6) Manual de Psiquiatria (Betta, Juan) recortado

25.11.2020 Views

En los histéricos no es extraño observar al mismo tiempo que un cambio de personalidad, uncambio de caligrafía.2º) La agrafía y la alexia se asocian siempre a los trastornos afásicos; ambas fueron consideradasal ocuparnos de la afasia.El lenguaje escrito, que evidencia siempre el pensamiento y el estado mental del individuo,frecuentemente presenta las mismas alteraciones del lenguaje oral, siendo común que las primerasprecedan a las segundas. Por lo tanto, es dable observar en el lenguaje gráfico la estereotipia, laincoherencia, los neologismos, el pensamiento delirante, la megalomanía, la perseveración y engeneral todas las perturbaciones psíquicas que revela el lenguaje oral.En la excitación psicomotriz, especialmente en la manía, la escritura se caracteriza por sucopiosidad y el trastorno ideativo que llamamos fuga de ideas se manifiesta en la velocidad con queel enfermo escribe. Los caracteres caligráficos son grandes, desiguales y con tendencia a dirigirsehacia arriba y no es raro que los escritos contengan ideas megalómanas.Escasa es la inclinación de los melancólicos a la escritura; la tendencia a la introversión debida ala depresión psicomotriz los inhibe para expresar sus ideas por escrito y cuando lo hacen revelansus vivencias tristes y sus pensamientos de ruina y de autoculpabilidad. Los rasgos caligráficos sondébiles, mal conformados y con tendencia a inclinarse hacia abajo; no son raras las omisiones deletras y de palabras, motivadas por distracción de la atención, que hacen un tanto confusas las ideas.Los caracteres caligráficos grandes y alterados por gruesos rasgos temblorosos son propios de laparálisis general progresiva. La magnitud de las letras constituye un signo característico; el enfermopierde la capacidad de adaptarlas al espacio que dispone para escribir, cuando lo advierte reducebruscamente su tamaño. Son frecuentes las omisiones o repeticiones de sílabas o palabras; eltrastorno se origina en la debilitación de la atención.Los caracteres caligráficos de los delirantes no presentan mayores alteraciones; llaman laatención los frecuentes subrayados y signos con que el enfermo destaca la importancia que asignaa algunos datos. En algunos casos acompañan sus escritos con dibujos vinculados a -sus concepcionesdelirantes que, por otra parte, son ampliamente expresados a través de la palabra escrita.Los esquizofrénicos revelan, en lo que escriben, además de los trastornos de su pensamiento lasmismas alteraciones que hallamos en el lenguaje oral: estereotipias, neologismos, etc. Estosenfermos tienen una facilidad especial para la escritura en espejo, que consiste en una escrituraautomática realizada con la mano izquierda, capaz de efectuar los mismos movimientos que hace laderecha pero en sentido inverso, de tal modo que el escrito sólo resulta legible cuando se lo colocafrente a un espejo. Esta disposición parece hallarse latente en todas las personas pues la escrituraen espejo se hace factible por la práctica y por el hábito. Cuando el hemisferio cerebral izquierdotransmite sus estímulos a la mano derecha, el otro hemisferio cerebral no permanece insensible atales estímulos y sólo las inhibiciones normales del juicio y de la razón sobre el lado derecho impidenla ejecución simétrica de los trazos con la mano izquierda. Basta que algún factor patológico debiliteestas inhibiciones, como ocurre en la esquizofrenia, para que se desate el automatismo cerebral. Engeneral, los individuos de insuficiente desarrollo mental, ejecutan con facilidad la escritura enespejo porque en ellos las inhibiciones son débiles y los automatismos afloran fácilmente.Para terminar debemos hacer mención de la grafología, disciplina científica que estudia einterpreta a través de los caracteres caligráficos los rasgos temperamentales y las distintasdisposiciones de la personalidad.Trastornos del lenguaje mímicoEl estudio del lenguaje mímico permite recoger una serie de datos que confirman otroselementos de juicio extraídos del examen del enfermo.La mímica traduce, por lo general, el estado de ánimo dominante en una persona; asimismoexpresa todas las variantes que las reacciones emocionales producen en el humor.La psicopatología de la mímica considera los trastornos cuantitativos: hipermimia, hipomimia yamimia; y los otros cualitativos: paramimias.1º) Hipermimia: Determina siempre la exageración de los rasgos fisonómicos, cualquiera sea latonalidad afectiva dominante en el enfermo.a) En la depresión psicomotriz, el rostro expresa siempre la tristeza y el dolor moral que aquejanal sujeto. Profundas arrugas horizontales en la frente y verticales en el entrecejo configuran uncuadrilátero o M conocido con el nombre de omega melancólico o "signo de Schüle". Las comisuraslabiales dirigidas hacia abajo, la cabeza inclinada, la vista fija en el suelo o en un punto indefinido. Elllanto fácil y frecuente.b) En la excitación psicomotriz, maníacos e hipomaníacos, la expresión del rostro trasuntasiempre alegría, satisfacción y euforia a través de sus manifestaciones directas que son la sonrisa yla risa; la expresión estática del humor alegre se exterioriza por una facie semi-sonriente.En un examen de conjunto, los rasgos característicos de la alegría se descubren en el rostro quese ensancha, las comisuras labiales que se elevan, los ángulos externos de los ojos que se fruncen yen la gesticulación vehemente, abundante y rápida. Cuando el enfermo reprime la sonrisa su humoralegre se descubre a través de una mirada muy vivaz y de una abertura palpebral más amplia.Los diversos estados emocionales, amor, cólera y miedo, producen también una marcadahipermimia, tanto en personas normales como, con mayor frecuencia, en enfermos mentales. Elprimero acentúa normalmente los rasgos en los estados eróticos; patológicamente, en los maníacosla facie asume una expresión maliciosa característica; en los histéricos la expresión es más lánguida,los párpados superiores a medio bajar e inmóviles cubren parte del iris velando una mirada que seesfuma, a la vez que esbozan una sonrisa insinuante.La emoción de cólera que se observa con mucha frecuencia en los maníacos, delirantes yepilépticos, provoca la acentuación de los rasgos característicos de ese estado emocional; los ojosse abren en forma desacostumbrada por una enérgica contracción de los músculos elevadores delos párpados que dejan al descubierto la esclerótica marginal de la parte superior del iris. Laconsiguiente fijeza y dureza de la mirada y toda la mímica alterada por la tensión de los músculos yel enrojecimiento del rostro, dan la sensación de violencia, de tormenta psicológica y de agresividad.

