Osteo360 Número 3, Volumen 1
Fenotipos y Endotipos como vía para la personalización del tratamiento de la Osteoartritis. El sulfado de Glucosamina puede ser el mejor tratamiento a largo plazo para la Osteoartritis de rodilla. Tratamiento farmacológico del dolor en Osteoartritis: Una revisión descriptiva.
Fenotipos y Endotipos como vía para la personalización del tratamiento de la Osteoartritis. El sulfado de Glucosamina puede ser el mejor tratamiento a largo plazo para la Osteoartritis de rodilla. Tratamiento farmacológico del dolor en Osteoartritis: Una revisión descriptiva.
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<strong>Número</strong> 3 / <strong>Volumen</strong> 1 / Septiembre-Diciembre 2020<br />
OSTEO<br />
360<br />
Novedades<br />
en patología<br />
osteomioarticular<br />
NOTICIAS<br />
Fenotipos<br />
y Endotipos<br />
como vía para la<br />
personalización<br />
del tratamiento<br />
de la Osteoartritis<br />
El Sulfato de Glucosamina<br />
puede ser el mejor tratamiento<br />
a largo plazo para la<br />
Osteoartritis de rodilla<br />
Tratamiento farmacológico<br />
del dolor en Osteoartritis:<br />
Una revisión descriptiva<br />
INFOGRAFÍA<br />
Teoría del Sistema Nervioso<br />
Central para la Osteoartritis
OSTEO<br />
360<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
CARTA DEL EDITOR<br />
La Osteoartritis (OA) es una enfermedad de presentación heterogénica. La identificación de los<br />
diferentes fenotipos que se manifiestan en los pacientes que padecen esta enfermedad, pareciera ser el<br />
medio más idóneo para mejorar su evolución a través del diagnóstico temprano, así como la<br />
modificación de sus manifestaciones clínicas y del daño articular asociado. En el primer artículo de este<br />
tercer número de OSTEO360, se presenta un resumen y análisis del artículo de Mobasheri A et al, en el<br />
que los autores realizan una revisión descriptiva de los avances en los endotipos moleculares,<br />
identificados a través de biomarcadores, y su asociación con los fenotipos de la OA; hacen énfasis en<br />
los avances que allanan el camino hacia un tratamiento personalizado de la enfermedad.<br />
El segundo artículo es sobre el metanálisis realizado por Gregori D y colaboradores acerca del efecto a<br />
largo plazo de 33 diferentes tratamientos farmacológicos en el dolor, la función y la modificación de la<br />
estructura en la OA de rodilla. Los autores destacan la necesidad de evaluar ensayos a largo plazo en<br />
una patología de progresión lenta como la OA; observaron que la glucosamina sulfato es el tratamiento<br />
que reporta eficacia en reducción de dolor y mejoría de la función y en la modificación de la estructura,<br />
con la mayor probabilidad de ser el mejor tratamiento a largo plazo.<br />
Además, se presenta el algoritmo publicado en abril de 2019 por la ESCEO (Sociedad Europea para<br />
Aspectos Clínicos y Económicos de la Osteoartritis y la Osteoporosis) en el que se muestran los pasos<br />
recomendados por esta organización internacional sobre el tratamiento de OA de rodilla, que en<br />
consonancia con estudios como el señalado anteriormente, recomienda glucosamina sulfato y condritin<br />
sulfato como la primera elección en el tratamiento de la enfermedad.<br />
El tercer artículo es el resumen y análisis de la revisión descriptiva de Majeed et al, en la que se destacan<br />
los fenómenos generados por el dolor crónico que conllevan a la sensibilización periférica y central, y<br />
analizan la función de diferentes tipo de tratamiento que van desde los analgésicos y antinflamatorios, las<br />
drogas modificadoras de estructuras y duloxetina, hasta los anticuerpos monoclonales.<br />
En la infografía de esta tercera edición, se aprecia en forma gráfica la Teoría del Sistema Nervioso Central<br />
para la OA, la cual es una alternativa de entendimiento de la fisiopatología que rige la OA más allá de los<br />
eventos que suceden a nivel local exclusivamente. En ella, se destacan las alteraciones del sistema<br />
nervioso simpático, la inflamación de bajo grado, el metabolismo, regulación oxidativa y la alteración del<br />
microbioma intestinal, como elementos que intervienen en la génesis de los cambios que conllevan a las<br />
manifestaciones de la OA.<br />
Finalmente, a través del estudio clínico controlado y aleatorizado publicado en 2018 por Di Martino et al,<br />
se analiza el controversial uso del Plasma Rico en Plaqueta en comparación con la viscosuplementación<br />
con ácido hialurónico, el tratamiento intrarticular más usado actualmente. Este ensayo se destaca por el<br />
interés de los autores en evaluar los desenlaces a largo plazo en función de la mejoría de los síntomas y la<br />
necesidad de retratamiento.<br />
Esperamos que este número contribuya a reafirmar el enfoque de la OA como una enfermedad de un<br />
órgano que responde a alteraciones de sistemas más allá de la articulación y a identificar los factores<br />
sistémicos que contribuyen a la génesis y la perpetuación del daño articular, lo cual permitirá reconocer<br />
los diferentes fenotipos de la enfermedad e intervenirlos en forma personalizada.<br />
Dra. Verónica Liendo-Ocando<br />
Especialista en Medicina Interna y Reumatología<br />
Editora de OSTEO360
INDICE<br />
360<br />
05<br />
Fenotipos y Endotipos como vía<br />
para la personalización del<br />
tratamiento de la Osteoartritis<br />
11<br />
15<br />
El sulfato de glucosamina puede<br />
ser el mejor tratamiento a largo<br />
plazo para la Osteoartritis de<br />
rodilla<br />
Actualización del algoritmo ESCEO<br />
del tratamiento por pasos para la<br />
Osteoartritis de Rodilla<br />
16<br />
Tratamiento farmacológico del<br />
dolor en Osteoartritis: Una revisión<br />
descriptiva<br />
21<br />
22<br />
Teoría del Sistema Nervioso<br />
Central para la Osteoartritis<br />
Plasma Rico en Plaquetas versus<br />
Ácido Hialurónico para el tratamiento<br />
de Osteoartritis de rodilla<br />
Revista OSTEO360<br />
Año 1, No 3. 2020<br />
Comité Editorial:<br />
Dra. Verónica Liendo<br />
Dr. Gustavo Nasswetter<br />
Empresa editora:<br />
TIPS Imagen y Comunicación 1967 C.A.<br />
Caracas - Venezuela<br />
Prohibida la reproducción parcial o<br />
total de los artículos publicados en<br />
OSTEO360 sin la debida autorización<br />
correo electrónico:<br />
tips@tipsimagen.com
Fenotipos y<br />
Endotipos como<br />
vía para la<br />
personalización<br />
del tratamiento<br />
de la Osteoartritis<br />
ARTÍCULO DESTACADO<br />
Mobasheri A, van Spil WE, Budd E, Uzieliene I, Bermotiene E, Bay-Jensen AC, et al. Molecular taxonomy<br />
of osteoarthritis for patient stratification, disease management and drug development: biochemical markers<br />
associated with emerging clinical phenotypes and molecular endotypes. Curr Opin Rheumatol 2019,<br />
31:80–89.<br />
En este artículo se revisan los marcadores<br />
bioquímicos existentes y emergentes que<br />
pueden ser usados para mejorar la comprensión<br />
sobre la taxonomía molecular de la Osteoartritis y<br />
definir los endotipos correspondientes a los<br />
fenotipos clínicos.<br />
La continua expansión y envejecimiento de la<br />
población humana representa un significativo<br />
desafío para los gobiernos y los sistemas de salud<br />
que trabajan para lograr que la gente tenga una vida<br />
larga y saludable, sin sufrir de discapacidades<br />
severas.<br />
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),<br />
entre 2015 y 2050, la proporción de población<br />
mundial mayor de 60 años de edad se incrementará<br />
del 12 % al 22 %. (http://www.who.int/newsroom/fact-<br />
sheets/detail/ageing-and-health)<br />
El aumento de la longevidad, en combinación<br />
con la crisis de obesidad global, genera un<br />
incremento en la cantidad de personas<br />
susceptibles a enfermedades relacionadas<br />
c o n l a e d a d , p a r t i c u l a r m e n t e l a s<br />
musculoesqueléticas, entre las cuales la<br />
más común es la Osteoartritis (OA).<br />
En un estudio de Chaput y col publicado en 2011 se<br />
afirma que los factores de riesgo de la OA han<br />
aumentado en la era postindustrial. Hay una<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
reducción significativa de la actividad física debido<br />
a la dependencia de los vehículos motorizados, lo<br />
que se suma a dietas obesogénicas con comidas<br />
procesadas, ricas en azúcar y grasas saturadas, y<br />
bajas en fibra; estos se proponen como<br />
componentes claves del ambiente moderno y<br />
conductores del desarrollo de la obesidad, del<br />
sedentarismo y de cambios de conducta también<br />
asociados al sobrepeso y la obesidad, los cuales<br />
constituyen prerrequisitos esenciales para la<br />
1<br />
patogénesis y progresión de la OA.<br />
Aunque la OA está teniendo un creciente impacto<br />
en la sociedad, los resultados de los ensayos<br />
clínicos con Drogas Modificadoras de la OA<br />
(DMOA) y con otros tratamientos modificadores son<br />
controversiales. Según Owens, una posible<br />
explicación puede estar en el uso de herramientas<br />
poco precisas y efectivas para clasificar y<br />
monitorizar la progresión de la enfermedad, como la<br />
2<br />
radiografía. En 2018, Deveza y Loeser publicaron<br />
un estudio que sugiere que otra potencial causa de<br />
los resultados de los ensayos clínicos con DMOA<br />
