Revista Institucional de Comfamiliar Risaralda

SALUD
de la asignación de la cita, se le indica la hora de la
llamada, quién lo va a llamar y los medios electrónicos
para realizar el pago de la cuota moderadora.
El médico hace la llamada el día y la hora que se le
indicó al paciente. Durante la llamada y de acuerdo
a la interacción que se haya tenido con el paciente
el médico define si necesita hacerle una consulta,
por video llamada. De ser así, él mismo envía el
enlace al paciente. Cuando finaliza la consulta, al
paciente le llega un correo con los ordenamientos
o indicaciones del
médico y la fórmula
llega al sistema
de la farmacia
que atiende a las
personas. “No
hay ningún tipo
de contacto. El
paciente desde su
casa puede autogestionar
todo, el
pago, la consulta
y la recepción de
órdenes”, explica
Efrem García.
La efectivi-
A los 15 días del inicio
de la cuarentena
Comfamiliar Risaralda
ya estaba ofreciendo
una atención virtual. Y
actualmente, 8 meses
después, la entidad
atiende entre 400 y 410
consultas por día en
esta modalidad.
dad en este tipo
de consulta se basa en la empatía que se logre en la
comunicación entre el médico y el paciente. Y en la
habilidad que desarrolle el médico para que a través
de las preguntas que haga pueda tener un diagnóstico
y definir una conducta. “En eso hemos trabajado, en
potenciar esa capacidad de los médicos en la entrevista.
Sin embargo, hemos validado todos los riesgos.
Los médicos tienen la posibilidad de solicitar una cita
presencial, de ver al paciente, si lo consideran necesario,
si la información obtenida en la teleconsulta no
fue suficiente. En el proceso también es fundamental
la disposición del paciente ante el modelo”, enfatiza.
Menos del 10 por ciento de las citas en teleconsulta
se convierten en citas presenciales. Lo que asegura
que el modelo ha sido exitoso y de gran ayuda
en estos momentos de crisis. “Comfamiliar va a trabajar
por el sostenimiento de la telemedicina, probablemente
haya que hacer algunos ajustes e inversiones
en tecnología, pero no importa, lo que sea necesario
para mantener el modelo, fortalecerlo y evolucionarlo
más. No creo que ninguna entidad prestadora de
salud vea más desventajas que ventajas como para
abandonarlo. La idea siempre ha sido lograr más cobertura
de pacientes, más cobertura geográfica, e
incluso mucha más cobertura en servicios. Vamos a
ver hasta dónde podemos llegar con él”, concluye.
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