Entrevista con Cuatro Dioses: Atabey

-S i retomamos a la comparación con
Isis, veremos que esta virgen negra,
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¿v u ciu u u u u ü iiiv u ^ u ¿uutuiiüi y p o­
tro na de los hermetistas", es la raíz de
la vida, el seno materno en donde 'todo
se engendra". En diversas religiones
aparecen esas misteriosas vírgenes negras, que son las
poseedoras de la llave que abre o cierra las puertas de
un mundo paralelo al conocido. La fabulosa Isis, a
quien los egipcios identificaban también con Sirio,
estaba presente en el temido "Rito Negro". En "La
Virgen del M undo", de los neoplatónicos, el diálogo
entre los "iniciados" y el "iniciador" giraba en el
ámbito de los conocimientos astronómicos. Ese mundo
paralelo que surge en diferentes culturas, parece
guardar una estrecha relación con Sirio. El Coaybay de
Atabey muestra otra vida, paralela pero similar, como
un espejo, a la que corresponde a los seres vivientes del
mundo taino. Esa otredad que conduce al reino sublunar,
no es asequible sino en ciertas y determinadas
etapas, cuyos ciclos fueron ubicados por los mayas y
los aztecas en su fabuloso calendario, capaz de conducirlos
a otros mundos. También Atabey es comparable
con dos orishas de las religiones africanas, cuyos
ritos están presentes en la cultura afrocubana. Estas
deidades son Ochún y Yemayá. Ochún, orlada de
belleza, huyó hacia el río, perseguida por Oggún, quien
la deseaba ardientemente.
La madre de los orishas, Yemayá, la recogió en la
desembocadura y le ofreció su protección, haciéndola
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