es que se trata de una enfermedad heterogénea y<br />
que puede ser una colección de subtipos que se<br />
sobreponen con diferentes fenotipos clínicos y<br />
3<br />
diferentes endotipos moleculares.<br />
Por ello, Mobasheri y colaboradores presentaron<br />
este estudio en el que plantean la urgencia del<br />
desarrollo de herramientas más sensitivas que<br />
permitan clasificar y monitorizar la OA. Estas<br />
OSTEO<br />
360<br />
05
Fenotipo<br />
dirigido por<br />
envejecimiento<br />
Fenotipo<br />
dirigido por<br />
Cartílago<br />
Fenotipo<br />
Metabólico<br />
Fenotipo<br />
dirigido por<br />
Traumatismo<br />
Fenotipo<br />
Inflamatorio<br />
dirigido por<br />
Sinovitis<br />
Fenotipo<br />
dirigido por<br />
el Hueso<br />
subcondral<br />
Figura 1. Fenotipos emergentes en OA<br />
OSTEO<br />
360<br />
06<br />
herramientas (biomarcadores) deberían ayudar a<br />
diagnosticar la OA en estadios tempranos, incluso<br />
en estadios preclínicos (asintomáticos) y en fase<br />
molecular.<br />
Los autores destacan el desequilibrio entre la<br />
síntesis y degradación de la matriz extracelular<br />
como punto de partida de las alteraciones<br />
moleculares en OA.<br />
Plantean que la secuencia precisa de eventos<br />
vinculados con la patogénesis de la OA no está<br />
clara y puede variar entre individuos; factores<br />
bioquímicos, inflamatorios y metabólicos podrían<br />
tener un papel clave en la iniciación y progresión de<br />
la enfermedad. Por ejemplo, en la OA, los<br />
condrocitos se inflaman y activan progresivamente;<br />
los factores procatabólicos y proinflamatorios<br />
reducen la actividad anabólica, alteran el<br />
metabolismo celular y el delicado balance entre la<br />
síntesis de la Matriz ExtraCelular (MEC) y su<br />
4<br />
degradación . Agregan que hay tejidos articulares<br />
involucrados en la pérdida de la homeostasis y de la<br />
regulación metabólica y que en la OA están<br />
comprometidos la membrana sinovial, el hueso<br />
subcondral y los tejidos blandos periarticulares.<br />
En estadios tempranos y tardíos de la enfermedad<br />
hay sinovitis con infiltración de macrófagos, células<br />
T y mastocitos. En 2009, Sutton y colaboradores<br />
observaron que los mediadores proinflamatorios y<br />
catabólicos tales como: citoquinas, especies<br />
reactivas de oxígeno (ROS -siglas en inglés-),<br />
Óxido Nítrico (ON), prostaglandina E2 (PG-E2) y<br />
neuropéptidos, provenientes de la sinovial<br />
inflamada, afectan el metabolismo del condrocito y<br />
el recambio de la matriz del cartílago. La sinovitis<br />
conduce a un exceso de producción de enzimas<br />
proteolíticas responsables de la ruptura del<br />
5<br />
cartílago . Posteriormente, Sellam y Berenbaum<br />
describieron que el catabolismo de la matriz libera<br />
moléculas que perpetúan la inflamación sinovial y<br />
6<br />
crea un círculo vicioso que se autoalimenta.<br />
En 2016, Poulet y Beier describieron la<br />
“condrosenescencia”, estado en el cual el<br />
condrocito articular, que normalmente está en<br />
reposo, se activa. Explican que los mediadores<br />
inflamatorios producidos por condrocitos y<br />
sinoviocitos activan el estrés oxidativo e infligen<br />
7<br />
daño articular por liberación de ROS.<br />
¿Serán los biomarcadores en OA la clave para su<br />
diagnóstico temprano y fenotipificación?<br />
Los biomarcadores en OA se dividen en<br />
Novedades en patología osteomioarticular
marcadores “secos” y “húmedos”. Los “secos”<br />
incluyen marcadores derivados de imágenes y<br />
cuestionarios; los “húmedos” son marcadores<br />
bioquímicos que se pueden medir en fluidos<br />
corporales, células y/o extractos de células y<br />
tejidos, que incluyen: proteínas, fragmentos de<br />
proteínas, lípidos bioactivos, metabolitos y/o<br />
8<br />
m a t e r i a l g e n ó m i c o e x t r a c e l u l a r. L o s<br />
biomarcadores de la OA se categorizan según el<br />
blanco del proceso osteoartrítico: marcadores<br />
d e d e g r a d a c i ó n / s í n t e s i s d e l c a r t í l a g o ,<br />
degradación/síntesis de hueso o inflamación y<br />
fibrosis de tejido sinovial. Los marcadores<br />
d e g r a d a c i ó n d e l a M E C s i r v e n c o m o<br />
biomarcadores “húmedos” del daño articular y<br />
también pueden ser moléculas señalizadores<br />
proinflamatorios y catabólicas. Destacan que los<br />
m a r c a d o r e s b i o q u í m i c o s s o l u b l e s s o n<br />
particularmente útiles para definir los endotipos<br />
moleculares de los pacientes y para generar el perfil<br />
molecular que se relaciona con los diferentes<br />
fenotipos clínicos. Sin embargo, en la OA los<br />
pacientes pueden tener sobreposición de los<br />
fenotipos clínicos, lo cual complica la identificación<br />
d e l o s e n d o t i p o s m o l e c u l a r e s y s u s<br />
correspondientes perfiles clínicos (Figuras 1 y 2).<br />
Marcadores de la<br />
destrucción de la matriz<br />
CTX-I, CTX-II, C2M, ICTP, CI-C2,<br />
C2C, NTX-I, Coll2-1, fibulina-3,<br />
FTSL-1, agrecan<br />
Inflamación sistémica<br />
TNF-alfa, IL-1,6,17, CRP, CRPM,<br />
CCL-13, Hyaluronan<br />
Diferenciación y<br />
producción de matriz<br />
PINP, PIINP, PIIANP, PIIINP,<br />
PIIBNP, PIICP, CPII, COMP,<br />
Hs846, YKL-40<br />
Proteasas<br />
AAMTS, Catepsina K,<br />
MMP-2,3,9,13,<br />
Agrecanas<br />
Inflamación<br />
sinovial<br />
Endostatina, C3M, C1M<br />
Señalización<br />
DKKs, OPG, RANK-L,<br />
Esclerostina<br />
Marcadores de destrucción<br />
del hueso sub condral<br />
Colágeno tipo I, Catepsina K,<br />
Osteocalcin, TRACP<br />
Células-B<br />
Condrocitos<br />
Células-T<br />
Macrófagos<br />
Osteoclasto<br />
Osteoblasto<br />
Osteocitos<br />
Figura 2. Biomarcadores de OA<br />
bioquímicos se clasifican en seis categorías que<br />
corresponden a: impacto de la enfermedad,<br />
investigación, pronóstico, eficacia de las<br />
9<br />
intervenciones, diagnóstico y seguridad.<br />
Los autores de esta revisión puntualizan que los<br />
cambios metabólicos son comunes en el cartílago,<br />
hueso y membrana sinovial; estos tejidos pueden<br />
c o n s i d e r a r s e u n a f u e n t e i m p o r t a n t e d e<br />
biomarcadores circulantes y son afectados por<br />
conductores externos e internos de la progresión<br />
de la OA, tales como: inflamación, alteraciones<br />
biomecánicas, reprogramación metabólica e<br />
inmunomoduladores. Los productos de la<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
ENDOTIPO INFLAMATORIO<br />
En esta revisión destacan las investigaciones<br />
recientes que sugieren que la OA tiene<br />
10<br />
componentes inflamatorios.<br />
En el endotipo inflamatorio de OA se observan<br />
niveles elevados de biomarcadores locales<br />
11,12,13<br />
(sinoviales) y sistémicos, tales como:<br />
- Proteína C-Reactiva (PCR, una proteína<br />
producida por el hígado en respuesta a la<br />
inflamación)<br />
- Proteína C-Reactiva M (PCRM, un derivado<br />
OSTEO<br />
360<br />
07
OSTEO<br />
360<br />
08<br />
inflamatorio de la PCR)<br />
- Factor de Necrosis Tumoral alfa (TNF-alfa)<br />
- Interleuquina 6 (Il-6, citoquina inflamatoria<br />
principalmente producida por el hígado)<br />
- Interleuquina 17 (Il-17, por las células T)<br />
- Quimoquina (C-C mo- tif) CCL13<br />
- C3M, C1M (marcador de recambio de colágeno)<br />
- Hialuronato sérico<br />
- Endostatina (marcador angiogénico)<br />
La endostatina es un inhibidor angiogénico que<br />
interfiere con la acción proangiogénica de factores<br />
de crecimiento tales como: el factor de crecimiento<br />
de fibroblastos básico (bFGF/FGF-2) y el factor de<br />
14<br />
crecimiento endotelial vascular (VEGF).<br />
ENDOTIPO ÓSEO (REMODELACIÓN ÓSEA Y<br />
OSTEOFITOS)<br />
Los autores enfatizan en el papel del hueso<br />
subcondral en la patogénesis de la OA. El<br />
i n t e r c a m b i o h u e s o - c a r t í l a g o i n v o l u c r a<br />
biomarcadores, y la señalización bioquímica y<br />
biomecánica entre los compartimientos tisulares es<br />
15<br />
crucial en la progresión de la enfermedad.<br />
El desarrollo de osteofitos también es importante en<br />
la génesis del dolor en estadios tardíos de la<br />
enfermedad, porque, aunque no lo causan<br />
directamente, son marcadores para generadores<br />
de dolor y desarrollo de OA, con lo cual pueden ser<br />
blanco para el manejo del dolor y retardo de la<br />
progresión de la enfermedad. La remodelación<br />
ósea es un proceso dinámico donde hay un<br />
b a l a n c e e n t r e l a r e a b s o r c i ó n d e h u e s o<br />
(osteoclastos) y la formación del mismo<br />
(osteoblastos). Los cambios moleculares y<br />
estructurales del hueso subcondral están<br />
asociados con un incremento de vascularización,<br />
lesiones de la medula ósea y aumento de<br />
microfracturas; todo esto conduce a un incremento<br />
sustancial del remodelado óseo y del recambio<br />
16<br />
tisular.<br />
Existen diferentes marcadores que permiten medir<br />
el recambio tisular de la matriz ósea. Según<br />
Huebner y col, el telopéptido terminal-C del<br />
colágeno I (CTX-I) mide la degradación del<br />
colágeno tipo I por la cisteína proteasa catepsina K,<br />
secretada por los osteoclastos durante la<br />
reabsorción ósea. En estudios longitudinales en<br />
pacientes con OA sintomática y radiológica, el CTX<br />
