Revista Institucional de Comfamiliar Risaralda

EDUCACIÓN Y TECNOLOGÍA
respirar fuera de casa y cambiar de ambiente son indispensables
también para el óptimo desarrollo de las actividades
académicas. Juan Manuel Londoño, por ejemplo, se levantaba
a las 7 de la mañana para conectarse a trabajar a las 8
en punto. Contaba con media hora de almuerzo y terminaba
a las 6 de la tarde para iniciar clases 15 minutos después,
derecho hasta las 10 de la noche, de lunes a viernes. Solo
contaba con el trasnocho o los fines de semana para cumplir
con las obligaciones. “En ocasiones me conecto tarde,
pero los profesores nos han entendido, saben que muchos
debemos trabajar”. Carolina García coincide: “es muy monótono
y complicado”. Y aunque son los mismos horarios
que se han manejado siempre, la diferencia radica en estar
todo el tiempo en la casa, en una misma posición y de cara
a un computador. “Era muy difícil porque estaba todo el
tiempo en la pantalla, no dividía los espacios de la casa,
el trabajo y la universidad”, aclara María de los Ángeles
Millán.
Es por eso que todos han aplaudido y recibido muy
bien la estrategia implementada por Comfamiliar Risaralda
para este segundo semestre de 2020. A medida que transcurrían
las diferentes etapas de la pandemia y el Gobierno
Nacional aumentaba actividades exceptuadas del Aislamiento
Preventivo Obligatorio más personas regresaron a
sus trabajos, aunque seguían viendo clases desde casa. Es
por eso que la Universidad adoptó el esquema de materias
por módulos, un poco también para mitigar el estrés y el
cansancio generado el semestre anterior. “Todo el trabajo
que antes se hacía en un semestre ahora hay que hacerlo
en tres semanas. Es bueno, porque vemos solo una materia
al tiempo, no hay estrés con tantas cosas”, explica Juan
Manuel Londoño. Una gran ayuda, pues aunque muchos
regresaron a sus lugares de trabajo aún continúan las tensiones
con un transporte que se ha hecho más difícil y
les toma más tiempo de lo normal en desplazamiento. “Hay
compañeros que les ha tocado conectarse desde el bus.
Yo aún trabajo desde casa y el método me ha parecido una
maravilla”, agrega. De forma parecida lo expresa María Carolina
García: “en este semestre estoy feliz, es lo mejor que
pudieron haber implementado. Una se encarga, se concentra
y se preocupa por una sola materia”. Y en esa misma
línea apunta María de los Ángeles Millán: “Ahora que volví
a la oficina ya salgo, estoy con mis compañeros de trabajo,
libero el estrés. Hay un espacio diferente, no estoy todo el
tiempo en mi casa. Y sumado al estudio por bloques, poco
a poco siento que estamos recuperando la normalidad, que
pronto vamos a salir de esto. El modelo ha traído sus ventajas”.
Son muchas las experiencias y aprendizajes durante la
pandemia desde el sector educativo. Y muy seguramente
la mayoría se implementarán a futuro, cuando regresemos
a las aulas. Será un regreso, más fortalecido y en sintonía
Poco a poco siento que estamos
recuperando la normalidad, que
pronto vamos a salir de esto. El
modelo de materias por bloques
implementado por Comfamiliar
Risaralda ha traído sus ventajas’’.
con el mundo actual. “Seguir utilizando estas herramientas
será la prioridad. Había desconocimiento en la presencialidad
de su potencial, pero ahora que las conocemos y las
manejamos las vamos a aprovechar aún más. Por ejemplo,
los estudiantes hicieron videos en contextos familiares,
audios de sus aprendizajes en casa, y eso lo seguiremos
usando. Ellos me han enseñado mucho, me hablan y muestran
herramientas que terminan por mejorar el proceso
para ambas partes. La pizarra de Google que estamos usando
es maravillosa, me ha permitido evaluarlos mejor. Todo
esto que hemos vivido nos ha dejado mucha disciplina y
disposición. Nos permitirá avanzar mejor”, concluye Jessica
Alejandra Trejos.
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