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6) Manual de Psiquiatria (Betta, Juan) recortado

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de la especie, busca el acercamiento o inclina al individuo hacia el objeto que desencadena la

emoción, siendo ésta la actitud característica del amor.

2º) EMOCIONES SECUNDARIAS O COMPLEJAS:

Es obvio que las emociones primarias de miedo, de cólera y de amor producen, por su

repercusión en la psique estados displacenteros o placenteros; placer y desplacer que son

emociones de mayor complejidad que las anteriores y secundarias a ellas. Estos estados

emocionales inclinan respectivamente el humor hacia la alegría y la excitación, o hacia la tristeza y

la depresión. .La complejidad de las emociones secundarias como la del campo de la afectividad en

general, surge de las múltiples variaciones y combinaciones que se producen entre ellas.

Consideremos algunas de las emociones complejas más importantes.

Angustia y ansiedad: Debemos estudiar simultáneamente estos dos estados emotivos porque

presentan múltiples puntos de contacto y porque son de suma importancia, dado que juntos

integran, entre otros, cuadros psiquiátricos como el de la melancolía y el de las neurosis.

La angustia y la ansiedad constituyen emociones complejas que traducen en su forma más

amplia, el humor displacentero predominante. Se producen en todas aquellas situaciones anímicas

en las que las vivencias afectivas son alimentadas por los estados displacenteros primarios de miedo

y de cólera.

Se puede aseverar que no existe persona de vida normal que no haya experimentado alguna vez

el desplacer de estas emociones, que son desencadenadas por temores diversos: miedo a las

enfermedades, que se ciernen sobre el individuo como una amenaza constante a su salud; miedo a

los quebrantos económicos o al fracaso en las empresas; miedo a las propías debilidades morales,

vivenciado bajo la forma de remordimientos, miedo a las situaciones que puedan afectar a la

responsabilidad inherente a un cargo o una tarea.

La angustia es también resultado del desplacer provocado por el disgusto y la cólera. Así sucede

en todos los casos de incumplimiento e insatisfacción de los deseos, o en todas las situaciones

enojosas derivadas de los rozamientos en el ambiente social o familiar.

En cuanto a las diferencias entre ansiedad y angustia no existe un criterio concluyeme y bien

establecido; para muchos se trata de la misma cosa pero, si bien entre ellas existe una gran similitud,

se considera a la ansiedad como un grado más avanzado de la angustia. En lo que a nosotros

respecta, si bien no pensamos que se trata de diferencias de intensidades, creemos que tales

diferencias deben buscarse en el contenido de esos estados afectivos. De acuerdo con este criterie

expondremos nuestro punto de vista sobre ambas.

A) La angustia es una emoción compleja y desplacentera, con un manifiesto contenido somático

consistente en una causa real, orgánica o funcional, que la determina. Así por ejemplo: puede

tratarse de un enfermo orgánico con una esclerosis cardiovascular, o bien de un enfermo funcional

del mismo Aparato por una gran labilidad neurovegetativa; en ambos casos se producen frecuentes

espasmos vasculares que provocan la consiguiente angustia generada por el temor de perder la

vida. De la misma naturaleza es la angustia derivada de los trastornos orgánicos o funcionales del

aparato respiratorio, o de cualquier otro aparato.

B) La ansiedad es una emoción compleja de características similares a la angustia, pero que en,

su origen no reconoce un factor somático generador de los temores. Éstos surgen de factores

psíquicos; preocupaciones, fracasos y quebrantos económicos; factores morales, remordimientos,

responsabilidad, etc. Los enfermos suelen manifestar que sienten angustia sin saber a qué atribuirla;

es una angustia sine materia, de origen puramente psíquico.

La angustia y la ansiedad presentan a considerar un doble aspecto semiológico, objetivo uno y

subjetivo el otro.

El aspecto objetivo está representado por los concomitantes somáticos que acompañan a las

emociones. Éstos son: 1) cambio de la expresión facial debida a la fijeza y a la inmovilidad, que en

algunos ocasiones quiere ser disimulada con una sonrisa forzada; 2) intensa palidez; 3) sudación; 4)

temblores generalizados a todos los músculos; 5) castañeteos de dientes; 6) aceleración de los

movimientos respiratorios y cardíacos; 7) aumento de la tensión arterial; 8) midriasis.

En los casos en que la emoción estalla bruscamente hay inmovilidad completa, erección de vello,

frialdad de las extremidades, sequedad de las mucosas.

El aspecto subjetivo se revela por las quejas del enfermo. Los síntomas son: 1) gran opresión

torácica, especialmente precordial; 2) palpitaciones; 3) sensación de paro cardíaco; 4) sensación de

constricción" y nudo en la garganta, por aumento del tono muscular que llega hasta dificultar la

deglución de los líquidos; 5) dolores de vientre; 6) escalofríos; 7) vértigos.

La gran tensión psíquica que determinan estos grados afectivos culmina, en la angustia, en un

llanto copioso; en la ansiedad, en una descarga motora. Esta última se exterioriza por una gr.an

inquietud y agitación, un caminar desasosegado de un lado a otro, un restregarse las manos, tirarse

de los cabellos y otras manifestaciones más o menos violentas según las circunstancias.

Reseñando lo expuesto: "La angustia y la ansiedad son emociones complejas que expresan un

intenso desplacer, al que va unida una desagradable sensación de constricción precordial y de

ahogo. Tienen su origen en alguna situación de duda, incertidumbre o temor por los peligros que

puedan cernirse sobre el individuo, ya sean de orden físico, económico o moral, y a los que se opone

la esperanza de conjurar de alguna manera el trance difícil o penoso que se atraviesa. La angustia

frecuentemente descarga por un llanto copioso; la ansiedad por una descarga motora; en ambos

casos se trata de mecanismos psicológicos encargados de dar escape a la intensa tensión psíquica

consiguiente a estos estados emocionales".

Pena: Es una emoción compleja desplacentera, de motivación psíquica o moral. Se trata de una

congoja, de una aflicción, cuya mayor repercusión es de orden psíquico; su escasa manifestación

somática generalmente queda limitada a la expresión de tristeza en el rostro; en algunas

oportunidades llega hasta el llanto.

Disgusto: Emoción compleja desplacentera cuya causa provoca en el individuo, al mismo tiempo

que una pena o aflicción, un poco de enojo de inquietud o de -fastidio. Este estado afectivo se debe

en realidad a una emoción de pena, con el agregado de algunos destellos de emoción de cólera que

le transmite ese matiz especial por el que hallamos mezcladas, en el disgusto, la aflicción y el enfado.

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