PRUEBA

Olivia y su pony Dulce
Había una vez una nena llamada Olivia. Un día quiso ir
a visitar a su abuela y mientras estaba caminando por
el sendero que la llevaba a la casa de su abuela, se
asustó mucho porque escuchó un ruido raro que le
daba miedo.
Empezó a correr pero se dio cuenta que ese ruido la
seguía. Entonces, fue valiente y se dio vuelta y ahí lo
vio al hermoso pony de color blanco que era el que la
estaba siguiendo y hacía ese ruido porque él también
estaba asustado y estaba solo.
Olivia se animó a acercarse para calmarlo y se
sorprendió porque a él le gustó que le hiciera caricias.
Como estaba llegando tarde a lo de su abuela, le dio
un beso y se fue. Pero ella seguía escuchando el mismo
ruido, y se dio cuenta que el pony la estaba siguiendo
porque no se quería quedar solo.
Decidió llevárselo a la casa de su abuela para
preguntarle si se lo podía quedar para siempre. Como
a la abuela le parecía que el pony era muy bueno, le fue
a preguntar a la mamá de Olivia si se lo podía quedar.
Juntas decidieron que sí. Olivia, muy contenta, quiso
llamarlo Dulce al pony.
Desde ese día, Olivia y Dulce fueron los mejores amigos
para siempre.
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