RESPONSABILIDAD SOCIAL SERVICIOS AMBIENTALES COMUNITARIOS AL CUIDADO DE LOS BOSQUES RISARALDENSES Des<strong>de</strong> el año 2016 La CARDER li<strong>de</strong>ra en <strong>Risaralda</strong> el proyecto BanCO2, pago por servicios ambientales a comunida<strong>de</strong>s campesinas que viven en zonas que requieren protección y cuidado. El objetivo principal es la preservación <strong>de</strong> los bosques al tiempo que se mejora las condiciones <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> los que habitan allí. 16
RESPONSABILIDAD SOCIAL Los bosques son el principal hogar <strong>de</strong> la gran biodiversidad <strong>de</strong> Colombia. Somos un país privilegiado en ese sentido, más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong>l territorio está compuesto por estas enormes extensiones <strong>de</strong> vida. Son el lugar don<strong>de</strong> nace el agua que tomamos, el aire que respiramos y el aliento que nos empuja día a día. De ahí la importancia <strong>de</strong> los proyectos encaminados a la protección <strong>de</strong> tales ecosistemas. Y más aún si se realizan en alianza con las comunida<strong>de</strong>s que habitan entre sus árboles y nieblas. Ante tal panorama alentador, sin embargo, la población rural ha disminuido en los últimos años, según cifras <strong>de</strong>l censo 2018, con poco más <strong>de</strong> 11 millones <strong>de</strong> personas que viven en esos territorios. Disminución que a<strong>de</strong>más se acentuará con el tiempo, según los expertos. Y casi la mitad vive en la pobreza. De las reflexiones que evocan estos contrastes surgen proyectos como BanCO2, cuyo principal aliado en esta región es La CARDER - Corporación Autónoma Regional <strong>de</strong> <strong>Risaralda</strong>. “Es un programa que busca compensar a campesinos <strong>de</strong> áreas protegidas por sus enormes compromisos y sacrificios con el medio ambiente. A través <strong>de</strong> alianzas con diferentes empresas <strong>de</strong>l sector privado, la Corporación hace <strong>de</strong> receptora <strong>de</strong> recursos y los entrega según áreas <strong>de</strong>dicadas a protección, <strong>de</strong> 1 a 3 hectáreas. Se les paga entre 400 y 600 mil pesos mensuales durante varios años para que mantengan los bosques vigorosos, bien cuidados y a<strong>de</strong>cuados”, afirma Julio César Gómez Salazar, director <strong>de</strong> la Corporación Autónoma. Son aproximadamente 400 familias <strong>de</strong> los municipios <strong>de</strong> Apía, Santuario, Quinchía y Guática que hacen parte hasta el momento <strong>de</strong> este programa. “A través <strong>de</strong> estos acuerdos <strong>de</strong> conservación hemos mantenido un programa que es <strong>de</strong> vital importancia para nosotros: El bosque mo<strong>de</strong>lo para el mundo. Nos han reconocido por mantener el campo <strong>de</strong>bidamente asegurado y evitar la <strong>de</strong>forestación. Los campesinos sienten a La CARDER cercana. En muchas <strong>de</strong> nuestras acciones <strong>de</strong> soberanía ambiental ellos son los receptores directos y <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> los ecosistemas naturales”, agrega Gómez Salazar. Por medio <strong>de</strong> inventarios, diagnósticos <strong>de</strong> alternativas y formulaciones <strong>de</strong> estrategias <strong>de</strong> conservación que la Corporación constantemente realiza se <strong>de</strong>terminan y seleccionan a los merecedores y subsidiarios <strong>de</strong>l programa. Empresas como Frisby, Suzuki, Busscar, La CHE, EPM, Grupo Éxito, Falabella, Audifarma, entre otras, han ayudado al sostenimiento y fortalecimiento <strong>de</strong> esta iniciativa en <strong>Risaralda</strong>. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la ayuda económica, las familias campesinas también reciben acompañamiento y asesoría en seguridad alimentaria, emprendimientos agroforestales y agrícolas, oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> educación, mejoras en vivienda y enlaces <strong>de</strong> comercialización <strong>de</strong> sus productos para que puedan aumentar sus ingresos más allá <strong>de</strong> lo que reciben a través <strong>de</strong> BanCO2. “El que llega al programa nunca quiere irse y al que le toca partir, porque ya lleva varios años, se va con mucha tristeza. Lo que buscamos es que tengan exce<strong>de</strong>ntes financieros para que realicen sus propios proyectos económicos. Para nosotros es muy importante tener una rotación <strong>de</strong> personal, ayudar al mayor número <strong>de</strong> campesinos que sea posible”, anota Gómez Salazar. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la conservación <strong>de</strong> ecosistemas estratégicos <strong>de</strong>l país y el mejoramiento <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s que los habitan, hay otro objetivo <strong>de</strong> fundamental importancia consignado en el sitio web <strong>de</strong> BanCO2 y que esperan lograr en las diferentes regiones <strong>de</strong> Colombia a don<strong>de</strong> el programa ha podido llegar gracias a los diferentes aliados: “contribuir a la creación <strong>de</strong> paz, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l marco <strong>de</strong>l posconflicto colombiano, por medio <strong>de</strong> diferentes mecanismos, transformando vidas y conservando territorios”. La satisfacción en estos años ha sido también un aprendizaje mutuo y un claro ejemplo <strong>de</strong> confianza entre el sector público, el privado y las comunida<strong>de</strong>s. “El proyecto ha hecho parte <strong>de</strong> toda una estrategia <strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r en el campo, necesitábamos tener al campesino <strong>de</strong> aliado. Ellos en ocasiones ven el concepto <strong>de</strong> la autoridad ambiental <strong>de</strong> manera muy represiva, sobre todo porque muchos son poseedores <strong>de</strong> varias hectáreas. Nosotros nunca hemos querido afectarlos, más bien lo que buscamos es tenerlos cerca. Y este mecanismo <strong>de</strong> mutua cooperación fue el aliciente para llegar a ellos y tener la oportunidad <strong>de</strong> ayudarles y tener una alianza para proteger el bosque. Y lo logramos”, concluye Julio César Gómez. Son aproximadamente 400 familias campesinas <strong>de</strong> los municipios <strong>de</strong> Apía, Santuario, Quinchía y Guática que hacen parte hasta el momento <strong>de</strong>l programa BanCO2. Cuidan <strong>de</strong>l bosque al tiempo que mejoran sus condiciones <strong>de</strong> vida. 17