El trabajo del director en los actuales contextos - Repositorio ...
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34 <strong>El</strong> <strong>trabajo</strong> <strong>del</strong> <strong>director</strong> <strong>en</strong> <strong>los</strong> <strong>actuales</strong> <strong>contextos</strong><br />
lugar, no es ético convertir <strong>los</strong> espacios escolares <strong>en</strong> lugares de moralización de las<br />
conductas de <strong>los</strong> otros.<br />
La escuela muchas veces se ha comportado como fiscal de las decisiones de <strong>los</strong> miembros<br />
de su comunidad, es especial de <strong>los</strong> más pobres. Por último, hay que abrir las puertas<br />
de las instituciones, <strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido literal y también metafórico: no basta con que se pueda<br />
<strong>en</strong>trar. <strong>El</strong> Módulo “<strong>El</strong> <strong>trabajo</strong> <strong>del</strong> <strong>director</strong> <strong>en</strong> las relaciones con la comunidad” da cu<strong>en</strong>ta<br />
de discusiones y experi<strong>en</strong>cias sobre este tópico y de distintos modos de vinculación con la<br />
comunidad, las familias y las organizaciones de la sociedad.<br />
Escuelas e inclusión<br />
Antes de com<strong>en</strong>zar a desarrollar esta parte <strong>del</strong> texto, vamos a ayudarnos a p<strong>en</strong>sar<br />
ley<strong>en</strong>do un cu<strong>en</strong>to y analizando nuestros discursos (que construy<strong>en</strong> prácticas). Esta tarea,<br />
como casi todas, es bu<strong>en</strong>o hacerla <strong>en</strong> grupo, porque eso agranda la mirada y hace mucho<br />
más rica la reflexión.<br />
Es que somos muy pobres<br />
Juan Rulfo<br />
Aquí todo va de mal <strong>en</strong> peor. La semana pasada se murió mi tía Jacinta, y el sábado,<br />
cuando ya la habíamos <strong>en</strong>terrado y com<strong>en</strong>zaba a bajárs<strong>en</strong>os la tristeza, com<strong>en</strong>zó a llover<br />
como nunca. A mi papá eso le dio coraje, porque toda la cosecha de cebada estaba asoleándose<br />
<strong>en</strong> el solar. Y el aguacero llegó de rep<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> grandes olas de agua, sin darnos<br />
tiempo ni siquiera a esconder aunque fuera un manojo; lo único que pudimos hacer, todos<br />
<strong>los</strong> de mi casa, fue estarnos arrimados debajo <strong>del</strong> tejaván, vi<strong>en</strong>do cómo el agua fría que<br />
caía <strong>del</strong> cielo quemaba aquella cebada amarilla tan recién cortada.<br />
Y ap<strong>en</strong>as ayer, cuando mi hermana Tacha acababa de cumplir doce años, supimos<br />
que la vaca que mi papá le regaló para el día de su santo se la había llevado el río.<br />
<strong>El</strong> río com<strong>en</strong>zó a crecer hace tres noches, a eso de la madrugada. Yo estaba muy dormido<br />
y, sin embargo, el estru<strong>en</strong>do que traía el río al arrastrarse me hizo despertar <strong>en</strong> seguida y<br />
pegar el brinco de la cama con mi cobija <strong>en</strong> la mano, como si hubiera creído que se estaba<br />
derrumbando el techo de mi casa. Pero después me volví a dormir, porque reconocí el sonido<br />
<strong>del</strong> río y porque ese sonido se fue haci<strong>en</strong>do igual hasta traerme otra vez el sueño.