tener una idea bastante aproximada<br />

de su hogar domestico: de modo que, agregando á<br />

lo dicho que sus cabanas contenían de dos á 200<br />

vecinos, y que los pueblos se componían de cinco<br />

á 50 cabanas (como se consigna en la correría de<br />

Torres y Jerez, los compañeros de Colon que primero<br />

viajaron por <strong>Cuba</strong>), se puede desde luego proceder<br />

al estudio de la población aborigen. Bartolomé<br />

do las Casas fué el más antiguo de los escritores<br />

peninsulares, que fijó en 200.000 el número<br />

de los habitantes, y Arrate, el primero también de<br />

los escritores isleños, supuso que no excedían de<br />

300.000. Cristóbal Colon,.sin que precisara número,<br />

se limitó á trascribir que el mayor villorrio no subia<br />

de 50 casas, si bien creia que en cada una de ellas<br />

se juntaban muchas personas (10); y sus mencionados<br />

compañeros corroboraron que en muchas<br />

chozas vivía un linaje, informando que en una aldea,<br />

á 22 leguas de Baracoa, hallaron hasta 1.000 individuos<br />

distribuidos en 50 viviendas, así como más<br />

tarde Ovando y Ojeda tropezaron en Gaonao (hev


64 CUBA INDÍGENA.<br />

Sancti-Spíritus) con 1.000 personas sentadas enla<br />

plaza pública y 500 en un solo tugurio, lo que hace<br />

suponer un vecindario un tanto excesivo; pero como<br />

estos caseríos distaban de 20 á 40 leguas del punto<br />

de su partida y de unos á otros lugares, si dividimos<br />

la superficie total de la Isla, ó séanse 3.900<br />

leguas cuadradas, por la distancia intermedia, ó<br />

séanse 30, y multiplicamos el resultado por el término<br />

medio del censo municipal, ó séanse 1.500 vecinos,<br />

se encontraría el solo total de 195.000; y<br />

aunque Urrutia nos dice que la provincia do Bayamo<br />

encerraba 7.000 habitantes, y si ha de seguirse<br />

á Latorre habia 31 provincias, y por tanto 217.000<br />

naturales, debe descontarse de esta cantidad: 1.°, la<br />

indecisión del autor, que se apoya en un se dice;<br />

2.°, el que la figura como la más poblada, y 3.°, el<br />

que, según todos los autores contemporáneos, el<br />

mejor cultivado y el más numeroso en caseríos era<br />

el Departamento Oriental. Oreemos por todo esto<br />

que la población de la Isla no llegaba ni con mucho<br />

á 200.000 almas (11).<br />

III.<br />

Como principio del estudio que sobre la sociedad<br />

indígena nos proponemos realizar, vamos á<br />

compendiar todo lo que ha llegado á reconocerse<br />

sobre la vida particular de este pueblo en las tres<br />

fases naturales de nacimiento, casamiento y muerte


CUBA INDÍGENA. 65<br />

individual. Del nacimiento no se tiene otra noticia<br />

que esa depresión particular de la frente del recien<br />

nacido, é ignóranse por completo los móviles de semejante<br />

conducta. Sobre el matrimonio conócese<br />

desde luego que imperaba la poligamia, tanto mejor<br />

admitida, cuanto que no se concibe de otra manera<br />

la aglomeración de aborígenes en una sola casa:<br />

por cierto que en la celebración de esta ceremonia<br />

ocurría, á decir de nuestros buenos cronistas, el que<br />

antes de que tomara posesión el verdadero marido,<br />

yacieran con la mujer todos los que pertenecían á<br />

su respectiva clase; es decir, que si era de los plebeyos,<br />

los plebeyos la forzaban antes, y si entre los<br />

casiques distinguíase, primero la gozaban los agenos<br />

casiques; y luego, dice Oviedo, salía ella, sacudiendo<br />

el brazo, el puño cerrado y alto, y diciendo<br />

en alta voz: manicato, manicato, que quiere decir<br />

esforzada y fuerte y de grande ánimo, cuasi loándose<br />

que era valerosa y ¡jara mucho (12). Esta circunstancia<br />

tenemos para nosotros que no ha sido<br />

bien interpretada, y que en vez de una franquía de<br />

la mujer, sería acaso como una prueba de fuerzas,<br />

los unos pretendiendo disfrutarla y ella resistiéndoles;<br />

pero cualquiera que sea el verdadero valor<br />

de este pasaje, es lo cierto que cada indígena poseía<br />

todas las mujeres que podia mantener, una favorita<br />

entre todas, pero ninguna compañera del hombre;<br />

y que las tomaban ó dejaban según buenamente<br />

querían, prueba de una unión natural sin intervenciones<br />

sociales. Y en cuanto á la muerte, no cono-<br />

5


CUBA<br />

INDÍGENA.<br />

cian otra cosa que la sepultura ordinaria: al morir<br />

un casique, le acompañaban de grado ó por fuerza<br />

algunas de sus mujeres, y envolvían herméticamente<br />

el cadáver en bandas de algodón ó de yagua;<br />

sentado en su duchí, y rodeado de alhajas y tortas<br />

de casabí y de frutas y conservas, encerraban al<br />

muerto y á las vivas en una casamate de madera y<br />

retama; y sobre la fosa se cantaba y bailaba por<br />

quince dias ó veinte, y honrábanlo los vecinos casiques<br />

y repartíanse después sus riquezas.<br />

Aunque los indígenas cubanos eran de una indolencia<br />

extremada, porque consideraban el trabajo<br />

como un sacrificio y no más, no dejaban de tener<br />

sus ocupaciones precisas, si bien las más graves y<br />

penosas eran desempeñadas casi siempre por las<br />

pobres mujeres. Ellos iban á la caza y á la pesca y<br />

en busca del guanin ó caoana (oro de baja ley), que<br />

recogían en sabana (savana) ó arcabuco (boscaje de<br />

árboles); la caza la verificarian con la macana y el<br />

arco y las flechas, y debia ser muy reducida por la<br />

escasez de mamíferos; la pesca, más importante de<br />

suyo, se realizaba unas veces á solas y otras acompañados<br />

ó en conjunto, ora por medio de redes<br />

(Colon, Segundo viaje), y ora por medio de caña, y<br />

ora por medio de corales y do una especie do bejuco,<br />

queso decia baigua ó baygua (Oviedo, Historia),<br />

cuando no envenenaban el pescado con ciertas<br />

plantas ó filtros: para el manatí empleaban el guaicán<br />

ó sucet, que llamaban los españoles el reverso,<br />

y ahora se dice la remora (Humboldt, Ensayo ci-


CUBA INDÍGENA. 67<br />

tado), y para la jicotea las viraban y dejaban patalear<br />

á su antojo. Ellas, en cambio, cultivaban los<br />

campos (.Vbbad) en la forma y manera que luego<br />

diremos, sobre todo por la parte do Santiago de<br />

<strong>Cuba</strong> (Pozucla); tejian el algodón para las jamacas,<br />

las naguas y las bandas y las redes; trenzaban la<br />

jaba, el jabuco, el macuto y el sebucán, y encendían<br />

al fuego y realizaban sus operaciones culinarias en<br />

la forma y manera que hemos circunstanciado. Lo<br />

que se ignora todavía es si por la mujer ó el hombre,<br />

ó ambos unidos, se trabajaba en sus construcciones<br />

y utensilios todos, algunos, como el duchí y<br />

el semí, de que luego hablaremos, perfectamente<br />

labrados, y los demás en el primitivo período del<br />

arte.<br />

Hemos prometido hablar como de paso sobre el<br />

cultivo de los indígenas cubanos, y expondremos<br />

sencillamente la descripción de Oviedo. Los naturales<br />

conocían dos géneros de plantaciones: la de<br />

estaca y la de semilla, destinando la primera para<br />

la yuca, el aje y la yahutía, y dedicando la segunda<br />

para el maís, pero preparando de todas maneras la<br />

sementera con la quema de los tallos de la planta<br />

que iba á reproducirse. Plantábase la yuca con la<br />

luna nuewi, y en seis, ocho ó diez trozos medio descubiertos,<br />

sobre la superficie aplanada de unos montecillos<br />

de tierra á la altura de la rodilla y de ocho<br />

á diez pies en redondo; y lo mismo sucedía con el<br />

aje, sólo que los trozos no pasaban de cinco á seis<br />

y lo mismo con la yahutía: y eran recogidos todos


68 CUBA INDÍGENA.<br />

por medio de la coa ó de la azada indígena. Sembrábase<br />

el maís en tierra previamente humedecida<br />

y al principio de la luna, y por hileras de cinco á<br />

seis aborígenes, que á distancia de un paso removían<br />

la tierra con sus enormes macana-s y arrojaban<br />

en agujeros de tres á cuatro dedos do profundidad<br />

de cinco á seis granos de la gramínea, extraídos<br />

de un sebucán que les colgaba de la garganta,<br />

recubriendo inmediatamente con las plantas de<br />

sus pies los protectores agujeros, y caminando siempre<br />

en fila; luego, una vez bien crecido, colocaban<br />

una guardia de muchachos, levantados sobre unas<br />

barbacoa-s de madera ó de caña. Y á esto limitaban<br />

su cultivo, y á esto sus más que indolentes ocupaciones.<br />

Estas ocupaciones estaban do sobra compensadas<br />

con las distracciones que se permitían, que<br />

eran una á una su predilección por el bailo, por<br />

el juego de la pelota y por el que llamamos tabaco.<br />

Era el primero el más generalizado placer do los<br />

indígenas cubanos, porque lo definían y diferenciaban:<br />

y le llamaban cariaco como sinónimo de despreciativo,<br />

y areito cuando estaba ordenado, como<br />

luego veremos, y guateque cuando era bullicioso y<br />

atronador; porque procediendo de guata ó *lo oreja,<br />

á ella ha de referirse por desordenado y discordante;<br />

y acaso el canto do la guaracha y el rayado güiro,<br />

que en el ahora se emplean, provengan de admitirse<br />

por ellos en cierta clase de bailes. Era el juego<br />

de la pelota de tanta importancia como el baile,


CUBA INDÍGENA. 69<br />

porque lo llevaban á la plaza y le llamaban bato, y<br />

dieron su nombre á los primeros vecinos diciéndoles<br />

pobladores del juego ó batey, que aun se dice;<br />

y de bato proviene batea, que es una tina de madera,<br />

de modo que se prueba lo circular de aquel<br />

juego. Y era el fumar, más que gusto, una especie<br />

de vicio, como luego veremos. En cuanto á otras<br />

distracciones, sí tenían: y era el viajar una de ellas,<br />

como se acentúa en la palabra guacabina ó provisión<br />

do viajo; varios juegos de manos, porque existia<br />

un tablero ó caja de yagua, que se dijo cataure, el<br />

nombre de guanajay, un juego para nosotros desconocido,<br />

y la palabra guabino, término de otro<br />

juego, al parecer de Pichardo; y algún que otro escándalo<br />

(prueba por otra parte de sus principios<br />

morales), cuando so conocía la palabra bayrú, que<br />

sintetizaba una casa ó un centro de prostitución.<br />

Los historiadores españoles nos permiten circunstanciar<br />

cada una de estas distraecciones, y empezamos<br />

con este objeto por el areito ó areyto, que<br />

asumía el doble carácter de sor una leyenda bailable<br />

ó un bailo histórico (13). Oviedo nos describe<br />

minuciosamente el tambor con que se acompañaban,<br />

que era un tronco de un árbol cerrado por<br />

todos lados y con dos pequeñas extrías paralelas,<br />

unidas por una perpendicular intermedia en una de<br />

las caras circulares del tronco, y ala parte inversa<br />

una abertura cuadrilátera, por donde iba extrayéndose<br />

la médula y la albura; y aun llega á decirnos<br />

que se tocaba directamente sobre estas extrías, apo-


70 CUBA INDÍGENA.<br />

yándolo sobro el agujero de referencia: de modo,<br />

que se diferenciaba esencialmente do todos los<br />

tambores conocidos, porque éstos resuenan sobre<br />

la parte rectangular, y por.la circularlos indígenas.<br />

El areito se cantaba y bailaba por hombres solos, 6<br />

por mujeres solas, ó por vírgenes únicamente, ó por<br />

ambos sexos, ó por una clase ó estado, ó por todo<br />

un pueblo; pero siempre interpretaban un hecho<br />

memorable, general ó particular, ya fuese batalla 6<br />

vencimiento de enemigos, ó ya fuese casamiento ó<br />

muerte de un casique. La persona que guiaba la<br />

danza entonaba la novela relatora, llevando el compás<br />

con contorsiones y gestos y movimientos de<br />

pies, que repetían detalladamente en voz y en acciones<br />

los aborígenes todos, agarrados do la mano 6<br />

enlazados del brazo; y cuando alguno se cansaba 6<br />

terminaba la historia, lo sucedía otro guía y un<br />

nuevo recuerdo; y así pasaban las horas y á veces<br />

los días, y bebían en tanto, y apartaban sin interrumpirse<br />

á los ebrios, hasta que cansados do beber<br />

y de bailar se concluía la broma y los cantares<br />

aquellos.<br />

El juego de pelota ó el batey, se verificaba igualmente<br />

por las mismas personas que el areito, salvo<br />

que las mujeres casadas, por principales que fuesen,<br />

llevaban para solo este acto la nagua corta de<br />

las mujeres del vulgo; y no únicamente se celebraba<br />

en el bato ó plaza pública, sino que también en las<br />

salidas de los caminos, limitados de todas maneras<br />

por los jueces del campo, que tomaban asiento en


CUBA INDÌGENA. 71<br />

los duchí ó en el duho, como se lo quiera llamar.<br />

Era la pelota maciza, pesada aunque esponjosa, fabricada<br />

de sustancias vegetales, que le daban un<br />

color oscuro después de cocida y perfectamente redondeada;<br />

y á pesar de su composición, ni se pegaba<br />

á las manos, ni dejaba de saltar tan bien ó<br />

mejor que las de viento: de modo que creemos, sin<br />

la más levo duda, que de estas preparaciones hayan<br />

provenido nuestras actuales pelotas macizas, que se<br />

desconocían, á nuestro juicio, con anterioridad al<br />

descubrimiento de América. Dividido el campo en<br />

dos bandos contrarios, toda la gracia consistía en<br />

arrojar la pelota fuera de una línea marcada, corriéndola<br />

do uno en otro jugador sin intervención de<br />

la mano y dándola sólo con la cabeza ó el hombro,<br />

ó el codo ó la rodilla, pero más generalmente con la<br />

cadera, hasta que dejaban de tocarla y paraba; y<br />

entonces señalábase la victoria con una raya, y<br />

volvían á empezar nuevamente, hasta que completaban<br />

la apuesta.<br />

Por último, encuéntrense del mismo modo detalles<br />

sobre su manera de fumar, que no era por<br />

cierto la europea. Dice Oviedo, á quien seguimos<br />

en todas estas descripciones (14), que la pipa de<br />

que se servían, llamada por ellos tabac ó tabaco (y<br />

no la planta, como ya entonces equivocadamente<br />

se decia), era de dos clases diferentes: una, la más<br />

vulgar, que parecía un simplo canutillo, y la otra,<br />

de un tercio de pulgar de anchura, que consistía en<br />

una caña hueca ramificada en dos partes ó caño-


72 CURA INDIGENA.<br />

nes, pero de una sola pieza. Antes de fumar se solia<br />

beber, y aspiraban después el humo del eojiba ó cohiba,<br />

bien por la boca, como en el primer caso sucedía,<br />

ó bien por las narices, sirviéndose al efecto<br />

de los dos cañones del segundo tabaco ó pipa, hasta<br />

quedar aletargados ó dormidos con las consecuencias<br />

singularísimas, por lo parecido, del opio chinesco.<br />

Y esta semejanza se comprueba con mayores<br />

datos cuando, al decir del mismo historiador,<br />

se tomaba generalmente para olvidar los dolores<br />

materiales y evitar las vascas de la borrachera.<br />

IV.<br />

r<br />

Estudiadas en esta forma sus costumbres, podemos<br />

pasar desde luego al examen de los demás<br />

caracteres etnológicos, ocupándonos' de sus leyes,<br />

de sus tradiciones, de sus principios morales, de su<br />

religión, de su comercio y de su familia. En cuanto<br />

á sus leyes, conocemos tres únicamente: una relativa<br />

á la sucesión, otra al matrimonio y la tercera<br />

esencialmente penal. Heredábase, dice Oviedo, el<br />

señorío (que no los bienes y alhajas, como tenemos<br />

manifestado) por el hijo mayor de cualquiera de<br />

las mujeres que poseía el casique, y á falta de éste,<br />

por el hijo ó hija mayor de su hermana, temiendo<br />

acaso, como satíricamente escribe nuestro buen<br />

cronista, una inseguridad en la herencia si se concedía<br />

el cacicado al hijo ó hija mayor de su her-


CUBA INDÌGENA. 73<br />

mano; pero este poder colectivo no llegaba á manos<br />

del sobrino ó sobrina directos si existía un hermano<br />

del casique muerto que fuera por parto del padre,<br />

si del padre procedía la herencia ó si existiese pariente<br />

más inmediato de la madre, si la herencia<br />

viniese do la mujer. Por lo que al matrimonio se<br />

refiere, según el mismo historiador, tcnian por costumbre<br />

no casarse con su madre, ni hija, ni hermana,<br />

ley profundamente moral en un pueblo esencialmente<br />

primitivo. Y el delito que castigaban con<br />

la muerte por el hambre y el empalamiento era el<br />

del robo más insignificante. De suerte, que no dedicados<br />

al canibalismo, ni al envenenamiento de<br />

sus armas, ni á los azares de la guerra, ni á las pasiones<br />

incestuosas, tenían por únicos defectos la<br />

indolencia y la lujuria, naturales por otra parte<br />

bajo el ardiente sol de los Trópicos.<br />

Y entramos de lleno en la parte más importante<br />

de nuestro estudio; en sus tradiciones. Tenían, dice<br />

Pezuela, indicios del dogma cristiano, de su primitivo<br />

estado de inocencia, de una inundación de<br />

la que pudo salvarse una sola familia y de una construcción<br />

elevada por el orgullo del hombre y anonadada<br />

por los dioses. Urrutia añade que la tradición<br />

del diluvio habia sido llevada por tres únicas<br />

personas venidas de diferentes partes, y que la detallaban<br />

en el viejo constructor do la nave, con la<br />

reunión de los animales de toda especie, con el<br />

cuervo y la paloma mensajeras, con el vino destilado<br />

por Noé y con la burla y la sentencia de sus


74 CUBA INDÍGENA.<br />

dos hijos; añadiendo por marcada intención provincial<br />

que, según los indígenas, procedían del hijo<br />

bueno que se desprendiera de la capa y el sayo, y<br />

que eran los españoles sucesores de aquel hijo maldecido<br />

que se quedara vestido y á caballo; rara<br />

afirmación en un aborígene, cuando estos animales<br />

llegaron con los conquistadores. Todo esto, que<br />

descansa en las suposiciones de Herrera, las Casas<br />

y Oviedo, y no en el relato de los que descubrieron<br />

el litoral, que es la única manera de que no se confundieran<br />

los hechos, probaria á lo sumo una predicación<br />

anterior por esos tres personajes misteriosos:<br />

lo único que puede admitirse en buena crítica<br />

es que desde la isla Guanahaní se conocía á la Reina<br />

de las Antillas; que colocaban los cubanos hacia el<br />

Norte las fantásticas islas de Binimí, y miraban el<br />

mismo Septentrión como la residencia de su Dios;<br />

que desde el puerto de Baracoa llegaba á circunstanciarse<br />

la provincia de Coabai-nacan; que en algunos<br />

cacicados del Centro se reconocía que era<br />

una isla, pero de tales dimensiones, que nadie viera<br />

su término, y que en otros más occidentales se desconocía<br />

hasta la primera condición; y que, por último,<br />

no sólo era saludado Haití con el nombre de<br />

Bohío, que no precisaba por cierto su habitalidad,<br />

sino la configuración cuadrilátera que tiene la segunda<br />

de las Antillas, sino que también se precisaban<br />

sus gobiernos interiores, cuando señalaban<br />

desde el Oriente de <strong>Cuba</strong> la provincia ó el reino de<br />

Sibao (fíbao luego, modernamente Cibao): y de


CUBA<br />

INDÍGENA.<br />

estas solas tradiciones geográficas pueden lógicamente<br />

deducirse verdaderas consecuencias históricas.<br />

Pero vamos á estudiar, antes de su historia, los<br />

conceptos morales y la religión que manifestaban.<br />

Es indudable que creían cr. un solo Dios, Baganiona,<br />

á decir de algunos cantos populares (15), y en<br />

un espíritu maligno que, según Pichardo, se denominaba<br />

Mabuya (16); y por consecuencia, creían en<br />

la inmortalidad del alma y en los premios y castigos<br />

de la otra vida. Urrutia, Valdés y Pezuela patentizan<br />

estas primitivas nociones morales; pero<br />

primero que todos Cristóbal Colon, que fué saludado<br />

por un casique cubano en su segundo viaje,<br />

comprueba estos hermosos principios con un pretendido<br />

discurso. Esto no les privaba que la idea<br />

de Dios fuese conocida en una estrella ó en un fenómeno<br />

natural y favorable, mientras que la idea<br />

diabólica se considerase en un juracan (huracán) ó<br />

en un fenómeno natural y contrario.<br />

La religión, por este hecho, estaba materializada,<br />

y como en su representación conocíase sólo á su<br />

behique ó buhití (bejíque ó bujití á nuestro entender),<br />

que según Urrutia era un hechicero, según<br />

Valdés el simple corresponsal de los espíritus malignos,<br />

según Pezuela un médico ó charlatán, y según<br />

Pichardo un sacerdote, aparecía indudablemente<br />

revestido con el doble carácter de la interpretación<br />

moral y de la curación de los dolores materiales;<br />

flacos y angulosos por sus largos ayunos<br />

de tres ó cuatro meses, ellos consultaban al espíritu


7G CUBA INDÍGENA.<br />

del semí y lo traducían á su modo, colocándose en<br />

el fondo del altar. El semí, que algunos dijeron cemi<br />

ó cemi, y que según Pichardo y otros autores populares<br />

era la divinidad ó pénate aborigen, y según<br />

Oviedo el ídolo ó la imagen del diablo, creemos que<br />

se limitaba á representar á su Dios, porque era igual<br />

en todos lados, como en otro lugar probaremos. Y<br />

falta para completar su religión la circunstancia de<br />

que los indígenas no gozaban de sus mujeres cuando<br />

iban á extraer el oro, ayuno que no se explica de<br />

otro modo que bajo un criterio espiritualista; el que<br />

hacían sus oraciones en los lugares oscuros y retirados<br />

donde guardaban sus imágenes (17), y el que<br />

tenían, según nos cuenta Gundlach de Bayamo, á<br />

una especie de brujo ó de fantasma que llamaban<br />

badujal (18).<br />

Los últimos párrafos nos predisponen á ocuparnos<br />

del comercio y de la familia indígena, de quo<br />

se había prescindido en el plan general do esta obra.<br />

Sabido os que los pueblos de la costa cambiaban lo<br />

mejor que tenían por cascabeles, agujas, dijes, abalorios<br />

y vidrios; trocaban, dice Oviedo, un sayo de<br />

seda ó de grana por un simple alfiler; daban por un<br />

gato, para distraerse en la caza de ratones, valor<br />

de 1.000 pesos oro, y por un gavilán amaestrado<br />

hasta 2.000 pesos de la misma moneda. La abundancia<br />

de este metal y su trabajo por los indígenas<br />

se patentiza por el labrado de algunos semí, que<br />

aun vacíos tenían el peso de 20 onzas: la abstención<br />

mujeril que precedía á su busca, prueba acaso un


CUBA<br />

INDÌGENA.<br />

valor mercantil; pero esta necesidad del canjeo no<br />

era, sin embargo, otra cosa que una manifestación<br />

de su curiosidad.<br />

En cuanto á su familia, hay datos más positivos.<br />

La mujer no aparece socialmente entro los indígenas<br />

cubanos hasta el momento de casarse; ante<br />

todo, diferenciábanse las doncellas y las casadas<br />

en las naguas que vestían y en el areito y juego del<br />

batey, y únicamente en el matrimonio es donde<br />

pueden señalarse sus deberes rigurosos y sus marcadísimos<br />

derechos. Como sometida á la poligamia:<br />

como forzada ó combatida por todos los iguales á<br />

su marido: como trabajando en el cultivo y acaso<br />

en las obras de construcción: como demostrando su<br />

castidad y su cariño enterrándose viva en la sepultura<br />

de su dueño y señor, la mujer aparece una esclava<br />

y no más; pero en los quehaceres domésticos,<br />

prueba de un gobierno interior, y en las leyes sobre<br />

el matrimonio y de la sucesión sobre todo, la mujer<br />

aborigen representa una figura social. Tal vez en la<br />

organización de aquel pueblo, tan distante de los<br />

europeos principios, no se diferenciaban esencialmente<br />

sus obligaciones mancomunadas con su libertad<br />

individual.<br />

V.<br />

Hora es ya de que entremos en el estudio de la<br />

historia y de la política cubana, es decir, que termine<br />

de una vez esta ya cansada parte do nuestra


78 CUBA INDÍGENA.<br />

analítica tarea. Y empezamos por una cuestión dificilísima<br />

de resolver: estos indígenas, ¿eran naturales<br />

de <strong>Cuba</strong>?—-A nuestro entender, nó: aparte de<br />

la unidad de la especie humana, principio admitido<br />

por todos los filósofos y hombres científicos, y hasta<br />

por los teólogos antiguos y modernos, sólo por<br />

