6) Manual de Psiquiatria (Betta, Juan) recortado
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IMAGINACIÓN
Concepto
La imaginación es una importante actividad psíquica que participa activamente en la elaboración
del pensamiento. Se halla en directa dependencia de la memoria que, mediante el aporte de la
evocación, le permite realizar la más extraordinaria variación de combinaciones entre imágenes,
representaciones y situaciones vividas por el individuo. Además la imaginación permite al hombre
la creación de imágenes o situaciones nuevas. De donde surgen dos modalidades de esta importante
actividad, que se han denominador imaginación reproductora e imaginación creadora.
1°) Imaginación reproductora:
La forma reproductora, que es la más común, es la capacidad de evocar imágenes,
representaciones y cuanto ha sido registrado y vivencia-do por la conciencia y de someter estos
elementos a múltiples y variadas elaboraciones, cuya finalidad ulterior es la construcción de
conceptos de mayor complejidad y perfección. La imaginación reproductora, mediante la cual se
elabora el material cognoscitivo individual que alcanza paulatinamente mayor nitidez y jerarquía,
tiene gran similitud con la memoria de evocación, con la que suele confundirse, razón por la que se
ha dicho que imaginar es pensar con imágenes. Para evitar precisamente esas confusiones es que
se hace necesario establecer las diferencias entre ambas.
La diferencia fundamental se aprecia conociendo la exacta ubicación y finalidad que ambas
actividades tienen en el proceso psíquico. La evocación es una actividad exclusivamente mnemónica
cuya finalidad específica es la reproducción fiel de imágenes, conocimientos, hechos o situaciones
vividos por el individuo, los que deben ser actualizados en un determinado momento por el imperio
de ciertas circunstancias. Por consiguiente debemos considerarla y ubicarla como un proceso de la
memoria que tras la evocación realiza una perfecta identificación mediante el reconocimiento de
algo que realmente ocupó la conciencia en un momento dado.
La imaginación reproductora por su parte, si bien se vale de la evocación mnemónica, es una
actividad que se halla bajo la fiscalización del pensamiento; es, en realidad, una forma particular de
elaboración del pensamiento. Difiere de la evocación mnemónica porque prescinde del proceso de
reconocimiento, desde el momento que, para el objetivo actual, no se requiere una prolija
identificación de detalles. En efecto, los elementos evocados se enlazan y coordinan siguiendo los
mecanismos asociativos lógicos, para ser sometidos a la actividad razonante. Así es como los
materiales de la evocación adquieren mayor claridad y configuran concepciones de más jerarquía y
complejidad.
2°) Imaginación creadora:
La imaginación creadora es la actividad psíquica capaz de encauzar el pensamiento hacia nuevos
enfoques y originales combinaciones de los elementos preexistentes del capital cognoscitivo
personal; combinaciones de imágenes, representaciones e ideas de las que surgen creaciones insospechadas,
a veces geniales, y nuevas nociones para el conocimiento, que si no han sido previstas en
su esencia misma fueron, a menudo buscadas.
La nueva creación es sólo aparente, en realidad no es otra cosa que una variante desde que los
elementos que la forman preexisten en el individuo. Todo se elabora con material que forma parte
integrante del conocimiento personal, material de aprehensión procedente del mundo exterior
captado a través del sensorio. Estos elementos son elaborados repetidas veces en el curso de la
existencia y en múltiples formas y combinaciones merced a la imaginación reproductora, encargada,
como dijimos, de mejorarlos y jerarquizarlos.
Como estos materiales producto de mayores abstracciones, que surgen a través de numerosas
disociaciones analíticas y de otras tantas síntesis asociativas, se hace posible la creación de
conceptos y representaciones completamente nuevos por sus variantes, pero en los que el análisis
minucioso permite descubrir los elementos primarios que permitieron su elaboración, elementos
básicos que constituyen, en última instancia, las fuentes del conocimiento universal donde el
hombre lo halla todo ya creado. Para alcanzar el plano de estas elaboraciones se requiere la
imprescindible participación de la inteligencia, de cuyo grado de capacidad depende la magnitud y
la jerarquía de lo creado. En efecto, la capacidad creadora desde las creaciones pueriles que los
niños idean en sus juegos hasta las creaciones geniales de los seres superdotados.
Por otra parte, también se requiere la participación de estados afectivos especiales, en los que
se manifiestan las inclinaciones, tendencias, deseos y pasiones de la personalidad, los que impulsan
y descargan la actividad voluntaria que se precisa para alcanzar esa finalidad.
La imaginación, actividad mental con distintos grados de intensidad, reviste pues dos formas, la
reproductora y la creadora; a esta última, la de mayor jerarquía, le está reservado alcanzar las más
altas cumbres del conocimiento, aquellas que jalonan los progresos de la humanidad a lo largo del
tiempo. Las personalidades dotadas de una inteligencia superior, los seres geniales que impulsan el
avance de la civilización, expresan las más elevadas realizaciones de la imaginación a través de la
invención y de la inspiración.
La invención es la creación o el hallazgo de algo nuevo mediante una labor persistente,
continuada y perfectamente consciente; por la elaboración pensante el espíritu, a fuerza de ingenio
y de meditación, con tenacidad y con el máximo de concentración atentiva, llega a concebir y a crear
o inventar una cosa nueva o desconocida. Así surgen a la luz los inventos destinados a facilitar la
vida y la labor del hombre en todos los órdenes de su actividad. Tanto en las ciencias como en el
arte, en las industrias como en otras esferas de su desenvolvimiento, la invención de los más
diversos y complejos instrumentos, aparatos, sistemas, principios y reglas le sirven para
complementar sus observaciones, facilitar sus experiencias, ampliar sus conocimientos, ahorrar
esfuerzos en la ejecución de sus tareas y, en general, para avanzar en el trabajoso y lento camino
del progreso.
La inspiración, a la que se deben las más hermosas y las más sublimes creaciones de los poetas,
de los artistas, de los literatos y de los oradores, es otra modalidad de la imaginación creadora.
Aunque las creaciones de la inspiración aparentemente se realizan en forma espontánea y sin
esfuerzo evidente, son en realidad producto de la labor mental consciente, de la concentración
atentiva y de la dedicación voluntaria entusiasta. Pero no surgen, como cuando se trata de la
invención, inmediatamente a continuación de esas elaboraciones sino que, en un momento