Osteo 360 Número 2, Volumen 1
Novedades en patología osteomioarticular. La Osteoartritis como enfermedad por desajuste evolutivo. Osteoartritis de mano. Dieta y nutrición juegan un rol en la osteoartritis. Algoritmo sobre la decisión de retratar con viscosuplementación a pacientes que sufren de Osteoartritis de rodilla.
Novedades en patología osteomioarticular. La Osteoartritis como enfermedad por desajuste evolutivo. Osteoartritis de mano. Dieta y nutrición juegan un rol en la osteoartritis. Algoritmo sobre la decisión de retratar con viscosuplementación a pacientes que sufren de Osteoartritis de rodilla.
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<strong>Número</strong> 2 / <strong>Volumen</strong> 1 / Mayo-Agosto 2020<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
Novedades<br />
en patología<br />
osteomioarticular<br />
NOTICIAS<br />
La <strong>Osteo</strong>artritis<br />
como enfermedad<br />
por desajuste<br />
evolutivo<br />
<strong>Osteo</strong>artritis de mano<br />
Dieta y nutrición juegan<br />
un rol en la osteoartritis<br />
INFOGRAFÍA<br />
Algoritmo sobre la<br />
decisión de retratar con<br />
viscosuplementación<br />
a pacientes que sufren<br />
de Osteartritis de rodilla
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
CARTA DEL EDITOR<br />
En esta segunda entrega de OSTEO-<strong>360</strong> se presenta una revisión del interesante artículo de<br />
Perspectivas publicado en Nature Review of Rheumatology sobre una hipótesis desarrollada<br />
por Berenbaum y colaboradores. En el mismo exponen las evidencias que sustentan la<br />
posibilidad de que la <strong>Osteo</strong>artritis (OA) sea una enfermedad por desajuste evolutivo, lo que<br />
implica que su aumento en los últimos siglos está relacionado con la imposibilidad del ser<br />
humano de adaptarse a los cambios en la alimentación y la actividad física, asociados a los<br />
tiempos modernos.<br />
Seguidamente, se analiza el artículo de Thomas y colaboradores sobre nutrición y obesidad<br />
en OA; se trata de una revisión sobre la evidencia en cuanto a la etiopatogénesis de la OA en<br />
relación con factores metabólicos y el uso de nutrientes.<br />
En el tercer artículo resume una detallada revisión sobre OA de la mano y presenta una puesta<br />
al día sobre la imagenología y su valor en el diagnóstico y seguimiento de esta patología.<br />
“Avances en el uso de Ácido Hialurónico en el tratamiento de la OA” es la cuarta revisión<br />
realizada por OSTEO<strong>360</strong>, donde se resumen aspectos fisiológicos, mecanismos de acción,<br />
heterogeneidad de los productos e innovaciones de este principio activo. Se complementa<br />
con el algoritmo sobre las recomendaciones de EUROVISCO para el retratamiento con Ácido<br />
Hialurónico en OA.<br />
Finalmente, se exponen las conclusiones del estudio de cohortes sobre los Factores de<br />
Riesgos centrales y periféricos para el dolor de rodilla, en el que se analizan dos cohortes: una<br />
de incidencia y otra de progresión, y se relacionan con la presencia de los factores de riesgo.<br />
Estos resúmenes buscan actualizar la visión sobre el abordaje del paciente con patología<br />
osteomioarticular, con el fin de que los especialistas latinoamericanos brinden a sus<br />
pacientes las estrategias de tratamiento con las más recientes evidencias de efectividad y<br />
seguridad.<br />
Dra. Verónica Liendo-Ocando<br />
Especialista en Medicina Interna y Reumatología<br />
Editora de OSTEO<strong>360</strong>
INDICE<br />
<strong>360</strong><br />
05<br />
La <strong>Osteo</strong>artritis como<br />
enfermedad por desajuste<br />
evolutivo<br />
09<br />