alfa (forma isomérica del CTX-1) se asoció con<br />
incremento del recambio óseo medido por<br />
gammagrafía ósea, y con progresión de la OA<br />
b a s a d a e n p u n t u a c i ó n d e o s t e o fi t o s y<br />
17<br />
estrechamiento del espacio articular.<br />
Se ha propuesto apuntar a la interfase cartílagohueso<br />
como blanco para el desarrollo de<br />
tratamientos farmacológicos y biológicos<br />
16<br />
novedosos de la OA. Además, los marcadores<br />
bioquímicos que pueden medir estos cambios en<br />
forma dinámica pueden ser útiles para el desarrollo<br />
de fármacos para esta enfermedad.<br />
ENDOTIPO DE SÍNDROME METABÓLICO<br />
No existe consenso respecto a la definición de<br />
Síndrome Metabólico asociado a OA (SMet-OA).<br />
En 2016, Le Clanche y colaboradores propusieron<br />
definirlo como aquel que se observa en pacientes<br />
entre 45 y 65 años de edad con OA generalizada y<br />
al menos un componente de SMet, sobrepeso u<br />
18<br />
obesidad.<br />
En 2018, Dell'Isola y Steultjens propusieron la<br />
siguiente definición: OA de rodilla en pacientes con<br />
Diabetes Mellitus y obesidad, sin considerar<br />
hipertensión arterial.19 Por su parte, van der Esch y<br />
col identificaron cinco subtipos de pacientes con<br />
OA de rodilla y “fenotipo de obesidad” que<br />
20<br />
corresponde a SMet-OA.<br />
Esta revisión evidencia varios factores metabólicos<br />
que contribuyen a la patogénesis de la OA:<br />
toxicidad por lípidos, resistencia a la insulina,<br />
adipoquinas e inflamación sistémica de bajo grado.<br />
Estos factores disparan la “metainflamación” que es<br />
una subclase de inflamación que comprende<br />
muchas moléculas y señalizaciones similares a la<br />
inflamación clásica, y que es iniciada por factores<br />
2 1<br />
propios de enfermedades metabólicas. La<br />
metainflamación inducida por lípidos, citoquinas,<br />
adipoquinas y vitamina D ha sido implicada en la<br />
patogénesis de la OA.<br />
El aumento del tejido adiposo en pacientes con<br />
sobrepeso y obesos con OA resulta en un<br />
incremento del nivel de adipoquinas circulantes, las<br />
cuales juegan un papel directo en la degradación<br />
articular. Las adipoquinas: leptina, resistina,<br />
visfatina y adiponectina, se han encontrado en<br />
concentraciones elevadas en el plasma y líquido<br />
Novedades en patología osteomioarticular
sinovial en pacientes con OA en comparación con<br />
controles. Los productos de glicación avanzada<br />
(AGE -siglas en inglés-) asociadas a hiperglicemia<br />
se acumulan en el músculo y tejido conectivo e<br />
interaccionan con proteínas blanco. La glicación no<br />
enzimática del colágeno resulta en fortalecimiento<br />
de su papel patológico en OA. El AGE pentosidina<br />
se ha encontrado en el líquido sinovial, suero y<br />
22<br />
cartílago de pacientes con OA.<br />
Por último, hacen referencia a una aproximación<br />
diferente al fenotipo de síndrome metabólico, que<br />
se relaciona con tecnologías ómicas, tales como<br />
las metabolómicas. Un estudio identificó tres<br />
subcategorías metabólicamente diferentes de<br />
endotipos de OA de rodilla que difieren en niveles<br />
d e l í q u i d o s i n o v i a l d e a c i l c a r n i t i n a s ,<br />
glicerolfosfolípidos, esfingolípidos y una amina<br />
2 3<br />
b i o g é n i c a . S i n e m b a r g o , l o s s u b t i p o s<br />
identificados en este estudio, no coinciden con los<br />
factores de riesgo clásicos de OA (edad y género,<br />
por ejemplo) o con componentes del síndrome<br />
metabólico (hipertensión y Diabetes Mellitus), por<br />
tanto, las potenciales consecuencias clínicas de<br />
estos hallazgos están por establecerse.<br />
FENOTIPO RELACIONADO<br />
ENVEJECIMIENTO<br />
Es bien conocida la relación existente entre<br />
longevidad de los mamíferos y la tasa del<br />
envejecimiento del colágeno, expresada con el<br />
progresivo incremento del endurecimiento de los<br />
tejidos ricos en colágeno como: arterias, pulmones<br />
y cartílago articular. Durante el envejecimiento, en la<br />
MEC se observa disminución de la solubilidad y<br />
digestibilidad proteolítica. Se ha demostrado una<br />
relación entre una acumulación de pentosidina y el<br />
24<br />
envejecimiento de la MEC humana.<br />
Se ha encontrado que la severidad de OA asociada<br />
a la edad depende del incremento de aminoácidos<br />
glicosilados, oxidados y nitrados. Adicionalmente,<br />
g l u c o s e p a n o y d i t i r o s i n a a u m e n t a n<br />
progresivamente con la edad y se observan en el<br />
avance de la OA. Se ha descrito que el<br />
glucosepano tiene el mayor vínculo con el<br />
envejecimiento de la MEC, también se relaciona<br />
con las modificaciones del colágeno en la diabetes,<br />
y potencialmente, con las alteraciones hormonales<br />
25<br />
relacionadas con la edad.<br />
La modificación de la secreción de citoquinas por<br />
las células envejecidas impacta al sistema inmune y<br />
su respuesta a trauma tisular articular, así como las<br />
interacciones entre esas células y el ambiente<br />
tisular local26. También se enfatiza en que existe<br />
una intersección entre el endotipos OA senescente<br />
y otros endotipos, incluyendo el metabólico y el<br />
inflamatorio.<br />
CONCLUSIÓN<br />
Mobasheri y col consideran que la OA es una<br />
enfermedad heterogénea con causas múltiples y<br />
con sus correspondientes endotipos y fenotipos<br />
clínicos. Afirman que el avance en el campo de la<br />
OA requiere aclarar el significado de los endotipos<br />
moleculares y los fenotipos clínicos, lo que además<br />
evita confusiones en la literatura médica.<br />
Enfatizan que se requiere el desarrollo de nuevos<br />
marcadores que permitan estratificar a los<br />
pacientes, con lo cual será posible el desarrollo de<br />
medidas preventivas y terapéuticas efectivas.<br />
Señalan que los pasos para avanzar en este sentido<br />
son:<br />
1.- Trasladar el estudio de la OA a un nivel<br />
molecular y preradiológico o radiológico<br />
temprano, ya que la capacidad de distinguir<br />
e n t r e e n d o t i p o s m o l e c u l a r e s y s u<br />
correspondiente fenotipo clínico puede ser<br />
más fácil en estadios tempranos de la<br />
enfermedad, antes de que todos los fenotipos<br />
coincidan en una vía final común.<br />
2.- Se deben probar los biomarcadores en la<br />
diferenciación entre subtipos de pacientes con<br />
OA, y que no se mantengan solo para asociar<br />
parámetros con un grupo o durante la<br />
comparación con los controles.<br />
3.- Técnicas novedosas (ej. técnicas ómicas)<br />
pueden ser particularmente útiles en la<br />
investigación del fenotipo de la OA, porque<br />
analizan un panel de marcadores en lugar de<br />
uno o pocos.<br />
4.- Es posible plantear la hipótesis de que los<br />
marcadores bioquímicos locales (ej. líquido<br />
sinovial) podrían distinguir mejor entre los<br />
endotipos moleculares, porque a diferencia de<br />
l o s d e o r i g e n s i s t é m i c o ( i n c l u y e n d o<br />
comorbilidades), causan menor interferencia.<br />
OSTEO<br />
360<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
09
En resumen, los autores afirman que el progreso en<br />
el campo de endotipos y fenotipos de OA es<br />
importante para el diseño de tratamientos<br />
efectivos, estratificados, tomando en cuenta el<br />
impacto que la OA posee en el individuo y la<br />
sociedad en el mundo entero.<br />
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OSTEO<br />
360<br />
10<br />
Novedades en patología osteomioarticular
El sulfato de<br />
Glucosamina puede ser<br />
el mejor tratamiento a<br />
largo plazo para la<br />
Osteoartritis de rodilla<br />
Gregori D, Giacovelli G, Minto C, Barbetta B, Gualtieri F, Azzolina D, et al. Association of Pharmacological<br />
Treatments With Long-term Pain Control in Patients With Knee Osteoarthritis. A Systematic Review and Metaanalysis<br />
JAMA. 2018; 320(24):2564-2579.<br />
Las recomendaciones sobre el manejo de<br />
Osteoartritis de rodilla están limitadas, debido a<br />
que, siendo una enfermedad crónica y progresiva,<br />
la mayoría de los estudios realizados son a corto<br />
plazo.<br />
Con el objetivo de analizar estudios clínicos<br />
aleatorizados, a largo plazo (> 12 meses) y<br />
desenlaces (síntomas, daño estructural) con<br />
medicamentos para Osteoartritis de rodilla, Gregori<br />
y colaboradores realizaron esta revisión sistemática<br />
y metanálisis. Investigaron en las bases de datos de<br />
MEDLINE, Scopus, EMBASE, Web of Science y<br />
Cochrane desde el inicio hasta el 30 de junio del<br />
2018. El desenlace primario fue el cambio medio<br />
del dolor basal de rodilla, y los secundarios fueron<br />
función física y la estructura articular (medida<br />
radiológicamente por estrechamiento del espacio<br />
articular).<br />
En este estudio el único medicamento que reportó<br />
mantener la mejoría significativa del dolor fue<br />
Glucosamina sulfato, al analizar la data utilizando la<br />
diferencia de media en una escala de 0 a 100 y al<br />
excluir los ensayos con alto riesgo de sesgo.<br />
La Osteoartritis (OA) causa discapacidad y es una de la<br />
enfermedades crónicas más prevalentes en el mundo<br />
entero. Para que su tratamiento sea eficaz se requieren<br />