medio de la estadística puede comprobarse nuestra<br />

aseveración. Aun admitiendo que su aumento de<br />

población, ó la diferencia entre los nacimientos y<br />

defunciones, fuera el de uno solo diario, lo que produce<br />

una simple proporción de cinco millonésimas<br />

por ciento en cada veinticuatro horas, ó diez y ocho<br />

milésimas y un cuarto por cada trescientos sesenta<br />

y cinco días, no podían contar arriba de trescientos<br />

cuarenta y ocho años de existencia reconocida; y<br />

esta fecha corresponde únicamente al año i) i-i de<br />

nuestra Era vulgar, aun después do Jesucristo.<br />

Pero ¿de dónele procedían? Con los datos estadísticos<br />

anteriores, no és posible que se admita la<br />

procedencia de esa famosa Atlántida, que, si ha<br />

existido algún dia, fué destruida indudablemente<br />

en época muy anterior: y asi procedían directamente<br />

de la Costa Firme. En cuanto á su viaje, recuérdense<br />

sus tradiciones geográficas, y se averiguará<br />

sin duda alguna: ellos tenían ideas exactísimas<br />

de la configuración y división política del país<br />

montuoso (Haití), pero más sucintos detallos había<br />

en las Lucayas del hermoso país de ¡os muertos<br />

(<strong>Cuba</strong>); ellos ignoraban ó dudaban do la extensión<br />

de su tierra al Occidente, y precisaban en cambio


CUBA<br />

INDÍGENA.<br />

la parte del Oriente y el centro mismo de la Isla, y<br />

ellos colocaban á Baganiona, su Dios, y á Binimí,<br />

las islas milagrosas, hacia el Septentrión de <strong>Cuba</strong>.<br />

Pues bien: ¿cómo se concibe que viniesen del Yucatan,<br />

según algunos autores, si no precisaban el Occidente<br />

de su país? ¿Oómo poetizaban al Norte y no<br />

al Mediodía, cuando del primero llegaban los juracan-es,<br />

y el sol, eso Dios natural de los pueblos incultos,<br />

se levantaba hacia el Oriente olvidado? ¿Y<br />

cómo era el Norte fantástico, si tenían la vecindad<br />

de los lucayos, y éstos conocían circunstanciadamente<br />

la posición que ocupaban?... Nosotros creemos<br />

que amaban el Septentrión, porque de allá procedían,<br />

que no hay cariño, ni anhelo, ni ilusiones<br />

más grandes que los que la patria alejada produce;<br />

y que acaso desembarcaran en Haití y la dejaran<br />

más luego, hacia el décimo siglo cristiano, evitando<br />

tal vez el aumento excesivo de población aborígen<br />

(19).<br />

Ahora, permítasenos, como comprobación de lo<br />

dicho, algunos diseños arqueológicos. El señor don<br />

Fernando V. y Aguirre, en un artículo fechado el<br />

27 de Abril de 1843 y publicado en la Revista de la<br />

Habana, de la que dimos cuenta en el primer capítulo<br />

(20), presentó el dibujo de un diente de tiburón<br />

antidiluviano, el squalus cardiarias de Linneo,<br />

que se encontró en 1837, á doce varas de profundidad,<br />

por la hacienda Soledad do Bemba (distrito<br />

de Cárdenas) (21); citándose al propio tiempo por<br />

este mismo articulista el hallazgo en el ingenio


80 CUBA INDÍGENA.<br />

Merced (Camarioca) de otros dos dientes fósiles, de<br />

seis pulgadas de largo, pertenecientes á la familia<br />

de los paquidermos, género mastodon primitivo de<br />

Ouvier; y estos solos ejemplares prueban la antigüedad<br />

prehistórica de <strong>Cuba</strong>.<br />

Hemos hablado en el primer capítulo de una<br />

opinión de Poey sobre la arqueología cubana, y<br />

vamos á ocuparnos de las cuatro figuras que presenta<br />

y describe con el acierto que distingue siempre<br />

al más sabio naturalista de las Antillas españolas.<br />

Es la primera, dice, un ídolo en la posición de<br />

un perro sentado, pero con cierta lubricidad en las<br />

patas delanteras, que unida á su expresión burlesca<br />

parece que lo caracteriza de mono; es la segunda de<br />

una forma singular y oblonga, y tan simétrica en<br />

sus costados, que la supone como vaciada en un<br />

molde, pero que no podemos imaginarlo pez, como<br />

el autor nos dice, sino como una representación<br />

más ó menos humana, y por cierto de nariz aguileña;<br />

es el tercero, al parecer, representación de la<br />

fisonomía de un cuadrumano, por el achatamiento<br />

de las narices, lo hundido y medio cerrado de los<br />

ojos y la rectitud de las orejas; y es la cuarta una<br />

apariencia extraña, entre animal y hombre, que<br />

pudiera ser una representación de la segunda clase<br />

de los mamíferos, fuera de lo raro del pulgar, que<br />

se modifica en lana. D. Andrés Poey deduce, en<br />

consecuencia de sus observaciones, que si estas<br />

cuatro figuras representan al mono y no existían<br />

tales animales en <strong>Cuba</strong>, debieron ser traídas por un


CUBA INDÍGENA. 81<br />

pueblo que pudiera conocerlos, ó que eran restos<br />

de un pueblo anterior al que se halló en la gran<br />

Isla, suposición que rechazamos abiertamente, porque<br />

el principio que nos hemos atrevido á sustentar<br />

parécenos más natural y lógico ante la crítica racional<br />

moderna.<br />

Y puesto que de la arqueología tratamos, parécenos<br />

convenentísimo el que tratemos de todas las<br />

referencias que sobre los aborígenes de <strong>Cuba</strong> hemos<br />

podido adquirir. El Sr. Aguirre, en el artículo que<br />

hemos citado, ocúpase por incidencia de un diseño<br />

que debiera remitírsele de Bayamo, representando<br />

á un duchí ó asiento de casique, en figura de anillo,<br />

con ojos y orejas de oro y de no sabemos qué materia.<br />

D. Francisco Pí y Margall, en una obra que<br />

actualmente está llamando la atención del público<br />

(23), nos habla de pinturas, grabados y esculturas<br />

indígenas, de cántaros de barro, de cariátides<br />

y carátulas, de los semí trabajados en piedra, barro,<br />

madera, oro, algodón y yuca, y preséntanos como<br />

prueba superior en una lámina hasta nueve fragmentos<br />

encontrados en <strong>Cuba</strong>, que si no expresan<br />

la procedencia, dan á conocer la materia (de barro<br />

ó de piedra), y hasta los usos en que pudieron emplearlos;<br />

el segundo, quinto, sexto y noveno (contando<br />

de derecha á izquierda), pueden distinguirse<br />

como ánforas sin asa, más ó menos ovaladas, y<br />

trabajadas todas con mayor perfección en sus extremidades<br />

que en lo restante de la obra; el tercero<br />

es evidentemente una güira ó una gigüera cubana;<br />

6


82 CUBA INDÍGENA.<br />

el sétimo es una cabeza bastante artística, salvo lo<br />

pronunciado de sus orejas y lo dilatado de su boca,<br />

acaso una simple representación de un original ó<br />

de un natural del país; el cuarto y el octavo son<br />

dos especies de roscas ó sortijas esferoidales, grandes<br />

en dimensiones, la última más pronunciada,<br />

labrada y rectilínea en cierto punto que la primera<br />

muestra, pero ambas compactas y plásticas, y que<br />

pudieran indicar un duchí, bastante primitivo por<br />

cierto, si tuvieran mayor anchura de la que el<br />

grabado representa; y es el primero, por último, un<br />

fragmento, á nuestro entender, del brazo de un<br />

asiento, que representa una cabeza circuida por un<br />

adorno en figura de herradura, más ancha hacia la<br />

frente que hacia el cuello, y que termina por un<br />

capacete adornado por cuatro anillos, á lo que creo<br />

violentamente interrumpido, y por un colgajo abruptado,<br />

en que se dibujan todavía los mismos anillos,<br />

pero en más notable disminución; el conjunto es<br />

tal, que las dos extremidades parecen inclinarse en<br />

un ángulo de cuarenta grados.<br />

Ya en 5 de Noviembre de 14(12, al regreso de<br />

los primeros expedicionarios de <strong>Cuba</strong>, Jerez y Torres,<br />

por Manicaras,ó á veintidós leguas de Baracoa,<br />

dijeron haberse hallado asientos en figura de animal,<br />

labrado de una sola pieza, con brazos y piernas<br />

cortas, cola levantada yorejas y ojos deoro (24).<br />

Oviedo, ya lo hemos dicho, nos cita también en su<br />

notabilísima obra aquellos semí que ahuecados pesaban<br />

una libra y un cuarto del mismo guanin; pero


CUBA INDÍGENA. 83<br />

arrastrado, como todos sus contemporáneos, de<br />

cierto falso entusiasmo religioso, aconsejaba en sus<br />

letras la destrucción de las imágenes todas, como<br />

reconocidamente diabólicas. Así que no se conservan<br />

más que algunos ejemplares, y sin catalogar<br />

por ahora, como las piedras aguzadas y las flechas<br />

y las macanas y los semí, que hemos podido curiosear,<br />

más que estudiar detenidamente, en la Universidad<br />

de la Habana, en la actual Exposición de<br />

Matanzas y en el Museo Arqueológico de Madrid.<br />

Y pa••• i-ios con esto á sus principios políticos y sociales.<br />

Sii ¡< rma de gobierno no podía llamársele monárqu<br />

; wi, porque no existia la unificación do las<br />

tribu ni democrática, porque el poder, como so<br />

ha vi-' ). era hereditario. El casique tampoco era<br />

el gu •. - •, porque el guerrero era el siboney, ni<br />

el jef i de una tribu, porque cada pueblo tenía su<br />

casiquo -<br />

y no es admisible en este caso el criterio<br />

genera! de los historiadores, ni cabe el que existieran<br />

ta i:'^ tribus como pueblos; ni era un poder<br />

absoiu 1<br />

porque vivía á su lado el naitano ónitaino<br />

(jefe J'I i.-is órdenes del casique). El casique era, en<br />

nuestr concepto, una especie de gobernador olígárqu!••••><br />

ó un cierto feudalismo municipal, que gobernar<br />

- á su grey ó á los suyos, más que naturalmente,<br />

en los solos casos imprevistos. Aliado (guatiau)<br />

ciMI sus vecinos, estaba obligado, en cambio<br />

de estos derechos excepcionales, al cumplimiento<br />

de cienos deberes imperiosos, como el do que no


84 CUBA INDÍGENA.<br />

pudiera heredar otros bienes que el gobierno harto<br />

parcial de su canareo (pueblo); derechos y deberes<br />

que hablan muy en favor de esta nacionalidad extinguida,<br />

que tendía á engrandecer el municipio y<br />

que reducía al representante á no acopiar más riquezas<br />

que las que personalmente necesitaba.<br />

El Estado hallábase, pues, dividido en canareo-s,<br />

más que en provincias oficiales; cada pueblo tenía<br />

su casique; á las órdenes de cada casique, como una<br />

especie de secretario ó ayudante suyo, estaba el<br />

naitano ó nitaino (25), y solos el siboney y el behique<br />

eran los únicos, á nuestro juicio, que pudieron<br />

ser reconocidos como unos personajes comunales.<br />

En cuanto al guamiquiní, aparece vagamente diseñado<br />

por un modismo filológico; tal vez existiera<br />

en otro tiempo, eran tal voz aquellos generales elegidos<br />

entre todos los casique-s para sus antiguas y<br />

desconocidas campañas, pero fueron al fin; y prueba<br />

do su existencia nos ofrece aquel casique de la costa<br />

Sur, que presentó como acción de homenaje al navegante<br />

gonovés raíces y frutos encerrados en una<br />

gigüera. ¿Quién sabe si las treinta y dos tribus que<br />

pueden reconocerse en la fecha del descubrimiento,<br />

no habian sido conducidas por otros tantos guamiquiní,<br />

ya que por su terminación puedo probarse<br />

la pluralidad de este jefe?... Pero dejando aparte<br />

esta cuestión, que acaso pueda resolverse cuando,<br />

Dios mediante, lleguemos á ocuparnos de Haití,<br />

consignamos que las treinta y dos tribus señaladas<br />

pueden reconocerse con los siguientes nombres:


CUBA INDÍGENA. 85<br />

Baní, Baracoa, Barajagua, Bayamo, Baytiquiri, Boyuca,<br />

Camagua, Coabai-nacan, Cueybá, Guyaguayo,<br />

Guacamabayo, Guahimaya, Guaimaros (¿?), Guamuhaya,<br />

Guanahacabibes, Guaniguanico, Habana, Hanabana,<br />

Jagua, Macaca, Macorí, Magon, Maguanos (¿ ?),<br />

Maysí, Maiye, Maniabo, Marien, Ornafay, Sabana,<br />

Sabaneque, Sagua y Guanaja, isla de Pinos, y Escambray,<br />

territorio sin precisar (26).<br />

Antes do que pasemos á ocuparnos de cada uno<br />

de estos territorios, parécenos conveniente ultimar<br />

el capítulo con una sencillr observación, la de que<br />

existían en la isla de <strong>Cuba</strong>, clases ó diferencias sociales<br />

entro sus primitivos habitantes. Aun prescindiendo<br />

del guamiquiní, aun no admitiendo la aristocracia<br />

de los naitanos, aun sin ocuparnos del gobierno<br />

superior de los casique-s, es cierto, es de<br />

todo punto indudable que existían dos clases características:<br />

la una la generalidad ó el vulgo, y la favorecida<br />

ó elevada, compuesta del behique y del<br />

easique y del naitano, diferencias que so patentizan<br />

hasta por las mayores dimensiones de las naguas de<br />

sus mujeres, en el guajoti (el usted indígena) y en<br />

el guajiro (campesino cubano), y siempre, como<br />

convienen todos los historiadores, por las joyas que<br />

llevaban y las pinturas con que adornaban sus<br />

cuerpos. Y esto es tanto más digno de fijarse, cuanto<br />

que ha de servirnos de prueba para nuestra enunciada<br />

obrita sobre la nacionalidad lucaya.


85 CUBA INDÍGENA.<br />

VI.<br />

Resumamos, pues, este capítulo en la siguiente<br />

forma:<br />

1.° Los indígenas cubanos, por sus caracteres<br />

fisiológicos, correspondían á una raza perfecta y no<br />

á las incorrecciones de las primitivas.<br />

2.° Por sus atavíos, habitaciones, utensilios,<br />

alimentación y arte culinario, no se prueba otra<br />

cosa sino que eran rudimentarios en el país que<br />

ocupaban.<br />

3." Por el número de habitantes se comprueba<br />

el corto pei'íodo de su existencia en la isla de <strong>Cuba</strong>.<br />

4.° Por sus costumbres, la regularidad do su<br />

trabajo, sus ocupaciones, el cultivo, sus distracciones,<br />

el areito, el batey y el tabaco, puede deducirse<br />

una antigüedad anterior en la vida humana.<br />

5.° La ley, la tradición, la moral, la religión, el<br />

comercio y la familia aborigen, limitan sus bases<br />

morales á una organización social sencillísima; y<br />

6.° Por sus tradiciones geográficas, su arqueología,<br />

su forma de gobierno, sus divisiones políticas<br />

y sus clases sociales, no pueden comprenderse del<br />

todo sin una preexistencia colombiana.<br />

En una palabra, concretándolo todo, existia una<br />

contemporaneidad en los efectos de su pertenencia,<br />

en el desconocimiento de unas á otras provincias y<br />

en sus tendencias intelectuales, poro una antigüe-


CUBA INDÍGENA. 87<br />

dad también en sus rasgos fisiológicos, en sus costumbres<br />

y en su historia y su política. ¿Y cómo armonizar<br />

tendencias tan opuestas, si fueran hijos directos<br />

y no por adopción de la hoy Reina de las<br />

Antillas? (27).


CAPÍTULO IV.<br />

Las tribus<br />

indígenas.<br />

Baní.— Baracoa.— Barajagua.—Bayamo.— Baytiquirí.— Boyuca.—<br />

Camagua.—Coabainacan.—Cueybá.—Cuyaguayo.—Guacamabayo.—Guahimaya.—Guaimaros.—<br />

Guamuhaya.—Guanahacabibes.—Guaniguanico.<br />

— Habana.— Hanabana. —Jagua.— Macaca.<br />

— Macori. — Magon. — Maguanos. — Maysí.—Maiye.— Mahiabo.—<br />

Marien.— Ornafay.— Sabana.— Sabaneque.— Sagua.—<br />

Guanaja.—Aclaraciones.<br />

I.<br />

Baní ó Bani, según Latorre y Pezuela, era una<br />

de las provincias indígenas; y ha de recordarse<br />

desde luego la posición del puerto de este nombre<br />

en la costa Norte de la Isla. Lindando en consecuencia<br />

con el Océano por la parte septentrional,<br />

estaba limitado, al parecer del primero de los dos<br />

escritores mencionados, con el territorio do Maniabo<br />

hacia el Oeste, con el de los Maguanos al Mediodía<br />

y con la tribu de Barajagua por el Oriente ó el<br />

Este. Así, pues, y si debemos fijarnos en los accidentes<br />

geográficos para trazar en un plano la división<br />

política de los primeros habitantes, hay que<br />

encerrar á los baní entre las lomas de Maniabo ó<br />

últimas estribaciones de los montes Jaimiquí al


90 CUBA INDÍGENA.<br />

Oeste, la serranía de Ñipe al Sur, la bahía y lomas<br />

orientales de Mayarí al Este y el mar Lucayo al<br />

Norte, hacia donde se adelantaba el soberbio Cabo<br />

ó punta de Yucanaca, citado y fijado por el cronista<br />

Oviedo.<br />

Circunstanciando estos límites por las mejores<br />

cartas publicadas hasta eldia (1), empezaba la tribu<br />

en el puerto ó Cabo de Sama, hacia la costa occidental,<br />

levantábase al Norte por el citado Cabo de<br />

Yucanaca (hoy Lticrecia) y deprimíase al Sur por<br />

la bahía de Nipi, dejando antes el puerto de Baní.<br />

De aquí puede trazarse la raya meridional en el rio<br />

Mayari, siguiendo por la serranía do Nipi (hoy<br />

Ñipes) á parar por el arroyo Baní en el rio de Sama.<br />

II.<br />

Baracoa (de bara, derivado de barí raíz, según<br />

Noda, de baria y de coa, depósito ó muerto ó azada).<br />

Citado como poblado por todos los autores españoles<br />

y extranjeros, Latorre, Urrutia y Valdés lo reconocen<br />

como tribu ó provincia indígena (2). El<br />

primero le da por límites occidentales á Sagua, meridionales<br />

á Baytiquirí y Maisí y orientales y septentrionales<br />

al mar Lucayo, y el segundo lo sitúa<br />

dónde en el día se encuentra.<br />

En vista de estos datos, hemos trazado el territorio<br />

de los baracutey desde el rio Queriguá á los<br />

inmediatos cabos del Mangle y jde Guarico, incli-


CUBA INDÍGENA. 91<br />

nándose luego la costa por el embarcadero de Yamanigüey,<br />

punta y rio de Juragua ó Jaragua, puerto<br />

de Gayaguaneque, donde termina el rio Yaguaneque,<br />

puerto y arroyo de Naguareje y los fondeaderos de<br />

Marabí, ya citado, y Sigua, inmediato á Baracoa,<br />

entre cuyos dos últimos puntos viene á desembocar<br />

el Toa, terminando el litoral de la provincia en el<br />

rio Yumurí. Desde este rio débese limitar la tribu<br />

en las vertientes occidentales de la sierra de Sagua-<br />

Baracoa, atravesando las lomas de Gagüeibaje y Quibijan,<br />

rozando los límites del rio Sabanalamar, que<br />

desemboca en el Sur, ysubiendo directamente luego<br />

por las montañas de Toa, Moa y Cupey al citado<br />

Queriguá.<br />

Como poblados históricamente indígenas de esta<br />

tribu cubana, aparece Baracoa, señalado perfectamente<br />

por Cristóbal Colon, y Manicaras, á unas<br />

veinte leguas del anterior, visitado por los primeros<br />

exploradores españoles Torres y Jerez.<br />

III.<br />

Barajagua (de barí y jagua). Según Latorre y<br />

Pezuela, era otra de las provincias indígenas, confinando<br />

con el mar de los lucayos al Norte, al Sur<br />

cort Baytiquirí, al Este con Sagua y al Oeste con las<br />

tribus de Guahimaya, Maguanos y los baní.<br />

Saliendo, pues, del Mayarí, |en que hemos encerrado<br />

á esta última tribu, vuélvese á salir de la


92 CUBA INDÍGENA.<br />

bahía de Nipi, en cuya ensenada oriental muere el<br />

rio Gajimaya y crúzanse los embarcaderos de Gabonico<br />

y de Tanamo, para desde aquí inclinarse al Mediodía<br />

por las lomas de este nombre hasta las de<br />

Tiguabos (acaso Siguabos), en cuyo punto se torna<br />

al Occidente, dividiendo las corrientes del Tanamo<br />

y del Mayarí, se toca en las fuentes del Cauto y se<br />

asciende directamente hasta encontrar la serranía<br />

de Nipi.<br />

Sobre estas fuentes del Cauto existe hoy una población,<br />

la de Barajagua, que por llevar el nombre<br />

déla tribu, su posición especial y las leyendas que<br />

guarda, la consideramos aborigen ó levantada sobre<br />

un antiguo poblado indígena.<br />

. IV.<br />

Bayamo. Tal vez se llamara Bayama en un principio,<br />

compuesta en este caso de abo-aya-ma, engendrada<br />

y desarrollada por el agua, reliriéndose<br />

acaso al gran rio que la fertiliza y limita; de todos<br />

modos, citanla como provincia indígena Arrate,<br />

Latorre, Pezuela, Urrutia y Valdés: el primero la<br />

sitúa como en la actualidad; el penúltimo la hace<br />

lindar con Macaca, hacia el interior; el último la<br />

coloca á cincuenta leguas de Baracoa, y el segundo,<br />

armonizando en un todo con estos pareceres, la<br />

hace confinar hacia el Sur con los territorios de Bo-


CUBA INDÍGENA. 93<br />

yuca y Macaca, hacia el Este con Maiye, hacia el<br />

Norte con el poderoso Cauto y al Oeste con la tribu<br />

de Guacamabayo.<br />

El trazado de esta división política es dificilísimo:<br />

puede suponerse que empieza por el Norte en<br />

el desagüe del hoy Salado, afluente del Cauto, que<br />

sigue las sinuosidades de esta gran corriente hasta<br />

el derivado español Gaut-iMo, y que se inclina luego<br />

por este brazo secundario hasta la mayor proximidad<br />

del rio Jiguaní; desde esta aproximación debería<br />

orientar las lomas septentrionales de la sierra<br />

de Macaca, atravesando los ríos de Bayamo, Mabay<br />

y Jicotea, que deja al marchar al Occidente para<br />

dirigirse directamente al Norte ó punto de partida.<br />

Población reconocidamente indígena es Bayamo,<br />

sobre el rio de este nombre, que visitaron<br />

Ovando, Ojeda y el célebre Las Casas.<br />

V.<br />

Baytiquirí. Latorre y Valdés le llaman Bayaquitirí,<br />

Bayatiquirí March y Labores, y Pezuela, Pichardo<br />

y Urrutia Baiquirí y Baytiquirí: en vista de<br />

la dicción más común y de que suponemos su significado<br />

bai y tiquirí, pais de los tiquirí, hemos<br />

aceptado la acepción más vulgar. En cuanto á su<br />

posición, Urrutia dice que fué bautizado con este<br />

nombre el Cabo Maisí; pero Latorre prefija que si


94 CUBA INDÌGENA.<br />

bien se encontraba en la costa del Sur, lindaba por<br />

el Este con la tribu de este nombre, al Norte con<br />

Baracoa, Sagua y Barajagua y al Oeste con Boyuca,<br />

que es poco más ó menos su posición actual.<br />

Los confines, según el citado mapa, son hacia<br />

el Oeste el rio de <strong>Cuba</strong> y el arroyo Yayayabo, uno<br />

de los que dan origen al caudaloso Cauto; al desembocar<br />

este afluente se pueden figurar por límites<br />

septentrionales los que hemos fijado al Mediodía de<br />

Barajagua, hasta rozar la loma de Tiguabos ó Siguabos,<br />

en cuyo punto atravesaría una imaginaria línea<br />

el rio de Sagua para buscar las fuentes del Sabanalamar<br />

y acompañarle en el trazado hasta su desembocadura.<br />

En cuanto á su costa, y dejado el<br />

puerto de <strong>Cuba</strong> y marchando al Oriente, ha de señalarse<br />

por el surgidero Demajayabo los inmediatos<br />

de Baytiquirí y Cajobabo y el de Sigua, que preceden<br />

todos al rio Baconao, y desde aquí en adelante se<br />

encuentra el rio y puerto de Jatibonico y la gran<br />

bahía de Guantánamo, con su hermosa ensenada<br />

septentrional de Joa, en cuyas aguas termina el rio<br />

de Guantánamo, con su afluente el Guaso y con el<br />

sub-aíluente el Jaibo; y después y hasta .el Sabanalamar,<br />

tropiézase con la corriente del Yateras, con<br />

el surgidero Baytiquirí y con la inmediata Punta de<br />

Jaba.<br />

Dos puntos podemos señalar en esta provincia<br />

como aborígenes: el primero es el de Caney, pueblecillo<br />

donde, según Arrate y otros historiadores,<br />

se refugiaron los primitivos cubanos después de la


CUBA INDÍGENA. 95<br />

conquista, y el segundo las lomas de Yateras, en<br />

cuyas alturas encuéntranse todavía algunos individuos<br />

de la casi extinguida raza lucaya.<br />

VI.<br />

Boyuca, según Latorre y Pezuela. El primero le<br />

da por límites la costa Sur, al Oeste Macaca, al<br />

Norte Bayamo y Guahimaya y al Este Baytiquirí: el<br />

segundo se contenta únicamente con citarla.<br />

Los confines son, pues, hacia el Oeste el pequeño<br />

rio Manatí, dejando fuera el mayor de Jibacoa y<br />

deslizándose directamente al Norte hasta encontrar,<br />

hacia el septentrión de la loma Ganabacoa, los límites<br />

de Bayamo en el arroyo Gajabo, afluente del Jicotea;<br />

desde aquí sigue el trazado de la última provincia<br />

mencionada, y continúa luego hacia el Orionte,<br />

fijando siempre el término do la sierra Sagua-<br />

Baracoa, hasta inclinarse por las fuentes del Cauto<br />

y afluente Yayayabo, en el pequeño rio de <strong>Cuba</strong>. La<br />

costa, volviendo á marchar á Occidente, ofrece de<br />

este modo el puerto de este nombre, el surgidero<br />

de Guaicabon y el inmediato de Nimanimá, y después<br />

de los cabos de Tabacal y Tibíjan el rio de<br />

Tarquino, que desemboca en el reducido embarcadero<br />

de Guama.


