Incienso X
Publicamos nuestro X número en el día de nuestra Patrona, +Santa María de la Victoria+. Ella, como primera discípula de Jesús, dirige nuestra mirada hacia su Hijo, Cristo Jesús, la Victoria del Amor del Padre por todo su rebaño. Comenzamos con nuestro editorial con las palabras del Rvdo. P. D. Alejandro Escobar, donde nos invita a aprender en la fe, en la confianza y en el amor de la Virgen María. Entrevistamos a Victoria Márquez, artista vinculada al movimiento Neoexpresionismo con su bella estela cofrade a sus espaldas. Por otro lado, repasamos la historia de la devoción de Nuestra Patrona de la mano de San Francisco de Paula. Mes de septiembre, mes donde hay que hablar, como no, de la Virgen de los Remedios. Asimismo, lanzamos la segunda entrega de "Pasión Segoviana", donde comentamos las distintas hermandades que procesionan en la Semana Mayor segoviana. Cerramos con la orden mercedaria, en el mes en el se celebra el día de la onomástica, día tan bello como un 24 de septiembre. Publicamos nuestro X número en el día de nuestra Patrona, +Santa María de la Victoria+. Ella, como primera discípula de Jesús, dirige nuestra mirada hacia su Hijo, Cristo Jesús, la Victoria del Amor del Padre por todo su rebaño. Comenzamos con nuestro editorial con las palabras del Rvdo. P. D. Alejandro Escobar, donde nos invita a aprender en la fe, en la confianza y en el amor de la Virgen María. Entrevistamos a Victoria Márquez, artista vinculada al movimiento Neoexpresionismo con su bella estela cofrade a sus espaldas. Por otro lado, repasamos la historia de la devoción de Nuestra Patrona de la mano de San Francisco de Paula. Mes de septiembre, mes donde hay que hablar, como no, de la Virgen de los Remedios. Asimismo, lanzamos la segunda entrega de "Pasión Segoviana", donde comentamos las distintas hermandades que procesionan en la Semana Mayor segoviana. Cerramos con la orden mercedaria, en el mes en el se celebra el día de la onomástica, día tan bello como un 24 de septiembre.
La necesidad extrema en la que seencontraban en el siglo XVIII hizo quefuera inviable para la orden restaurartodo el complejo. Fue de la mano de losCondes de Buenavista cuando se alzaseel actual Santuario de la Victoria.Para ello, fue necesaria la reedificaciónde la primitiva “ermita” para ejecutar unnuevo planteamiento.Hablar del siglo XVIII es decir Barroco.La iglesia de la Victoria cumple en suinterior una exquisita ornamentaciónque hace un guiño a este ejercicio deestilo, contrastando con el retablo delAltar Mayor. El exterior se impregna dela esencia de la orden: la humildad comonecesidad propia de liberación. Estemodo de vida se inicia con su fundador,san Francisco de Paula, quien defendió“una reforma de vida eclesial basada enla pobreza”, según se recogen en distintosescritos:“Francisco de Paula ha querido y hallamado a sus hijos “Mínimos”, es decir,los últimos, para que, como los últimos,sean testigos y sirvan a la Iglesiaen la construcción del Reino. El idealevangélico de la conversión sintetiza lapropuesta penitencial de la Orden delos Mínimos. A través de los votos, losfrailes mínimos viven la plenitud de suconsagración, imitando a Cristo en elcamino de la penitencia evangélica. S.Francisco les ha exhortado, en efecto, adar frutos dignos de penitencia, bajo losvotos de pobreza, castidad, obediencia yvida cuaresmal.”(III Regla, c.3)La misión de la orden se impregna, porlo tanto, en la estética arquitectónica,contrastado con el barroquismo comentadoanteriormente. El nuevo Santuarioabría el planteamiento de un conjuntoarquitectónico catalogado actualmentecomo único en el mundo. La Patrona seasentaría en el camarín del Altar Mayor,Incienso 20
alzándose hacia el cielo con sus 21 metrosde altura desde la aguja de la torrehasta los pies del Baldaquino.La humildad con la que San Franciscoconstruyó la orden toma su razón de seren la propia actitud penitencial:“La penitencia se convierte en una fuerzacapaz de dar vida, la cual logra a travésde ella salir fuera de su prisión, libre detodo impedimento. Los Mínimos encuentranasí una perfecta armonía en suvida: profesan el carisma de la mayor penitencia;lo aceptan con la conciencia deser “mínimo”, los últimos, los pobres deespíritu, necesitados de ayuda; lo vivenabiertos a la “Charitas’, que es no sólosu emblema, sino el punto de llegada detoda su espiritualidad”.En estos tiempos de pandemia es cuandomás te necesitamos, que estés entrenosotros, que nos protejas y veles pornosotros al igual que nosotros te veneramos.Este año es totalmente diferente.Te podremos venerar de la forma máscercana posible en tus días próximos atu festividad, rodeado de todos los fielesque te arropan cada año. Pero este año,en vez de producirse por las calles malagueñas,se producirá en el corazón de laciudad, en la Catedral.Los únicos valores presentes en este año2020: Fe y Esperanza. Lo próximo serála Victoria, porque habremos salido victoriososde esta prueba del Señor graciasa ti, Virgen de la Victoria. Qué advocacióntan Gloriosa, la gloria de las glorias,la joya resplandeciente, un diamante enbruto en pleno amanecer malagueño alfinal del periodo estival.Tu hijo, al que aguardas en tu regazo, estestigo de toda tu buena fe, de tu Amor,de tu Humildad, y de tu Caridad.En estos tiempos tan difíciles en losque todos necesitamos tu ayuda, niños,Incienso 21
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La necesidad extrema en la que se
encontraban en el siglo XVIII hizo que
fuera inviable para la orden restaurar
todo el complejo. Fue de la mano de los
Condes de Buenavista cuando se alzase
el actual Santuario de la Victoria.
Para ello, fue necesaria la reedificación
de la primitiva “ermita” para ejecutar un
nuevo planteamiento.
Hablar del siglo XVIII es decir Barroco.
La iglesia de la Victoria cumple en su
interior una exquisita ornamentación
que hace un guiño a este ejercicio de
estilo, contrastando con el retablo del
Altar Mayor. El exterior se impregna de
la esencia de la orden: la humildad como
necesidad propia de liberación. Este
modo de vida se inicia con su fundador,
san Francisco de Paula, quien defendió
“una reforma de vida eclesial basada en
la pobreza”, según se recogen en distintos
escritos:
“Francisco de Paula ha querido y ha
llamado a sus hijos “Mínimos”, es decir,
los últimos, para que, como los últimos,
sean testigos y sirvan a la Iglesia
en la construcción del Reino. El ideal
evangélico de la conversión sintetiza la
propuesta penitencial de la Orden de
los Mínimos. A través de los votos, los
frailes mínimos viven la plenitud de su
consagración, imitando a Cristo en el
camino de la penitencia evangélica. S.
Francisco les ha exhortado, en efecto, a
dar frutos dignos de penitencia, bajo los
votos de pobreza, castidad, obediencia y
vida cuaresmal.”
(III Regla, c.3)
La misión de la orden se impregna, por
lo tanto, en la estética arquitectónica,
contrastado con el barroquismo comentado
anteriormente. El nuevo Santuario
abría el planteamiento de un conjunto
arquitectónico catalogado actualmente
como único en el mundo. La Patrona se
asentaría en el camarín del Altar Mayor,
Incienso 20