La emoción de miedo, produce muy semejante exageración de los rasgos fisonómicos; una granabertura palpebral dilata los ojos, la mirada refleja, en este caso, espanto e inhibición; la palidez delrostro que se suma transmite la sensación de anulación de la personalidad.Es característica de los estados esquizofrénicos y de confusión mental la expresión quecorresponde a la perplejidad. Los párpados generalmente muy abiertos, la mirada entre inquisidoray temerosa ponen de manifiesto el asombro y la extrañeza que embargan al enfermo ansioso decomprender su verdadero estado.2º) Hipomimia: Este trastorno consiste en una disminución general de la mímica.Presenta rasgos típicos la hipomimia que suele observarse en los paralíticos generales, causadapor la hipotonía muscular en los estados avanzados de la enfermedad. La falta del tono normal delos músculos faciales acarrea una caída de las facciones y la desaparición de las arrugas y surcos,especialmente a nivel del surco nasogeniano y nasolabial, cuyo aplanamiento produce una facieinexpresiva que se conoce como cara planchada. En las formas catatónicas y en la esquizofrenia,sobre todo cuando existe gran indiferencia afectiva, suele observarse hipomimia.3º) Amimia: Esta alteración produce la inmovilidad de los rasgos fisonómicos que no denotan laexistencia de vida afectiva alguna. La amimia es propia de los estados estuporosos: melancólicos,esquizofrénico y confusional.4º) Paramimias: Deben considerarse como trastornos cualitativos, ya que son expresiones de lafisonomía que no traducen realmente el verdadero estado de ánimo del individuo. Al considerar lasparamimias deben tenerse muy en cuenta las simulaciones y disimulaciones, especialmente de losdelincuentes y de los delirantes.-ESTADO DE LA ACTIVIDAD EN LOS SÍNDROMES MENTALES1º) Síndrome frenasténico: La actividad de los oligofrénicos se manifiesta de una maneracaprichosa y desordenada, sin una finalidad bien definida y, por lo general, como respuesta a losimpulsos con que se exterioriza la vida instintiva. Son frecuentes los movimientos estereotipados,como el balanceo de los idiotas. En las formas profundas de oligofrenia menudean las grandesimpotencias motoras y a veces la debilidad motriz; la conducta está generalmente condicionada porla impulsividad que alimentan sus manifestaciones instintivas. En las formas leves de oligofrenia,donde es posible apreciar una vida afectiva bien manifiesta, no sucede lo mismo.El lenguaje oral no se desarrolla en los idiotas; a veces queda reducido a pocas palabras. Losimbéciles hablan y logran hacerse entender. Presentan disartria y dislalia.reactivación de la-vida instintiva. Asimismo se modifica la conducta que se caracteriza por laejecución de actos agresivos, exhibicionistas y perturbaciones de orden sexual.El lenguaje oral se resiente debido al empobrecimiento ideativo; es frecuente la disartria,especialmente en las formas arterioscleróticas, alteración de gran constancia en las demenciasparalíticas.La escritura se caracteriza, en la demencia senil por rasgos temblorosos finos y en la demenciaparalítica por caracteres temblorosos gruesos a los que se agrega falta de sílabas y palabras.En general hay hipomimia, que se hace bien manifiesta en la parálisis general progresiva.3°) Síndrome confusional: La actividad es muy variable según la intensidad de la confusión.Cuando el caso es leve aquélla disminuye, los movimientos son lentos e imprecisos; cuando se llegaal estupor confusional la actividad desaparece completamente. En la confusión mental onírica laactividad es mucho más pronunciada, pero desordenada y totalmente improductiva j son frecuenteslos movimientos defensivos que se deben a las alucinaciones.4º) Síndrome esquizofrénico: La actividad se muestra exaltada o disminuida en las formashebefrénicas y abolida en los estados catatónicos. Son muy frecuentes los impulsos; y se observa:flexibilidad cérea, interceptación cinética, estereotipias de actitud y de movimiento,amaneramientos, extravagancias. La escritura refleja muy a menudo los mismos trastornos; laescritura en espejo se manifiesta en algunos casos.5º) Síndrome delirante: Por lo general la actividad es normal; en ocasiones se observan accionesy actitudes extrañas condicionadas por el delirio, o mutismo voluntario porque los enfermos temencomprometer su situación. En sus escritos suelen expresar ampliamente sus concepciones delirantes;abundan los signos y subrayados con que destacan los hechos que consideran deimportancia.6º) Síndrome de excitación psicomotriz: Se produce una exaltación general de toda la actividaddel enfermo, manifestada en la tensión de la mayor parte de los músculos, movilidad general detodo el cuerpo, gesticulaciones y actitudes exageradas, risas frecuentes, verborrea y graforrea.7º) Síndrome de depresión psicomotriz: En este síndrome hay grave inhibición de la actividadgeneral del enfermo y propensión a la supresión de los movimientos. Los melancólicosexperimentan una peligrosa tendencia suicida o a la automutilación, a veces imposible de evitar. Alrespecto dice el Prof. Bonhour en un trabajo titulado: Automutilación del labio por mordedura enun demente precoz: "Entre los alienados, son los melancólicos los que dan el mayor número de casosde automutilación, ya como consecuencia de una idea, fuertemente trabajada, de indignidad, deculpabilidad, etc., o debido a un rapto ansioso".El lenguaje escrito sólo es posible en los débiles mentales, y está incompletamente desarrolladoen algunas formas leves de imbecilidad.Es característica la hipomimia que generalmente afecta a estos enfermos.2º) Síndrome demencial: La actividad general disminuye por debilitación psíquica en los casos dedemencia. La misma causa origina una mayor impulsividad pues la falta de inhibiciones provoca una