96 CUBA INDÌGENA.<br />

VII.<br />

Camagua. La mencionamos así, porque Camagua<br />

es el territorio y Camagüey los moradores; y por<br />

cierto que, á nuestro juicio, tiene una etimología<br />

que conviene perfectamente con sus dimensiones,<br />

porque analizando estas palabras se encuentra acama-gua,<br />

ó soase gran engendro y desarrollo. Todos<br />

los autores que citan á Bayamo, y Pichardo y Betancourt<br />

además (3), la mencionan como provincia<br />

indígena, sólo que Pezuela la coloca equivocadamente<br />

como inmediata á Baracoa: Arrate, en su actual<br />

posición: Urrutia, á cincuenta leguas del pueblo<br />

últimamente citado, y Latorre, entre las costas del<br />

Sur y del Norte, confinando al Este con las provincias<br />

de Cayaguayo y de los Guaimaros y al Oeste<br />

con las tribus de Sabaneque y de Ornafay. Betancourt,<br />

que escribió la Historia de Puerto-Principe,<br />

la reconoce igualmente á treinta leguas de Cueybá,<br />

que, como no tardaremos en conocer, concuerda<br />

perfectamente con todos los autores citados, hecha<br />

abstracción de Pezuela.<br />

Si por el mapa hemos de trazar su división política,<br />

fijaríamos sus límites por el Norte entre el<br />

rio de Yana y el puerto de Manatí, comprendiendo<br />

así todas las isletas orientales del archipiélago Sabana-Camagüey.<br />

La costa es pedregosa y de arenales<br />

hasta el rio Caunao: desde aquí y hasta la en-


CUBA INDÍGENA. 97<br />

senada y el rio Jigüey, se inclina notablemente al<br />

Sur, sobre todo desde la punta Guaney; encuéntranse<br />

luego los cayos Gunucumí; acércase el archipiélago<br />

y la isleta de Guajaba por el fondeadero<br />

del Sabinal, una vez que se han dejado los embarcaderos<br />

de la Guanaja, Magua y Biaró; enlázase<br />

el mar interior ó el de los cayos por la ensenada<br />

occidental del hoy puerto de Nuevitas, dicha de<br />

Mayanabo; despéjase entonces la playa y sigue en<br />

dirección del S. 0. hacia el puerto de Manatí, donde<br />

termina la provincia.<br />

Por la costa Sur pueden estos límites fijarse<br />

desde la punta Macurije, en donde la costa se pronuncia<br />

al Mediodía, hasta la punta Iguana, recogiendo<br />

antes las aguas del hoy rio de San Pedro ó de<br />

los indígenas Tínima y Jatibonico, y dejando los<br />

cayos de Carajaya, frente á la ensenada de este<br />

nombre; de aquí sigue el trazado, modificado por<br />

el archipiélago, en dirección del Oeste al Este para<br />

terminar en el rio Najasá, poro encontrando antes<br />

la ensenada de Pinipiniche.<br />

Desde el rio Najasá al puerto de Manatí, la línea<br />

seguiría las ondulaciones do la corriente hasta su<br />

afluente el Guaicanamar; rozaría las sierras de estos<br />

dos nombres fluviales, buscaría las lomas de Sibanicú<br />

y do Gascorro, y llegaría por fin al citado<br />

puerto de Manatí: y en cuanto al Oeste, y desde el<br />

rio Yana al puerto de Macurije, bajarían los confines<br />

por aquella corriente encerrando los montes de<br />

la Gunagua, éinclinaríanse luego para tcrminíir en el<br />

7


98 CUBA INDÍGENA.<br />

precitado cabo, quedando de este modo limitada la<br />

provincia indígena de mayor extensión.<br />

VIII.<br />

Coabai-nacan. [<strong>Cuba</strong>.-na.can, centro de <strong>Cuba</strong>.)<br />

Todos los autores la mencionan, poro la mayor<br />

parte como territorio central: sólo Latorre se ha<br />

atrevido á considerarla como una de sus treinta y<br />

una tribus indígenas, dándole como términos al<br />

Norte la de Sabaneque, al Oeste la de Jagua, al Sur<br />

las de Guamuhaya y Magon y al Este la de Ornafay.<br />

Otro narrador cubano asegura que correspondía<br />

con los límites de la moderna provincia de Villaclara<br />

(4).<br />

Suponemos que, siguiendo las indicaciones de<br />

Latorre, estarían sus confines meridionales en el<br />

valle de Siguanea ó Jibacoa, indicado por la sierra<br />

de Guamuhaya, atravesando luego hacia el Oeste el<br />

rio de Manicaragua y rozando la loma de Biajacas<br />

para terminar en las fuentes del rio Damují; desde<br />

cuyo punto, y como límites septentrionales, dejarían<br />

fuera los montes de Banacan yBambunao hasta<br />

terminar por la sierra de Jatibonico del Norte y<br />

loma de Manacas, para formar nuevamente una<br />

línea casi recta por el arroyo de los Guayos, que<br />

termina en el Jatibonico del Sur, el Managuaco, que<br />

desagua directamente en el Sasa, y la loma de Banao:<br />

de aquí al susodicho valle de Siguanea no de-


CUBA INDÍGENA. 99<br />

bian más que atravesarse por dos veces el rio de<br />

Agabama.<br />

Ya en otro lugar hemos hablado del Gaonao,<br />

pueblo indígena inmediato al moderno Sancti Spíritus,<br />

que pareció á los primeros visitadores el mayor<br />

y el más importante de la Isla.<br />

IX.<br />

Gueybá. Urrutia le da este nombro; Cueibá, Valdés;<br />

Cueiba, Latorrc y Pczuela, y Gueyba, March y<br />

Labores. El cuarto le reconoce únicamente como<br />

partido indígena; Urrutia como un pueblo y territorio<br />

situado entre el de Bayamo y el de Camaguey,<br />

á treinta leguas del primero; y Latorrc lo fija al<br />

Norte de Guacanabayo, al Este de los Guaimaros, al<br />

Sur do Guyaguayo, y al Oeste de Bayamo, Maguanos<br />

y Maniabo.<br />

La posición es, pues, por el Sur la orilla derecha<br />

del Cauto hasta el hoy Cantillo, desde donde<br />

tiene por límites hacia el Esto la corriente del Holguin<br />

hasta la loma de Guajabal-es; más adelante<br />

pueden trazarse los septentrionales confines en una<br />

curva que roza exteriormente la loma de Jaimiquí<br />

(hoy Almiquí), y vá á parar en el monto do Sibanicú,<br />

como veremos al tratar de Guyaguayo: desde<br />

esta loma no puedo terminarse la línea del Oeste<br />

más que por la corriente del Jobabo. En cuanto á<br />

la extensión de costa entro el Jobabo y el Cauto,


100 CUBA INDÍGENA.<br />

está determinada por la profunda ensenada de Birama.<br />

Punto determinado por los primeros conquistadores<br />

y viajeros Volazqucz, Ovando, Las Casas,<br />

Narvaez y otros, es la capital do esta provincia do<br />

su mismo nombre, y acaso, acaso, en la situación<br />

do la moderna Cimba, como á una legua de Holguin,<br />

no sólo por la corrupción de nombro (Cuaba,<br />

Gueybá), sino también por la posición que ocupa (•">),<br />

y poblado también indígena nos parece la aldehuela<br />

del Guamo, por los tipos de aborígenes que hemos<br />

creído reconocer.<br />

X.<br />

Cuyaguayo ó Cayaguayo. (Cuya, árbol silvestre,<br />

guayo, rayador: ¿se aludirá á las preparaciones clásticas<br />

de este vegetal?) Citado por Latorre y Pichardo,<br />

el primero coloca esta tribu en la costa Norte,<br />

lindando al Oeste con el Gamaguey, al Sur con<br />

Cueybá y al Este con Maniabo.<br />

Los términos con la provincia do Camagua están<br />

trazados hasta las lomas de Sibanicú, dejando<br />

encerrados los montes de Dumañuecos: desdo Sibanicú<br />

buscarían la linca las fuentes del rio Jobabo, ó<br />

el curso do su afluente el Guanábana, las del rio Yariguá<br />

y su afluente el Yamagua, que rodean la lonia<br />

de Caisimú, el rio Majibacoa, sub-afluente del Cauto,<br />

que termina en el hoy Salado, el arroyo de las Ni-


CUBA INDÍGENA. 101<br />

guas y las lomas do Jaimiquí. Desdo estas lomas, y<br />

para formar el trazado del Este, ascenderían los<br />

confines por los montes Guajabal-es hasta terminar<br />

en el Yabason ó en el rio Gacuyugin, que desemboca<br />

en el puerto de Jibara.<br />

Desde el puerto de Manatí al do Jibara desarróllase<br />

en la costa la punta Guinchos, entre dos puertos<br />

de nombres contemporáneos, y la ensenada de<br />

Icaco, resguardado por el cabo de Mangle.<br />

XI.<br />

Guacamabayo , que Pezucla dice Guacanabayo<br />

(Guaca-ma-abo-ayo, engendro y desarrollo del guaco<br />

de agua). Latorrc fija sus límites por el Norte con<br />

Cueybá, por el Este con Bayamo y con Macaca por<br />

el Sur, lindando por el Oeste con el mar.<br />

Como hemos dicho en la provincia de Cueybá, su<br />

límite Oeste sería el del rio Cauto, y el límite Este<br />

el que hemos fijado al Oeste de Bayamo; esto es, la<br />

inclinación al Mediodía del nombrado Caut-iífo<br />

hasta la mayor proximidad del Jiguaní, formando<br />

luego con la sierra de Macaca un trazado topográfico<br />

que rozaría las lomas de Jigüe y de Canabacoa<br />

para terminar en el rio de Jibacoa. En cuanto á la<br />

costa comprendida entro el primero y el último de<br />

los rios que so han citado en este párrafo, está formado<br />

por la punta Jutía, el estero de Jacan, el rio


102 CUBA INDÌGENA.<br />

Jicotea, que divide y riega esta provincia, el inmediato<br />

de Yara y la punta de Guá.<br />

XII.<br />

Guahimaya, según Pezuela Guaimaya (Guai-maaya,<br />

libremente, de grande y probado nacimiento).<br />

Latorre coloca este territorio al Norte de Boyuca,<br />

al Oeste de Barajagua, al Sur de los Maguanos y al<br />

Este de Maiye.<br />

Fijada en la descripción topográfica de Boyuca<br />

la sierra de Macaca como confines meridionales de<br />

esta provincia, y en la descripción de Barajagua<br />

desde las fuentes del Gautó á la serranía de Nipi<br />

como sus límites orientales, queda sólo por señalar<br />

el septentrión y el occidente del pequeño territorio<br />

que parece llevar tan alto nombre: en cuanto al primero,<br />

y sin tocar á la serranía últimamente citada,<br />

creemos que puedo figurarse en el curso del Gautó,<br />

desde su arroyo Munican hasta la corriente que dicen<br />

hoy Contramaestre; y en cuanto al segundo,<br />

desde las fuentes de esta vía fluvial hasta el rio Guaninicun,<br />

que hemos fijado como el límite reconocido<br />

del Gautó (6).<br />

XIII.<br />

Guaímaros. Según Latorro Guamaros, y siguiendo<br />

á Pezuela Guaimaros (Guaímaro por el dia). El


CUBA INDÍGENA. 103<br />

primero la sitúa lindando por el Oeste con Camagua,<br />

al Norte con Cuyaguayo, al Esto con Cueybá<br />

y al Sur con la costa.<br />

Circunstanciados en las tres últimas provincias<br />

los respectivos confines, nos limitamos á recordar<br />

que por el Oeste empiezan en el rio Najasá, dejan<br />

fuera los montes Guaicanamar, y terminan hacia el<br />

Norte, hacia la loma de Sibanicú; y que encierran<br />

por el Este todas las pequeñas estribaciones de estas<br />

lomas, y concluyen en el Jobabo. Ahora, si se<br />

quiere conocer la costa entre el Najasá y el Jobabo,<br />

baste citar al bonito arroyo de Caulejo (hoy rio Sevilla)<br />

y al no menos interesante de Tana.<br />

XIV.<br />

Guamuhaya, Güaimaya, Quamuhaya, según Pezuela,<br />

que es bastante aficionado á la q. Lavallée<br />

coloca esta provincia indígena en el mismo lugar<br />

que la actual jurisdicción de Trinidad (7). Latorre<br />

la fija desde luego en la costa Sur, lindando al<br />

Oeste con Jagua, al Norte con Goaibanacan y al Este<br />

con Magon.<br />

El trazado nos parece facilísimo: la corriente<br />

del Arimao y una línea tirada hasta las fuentes del<br />

Damují limitarían el Oeste, y la corriente del Agabama<br />

ó Manatí hasta su afluente el Seibabo, y otra<br />

línea prolongada hasta el valle do Siguanea ó Jibacoa<br />

circunscribirían la parte del Oriente, porque


104 CUBA INDÍGENA.<br />

del último valle hasta las fuentes del Damují, los confines<br />

septentrionales se hallan indicados por el Mediodía<br />

de Coabainacan.<br />

En cuanto á la costa, es interesantísima: desde<br />

el rio Arimao se encuentran hacia el Oriente la inmediata<br />

punta de Itabo, la de Guaijinico y los rios<br />

Yaguanabo, Gabagan, Guanayara y Guaurabo, la<br />

punta del Jigüey, el rio Tayaba, y tres ensenadas<br />

anteriores y vecinas al Agabama, conocidas dos<br />

de ellas con los nombres del Masío y de Jobabo.<br />

En cuanto á su población, Herrera dice que<br />

abundaban los indígenas á nueve ó diez leguas de<br />

Jagua, por donde se levantó Trinidad. (Déc. 1. a , libro<br />

x.)<br />

XV.<br />

Guanahacabibes. Es una de las cinco tribus<br />

que he encontrado citadas únicamente por Latorre;<br />

y es tanto más de extrañar, cuanto que llama al<br />

cabo occidental de Guaniguanico, y Urrutia fija,<br />

como veremos, la provincia de este nombre en el<br />

mismo cabo de San Antonio; de todos modos, Latorre<br />

la reconoce como la península límite del Occidente,<br />

confinando sólo por el Norte con el territorio<br />

Guaniguanico.<br />

Con estos antecedentes pueden distinguirse perfectamente<br />

sus confines geográficos: por la parte de<br />

tierra y del Sur al Norte, el rio Cuyaguateje hasta


CUBA INDÍGENA. 105<br />

su paso por el Oriente de los lagos la Siguanea y el<br />

Jobero; y desde aquí á desembocar en la hoy llamada<br />

ensenada de Guadiana. La costa y el litoral,<br />

desde este último rio y el meridional de Yana al<br />

cabo de Guaniguanico, está poblado de mangle, siénaga(ciénaga)<br />

y seborucan (seborucales), formaciones<br />

secundarias que se dijeran agregadas con posterioridad<br />

á la isla de <strong>Cuba</strong>, y que señalan al septentrión<br />

los bancos que componen el archipiélago de<br />

Guaniguanico, territorio privado de ríos y arroyos,<br />

aunque no de lagunas y charcos y aun hervideros<br />

de agua, y plantel, en fin, donde parecen encontrarse<br />

las bases neptónicas entremezcladas con las plutónicas,<br />

para constituir un país curiosísimo bajo el<br />

punto de vista de la geología (8).<br />

Todos los historiadores de la expedición de<br />

Cortés nos hablan de un pueblo indígena situado<br />

en el cabo de Guaniguanico.<br />

XVI.<br />

Guaniguanico. Haniguanica, según Pezuela,<br />

Valdés y Urrutia, nombre que tal vez sirvió para<br />

que March y Labores le llamasen equivocadamente<br />

Haniguanea. Por lo demás, y recordando únicamente<br />

la opinión de Urrutia sobre la posición do<br />

este territorio, Latorre lo fija decididamente entre<br />

Guanahacabibes por el Oeste y el Marien por el Este,


106 CUBA INDÍGENA.<br />

y entre el archipiélago de su nombre por el Norte y<br />

el de Ganareos por el Sur.<br />

Conocidos los confines del Oeste hacia la loma<br />

Ajiconal, se pueden fijar sus límites por el Este en<br />

el rio meridional de Garaguao (hoy Garraguao ó de<br />

los Palacios), las lomas del Gorojal, el rio septentrional<br />

de Guacamaya, y el de Manimaní al occidente<br />

del puerto del Guamo ó moderna Bahía Honda.<br />

De suerte que la costa meridional estaría formada<br />

desde el Cuyaguajete por la punta Maboa, por la<br />

corriente Guama, por el cabo Caribe y por el Gaiguanabo<br />

ó el contemporáneo San Diego; y que la costa<br />

septentrional podia señalarse después del moderno<br />

rio de Mantua, por las corrientes de Macurijes y<br />

Bajá, por la puuta Jutía, por el archipiélago del<br />

nombre de la provincia y por otros rios menos importantes.<br />

XVII.<br />

Habana. Todos los autores convienen en que<br />

existió esta provincia indígena. Arrate, siguiendo<br />

el criterio de Herrera, la coloca en la misma posición<br />

que hoy ocupa; Urrutia comprende además á<br />

la moderna Matanzas, opinión que secunda Valdés:<br />

Latorre la sitúa, en vista de estos datos, haciéndola<br />

lindar por el Oeste con el Marien, al Este con Sabana,<br />

Macorí y Hanabana, y al Norte y al Sur con<br />

los dos mares.


CUBA INDÍGENA. 107<br />

La parte Oeste se podría fijar por una línea que<br />

se tirase desde las montañas de Marien á la laguna<br />

Ariguanabo, y de aquí á la ensenada de Majana; la<br />

parte Este desde el rio Caneimar ó Canimar, que termina<br />

en las lomas de Caobas, y desde aquí por el<br />

principal afluente del Jatibonico del Sur hasta el<br />

desagüe do este rio: de modo que estaría la costa<br />

formada por el Norte de las puntas Guaní [Guancsj<br />

y Mangle, de los ríos Mayanabo (Marianao) y Casiguaya<br />

ó Gasiguaguas [AhnendaresJ, del puerto de<br />

la Habana, del pequeño Cojimar y de los más importantes,<br />

Bacuranao y Guanabo, entre cuyos dos<br />

rios se encuentra el cabo Tarará, de las corrientes<br />

fluviales el Jaruco, el Jibacoa, el Canasi y el Bacunayagua,<br />

y de las puntas de Guano y Seboruco; y en<br />

cuanto al Sur, por el embarcadero de Guanímar, la<br />

punta Gayama, el rio y punta Cajio, el rio Guanabo,<br />

el cabo Bujamey, el hermoso Mayabeque y el surgidero<br />

de Guanamon.<br />

Tres pueblos indígenas pueden citarse en este<br />

territorio: el primero es el de Guanabacoa, donde<br />

fueron á refugiarse los aborígenes después de la<br />

conquista ( Gua-n-abo-coa , depósito grande y derivaciones<br />

del agua, ó lugar abundante en aguas,<br />

como dice un historiador) (9); el segundo es el de<br />

Matabanó (Balabanó), que según las Piernonas de<br />

la Sociedad Patriótica ova población de indios (10),<br />

y el tercero es Yucay, en el hoy Matanzas, según el<br />

mapa de Latorre.


108 CUBA INDÍGENA.<br />

XVIII.<br />

Hanabana. Es la segunda tribu que cita aisladamente<br />

Latorre, y colócala en la costa del Mediodía<br />

y al Sur de los Macorí, y al Este de la Habana<br />

y al Oeste de Jagua.<br />

Ya se ha dicho que con la Habana confina hasta<br />

el primer afluente del Jatibonico del Sur: desde<br />

aquí, y como confines septentrionales, súbese el<br />

mismo Jatibonico hasta sus fuentes primitivas, y<br />

termina por una corta línea hasta los orígenes<br />

del Damují, que determina esta provincia por el<br />

Oriente. De suerte que sus costas, desde el Jatibonico<br />

al Damují, se precisan con las puntas Corúa y<br />

Guisaso en la ensenana de Broa; la del Mangle, que<br />

prefija el límite de esta ensenada; todos los cayos<br />

anejos á los Ganareos, entre los cuales figura el de<br />

Masío; la moderna bahía do los Cochinos, que tiene<br />

una supuesta comunicación con la interesante Ciénega<br />

ele Zapata, y esas roscosas orillas que se despliegan<br />

después en un mar libre hasta el puerto y<br />

bahía de Jagua.<br />

XIX.<br />

Jagua ó Xagua. Citada por todos los autores<br />

que recuerdan á Guaniguanico. Urrutia fija esta<br />

provincia en la moderna jurisdicción de Cíenfuegos:


CUBA INDÌGENA. 109<br />

March y Labores en la costa Occidental, hacia los<br />

antiguos Jardines de la Reina y al Sudeste de Matabanó,<br />

y Latorre, completando estos datos, al Sur<br />

de Sabaneque y al Norte de la bahía de su nombro,<br />

lindando por el Oeste con Hanabana y Macorí y por<br />

el Este con Coabainacan y Guamuhaya.<br />

Prefijados los límites occidentales de estas dos<br />

últimas provincias indígenas por el rio Arimao,<br />

fuentes del Damují y sierra de Jatibonico, falta encerrar<br />

por el Norte los montes de Banacan, hasta<br />

que por los del Gaunao terminaran los confinos en<br />

en rio de Sasa, frente por frente de las lomas de<br />

Jamagua y Mamey: desde aquí, y para formar los<br />

límites por el Oeste, subiríase el curso del Sasa<br />

hasta la mayor proximidad del río Damují.<br />

Cuéntase sobre el Arimao un pueblo de indígenas,<br />

de que nos hablan los antiguos cronistas, llamado<br />

Ganareo, nombre genérico de población, según<br />

Bartolomé de las Casas y otros contemporáneos<br />

españoles.<br />

XX.<br />

Macaca, provincia de que nos hablan los mismos<br />

autores que so ocupan de la anterior. Pczuela<br />

asegura simplemente que se hallaba hacia el hoy<br />

Puerto-Príncipe; pero Urrutia, fijándose más en<br />

Herrera, sostiene que se encontraba enfre Baytiquirí<br />

y Bayamo, en la costa Sur, y á quince ó vein-


110 CUBA INDÍGENA.<br />

te leguas de la moderna <strong>Cuba</strong>: prosiguiendo estas<br />

indicaciones, coloca Latorre el territorio al Sur de<br />

las provincias de Guacamabayo y Bayamo y al Oeste<br />

de Boyuca, teniendo al mar de Sur por el Mediodía<br />

y por el Oeste.<br />

Prefijados los confines terrestres al tratar de estas<br />

tres últimas tribus, réstanos circunstanciar las<br />

costas que encerraba: desde el ríoJibacoa ala punta<br />

Casimba (que se llamó de Alfa y Omega, y hoy<br />

se dice cabo Cruz), se encuentran el rio Tana, la<br />

ensenada de Caney, el rio y puerto de Bicana y las<br />

desembocaduras del Macaca, Seibabo y Nígüero; y<br />

desde la punta Casimba al rio de Manatí se desarrollan<br />

los acantilados do la sierra de Macaca (hoy<br />

Maestra), que no ofrecen accidentes ni refugio<br />

alguno.<br />

XXI.<br />

Macorí. Es la tercera tribu que cita únicamente<br />

Latorre, y la coloca al Sur de Sabana, al Oeste do<br />

Jagua, al Norte do Hanabana y al Este de la Habana.<br />

Trazados los confines de estas tres últimas provincias,<br />

desde las lomas do Jamagua y Mamey por<br />

el rio do Sagua la Grande, por el Hanabana y Jatibonico<br />

y por el principal afluente de este último rio<br />

hasta la loma de Caoba, falta completar la parte<br />

Norte por una línea, tirada desde las dos primeras


CUBA INDÍGENA. 111<br />

á la última montaña, que cruzaría las lagunas de<br />

Guaniguas y de Tunal y separaría las vertientes meridionales<br />

y septentrionales hasta el Mediodía de<br />

Guanajayabo ó últimas estribaciones de los montes<br />

Gamarioca.<br />

XXII.<br />

Magon. Colon llámala Mango y Pezuela Mangón:<br />

el primero la coloca, según su célebre Diario,<br />

á trescientas treinta y cinco leguas del cabo de<br />

Maisí, y al Occidente de Camagua y Ornafay: Latorre,<br />

en vista de estos datos, hace lindar á esta<br />

provincia al Norte con Coabainacan, al Oeste con<br />

Guamuhaya y al Este con Ornafay, comprendiendo<br />

un fragmento de costa por la parte del Sur.<br />

Prefijados los confines occidentales y septentrionales<br />

en la descripción de las dos primeras tribus,<br />

debe añadirse que los orientales, ó la raya política<br />

con el Ornafay, se ciñe simplemente á la corriente<br />

del Jatibonico del Sur; de suerte que su costa se<br />

desarrolla desde este rio al Agabama por la punta<br />

Pasabanao, esteros de Canoa y las Guásimas, el gran<br />

rio Sasa, el segundo de la Isla, y puntas de Caney<br />

é Iguanojo, entre las cuales desagua el Tayabacoa.<br />

XXIII.<br />

Maguanos. Pezuela se reduce á citar este territorio<br />

que Latorre coloca al Sur de Maniabo y al


112 CUBA INDÍGENA.<br />

Norte do Maiye y Guahimaya, teniendo por confines<br />

hacia el Este á Baní y á Barajagua, y hacia el Oeste<br />

á Maniabo y á Gueybá.<br />

i a se na dicho al tratar de esta última provincia<br />

que sus límites eran desde el afluente del Cauto<br />

el G&ut-illo á la loma de Cuajabal-es; pero los do<br />

esta tribu, según la carta de Latorre, no llegan al<br />

Holguin, sino que inclinándose por esos extraños<br />

y aislados arroyos de Majagua y Camaján, van á parar<br />

en la loma de Tacajó; desde aquí, y para formar<br />

la raya septentrional, vuelven á inclinarse al<br />

Mediodía por la loma do Barajagua hasta las fuentes<br />

del Mayarí, y sigue luego el trazado, como hemos<br />

dicho al hablar do Barajagua, hasta ol encuentro<br />

del gran rio del Cauto.<br />

XXIV.<br />

Maisí, según Latorre y Pezucla, ó Maysí, según<br />

Pichardo. El primero la coloca en el cabo de su<br />

nombro, confinando al Norte con Baracoa y al<br />

Oeste con Baytiquirí.<br />

Al tratar do estas provincias indígenas hemos<br />

visto que el trazado de su interior era la cuenca del<br />

río Yumurí y la vertiente occidental de la sierra de<br />

Sagua-Baracoa hasta el Sabanalamar; y la costa<br />

desde ol primero al último de estos rios, se precisan<br />

con las puntas Guanal, Bagá, Mangle é Icaco,<br />

cabo Maisí, punta Guanos, rios Jauco y Jojó, playa<br />

y punta de Imia y rio Yacabo.


CUBA INDÍGENA. Ufi<br />

XXV.<br />

Maiye. Maiyie según Latorre, y Marije según<br />

Pezuela: el primero coloca este territorio al Sur do<br />

los Maguanos, al Este de Bayamo y al Oeste de<br />

Guahimaya.<br />

No debemos, pues, hacer otra cosa que recordar<br />

los confines señalados, y éstos son: Norte, de la<br />

loma de Tacajó á las fuentes del Mayarí; Oeste, del<br />

Gaut-z/ío á la sierra de Macaca, y Esto, desde esta<br />

sierra á la terminación del Cauto Arriba: de suerte<br />

que adopta la ligura de un triángulo.<br />

XXVI.<br />

Maniabo: según Pezuela Maniabon, que es su<br />

nombre actual, aunque algunos le dicen Manaibon.<br />

Latorre sitúa la provincia en la costa Norte, teniendo<br />

al Oeste los territorios de Cuyaguayo y<br />

Gueyba, al Sur el de los Maguanos y al Este á los<br />

Baní.<br />

Trazados los confines de estas diferentes tribus,<br />

recordamos únicamente que desde el puerto de<br />

Jibara el trazado llega por la loma de Guajabal-es<br />

al Gaut-¿¿fo, desde este rio por la loma de Tacajó á<br />

las fuentes del Mayarí, y desde estas fuentes, por la<br />

serranía de Nipi, al puerto de Sama. Las costas<br />

8


114<br />

entre los citados puertos, marchando de Occidente<br />

á Oriente, comprenden el abra del Jururú, el rio de<br />

su nombre, el puerto do Bariai, donde termina el<br />

Bariai, con sus afluentes el Guajabaní y el Camaján,<br />

y el fondeadero de Sama, donde desaguan el Yaguajan<br />

y el Sama.<br />

XXVII.<br />

Marien: es la cuarta provincia que sólo menciona<br />

Latorre y la coloca entre los dos mares, teniendo<br />

al Oeste la tribu de Guaniguanico y al Este la de<br />

la Habana.<br />

Recordemos únicamente que estos límites comprenden<br />

desde el rio Manimaní al de Garaguao, y<br />

desde el puerto de Marien á la ensenada de Majana.<br />

Del rio Manimaní al puerto de Marien desarróllase<br />

la costa Norte por el puerto del Guamo, punta Caimán,<br />

el moderno puerto de Cabanas y los cabos de<br />

Guayabal y de Yana; y por la costa Sur osténtanse,<br />

desde el Caraguao á la ensenada de Majana, la punta<br />

del primero do estos nombres, el estero de Guasimal,<br />

los rios de Bacunagua y Sabanalamar y la punta<br />

que dicen del Gorojal.<br />

XXVIII.<br />

Ornafay, según Pezuela Ornafai. Colon precisó<br />

este territorio en la costa Sur, no lejos del banco


CUBA INDÌGENA. 115<br />

Jardines y al Este de Magon: Latorre, en vista de<br />

este dato, le hace confinar al Oeste de esta provincia<br />

indígena y de Coabainacan, al Norte con Sabaneque<br />

y al Este con Camagua.<br />

Conocidos los confines orientales de las dos primeras<br />

provincias, ó séanse el Jatibonico, el arroyo<br />

Guayo y la loma de Manacas, y las occidentales de<br />

la última, ó sean desde la punta de Macurijes hasta<br />

las últimas estribaciones de los montes Cunagua,<br />

falta encerrar el interior por una línea arrojada<br />

desde la loma Manacas á los montes Cunagua; y en<br />

cuanto á la costa, despléganse desde el Jatibonico<br />

del Sur las puntas de Tanal y de Tuna, el rio de<br />

Guayacan-es, los esteros de Sabanalamar, la corriente<br />

Güiro y la punta Macurijes.<br />

XXIX.<br />

Sabana. Es la quinta y última tribu indígena<br />

que cita únicamente Latorre, y la coloca en la<br />

costa Norte, teniendo al Oeste á la Habana, al Sur á<br />

Macorí y al Este á Sabaneque.<br />

Dichos como están los confines de esta provincia,<br />

que no son otros que el rio Canimar, loma<br />

Caobas, lagunas Tunal y Guaniguas hasta los montes<br />

de Jumagua y Mamey, el límite que falta por el<br />

Oriente señalaríase por el cauce del Sagua la Grande.<br />

La costa, desde el primero al último de estos<br />

rios, comprendería de este modo: la punta de Maya,


116 CUBA INDÌGENA.<br />

el puerto de Gamarioca, la ensenada del Coco, el<br />

cabo de Icaco, los puertos de Siguapa (hoy Cárdenas)<br />

y del Júcaro, el cabo del Gorojal, los rios de<br />

Júcaro y moderno Palmas, las lagunas do Gonconi,<br />

que comprenden el archipiélago de Sabana-Camagüey,<br />

las salinas del Ja tal, los embarcaderos de<br />

Carahates y Güines, y toda esa multitud de cayos<br />

que señalan la entrada del tercer rio de <strong>Cuba</strong>.<br />

XXX.<br />

Sabaneque, que recuerdan Latorre y Pezuela: el<br />

primero la coloca, como la provincia anterior, hacia<br />

la costa Norte, lindando al Oeste con Sabana,<br />

al Sur con Jagua, Goabainacan y Ornafay y al Este<br />

con Camagua.<br />

Prescindiendo de circunstanciar sus confines,<br />

puesto que se detallan en los respectivos territorios,<br />

limitémonos á decir que desde el rio Sagua al<br />

rio Yana se precisa todo el litoral con el estero y<br />

punta de Gunucumí, con los rios Caunao del Norte y<br />

Sagua la Chica, con la punta Guasí, con el cayo Conuco,<br />

que guarda la entrada del puerto de Caibarien;<br />

con los pequeños rios de Guaní, Manabuimba<br />

y Seibabo; con el cabo de Guayarues, con las corrientes<br />

Jatibonico del Norte y su inmediato de<br />

Chambas, con el embarcadero Nauyú, medio escondido<br />

por la isleta de Turiguanó y con el río Júcaro,<br />

el más vecino del Yana.