estrategias de largo plazo, tanto para aliviar los<br />
síntomas (dolor y limitación de la función) como para<br />
intervenir sobre los cambios en la estructura articular<br />
1<br />
que conducen a discapacidad . Las revisiones sobre la<br />
eficacia del tratamiento en OA enfatizan en el control del<br />
dolor a corto plazo, y con frecuencia no toman en<br />
2,3<br />
cuenta los desenlaces a largo plazo . Es por ello, que<br />
Gregori y col se fijaron como objetivo de esta revisión<br />
sistemática y metanálisis estudiar los desenlaces a<br />
largo plazo de los medicamentos para OA de rodilla.<br />
Seleccionaron esta articulación por ser la localización<br />
de OA más prevalente en miembros inferiores y la que<br />
más frecuentemente conlleva a discapacidad. Para la<br />
apreciación de la evidencia, los autores realizaron un<br />
metanálisis en red, que permite sintetizar directa e<br />
indirectamente los ensayos clínicos que comparan<br />
múltiples intervenciones; así compararon todos los<br />
medicamentos disponibles para OA de rodilla contra<br />
placebo y entre ellos, a pesar de la escasez de<br />
comparación cabeza a cabeza.<br />
Incluyeron Estudios Clínicos Aleatorizados (ECA)<br />
placebo-controlados y aquellos que compararon<br />
intervenciones farmacológicas con cualquier principio<br />
activo para OA de rodilla, solos o en combinación.<br />
Seleccionaron los ECA cuyo período de tratamiento y<br />
seguimiento fuera mayor de un año, con al menos uno<br />
de los siguientes desenlaces: dolor en rodilla, función<br />
física y Estrechamiento del Espacio Articular (EEA). El<br />
desenlace primario fue cambios en la media de la<br />
comparación entre la línea basal y el punto final (³12<br />
meses) del dolor de rodilla; los desenlaces secundarios<br />
fueron cambios en la función física y en la estructura<br />
articular.<br />
El análisis principal fue realizado en todos los ECA<br />
seleccionados utilizando la medida de la Diferencia de<br />
Medias Estandarizada (DME) con un Intervalo de<br />
credibilidad (ICr) de 95 %. Usaron la DME como el<br />
tamaño del efecto, entre grupo experimental y control:<br />
pequeña diferencia 0,20, mediana diferencia 0,50 y<br />
4<br />
0,8 como una gran diferencia.<br />
OSTEO<br />
360<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
11
Los autores reportan que, de los 8.166 registros<br />
recuperados de las bases de datos investigadas, sólo<br />
47 (N= 22.037) cumplieron con los criterios de inclusión.<br />
Indican que estudiaron 33 tratamientos farmacológicos<br />
(Tabla 1), con un rango de duración de 1 a 4 años, de los<br />
cuales en 31 analizaron el manejo del dolor, en 13 la<br />
función física y en 16 la estructura articular.<br />
Evaluaron 14 ensayos con Antinflamatorios No<br />
Esteroideos (AINES), en su mayoría fueron<br />
comparaciones cabeza a cabeza, algunos fueron<br />
contra placebo o con otros tipos de fármacos. El<br />
AINES más frecuentemente estudiado fue diclofenac<br />
(5 estudios), seguido por naproxeno y celecoxib (4<br />
estudios), rofecoxib (2), etoricoxib (2) y de los AINES<br />
restantes un estudio de cada uno.<br />
Los corticoesteroides intrarticulares fueron analizados<br />
en 4 estudios (2 con triamcinolona, 1 con<br />
betametasona y 1 con metilprednisolona), y<br />
combinados con ácido hialurónico en 3 ensayos. El<br />
tratamiento que mayor cantidad de investigaciones<br />
tuvo fue el ácido hialurónico, con 12 ensayos clínicos.<br />
De los agentes activos en hueso, incluyeron<br />
antirresortivos (bifosfonatos en 4 estudios,<br />
risendronato en 3 y ácido zolendrónico en 1) y<br />
formadores de hueso (ranelato de estroncio).<br />
Las drogas de acción lenta para el alivio de los<br />
síntomas de OA (SySADOA -siglas en inglés-)<br />
estuvieron representadas por: diacereína (1 ensayo),<br />
condroitin sulfato (8 estudios), sulfato de Glucosamina<br />
(sólo 2 ensayos de productos aprobados para su<br />
5<br />
prescripción en Europa y Asia ), Glucosamina<br />
hidrocloruro (4 ensayos formulados con o sin sulfato de<br />
sodio e identificados como glucosaminas); esta<br />
distinción entre sulfato de Glucosamina y otras<br />
glucosaminas es necesaria, debido a que tienen<br />
6<br />
diferencias moleculares , además Gregori y<br />
colaboradores indicaron que en metanálisis previos se<br />
encontraron diferencias entre el sulfato de<br />
Glucosamina de grado de prescripción y otras<br />
7,8<br />
glucosaminas .<br />
En cuanto a condroitin, también está disponible como una<br />
droga de prescripción (grado de prescripción) y como<br />
suplemento dietético de bajo grado de calidad. El<br />
condroitin de grado de prescripción fue analizado en 7 de<br />
los 8 ensayos considerados en este análisis. Se incluyeron<br />
3 estudios que combinaron Glucosamina y condroitin.<br />
Analizaron un ensayo para cada uno de los siguientes<br />
agentes putativos modificadores de la enfermedad:<br />
doxiciclina, cindunistat, esprifermina y el inhibidor de<br />
las metaloproteinasas de la matriz PG-116800.<br />
De los 47 ECA incluidos, 32 fueron controlados con<br />
placebo. Las características demográficas y clínicas<br />
de los pacientes incluidos reflejan a la población típica<br />
con OA de rodilla (entre 50 y 70 años de edad, 70 %<br />
mujeres); un Índice de Masa Corporal (IMC) en el rango<br />
de sobrepeso y obesidad (IMC entre 27 y 30), y una<br />
media de duración de la enfermedad entre 2 y 11 años.<br />
La severidad de la enfermedad medida por el grado<br />
radiológico de Kellgren y Lawrence fue entre 2 y 3. En<br />
35 de los 47 estudios (53 %) se incluyeron más de 100<br />
participantes por grupo; el 70 % eran de alta calidad y el<br />
30 % (14) tuvo alto riesgo de sesgo. Realizaron una<br />
síntesis cuantitativa por metanálisis en red que<br />
demostró que los ensayos eran comparables en<br />
diseño, medidas de desenlace, pacientes y criterios<br />
de inclusión/exclusión.<br />
En la evidencia analizada hubo 31 intervenciones<br />
farmacológicas y 42 estudios que evaluaron el dolor;<br />
en el 64 % la escala de medición fue WOMAC dolor, en<br />
el 17 % la escala visual análoga (VAS -siglas en inglés-)<br />
y 19 % otras VAS. Los autores no encontraron<br />
asociación con disminución del dolor en 29 de los 31<br />
tratamientos estudiados, se observó solo con el AINES<br />
Tabla 1. Tratamiento farmacológico por clases terapéuticas, elegidos para inclusión en el Network Metanálisis<br />
Analgésico<br />
Antioxidante<br />
Agentes de<br />
acción<br />
sobre el hueso<br />
Medicamentos<br />
inyectados<br />
intrarticulares<br />
Antiinflamatorios<br />
no esteroideos<br />
Drogas de<br />
acción lenta<br />
para síntomas<br />
de OA<br />
Agentes<br />
modificadores<br />
de enfermedad<br />
putativos<br />
OSTEO<br />
360<br />
Acetaminofen<br />
(paracetamol)<br />
Vitamina E<br />
Calcitonina<br />
Risedronato<br />
Ranelato de<br />
estroncio<br />
Vitamina D<br />
Ácido Zoledrónico<br />
Ácido hialurónico<br />
Betametasona<br />
Metilprednisolona<br />
Triamcinolona<br />
Ácido hialurónico +<br />
betametasona<br />
Ácido hialurónico +<br />
metilprednisolona<br />
Ácido hialurónico +<br />
triamcinolona<br />
Celecoxib<br />
Diclofenac<br />
Etofenamato<br />
Etoricoxib<br />
Indometacina<br />
Licofelona<br />
Naproxeno<br />
Nimesulide<br />
Rofecoxib<br />
Ácido tiaprofénico<br />
Condroitin sufalto<br />
Diacerina<br />
Sulfato de<br />
Glucosamina<br />
(producto solo con<br />
prescripción)<br />
Glucosaminas<br />
(glucosamina<br />
hidrocloruro con o sin<br />
sulfato sódico)<br />
Glucosaminas más<br />
condroitin sulfato<br />
Cindunistat<br />
Doxiciclina<br />
Inhibidores de las<br />
metaloproteinasas<br />
de la matriz<br />
Esprifermina<br />
12<br />
Novedades en patología osteomioarticular
celecoxib (DME 1,18 [95 % ICr -0,35 a -0,01]) y con el<br />
SySADOA sulfato de glucosamina (DME 0,29 [95 % ICr<br />
-0,49 a -0,09); al excluir los estudios con alto riesgo de<br />
sesgo, se perdió la asociación entre celecoxib y<br />
disminución del dolor, pero se mantuvo la de suflfato de<br />
Glucosamina.<br />
Según Gregori et al, entre los estudios de alta<br />
calidad, el sulfato de Glucosamina mostró la<br />
mayor probabilidad de ser el mejor tratamiento<br />
a largo plazo.<br />
La inyección intrarticular de la combinación de ácido<br />
hialurónico y triamcinolona también demostró ser<br />
efectiva, aunque este resultado fue limitado por la<br />
amplitud del ICr de 95 %.<br />
Los autores también reportan que, en los estudios de<br />
alta calidad, se observó mejoría del dolor con sulfato de<br />
Glucosamina en comparación con algunos AINES<br />
(diclofenaco y rofecoxib) y otros compuestos<br />
(condroitin sulfato).<br />
Respecto a la asociación de eficacia a largo plazo en<br />
comparación con placebo, como desenlace<br />
secundario, reportan que fue limitada debido a una<br />
considerable incertidumbre.<br />
La función física se analizó en 13 tratamientos<br />
farmacológicos. Al compararse con placebo, el sulfato<br />
de Glucosamina se asoció con una mejoría significativa<br />
de la función física (DEM −0,32 [95% ICr −0,52 a<br />
−0,12]); ningún otro tratamiento se asoció con mejoría<br />
significativa de esta función.<br />
Los cambios en la estructura articular se analizaron con<br />
