Revista Institucional de Comfamiliar Risaralda

DESARROLLO EMPRESARIAL
ASPLABEL
MANOS
CAMPESINAS
DETRÁS DE
NATUCHIPS
El famoso “snack “de alto consumo en
Colombia tiene su origen en las tupidas
montañas de Belén de Umbría. Cerca de
50 mujeres, madres cabeza de familia o
víctimas del desplazamiento y la violencia,
pelan a diario cerca de 10 toneladas de
plátano para ASPLABEL. La asociación
ejemplo del municipio risaraldense.
Décadas atrás prácticamente todo era café
en Belén de Umbría, muy pocos sembraban otros
productos. Pero con la crisis del año 2000 a los
campesinos no les quedó más que diversificar
el cultivo y buscar nuevas maneras de subsistir.
Desde entonces el plátano tomó mayor protagonismo
gracias al modelo de la asociatividad. Un
grupo de campesinos se reunieron el 5 de noviembre
de ese año y decidieron unirse en torno
a su cultivo y venta. “Juntos querían aumentar
ingresos, hacer frente a la crisis. Nuestro municipio
es conocido como la capital de la asociatividad
en Colombia. Fueron más o menos unos
120, entre dueños de fincas o con lotes arrendados,
que vieron en ese momento la posibilidad
de un futuro más esperanzador para ellos y sus
familias”, afirma Juliana Murillo, gerente general
desde el año 2016 de ASPLABEL (Asociación
Nacional Agropecuaria de Productores de Plátano
de Belén de Umbría).
Comenzaron a ofrecer el plátano a grandes
superficies y plazas de mercado de Bogotá, Medellín
y Cali. Viajaban, negociaban y volvían al
pueblo, pero la relación con los intermediarios y
la falta de garantías de un precio fijo en venta directa
los mantenía inconformes y en la búsqueda
de fortalecerse aún más como productores unidos.
Finalmente, en el año 2008 presentan un
proyecto ante la Alcaldía del pueblo para instalar
una planta de peladura de plátano y así poderlo
vender a mejor precio. “Buscaban también venta
segura, competir, mejorar el producto y encontrarle
nuevos rumbos más allá de las plazas y
grandes superficies”, asegura Juliana. Dos años
después llega Pepsico, la multinacional estadou-
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