6) Manual de Psiquiatria (Betta, Juan) recortado
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distintos a los señalados por el imperativo de la obsesión. Estos actos de descarga han sido
denominados "ceremoniales", (empleo de determinados signos y palabras; gestos cabalísticos y
actos de superstición, tocar madera, etc.).
Alteraciones de la segunda etapa: de ejecución
1) Apraxias: La apraxia consiste en la imposibilidad de ejecutar un acto que se ordena con
perfecta adecuación a su objetivo, sin que exista parálisis, ni ataxia, ni agnosia. El enfermo realiza
movimientos que son correctos, de perfecta coordinación motriz pero que, aunque forman parte
del acto ordenado, no corresponden exactamente a sus distintas fases. Ante todo es necesario
cerciorarse si no padece de "agnosia", es decir, falta de reconocimiento de los objetos que deben
intervenir en el acto a realizar. Al dar la orden de encender un cigarrillo, por ejemplo, lo veremos
llevarse el fósforo a la boca, o para encender el fósforo frotar la caja contra la pared.
Dos son las formas de apraxia: A) Apraxia ideatoria de Pick: Es un trastorno de la esfera
intelectual que se manifiesta por la incapacidad de emplear de una manera ordenada los
movimientos que se adaptan a la ejecución de un acto. Falta en el momento necesario, la
representación mental de ese acto en forma global y en sus etapas sucesivas. Como consecuencia
se saltean etapas, se suprimen movimientos o sólo se ejecutan en forma fragmentaria, de lo que
resultan actos absurdos. El trastorno es tanto más marcado cuanto más complejo es el acto que se
debe ejecutar; los actos simples a menudo se realizan sin fallas.
Prueba de que se trata de un trastorno intelectual ideatorio es que los actos reflejos se ejecutan
normalmente sin denotar errores. La apraxia ideatoria se observa en los enfermos que sufren
trastornos graves de la atención, como en los casos de debilitación psíquica con gran fatigabilidad
(demencias). También se manifiesta en el surmenage de personas psíquicamente normales, lo
mismo que en los momentos de distracciones muy grandes; en estos casos normales la apraxia no
es persistente, tan sólo es transitoria. Las fallas mnemónicas no son ajenas al trastorno, pues
impiden la evocación de determinadas representaciones ópticas o acústicas y dificultan la correcta
asociación entre las mismas.
B) Apraxia motriz de Liepmann: En este caso el enfermo posee una perfecta representación
mental del acto a realizar, o sea que domina el mecanismo ideatorio, pero está dificultada la
ejecución motriz pues tropieza con la imposibilidad de canalizar los impulsos, que nacen de ese
mecanismo ideatorio, de una manera ordenada y correcta hacia los grupos musculares
correspondientes. Esta dificultad genera movimientos equivocados, incondicionados, que no
corresponden a ningún plan preconcebido y que conducen a la ejecución de actos distintos a los
planeados o la descarga motora se efectúa sobre un grupo muscular que no corresponde. Este
cuadro se observa en las demencias y es especialmente notable en las formas preseniles.
2) Ecopraxias: La ecopraxia consiste en la imitación de los actos realizados por otras personas,
los que se ejecutan en una forma más o menos automática. La ecopraxia se suele manifestar en los
oligofrénicos que no han superado la etapa imitativa de la evolución ontogenética del hombre,
cuando éste aprende determinados actos por imitación de los que ejecutan las personas que lo
rodean. La ecopraxia tiene, por lo tanto, una significación normal en los primeros estadios de la
evolución del individuo.
Esta afección se manifiesta también en los esquizofrénicos. Cuando aparece en períodos
avanzados de la enfermedad debe considerarse como una manifestación imitativa automática,
derivada de la supresión de las inhibiciones psicológicas superiores que libera los automatismos de
las etapas evolutivas primarias. Cuando aparece en períodos de comienzo de la enfermedad, cuando
se producen las extrañas vivencias de cambio y transformación de la personalidad, el enfermo
recurre voluntaria y conscientemente a la ecopraxia para cerciorarse si puede accionar en la misma
forma que los demás, de lo que duda debido a las oscuras y tumultuosas manifestaciones de su
cenestesia que rompen el equilibrio entre los mundos externo e interno.
3) Amaneramiento: El amaneramiento, también llamado "manierismo", empleando un
galicismo, es un trastorno por el cual los actos pierden su normal simplicidad y espontaneidad
debido al agregado de movimientos innecesarios que complican su ejecución corriente. Ese
agregado superfluo determina actos amanerados y un tanto ridículos que llaman la atención por
apartarse de lo común. El amaneramiento es de observación frecuente en los esquizofrénicos; en
menor proporción se da en los epilépticos y más raramente aún en algunas formas delirantes.
4) Extravagancias y estereotipias: Se conoce por extravagancia a la exageración del
amaneramiento el cual culmina en gestos y actitudes forzadas, carentes totalmente de soltura y de
naturalidad. Cuando estas extravagancias o amaneramientos exagerados se repiten
constantemente reciben la denominación de estereotipias que se expresan por una sucesión innecesaria
de movimientos y actitudes que no tienen ninguna significación, ni reportan ninguna
utilidad.
Entre ellas debemos distinguir: a) La estereotipia de actitud, característica de la forma catatónica
de la esquizofrenia, que se manifiesta por una actitud determinada que adopta el enfermo y en la
que persiste en forma prolongada y repetida, b) La estereotipia cinética o de movimiento,
consistente en la repetición automática y casi impulsiva de algunos movimientos.
5) Interceptación cinética: La interpretación cinética consiste en la interrupción brusca de un acto
o movimiento que se encuentra en plena ejecución. El enfermo queda momentáneamente en la
actitud en que lo sorprende esa interceptación; en algunos casos la acción no se reanuda, otras
veces, tras un breve lapso, el movimiento se reinicia en el mismo sentido o en otro diferente. Se
observa en los esquizofrénicos, debiendo considerarse como una de las manifestaciones de la
disgregación de la psique.
6) Negativismo: El negativismo es la resistencia opuesta por el enfermo a toda sugerencia en el
sentido de que cambie de actitud o ejecute un acto o movimiento determinado. Es un trastorno en
el que intervienen mecanismos psíquicos complejos, diversamente interpretados en su significación;
actualmente prevalece la idea de considerarlo como una forma de exteriorización de la
interceptación de la voluntad.
El negativismo es una manifestación catatónica muy frecuente en la esquizofrenia. Toda
insinuación o toda orden imperativa y aun toda sugerencia persuasiva y hasta suplicante determina
en estos enfermos la aparición automática de una tendencia contraria, parece que se estimulara
una enérgica resistencia y la ejecución de un acto opuesto al requerido. La resistencia del enfermo
negativista es sistemática, se opone a todo, se resiste aún contra sus intereses personales.
Fuera de la esquizofrenia el negativismo puede observarse en los siguientes casos: en la
melancolía, en la que, debido al sentimiento de impotencia, el enfermo rechaza y se resiste a la