PRUEBA

Rosa de la muerte
Había una vez dos amigas. Una se llamaba Julia, que
creía todas las historias sobre el demonio Rosa de la
muerte, que devoraba personas. Creía en ella. Por
otra parte, su amiga Ana no creía esas cosas.
Justo esa noche, a Ana le extrañó ver unas manchas de
sangre saliendo de su puerta. Ana, con toda su
atención en las manchas de sangre, agarró la linterna y
siguió el rastro. Eso la llevó a una caverna oscura.
Con sus piernas temblando, siguió adelante. Cuando
estaba explorando, escuchó a alguien. Cuando dio la
vuelta, vio al demonio. Asustada, corrió, pero el
demonio devoró sus entrañas.
Al día siguiente, Julia puso carteles con la foto de Ana
para encontrarla. Y como no funcionó, fue al plan B,
buscarla en el bosque y ahí fue donde vio una caverna,
así que con intriga, entró. Y cuando entró, estaba
llena de sangre. Entonces empezó a caminar, y
después de dos horas de caminata, se encontró al
demonio. Julia, asustada, trató de perder al demonio
pero no funcionaba, así que Julia se rindió y el demonio
la tragó.
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