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El trabajo del director en los actuales contextos - Repositorio ...

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16 <strong>El</strong> <strong>trabajo</strong> <strong>del</strong> <strong>director</strong> <strong>en</strong> <strong>los</strong> <strong>actuales</strong> <strong>contextos</strong><br />

el mundo aunque no vayan acompañadas de las condiciones necesarias para que su<br />

consumo sea efectivo.<br />

En las grandes ciudades, lo dicho plantea culturalm<strong>en</strong>te una gran <strong>en</strong>crucijada: si la<br />

id<strong>en</strong>tidad se crea a partir de consumir y no se puede, <strong>los</strong> actos comi<strong>en</strong>zan a estar regulados<br />

por lo que se “aguanta”. Estos modos de construir a <strong>los</strong> sujetos desde la car<strong>en</strong>cia y<br />

la impot<strong>en</strong>cia, no sólo estigmatizaron a <strong>los</strong> desafiliados, 1 a <strong>los</strong> caídos <strong>del</strong> contrato social,<br />

sino que también disciplinaron e hicieron cambiar la mirada de <strong>los</strong> que aún pued<strong>en</strong><br />

comprar. “Estos chicos no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> códigos”, dic<strong>en</strong> <strong>los</strong> vecinos de las villas. Antes, no se<br />

robaba <strong>en</strong> el propio barrio.<br />

Después de la crisis <strong>del</strong> 2001, hay actos que <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran como único límite el “aguante”.<br />

La lógica <strong>del</strong> “aguante” repercute fuertem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la escuela, cuando hablamos de<br />

normas, de lo permitido y lo prohibido. <strong>El</strong> pobre que no ti<strong>en</strong>e aquello para lo que es<br />

interpelado no exti<strong>en</strong>de la mano para recibirlo de la caridad, lo reclama a viva voz y, a<br />

veces, ese reclamo recae <strong>en</strong> la escuela.<br />

¿Cómo se construye <strong>en</strong> la actualidad la mirada social hacia <strong>los</strong> pobres, trabajadores<br />

que no ti<strong>en</strong>e lugar <strong>en</strong> la estructura productiva? Desde las lógicas que int<strong>en</strong>tan conservar<br />

órd<strong>en</strong>es injustos, se construye a partir de una mezcla de elem<strong>en</strong>tos que señalan su peligrosidad<br />

social, s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cias anacrónicas de ord<strong>en</strong> moral y miedo. En numerosas ocasiones,<br />

el relato de lo que sucede <strong>en</strong> un sitio no registra lo que allí se vive, sino lo que aparece<br />

<strong>en</strong> las pantallas mediáticas referido a esos lugares. La repetición de la imag<strong>en</strong> produce<br />

la s<strong>en</strong>sación de sumatoria de horrores: si hay un crim<strong>en</strong> a las ocho de la mañana y se<br />

informa <strong>en</strong> cada cambio de hora, a las ocho de la noche habrá doce crím<strong>en</strong>es por efecto<br />

de las cámaras. Se pregonan estallidos de viol<strong>en</strong>cia y t<strong>en</strong>emos miedo.<br />

Entonces <strong>los</strong> pobres dejan de ser territorio de la compasión o de una explicación<br />

c<strong>en</strong>trada <strong>en</strong> las condiciones sociales estructurales; la pregunta por <strong>los</strong> pobres se torna<br />

singular y la explicación de su condición carga sobre sus hombros. “No se esfuerzan lo<br />

sufici<strong>en</strong>te”, “ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una cultura de la pobreza”, “no sab<strong>en</strong> qué hacer con la asignación”,<br />

“se beb<strong>en</strong> las políticas sociales”, “si viv<strong>en</strong> así terminarán si<strong>en</strong>do…”. Muchas de estas frases<br />

que han inundado la historia demuestran una imposibilidad cultural de susp<strong>en</strong>der el<br />

1 <strong>El</strong> sociólogo Robert Castel (1997) utiliza el término para definir la situación de <strong>los</strong> sujetos que no ti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />

empleo estable, ni lo t<strong>en</strong>drán debido a la creci<strong>en</strong>te flexibilización <strong>del</strong> mercado laboral y a la falta de calificación<br />

de <strong>los</strong> sujetos para puestos laborales que requier<strong>en</strong> de ciertos conocimi<strong>en</strong>tos. Como consecu<strong>en</strong>cia de<br />

la precariedad laboral, quedan fuera de otros repartos: obra social, aportes jubilatorios, vacaciones pagas,<br />

cobertura <strong>en</strong> caso de <strong>en</strong>fermedad o accid<strong>en</strong>te, etc. Podría decirse que están “sueltos” <strong>del</strong> lazo social.

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