16 tratamientos; en 3 se observó una asociación con<br />
mejoría del EEA estadísticamente significativa en<br />
comparación con placebo:<br />
· Glucosamina sulfato: DME 0,42 /95% ICr −0,65 a −0,19;<br />
diferencia media: 0,27mm 95% ICr -0,12 a 0,42 mm<br />
· Condroitin sulfato: DME, 0,20/95% ICr −0,31 a −0,07;<br />
diferencia media: 0.16 mm 95% ICr 0,07 a 0,25 mm)<br />
· Ranelato de estroncio: DME 0,20/95% ICr −0,36 a −0,05;<br />
diferencia media: 0,12 mm 95% ICr 0,01 a 0,23 mm.<br />
El sulfato de Glucosamina fue el tratamiento con mayor<br />
probabilidad de mejorar la función física en OA de<br />
rodilla, tanto al ser comparado con placebo como con<br />
otras glucosaminas y combinado con condroitin<br />
sulfato.<br />
Para el desenlace de EEA, el sulfato de Glucosamina<br />
también reportó la mayor probabilidad de ser el mejor<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
tratamiento y se asoció con mejoría del EEA en<br />
comparación con muchos otros tratamientos, seguido<br />
por condroitin sulfato y ranelato de estroncio. Los autores<br />
acotan que estos resultados fueron similares después<br />
de excluir los estudios con alto riesgo de sesgo.<br />
DISCUSIÓN<br />
Gregori y colaboradores afirman que en esta revisión<br />
sistemática y metanálisis en red de estudios a largo<br />
plazo, el sulfato de Glucosamina y celecoxib fueron los<br />
dos tratamientos con mayor asociación a mejoría del<br />
dolor, aunque con celecoxib fue menor y no se<br />
observó en el subgrupo de estudios de alta calidad. El<br />
sulfato de Glucosamina también se asoció<br />
consistentemente con mejoría de la función física y de<br />
la estructura ósea.<br />
Según esta investigación, los AINES son los<br />
9<br />
medicamentos más ampliamente usados para la OA y<br />
en los ECA incluidos se asociaron a un moderado<br />
efecto sobre el dolor en comparación con placebo o<br />
10,11<br />
acetaminofen en 12 semanas o menos . Acotan<br />
que las guías internacionales recomiendan el uso de<br />
AINES por corto tiempo y en forma intermitente debido<br />
2,3,12<br />
a su perfil de seguridad.<br />
En cuanto a los inhibidores selectivos de COX-2<br />
indican que se asocian con una mejor tolerabilidad<br />
gastrointestinal a largo plazo en comparación con los<br />
13<br />
AINES no selectivos . En vista de estos resultados y su<br />
seguridad en comparación con placebo, recomiendan<br />
el uso de cualquier AINES por corto tiempo y en forma<br />
intermitente; además, ninguno reportó asociación con<br />
mejoría del EEA.<br />
El sulfato de Glucosamina se asoció consistentemente<br />
con mejoría del dolor, la función física y del EEA, con un<br />
tamaño del efecto moderado. Otras glucosaminas no<br />
se asociaron con ningún beneficio y estos hallazgos<br />
son consistentes con otros metanálisis que han<br />
7,8,14<br />
incluido principalmente estudios a corto plazo.<br />
Los autores indican que la combinación de inyecciones<br />
de Ácido Hialurónico Intrarticular (AH IA) y corticoesteroides<br />
IA reportó un beneficio moderado. Hicieron referencia a<br />
metanálisis previos en los que se compararon<br />
corticoesteroides IA con AH IA y determinaron que los<br />
corticoesteroides brindan mayor beneficio en las primeras<br />
semanas de tratamiento, mientras que el AH IA es mejor a<br />
15<br />
los 3 a 6 meses siguientes. Los corticoesteroides IA se<br />
aplican comúnmente en las exacerbaciones agudas de<br />
OA de rodilla.<br />
Respecto al acetaminofén, comentan que es un<br />
analgésico económico, con resultados positivos en el<br />
alivio del dolor a corto plazo, pero en este estudio no se<br />
OSTEO<br />
360<br />
13
asoció con mejoría a largo plazo. Las guías de<br />
prácticas actuales lo recomiendan en primera línea en<br />
3,12<br />
el manejo del dolor leve antes que los AINES.<br />
En el análisis secundario, el sulfato de glucosamina fue<br />
asociado con mejoría de EEA, seguido por condroitin<br />
sulfato y ranelato de estroncio. Un grupo de trabajo<br />
internacional ha recomendado el uso de sulfato de<br />
Glucosamina o condroitin de grado de prescripción<br />
como la primera línea de manejo farmacológico de la OA<br />
12<br />
de rodilla . En esta revisión no hubo asociación entre el<br />
uso de condroitin y mejoría de los síntomas a largo plazo.<br />
El ranelato de estroncio está aprobado solo en Europa<br />
para el tratamiento de la osteoporosis, con restricciones<br />
debido a su seguridad cardiovascular. Los agentes que<br />
actúan sobre el hueso han sido probados en OA, por su<br />
potencial beneficio sobre el recambio del hueso<br />
16<br />
subcondral . Sin embargo, ninguno de los otros<br />
agentes que actúan sobre el hueso ha mostrado<br />
asociación con mejoría del EEA. Esto también se<br />
observó con otros medicamentos, incluso con los<br />
agentes putativos modificadores de la enfermedad.<br />
Acotaron que los datos sobre esprifermina deben ser<br />
considerados con precaución debido a que este<br />
compuesto se encuentra en fase experimental, y su<br />
potencial se basa en Imágenes de Resonancia<br />
Magnética (IRM).<br />
Comentaron que probablemente en futuros estudios la<br />
detección de cambios estructurales en OA se realice<br />
con IRM, pues las medidas radiológicas del EEA son<br />
limitadas y hay controversias sobre su significado entre la<br />
comunidad científica.<br />
LIMITACIONES<br />
1.- Gran incertidumbre relacionada con todas las<br />
estimaciones.<br />
2.- Solo 13 de los 33 tratamientos fueron evaluados<br />
por dos o más estudios, y hubo relativamente<br />
pocas comparaciones directas.<br />
3.- Menos del 60 % de los estudios tenían más de<br />
100 participantes por grupo, lo cual introduce un<br />
sesgo debido al pequeño tamaño del efecto.<br />
4.- El 30 % de los estudios tuvieron baja calidad<br />
metodológica y alto riesgo de sesgo.<br />
5.- Los datos fueron agrupados de acuerdo al mayor<br />
tiempo de seguimiento, de al menos 12 meses.<br />
Sin embargo, evidencia de algunos estudios<br />
incluidos que tenían mediciones posteriores,<br />
mostraron una estabilización del dolor después de<br />
los 12 meses. Por lo tanto, parece razonable<br />
combinar datos independientemente de la<br />
duración del estudio después de los 12 meses.<br />
6.- La ausencia de desenlaces de seguridad, de<br />
tratamientos no farmacológicos e intervenciones<br />
basadas en procedimientos.<br />
Los autores concluyen que es necesario realizar ECA a<br />
largo plazo que permitan aclarar la incertidumbre<br />
respecto a la eficacia del tratamiento de la OA de rodilla.<br />
OSTEO<br />
360<br />
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Novedades en patología osteomioarticular
Actualización del algoritmo ESCEO del tratamiento<br />
por pasos para la Osteoartritis de Rodilla<br />
Bruyère O et al. Semin Arthritis Rheum April 2019, in press<br />
Principio Básico y Conjunto Fundamental<br />
Combinación de modalidades de tratamiento, incluyendo terapias no farmacológicas<br />
y farmacológicas está recomendado fuertemente<br />
Conjunto fundamental: Información/Educación<br />
Pérdida de peso si hay sobrepeso<br />
Programa de ejercicio (aeróbico, fortalecimiento o ejercicios contra resistencia)<br />
PASO 1: Tratamiento de respaldo<br />
Si hay síntomas<br />
SYSADOA* Crónico: prescripción de Sulfato de<br />
Glucosamina y/o Condroitin Sulfato<br />
±cuando sea necesario paracetamol<br />
Si todavía hay síntomas SUMAR<br />
AINES tópico<br />
*SYSADOA: drogas de acción lenta para síntomas de Osteoartritis<br />
Referir a Terapia Física para:si es necesario<br />
(para controlar malalineación)<br />
Rodilleras / Plantilas<br />
Si todavía hay síntomas ADICIONAR en cualquier momento<br />
Ayudas para caminar (bastón, andadera, muletas)<br />
Agentes Térmicos (frío, calor)<br />
Mecanoterapia o Terapia Manual<br />
(flexibilidad, movilización, fortalecimiento)<br />
Vendaje con tape<br />
Hidroterapia o ejercicio acuático<br />
TaiChi<br />
PASO 2: Manejo farmacológico avanzado en pacientes con síntomas persistentes<br />
Riesgo GI Normal<br />
AINES no selectivo + IBP<br />
AINES Cox-2 selectivo<br />
(preferible + IBP)<br />
Si todavía hay o son más severos los síntomas<br />
AINES orales intermitentes o en ciclos más largos<br />
Riesgo GI Aumentado* Riesgo CV Aumentado<br />
Preferir AINES Cox-2 Limitar uso de AINES<br />
selectivo + IBP<br />
Duración del tratamiento:<br />
Atento a complicaciones < 30 días para Cox-2, y<br />
con cualquier AINES < 7 días para AINES no<br />
selectivo<br />
Riesgo Renal Aumentado<br />
Evitar AINES †<br />
* Incluyendo uso de aspirina a baja dosis / † Con Tasa de filtración glomerular
Tratamiento<br />
farmacológico del dolor<br />
en Osteoartritis: Una<br />
revisión descriptiva<br />
Majeed MH, Sherazi SAA, Bacon D, Bajwa ZH. Pharmacological Treatment of Pain in Osteoarthritis:<br />
A Descriptive Review. Current Rheumatology Reports. 2018; 20:88.<br />
OSTEO<br />
360<br />
16<br />
Esta revisión discute el estado actual del<br />
conocimiento sobre el manejo del dolor en<br />
Osteoartritis, con foco en el tratamiento<br />
farmacológico; incluye drogas antinflamatorias,<br />
acetaminofén, agentes modificadores de la<br />
enfermedad, anticuerpos monoclonales y otros<br />
agentes novedosos. El objetivo de los autores fue<br />
brindar información de utilidad a los clínicos<br />