CUBA INDÍGENA. 117<br />

Dos pueblos indígenas pueden precisarse en<br />

esta provincia, yes el primero Sabana, que Latorre<br />

coloca hacia el hoy Remedios, y es el segundo<br />

Garahate (acaso Garajate), que sitúa el buen Urrutia<br />

en el cayo Conuco, frente al moderno Gaibarien.<br />

XXXI.<br />

Sagua. Latorre y Urrutia nos recuerdan á esta<br />

tribu; el secundo situándola hacia el Oeste y costa<br />

Sur de Gueybá, y el primero rectificándole y colocándola<br />

en la costa del Norte, teniendo al Este la<br />

provincia de Baracoa, al Sur la de Baytiquirí y al<br />

Este la de Barajagua.<br />

Limitándonos al detalle de la costa, única cosa<br />

que nos resta describir de este territorio, puede<br />

añadirse que desde el rio Mayarí al rio Queiriguá,<br />

en que figura encerrada, aparece la ensenada de<br />

Cabonico, la punta Gana, el rio de Téneme, el puerto<br />

«y rio de Tánamo, los fondeaderos de Cananoba y<br />

Yaguaneque y el pequeño cayo Moa.<br />

XXXII.<br />

Guanaja. La independencia de la isla de Pinos y<br />

la numerosa población de sus inmediatos cayos,<br />

hasta el punto de que se les diera el nombre de<br />

Canareos (pueblos), todo parece apoyar la aserción


118<br />

de que fuera una tribu independiente; y solo como<br />

tal vamos á exponer la última descripción topográfica.<br />

Guanaja tiene al Oeste la inmensa ensenada de<br />

Siguanea, á quien no falta más que fondo: al Suroeste<br />

está fijada por la hoy punta de Cocodrilo, y<br />

desde este cabo al Oriente está señalada la costa<br />

por la caleta Carapachibey, y por las puntas Guanal,<br />

Canoa y Curasao. La parte Esto está señalada por<br />

una ciénaga, y de aquí se tiende hacia el Septentrión,<br />

recogiendo las aguas del secundario Guayabo<br />

y del importante y moderno rio de Santa Pé. Por<br />

último, y marchando de Oriente á Occidente, señálase<br />

la costa por la punta do Bibijagua, dos rios<br />

importantes y algunos arroyos de nombres españoles,<br />

hasta el moderno cabo de Tirry.<br />

XXXIII.<br />

En algunos historiadores antiguos, por Arrate,<br />

y en ciertos cantos populares, hemos tropezado<br />

con el nombre de Escambray, territorio que no<br />

menciona Latorre; y como creemos que este autor<br />

es el que mejor ha estudiado la división política de<br />

los indígenas cubanos, nos hemos abstenido por<br />

ahora de añadir, mas que en concepto de recuerdo,<br />

el nombre de esta tribu... ó lo que primitivamente<br />

fuera.<br />

A la par debemos añadir otra declaración, no-


CUBA INDÌGENA. 119<br />

sólo para salvar la responsabilidad personal y para<br />

explicar las rectificaciones que en su dia pudieran<br />

ocurrírsenos, sino también para defender al Sr. Latorre<br />

de algunas objeciones críticas que este nuestro<br />

folleto pudieran despertar: y es que este más que<br />

notable profesor habanero no ha pretendido otra<br />

cosa que probar los derroteros seguidos por Cristóbal<br />

Colon; y que, desde el lugar donde terminan estas<br />

notas, no nos ha sido posible comprobar sus estudios<br />

analíticos por otro medio que por un pequeño<br />

mapa colocado como preciosa orla en un plano de<br />

la isla de <strong>Cuba</strong> (11).<br />

Sirva, pues, lo dicho do interina excusa, seguros<br />

como estamos, por otra parte, de que los pocos<br />

detalles que nos suministra el Sr. Latorre son, si no<br />

de una exactitud indiscutible, los más aproximadas<br />

siquiera á la verdad (12).


CAPÍTULO V<br />

Vocabulario etimológico de los indígenas cubanos W-<br />

A-B-C-CH-D-E-G-H-I-J-L-M-N-O-P-Q-S-T-U-V-Y<br />

A<br />

A.—La más generalizada de todas las vocales.<br />

R. que se trasforma en ey para producir esta última<br />

T., como de aba abey, de Camagua Camagñey,<br />

de cana caney, de jagua jagüey, de jigua jigüey,<br />

de seiba seibey, de yara yarey, etc., etc.; y que<br />

otras veces adopta en este sólo caso una de las letras<br />

n, r y t, como en el ejemplo sigua para siguaney<br />

y siguarey, ó en el de Baracoa para baracutey.<br />

La a reemplaza muchas veces á la o, como puede<br />

verse al tratar de esta vocal y para la formación de<br />

ciertas 7'. La a se sobreentiende ó suprime en la 7'<br />

aya, y cuando es R. de palabra. [V. esta T.J<br />

Aba.—A", susf. C. Proviene acaso de este arbusto<br />

el abey de la isla de Pinos.<br />

Abey.—A r . susf. C. Árbol de la Guanaja.<br />

Abo.—7'. sust., que Pichardo traduce por agua.


122 CUBA INDÍGENA.<br />

Se pueden contar hasta veintiocho palabras de esta<br />

7'. en el presente Vocabulario, como son ariguanabo,<br />

bajurayabo, baratabo, caiguanabo, carniabo,<br />

cayajabo, clemajayabo, guanaba ó guainabo, guainacabo,<br />

guacanayabo, en caso que no fuera la anterior,<br />

guanajayabo, guayariabo, guayabo, jipiabo<br />

ó jiquiabo, jobabo, macaguabo, macanabo,<br />

maguabo, maniabo, micacabo, niabo, niguabo,<br />

siguabo, urabo, y acabo, yaguanabo y yamaguabo,<br />

que acaso sea la misma, y ara, yarayabo, yabo y<br />

yayabo. Es una de las T. que modifican la vocal o en<br />

la vocal a, pero sólo en medio de palabra, como en<br />

canabacoa, guanabacoa y guasabacoa.<br />

Abuje.—N. sust. C. Insecto.<br />

Аса.—Т. adj., que hemos aceptado como el aumentativo<br />

y despreciativo indígena. Algunas veces<br />

aparece modificado por el acó terminal, como sucece<br />

en cariaco, casiacaco, guaco, nabaco, piniaco y<br />

taracaco; pero generalmente es el аса que hemos<br />

admitido, no sólo como final de modismo, y ejemplo<br />

se nos ofrece en las palabras biajaca, guajaca,<br />

jamaca, macaca, manaca, siguaguaca у уисапаса,<br />

sino también, y de una manera determinada, en<br />

medio de las dicciones, como en los ejemplos ya citados<br />

do casiacaco y taracaco; además pueden citarse<br />

en este último sentido los sust. guacacoa, guacamarí<br />

ó ryuacama?^, guacamaya, guacanayabo,<br />

guainacabo, macagua, macaguabo, macana, macahabo,<br />

micacabo, yacabo, etc.<br />

Ácana.—N. sust. C. Árbol de madera dura.


CUBA INDÍGENA. 123<br />

Agabama.—N. sust. P. Rio de Guamuhaya.<br />

Age (aje ó axe antiguo).— N. sust. C. Tubérculo<br />

el hoy ñame africano.<br />

Aguacate.—A r . sust. C. Árbol frutal.<br />

Aguají ó agují.—A r . sust. C. Pez.<br />

Aguará.—A r . sust. P. Loma de la Camagua (no<br />

citada).<br />

Agüica.—A r . sust. P. Pueblo actual del indígena<br />

territorio de los Macori (no citado).<br />

Ai.--Diptongo que puede reconocerse en las siguientes<br />

palabras: aité, bai, bainoa, baire, baitiquirí,<br />

bariai, biajaiba, cabaiguan, Caibarien, caico,<br />

caiguanabo, caimán, caime, caimito, cainiabo,<br />

caisimon, caisimí, caraira, casaicaco, Escambray,<br />

gaibo, guabairo, guaijabon, guanajay, jaiba, Jaibo,<br />

jaiguan, jaimiqui, jurabaina, maibió,mainicú,<br />

mais, Maisi, naiboa, nitaino ó naitano, Ornafay,<br />

sigaray, taironas, yaguajay, yaití y yucay.<br />

Aia.—Triptongo, que puede comprobarse con<br />

el modismo maiapí si no existiera la T. aya, que á<br />

veces se descompone en las tres vocales.<br />

Aité.—A", sust. C. Árbol silvestre.<br />

Aji-jijí (hoy ají).—N. sust. C. Pimiento indígena.<br />

Ajiaco.—N. sust. C. Nombre del puchero cubano,<br />

D. sin duda de ají y acó, composición bastarda<br />

ó bodrio picante.<br />

Ajicon.—N. sust. C. Árbol.<br />

Ajiconal.—A T . sust. C. D. de ajicon, y al, bosque<br />

do ajicon-es.


124 CUBA INDÍGENA.<br />

Al.—T. sust., que hemos interpretado por bosque.<br />

De su detenido examen pueden deducirse las<br />

tres siguientes reglas: primera, cuando la palabra<br />

termina por a se ofrece una contracción, ó basta<br />

añadirle una 1, como en los modismos cuaba, guajaba,<br />

guanaja, guásima, jala, majagua, manaca,<br />

mayagua, papaya, sabina, sajana, lana., tuna,<br />

yabuna, yaguana y yaya; segunda, cuando la palabra<br />

termina por o, so modifica por la T. esta vocal<br />

(Y. a y o), ó se convierte la o en al, como en<br />

los ejemplos bejuco, caguaso, corojo, guaco, guano,<br />

guayabo, ¿caco, jucaro, y tabaco; y tercera, cuando<br />

termina la palabra en e, i ó consonante, basta añadirle<br />

la T. como en las palabras ajicon, guayacan,<br />

mije, palaban, tibisi y yarey; pero ocurriendo en<br />

los dos primeros casos algunas veces, ó una contracción,<br />

como en mangle (manglal), ó el aumento<br />

de una consonante, como en jiqui (jiquinal). Además<br />

hay que tener en cuenta que aparece esta T.<br />

en ciertas ocasiones, sin que interprete el significado<br />

de bosque, sino el de muchos, como en los D.<br />

de bagaso, de cuajaba y de seboruco; pero emendóse<br />

siempre á las tres reglas expuestas.<br />

Anamú.—N. sust. C. Arbusto silvestre.<br />

Anana.—A r . sust. C. Frutal. El ana no sólo<br />

significa la negación, sino también la reconcentración:<br />

puede así traducirse por doble flor.<br />

Ananardio.—N. sust. C. Frutal.<br />

Anón.—A", sust. C. Frutal.<br />

Ao.—Diptongo que se desprende de las pala-


CUBA INDÍGENA. 125<br />

bras Arirnao, bacúnao, bacuranao, bajanao, Bamburanao,<br />

Banao, bijao, camao, cao y los D. de esta<br />

T, caona, Caunao, curasao, dajao, guanao, jarao,<br />

jayao, jumacao, macao, pasabanao, patao, peopao,<br />

sao, yamao y yerao.<br />

Arabo.—N. sust. C. Vegetal.<br />

Arará.—Adj., etimología blanco.<br />

Arcabuco.—Adj., según Oviedo, boscaje de árboles.<br />

Areito ó areyto.—N. sust. C. Baile histórico ó<br />

legendario.<br />

Ariguanabo.—N. sust. P. Laguna de la Habana.<br />

Creemos que sea D. por sus T. gua-na-abo, pero<br />

no nos atrevemos á darle significación á la P..; esta<br />

palabra, sin embargo, y según creemos la de arabo<br />

y otras que veremos, nos prueban que existia la U<br />

aro ó ara en el dialecto indígena.<br />

Arimao.—A*, sust. P. Rio de Jagua.<br />

Arique.—A", sust. C. Cuerda de bejuco.<br />

Asiguanaso.—N. sust. P. N. de un pueblo actúa!<br />

de la provincia indígena Marien (no citado).<br />

Ateje ó ateque.—A*, sust. C. Árbol silvestre.<br />

Au.—Dipto7igo que se distingue en las palabras<br />

aura, bauta, bijaura, .cataure, caugeri, ó cauregi,<br />

caujará, caumao, Caunao, Cauto, jauco, nauyú y<br />

y yaxdía.<br />

Aura.—N. sust. C. Ave de rapiña.<br />

Aya.—Verbo indígena que hemos interpretado<br />

por derivación, origen, fuente, etc.—Se presenta<br />

en tres formas: primera, en medio do dicción, que


126 CUBA INDÍGENA.<br />

es la más numerosa, como se patentiza en los ejemplos<br />

babayona, bacunayagua, bajurayabo, bayate,<br />

cayaguaneque ó cacaguaneje, cay aguayo, cayajabo,<br />

cay ama, cayambú. clemajayabo, guacanayabo,<br />

(guayaba, jayabacana, jayajabico, jayao, mamanayagua<br />

y los compuestos de maya y laguayabon;<br />

segunda, como R. perdiendo en esto caso la primera<br />

a, y así puede notarse en los compuestos yaya,<br />

yabú, y acabo, y agruma, yagua, yamagua, yamao,<br />

y amar agua, y ana, ya?\iy yayaíjo; y tercera,<br />

como T. en las palabras Maya, cayaya, guacamaya,<br />

Guahimaya, Guahumaya, maguaraya, maya,<br />

papaya, pitajaya y siguaraya.<br />

Ayre.—A r . sust. G. Según Oviedo, una especie<br />

de conejo, que hoy se desconoce. (V. libro xn, capítulo<br />

xxxiv de su obra.)<br />

Ayúa, auyúa ó bayua, bauyúa.—N. sust. C. Árbol<br />

silvestre.<br />

B<br />

B.—Primera letra consonante. Preséntase generalmente<br />

enlazada con la vocal a, después como<br />

secundaria con la letra i, á veces con la u, y más<br />

raramente con la o y la e.<br />

Babiney.—N. sust. C. Costa fangosa.<br />

Babujal.—V. mabuya.<br />

Baconao.—A r . sust. P. Rio de Bayliquiri.<br />

Bacunaguas.—A*, sust. P. Rio déla Habana.


CUBA INDÍGENA. 127<br />

Bacunayagua.—N. sust. P. Si no es el anterior,<br />

es D. suyo, ó acaso su verdadera expresión.<br />

Bacuranao.—A r . sust. P. Rio de la Habana.<br />

Bagá.—iY. sust. C. y P. Vegetal. Puertos de<br />

Coabai.<br />

Baganiona.—N. sust. P. Dios indígena.<br />

Bagaso, hoy bagazo.—A*, sust. C. Resto filamentoso<br />

de un fruto jugoso.<br />

Bagasal.—D. de bagaso y al, eme en este caso<br />

significa mucho.<br />

Baguanó.—IV. sust. P. Loma de la serranía<br />

oriental ó de ¡Sagua-Baracoa.<br />

Bajarí, escríbese también baharí y saorí.—A".<br />

sust. C. Planta, según Torquemada.<br />

Bahama.—A 7 , sust. P. Canal é islas del Norte<br />

de Coabai.<br />

Bai.—N. sust. C. País ó tierra, según Pichardo;<br />

hay que notar, sin embargo, que generalmente<br />

se emplea como aelj.<br />

Baigua ó baygua.—N. sust. C, según Oviedo:<br />

por la explicación que acompaña, entiéndese una<br />

planta venenosa. D. do bai-gua, succión do la<br />

tierra.<br />

Bainoa.—A r . sust. P. Pueblo actual de la antigua<br />

Habana. D. de bai-noa, país del A'oa (sin explicación<br />

esta última palabra). (No citado.)<br />

Baire.—A r . sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />

Bayamo. D. de bai-ayre, país del ayre. (V.) (No citado.)<br />

Baitiquirí, Baiquirí, Baitiquirí ó Bayatiquirí.—


128<br />

.Y. susí. P. Provincia indígena. D. de bai-tiquirí.<br />

país de los tiquiri, pueblo desconocido.<br />

Bajá.—Se considera por algunos autores como<br />

corrupción de Bagá ó como D. suyo.<br />

Bajanao.—N. sust. C. Pez. Debe serD. de bajá.<br />

pero se desconoce la T de nao.<br />

Bajare ó bajarete.—N. sust. C. Bujío grande,<br />

según Pichardo.<br />

Bajurayabo.—A", sust. C. Varios rios de algunas<br />

provincias reciben este nombre. Puede suponerse<br />

que es palabra D. por sus T. ayo y abo.<br />

Bambunao, Bambuanao ó Bamburanao.—A 7 , sust.<br />

P. Montaña oriental de la serranía de Sabanequc<br />

Banacan.—A", susí. P. Montaña central do Sabaueque.<br />

D. de baní y can, y puede admitirse como<br />

«donde se extendieron los baní.»<br />

Banao.—A 7 , sust. P. Montaña oriental de Guaraní<br />

my a. D. de baní y nao, T. desconocida.<br />

Baní.—A r . sust. P. Provincia indígena. De aquí<br />

nacieron los D. castellanos ban-es y ban-ó con que<br />

hoy se conocen.<br />

Baqueque.—A T . sust. C. Sinónimo de bujío, según<br />

Pezuela.<br />

Baracoa.—N. sust. P. Provincia indígena. D. do<br />

barí-coa, depósito de bar i.<br />

Baracutey.—'V. sitsf. C. D. de Baracoa-ey, naturales<br />

de Baracoa.<br />

Barajagua.—A r . sust. P. Provincia indígena. JO.<br />

de barí y jagua, que implican acaso los árboles más<br />

comunes de este territorio.


CUBA INDÌGENA. 129<br />

Baratabo.—A r . siisi. P. Pueblo actual de la antigua<br />

Camagua. D. de bari 6 itabo, charco de bari<br />

ó plantado de bari.<br />

Barbacoa.—.Y. siisi. C. Lugar alto ó depòsito.<br />

D. sin conocerse la R., puesto que coa os T.<br />

Barí, que según Noda os la R de la moderna<br />

barí-a. A r . sust. C. Árbol silvestre. Acaso por contracción<br />

so haya formado el bara de las anteriores<br />

palabras.<br />

Bariai ó Bariay.—N. sust. P. Rio de Maniabo.<br />

D. de barí, sin conocer la T. ai.<br />

Batagun.—N. sust. P. Canal del Norte de<br />

Coabai.<br />

Batea.—N. sust. C. Tina circular. D. de bato,<br />

sin conocer la T.<br />

Batey.—A T . sust. C. Juego de pelota. D. do bato<br />

y ey, habitantes del bata.<br />

Bato.—A", sust. C. Plaza circular.<br />

Bauta.—A r . susí. P. Pueblo actual del Marion.<br />

(No citado.)<br />

Bayabe.—N. sust. C.—Cuerda fuerte.<br />

Bayabeque.— N. sust. P.—Pueblo actual del antiguo<br />

Sabaneque. D. do bayabe y acá, cordel grueso.<br />

(No citado.)<br />

Bayamo.—N. sust. P. Provincia indígena. (V. su<br />

etimología en el capítulo iv.)<br />

Bayate. A*, sust. P.—Rio del Marien.<br />

Bayoya ó babayona.—A r . sust. C. Lagarto.<br />

Bayrú.— N. sust. C. Centro obsceno.<br />

Bayúa ó bauyúa.—-Y. ayúa.<br />

9


130 CUBA INDÍGENA.<br />

Bayugan.—A r . sust. C. Arbusto de Guamu-<br />

/iaya.<br />

Bayuyo.—A 7 , sust. C. Arbusto de Guantanamo.<br />

Bearí, el beorí de Oviedo. N. sust. C. Mamífero,<br />

Bebique ó buhití, acaso bejique ó bujití. A", susl.<br />

C. Sacerdote.<br />

Bejucal.—D. de bejuco y al, bosque de bejucos.<br />

Bejuco.—-N. sust. C. Liana cubana.<br />

Ben.—A r . sust. C. Vegetal.<br />

Biajaca ó viajaca.—A r . sust. C.—Pez.<br />

Biajaiba ó viajaiba.— N. sust. C. Pez de rio. Estas<br />

tres últimas palabras fueron acaso D., porque<br />

se notan en ellas las T. aya v acá y la palabra jai-<br />

MfV.J<br />

Biaró.—N. sust. P. Embarcadero de la Camarita.<br />

Biaya ó Bambiaya, según Las Casas. A T . sust. C.<br />

Ave palmada.<br />

Bibona.—A", sust. C. Pichardo pregunta y Fernandez<br />

sanciona que es el vegetal conocido hoy por<br />

caefómba.<br />

Bicana.—N. sust. P. Puerto de la Macaca.<br />

Bija ó vija.—A', sust. C. Planta que sustituye al<br />

pimentón.<br />

Bijagua.—D. do bija y gua, depósito de bija-s.<br />

Bijaguara ó bijaragua.—D. bija y guará.<br />

Bijao ó bihao.—A", sust C. Especie de guano.<br />

Bijarú.—N. sust. P. Loma del grupo de Sagua-<br />

Baracoa.<br />

Bijaura.—D. do bija y aura.


CUBA INDÍGENA. 131<br />

Bijirí ó birijí (hoy bijirí-íaj.—N. susí. C. Un<br />

pájaro.<br />

Binimí. — N. sust. P. Islas legendarias del<br />

Norte.<br />

Birama ó Virama.—N. sust. P. Poblado actual<br />

del antiguo Cueybíi ó Guaímaro. Antiguo puerto de<br />

Macaca.<br />

Bita.—N. sust. P. Puerto del Norte.<br />

Bobo.—N. sust. C. Ave acuática.<br />

Bonasí.—(V. ponasí.)<br />

Boocan.—-Adj. Salado ó conservación de carnes.<br />

Boriquen, Borinquen ó Boricon.—A. sust. P.<br />

Nombre indígena de la isla de «Puerto-Rico.» Su<br />

significado es: país de los hombres morenos.<br />

Boyuca.—N. sust. P. Provincia indígena. Su T.<br />

nca hace sospechar un desconocido D.<br />

Bucagüe ó ¿búcare?—N. sust. C. Vegetal.<br />

Bueney.—A r . sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />

Baytiquiri.<br />

Bujamey.—N. sust. P. Cabo de la Habana. Estos<br />

dos últimos nombres tienen la T ey y puede discutirse<br />

no sean D.<br />

Bujio, bojío, buhío ó bohío.—N. sust. C. Cabana<br />

de forma elíptica y cuadrilátera.<br />

Buhití ó bujití.—V. behique.<br />

Búren. — N. sust. C. Puchero de barro circular.


132 CUBA INDÌGENA.<br />

c<br />

C—Consonante más importante que la b. 8o<br />

enlaza generalmente con la a y después con la o y<br />

la u: no existiendo el «ceceo» en este dialecto, según<br />

dice Pichardo, claro es que no puede combinarse<br />

con la e ni con la i.<br />

Cabacú.—A r . sit.sí. P. Pueblo actual del antiguo<br />

Baracoa. (No citado.)<br />

Cabagan.—N. sust. P. Pió de Guarnid i aya.<br />

Cabaguaní.—.Y. sust. P. D. sin duda alguna del<br />

anterior, no sólo por su parecido y su T. de í, sino<br />

también porque es un pueblo actual do la misma<br />

provincia.<br />

Cabaiguan.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />

Coabainacan. D de cabagan á nuestro juicio.<br />

Gabaniguan.—A r . sust. P. Pueblo actual de la<br />

antigua Sabana. Estos cuatro últimos nombres no<br />

tienen, en nuestro criterio, distinción alguna como<br />

R. para que dejemos de considerarles como D. (No<br />

citados.)<br />

Cabima.—N. sust. C. Árbol silvestre.<br />

Cabonico.—A r . sust. P. Ensenada de Sayua.<br />

Cabuya.—N. sust. C. Cordel delgado ó fragmento<br />

de bejuco.<br />

Cacao.—A r . sust. C. Árbol. Puedo juzgarse D.<br />

por su T. cao. Acaso la sílaba ca, tan común en<br />

todas estas palabras, sea una contracción de acá.


CUBA INDÍGENA. 133<br />

Gacuyugin.—N. sust. P. Rio de Cuy aguayo.<br />

Gaguairan. —• N. sust. C. Árbol de madera<br />

dura.<br />

Caguama.—A", sust. C. Pez. Evidentemente es<br />

D. esta palabra por sus dos 7'. gua y ma, aun en el<br />

caso de que ca no fuera contracción de acá.<br />

Caguanes, caguanete ó caguanetaso (y no caguanetazo).<br />

Adj. Pavesa.<br />

Gaguará.—A", sust. C. Concha.<br />

Caguaso.—A r . sust. C. Planta.<br />

Caguasal.—D. de caguaso y al, bosque de caguaso-s.<br />

Gaguato.—-A', sust. C. Árbol silvestre.<br />

Caguayo.—-N. sust. C. Lagartija. La T. de guayo<br />

hace sospechar nuevamente si el ca no es una contracción<br />

de acá, significando en este caso bosquejo<br />

rayado.<br />

Cagucibaje.—A T . sust. P. Loma de Baracoa.<br />

Caibarien.—-A", sust. P. Puerto de Sauaneque.<br />

Caico.—A*, sust. C. Bajío.<br />

Caiguanabo.—A r . sust. P. Rio de Guaniguanico.<br />

Las 7 1 . gua-n-abo hacen sospechar los D. acá é i.<br />

Caimán.—A", sust. C. Reptil. Desechamos, como<br />

•castellano, su D. caiman-es.<br />

Caime.—A*, sust. C. Tubérculo, según Pichardo.<br />

Caimito.—A*, susf. C. Vegetal. Díccsequc es D.<br />

de caimán, pero nos parece castellano.<br />

Cainiabo.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />

Coabainacan. (No citado.)<br />

Caisimon.—A 7 , susf. C. Vegetal.


