REVISTA CICPC
EDICION Nº 46
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Búsqueda en las riberas del rio guaire
y su desembucadura en Satna Lucia,
estado Miranda
le enviaban dinero, pero estaba atrapado
en el mundo de las drogas y en
eso lo gastaba. Las sospechas recaían
sobre su novia Yamile y su amigo Alí,
quien había vivido en el apartamento
por algún tiempo; sin descartar a la
esposa, quien sin excusas aparentes,
había dejado pasar dos semanas para
dar parte a la autoridad de la situación
irregular y aún estaba legalmente casada.
Sería la única heredera de los
bienes de André, con su desaparición
y/o muerte. Sofía mencionó un robo el
día 12 de abril, un día después de la
desaparición de su esposo, donde estaba
involucrada Yamile como víctima
del hecho. Era imperante dar con el
paradero de Yamile y Alí.
Tras varias diligencias investigativas,
los funcionarios ubicaron y trasladaron
a Yamile al despacho. Es una mujer
de origen ecuatoriano, de oficio costurera,
a sus 40 años de edad tenía
un piercing en forma de argolla en la
nariz, mal vestida, desarreglada, con
fuertes olores corporales; se valoraron
sus respuestas a preguntas. Se determinó
que tenía muchos problemas con
André, discutían por celos, él la había
visto besándose con otro hombre y
era un detonante de la violencia física
entre ellos; compartían el vicio de las
drogas: cocaína y marihuana, incluso
señaló que había sido detenido por
funcionarios del CPNB, por un tiempo
fue extorsionado por los policías para
no llevarlo detenido por el consumo y
posesión de droga. Yamile aportó un
dato importante, André ese día que se
iba a encontrar con Alí, se llevó su teléfono
celular, lo había llamado muchas
veces, pero estaba apagado. Algo que
llamó la atención de los investigadores
fue que durante el robo de su residencia,
se hicieron y recibieron llamadas
en constante comunicación con los
delincuentes desde el teléfono fijo del
inmueble de André; Yamile pudo escuchar
el sonido característico del repique
de dicho equipo, además de conversaciones.
Luego de varias horas de
interrogatorio, fue descartada por los
investigadores. Se dedujo que estaba
asustada porque ese día habían discutido
y por el hecho que ambos eran
adictos, ella por alguna razón sabía
que posiblemente André se iba a ver
con Alí, quien también consumía drogas
y andaba en cosas extrañas.
La comisario Nery Ortega, jefe de
la División de Investigaciones de Víctimas
Especiales, ordenó al jefe del
Área de Investigaciones realizar el plan
de trabajo del caso, pidió a los pesquisas
que se realizaran los análisis telefónicos
del móvil celular de la víctima y
del equipo de telefonía fija instalado en
su apartamento. La hipótesis del robo
estaba presente e íntimamente relacionada
con la desaparición de la víctima,
pero por el perfil y adicciones de André,
así como las circunstancias de tiempo,
modo y lugar, estaba en la palestra la
Busqueda en desembocadura del río
guaire y Santa Lucia, estado Miranda
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