respecto a la efectividad de las diferentes<br />
modalidades farmacológicas, que les permita<br />
tomar la mejor decisión al momento de seleccionar<br />
la terapia para estos pacientes.<br />
Con base en estudios recientes sobre la génesis y<br />
mecanismos de acción de la Osteoartritis (OA), Majeed<br />
y colaboradores plantean que la naturaleza de la<br />
experiencia dolorosa de esta enfermedad es tanto<br />
periférica como central; se origina en las vías<br />
nociceptivas inflamatorias y aumenta debido a la<br />
sensibilización central. Los nociceptores de las<br />
articulaciones son estimulados por la inflamación local,<br />
las lesiones de la médula ósea, la neovascularización,<br />
los cambios en la estructura ósea como la<br />
remodelación, la generación de nuevos nervios en el<br />
cartílago, los meniscos y por la formación de<br />
1<br />
osteofitos . El proceso inflamatorio incluye sinovitis y<br />
derrame articular, los cuales ocurren antes de las<br />
lesiones estructurales de las articulaciones. El<br />
aumento en la producción y la sobrerregulación del<br />
Factor de Crecimiento Nervioso (FCN), el Factor de<br />
Necrosis Tumoral (TNF-) y la proteína C reactiva (PCR)<br />
en la sinovial de una articulación afectada, pueden<br />
2<br />
incrementar la percepción del dolor.<br />
En el Sistema Nervioso Central (SNC) de los pacientes<br />
afectados por OA crónica ocurre una sensibilización al<br />
dolor, lo que conlleva a un incremento de la<br />
sensibilidad al glutamato, así como a la formación de<br />
3<br />
conexiones sinápticas y trasmisiones disfuncionales .<br />
Además, junto con la hiperexcitabilidad, el SNC de los<br />
pacientes con OA experimenta sumación espacial<br />
magnificada. Según un estudio publicado en 2007, la<br />
OA crónica puede afectar al sistema límbico, región<br />
involucrada en el miedo, las emociones y la<br />
4<br />
recompensa . Otros factores que contribuyen a<br />
aumentar la experiencia dolorosa en OA son:<br />
sensibilización periférica y central al dolor con<br />
disfunción de las vías de las señales dolorosas<br />
ascendente y descendente, junto con factores<br />
psicosociales (Figura 1).<br />
En la actualidad se cuenta con una amplia variedad<br />
terapéutica farmacológica y no farmacológica para el<br />
manejo del dolor y la función; además se están<br />
desarrollando e investigando nuevos agentes con<br />
diferentes mecanismos de acción. En vista del<br />
modesto efecto de los medicamentos individuales, es<br />
común que en la práctica se realicen diferentes tipos<br />
5<br />
de combinaciones.<br />
MEDIDAS NO FARMACOLÓGICAS<br />
A partir de las recomendaciones europeas, los autores<br />
indicaron que las medidas no farmacológicas<br />
constituyen la primera línea de tratamiento, antes de la<br />
6<br />
terapia farmacológica y quirúrgica . Entre las mismas,<br />
plantean la importancia de la reducción de peso,<br />
debido a que uno de los factores de riesgo<br />
fuertemente modificables en OA es la obesidad. La<br />
actividad física es beneficiosa para disminuir el dolor e<br />
incrementar la función y flexibilidad de personas con<br />
OA, independiente de la severidad de la enfermedad,<br />
las disciplinas más recomendadas son: ejercicios<br />
aeróbicos, de fortalecimiento, acuáticos de bajo<br />
impacto y Tai Chi. También se señala que la terapia<br />
cognitiva conductual y la terapia basada en<br />
mindfulness disminuyen la percepción del dolor,<br />
incrementa la funcionalidad física y reduce la<br />
discapacidad cuando se usa junto con las otras<br />
terapias.<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Figura 1.<br />
Mecanismos del dolor en OA:<br />
Nociceptivo, neuropático e inflamatorio<br />
Sensibilización Central<br />
Hipersensibilidad al dolor<br />
Mediadores centrales:<br />
Sustancia P, serotonina, glutamato<br />
Activación del sistema tálamo-cortical<br />
Activación amígdala<br />
Reducción de sustancia gris<br />
Sensibilización Periférica<br />
Hiperexcitabilidad neuronal<br />
Mediadores periféricos*<br />
FCN, CGRP, VIP, TRPV1, OR, CCL2, CCR2<br />
Exceso de señales nociceptivas ascendente<br />
Déficit de señales inhibitorias descendentes<br />
Actividad neuronaI espontánea<br />
Disminución del umbral de activación<br />
Expansión del campo receptivo<br />
Daño estructural<br />
Lesión médula ósea<br />
Remodelación hueso<br />
subconcandral<br />
Formación de osteocitos<br />
Inflamación (sinovitis)<br />
Nuevo crecimiento neuronol<br />
(cartílago y meniscos)<br />
Neovascularización<br />
* GNF: factor de crecimiento neuronal, CGRP; péptido relacionado con el gen<br />
de la calcitonina, VIP: péptido intestinal vasoactivo, TRPV1: receptor<br />
vallinoide, OR: receptor de opioides. CCL2 y CCR2: ligando de quimoquinas<br />
MEDIDAS FARMACOLÓGICAS<br />
Majeed y colaboradores presentaron una revision<br />
descriptiva de las opciones farmacológicas<br />
disponibles para los pacientes con OA que fallan con el<br />
abordaje no farmacológico para reducir el dolor y<br />
maximizar la función.<br />
Medicamentos tradicionales<br />
Antinflamatorios No Esteroideos<br />
Los Antinflamatorios No Esteroideos (AINEs) son<br />
indicados con frecuencia en OA, su mecanismo de<br />
acción incluye efectos periféricos y centrales para<br />
tratar el dolor. Desde hace más de 20 años se ha<br />
establecido que aumentan la serotonina a nivel de<br />
SNC e inhiben la actividad de las enzimas<br />
Cicloxigenasas (COX) 1 y 2 a nivel periférico, lo cual<br />
conduce a disminución de la síntesis de<br />
7<br />
prostaglandinas y resulta en analgesia. Se ha<br />
reportado que las presentaciones tópicas y orales son<br />
igualmente efectivas en alivio del dolor en la OA<br />
localizada, tanto en una sola articulación o en<br />
pequeñas articulaciones, con un riesgo limitado de<br />
8<br />
efectos adversos .<br />
El más común es diclofenac tópico, cuya exposición<br />
sistémica es 5 a 17 veces menor a su administración<br />
oral y a pesar de su bajo nivel sérico ha demostrado<br />
una eficacia similar a la presentación oral en el<br />
9<br />
tratamiento del dolor, con un mejor perfil de seguridad.<br />
Algunos metanálisis sobre AINEs en OA de rodilla<br />
reportan un alivio del dolor a corto plazo (2-13<br />
semanas) pero con un tamaño del efecto de pequeño<br />
a moderado, limitado por los efectos adversos, y una<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
revisión de 273 estudios no demostró diferencias en el<br />
8-11<br />
control del dolor entre diferentes AINEs.<br />
Los autores explicaron que en pacientes con OA en<br />
múltiples articulaciones que no respondan con AINEs<br />
tópico es posible indicar el uso oral. Según un<br />
metanálisis publicado en 2017, que evaluó tres<br />
fármacos en diferentes dosis (diclofenac 150 mg/día -<br />
etoricoxib 30 mg/d, 60 mg/d y 90 mg/d - rofecoxib 25<br />
mg/d y 50 mg/d), los más efectivos en OA de cadera y<br />
12<br />
rodilla fueron diclofenac y etoricoxib 60 mg/d.<br />
Comentaron que los AINEs reportan un aumento del<br />
riesgo de complicaciones gastrointestinales y de<br />
eventos cardiovasculares adversos, por lo tanto, se<br />
deben prescribir en la menor dosis efectiva durante el<br />
13,14,15<br />
mínimo tiempo requerido.<br />
Acetaminofén<br />
El acetaminofén ha sido un agente de primera línea en<br />
el tratamiento del dolor leve a moderado en OA. Su<br />
mecanismo de acción incluye acciones periféricas<br />
(inhibición de COX 1 y 2) y estimulación central<br />
independiente de la vía descendente serotoninérgica<br />
neuronal, inhibición de la vía L-arginina/ON,<br />
estimulación del sistema de endocanabinoides y<br />
16<br />
mecanismos antinociceptivos.<br />
Según la evidencia revisada por Majeed et al, los AINEs<br />
son superiores al acetaminofén en aliviar el dolor de<br />
cadera y rodilla en paciente con OA; en una revisión de<br />
Cochrane, el acetaminofén fue inferior a los AINEs en<br />
reducir el dolor y mejorar la función y con ambos se<br />
OSTEO<br />
360<br />
17
OSTEO<br />
360<br />
18<br />
obtuvieron mejores resultados que con placebo. En<br />
cuanto a efectos adversos gastrointestinales, se<br />
observan más con AINEs y se sugiere tener<br />
precaución con la sobresodis, en especial, en<br />
pacientes con daño hepático previo, por lo que la dosis<br />
17,18<br />
máxima recomendada es 3 g/d.<br />
Duloxetina<br />
Duloxetina es un inhibidor de la recaptación de<br />
serotonina y norepinefrina, y un analgésico de acción<br />
central. Está aprobada por la FDA para aliviar el dolor y<br />
mejorar la función en OA; ha demostrado efectividad<br />
como terapia adyuvante a los AINEs orales en OA de<br />
19,20,21<br />
rodilla.<br />
Capsaicina<br />
La capsaicina es un compuesto natural que se<br />
encuentra en el ají (chile), utilizado en forma tópica para<br />
aliviar el dolor. Una revisión de 2018 reportó que su<br />
eficacia en el alivio del dolor en OA es limitada y no<br />
mejora la función; podría ser útil como adyuvante a<br />
otros tratamientos, en especial, en OA de una o pocas<br />
22<br />
articulaciones.<br />
Opioides<br />
Existe controversia respecto al uso crónico de opioides,<br />
debido a su perfil de efectos adversos serios. Su<br />
indicación a largo plazo se limita debido a su riesgo de<br />
