Memoria y Resistencia: abuso policial en México
Vivimos en una invisibilización mediática, política y social. Por ello, la Red Tapatía de Revistas y Fanzines Literarias (RTRFL) nos dimos a la tarea de abrir la convocatoria Memoria y Resistencia, un llamado a los ciudadanos y ciudadanas a denunciar los abusos policiales a través del arte como forma de protesta. En este fanzine se reúnen diferentes visiones de un mismo fenómeno. Hemos seleccionado material escrito, de divulgación y literario; discursos visuales, testimonios presentes en redes sociales. Para descargar el PDF, copia y pega el siguiente link en la barra del buscador: https://drive.google.com/file/d/1r4m6J87Dv30-CFYg25YygwThVPV6hDYW/view?usp=sharing
Vivimos en una invisibilización mediática, política y social. Por ello, la Red Tapatía de Revistas y Fanzines Literarias (RTRFL) nos dimos a la tarea de abrir la convocatoria Memoria y Resistencia, un llamado a los ciudadanos y ciudadanas a denunciar los abusos policiales a través del arte como forma de protesta. En este fanzine se reúnen diferentes visiones de un mismo fenómeno. Hemos seleccionado material escrito, de divulgación y literario; discursos visuales, testimonios presentes en redes sociales. Para descargar el PDF, copia y pega el siguiente link en la barra del buscador: https://drive.google.com/file/d/1r4m6J87Dv30-CFYg25YygwThVPV6hDYW/view?usp=sharing
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El Financiero y replicada por varios
medios. Este libelo de última hora
relaciona al Cepad, a la red feminista
YoVoy8deMarzo y al Imdec con la
instigación de la violencia durante las
protestas, cuando es de conocimiento
público el importante papel que estas
organizaciones desempeñaron en el
acompañamiento y documentación
de las detenciones ilegales para la
liberación y aparición con vida de
decenas de personas del 4 al 9 de
junio, durante la brutal jornada de
represión estatal.
Desde luego, estos son unos pocos de
los cientos de cobardes amparados en el
anonimato de la masa represora. Como el
empleado público que en horas de trabajo
perpetró la primera agresión documentada
en toda la jornada, arrojando desde el
interior de palacio de gobierno un latón
con cerveza contra los “protestantes”
(así se autodenominaron muchos de
los más jóvenes asistentes, y con razón,
porque fueron, más que a manifestarse,
a protestar. Protestantes laicos que
repolitizaron una palabra, de inevitable
tufillo religioso, que más que referir dicha
carga diacrónica; significaba un sentir
latente). El miserable pedazo de policía
estatal que jaló de los cabellos a una
niña, o el otro sádico, también policía
estatal, de pelo cano y cara de bobo que
rogaba a sus mandos le dejaran aventar
8 - Artículo
la bomba de lacrimógeno (por cierto,
los gobiernos han aburrido al insistir
en el riesgo de contagio que implica la
saliva y el llevarse las manos a la cara
durante la contingencia de COVID-19,
mientras arrojan gas que precisamente
provoca toser, lagrimear y escupir). O
el mezquino reportero de Televisa que
preguntó a los liberados el día 9 de
junio por los detalles de la tortura que
habían sufrido en la Fiscalía del Estado.