6) Manual de Psiquiatria (Betta, Juan) recortado
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Alteraciones cualitativas
Las alteraciones cualitativas de la sensopercepción son, desde todo punto de vista, más
importantes que las cuantitativas.
1º) ILUSIONES:
La ilusión se define como: "la percepción falseada o deformada de un objeto real". En efecto, la
imagen ilusoria tiene un fundamento real y objetivo, pero, es una imagen deformada por imperio
de diversas circunstancias.
1º) La percepción se deforma y da lugar a la ilusión en todos los casos en que se produce una
debilitación de la atención. Es una alteración corriente en cualquier persona normal, cuando una
fatiga marcada menoscaba la lucidez' de la conciencia debilitando la atención, lo que dificulta la
captación nítida de las cosas y favorece el error perceptivo. Lo mismo ocurre durante la transición
entre el sueño y la vigilia.
Esta captación superficial se observa también en algunos casos patológicos:
a) En el síndrome de excitación psicomotriz, especialmente, la manía, en la que la exaltación
afectiva acelera el ritmo psíquico determinando una gran inestabilidad de la atención, la cual atraída
por múltiples estímulos no se concentra sobre ninguno, captación superficial que provoca los errores
ilusorios de la percepción.
b) En el síndrome de depresión psicomotriz. Es el caso de los melancólicos en los que la atención,
profundamente requerida por sus problemas y sombrías meditaciones, se desvincula de todo lo
concerniente al mundo exterior el cual pasa casi inadvertido; como consecuencia las percepciones
son insuficientes o deficientes por lo que, a menudo, caen en el error.
c) En la confusión mental, en la que se produce una suspensión más o menos marcada de la
actividad psíquica, la gran torpeza de la senso-percepción, por la obnubilación de la conciencia,
determina que la captación se haga con mucha dificultad, poco y mal, favoreciendo la ilusión.
d) En los estados demencíales en los que hay una debilitación global de la psique, la fácil
fatigabilidad impide una atención sostenida, que poco a poco se hace más inestable y superficial
predisponiendo al error de percepción.
Con mayor frecuencia aún, la ilusión perceptiva es desencadenada por estados de exaltación
emocional que perturban la conciencia, cuya claridad se empaña. En estas condiciones se produce
una alteración de la elaboración perceptiva normal pese a que la sensación captada por el sensorio
no es imperfecta. El juicio interferido por la intensa carga emocional, queda predispuesto para la
falsa percepción mediante el agregado de particularidades y atributos que no pertenecen a la
sensación real. Es una elaboración realizada in situ, dentro de la misma psique, con la participación
de los centros perceptivos que, por asociación de representaciones mnemónicas, crean las
deformaciones de la realidad.
Cuando la ilusión es provocada por un estado emocional se la denomina ilusión catatímica. Es el
tipo de ilusión más frecuentemente observado en personas normales sujetas al imperio de estados
emocionales intensos.
Las ilusiones, cualquiera sea su origen, pueden producirse en todos los aparatos sensoriales.
En los alienados se producen por el mismo mecanismo catatímico, pero, a diferencia de lo que
ocurre en las personas normales, el error es sostenido como real, sin posibilidad de rectificación.
Como el estado afectivo del enfermo no es de carácter transitorio sino permanente, es de todo
punto imposible la rectificación del error que, en los sujetos normales se hace factible tan pronto
como la exaltación afectiva, pasajera y circunstancial, se atempera.
a) La emoción de miedo, que experimenta todo enfermo que se cree perjudicado o perseguido,
puede inducir a los siguientes errores ilusorios: 1) Ilusión Visual: el enfermo confunde formas y
objetos con personas en acecho dispuestas a atacarlo; 2) Ilusión Auditiva: oye voces donde sólo
hubo ruidos o percibe palabras inaudibles para los sujetos normales; 3) Ilusiones del Gusto y del
Olfato: que trastruecan el sabor y el olor normal de los alimentos en sensaciones desagradables que
despiertan en el enfermo el temor de ser envenenado.
b) La emoción de amor produce en los sujetos alienados místicos, ilusiones diversas: 1) Durante
el éxtasis contemplativo ante las imágenes religiosas creen ver que éstas les sonríen o hacen gestos.
2) Los ruidos próximos se toman por palabras de la imagen. 3) Una brisa o una corriente de aire es
un efluvio emanado de la imagen que el sujeto venera.
c) Iguales errores perceptivos padecen los enfermos que son presa de la emoción de cólera. El
Quijote nos ofrece un ejemplo típico: ante la vista de los molinos de viento, en los que cree ver
gigantes, arremetiendo contra ellos en el paroxismo de su exaltación delirante.
2º) ALUCINACIONES:
La alucinación es un trastorno cualitativo de la percepción que consiste en la captación de algo
inexistente. Por esta razón Ball definió a la alucinación de la manera más simple al llamarla
percepción sin objeto.
Mucho se ha discutido sin llegar a ningún acuerdo, respecto al mecanismo íntimo que interviene
en la génesis de la alucinación. Para unos, se trata de un mecanismo puramente psicológico; para
otros, la exclusividad pertenece a lo neurológico y orgánico. A nuestro parecer, ambas tendencias
pueden ser conciliadas, ya que, siguiendo un criterio contemporizador a la vez que lógico, se puede
admitir la confluencia de ambos factores en el mecanismo alucinatorio.
En efecto; considerando a la alucinación sea como una representación surgida de una imagen
del recuerdo sea como creada por la fantasía del enfermo: a) en el primer caso, no puede menos
que tenerse en cuenta el mecanismo orgánico o neurológico que por excitación (tóxica, traumática
o exaltación afectiva) pone en juego el automatismo de los centros perceptivos; b) en el segundo
caso, la alucinación es creada por la exaltación del mecanismo psicológico imaginativo que cae en
la fantasía; con la participación de todo lo conservado por la memoria en los centros perceptivos y
de las imágenes de evocación toma forma la imagen alucinatoria fantástica. En ambos casos el
mecanismo psicológico no puede desligarse totalmente de lo orgánico, que tiene su objetivación en
la parte mnemónica.