causar tolerancia, adicción, sobredosis accidental e<br />
incluso muerte. Se ha observado que pueden asociarse<br />
23<br />
con inducción de hiperalgesia . Pueden prescribirse a<br />
la menor dosis efectiva por la menor duración en<br />
24<br />
pacientes cuidadosamente seleccionados.<br />
TRATAMIENTOS MODIFICADORES<br />
ARTICULARES<br />
Majeed y colaboradores indicaron que las drogas<br />
modificadoras de la OA han mostrado una eficacia<br />
comparable con AINEs y acetaminofen, con una<br />
buena tolerancia en el manejo del dolor; y se<br />
prescriben para intentar frenar o revertir el daño<br />
25<br />
causado por la enfermedad.<br />
Glucosamina y Condroitin<br />
La Glucosamina y el condroitin son sustancias<br />
extraídas de productos animales. Ambos incrementan<br />
26<br />
la síntesis de proteoglicanos en el cartílago articular.<br />
Condroitin, en monoterapia o en combinación con<br />
Glucosamina, ha sido estadísticamente más efectivo<br />
que placebo en aliviar el dolor en un período superior a<br />
27<br />
los 6 meses en pacientes con OA.<br />
En 2016 se publicó un estudio multicéntrico,<br />
aleatorizado y doble ciego, de no inferioridad de<br />
Glucosamina y condroitin sulfato contra celecoxib, en<br />
el cual se reportó una eficacia comparable entre<br />
28<br />
ambos fármacos en dolor severo por OA de rodilla.<br />
Glucosamina más condroitin han demostrado ser<br />
útiles en aliviar el dolor, mejorar la funcionalidad,<br />
aumentar la movilidad y reducir la inflamación de la<br />
articulación, así como contribuir a una reducción<br />
significativa del estrechamiento del espacio articular<br />
29<br />
entre sujetos con OA sintomática de rodilla.<br />
Esteroides Intrarticulares<br />
Varios estudios a corto plazo (2 semanas) con<br />
esteroides intrarticulares han reportado que brindan<br />
una eficacia clínica moderada; sin embargo, no se han<br />
observado beneficios a largo plazo. Un ensayo a dos<br />
años, publicado en 2015, demostró que estos<br />
fármacos causan una pérdida acelerada del cartílago<br />
en OA de rodilla y la mejoría del dolor fue similar a la<br />
administración de solución salina, por lo cual los<br />
autores de esta revisión indican que su uso debe<br />
30<br />
limitarse a las exacerbaciones agudas.<br />
Ácido Hialurónico<br />
El Ácido hialurónico (AH) se produce de manera natural<br />
en el líquido sinovial y su función es absorber el<br />
impacto y lubricar la articulación.<br />
El AH exógeno puede aumentar la síntesis por<br />
condrocitos del AH endógeno y los proteoglicanos; se<br />
considera que por esa vía previene la degradación y<br />
31<br />
promueve la regeneración del cartílago.<br />
Plasma Rico en Plaquetas<br />
El Plasma Rico en Plaquetas (PRP) contiene factores<br />
de crecimientos involucrados en la reparación del<br />
tejido articular. Hay evidencia de que una sola<br />
inyección de PRP puede mejorar la función y calidad<br />
de vida durante 6 meses; es superior a la inyección<br />
32<br />
salina para el dolor, rigidez y medidas de función.<br />
BIOLÓGICOS<br />
Los autores hicieron referencia a que la actualidad se<br />
están investigando agentes biológicos para el<br />
tratamiento de la OA; se trata de proteínas modificadas<br />
genéticamente, que actúan en blancos del sistema<br />
inmune y son muy específicas en la localización de su<br />
acción.<br />
Anticuerpos Monoclonales Anti Factor De<br />
Crecimiento Nervioso<br />
Aunque los anticuerpos monoclonales que inhiben el<br />
FCN han demostrados ser beneficiosos en el<br />
tratamiento del dolor en OA, en 2010 la FDA les colocó<br />
una advertencia, debido a la preocupación sobre su<br />
asociación con OA rápidamente progresiva y<br />
Novedades en patología osteomioarticular
33<br />
osteonecrosis, incluso en articulaciones no blanco.<br />
Luego de una exhaustiva revisión, en 2015 se retiró la<br />
advertencia; se observó que las dosis altas de los anti-<br />
FCN pueden causar parestesias reversibles y<br />
34<br />
disestesias.<br />
El tanezumab es el más estudiado de estos<br />
anticuerpos monoclonales para el tratamiento de OA,<br />
con gran eficacia en el manejo del dolor, en<br />
35<br />
comparación con opioides y AINES . En dos<br />
metanálisis los pacientes tratados con tanezumab<br />
tuvieron mejoría significativamente superior a placebo<br />
36,37<br />
en dolor, estado funcional y apreciación global.<br />
Tanezumab, fulranumab y fasinumab han demostrado<br />
superioridad contra placebo en el tratamiento de OA<br />
34<br />
de cadera y rodilla.<br />
Otros Anticuerpos<br />
Los autores acotaron que, en la actualidad, se están<br />
realizando varios ensayos clínicos para evaluar la<br />
eficacia de una variedad de anticuerpos contra<br />
diferentes citoquinas y factores de crecimientos. Entre<br />
los fármacos en investigación están: adalimumab y<br />
tocilizumab, cuyos blancos son TNF e IL-6,<br />
respectivamente, así como un anticuerpo anti-colonia<br />
38<br />
formadora de granulocitos y macrófagos.<br />
Agentes Novedosos y Futuras Indicaciones<br />
Por último, Majeed y colaboradores comentaron que<br />
se está investigando el papel en el manejo del dolor en<br />
OA de pequeñas moléculas dirigidas a canales iónicos<br />
y receptores acoplados a la proteína G (CPCRs -siglas<br />
39<br />
en inglés-).<br />
Se están desarrollando nuevas drogas dirigidas a<br />
canales de sodio dependientes de voltaje (NaV1.7 y<br />
NaV1.8). Hay estudios iniciales con NaV1.8, ranelato<br />
de estroncio, factor de crecimiento de fibroblastos<br />
humanos 18 (esprifermina) y TRPV1, con resultados<br />
prometedores. Los fármacos con mecanismos de<br />
acción relacionados con receptores canabinoides o<br />
selectivos para receptores opioides también tienen<br />
38<br />
potencial terapéutico.<br />
Además, se está intentando desarrollar medicamentos<br />
para el dolor que brinden analgesia central similar a los<br />
40<br />
opioides, sin el riesgo de uso inadecuado o adicción.<br />
CONCLUSIÓN<br />
Majeed y colaboradores finalizaron acotando que mientras las metas primarias para el tratamiento de la OA son<br />
alivio del dolor, maximización de la función y disminución del daño articular, la mayoría de las terapias disponibles<br />
se centran en el manejo del dolor.<br />
La primera línea terapéutica es no farmacológica y consta de reducción de peso, ejercicio y terapias cognitivas<br />
conductuales. Afirman que si luego de la terapia tópica, el paciente no mejora, el clínico debe indicar la vía oral<br />
con condroitin, Glucosamina, AINES, acetaminofén y/o duloxetina. Los opioides deben considerarse como la<br />
última línea de tratamiento.<br />
Las terapias biológicas (anticuerpos anti FCN y otros agentes novedosos) representan una excitante nueva<br />
frontera en el tratamiento de OA; se requieren evidencias sobre la eficacia en el manejo del dolor de<br />
medicamentos que modifican la estructura (agentes anabólicos y aquellos basados en células madre).<br />
Concluyeron planteando que la comprensión sobre el dolor en OA requiere de mucha más investigación.<br />
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nonhuman primates. Sci Transl Med. 2018;10:eaar3483.<br />
OSTEO<br />
360<br />
20<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Teoría del<br />
Sistema<br />
Nervioso<br />
Central para<br />
la Osteoartritis<br />
Cambios del<br />
sistema simpático<br />
Oportunidades<br />
más allá<br />
de la articulación<br />
Inflamación de<br />
bajo grado<br />
Alteración de la sincronización<br />
(excitatoria/inhibitoria)<br />
Circuitos de retroalimentación<br />
articular propios<br />
Tono simpático desbalanceado:<br />
• Aumento influjo simpático (luchar,<br />
huir)<br />
• Disminución parasimpático (reposo)<br />
• Altera múltiples funciones<br />
corporales<br />
• Hábitos de vida<br />
• Reduce la reserva fisiológica<br />
para responder al estrés<br />
Médula ósea (MO):<br />
• Aumento de la salida de neutrófilos y<br />
monocitos inflamatorios<br />
• Tráfico y proliferación de leucocitos<br />
• Aumento de la respuesta inmune<br />
mediada por células<br />
Aumento de la producción de citoquinas<br />
MCP-1,TNF α, Il-1β, IL-6<br />
Eje Hipotálamo-Hipófisis-Adrenal (HPA)<br />
sobre regulado:<br />
CHR,Vasopresina<br />
Neuronas del núcleo paraventricular de hipotálamo<br />
Metabolismo y<br />
regulación Redox<br />
Microbioma<br />
intestinal<br />
Estado catabólico aberrante del<br />
Condrocito<br />
• Disminución de la producción ATP por<br />
mitocondrias<br />
• Aumento de producción de productos de<br />
glicación avanzados (AGE)<br />
Aumento del estrés oxidativo<br />
Disfunción endotelial<br />
• Aumento de citoquinas inflamatorias<br />
inducidas por Condrocitos<br />
• Catabolismo de la matriz extracelular<br />
(EC), Calcificación de la matriz<br />
• Aumento de la apoptosis de condrocitos<br />
Componentes bacterianos atraviesan<br />
las barreras intestinales<br />
Transfieren información entre:<br />
Intestina-SNC-células inmunesarticulación<br />
Interacción mediada por<br />
receptores:<br />
• Directa de la carga celular al huésped<br />
• Alteración de programa de expresión<br />
genética<br />
Morris Jl et al. The CNS theory of osteoarthritis: Opportunities beyond the joint. Semin Arthritis Rheum. 2019 Mar 16.