134 CUBA INDÌGENA.<br />

Gaisimú.—N. sust. P. Loma de Cuy aguayo. D_<br />

'á nuestro juicio de la palabra anterior.<br />

Gajabo ó cajobabo.—A r . sust. C. Vegetal. D., en<br />

el primer caso, de cají y abo, y en el segundo de<br />

cajóba y abo; interpretaciones «sustancia de que<br />

viven los cají» ó «aliciente del cajoua.»<br />

Gají, hoy cajío. A r . sust. C. Pez.<br />

Gajimaya.—N. sust. C. Rio de Barajagua. D. do<br />

cají-ma-aya, «nacimiento y crecimiento de los<br />

caji.»<br />

Gajoba.—R. de<br />

Cajobabo.—A r . sust. P. Surgidero de Bayiiquiri.<br />

En caso de que sea lo mismo que cajabo, V. esta<br />

palabra.<br />

Galaguala.—N. sust. C. Vegetal.<br />

Camagua.—N. sust. P. Provincia indígena. V.<br />

para el D. el cap. iv.<br />

Gamagüey.—-N. susí. C. D. de Camagua y ey r<br />

habitantes de la Camagua.<br />

Gamagüira.—N. sust. C. Vegetal. D. de aca-magüira,<br />

pobre engendro de la güira. (V.)<br />

Camaján ó camajen.—N. sust. P. Rio do Maniabo.<br />

Gamajuani.—-N. sust. P. Pueblo actual de la antigua<br />

Sabana. D. de camaján é i, pluralizando la<br />

palabra. (No citado.)<br />

Gamao.—N. sust. C. Variedad de paloma.<br />

Gamarioca.—N. sust. P. Puerto de Sabana.<br />

Camasan.—N. sust. P. Loma de la serranía ceñir<br />

al.


CUBA INDÍGENA. 135<br />

Gamoa.—N. sust. P. Loma del grupo occidental.<br />

Can.—Adj. Extenso, según Pichardo. Se patentiza<br />

en las palabras banacan, guaicán, guayacan,<br />

guiñean, jacan, juracan, nacan, quibican y síbanucan.<br />

Gana.—ÍY. sust. C. Palmera.<br />

Canabacoa.—A r . sust. P. Loma de Cueybá. D. de<br />

cana-abo-coa, residuo del jugo do la cana.<br />

Cananoba.—A', sust. P. D. de cana-na-abo, agua<br />

que mata ó da flor á la cana.<br />

Ganareo.—A r . sust. C. Nombre genérico de<br />

pueblo.<br />

Ganasí.—A r . sust. P. Rio de la Habana.<br />

Caney.— N. sust. C. Choza en forma de pabellón.<br />

D. de cana y ey, habitación hecha ó en figura<br />

de la cana.<br />

Ganeimar, hoy Ganimar.—N. sust. P. Rio de la<br />

Habana.<br />

Canoa.—N. sust. C. Barca de rio.<br />

Cansí, escrito antiguamente canci, de donde<br />

nacieron los modernos canci y canci-es. A r . sust. C.<br />

Cabana del casique.<br />

Gao.—N. sust. C. Especie de cotorra. T. sust.<br />

que so presenta generalmente á final de palabra,<br />

como en cacao, guaicao, jumacao y macao, y sólo<br />

dos veces como R. en los modismos caoba y caoana.<br />

Caoba.—A r . sust. C. Árbol precioso. D. de cao y<br />

abo, sustancia preferida por el cao.<br />

Caona, ó Caoana, ó guanin.—A", sust. C. Oro de


136 CUBA INDÍGENA.<br />

baja ley. D. de cao-na, flor de la coa (acaso por los<br />

colores).<br />

Caonao. V. Caunao.<br />

Gapromys.—N. sust. C. Ratones indígenas.<br />

Garacurey.—A", sust. P. Pueblo actual de la antigua<br />

Guamuhaya. (No citado.)<br />

Caragüao.—A", sust. C. Vegetal.<br />

Garahate, hoy Garahate-s, y acaso por su pronunciación<br />

carajate.—N. sust. C. Pueblo indígena<br />

de Sabaneque.<br />

Caraira (Ca?-acará según d'Orbigny).—N. sust.<br />

C. Ave de rapiña.<br />

Garajaya.—N. sust. P. Cayos de la Camagua.<br />

Garamarana.—.Y. sust. C. Vegetal.<br />

Garapachibey.—N.sust. P. Caleta de la Guana] a.<br />

Carcaj.—N.sust. C. Caja de flechas.<br />

Carey.—A r . sust. C. Variedad de la tortuga.<br />

Cariaco.—Ad]. Baile despreciable.<br />

Caribe.—N. sust. C. Pueblo indígena americano<br />

que devastaba las Lucayas.<br />

Gasabí, casabe luego y hoy cazabe.—A r . sust. C.<br />

Especie de pan.<br />

Gasaicaco.—A T . sust. C. Vegetal.<br />

Gasigua ó casiguas. — N. sust. C. Ríos del<br />

Marien.<br />

Gasiguaya, Gasiguaguas, según Arrale, y Gasiguagas<br />

por otros, equivocadamente á nuestro entender.—-A<br />

7 , sust. P. Rio de la serranía de la Habana.<br />

D. de casigua y aya, surge y se reconcentra el<br />

casi (¿?).


CUBA INDÍGENA. 137<br />

Casimba, según algunos cachimba.— N. sust. C.<br />

y P. Hoy se conoce con este nombre á la pipa de<br />

fumar. Cabo do la Macaca (hoy de la Cruz).<br />

Gasique.—Antiguamente cacique, hoy cacique.<br />

A 7 , sust. C. Jefe do tribu.<br />

Cataure.—N. sust. C. Tablero de juego.<br />

Catey.—A T . sust. C. Ave trepadora.<br />

Catibía.—N. sust. C. Pan de casabí.<br />

Catibo.—N. sust. C. Pez de río. D., á nuestro<br />

entender, del anterior (2).<br />

Gaugeri.—A r . sust. P. Pueblo actual de los antiguos<br />

tiquiri. (No citado.)<br />

Caujará.—¿No será caguará?<br />

Caulejo. — A", sust. P. Arroyo de los Guaímaros.<br />

Caumau.—N. sust. C. Árbol silvestre.<br />

Caunao, Gaonao ó Gaunau.—A", sust. C. Rio de<br />

Jagua.<br />

Gaureje.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />

Bayamo: ¿no pudiera ser el caugeri anterior?<br />

Cauto.—A 7 , sust. P. Rio de Bayamo , el mayor<br />

de la isla.<br />

Caya.—R., á nuestro entender, do las siete palabras<br />

siguientes. Puedo suponerse á la vez D. de acá<br />

y aya , desarrollo pobre.<br />

Gayaguaneque.—A", sust. P. Puerto de Baracoa.<br />

D. de caya-gua-n-eque, modismo del acá, es decir,<br />

se desarrolla sucio y nace pobre.<br />

Cayaguayo.—V. cuyaguayo.<br />

Cayajabo. A T . sust. C. y P. Árbol. Pueblo actual


138 CUBA INDÍGENA.<br />

del antiguo Marien. D. de caya y jabí, origen sucio<br />

del jabí (V.)<br />

Gayama.—A T . sust. C. Ave acuática. D. de caya<br />

y ma, nacimiento del caya.<br />

Gayambú.—N. sust. P. Sabana del Marien ó<br />

Guaniguanico. No conocemos la T.; pero se comprende<br />

que es D. de caya.<br />

Cayaya.—N. sust. C. Vegetal. D. de aca-ayaaya,<br />

crece dos veces en la suciedad ó en la pobreza.<br />

Cayuco.—iV. sust. C. Chalupa ó piragua de rio<br />

y una sola pieza. D. de aca-aya-uco, basta, pero<br />

corre y agrada por su pequenez.<br />

Coa.—T. sust. y adj. Preséntase casi siempre<br />

como torminal, y ejemplos nos ofrecen Baracoa,<br />

barbacoa, canabacoa, guacacoa, guaibacoa, Guanabacoa,<br />

Jibacoa, tuyabacoa y yayabacoa: una sola<br />

vez, sin embargo, aparece como R. en el modismo<br />

coabai y en su compuesto coabainacan; pero en<br />

este caso el diptongo oa se modifica en u, Coabai,<br />

<strong>Cuba</strong>.<br />

Coabai.—-N. sust. P. Nombre indígena de la<br />

isla. D. do coa y baí, país de los muertos.<br />

Coabainacan.—N. sust P. Provincia indígena.<br />

D. de Coabai y nacan, centro de <strong>Cuba</strong>.<br />

Gobiha ó cobija.—A T . sust. C. Téisajo ó carne curada<br />

al sol ó al fuego.<br />

Coco.—A r . sust. C. Variedad de<br />

-palma.<br />

Coco.—A T . sust. C. Sulfato de cal.<br />

Cocona.—A 7 , susí. C. Tierra blanquecina. D. de<br />

coco y na, concentración del coco.


CUBA INDÍGENA. 139<br />

Cocosí.—D. de coco, plural acaso.<br />

Gojiba ó cohiba.—N. sust. C. Planta hoy llamada<br />

tabaco.<br />

Gojimar.—A r . sust. P. Playa de la Habana.<br />

Gojinua.—A r . sust. C. Pez.<br />

Gojoba ó Cohoba.—N. sust. C. Árbol silvestre.<br />

Comején (antiguo comexen).—-N. sust. C. Variedad<br />

de la hormiga.<br />

Gonconí.—A r . sust. C. Insecto.<br />

Conuco.—•A", sust. C. Choza del labriego.<br />

Gorí.—N. sust. C. Citado por Oviedo, acaso el<br />

quemí, mamífero. Es sin duda la R. de<br />

Curiel.—N. sust. P. Pueblo actual de <strong>Cuba</strong>. (No<br />

citado.)<br />

Corogoya.—N. sust. P. Pueblo actual de la antigua<br />

Camagua. (No citado.)<br />

Gorojal.—D. de corojo y al, bosque de corojo-s.<br />

Corojo.—A r . sust. C. Especio de palma.<br />

Corúa.—A r . sust. C. Ave palmada. Es probable<br />

que estas cuatro últimas palabras provengan de<br />

cor i.<br />

Gosuba(ántos cocuba y hoy cozubaj.—N. sust. C.<br />

Película del mais.<br />

Guaba.—N. sust. C. Vegetal.<br />

Guabal.—D. de cuaba y al, bosque de cuabal-es.<br />

Cuajaní.—A r . sust. C. Árbol de madera dura.<br />

Cuajará.—A r . sust. C. Árbol silvestre.<br />

<strong>Cuba</strong>nicú, sin duda coabai-nicú.—N. sust. C.<br />

Planta.<br />

Cucúa.—A r . sust. C. Bejuco: variedad.


140 CUBA INDÌGENA.<br />

Gucuí ó cocui, hoy cucuyo ó cocuyo.—N. sust. C.<br />

Insecto.<br />

Gueybá ó Gueibá.—N. sust. P. Provincia indígena.<br />

Guje.—N. sust. C. Bejuco: variedad.<br />

Gumagua.—¿No sería Camagua, en un principio?<br />

¿O será la R. de las siguientes palabras?<br />

Cumanayagua.—A 7 , sust. P. Pueblos actuales de<br />

los antiguos Maricn y Jagua.<br />

Cunagua.—A", sust. P. Montaña oriental de la<br />

Camagua. Contracción visible de la palabra anterior.<br />

Guní.—A 7 , sust. P. Loma del grupo central.<br />

Gunucumí.—A", sus.t P. Cabo de Sabaneque.<br />

Gupey.—A 7 , sust. C. Árbol silvestre. Los D.<br />

copey, cupeye, copeyes y copeicillo tienen marcada<br />

T. castellana.<br />

Guramaguey.—A", susf. C. Vegetal.<br />

Gúrbana.—Moreri la dice caninga. Hay un vegetal<br />

de este nombre, pero Oviedo le dice corbana.<br />

Curican, hoy curricán.—N. sust. C. Cuerda.<br />

Gurujey.—A", sust. C. Especie de bejuco.<br />

Gusubí, según Oviedo veycosí, y según Pichardo<br />

cusubé. N. sust. C. Dulce del jugo del casabi.<br />

Guyá.—A 7 , sust. C. Vegetal.<br />

Guyaguateje, cuyaguajate, cuyagualeje, etc.—A 7 .<br />

sust. P. Rio de Guaniguanico. Es D. sin duda alguna<br />

y proviene acaso de cuya, árbol, y guateje, que<br />

es, en nuestro concepto, derivado de guata, oreja:


CUBA INDÍGENA. 141<br />

así significaría festoneado de cuyá-s en traducción<br />

libre.<br />

Guyaguayo.—A r . sust. P. Provincia indígena.<br />

(V. el cap. iv.)<br />

CH.<br />

Ch.—Ya hemos dicho que esta consonante es<br />

muy rara: existe, sin embargo, en los casos siguientes:<br />

Chambas.—N. sust. P. Rio do Sabaneque.<br />

Chapapote.—N. sust. C. Asfalto.<br />

Chayo.—.Y. sust. C. Planta.<br />

Chayóte.—A 7 , sust. C. Enredadera frutal. D. indudablemente<br />

de la palabra anterior.<br />

Cherigota.—N. sust. C. Bejuco.<br />

Ghichicate.—N. súst. C. Arbusto silvestre.<br />

Chipojo.—N. sust. C. Camaleón.<br />

Chirimoya.—A\ sust. C. Frutal.<br />

Chorote.—N.sust. C. Vegetal.<br />

D.<br />

D.—Es, como la ch, bastante rara; pero como<br />

en la letra anterior no deja de fijarse en algunos<br />

modismos.<br />

Dagame.—A r . susí. C. Árbol de madera dura.<br />

Dajao.—N. sust. C. Pez de rio.


112 CUBA INDÍGENA.<br />

Damují.—A T . sust. P. Rio de Jagua.<br />

Dayaniguas.—N. sust. P. Ensenada de la bahía<br />

de Matabanó. Puede suponerse D. por las T. de<br />

aya y niguas, pero se desconoce su R.<br />

Demajagua.—N. sust. P. Pueblo actual del indígeno<br />

Bayliquiri. Gomo la anterior, tiene dos T.<br />

conocidas, ma y jagua, pero también se desconoce<br />

la R. (No citada.)<br />

Demajayabo.—D. indudablemente del anterior,<br />

puesto que su R. demaja es idéntica, y tiene tres T.<br />

estudiadas, ma-aya-abo.<br />

Duho ó duchí.—A r . sust. C. Dioses ó ídolos cubanos.<br />

Dulio para nosotros en el singular, y chichi<br />

es el plural.<br />

Dumanacas.—Hoy se emplea la palabra Dumañuecos,<br />

pero es tanto menos aceptable cuanto que<br />

se desconoce la ñ en el alfabeto indígeno. (V. el<br />

cap. i.)<br />

E<br />

E.—Es una vocal que después de los diptongos<br />

y en medio de dicción sólo aparece una sola vez á<br />

principio de palabra.<br />

Ea.—Diptong o que hemos admitido por dos palabras<br />

reconocidamente indígenas, balea y jicolea.<br />

Ei.—Diptongo que, aparte de la T. ey, encuéntrase<br />

en los modismos areito, Caneimar, neibay<br />

seiba.


CUBA INDÍGENA. 143<br />

Eo.—Diptongo encontrado únicamente en la<br />

palabra peopao; pero según Latorre, es reconocidamente<br />

indígena, puesto que se citaba en las<br />

actas del cabildo do la Habana y año de 1551 (3).<br />

Escambray.—N. susí. C. Territorio indígena.<br />

Ey.—-T. adj. Ya hemos dicho, al tratar de la a,<br />

que para la formación de esta T. ocurren dos casos:<br />

la modificación sencilla de la a en la ey<br />

terminal, y 2.°, el que se añade á la a una de las<br />

consonantes n, r y t antes de la adopción de la T.<br />

Ahora podemos presentar el 3.°, que es la modificación<br />

do la o terminal en el ey de que se trata, como<br />

de bato batey, de hato haluey y de maco macuey.<br />

Por desgracia ignoramos las R. de babiney , bueney,<br />

bujamey, caracurey , carapichey , carey, catey,<br />

cupey, curamaguey, curujey, macusey, pipistey,<br />

quibey, tuabaguey , siboney, etc., para admitir<br />

ó secundar otros ó los mismos casos.<br />

G<br />

6.—Es la consonante más generalizada del alfabeto<br />

cubano; pero entiéndase que sólo en los sonidos<br />

suaves y nunca en los fuertes ó los compuestos<br />

de las vocales e-i. Haremos notar, sin embargo,<br />

que esta generalidad so debe únicamente á la T.<br />

más común, ó séase gua.<br />

Gaibo.—A 7 , susí. P. Rio de la serranía oriental.<br />

Gayarúes.—A 7 , susí. C. Cabo de Sabaneque.


144 CUBA INDÍGENA.<br />

Grey.—N. sust. C. Comunidad ó ejército.<br />

Gua.—Verbo y T. la más común de todas. Además<br />

de las ciento quince palabras en que figura<br />

como R., preséntase en medio y al final do dicción.<br />

En el segundo caso recordamos los modismos aguacate,<br />

aguiji ó aguají, aguará, ariguanabo, asiguanaso,<br />

baguanó , ca.bagu.ani, cabaiguan, cabaniguan,<br />

caguairan, caguama, caguanes, caguará,<br />

caguaso, caguato, caguayo, caiguanabo, cuyagualeje,<br />

Ilaniguanica, iguanabon, iguanajo, iguanojo,<br />

iguará, jaiguan, jeníguana, jiguana, macaguabo,<br />

managuaco, paraguayo, taguayabon, íinguaná,<br />

Linguaro y tuabaguey. En el tercer caso citaremos<br />

á bacunagua, baciinayacjua, Barajagúa, bibijagua,<br />

Camagua, casigua, Cunagua, Dayanigua,<br />

demajagua, jagua, jigua, jimagua, jumagua, juragua,<br />

macagua, magua, majagua, Mamanayagua,<br />

managua, manicaragua, maragua, matagua,<br />

mayagua, nigua, piragua, sagua, sigua, tagua,<br />

tatagua, yagua, yamacaragua, yamagua, yamaragua,<br />

yarigua y yayagua. Además de los compuestos<br />

de algunos do estos vocablos, existen palabras<br />

en que la T. está duplicada, como en guagua<br />

y yaguagua.<br />

Guá.—N. sust. P. Cabo de<br />

Cueybá.<br />

Guabano.—.Y. sust. P. Vegetal.—D. de guaaba-ana,<br />

flor y depósito de agua.<br />

Guabico.—-.Y. sust. C. Vegetal.— I). de gua-aboi-uco,<br />

concentra muchos hilos de agua.<br />

Guabina ó guabino.—N. sust.<br />

C. Pez de rio.—


CUBA INDÍGENA. 145<br />

D. de gua-abo-í-na, no necesita mucha agua para<br />

vivir.<br />

Guaca ó Guaco (hoy huaco).—A r . sust. C. Variedad<br />

del bejuco. D. de gua y acó, depósito sucio ó<br />

pobre.<br />

Guacabina.—N. sust. C. Provisión de viaje. D. de<br />

gua-aca-abo-i-na, depósito de pasta y no de aguas.<br />

Guacacoa.—A r . sust. C. Árbol. D. de guaco y coa,<br />

muerte de los guaco-s.<br />

Guacalote.—N. sust. C. Vegetal. D. de guaca y<br />

la T. lote, desconocida.<br />

Guacamí, hoy guacamaró.—N. sust. C. Vegetal.<br />

D. de guaca-ma-i, dá nacimiento á los guaco-s.<br />

Guacamaya ó guacamayo.—N. sust. C. Ave trepadora.<br />

D. de gua-aca-ma-aya, antes del desarrollo<br />

nace y vive sucio.<br />

Guacanabayo.—A T . sust. P. Provincia indígena,<br />

también bautizada con los nombres de Guacamabayo<br />

ó Guacanayabo. D. de guaca-ma-abo-ayo, nacimiento<br />

del guaco y desarrollo del agua.<br />

Guadaño. —A", sust. C. Chalupa ó canoa cubierta.<br />

Se desconoce la T., pero es D. por la R<br />

Guaganche.—A*, sust. C. Pez de mar. Repetimos<br />

lo dicho en la anterior palabra.<br />

Guagarí ó guaguasí.—N. sust. C. Vegetal. Léase<br />

lo dicho en guadaño.<br />

Guagua.—A", sust. P. Pueblo actual de la Habana.<br />

D. de gua-gua , entre depósitos ó matorrales.<br />

Guahimaya y nó Quahimaya.—N. sust. P. Pro-<br />

10


146 CUBA INDÍGENA.<br />

vincia indígena. D. de guai-ma-aya, grande nacimiento,<br />

vivienda y desarrollo.<br />

Guai.—Interjección, D. de gua é i, mucha vida.<br />

Guaibacoa.—N. sust. P. Pueblo actual de Vuelta-<br />

Abajo. D. de guai-abo-coa, con sobra de vida muere<br />

por el agua.<br />

Guaicabon.—N. sust. P. .Surgidero de Boyuca.<br />

D. de guai-aca-abo-n, muchos depósitos de agua<br />

sucia.<br />

Guaicán.—N. sust. C. Remora ó pez sucet. D. de<br />

gua-i-can, absorbe fuertemente la extensión.<br />

Guaicanamar.—A 7 , sust. P. Montaña occidental<br />

de la Camagua. D. del anterior vocablo, pero de T.<br />

desconocida.<br />

Guaijacon, guajacon ó guayacon.—V. guajacon.<br />

Guaijaibon, Guajabon, guajaibon.—A 7 , sust. P.<br />

Montaña central de Güaniguanico. D. de gua-ijaiba-n,<br />

depósitos de graneles cangrejos. (V. jaiba.)<br />

Guaijinico.—N. sust. P. Cabo de Guamuhaya.<br />

Guaimaro.—A r . sust. P. Provincia indígena.<br />

Aunque se desconoce la T., trátase por las R. guai<br />

y ma del nacimiento de los fuertes...<br />

Guainabo.—N.sust. P. Embarcadero de Sabaneque.<br />

D. gua-i-na-abo, con tanto residuo escasea el<br />

agua.<br />

Guainacabo.—N. sust. P. Laguna del Occidente<br />

de la Habana. D. de gua-i-na-aca-abo, depósitos de<br />

agua, aunque sucios.<br />

Guaiquibo.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />

Marien. I). sin conocer la T. (Nó citado.)


CUBA INDÍGENA. 147<br />

Guairaje, guairage ó guairajeje.—N. susí. C. Vegetal.<br />

Como el anterior es D.<br />

Guairo.—N. susí. C. Barco costero. Acaso fuera<br />

guaire, y en este caso su etimología sería: vuela<br />

como el aire.<br />

Guajaba.—A r . susí. P. Tal vez fuera un árbol,<br />

hoy desconocido ó con el nombre variado, y sería<br />

en este caso gua-jaba, á propósito para jabas.<br />

Guajabal.—A", sitsí. P. Loma de Maniabo. D. de<br />

guajaba y al, bosque do guajabas: V. como prueba<br />

de lo dicho anteriormente.<br />

Guajabaní.—N. sust. P. Rio de Maniabo. D. de<br />

guajaba-n-í, grandes y muchas guajabas.<br />

Guajaca.—A . sust. C. Vegetal. D. Sin conocerla T.<br />

Guajacon, guaijacon ó guayacon.—D. de guajaca<br />

y n. grandes guajacas.<br />

Guajamon.—Aclj. Color aceitunado, según Pichardo.<br />

Guajenal.—N. sust. P. Poblado actual del antiguo<br />

Barajagua. (Nó citado.)<br />

Guajinico.—A r . sitsí. P. Cabo de Guamuhaya.<br />

Guajiro.—N. sust. C. Campesino. Según Pichardo,<br />

proviene del Yucatán; pero su antiguo<br />

nombre (guaxiro) y su generalizado empleo, nos<br />

hace juzgarle como de <strong>Cuba</strong>.<br />

Guajoti.—Pronombre. El usted indígena, según<br />

el mismo autor. Como los cuatro últimos nombres<br />

desconocemos las T.<br />

Guama.—A y . sitsí. C. Vegetal. D. de gua y ma,<br />

nace como permanece.


148 CUBA INDÍGENA.<br />

Guamaca.—A r . sust. C. Vegetal. D. de guama<br />

y acá, guama basta.<br />

Guamana.—N. sust. C. Ave palmada. D. de guama-na,<br />

surge pero no cria.<br />

Guamao.—N. sust. C. Vegetal. Desconócese la T.<br />

Guarní.—R. que á su vez tiene por D. gua-ma-í,<br />

muchos guamá-s.<br />

Guamina.—A r . sust. C. Vegetal. D. de guama-ína,<br />

guamá-s no muy abundantes.<br />

Guaminiquí.—A r . sust. C. Jefe superior, según<br />

Pichardo. D. á nuestro entender de gua-ma-i-naiqui,<br />

modismo este último de uco: su etimología,<br />

nacimientos y vidas de los no pequeños, ó no pequeñas.<br />

Guamo.—A T . sust. P. Pueblo de las orillas del<br />

Cauto. D. tal vez español de guama.<br />

Guamuhaya y no Quamuhaya.—N. sus/.. P. Provincia<br />

indígina. D. de gua-ma-aya, nacen, progresan<br />

y se reconcentran.<br />

Guamutas.—A r . susf. C. D. sin conocer la T.<br />

Pueblo actual de la antigua Sabana. (Nó citado.)<br />

Guana.—A r . sust. C. Vegetal. D. do gua y na,<br />

flor del depósito.<br />

Guanabá.—A r . susí. C. Ave. D. de guana y abo,<br />

guana acuosa ó de agua.<br />

Guanabacoa.—N. sust. P. Pueblo de la Habana.<br />

D. de guan-aba-coa, depósitos donde yacen las<br />

aguas.<br />

Guanábana.—A r . sust. C. Frutal. D. de gua-nabo-na,<br />

depósitos de líquidos y nó de agua.