Dieta y nutrición juegan<br />
un rol en la <strong>Osteo</strong>artritis<br />
14<br />
<strong>Osteo</strong>artritis de Mano<br />
19<br />
Avances en Ácido<br />
Hialurónico como tratamiento<br />
para la <strong>Osteo</strong>artritis<br />
23<br />
Algoritmo sobre la decisión de<br />
retratar con viscosuplementación<br />
a pacientes que sufren de<br />
Osteartritis de rodilla<br />
Revista OSTEO<strong>360</strong><br />
Año 1, No 2. 2020<br />
Comité Editorial:<br />
Dra. Verónica Liendo<br />
Dr. Gustavo Nasswetter<br />
Empresa editora:<br />
TIPS Imagen y Comunicación 1967 C.A.<br />
Caracas - Venezuela<br />
24 Factores de riesgo centrales<br />
y periféricos para el dolor<br />
de rodilla<br />
Prohibida la reproducción parcial o<br />
total de los artículos publicados en<br />
OSTEO<strong>360</strong> sin la debida autorización<br />
correo electrónico:<br />
tips@tipsimagen.com
La <strong>Osteo</strong>artritis<br />
como<br />
enfermedad<br />
por desajuste<br />
evolutivo<br />
ARTÍCULO DESTACADO<br />
Revisión narrativa sobre el impacto de los factores ambientales modernos<br />
Berenbaum F, Wallace IJ, Lieberman DE and FelsonDT. Modern- day environmental factors in the pathogenesis<br />
of osteoarthritis. Nat Rev Rheumatol. 2018; 14(11): 674-681.<br />
En este artículo se revisa la evidencia sobre la<br />
<strong>Osteo</strong>artritis (OA) como una enfermedad<br />
producida por un desajuste en la evolución, por lo<br />
cual es más común ahora que en el pasado,<br />
debido a que los genes heredados de las<br />
generaciones previas están inadecuada o<br />
imperfectamente adaptados a las condiciones<br />
ambientales modernas. Los autores se enfocan<br />
en cuatro factores de riesgo ambientales de la<br />
patogénesis de OA: obesidad, síndrome<br />
metabólico, cambios en la dieta e inactividad<br />
física. Debido a que la cura de la OA no existe,<br />
estrategias preventivas cuyos blancos sean<br />
estos factores ambientales modificables son<br />
necesarias para restringir incrementos futuros de<br />
la prevalencia de OA.<br />
La OA es una enfermedad asociada a la edad, es<br />
por ello que el aumento en la expectativa de vida ha<br />
hecho que en la actualidad su prevalencia sea<br />
mayor que en el pasado, especialmente en los<br />
países desarrollados. Sin embargo, esta no<br />
pareciera ser la única explicación para suponer el<br />
incremento de su prevalencia en un futuro. Estudios<br />
realizados en esqueletos demostraron que las<br />
personas que murieron a mediados del siglo XX<br />
tuvieron el doble de probabilidad de tener OA que<br />
los que murieron en siglos previos, lo cual confirma<br />
la sospecha de que esta enfermedad es más<br />
común en la actualidad, lo que permite suponer que<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
1<br />
hay factores de riesgo adicionales a la edad.<br />
Al analizar la patogénesis de la OA, Berenbaum y<br />
colaboradores hallaron que los cambios<br />
ambientales han contribuido en forma importante a<br />
su elevada prevalencia actual. Es por ello que<br />
proponen definirla como una “enfermedad por<br />
desajuste”, es decir, se trata de una condición más<br />
común debido a que el cuerpo humano no está bien<br />
adaptado a ciertas características de los ambientes<br />
modernos. Clasificarla como una enfermedad por<br />
desajuste evolutivo tiene consecuencias clínicas,<br />
ya que los factores ambientales son modificables y<br />
susceptibles de prevención.<br />
“El concepto de enfermedad por desajustes<br />
deriva de los 2 principios básicos de la<br />
biología de la evolución: la teoría de la<br />