En los histéricos no es extraño observar al mismo tiempo que un cambio de personalidad, un

cambio de caligrafía.

2º) La agrafía y la alexia se asocian siempre a los trastornos afásicos; ambas fueron consideradas

al ocuparnos de la afasia.

El lenguaje escrito, que evidencia siempre el pensamiento y el estado mental del individuo,

frecuentemente presenta las mismas alteraciones del lenguaje oral, siendo común que las primeras

precedan a las segundas. Por lo tanto, es dable observar en el lenguaje gráfico la estereotipia, la

incoherencia, los neologismos, el pensamiento delirante, la megalomanía, la perseveración y en

general todas las perturbaciones psíquicas que revela el lenguaje oral.

En la excitación psicomotriz, especialmente en la manía, la escritura se caracteriza por su

copiosidad y el trastorno ideativo que llamamos fuga de ideas se manifiesta en la velocidad con que

el enfermo escribe. Los caracteres caligráficos son grandes, desiguales y con tendencia a dirigirse

hacia arriba y no es raro que los escritos contengan ideas megalómanas.

Escasa es la inclinación de los melancólicos a la escritura; la tendencia a la introversión debida a

la depresión psicomotriz los inhibe para expresar sus ideas por escrito y cuando lo hacen revelan

sus vivencias tristes y sus pensamientos de ruina y de autoculpabilidad. Los rasgos caligráficos son

débiles, mal conformados y con tendencia a inclinarse hacia abajo; no son raras las omisiones de

letras y de palabras, motivadas por distracción de la atención, que hacen un tanto confusas las ideas.

Los caracteres caligráficos grandes y alterados por gruesos rasgos temblorosos son propios de la

parálisis general progresiva. La magnitud de las letras constituye un signo característico; el enfermo

pierde la capacidad de adaptarlas al espacio que dispone para escribir, cuando lo advierte reduce

bruscamente su tamaño. Son frecuentes las omisiones o repeticiones de sílabas o palabras; el

trastorno se origina en la debilitación de la atención.