CUBA INDÍGENA. 149<br />

Guanacaje.—A r . sust. P. Un pueblo actual. D. sin<br />

conocer la T. (No citado.)<br />

Guanahacabibes.—N. sust. P. Provincia indígena.<br />

Guanahaní ó Guanaharí.—N. sust. P. Isla de San<br />

Salvador. D. de guana-na-í, hay mucho parecido,<br />

pero ninguna guana..<br />

Guanaja.—N. sust. P. Isla de Pinos, según Navarrete.<br />

D., desconociendo la T.<br />

Guanajal.—N. sust. C. D. de guanaja y al, que<br />

puede ser muchos ó bosques de guanaja-s.<br />

Guanajaro.—N. sust. P. Pueblo actual do la antigua<br />

Guamuhaya. Ignórase la T. (Nó citado.)<br />

Guanajay.—A 1 ', sust. C. y P. Un juego. Pueblo<br />

actual del antiguo Marien. T. desconocida.<br />

Guanajayabo.—A r . sust. P. Loma de Macorí. D.<br />

de guanajay-aya-abo, corriente de agua de guanajay.<br />

Guanal.—A", sust. P. Cabo de la Guanaja. D. de<br />

guana y al, bosque de guanas.<br />

Guanamon.—N. sust. P. Surgidero de la Habana.<br />

D. de guana-ma-n , donde nacen fuertes las<br />

•guanas.<br />

Guanana.—Y. guamana, que acaso sea sinónimo.<br />

Guananí.—A", sust. C. Vegetal. D. de guan-na-í,<br />

se desarrolla sin propagarse.<br />

Guanac—A r . sust. C. Ave. D. de guana, sin conocer<br />

la T.<br />

Guanayara.—-N. sust. P. Rio del Centro. D. de


150 CUBA INDÌGENA.<br />

guana y yara, dos plantas que limitan sus orillas.<br />

Guaní ó guane, hoy guanos.—N. sust. C. Plural<br />

de guana.<br />

Guaney.—A 7 , sust. P. D. de gua-n-ey, poblado<br />

de muchos amigos.<br />

Guanico ó guarico.—A 7 , sust. C. Vegetal. D. de<br />

gua-n-í-uco, viven mucho, aunque pequeños.<br />

Guanigua.—A 7 , sust. P. Laguna do Sabana. D.<br />

de guaní y gua, ó acaso de gua y nigua: en el primer<br />

caso significa «gran depósito de guanas,» y en<br />

el segundo «vivienda de niguas;» pero no aceptamos<br />

esta etimología, porque, tratándose de tipos<br />

zoológicos, se emplea el ey terminal.<br />

Guaniguanico. — A 7 , sust. P. Provincia indígena.<br />

D. de guani-guaní-uco, dobles y pequeños<br />

guanos.<br />

Guanimar.—N. sust. P. Embarcadero do la<br />

Habana.—D., sin conocer la T.<br />

Guanin ó caoana (V. esta palabra).—D. de guan-í-n,<br />

buenos y ricos depósitos.<br />

Guaninicun, á nuestro juicio Guaninicú.—A 7 .<br />

sust. P. Kio de Guahimaya. D. del anterior guaníni-uco,<br />

muchos fragmentos pequeños de oro (i).<br />

Guaniquinaje, guaniquinage, guaniquinace, guabiniquimar<br />

ó guaniquinages.—A 7 , sust. C. Perro sin<br />

ladrido. Desconocemos las T.<br />

Guaniquí, guaniquiquí, guaniquiní ó guaniquique.—A<br />

7 , sust. C. Vegetal. D. de guana-í-uco, mucho<br />

y pequeño guano.<br />

Guano (V. guana).—Entiéndase, sin embargo,


CUBA INDÍGENA. 151<br />

que también es el nombre de los restos de las palmas,<br />

etc.<br />

Guantanamo.—A T . sust. P. Rio de la serranía<br />

oriental. D. de gua-n-tanamo, gran depósito del<br />

Tánamo.<br />

Guaquí.—N. sust. C. Vegetal. D. de gua-uco-í,<br />

muchas y pequeñas raíces.<br />

Guará, hoy guara.—Vegetal. Ignórase la T.<br />

Guarabo.—N. sust. P. D. de guara y abo, jugo<br />

de la guará.<br />

Guaracabuya.—N. sust. C. Vegetal. D. de guara<br />

y cabuya, cordel ó filamento de la guara.<br />

¿Guaracha?—Adj. Canto del guajiro. D. de T.<br />

desconocida.<br />

Guaraná ó guarano.—N. sust. C. Vegetal. D. de<br />

guara y na; parece, pero no es, la guara.<br />

Guarapo.—N. sust. C. Jugo dulce. D. sin conocer<br />

la T.<br />

Guareiras.—A r . sust. P. Pueblo actual de la antigua<br />

Sabana. D. en el caso anterior. (Nó citado.)<br />

Guariao. — N. sust. C. Pez. En el mismo<br />

caso.<br />

Guarico.—V. Guanico.<br />

Guaro.—A r . sust. C. Vegetal. D. de T. desconocida.<br />

Guasa.—R. de las seis palabras que siguen y<br />

J). por su primera R.<br />

Guasabacoa.—N. sust. P. Ensenada del puerto<br />

de la Habana. D. de guasa-abo-coa, agua muerta<br />

abundante en guasa-s.


152 CUBA INDÍGENA.<br />

Guasasa.—N. sust. C.—Mosca de la podredumbre.<br />

Se ignora la T.<br />

Guasí.—D. como plural de guasas.<br />

Guásima.—A r . sust. C. Vegetal. D. deguasa-i-ma,<br />

nacimiento de guasas.<br />

Guasimal.—D. de guásima y ma, bosque de<br />

guasas. N. sust. P. Estero del Marien.<br />

Guaso.—A T . sust. C. y P. Rio de Baytiquirí. Pez<br />

de rio. D. de guasa, si no es sinónimo.<br />

Guata.—N. sust. C. Oreja, según Pichardo.<br />

Guataca.—D. de guata y acá, oreja grande.<br />

Guatao.—D. de oreja.<br />

Guatapaná.—N. sust. C. Vegetal. El mismo D,<br />

•ín conocer la T.<br />

Guateque.—Adj. Baile bullanguero. D. de guata<br />

y uco, rumores en la oreja.<br />

Guatiau.—Adj. Aliado, según Pichardo. D. acaso<br />

de «preso por las palabras ó por la oreja.»<br />

Guatibini.—-N. sust. C. Pájaro negro (hoy pitirri).<br />

Guatiní.—N. sust. C. Vegetal. Acaso D. del<br />

anterior, ó éste R. de aquél.<br />

Guavasiabo.—A r . sust. P. Partido indígena del<br />

Centro.<br />

Guavina ó guabina.—N. sust. C. Pez de mar.<br />

Guau ó guao.—A T . sust. C. Arbusto venenoso.<br />

Guauro.—R. sin duda de<br />

Guaurabo.—A r . sust. P. Rio de Guarnuhaya. D.<br />

de guauro y abo, agua de guauros.<br />

Guayaba ó guayabo.—N. sust. C. Árbol fru-


CUBA INDÍGENA. 153<br />

tal. 7). de gua-aya-abo, que atrae y arroja agua.<br />

Guayabal.—.V. sust. P. Cabo de Marien. I), de<br />

guayaba y al, bosque de guayabas.<br />

Guayabana.—-.Y. susí. P. D. de guayaba y na,<br />

flor de la guayabas.<br />

Guayacan.—N. sust. C. Árbol de madera dura.<br />

D. de gua-aya-can, que se cruza en toda su extensión.<br />

Guayacanal.—Ti. de guayacan y al, bosque de<br />

guayacan-es.<br />

Guayacona.—D. de gua-aya-aco-na, rayado y no<br />

ásperamente.<br />

Guayarúes.—-N. sust. P. Cabo de Sabaneque.<br />

D. sin conocer la T.<br />

Guayo.—.Y. susí. C. Rayador. D. de gua y aya,<br />

converge y desarrollad cruzamiento.<br />

Güeiba.—N. susí. P. Pueblo actual de la antigua<br />

Sabana. (Nó citado.)<br />

Güiacan.—JY. susí. C. Pez. Ignórase la R.<br />

Güín.—N. sust. C. Varilla del maíz. De este<br />

nombre procede el D. español de Güines, pueblo<br />

actual.<br />

Güinia ó güiniao.—D. de güín, sin conocer su T.<br />

Guinchos.—A", susí. P. Cabo de Cuy aguayo.<br />

Desconócese igualmente la T.<br />

Güira ó gigüera (higuera antigua, jígüera). N.<br />

sust. C. Vega tal.<br />

Guísaso.—N. sust. P. Cabo de la Hanabana.


154 CUBA INDÍGENA.<br />

H<br />

H.—Los primeros historiadores dieron á esta letra<br />

el sonido de h aspirada, y así hemos visto escribirse<br />

haba, bahari, behique, ó buhiti, bihao, Carahale,<br />

cohiba, cohoba y hucaro, palabras que aun<br />

posteriormente fueron pronunciadas como jaba, bajarí,<br />

bejique ó bujiti, bijao, Carajate, cojiba, cojoba<br />

y jucaro. Las modificaciones introducidas en la<br />

lengua castellana han producido el mismo efecto<br />

que en la c anticuada, el que se admitiera la h aspirada<br />

como la simple h actual, con la misma irregu •<br />

laridad con que se acogieron la 2 y la c por la/: con<br />

celdilla. Así, que volviendo por la pronunciación<br />

indígena, llamamos nuevamente jamaca, jatibonico,<br />

jatiguanico, jeniquén, jico, jicotea, jiguana,<br />

juracan, jutia, juyuyú, etc., á las palabras que<br />

actualmente se escriben hamaca, Hatibonico, Hatiguanico,<br />

heniquen, higuana, huracán, hutia y<br />

huyuyú, ya que algunas como jaba, jico y jicotea<br />

han vuelto á adoptar su primitiva vocalización.<br />

Habana.—N. sust. P. Provincia indígena..<br />

Haití ó Haytí.—N. sust. P. La segunda de las<br />

Antillas ó española Santo Domingo.<br />

Hanabana ó Hanábana.—A r . súsí. P. Rio del Occidente.—Acaso<br />

fuera D. de la Habana.<br />

Haniguanico.—N. súst. P. Provincia indígena.<br />

Hatiguanico.—N. sust. P. Rio de la Sabana D.


CUBA INDÍGENA. 155<br />

de hato y guanico, ó más etimológicamente, hatogua-na-uco,<br />

encierro para vivir, nó pequeño.<br />

Hato, hatí.—N. sust. C. Vivienda en general.<br />

¿Era indígena realmente?<br />

Hatuey.— N. sust. P. Casique de Haiti. D. de<br />

hato y ey, el que vive encerrado: V. la etimología<br />

de Iíatiguanico, y compréndase sí puede aceptarse<br />

ó nó la procedencia de hato.<br />

Holguin.—A r . susí. P. Rio antiguo y pueblo actual<br />

de la indígena Cueybá.<br />

I.—T. que implica el plural indígena. V. lo dicho<br />

en el cap. I.<br />

la.—Diptongo que se encuentra en las palabras<br />

ajiaco, biajaca, biajaiba, biaya, cainiabo, cariaco,<br />

catibía, guavasiabo, Imía, jatia, jia, jiaraco, jipiabo,<br />

juña, muniato, niabo, piniaco, pipián, purial,<br />

tiabuco, yaicuage y yaulia.<br />

Iai.—Triptongo que aparece, además de las palabras<br />

en que la i latina es y griega, en el modismo<br />

bariai.<br />

Iao.—Triptongo, consignado dos únicas veces,<br />

en guariao y en guiniao.<br />

Iau.—Triptongo que se encuentra salamente en<br />

el vocablo guatiau.<br />

Icacal.—D. de icaco y al, bosque de icaco-s.<br />

Icaco.—N. sust. C. Frutal.


156 CUBA INDÍGENA.<br />

le.—Diptongo que se comprueba por tres solas<br />

palabras: Caibarien, curiel y Marlen.<br />

Iguanabon.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />

Bayliqulri. D. do i-gua-n-abo-n, gruesas aguas<br />

que se depositan mucho.<br />

Iguanajo.—N. sust. P. Rio de Coabainacan,<br />

acaso<br />

Iguanojo ó higuanojo.—N. sust. P. Cabo de<br />

Magon.<br />

Iguará.—N. sust. P. Pueblo actual de Coabaina-<br />


CUBA INDÍGENA. 157<br />

Jabí.—N. sust. C. Vegetal. D. de jaba é í, muchas<br />

jabas.<br />

Jabuco.—Adj. diminutivo de jaba y uco, jaba<br />

pequeña.<br />

Jacan.— N. sust. P. Estero de Cueybá. Se desconoce<br />

la R.<br />

Jagua.— A r . sust. C. Vegetal. En el mismo caso<br />

que la palabra anterior.<br />

Jaguaje.—A r . sust. C. Vegetal. Igual caso que<br />

los anteriores.<br />

Jagrey.—A 1 , sust. P. Pueblo actual do la antigua<br />

II a ¡tabana. D. de jagua y ey, los que viven<br />

entre j aguas.<br />

Jaiba ó jaibo.—N. sust. C. Cangrejo. Con el segundo<br />

nombre es N. sust. P., un subafluenu del<br />

rio Guantanamo.<br />

Jaiguan.—R. por desconocer la inicial, pero D.<br />

por sus T. gua y n.<br />

Jaimiquí, Yaimiquí (hoy Almiqui).—A r . sust. P.<br />

Montañas orientales de Maniabo.<br />

Jamaca (hoy hamaca).—N. sust. C. Lecho colgante.<br />

Jamagua.—R. por desconocerse la inicial, y D.<br />

por sus T. ma y gua.<br />

Janasí.—N. sust. C. Vegetal.<br />

Jáquiba.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />

Guaimaro. ¿No será jaquiba?<br />

Jarao.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />

Coabainacan. (No citado.)<br />

Jaruco.—N. sust. P. Pueblo actual de la Ha-


158 CUBA INDÍGENA.<br />

bana.T). dejara (¿?) y uco, diminutivo de jara.<br />

Jata.—N. sust. C. Vegetal.<br />

Jatal.—N. sust. P. Salinas de la Sabana. D. de<br />

jata y al, bosque de jata-s.<br />

Jatí, hoy jatía.—N. sust. C. Vegetal. Plural do<br />

jata.<br />

Jatibonico.— A T . sust. P. Rios de Sabaneque en<br />

el Norte y de Ornafay y Camaguey en el Sur. D. de<br />

jata-í-abo-na-uco, agua que fertiliza no pequeños<br />

jaía-s.<br />

Jatiguanico (Hatibonico y Hatiguanico hoy).—<br />

JV. sust. P. D. de jata-í-guana-í-uco, muchas jata-s<br />

y guanas pequeñas.<br />

Jauco.—N. sust. P. Rio de Maisi.<br />

Jayao.—A 7 , sust. C. Pez de mar.<br />

Jeníguana ó jeníguano.—A 7 , sust. C. Pez de mar.<br />

Jeniquén (heniquen).—A 7 , sust. C. Vegetal.<br />

Jején (antigua xexen ó jigen).—N. sust. C. Insecto.<br />

Jia ó gia.—A T . sust. C. Vegetal.<br />

Jibá.—Como el anterior. R. de los D. que siguen:<br />

Jibara y jibaro.—A r . sust. P. y C. Puerto del<br />

Norte. Perro salvaje. D. desconocido.<br />

Jibacoa.—A 7 - sust P. Rios de Guacanabayo y<br />

.Macaca. D. de jiba y coa, muerte de la jiba.<br />

Jíbaro.—V. jibara.<br />

Jibe, acaso Jibi.—A r . sust. C. Tamiz. Si es jibí<br />

es el plural de jiba.<br />

Jicare.—A 7 , sust. C. Vegetal. Acaso D. de jico.


CUBA INDÍGENA. 159<br />

Jico fhicoj.—N. sust. C. llama! de la jamaca.<br />

Jicotea.—Л 7 . sust. C. Variedad de la tortuga. D<br />

de jico, aunque sin conocer la T.<br />

Jigua.—N. sust. C. Vegetal.<br />

Jiguagua.—D. de jigua y gua, depósito de jigua­s.<br />

Jiguana. (Se dijo por los autores antiguos шала,<br />

hiouana é higuana].—N. sust. C. Reptil. D. de<br />

jigua y na, destructor de las jigua­s.<br />

Jiguaní.—­N. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />

Bayamo. D. de jigua-n-í, graneles y muchas<br />

jigua­s.<br />

Jigüe ó gigüe.—N. sust. C. Árbol. ¿No provendrá<br />

de jigua? De todos modos, es R. de las siguientes<br />

palabras:<br />

Jigüera ó gigüera, higuera ó humera antiguas).—<br />

N. sust. C. Güiro, como sinónimo. D. de jigüe sin<br />

conocer la T.<br />

Jiguey.—N. sust. P. Rio de la Camagua. D. de<br />

jigua y ey, poblado de jigua­s.<br />

Jijera.—JV. susí. C. Vegetal. Tal vez sea una<br />

imperfección de jigüera.<br />

Jimagua ó Jimayagua.—N. sust. P. Pueblo actual<br />

de la antigua Camagua. Sus T. son conocidas,<br />

pero no su R.<br />

Jipiabo ó Jiquiabo.—N. sust. P. Pueblo actual<br />

de la Habana. Como la anterior con respecto á<br />

sus R. y D.<br />

Jiquí ó jequí.—N. sust. C. Árbol de madera<br />

dura.


160 CUBA INDÌGENA.<br />

Jiquima. A*, sust. C. Vegetal. D. do jiquíyma,<br />

de los que nacen los jiqui.<br />

Jiquinal.—D. de jiqui-n-al, bosque de grandes<br />

jiqui.<br />

Joa.—N. sust. P. Ensenada de Bayliquirí.<br />

Jobabo. —N. sust. P. Rio de Camagua. Deseo,<br />

nócese la R., pero no la T.: acaso provenga de jobo<br />

y abo, agua de jobo.<br />

Jobo (jovoj.—A T . sust. C. Vegetal.<br />

Jobosí.—D. de jobo-í, muchos jobos.<br />

Jocú.—N. sust. C. Pez de mar.<br />

Jocuma.—N. sust. C. Vegetal. D. de jocú y ma,<br />

nacimiento del jocú.<br />

Jojó.—A r . sust. P. Pequeño rio de Maisi.<br />

Josó.—N. sust. P. Pueblo actual de Baracoa.<br />

Juba.—N. sust. C. Tugurio ó choza campesina.<br />

Jubo.—A", sust. C. Pequeña culebra. Acaso juba<br />

sea la habitación y jubo el habitante.<br />

Jucaro (hucaro antes, hoy jYicaro).—N. sust. C.<br />

Árbol de madera dura.<br />

Jucaral.—D. de jucaro y al, bosque de jucaros.<br />

Juguagua.—N. sust. C. Pez. Otros dicen jiguagua;<br />

de todos modos, se ignora la Tí. y no las T.<br />

Jumacao.—K., á lo que aparece, do<br />

Jumagua.—iV. sust. P. Montaña occidental de<br />

Sabaneque. Tiene la misma R. que la palabra anterior,<br />

pero creemos D. á una y otra.<br />

Jurabaina.—A r . sust. C. Vegetal.<br />

Juracan.—Aclj. Huracán, como ahora se dice.<br />

Tiene la misma R. que la palabra anterior.


CUBA INDÍGENA. 161<br />

Juragua, según Humbolcl y Vives, Jaragua de<br />

Portulano.—N. sust. P. Cabo del Norte.<br />

Jururu.—N. sust. P. Abra de Ma.nia.bo.<br />

Jutia (hutía y utiaj.—-N. sust. C. Mamífero<br />

roedor.<br />

Jutínuco.—N. sust. P. Nombre actual del antiguo<br />

Baytiquiri. Acaso fuera D. de jutia (jutí en su<br />

principio ) n-uco, grandes y pequeñas jutia-s.<br />

Juyuyú (huyuyúj.—A T . sust. C. Ave.<br />

L<br />

La L no so encuentra como inicial de palabra<br />

más que en lucaya, y como terminal hállase en el<br />

bisílabo al, y á veces en el el; por ejemplo, curiel.<br />

M<br />

M.—Es la segunda consonante del alfabeto indígena;<br />

pero como sucede con la g, se debe únicamente<br />

á la T. de ma.<br />

Ma.—7'. adj., una de las más numerosas. Aparte<br />

de las sesenta y nueve veces que aparece como<br />

inicial de las palabras que siguen, figura con bastante<br />

frecuencia en medio de dicción, y más extrañamente<br />

como final de palabra. Ejemplos para el<br />

segundo caso se nos ofrece en cajimaya, Camagua,<br />

camagiiini, camaján, camajuani, camao, Cama-<br />

11


162 CUBA INDÍGENA.<br />

rioca, camasan, caramarana, caumao, Cumagua,<br />

cumanayagua, curamagüey, demajagua, cierna] a-<br />

yabo, dumanacas, guacamaya, Guahimaya, guuimao,<br />

guamaca, guamano, guamao, jamaca, jumacao,<br />

jamagua, tucamara, yarnacagua, yamagua,<br />

yamaguabo, yamao y yamaragua. Ejemplos para<br />

el tercer caso ofréccnse solamente en los modismos<br />

Bahama,Birama, caguama, guama y jocuma.<br />

Mabay.—N. sust. P. Rio de Bayamo.<br />

Maboa.—.V. sust. C. A r egetal.<br />

Mabuya (babuya).—N. sust. P. Diablo. Acaso<br />

suD. sea ma-abo-aya, naco del agua y vuela (como<br />

si fuera un juracan, ni más ni menos). V. la nota 18<br />

del cap. ni.<br />

Macabí.—A", sust. C. Pez de mar. 1). de ma-acaabo-í,<br />

nace de muchas aguas sucias.<br />

Macaca.—N. sust. P. Provincia indígena. D. de<br />

ma-aca-aca, nacimiento dos veces rudo.<br />

Macagua.—A", sust. C. Vegetal. ]). de ma-acagua,<br />

engendrado y desarrollado rudamente.<br />

Macaguabo.—D. de macagua y abo, corriente ó<br />

agua de la macagua.<br />

Macaguan.—N. sust. P. D. de macagua y n,<br />

grandes macaguas.<br />

Macana.—.Y. sust. C. Porra ó arma indígena.<br />

D. de ma-aca-na, mata brutalmente la vida.<br />

Macanabo.—I). de macana y abo, agua de la macana.<br />

Macao.—D. de ma y cao, que nace en el cao.<br />

A 7 , sust. C. Insecto.


CUBA INDÍGENA. 163<br />

Maco.—IV. sust. C. Testàceo. D. de ma y acó,<br />

nacimiento grosero.<br />

Macorí, luego Macuñge, Macurije y Macurijes.—N.<br />

sust. P. Provincia indígena. D. de ma y<br />

cori, donde nacen los cori. fV.J<br />

Macuey (Bacuey ó Maguey].—A T . sust. C. Aggelai.<br />

D. do maco y ey, vivienda del maco.<br />

Macusey.—A*, sust. C. Vegetal. T). sin conocer<br />

más que la R. de ma y la T. de ey: acaso de macoi-ey,<br />

cavernas do los macos.<br />

Macuto.— A", sust. ('. Saco de algodón. Ignórase<br />

su T.<br />

Magon, Mango, etc.—A*, sust. P. Provincia indigena.<br />

Magua.—N. sust. P. Embarcadero de la Camagua.<br />

D. do ma y gua, nace y se recoge.<br />

Maguabo.—.V. sust. P. Nombre actual en la antigua<br />

Camagua. D. de ma-gua-abo, nace y se recoge<br />

el agua.<br />

Maguano.—A", sust. P. Provincia indígena. /).<br />

de ma y guano, donde surgen los guano-s.<br />

Maguaraya.—A r . sust. P. Rio de Sagua. D. de<br />

ma-guara-aya, engendra y desarrolla las guaras.<br />

Magüiro.—A", sust. C. Vegetal. D. de ma y güiro,<br />

engendra güiros.<br />

Maiapí.—A", sust. C. Otro vegetal.<br />

Maibió.—<br />

Mainicú.—D. los tres sin conocer la T.<br />

Mais.—A", sust. C. Maíz. D. en el mismo caso.<br />

(V. lo dicho en la nota 6. a<br />

del cap. ni.)


164 CUBA INDÍGENA.<br />

Maisí.—A T . sust. P. Cabo y provincia y indígenas.<br />

D. de maís é í, plural de maíz.<br />

Majá.—.Y. sust, C. Ofidio perezoso y desarmado.<br />

D. sin conocer la T.<br />

Majagua.—A 7 , sust. C. Vegetal. D. de majá y<br />

gua ó de ma y jagua: en el primero caso seria depósito<br />

de majá-s, y en el segundo origen de la<br />

jagua.<br />

Majagual.—D. de majagua y al, bosque de majaguas.<br />

Majana.—A 7 , sust. P. Ensenada de Malabanó.<br />

D. de majá y na, muerte de los majá-s.<br />

Majibacoa.—A 7 , sust. P. Rio de Cuy aguayo. D.<br />

de ma-jiba-coa, nacimiento y muerte del jiba.<br />

Malanga.—A 7 , sust. C. Tubérculo. Sin conocer<br />

la T.<br />

Mamanayagua.—A T . sust. P. Pueblo actual de la<br />

Camagua. D. de ma-ma-na-aya-gua, mejor nace que<br />

crece y se desarrolla.<br />

Mambá.—A\ sust. C. Vegetal. Sin conocer la T.<br />

Mamey.—A 7 , sust. C. Frutal. D. de ma-ma-ey,<br />

fruta que nace dos veces.<br />

Mamón.—A T . sust. C. Frutal. D. de ma-ma-n, dedoble<br />

engendro ó nacimiento.<br />

Manabuimba.—A 7 , sust. P. Rio de Sabaneque.<br />

Ignórase la 7'.<br />

Manaca.—A 7 , sust. P. Loma de Ornafay. D. de<br />

ma-na-aca, nacimiento nó pobre.<br />

Manacal.—D. de manaca y al, muchas manacas.<br />

Managua (Tetas de).—A 7 , sust. P. Dos lomas de


CUBA INDÍGENA. 165<br />

la Habana. D. de ma-na-gua, nacimiento no reducido.<br />

Managuaco.—A 7 , susí. P. Rio de Coabainacan.<br />

D. de managua y acó, managua sucia.<br />

Managüises.—D. de managua-i y una T., creemos<br />

que castellana, muchas managua-s.<br />

Manajá.—D. sin conocer la T.<br />

Manajú.—N. sust. C. Vegetal. D. acaso de la<br />

anterior.<br />

Manatí.—A 7 , sust. C. Anfibio. D. de ma y natí,<br />

nacido con pechos.<br />

Manayabo.—N. sust. P. Rio de la Habana, hoy<br />

Marianao. D. de ma-na-aya-abo; surge, pero no<br />

crece el agua.<br />

Manayagua.—A 7 , sust. P. Pueblo actual de Camagua.<br />

D. do ma-na-aya-gua: nace, y no crece ni<br />

vive.<br />

Mangle.—A", sust. C. Arbusto marítimo. D. sin<br />

conocer la 7'.<br />

Mangley.—D. de mangle y ey, poblado de<br />

mangle.<br />

Manga ó mango.—A 7 , súsí. C. Frutal. Desconócese<br />

la 7'.<br />

Manjuarí.—A 7 , sust. C. Pez citado por Arrate.<br />

En el mismo caso que las anteriores palabras.<br />

Maní.—A", sust. C. Cacahüet mejicano. (V. la<br />

.anterior).<br />

Maniabo.—A 7 , susí. P. Provincia indígena. D. de<br />

maniy abo, agua del maní. También se dice Maniabon<br />

ó Manaibon, y puede ser en este caso D. de


166 CUBA INDÍGENA.<br />

ma-na-í-abo-n, no tienen nacimiento las aguas.<br />

Manicaras.—N. sust. P. Pueblo indígena de Baracoa.<br />

Desconócese la T.<br />

Manicaragua.—A 7 , sust. P. Rio de Coabainacan.<br />

D. de ma-na-aco-a?-a-gua, no nace muy sucio, pero<br />

se desarrolla el ó la... ¿blancura?<br />

Manicato.—Adj. Bravura. D. con T. desconocida.<br />

Manigua.—A 7 , sust. C. Selva ó boscaje. D. de<br />

ma y nigua, nacimiento de niguas.<br />

Manímaní.—D. de ma-na-í-ma-na-í, dobles nacimientos<br />

frustrados.<br />

Manjúa.—D. sin conocer la T.<br />

Majuarí.—D. sin duda de la palabra anterior.<br />

Marabí ó Maraví.—A 7 , sust. P. Fondeadero de<br />

Baracoa. Desconócese la T. intermedia ó de ara.<br />

Maragasimar.—N. sust. C. Vegetal. En el mismo<br />

caso.<br />

Maragua.—A 7 , susí. P. Pueblo actual de la Camagua.<br />

Como el anterior.<br />

Marien (hoy Mariel).—A 7 , sust. P. Provincia indígena.<br />

T. desconocida.<br />

Marije ó Maiye ó Maieye.—A r . sust. P. Provincia<br />

indígena. T. desconocida.<br />

Masío, de masí tal voz, hoy Macío.—A 7 , sust. C.<br />

Vegetal. T. desconocida.<br />

Matabanó, Patabanó ó Batavanó (hoy Balabanú).<br />

—.Y. sust. P. Puerto del Sur de la Habana. T. desconocida.<br />

Matagua.—A 7 , sust. P. Rio de la antigua Jagua.<br />

Como en la anterior desconócese la T. ata.