a d a p t a c i ó n y e l h e c h o d e q u e l a s<br />
interacciones entre genes y ambiente están<br />
en constante flujo” .<br />
Cuando los ambientes cambian, los alelos<br />
ancestrales -que una vez fueron favorables para la<br />
selección natural- pueden desajustarse, lo que<br />
causa un incremento de susceptibilidad a<br />
enfermedades que fueron raras o inexistentes en<br />
generaciones anteriores. Una abundante evidencia<br />
indica que estos desajustes son cada vez más<br />
comunes y severos en los humanos, debido a los<br />
rápidos cambios ambientales relacionados con la<br />
2,3<br />
evolución cultural de nuestra especie.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
05
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
06<br />
Los autores han sugerido dos criterios principales<br />
para probar la hipótesis de que la OA es una<br />
enfermedad por desajuste:<br />
1.- La enfermedad es más prevalente hoy que en<br />
poblaciones pasadas después de contabilizar<br />
las variaciones en la esperanza de vida.<br />
2.- Los factores contribuyentes a la enfermedad<br />
son más comunes en los ambientes<br />
modernos.<br />
Los estudios arqueológicos han demostrados que la<br />
OA no es una enfermedad nueva, estuvo presente<br />
desde el paleolítico y neolítico, pero es más prevalente<br />
en la actualidad, con lo cual se puede plantear que se<br />
4<br />
cumple el primer criterio.<br />
El incremento de la prevalencia de la OA en los países<br />
desarrollados, durante el siglo XX, provee una<br />
importante clave sobre la contribución de factores<br />
prevenibles tales como: obesidad, síndrome<br />
metabólico, cambios dietéticos e inactividad física<br />
como responsables de la OA (Fig.1).<br />
Prevalencia de OA<br />
Figura 1<br />
Elevados<br />
niveles de<br />
INACTIVIDAD<br />
FÍSICA<br />
Dieta Obesogénica<br />
Alimentos procesados<br />
Rica en azúcar<br />
Rica en grasas<br />
saturadas<br />
Baja en fibra<br />
Niveles altos de<br />
ACTIVIDAD FÍSICA<br />
IMC alto<br />
Dieta tradicional<br />
Baja en azúcar<br />
Baja en grasa saturada<br />
Alta en fibra<br />
Metainflamación<br />
crónica común<br />
IMC bajo<br />
Modelo de OA como enfermedad por desajuste evolutivo. En todas las poblaciones, la prevalencia de OA se eleva con la<br />
edad pero la hipótesis de desajuste predice que a cualquier edad en los ambientes modernos la prevalencia es mayor.<br />
FACTORES DESAJUSTADORES<br />
Obesidad<br />
La obesidad es un fuerte y bien establecido factor de<br />
riesgo para OA. La incidencia de OA de rodilla entre<br />
adultos mayores de 40 años es aproximadamente 3<br />
veces más frecuente entre individuos obesos (Índice<br />
de Masa Corporal-IMC ³30) y 5 veces más en<br />
individuos con obesidad mórbida (IMC ³ 35) en<br />
comparación con individuos de peso saludable (IMC<br />
< 25). Dada esta fuerte asociación, la elevada<br />
prevalencia de OA en naciones desarrolladas es una<br />
medida claramente atribuible a la reciente y acelerada<br />
5<br />
epidemia de obesidad.<br />
Los autores resaltan que la obesidad y la OA de rodilla<br />
crean un círculo vicioso en el cual el individuo es más<br />
sedentario, lo cual conlleva a mayor obesidad y<br />
debilidad de los músculos que estabilizan y protegen<br />
la articulación, lo que a su vez, aumentan el dolor y la<br />
progresión de la OA. Hay evidencias que reportan que<br />
la reducción de peso poscirugía bariátrica en<br />
pacientes con OA, se asocia con disminución del<br />
dolor y que la pérdida del cartílago puede<br />
enlentecerse, si una persona obesa pierde el 10 % o<br />
6<br />
más de su peso original.<br />