Los caracteres caligráficos de los delirantes no presentan mayores alteraciones; llaman la

atención los frecuentes subrayados y signos con que el enfermo destaca la importancia que asigna

a algunos datos. En algunos casos acompañan sus escritos con dibujos vinculados a -sus concepciones

delirantes que, por otra parte, son ampliamente expresados a través de la palabra escrita.

Los esquizofrénicos revelan, en lo que escriben, además de los trastornos de su pensamiento las

mismas alteraciones que hallamos en el lenguaje oral: estereotipias, neologismos, etc. Estos

enfermos tienen una facilidad especial para la escritura en espejo, que consiste en una escritura

automática realizada con la mano izquierda, capaz de efectuar los mismos movimientos que hace la

derecha pero en sentido inverso, de tal modo que el escrito sólo resulta legible cuando se lo coloca

frente a un espejo. Esta disposición parece hallarse latente en todas las personas pues la escritura

en espejo se hace factible por la práctica y por el hábito. Cuando el hemisferio cerebral izquierdo

transmite sus estímulos a la mano derecha, el otro hemisferio cerebral no permanece insensible a

tales estímulos y sólo las inhibiciones normales del juicio y de la razón sobre el lado derecho impiden

la ejecución simétrica de los trazos con la mano izquierda. Basta que algún factor patológico debilite

estas inhibiciones, como ocurre en la esquizofrenia, para que se desate el automatismo cerebral. En

general, los individuos de insuficiente desarrollo mental, ejecutan con facilidad la escritura en

espejo porque en ellos las inhibiciones son débiles y los automatismos afloran fácilmente.

Para terminar debemos hacer mención de la grafología, disciplina científica que estudia e

interpreta a través de los caracteres caligráficos los rasgos temperamentales y las distintas

disposiciones de la personalidad.

Trastornos del lenguaje mímico

El estudio del lenguaje mímico permite recoger una serie de datos que confirman otros

elementos de juicio extraídos del examen del enfermo.

La mímica traduce, por lo general, el estado de ánimo dominante en una persona; asimismo

expresa todas las variantes que las reacciones emocionales producen en el humor.

La psicopatología de la mímica considera los trastornos cuantitativos: hipermimia, hipomimia y

amimia; y los otros cualitativos: paramimias.

1º) Hipermimia: Determina siempre la exageración de los rasgos fisonómicos, cualquiera sea la

tonalidad afectiva dominante en el enfermo.

a) En la depresión psicomotriz, el rostro expresa siempre la tristeza y el dolor moral que aquejan

al sujeto. Profundas arrugas horizontales en la frente y verticales en el entrecejo configuran un

cuadrilátero o M conocido con el nombre de omega melancólico o "signo de Schüle". Las comisuras

labiales dirigidas hacia abajo, la cabeza inclinada, la vista fija en el suelo o en un punto indefinido. El

llanto fácil y frecuente.

b) En la excitación psicomotriz, maníacos e hipomaníacos, la expresión del rostro trasunta

siempre alegría, satisfacción y euforia a través de sus manifestaciones directas que son la sonrisa y

la risa; la expresión estática del humor alegre se exterioriza por una facie semi-sonriente.

En un examen de conjunto, los rasgos característicos de la alegría se descubren en el rostro que

se ensancha, las comisuras labiales que se elevan, los ángulos externos de los ojos que se fruncen y

en la gesticulación vehemente, abundante y rápida. Cuando el enfermo reprime la sonrisa su humor

alegre se descubre a través de una mirada muy vivaz y de una abertura palpebral más amplia.

Los diversos estados emocionales, amor, cólera y miedo, producen también una marcada

hipermimia, tanto en personas normales como, con mayor frecuencia, en enfermos mentales. El

primero acentúa normalmente los rasgos en los estados eróticos; patológicamente, en los maníacos

la facie asume una expresión maliciosa característica; en los histéricos la expresión es más lánguida,

los párpados superiores a medio bajar e inmóviles cubren parte del iris velando una mirada que se

esfuma, a la vez que esbozan una sonrisa insinuante.

La emoción de cólera que se observa con mucha frecuencia en los maníacos, delirantes y

epilépticos, provoca la acentuación de los rasgos característicos de ese estado emocional; los ojos

se abren en forma desacostumbrada por una enérgica contracción de los músculos elevadores de

los párpados que dejan al descubierto la esclerótica marginal de la parte superior del iris. La

consiguiente fijeza y dureza de la mirada y toda la mímica alterada por la tensión de los músculos y

el enrojecimiento del rostro, dan la sensación de violencia, de tormenta psicológica y de agresividad.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!