6) Manual de Psiquiatria (Betta, Juan) recortado
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riqueza de los signos del lenguaje que, bajo la forma de ideas símbolos, proporcionan mayor vigor y
fluidez de expresión y riqueza cognoscitiva.
3º) Ideas mágicas: La aparición de las ideas mágicas señala, en la evolución del conocimiento, el
período de tránsito desde el mundo de lo concreto al de lo abstracto.
Las ideas mágicas se sustentan sobre una base incierta, en relación, con hechos que pueden, o
no, ser reales y que se adaptan a los siguientes principios: 1º) "Cuando dos cosas son parecidas o
presentan caracteres similares se las considera como dotadas de las mismas propiedades". 2º) "La
proximidad de dos objetos, aun cuando sean totalmente diferentes, determina que se los considere
recíprocamente influenciados, adquiriendo uno las propiedades del otro y viceversa".
Los conocimientos que así se originan son defectuosos pues no son el producto de un
razonamiento analítico sino global. Son, por lo tanto, resultado de un razonamiento insuficiente, sin
una formalidad lógica, lo que generalmente induce al error. En algunas ocasiones el razonamineto
por analogías puede ser verdadero; así, dos cosas que presentan analogías de forma pueden ser
realmente de la misma naturaleza; pero, también pueden ser totalmente diferentes en su esencia.
Es lo que ocurre asimismo con respecto a la influencia por proximidad, como en el caso de dos
metales uno de los cuales está imantado. Pero, estos ejemplos son excepciones; la generalidad de
las veces los hechos prueban lo contrario y evidencian el error del razonamiento.
De cualquier modo, las ideas mágicas siempre indican el acercamiento hacia los mecanismos
del conocimiento abstracto, en los cuales las sustracciones se hacen teniendo en cuenta el criterio
de las analogías y lo que denota un razonamiento que tiende a dar mayor amplitud a las elaboraciones
psíquicas.
El razonamiento por analogías se basa en el llamado: principio de finalidad. Según este principio
la reunión y coincidencia de factores iguales o parecidos favorecen el arribo a un fin propuesto.
Supongamos dos cuerpos semejantes A y B; A es conocido por nosotros en su más íntima esencia y
comprende los factores 1, 2, 3, y 4. Del cuerpo semejante B, sabemos que tiene de común con A los
factores 1, 2 y 3. De acuerdo con el principio de finalidad sostenemos que B también posee el factor
4, el que se presume, aunque no se perciba, porque las otras similitudes llevan a esa conclusión.
Con este razonamiento se efectúa una abstracción en la que, en realidad, se prescinde del objeto
que, en nuestro ejemplo, sería B. Así se fundamenta un conocimiento que puede ser verdadero o
no, pero que contribuye en gran parte a desmaterializar el capital ideativo. Los juicios con que opera
el razonamiento por analogías son insuficientes o inmaduros, se limitan a considerar las semejanzas
externas, es decir que son juicios que se fundamentan en apariencias. En definitiva, la idea mágica
es producto de juicios y razonamientos inmaduros; por lo tanto, es propio de los niños y de los
pueblos primitivos, incultos y salvajes. Los pueblos primitivos atribuyen poderes e influencias
extrañas a los objetos, por simples razones de vecindad o de similitud. De allí los poderes atribuidos
a los amuletos, el tabú y todo lo concerniente a la magia y a su mundo.
Por otra parte, las ideas mágicas integran el capital ideativo de toda persona; se manifiestan aun
en los seres evolucionados junto a las ideas concretas y a las abstractas.
4º) Ideas abstractas: Las ideas abstractas son las de mayor jerarquía, trascienden el plano
concreto y tienen su origen en las fuentes del conocimiento universal y en las relaciones
interhumanas. En la idea abstracta falta la representación mental objetiva que determina la
construcción de la idea imagen.
En este caso el conocimiento es elaborado merced a un razonamiento deductivo. Se basa en el
principio de no contradicción o principio de identidad, según el cual un conocimiento no puede
contradecirse en su esencia; es decir que "una idea no puede ser otra cosa que ella misma, bajo el
imperio de las mismas condiciones y en un mismo momento".
Luego, la afirmación que lleva implícita un conocimiento no es otra cosa que la afirmación de
una verdad, que no podrá ser simultáneamente, pues el principio de no contradicción excluye la
afirmación y la negación simultánea de una idea, en un mismo estado de conciencia. A este criterio
se ajusta el razonamiento matemático. Si A es igual a B y B es igual a C, debe admitirse de acuerdo
con la no contradicción, que A es también igual a C.
Mediante este razonamiento deductivo es posible realizar una importante abstracción
sustrayendo uno de los términos. Es un razonamiento analítico por excelencia; descompone las
partes del todo para buscar y separar las propiedades y atributos comunes, llegando en esa forma,
al conocimiento o idea abstracta. Este razonamiento trabaja con ideas desmaterializadas que
proceden de las fuentes del conocimiento personal.
En esa forma es posible hallar similitudes alejadas de lo concreto, pudiendo realizarse
substituciones de términos que permiten llegar a la creación de nuevas ideas o conocimientos,
carentes de toda realidad objetiva. Para representar las ideas abstractas en la conciencia deben
emplearse las palabras que, en el pensar humano, constituyen los símbolos que reemplazan a las
imágenes objetivas. Con las ideas abstractas se desvanece el mundo de lo concreto, al aumentar
gradualmente las distancias que lo separan del individuo. Ésta es la zona del conocimiento puro,
donde germina y se acrisola la evolución psíquica en todos los aspectos de la personalidad humana,
científico, literario, artístico, moral y ético.
5º) Ideas creencias: Las creencias contribuyen a integrar, en parte, el conocimiento humano.
La creencia es el conocimiento que se acepta como verdadero o probable, sin haber realizado la
elaboración mental previa requerida para su perfecta comprensión. Por lo tanto, la creencia es la
confianza que se dispensa a un conocimiento sin juicio previo, ya sea porque la inteligencia no
alcanza a abarcarlo o porque ha sido impuesto en la vida del individuo por razones afectivas o
morales, o a través del tiempo en la evolución de la humanidad. En consecuencia, se trata de un
conocimiento que puede ser verdadero, pero que, con mayor frecuencia, encierra un error.
La creencia integra el capital de una persona a la manera de una idea cuya veracidad se sospecha
o se tiene por probable; vale decir, que se encuentra en suspenso y sujeta, en cualquier momento,
a una revisión mediante la intervención de un razonamiento lógico. Desde el momento que es
sometida a una crítica lógica, se convierte en creencia reflexiva pudiendo o no ser aceptada. Se
convierte en un conocimiento verdadero cuando, merced al razonamiento lógico, deja de ser una
presunción para convertirse en una convicción. En calidad de tal es definitivamente incorporada al
cúmulo del conocimiento personal.
Cuando la creencia es aceptada sin una perfecta comprensión, o porque voluntariamente se
omite la crítica, se denomina: creencia irreflexiva. Pierre Janet, considera que la creencia es la fe. La
fe es, en realidad, una virtud teológica por la que se admite sin revisión los postulados religiosos.