Entrevista con Cuatro Dioses: Atabey

sinónimo de lo desconocido por el ser humano, ella le
mostró que el conocimiento se adquiere a través de la
enseñanza. D e esta manera no sólo le entregaba conjuros
para comunicarse con el más allá, sino que le
aportaba conocimientos relacionados con la tierra y con
el desarrollo de la vida cotidiana. En su sabiduría,
A tabey les transmitió a los hombres la existencia de
los cuatro gemelos, hijos de Itiba Cahubaba, quien
murió del parto, o sea que se transfiguró después de
traer al mundo a esos cuatro gemelos, que simbolizaban
los puntos cardinales, las estaciones y el origen de
la procreación por vía sexual. El número cuatro tiene
un significado esotérico en las culturas aborígenes de
las Américas y las Antillas. La imagen en barro cocido
que Itiba Cahubaba lleva sobre la cabeza, muestra una
combinación de dos trapecios que parecen encerrar un
código espacial. El solsticio de verano, el del invierno,
así como el otoño y la primavera, están reflejados en
la confluencia de los dos trapecios. Los cuatro hermanos
gemelos, nacidos de la portadora de esas cuatro
estaciones, son los que dan origen al género humano.
Cada uno de estos hermanos puede ser, además, el
símbolo de cada una de las regiones en que los primitivos
habitantes de América dividían el mundo sideral.
A su vez, el espacio telúrico estaba
organizado en cuatro regiones. N o solamente
los antillanos, sino también los
incas, los aztecas y los yucatecos usaban
esta división.