CUBA INDÍGENA. 16T<br />

Mataná.—A r . susí. P. Rio de Vuelta-Abajo. Como<br />

la anterior.<br />

Matusey.—N. sust. C. Vegetal. Lo mismo en<br />

su D.<br />

Maya.—N. sust. C. Vegetal. Nombre de Coabai,<br />

según Navarrete, y lengua de Yucatán, según Pichardo.<br />

D. de ma y aya, nacimiento y origen.<br />

Mayabeque.—N. sust. P. Rio de la Habana. I).<br />

de ma-aya-abo-aco, nacimiento y origen del agua<br />

sucia.<br />

Mayabon.—A r . sust. P. Pueblo actual de la antigua<br />

Sabana. D. de ma-aya-abo-n, nacimiento y orígen<br />

de cantidad de agua.<br />

Mayagual.—A", sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />

Baytiquiri. D. do ma-aya-gua-al, muchos nacimientos,<br />

crecimientos y muertes.<br />

Mayaguanó.—D. de ma-aya-guano, nacimiento y<br />

origen de guanos. Puede tal vez proceder de il/ayaguan,<br />

actual ingenio del antiguo Guamuliaija, y<br />

sería T). en esto caso de ma-aya-gua-n, nacimiento,<br />

origen y concentración notables.<br />

Mayajígua.—A r . sust. P. Pueblo actual de la antigua<br />

Sabana. D. de ma-aya-jígua, nacimiento y<br />

origen de la jígua.<br />

Mayanabo (V. manayabo).—Si el nombre indígena<br />

es el presente, sería D. de ma-aya-na-abo, cuya<br />

interpretación es sinónima á la expuesta.<br />

Mayari.—N. sust. C. Puerto del Norte. D. de<br />

ma-yara-í, nacimiento de yaras.<br />

Mayo.—N. sust. C. Pájaro. D. do maya.


168 CUTÍA INDÍGENA.<br />

Menocal.—N. sust. P. Ingenio actual del antiguo<br />

Marien.<br />

Micacabo.—A r . susí. P. Pueblo actual del antiguo<br />

Guamuhaya.<br />

Mije.—A r . sust. C. Vegetal.<br />

Míjeal ó mijial.—D. de mije y al, bosque de<br />

mijes.<br />

Míraguano.—N. sust. C. Vegetal.<br />

Miraman.—N. sust. P. Rio Norte de Vuelta-<br />

Abajo.<br />

Moa.—N. sust. P. Montaña de Baracoa.<br />

Mojuí, mohuí, moheí, mojeí.—N. sust. C. Mamí.<br />

feros carniceros.<br />

Moruro.—N. sust. C. Vegetal.<br />

Muniacan.—A", sust. P. Arroyo de Guahimaya.<br />

Muniato, moniato, buniato, boniato.—N. sust. C-<br />

Tubérculo, parecido ala batata de Málaga.<br />

N<br />

N.—Aparece esta consonante muy pocas veces<br />

como inicial de palabra. A veces, como hemos dicho<br />

al tratar de la a, figura la letra n para combinarse<br />

con la T. do ey. N. es, como final de modismo,<br />

una T. adj. que implica el superlativo.<br />

Nabaco.—A*, stisí. C. Vegetal.<br />

Naborí ó nabosí.—A\ sust. P.<br />

Na.—7'. adj. como negación.


CUBA INDÍGENA. 169<br />

Nacan.—Adj. Centro. D. de na, negación, y<br />

can, extensión: reducción de lo extenso.<br />

Nagua.—A*, sust. C. Enaguas.<br />

Naguareje.— A 7 , sust. P. Puerto y arroyo de<br />

Baracoa. D. acaso de nagua.<br />

Naiboa.—A 7 , sust. P.<br />

Najará ó Najasá.—A", sust. P. Rio de la Camagua.<br />

Najesí.—A 7 , sust. C. Vegetal. Acaso sea una<br />

mixtificación de Najasá.<br />

Nahes (tal vez najes).—A r . sust. C. Remos.<br />

Nati.—A 7 , sust. C. Pechos ó mamas.<br />

Nauyú.—A 7 , sust. P. Embarcadero de Sabaneque.<br />

Neiba ó Neiva.—A r . sust. P. Pueblo actual de<br />

Coaoainaca?i.<br />

Niabo.—A 7 , sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />

Maniabo.<br />

Nigua.—N. sust. C. Pulga pequeñísima.<br />

Nimanimá.—N. sust. P. Surgidero de Boyuca.<br />

Niguabo.— T). de nigua y abo, agua de la nigua.<br />

Nigüero.—Nos parece un D. castellano áonigua.<br />

Nipi ó Ñipe.—A", sust. P. Puerto de los Bani.<br />

Nitaino ó naitano.—N. sust. C. Jefe á las órdenes<br />

ó secretario particular de los casique-s.<br />

O<br />

O.—Vocal muy rara como inicial de palabra.<br />

Algunas veces se modifica por la a, como sucede en


170 CUBA INDÍGENA.<br />

la T. abo, pero en medio de palabra. (V. abo.) Otras<br />

veces, las menos, modifica á la misma letra a, como<br />

sucede en la T. acá, pero siempre á final de palabra.<br />

(V. acá.) En las T. de al y ey desaparece esta<br />

letra para que se verifique la composición.<br />

Oa.—Diptongo que aparece distintamente en las<br />

palabras bainoa, camoa, canoa, coa y sus compuestos<br />

maboa, moa y naiboa.<br />

Ocuje.—A 7 , sust. C. Vegetal. ¿No tendrá alguna<br />

relación con cuje?<br />

Ornafay ú Ornafai.—A 7 , sicsf. P. Provincia indígena.<br />

Ou.—Diptongo encontrado únicamente en las<br />

dos palabras siguientes:<br />

Ouandú (5) ó guandú.<br />

Ouye.—-A", sttsí. C.—Pueblo de la antigua<br />

Jagua.<br />

P<br />

P.—Consonante más distintiva que la N. Antiguamente<br />

se ha confundido con la B y la M.<br />

Papa.—A 7 , sust. C. Patata.<br />

Papaya.—A T . sust. C. Árbol frutal. D. de papa y<br />

aya, patata desarrollada.<br />

Papayal.—D. de papaya y al, bosque de papayas.<br />

Paraguayo.—Se desconoce la R.<br />

Pasabanao.—A 7 , sust. P. Punta de Magon.<br />

Pataban ó pasabanan.—N. sust. C. Pantano.


CUBA INDÍGENA. 171<br />

Patabanal.—N. sust. C. D. de pataban y al, muchos<br />

pantanos.<br />

Patao.— N. sust. C. Pez.<br />

Peopao.—N. sust. C. Torta ó pan.<br />

Pepú.—(V. sust. C. Vegetal.<br />

Pijqjo.—Acaso sea la R. de<br />

Pijuan.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo-<br />

Sabana.<br />

Piniaco.—A 7 , sust. P. Otro pueblo actual de<br />

Coabainacan.<br />

Pinipiniche.—N. sust. P. Ensenada de la Macagua.<br />

Pipián.—A r . sust. P. Pueblo actual de la Habana.<br />

Pipistey.—A r . sust. C. Vegetal.<br />

Piragua.—A r . sust. C. Canoa, en lengua caribe.<br />

Pitajoní (hoy pitajona).—A*, sust. C. Árbol.<br />

Pitijaya ó pitihaya.—N. sust. C. Árbol.<br />

Ponasí ó bonasí.—N. sust. C. Vegetal.<br />

Ponuco.—N. sust. P. Ingenio actual de la antigua<br />

Boyúca.<br />

Purial y Parial.—A r . sust. P. Pueblos actuales,,<br />

entre otros en Baytiquiri.<br />

Q<br />

Q.—Consonante rarísima, como se ve en los siguientes<br />

ejemplos; pero que modifica á veces la T.<br />

acá y uco en eque y equí.


172 CUBA INDÍGENA.<br />

Quemí.—V". cori.<br />

Queriguá.—N. sust. P. Rio de Baracoa.<br />

Quibey.—A r . sust. C. Vegetal.<br />

Quibican ó Quibijan.—N. sust. P. Con el primer<br />

nombre hay un pueblo actual en Vuelta-Abajo, y<br />

con el segundo una loma en Baracoa. D. de Quibey<br />

y can, quibey ancho ó copudo.<br />

Quimbo.—N. sust. C. Vegetal.<br />

s<br />

S.—Consonante bastante generalizada como inicial<br />

de palabra. Sustituye á nuestras vocales c y z<br />

en los sonidos suaves.<br />

Sabana.—N. sust. C. Prado ancho rodeado de<br />

manigua.<br />

Sabanalamar.—D. á nuestro entender castellano.<br />

Sabaneque.—A", sust. P. Provincia indígena. D.<br />

de sabana y acá, sabanas grandes.<br />

Sabicú.—A 7 , sust. C. A'egetal.<br />

Sabina.—N. sust. C. Árbol.<br />

Sabinal.—A 7 , sust. P. Península del Norte. D.<br />

de sabina y al, bosque de sabinas.<br />

Sagua.—A 7 , sust. P. Rio y provincia indígena.<br />

Sajaná.—A 7 , sust. P. Rio do Vuelta-Abajo.<br />

Sajanal.—D. de sajaná y al, que en este caso significa<br />

afluentes más que bosque.<br />

Sama.—A 7 , sust. P. Puerto y cabo de maniabo.<br />

Sao (hoy zao).—A", sust. C. Aparece como dimi-


CUBA INDÍGENA. 173<br />

nutivo de Sabana, y esta es una imperfección del<br />

idioma indígena, la única encontrada por cierto.<br />

Saorí.—V". Bajari.<br />

Sapote.—N. sust. C. Frutal.<br />

Saramaguan (acaso Samaracuan).—A", sust. P.<br />

Rio de Camagua con el primer nombre, y otro rio<br />

de Magari con el segundo.<br />

Sasa (hoy Zaza).—N. sust. P. El segundo rio<br />

de <strong>Cuba</strong>.<br />

Seborucal.—A", sust. C. Arrecife D. de seboruco<br />

y al, muchos seboruco-s.<br />

Seboruco ó siboruco.—A 7 , sust. C. Piedra mala<br />

ó bajío.<br />

Sebucán.—A T . sust. C. Cesto de gitano.<br />

Seiba (hoy ceiba, del antiguo ceiba}.—A", sust.<br />

C. Árbol.<br />

Seibabo.—A 7 , sust. P. Rio de Sabaneque. D. de<br />

seiba y abo, agua de la seiba.<br />

Seibey.—A", sust. C. Árbol. D. de seiba y ey,<br />

propagado por la seiba.<br />

Semi [cerni antiguo y hoy zemi ó cerni).—A'.<br />

sust. C. Dioses lares, penates ó ídolos.<br />

Sesi.—A r . sust. P.<br />

Sibanaca.—-A 7 , susí. P. Pueblo actual del hoy<br />

Bejucal. D. de sibí-na-aca, sibí grande y destructor.<br />

Sibanucan.—D. de sibanuco y n, gran sibanuco.<br />

Sibanuco.—A T . susí. P. Loma de los Guaímaros.<br />

D. de sibí-na-uco, sibí pequeño y destructor.<br />

Sibao (CibaoJ.—Se ha citado incidentalmente,<br />

como provincia indígena de Haiti.


174 CUBA INDÍGENA.<br />

Sibarimar.—A T . sust. P. Pueblo actual de Vuelta-Abajo<br />

73. de sibí sin conocer la T.<br />

Sibí.—A 7 , sust. C. Ave zancuda. Hoy c¡6?'.<br />

Siboney ó sebuney.—A 7 , sust. C. Guerrero. 1).<br />

•de sibí-na-ey, vive como el sibi, pero lo destruye.<br />

Sigaray.—Nombre de una antigua calle de Pinar<br />

del Rio; tal vez fuera Siguaray. D. entonces<br />

•de sigua.<br />

Sigua.—A 7 , sust. C. Caracol.<br />

Siguabo.—Creemos que este era el A", indígena<br />

•del Tiguabo; así significaría agua de caracol ó corriente<br />

en zig-zags.<br />

Siguaguaca.—T). de sigua-gua-aca, depósito inmundo<br />

de caracoles.<br />

Siguanea.—N. sust. C. Costa caliza. 73. de sigua<br />

y na, no es sigua en su figura (y sí en su materia<br />

caliza).<br />

Siguaney.—N. sust. C. Pueblo actual de la indígena<br />

Coabainacan. D. de sigua-n-ey, poblado de<br />

grandes siguas.<br />

Siguaraya.—A r . sust. C. Vegetal. Acaso es el<br />

sigaray que hemos dicho (V.)<br />

Siguapa.—N. sust. C. Ave nocturna. Desconócese<br />

la T.<br />

Siguato, Siguate.—N. sust. C. Pez venenoso.<br />

Lo mismo.<br />

Sijú.—.Y. sust. P.<br />

Sinsonte.—A 7 , sust. C. Pájaro. ¿Es cubana esta<br />

palabra? (V. lo dicho en la nota 9." del cap. n.)<br />

Sojo.—A', sust. P. Pueblo actual de Mayari.


CUBA INDÍGENA. 175<br />

Sumacará.—A T . súsf. C. Vegetal. ¿No será comecará?<br />

(Y.)<br />

T<br />

T.—Consonante más conocida que la n, o, p y q.<br />

Como hemos dicho al tratar de la a, adóptase esta<br />

letra algunas veces en la formación de un nuevo<br />

compuesto y con la T. ey.<br />

Tabaco ó tabac.—A T . sust. C. Pipa, según Oviedo;<br />

vegetal, según Pichardo.<br />

Tabacal.—A T - sust. P. Cabo de Boyuca. B. de<br />

tabaco y al, bosque de tabaco, lo que confirma la<br />

opinión de Pichardo.<br />

Tacajó.—N. siist. P. Rio de la serranía oriental.<br />

Taganiona.—N. sust. P. Loma al Oriente de la<br />

Habana.<br />

Tagua (tahua).—A", sust. C. Vegetal.<br />

Taguayabon.—Pueblo actual de la antigua Sabana.<br />

D. de tagua-aya-abo-n, tagua que SJ desarrolla<br />

por la mucha agua.<br />

Taironas,—A T . sus/. P. Pueblo de la moderna<br />

Vuelta-Abajo.<br />

Tamarindo.—N. sust. ('. Frutal.<br />

Tana.—N. sust. C. Rio de Macaca.<br />

Tanal.—Y. tunal. A r . sust. P. D. de tana y al,<br />

bosque de lanas.<br />

Tanamo.—A T . sust. P. Rio de Sagua. D. de tana<br />

y ma, nace de la Tana.


170 CUBA INDÍGENA.<br />

Taracaco.— A 7 , susl. C. Vegetal.<br />

Tarará.—N. sust. P. Cabo de la Habana.<br />

Tararey.—A', sust. C. Vegetal. D. de tarará y<br />

ey, nacidos en Tarará.<br />

Tatagua.—.Y. sust. ('. Ave nocturna.<br />

Táyaba.—A*, sust. P. Rio de Guarauhaija.<br />

Tayabacoa.—A 7 , sust. P. Rio de Magon. D. de<br />

Táyaba-coa, muere con el Táyaba.<br />

Tenerne.—A T . sust. C. Rio de Sagua. ¿No tendrá<br />

relación con el Tannino, yá que son inmediatos?<br />

Tetí.—A', sust. C. Pez del Oriente, según Gundlach.<br />

Tiabuco.—N. sust. C. Pueblo actual de la antigua<br />

Boyi'.cn.<br />

Tibi.—A r . sust. C. Piedra granítica.<br />

Tibijan, ó Tibican á nuestro juicio.— Cabo de<br />

Boyuca. D. de tibí y can, extensión del tibi.<br />

Tibisi.—D. de tibí c i, abundancia de tibi.<br />

Tibisial.—D. de tibisi y al, muchos tibisi.<br />

Tiguabos.—N.sust.P. Rio de Bayliquiri. (V. siguabo.)<br />

Tinguaro.—N. sust. P. Pueblo actual de la antigua<br />

Sabana.<br />

Tiriguanó (según otros Tur iguana).—-N.sust. P.<br />

Rio septentrional é isla del Norte.<br />

Tinima.—N. sust. P. Rio de la Camagua.<br />

Tiquirí.—A T . sust. P. Pueblo indígena. R. de<br />

Bayliquiri.<br />

Toa.—A 7 , susl. P. ìlio do Baracoa.<br />

Tocoró, tocororo ó tocoloro.—A r . sust. C. Ave.


CUBA INDÍGENA. 177<br />

Tojosa.—.Y. susl. C. Vegetal.<br />

Tomeguin.—N. sust. C. Pájaro.<br />

Totí.—.Y. sust. C. Pájaro.<br />

Tuabaguey.—.Y. susl. />. Pueblo actual del antiguo<br />

Camagua. I), do .tua-abo-gua-ey, población<br />

que teme el agua del tuatúa.<br />

Tuatúa.—N. sust. C. Árbol del que se extrae la<br />

yesca.<br />

Tucamara.—A', susl. P. Pueblo actual de Cuyaguayo.<br />

Tumurí ó Tumury.—A', susl. P. Rio del antiguo<br />

Bayliquirí.<br />

Tuna.—A T . susl. C. Vegetal.<br />

Tunal.—L). de tuna y al, bosque de tunas.<br />

Tunicú ó Tuinicú.—A r . sust. P. Afluente del<br />

Sasa. D. de tuna-í-uco, pequeñas y muchas tunas.<br />

u<br />

U.—Esta vocal es bastante importante en la<br />

formación de los diptongos ó triptongos, puesto que<br />

ocupa en este sentido el tei cor lugar (después de la<br />

a y la íi.<br />

Ua.—Diptongo el más numeroso de todo. Además<br />

de las veces que se encuentra en la T. de gua,<br />

hállase en las palabras bijaura, Camajuani, cuajen,<br />

cojinua, cuaba, caujani, cuajará, cucúa, manjúa,<br />

manjuari, pijuan, queriguá, saramacuan,<br />

tuatúa, ijaicuaje, yautía y yúa.<br />

12


178 CUBA INDÍGENA.<br />

Uaí—Triptongo que se encuentra, además de la<br />

raíz guai y sus compuestos, en las palabras cagunirán<br />

y yaguay.<br />

Uao.—Triptongo que se significa sólo en las dos<br />

palabras carnguao y guao, caso de no ser guau.<br />

Uau.—Triptongo no más generalizado que se<br />

distingue en los modismos guau, guauro yguaurabo<br />

Ubi ó uví.—'Tal vez no sea indígena esta R.<br />

Uco.—T. adj. que implica pequenez, y se encuentra<br />

en las palabras siguientes: bejuco, Boyuca,<br />

calambuco, cayuco, conuco, jabuco, jaruco, janeo,<br />

ponuco y seboruco. Algunas veces, cuando le sigue<br />

la T. n, se modifica en uca, como en seborucan y<br />

sebucán.<br />

Ue.—Diptongo que se encuentra en los vocablos<br />

arique, Borinquen, bucagüe, bueney, casique, gayantes,<br />

jigüe, j ¡güera, jeniquén, mangues, mayabeque,<br />

quemi, queriguá y sabaneque.<br />

Ueí.—Triptongo que se comprueba por los modismos<br />

Cueyba y gueiba, además de las T. güey,<br />

tüey y buey.<br />

Uí.—Diptongo que se distingue en las palabras<br />

agüica, banagüises, Bayliquiri, cucui, cuisagüateje,<br />

guaniquinaje, güín, güimao, guinchos, güira,<br />

guisaso, jiquima, maguiro, manabuimba, mojuí,<br />

niquiba, quibey, quilñcan, quimbo, tarquino, tomeguin,<br />

tuinicu y y águilas, si acaso es indígena.<br />

Uia.—Triptongo que se distingue solamente en<br />

las palabras guiacan y jiquiabo.<br />

Urabo, uribí.—¿Es indígena esta R.?


179<br />

V<br />

V.—Se ha empicado esta consonante, en vez de<br />

la B., en varias palabras, como viajaca, vija, vivijar//'.i.<br />

cirama, etc. Existe, sin embargo, en los dos<br />

siguientes casos:<br />

Veycosí.—V. cusubi.<br />

Venero.—.Y. sust. C. Valle ó selva.<br />

Y<br />

\<br />

Y.—Una de las consonantes más generalizadas.<br />

"Débese indudablemente á que, como en la g y en<br />

la m, existe una T, la de aya, que la pluraliza.<br />

Ya.—Contracción de la 7', aya. (V. lo dicho en<br />

el cap. i.)<br />

Yaba.—.Y. sust. C. Árbol. D. de aya-yabo, origen<br />

del agua.<br />

Yabason.—.Y. sust. P. Riodo Cuyaguayo. Desconócese<br />

la T.<br />

Yabisa (Yalii.xa antigua).—D. con igual observación.<br />

Yabú.—.Y. susl. C. Vegetal. La misma nota.<br />

Yabuna.—.Y. sust. C. Vegetal. D. de yabú y na,<br />

no admite yabú (á su lado, sin duda).<br />

Yabunal.—D. de yabuna y al, bosque de yabuna-?.


178 CUBA INDÍGENA.<br />

Uaí—Triptongo que se encuentra, además de la<br />

raíz guai y sus compuestos, en las palabras caguairan<br />

y yaguay.<br />

Uao.—Trijolongo que se significa sólo en las dos<br />

palabras cararjuao y guao, caso de no ser guau.<br />

Uau.—Iriptongo no más generalizado que se<br />

distingue en los modismos guau, guauro jguaurabo<br />

Ubi ó uví.—-Tal vez no sea indígena esta R.<br />

Uco.—T. adj. que implica pequenez, y se encuentra<br />

en las palabras siguientes: bejuco, Boyuca,<br />

calambuco, cayuco, conuco, jabuco, jar uco, jauco,<br />

ponuco y seboruco. Algunas veces, cuando lo sigue<br />

la T. n, so modifica en uca, como en seborucan y<br />

.sebucán.<br />

Ue.—Diptongo que se encuentra en los vocablos<br />

arique, Borinquen, bucagüe, bueney, casique, gayarúes,<br />

jigüe, jigüera, jeniquén, mangues, mayabeque,<br />

quemi, queriguá y sabaneque.<br />

Ueí.—Triptongo que se comprueba por los modismos<br />

Cueyba y gueiba, además do las T. güey,<br />

tüey y buey.<br />

Uí.—Diptongo que se distingue en las palabras<br />

agüica, banagüises, Baytiquiri, cucuí, cuisagüateje,<br />

guaniquinaje, güin, güimao, guinchos, güira,<br />

guisaso, jiquima, maguiro, manabuimba, mojui,<br />

niquiba, quibey, quibican, quimbo, tarquino, tomeguin,<br />

tuinicu y yaguilas, si acaso es indígena.<br />

Uia.—Triptongo que se distingue solamente en<br />

las palabras guiacan y jiquiabo.<br />

Urabo, uribí.—¿Es indígena esta R.?


CUBA INDÌGENA. 179<br />

V<br />

V.—Se ha empicado esta consonante, en vez do<br />

la B., en varias palabras, como vio-jaca, vi/a, vivijafliia.<br />

cirama, etc. Existe, sin embargo, en los dos<br />

siguientes casos:<br />

Veycosí.—V. cusubí.<br />

Venero.—.Y. sust. C. Valle ó selva.<br />

Y<br />

\<br />

Y.—Una de las consonantes más generalizadas.<br />

Débese indudablemente á que, como en la g y en<br />

la m, existe una T, la de aya. que la pluraliza.<br />

Ya.—Contracción do la 7', aya. (Y. lo dicho en<br />

el cap. i.)<br />

Yaba.—.Y. sust. C. Árbol. 7). de aya-yabo, orígen<br />

del agua.<br />

Yabason.—A*, sust. P. Rio do Cuyayuayo. Desconócese<br />

la T.<br />

Yabisa [Yabi.va antigua).—D. con igual observación.<br />

Yabú.—.Y. sust. C. Vegetal. La misma nota.<br />

Yabuna.—.Y. sust. C. Vegetal. D. de yabú y na,<br />

no admite yabú (á su lado, sin duda).<br />

Yabunal.—D. do yabuna y al, bosque de yabuna-s.


180 CUBA INDÍGENA.<br />

Yacabo.—A\ sust. P. Sub-afluenlc del Snsa. D.<br />

de aya-aca-abo, agua que se desarrolla sucia.<br />

Yagruma.—.Y. sust. C. Vegetal. Desconócese<br />

la T.<br />

Yagua.—N. sust. C. Arbusto. D. de aya y gua,.<br />

se deposita apenas empieza.<br />

Yaguajan.—N. sust. P. Rio do Maniabo. Ignórase<br />

la T.<br />

Yaguajay.—A", sust. P. Embarcadero de Scibuneque.<br />

T. de la anterior, pero desconócese la T.<br />

Yaguajusta.—A", sust. C. Vegetal. En nuestro<br />

juicio, se ha añadido una T., ó mejor palabra castellana,<br />

á las dos primeras I¡. indígenas.<br />

Yagual.—D. de yagua y al, bosque de yaguas.<br />

Yaguanabo.—A", sust. P. Rio de Guahumaya. D.<br />

do yagua-n-abo, agua de grandes yaguas.<br />

Yaguanal. D. de yagua-n-al, muchas y grandes<br />

yaguas.<br />

Yaguaneque.—A r . sust. P. Rio de Baracoa. D.<br />

de yagua-n-aco, yaguas grandes y sucias.<br />

Yaguaramas.—Nos parecen castellanas las T.<br />

Yaguay ó yaguayas. ]J. de yagua y aya, desarrollo<br />

de yaguas.<br />

Yaguasa.—A", sust. G. Ave. Repetimos lo dicho<br />

en yaguaramas.<br />

Yaicuage.—A", sitsf. C. Vegetal.<br />

Yaití.—A", sitsf. C. Vegetal.<br />

Yahutía.—V. yautia.<br />

Yamacagua.;—D. de aya-ma-aca-gua, grande<br />

principio y desarrollo, pero permanencia al fin.


CUBA INDÍGENA. 181<br />

Yamagua.—N. sust. C. Vegetal. D. de aya-magua:<br />

nace, crece y muere.<br />

Yamaguabo.—.Y. sust. P. Pueblo actual de la<br />

('uma()ua. 1). de yamagua y abo, agua de layamagua.<br />

Yamaniguey.—N. sust. P. Embarcadero de Baracoa.<br />

D. de aya-ma-na-í-gua-ey, poblado que nace,<br />

pero no empieza ni progresa. Acaso sea Yamaguey,<br />

vegeta!, poblado de la yamagua.<br />

Yamao.—.Y. su.?/. C. Vegetal. Se desconoce<br />

la 7'.<br />

Yamaragua.—D. sin conocer la 7'. intermedia<br />

a?'a.<br />

Yana.—.Y. sust. P. Rio de la serranía de la Camagua.<br />

D. de aya y na, no crece.<br />

Yara.—N. sust. P. Rio de Guacanabayo. T.<br />

desconocida.<br />

Yarayabo.—-N. sust. P. Afluente del Cauto. D.<br />

d ) yara-aya-abo, agua que origina el Yara.<br />

Yarey.—.Y. sust. C. Planta. D. de yara y ey.<br />

producto del Yara.<br />

Yareyal.—7). de yara y al, bosque de yarey.<br />

Yarigua ó Yariguá.—N. sust. P. Rio do la serranía<br />

de Nipi. D. do yara y gua, depósito de yarey.<br />

Yaruga. — N. susí. C. Vegetal. 7'. desconocida.<br />

Yateras.—A", sust. P. Rio y lomas de Baytiquiri.<br />

Lo mismo.<br />

Yautía ó Yahutía.—N. sust. C. Raíz alimenticia<br />

Como el anterior.