Plasma Rico en Plaquetas<br />
versus Ácido Hialurónico<br />
para el tratamiento de<br />
Osteoartritis de rodilla<br />
Resultados a 5 años de un ensayo clínico doble ciego,<br />
aleatorizado y controlado<br />
Di Martino A, Di Matteo B, Papio T, Tentoni F, Selleri F, Cenacchi A, et al: Platelet-Rich Plasma<br />
Versus Hyaluronic Acid Injections for the Treatment of Knee Osteoarthritis. Am J Sports Med 2018.<br />
Doi: 10.1177/0363546518814532<br />
OSTEO<br />
360<br />
22<br />
Se considera que las inyecciones de plasma rico<br />
en plaquetas pueden ser una nueva opción<br />
conservadora en el manejo de la degeneración<br />
de rodilla, para aliviar los síntomas y retardar la<br />
intervención quirúrgica. Aunque en la literatura<br />
actual hay alguna evidencia sobre los beneficios<br />
de esta técnica en comparación con la<br />
viscosuplementación, no se han realizado<br />
estudios que comparen sus efectos a largo<br />
plazo. Di Martino y colaboradores realizaron un<br />
estudio prospectivo, controlado, aelatorizado y<br />
doble ciego, en el que compararon los efectos<br />
clínicos a largo plazo de la inyección intrarticular<br />
de plasma rico en plaquetas y ácido hialurónico<br />
en la enfermedad degenerativa de la rodilla.<br />
Incluyeron 192 pacientes con Osteoartritis<br />
sintomática de rodilla, aleatorizados a recibir tres<br />
inyecciones de alguno de los dos productos; los<br />
evaluaron antes de la primera inyección, a los 2,<br />
6, 12, y 24 meses. El análisis comparativo no<br />
mostró diferencias intergrupales significativas en<br />
ninguna de las puntuaciones clínicas ni en los<br />
puntos de seguimiento; concluyeron que ambos<br />
tratamientos son efectivos en mejorar la función<br />
y los síntomas a largo plazo, y reportaron la<br />
misma duración del efecto.<br />
En vista del incremento del interés observado en la<br />
última década respecto a los productos derivados de<br />
la sangre, así como de la posibilidad de modular el<br />
ambiente intrarticular con productos biológicos, Di<br />
Martino y colaboradores consideraron que la<br />
aplicación racional de Plasma Rico en Plaquetas (PRP)<br />
podría ser una opción para el tratamiento de la<br />
1-3<br />
Osteoartritis (OA).<br />
Aunque no hay recomendaciones establecidas,<br />
muchos clínicos están administrando PRP Intrarticular<br />
(PRP-IA) en vista de los alentadores resultados clínicos<br />
reportados en las evidencias preliminares, como una<br />
opción terapéutica al Ácido Hialurónico (AH) y los<br />
4<br />
corticosteroides.<br />
Con base en el estudio de Filardo (2015), plantearon<br />
que las ventajas teóricas del PRP-IA son: un cóctel de<br />
moléculas bioactivas concentradas, su naturaleza<br />
autóloga y la ausencia de los efectos adversos de<br />
otros fármacos comunes. Luego de los reportes<br />
iniciales, surge la interrogante respecto a la efectividad<br />
real de PRP-IA en el tratamiento de la OA, en<br />
5<br />
comparación con los tratamientos establecidos.<br />
La literatura disponible que consultaron muestra que el<br />
PRP-IA es mejor que placebo, solo ha sido comparado<br />
con corticoesteroides y no se ha documentado su<br />
superioridad frente al AH, que es la molécula más<br />
utilizada para el tratamiento intrarticular de la OA.<br />
Por lo tanto, el objetivo central de este ensayo clínico,<br />
prospectivo, controlado y doble ciego, fue comparar la<br />
inyección de PRP y de AH en el tratamiento de la OA de<br />
rodilla, en términos de beneficios clínicos, duración del<br />
efecto y tasa de reintervención.<br />
Según los autores, así podría comprenderse si la<br />
aproximación biológica provee resultados más a largo<br />
plazo en comparación con la viscosuplementación.<br />
Incluyeron 192 pacientes con:<br />
1.- Rodilla sintomática unilateral con historia de dolor<br />
crónico (al menos 4 meses) o hinchazón<br />
2.- Hallazgos de imágenes de enfermedad<br />
degenerativa articular, condropatía (Kellgren-<br />
Lawrence grado 0, detectada por imágenes de<br />
resonancia magnética) u OA (Kellgren-Lawrence<br />
grado 1-3)<br />
3.- Edad: entre 18 y 80 años<br />
4.- Sin desviación axial mayor (varus > 5°, valgus > 5°)<br />
Novedades en patología osteomioarticular
5.- Sin lesiones osteocondrales o condrales focales<br />
6.- Sin lesiones de rodilla que causen dolor o<br />
hinchazón (ej: lesiones ligamentarias o de<br />
meniscos)<br />
7.- S i n e n f e r m e d a d e s h e m a t o l ó g i c a s ,<br />
cardiovasculares, infecciosas ni inmunosupresión<br />
8.- Niveles de Hb mayores de 11 g/dL y contaje<br />
plaquetario mayor de 150.000/mm<br />
Los distribuyeron al azar en 2 grupos de tratamiento,<br />
que recibieron por 3 semanas PRP-IA rico en<br />
leucocitos o AH de alto peso molecular (>1500 KDa).<br />
Elaboraron el PRP con el método de doble<br />
centrifugación con activación por adición de cloruro de<br />
0,014). En el análisis final se excluyeron 25 pacientes<br />
(14 del AH y 11 del PRP-IA) debido a falta de datos para<br />
la evaluación a largo plazo.<br />
Grupo PRP<br />
Di Martino et al indicaron que el grupo que recibió PRP-<br />
IA presento mejoría significativa en todas las<br />
puntuaciones de los parámetros clínicos. En particular,<br />
el IKDC subjetivo se incrementó de 53,3 ±14,3 a 63,4<br />
± 16,7 a los 2 meses (P < 0,0005) y permaneció<br />
estable por más de 24 meses (Figura 1).<br />
Observaron una significativa reducción en el IKDC<br />
subjetivo luego de los 2 años de evaluación, aunque<br />
100<br />
90<br />
80<br />
70<br />
60<br />
50<br />
40<br />
30<br />
20<br />
10<br />
0<br />
PRP<br />
AH<br />
Basal 2m 6 m 12m 24m Final Basal 2m 6 m 12m 24m Final<br />
Figure 1. International Knee Documentation Committee (IKDC) puntuación subjetiva: tendencia en ambos grupos de tratamiento a nivel basal; 2, 6,<br />
12 y 24 meses, media de 64,3 meses de seguimiento (se muestran valor medio y quartiles). PRP: Plasma Rico en Plaquetas; AH: Ácido Hialurónico.<br />
calcio al 10 %, lo cual permitió un incremento en el<br />
número de plaquetas de una media ± SD de 4,6 ± 1,4<br />
veces comparados con los valores basales, los<br />
leucocitos también estuvieron presentes con una<br />
concentración media de 1,1 ± 0,5 veces comparados<br />
con los valores sanguíneos normales.<br />
Realizaron el seguimiento antes de cada inyección y a<br />
las 2, 6, 12 y 24 meses, con las siguientes<br />
herramientas de evaluación: el índice subjetivo del<br />
International Knee Documentation Committee (IKDC),<br />
la escala visual de calidad de vida (EQ-VAS -siglas en<br />
inglés-) y la puntuación de Tegner.<br />
Los grupos fueron homogéneos en todos los<br />
parámetros excepto en la edad, que fue<br />
significativamente menor en el grupo de PRP-IA (P =<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
fue regresando a la línea basal pretratamiento, lo cual<br />
también detectaron en la puntuación EQ-VAS.<br />
Igualmente, en la puntuación de Tegner, reportaron una<br />
mejoría significativa de los valores pretratamiento (3,0 ±<br />
1,3) y a los 2 meses (3,6 ± 1,4 / P < 0,0005), para<br />
luego de los 24 meses observar un retorno gradual a<br />
los valores basales registrados antes de la inyección.<br />
No documentaron correlación entre el nivel de<br />
degeneración articular o factores demográficos y la<br />
evolución clínica.<br />
Grupo de AH<br />
En el grupo que recibió AH-IA la puntuación subjetiva<br />
de IKDC aumentó de 50,3 ± 13,2 a 64,3 ± 14,7 a los 2<br />
meses (P < 0,0005) y permaneció estable durante los<br />
siguientes 24 meses, luego de lo cual reportaron un<br />
OSTEO<br />
360<br />
23
Novedades en patología steomioarticular<br />
o<br />
OSTEO<br />
360<br />
24<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Figura 2. Curva de Sobrevida del efecto beneficioso debido a los tratamientos infiltrados. (media, 12 meses para Plasma Rico<br />
en Plaquetas (PRP), 9 meses para Acido Hialuronico (AH)). P no significativa.<br />
Sobrevida acumulada<br />
Años<br />
100<br />
90<br />
80<br />
70<br />
60<br />
50<br />
40<br />
30<br />
20<br />
10<br />
0<br />
0 1 2 3 4 5 6 7<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
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Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
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DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demog
Aclararon que, si los tratamientos producen<br />
desenlaces similares a los 6 y 12 meses, no significa<br />
que son iguales, por lo cual se requieren evaluaciones a<br />
largo plazo para comprender si los beneficios son<br />
estables en el tiempo, y así poder disminuir las<br />
reintervenciones, que permitirán reducir el riesgo de<br />
12<br />
posibles secuelas infecciosas.<br />
Di Martino y colaboradores acotan que los hallazgos<br />
reportados en el presente estudio no tienen la fuerza<br />
para considerar que el PRP es superior al AH, dado que<br />
no hubo diferencias estadísticamente significativas<br />
intergrupales en la duración del efecto global ni en las<br />
puntuaciones analizadas.<br />
Señalaron que en los tratamientos con PRP están<br />
involucradas múltiples variables que pueden modificar<br />
las moléculas secretadas e influenciar en el efecto<br />
global sobre la articulación tratada y los beneficios<br />
clínicos. El PRP rico en leucocitos utilizado en este<br />
estudio, el PRP fresco pobre en leucocitos analizado en<br />
otros ensayos, así como el uso de diferentes<br />
protocolos para la activación del PRP y su aplicación,<br />
constituyen características que pueden generar<br />
resultados diferentes.<br />
Basados en algunas investigaciones, acotaron que el<br />
papel de los leucocitos es controversial, ya que algunos<br />
experimientos in vitro han reportado que los leucocitos<br />
estimulan la liberación de moléculas proinflamatorias y<br />
catabólicas que pueden ser dañinas para el ambiente<br />
14,15<br />
intrarticular . Además, los efectos del PRP in vivo<br />
pueden ser menos predecibles que in vitro, el rol de los<br />
componentes celulares requiere investigación y<br />
clarificar su repercusión en los desenlaces clínicos.<br />
También es importante considerar la selección de<br />
pacientes, ya que en este estudio se incluyeron<br />
diferentes grados de degeneración articular, lo que<br />
pudo afectar los resultados, ya que los pacientes con<br />
enfermedad más avanzada tienden a tener menos<br />
beneficios con el tratamiento y menor duración del alivio<br />
de los síntomas.<br />
Afirmaron que esta comparación a largo plazo revela<br />
que el PRP no tiene una clara superioridad sobre el AH.<br />
Se requieren nuevos ensayos para demostrar si otras<br />
formulaciones de PRP pueden producir un resultado<br />
más duradero, los cuales deben ser doble ciegos, con<br />
un tamaño de muestra apropiado y con seguimientos<br />
de al menos 24 meses para apreciar aspectos<br />
fundamentales, tales como, tasa de sobrevida,<br />
duración del efecto y necesidad de reintervención.<br />
Estos pueden ser elementos claves para la selección<br />
del tipo de estrategia inyectable en el tratamiento de los<br />
pacientes con OA.<br />
CONCLUSIONES<br />
Ambos tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado funcional y los síntomas a lo largo del tiempo. El PRP no<br />
proveyó una mejoría clínica global superior en comparación con el AH, en términos de puntuaciones para evaluar<br />
mejorías sintomáticas funcionales, en los diferentes puntos de seguimientos o la duración del efecto.<br />
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