182 CUBA INDÍGENA.<br />

Yaya.—N. sust. C. Vegetal. D. do aya-aya, doble<br />

progreso.<br />

Yayabacoa.—.V. sust.'P. Pueblo actual del antiguo<br />

Coabainacan. D. de yaya-aba-coa, agua muerta<br />

del yaya.<br />

Yayabacaná ó jayabacaná.—.Y. sus/. C Vegetal.<br />

D. de yaya-aba-aca-na, agua no despreciable de la<br />

yaya.<br />

Yayabo.—N. sust. P. Sub-aílueníe del Nasa. I).<br />

de yaya-abo, agua do yaya ó doble fuente de agua<br />

(aya-aya-abo).<br />

Yayagua.—D. de aya-aya-gua, doble fuente que<br />

se deposita.<br />

Yayajabí.—N.sust. (.'. Vegetal. D. do aya-ayajaba-í,<br />

principio doble de las jabas. Jayajabí y yajajabico.<br />

Yerao.—.V. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />

Coaüainacan.<br />

Yúa.—.Y. sust. C. Vegetal.<br />

Yucanaca.—.Y. sust. P. Cabo do Bani. D. de<br />

yuca-na-aca, yuca no mala.<br />

Yucay (hoy yuca).—.Y. susf. C. Tubérculo.<br />

Yumurí.—.Y. susf. P. Río de la antigua Habana<br />

(6).


NOTAS.<br />

CAPÍTULO<br />

PRIMERO.<br />

(1) Tío propósito hemos confundido las consonantes<br />

guturales con las paladales: una observación detenida entre<br />

las dos ('misiones induce ¡i suponer que fueran en un<br />

principio guturales. En cuanto á la significación de los<br />

ejemplos que liemos empicado y que en lo sucesivo se<br />

presenten, véase el último capítulo de este folleto.<br />

(2) Picbardo precisa este hecho diciendo que los indígenas<br />

no admitían el ceceo. (Diccionario procincud сан<br />

razonado de roce* cubanas por ]>. J&iét/an J'ichardo.—Un<br />

tomo: 1 ¡abana, 1801.)<br />

(8) Véanse á García y Las Casas.<br />

(i) Para la comprobación de las tablas de diptongos<br />

y triptongos, nos remitimos al ya citado ]'ocabidario que<br />

limita la presente obrita.<br />

(5) La e se presenta casi siempre, cuando finaliza la<br />

palabra acompañada de la./' y la ) Picbardo, en su citada obra, la supone indígena<br />

como dulce, seco de la yuca; y reconoce, sin embargo, que<br />

la é no existia como terminación.


184 CUBA INDÍGENA.<br />

He aquí la división que de los finales presenta :<br />

1. a, i, o. 5. igua. 9. ana.<br />

2. ei ó ey. C. agua. 10. ua, io.<br />

3. acó. 7. an.<br />

4. abo-aba. 8. oa, ao.<br />

(7) Lulorre {José Marici): Lo i/ne fuimos y lo que somos<br />

ó la Habano antigua y moderna.—Un volumen: Habana,<br />

1857. Piclianlo, además de su obra citada, lia compuesto<br />

la Geografía de la Isla de <strong>Cuba</strong> (Habana, 1854),<br />

la mejor indudablemente que se conoce.<br />

(8) Véanse las recopilaciones de Vicente Olívete,<br />

José Alúa, Luis A. Ramos, etc., impresas bajo el título<br />

de Decimas del guajiro en la Habana, Matanzas. Cienfuegos,<br />

etc., etc.<br />

(9) Esquicio topográfico de la jurisdicción de Citufue-<br />

por I). Nicolás de Gamboa.<br />

(10) Lo fantástico no es ni puedo ser espontáneo; si<br />

fuera así, la verdad no lo sería.<br />

Los primitivos dioses no tienen por este silogismo la<br />

pureza del nuestro. El ídolo fué una forma material en la<br />

antigüedad, luego se trasformó en personal, y en ideal á<br />

lo último; del objeto á la subjetividad hubo otra transición,<br />

que ha sido el fenómeno: y este era el que adoraban<br />

los cubanos.<br />

(11) Proyectamos en un segundo opúsculo, intitulado<br />

La raza lacaya, disertai sobre los otros dialectos antillanos.<br />

(12) Oviedo y Valdés. Historia de las Indias, libro<br />

ii, cap. vi.<br />

(18) <strong>Cuba</strong>n Ániiquities, a Brief descripition of same<br />

lidies found in tlte Tsland of <strong>Cuba</strong>, by Avdres Poey of<br />

Haraiia.<br />

ijos,


CUBA INDÍGENA. 185<br />

Este trabajo lia sido fielmente traducido por D. José<br />

de Jesús Quintiliano García en el tomo iv (1855), de su<br />

ilustrada Revista déla Habana.<br />

Más adelante, en la parte arqueológica, nos ocuparemos<br />

de su examen.<br />

(14) Este primer capítulo fue terminado en Guantánamo,<br />

por Enero del presento año.


186 CUBA INDÍGENA.<br />

CAPÍTULO IT.<br />

(1) Pichardo, en su Geografía, supone á la sigua<br />

como piedra, y ;i la siguanea como una corta; y otros<br />

autores aseguran que esta última palabra significaba<br />

estero.<br />

(2) Llámase cayo» en <strong>Cuba</strong> á los bosqueeillos aislados<br />

y rodeados de praderas.<br />

(8) Esta descripción y todas las que contiene el capítulo<br />

n. están tomadas de los diferentes autores que liemos<br />

citado y citaremos en el trascurso de la obra, así<br />

como de nuestros minuciosos estudios y continuas correrías<br />

por la más importante do nuestras colonias.<br />

Los españoles no lian querido singularizarse jamás en<br />

sus numerosos descubrimientos, y en vez de bautizar con<br />

sus apellidos á las nuevas tierras descubiertas, lian conservado<br />

religiosamente los nombres indígenas que anteriormente<br />

tenían. De aquí la facilidad délas anotaciones<br />

geográficas y naturales que contiene el presente capítulo.<br />

(4) Herrera le llama guabiniquimar, Las Casas guaminiquinace,<br />

Pezuela quaniquinage y Piebaido guaniquinage.<br />

(5) Ensayo histórico de la Isla de <strong>Cuba</strong>, por ,D. Jacobo<br />

de la Pezuela.—Un tomo: "New-York, 1842.<br />

(6) Gomera le decia mohel y Oviedo mohín,<br />

(7) Suponemos que sea el cori do Oviedo.<br />

(8) Oviedo y Las Casas le llaman hutía, y Gomera y<br />

Bernaklez utia.


CUBA INDÍGENA. 187<br />

('.)) Senisontlaíole le llama Pichardo , pero nos parece<br />

un apellido demasiado compuesto; en Méjico se denomina<br />

sentzontli.<br />

(10) Silvia pregunta si bijirita no sería el diminutivo.<br />

Creemos que no, por dos razones: 1. a , porque la terminación<br />

iia es castellana; 2.", porque el diminutivo indígena<br />

es el uco, según se ha tratado de demostrar.<br />

(11) Según Pezucla , este era el nombre indígena<br />

por 1598: boy se denomina tocoloro y toro/oro.<br />

(12) Oviedo la denomina ivana, Machuca é Inciso<br />

iguana, Fernando Colon jiguana y otros autores<br />

hiouana.<br />

(13) Es, sin duda, el babayona de Gundlaeh.<br />

(14) Además ele los autores nombrados, nos ha servido<br />

de estudio el Tratado de ¡a Arboriculiura cubana, >/ ¡leca<br />

at/reijada la de Isla de Pinos y Puerto Rico, por I). José<br />

María Fernandez y Jiménez.—Un tomo en l.°: Habana,<br />

1867.<br />

(15) De aji procede sin duda ajiaco ó puchero cubano.<br />

(10) Los más pesados de esta sección son el cuje,<br />

guao, jayajabico, juragua y mangle.<br />

(17) Oviedo cita, además de los nombrados, los doce<br />

siguientes: acuba, caoban, cibucán, ciguas, curia,<br />

tíamahagua, gaguey, guayaro (especie de chiriria),<br />

guiabara, imocom ó boniata, manaca, de donde se<br />

extraían las manahuecas, y al y, hierba abundantísima<br />

en las islas y Tierra firme, que servia de pasto en general.<br />

(Libro x, cap. II.)<br />

(18) Se lia terminado este capítulo en la Habana y por<br />

el mes de Marzo últimamente finado.


188 CUBA INDÌGENA.<br />

CAPÍTULO III.<br />

(1) Véase. pava la descripción de los habitantes de<br />

Guanana ni, la Historia de la Real Marina Española, (Usde<br />

el descubrimiento, etc., por March y Labores (dos tomos<br />

con láminas en 4." mayor, Barcelona, 1842); la de los<br />

naturales de <strong>Cuba</strong> en Pezuela, obra ya citada; la de los<br />

indios (lecheros en la Historia general y natural de las Indias,<br />

por Gonzalo Fernandez de Oviedo y Valdés (cuatro<br />

tomos, imprenta de la Real Academia de la Historia, Madrid.<br />

1851), y la de los indígenas de Borinquen en la Historia<br />

geográfica, dril y natural de la Isla de Puerto Rico,<br />

por Fr. Iñigo Abbad y Lassierra, anotada por ü. José<br />

Julián de Aeosta y Calvo (un tomo en 4." mayor, Puerto-<br />

Rico. 1800).<br />

(2) La carencia de barba no es absoluta entre los americanos<br />

ni entre los lucayos siquiera. Oviedo, en su citada<br />

Historia (parte 1.", libro ni, cap. v), nos dice que «la<br />

mayor parte son ¡empinos.»<br />

(3) Esta particularidad, considerada por todos los autores<br />

, parécenos que puede servir de base para describir<br />

los rasgos fisionómicos que no precisan aquéllos; porque<br />

de la comprensión de la cabeza vendría el que se abrieran<br />

sobradamente sus orejas y el que la boca apareciera más<br />

pequeña que grande, aunque entreabierta y de labios algo<br />

gruesos.<br />

(4) Dase el nombre de palma en la isla de <strong>Cuba</strong>, nó á


CUBA INDÍGENA. 189<br />

la hoja como en España, sino á todo el árbol, que conocemos<br />

por el nombre de palmera.<br />

(5) Oviedo dice que lajaba, con su tapadera, servia<br />

para resguardar la jamaca.<br />

(G) Urrutia asegura que el maíz se llamaba paniso<br />

ó panizo por ios aborígenes; pero entonces, ¿cómo se explica<br />

el nombre de maisí?.. Y que era el mais ó maíz ó<br />

mahiz indígena, lo prueba Oviedo al intitular únicamente A<br />

su libro vil, cap. i: Del pan cielos indios que llaman mahiz.<br />

(7) Cítanse en las actas del cabildo de la Habana<br />

por 1501.<br />

(tí) Hoy se come todavía el majá.<br />

('.)) Don José Martin Félix de Arrate: Liare del nuevo<br />

Mundo. Antemural de las Judias Occidentales. La Habana<br />

descrita: noticias de su /'vndacion, aumentos ¡¡ estado,<br />

1701.—Teatro histórico, jurídico // político militar de la<br />

Isla Fernandina de <strong>Cuba</strong>, // principalmente de su capital,<br />

la Habana, por el Dr. 1). Ignacio José de Urrutia y<br />

Montoya, 1791.—Historia de la Isla de <strong>Cuba</strong>.ij en especial<br />

de. la Habana, porD. Antonio José Yaldés. 1818.<br />

Estas tres obras lian sido reimpresas (la segunda era<br />

inédita) en tres tomos en 4.° mayor, por el editor don<br />

Andrés Pego, en la Habana, año de 187(>, bajo el título<br />

de Los tres primeros historiadores de <strong>Cuba</strong>.<br />

(10) Diario del Navegante: diu2« de Octubre de 1492.<br />

(11) Alejandro de Humboldt, en su Jimuyo político<br />

sobre la Isla de <strong>Cuba</strong> (un tomo en tí.", París. 1827), refuta<br />

la aseveración de Albert lliine (JJisiorisch philosophische<br />

r>arslellun¡i desXe


100 CUBA INDÍGENA.<br />

2." Que si fueran tan numerosos, su civilización estaría<br />

más adelantada; y<br />

3." Que por muchas que fueran las causas de su aniquilamiento,<br />

no desaparecerían en cuarenta y dos años, ó<br />

séase desde 1511, año do la conquista, á 1553, como-dice<br />

Gomara (Historia de las Indias); y que la pérdida de la<br />

raza negra en su mayor esclavitud no llega á un nueve<br />

por ciento, y si fueran 20(1.(100 los naturales, profanase<br />

una pérdida de un veintiséis por ciento anual.<br />

Estas conclusiones, ampliadas únicamente de las que<br />

habia expuesto el regidor Arrate, le llevan á una consecuencia<br />

evidentemente falsa, y es que si los españoles au<br />

mentaron el número de su población, se debia á que los<br />

naturales acudian para verlos, como buenos curiosos, hacia<br />

las costas de <strong>Cuba</strong>; y es falso éste apéndice, porque<br />

los que han fijado número han sido los que viajaron por<br />

el interior de la Isla, y no hay más datos afirmativos que<br />

á las veinte ó cuarenta legnas del litoral.<br />

(12) Oviedo, libro XVII, cap. iv, pág. 411'.).<br />

(18) has Casas lo cita como danza, y Pedro Mártir<br />

y Oviedo como romance. La verdad es que ( hiedo lo describe<br />

mejor que ninguno.<br />

(14) Véase para el areito el libro v, cap. i, páginas<br />

127 á .130: para el batey el libro vi, cap. n, páginas<br />

105 á J(J7, y para el fumar el libro v, cap. n, páginas<br />

130 y 131, según la edición de la Academia.<br />

(15) Cantos cubanos.—Cienfuegos, J87H. por D. Luis<br />

11. liamos.<br />

(1G) Diccionario provincial de Pichardo.<br />

(17) Aunque hemos seguido á Oviedo en las costumbres<br />

de Haití, conste (pie en su libro xvn, cap. vm, páginas<br />

4'JS y siguientes déla citada edición, dice que los<br />

habitantes de <strong>Cuba</strong>, en la estatura, color, trajes, jama-


CUIJA INDIGENA. 191<br />

cas areitos, juego del batey, ritos, idolatrías y semi,<br />

eran idénticos álos de la Isla española.<br />

(18) Se nos antoja que las palabras maboya (diablo)<br />

y babujal (brujo) armonizan un algo, l'iehardo confiesa<br />

en su Diccionario que la primera de las dos se pronuncia<br />

inexactamente babuya, y ya esto es parecerse á la segunda,<br />

tanto más cuanto que se confundí! en el dialecto<br />

cubano la j con la y. La terminación al, ¿no sería en este<br />

caso un aspecto ó una generación del espíritu maligno?<br />

(19) Compruébase, además, este Locho: 1.°, con la<br />

aglomeración de habitantes hacia el Departamento Oriental;<br />

2.°, con la facilidad con o - Hatuey y los demás<br />

haiti-íoíoí-- ]lasaron á la isla de <strong>Cuba</strong> cuando quisieron escaparse<br />

de los conquistadores; 8.°, con que no se concibe<br />

la aparición tan moderna de todos los lucayos, y sí el<br />

que fueran desparramándose por todas las Bahamas,<br />

y 4.", que mientras Haití, Borinquen, Jamaica y todas<br />

las demás Antillas eran atacadas por el caribe, <strong>Cuba</strong> gozaba<br />

de una paz octaviana, y esto no se debía i la mayor<br />

dificultad de la conquista. puesto que los haitianos eran<br />

más aguerridos y las tierras vecinas más erizadas de montañas,<br />

sino al desconocimiento de la Isla ó á la menor riqueza-<br />

material que sus habitantes les prometían , prueba<br />

también de su mayor juventud.<br />

Este punto histórico, interesantísimo de suyo, pensamos<br />

tratarlo con nueva copia de datos en la segunda parte<br />

de la obra.<br />

(20) Véase la nota 18 del capítulo primero.<br />

(21) >Sus dimensiones, si la lámina es tan exacta como<br />

dice el autor, son las siguientes: mayor altura, cinco pulgadas<br />

y cinco sextos, ó séanse muy cerca de trece y medio<br />

centímetros; mayor anchura, cuatro pulgadas y un cuarto,<br />

ó séanse nueve centímetros y siete milímetros, y me-


192 CU BA INDÍGENA.<br />

ñor altura, en el centro, cuatro pulgadas y tres cuartos,<br />

ó séanse once centímetros.<br />

(22) La primera figura es de piedra negra, dura y<br />

compacta, que deja un rastro blanco con la impresión de<br />

un cuchillo y produce efervescencia con el acido nítrico,<br />

lo que prueba una composición caliza: tiene catorce y<br />

media pidgadas de altura y un pie de diámetro, y su peso<br />

es de dos arrobas y dos o zas, todo según Poey-<br />

La segunda es muy d 'a también, roja, perfectamente<br />

pulida y al parecer barnizada, con una vena de cuarzo<br />

que atraviesa horizontalmente la escultura: tiene cinco<br />

pulgadas, según la notan.' •! citado autor. Estas dos imágenes<br />

fueron dudosami " encontradas en la estancia<br />

Eyuarrabó, el dia la de Ma\ de 1852, por I). Miguel.Rodriguez<br />

Ferrer; y decimos di dosamente, porque en otro<br />

lugar se consigna (pie se encontraron en un punto llamado<br />

el Junco (jurisdicción do Baracoa), á una vara de<br />

profundidad y en pleno bosque.<br />

La tercera, del mismo señor (comisionado por don<br />

Pascual Madoz en 1849 para recoger datos con destino al<br />

Diccionario Geoyrájico de España y sus posesiones Ultramarinas),<br />

es de barro cocido y tiene, al decir siempre de<br />

Poey, muy poco peso especifico. No habla, sin embargo,<br />

el autor ó traductor de su primitiva procedencia ni de sus<br />

verdaderas dimensiones y peso, aunque éstas también<br />

las suprime en la segunda.<br />

En la cuarta olvida la composición, pero indica que<br />

mide el grabado una cuarta parte de las dimen.-dones del<br />

original; así es que se puede lijar eu diez y siete centímetros<br />

y dos milímetros de. altura, pero no la anchura, porque<br />

aparece de lado, si bien no puede en todo caso reducirse<br />

á menos de trece centímetros. Parece que fué descubierta<br />

en Octubre de 1850 por D. Ensebio Jiménez, á


CUBA INDÍGENA. 193<br />

cosa de cinco millas al 8. O. de Morón (hoy en la Trocha<br />

militar), y en un bosquecillo de limoneros.<br />

(23) Historia i/eneral de América desde sus tiempos<br />

más remotos hasta nuestros dias, por D. Francisco l'i y<br />

Margal].—Barcelona, 1880.<br />

(24) Urrulia: Los tres primeros historiadores, pág. 75<br />

del tomo II.<br />

(25) Pí y Margal! supone que el naytiano era un<br />

noble, y Pichardo sostiene que era el jefe á las órdenes<br />

del casique. Aunque sentimos discrepar del sabio federalista,<br />

creemos superior en este caso la opinión del geógrafo<br />

cubano.<br />

(2(!) Latorre, á quien imitamos en la enumeración<br />

de las tribus, cita á treinta y una de ellas y deja de nombrar<br />

á Escambray y á la Guanaja; Pezuela enumera<br />

á veinte y dos, prescindiendo de Baracoa, Coabainacan,<br />

Escambray, Guanahacabibes, Habana, Hanabana,<br />

Macori, Marien, Sabana, Sabana y la Guanaja;<br />

Urrulia menciona á las diez siguientes: Baracoa,<br />

Bayamo, Baytiquiri, Camagua, Cueybá, Guaniguanico,<br />

Habana, Jagua, Macaca y Sagua: Yaldes recuerda<br />

á nueve, mencionando las anteriores excepto á Sagua;<br />

Arrale habla de Bayamo, Camagua, Escambray<br />

y Habana; Mareh y labores menciona á otras cuatro,<br />

como son Bayticruirí, Caeybá, Guaniguanico y Jagua;<br />

y Pichardo se acuerda únicamente del Camaguey.<br />

(27) Terminóse este tercer capítulo por Matanzas á<br />

fines de Mayo del corriente año.<br />

13


194 CUBA INDÍGENA.<br />

CAPÍTULO TV.<br />

(1) Mapa ijeotapoijrát'co de la. Isla de <strong>Cuba</strong>, por don<br />

Estelan Fichardo, liaj'o la protección y dirección de la<br />

Capitanía general.—Treinta y seis hojas. Habana, 187...<br />

(2) Noticias hisiói->\.us de Baracoa, por Urrutia,<br />

Acompaña al tomo u de Los tres ¡,rimeros hixiorhulorcs.<br />

(3) Historia, de l'uerto-J'reucij c, por J). Tomás Pió<br />

Betancourt. Acompaña al tomo m de la misma obra.<br />

(4) (Memoria* histórica de la cilla de finita Clara y su.<br />

jurisdicción, por D. Manuel Dionisio González.—Un<br />

tomo, 1858.<br />

(5) Panfilo Narvacz fijó á Cueybá por las treinta<br />

leguas de Bayamo y á veinte del Camaguey, posición<br />

efectiva de Cuaba.<br />

(6) Al referirnos á las fuentes del Cauto, las liemos<br />

fijado en el poblado de Cauto Abajo: más atrás el rio<br />

toma el nombre y apellido de este poblado.<br />

(7) Historia de Trinidad, por Francisco Lavallée.<br />

Acompaña al tomo u de .Le' tres primeros historiadores<br />

de <strong>Cuba</strong>.<br />

(8) Las formaciones geológicas de Guanaliacabibes,<br />

parécenos que son como una base para el lento desarrollo<br />

neptúnico de los archipiélagos, cayos y aun litoral<br />

que circuyen á toda la isla de |<strong>Cuba</strong>.<br />

Nos hemos abstenido, sin embargo, del estudio científico<br />

de la geología, aunque esperamos llenar este vacío,<br />

si acaso otros autores, con mejores conocimientos didác-


CUBA INDÍGENA. 195<br />

ticos, no se adelantan y concluyen este concienzudo y<br />

más que difícil trabajo.<br />

(9) Noticias históricas de la villa de la Asunción de Gua-<br />

•nabacoa, por D. Cayetano Nuñez de Yillavicencio; 1812.<br />

(10) Véase, como el anterior, el tomo i de Los tres<br />

primeros historiadores de <strong>Cuba</strong>.<br />

(11) Maj,a de la Isla de <strong>Cuba</strong>, por D. José María de la<br />

Torre, Catedrático de Geografía y de Historia de la<br />

Real Universidad de la Habana.—Habana, 1873: editor,<br />

Andrés Pego.<br />

(12) tic terminó este capítulo en Nueva-York, y á<br />

mediados de Julio.


196 CUBA INDÍGENA.<br />

CAPITULO V.<br />

(1) Con objeto de reducir este trabajo, hemos adoptado<br />

para este Vocabulario las siguientes abreviaturas:<br />

Adj.—Adjetivo.<br />

Cap.—Capítulo.<br />

/).—Derivada.<br />

j.V. snst. C.—Nombre sustantivo común.<br />

X. sust. P.—Nombre sustantivo propio.<br />

Jí.—Radical ó raíz.<br />

T.—Terminación.<br />

V.—Véase.<br />

(2) Ll catibo, como pez, lo desconocemos: sólo liemos<br />

visto con este nombre en <strong>Cuba</strong> una culebrilla de agua.<br />

(3) V. Lo que fuimos y lo que somos, de Pezuela.<br />

(4) Hacemos notar que los indígenas señalaban á Coabainacan<br />

como el país del oro, y que de Coabainacan<br />

íil rio de Guahimaya no hay diferencia alguna, si hemos<br />

de considerar al territorio nombrado no como provincia,<br />

sino como centro de <strong>Cuba</strong>.<br />

(í>) No nos atrevemos á presentar como triptongo al<br />

oua de este vocablo, por la dudado su emisión.<br />

(6) Concluyóse el capítulo v, y la obra, en la ciudad<br />

de París, en el segundo tercio del mes de Agosto.<br />

Suplicamos á todos los críticos y aficionados se sirvan<br />

poner en conocimiento del autor todas las correcciones y<br />

observaciones que puedan ocurrírseles, no sólo con respecto<br />

¡i <strong>Cuba</strong> indígena, sino también á todo el pueblo<br />

lucayo ó aborigen de las Antillas.<br />

La dirección al Autor: Intendencia Militar de <strong>Cuba</strong>.—<br />

Habana.


ERRATAS MÁS NOTABLES<br />

DONDE DICE<br />

13 V 14<br />

14 y 15<br />

25<br />

20<br />

7<br />

(i<br />

1 y 8<br />

penúltima<br />

14<br />

13<br />

última<br />

14<br />

antepenúltima<br />

12<br />

12<br />

ili tini a<br />

lo<br />

Cí en las silabas ca, etc.<br />

jibara<br />

sebaruco<br />

gaya<br />

criábales<br />

casíimate<br />

corales<br />

humo<br />

. moderna.<br />

Mahiabo<br />

Saliendo<br />

Cayaguayo<br />

Cuacanabayo<br />

por<br />

V. mabinga<br />

tres<br />

palabras fneron<br />

Guísase<br />

Tibí.<br />

G en las silabas ca,<br />

Jibara<br />

seboruco<br />

aya<br />

cuabal-í?s<br />

casamata<br />

corrales<br />

humo ó el polvo<br />

moderna. (22)<br />

Maniabo —<br />

Partiendo<br />

Cuyaguayo<br />

Guacamabayo<br />

con<br />

Querif/iiri<br />

V. Mcihinja<br />

dos<br />

palabras y la de biaya fueron<br />

Guisaso<br />

Tibí.


ÍNDICE<br />

Páginas.<br />

Prólogo del autor<br />

vn<br />

CAPÍTULO L—Ideas sobre la fdoloijia indígena.—<br />

Alfabeto indígena: vocales y consonantes.—<br />

Sílabas: diptongos y triptongos.—-Palabras:<br />

graves, agudas y esdrújulas. — Composición:<br />

terminaciones y radicales.—Analogía: adjetivos,<br />

géneros y números.—Discusión sobre el<br />

verbo. — Tabla analítica. — Ortografía. — Resumen<br />

CAPÍTULO II.—Geografía física ó Historia natared.—Ideas<br />

geográficas de los indígenas.—Las<br />

costas.— Oreografía.—Hidrografía.—-Animales.—Vegetales.—Minerales.—Resumen..<br />

.. ol<br />

CAPÍTULO III.—Etnología ¡j geografía política.—<br />

Caracteres fisiológicos.—Sociabilidad.—Bases<br />

materiales: trajes ó atavíos, habitaciones, utensilios,<br />

alimentación, arte culinario, número de<br />

los habitantes 55<br />

Sociabilidad. — Costumbres: la vida indígena,<br />

ocupaciones, cultivo, distracciones, el baile, el<br />

juego de la pelota y el tabaco<br />

M<br />

Sociabilidad.—Bases morales: leyes, tradiciones,<br />

principios morales, religión, comercio y familia<br />

72


21)0 ÍNDICE.<br />

Páginas.<br />

Historia y política indígenas: los cubanos no<br />

eran naturales de la Isla, de donde procedían;<br />

arqueología, principios políticos, sus tribus y<br />

clases sociales.—Resumen<br />

CAPÍTULO IV.—Las tribus indígenas.—Baní.—<br />

Baracoa.— Barajagua.—Bayamo.— Baytiquirí.<br />

— Boruca. —• Camagua. — Coabainaean.—<br />

Cueybá. — Cuyaguayo. — Guaeamabayo. —<br />

Guabiniaya. — Guaimaros. — Guamubaya. —<br />

Guanahaeabibes.—Guaniguanico.—Habana—<br />

líanabana. — Sagua. — Macaca. — Macorí.—<br />

Magon.— Maguanos.— Maisí. — Maiye.—Maniabo.—Marien.—<br />

O rnafay. —Sabana.—Sabaneque.<br />

— Sagú a.—Guanaja.—Resumen<br />

CAPÍTULO V.— Vocabulario etimológico de los m-<br />

/liejenas cubanos. —A-B-C-Ch-D-E-G-H-l-J-<br />

L-M-X-O-r-Q-S-T-ü-V-Y<br />

"Notas<br />

Erratas más notables<br />

80<br />

121<br />

m<br />

ios


Se vende,en las principales librerías, al precio<br />

de 12 reales en la Península y 15 en las Antillas<br />

españolas. .

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