“La obesidad crea una carga ambiental<br />
anormal para las articulaciones que toleran<br />
peso”.<br />
En 2017, Hotamisligil planteó el proceso de<br />
mecaflamación, en el cual los fragmentos de la matriz<br />
liberados dentro de la cavidad articular pueden<br />
provocar una respuesta de sinoviocitos y macrófagos<br />
con la liberación de mediadores pro inflamatorios y<br />
7<br />
catabólicos.<br />
Metaflamación<br />
poco común<br />
Aunque la asociación entre obesidad y OA es mayor<br />
e n a r t i c u l a c i o n e s q u e<br />
AMBIENTE<br />
MODERNO<br />
AMBIENTE<br />
ANCESTRAL<br />
Cazador-recolector<br />
Agricultor<br />
Industrial temprana<br />
Edad<br />
s o p o r t a n p e s o e n<br />
comparación con las que no<br />
toleran peso, es evidente que<br />
la susceptibilidad es regida<br />
por complejas interacciones<br />
entre factores mecánicos y<br />
sistémicos. En cuanto a estos<br />
factores sistémicos, su<br />
principal fuente es el tejido<br />
adiposo que produce y libera<br />
citoquinas y adipoquinas (IL-<br />
1, IL-6, IL-8, IFN gamma y<br />
TNF, leptina y resistina) dentro<br />
del torrente sanguíneo,<br />
m u c h a s d e l a s c u a l e s<br />
p r o m u e v e n i n fl a m a c i ó n<br />
crónica de bajo grado,<br />
llamada metaflamación.<br />
La vía por la cual actúan directamente los altos niveles<br />
de leptina y otras citoquinas en el torrente sanguíneo,<br />
es por difusión dentro del líquido sinovial y activación<br />
local de las enzimas proteolíticas, tales como: Metaloproteinasa<br />
de la Matriz 1 (MMP1 -siglas en inglés-),<br />
MMP3 y MMP13, las cuales pueden disparar la<br />
degradación de la matriz del cartílago y de otros<br />
7<br />
tejidos articulares.<br />
Síndrome metabólico<br />
Los autores resaltan que un balance de energía<br />
positivo, excesivo y prolongado produce el síndrome<br />
metabólico, definido por factores que acompañan<br />
Novedades en patología osteomioarticular
comúnmente a la obesidad: adipocitosis central,<br />
dislipidemia, alteración del nivel de glicemia en ayuno<br />
e hipertensión. Todo esto se relaciona con la OA.<br />
La inducción de metaflamación por adipocitos casi<br />
siempre está asociada con síndrome metabólico. La<br />
hiperglicemia puede tener efectos adversos sobre el<br />
metabolismo de los condrocitos, y la diabetes tipo 2<br />
puede alterar la estructura de la matriz extracelular, lo<br />
que causa enriquecimiento de los productos finales<br />
de la glicocilación avanzada (AGE -siglas en inglés-).<br />
En el cartílago, los AGE endurecen la matriz,<br />
previniendo la amortización óptima de la articulación<br />
sometida a la carga mecánica. Más aún, los AGE<br />
pueden señalizar sobre los condrocitos a través de<br />
receptores específicos de AGE para incrementar la<br />
síntesis de metaloproteinasas, y así, conducir<br />
eventualmente a un incremento de la degradación de<br />
la matriz del cartílago.<br />
La LDL oxidada es un lípido peroxidado detectado en<br />
altas concentraciones en el síndrome metabólico, que<br />
estimula la producción de especies reactivas de<br />
8<br />
oxígeno, que impulsan la degradación de la matriz.<br />
La hipertensión también puede estar implicada en la<br />
patogénesis de la OA por su capacidad para inducir<br />
isquemia tisular. Si esta isquemia afecta los vasos sanguíneos<br />
del hueso subcondral, el intercambio de<br />
nutrientes entre ese hueso y el cartílago puede<br />
comprometerse, lo que altera el metabolismo celular<br />
dentro de la articulación. Se ha encontrado una<br />
asociación interesante entre personas hipertensas y<br />
el riesgo aumentado de OA<br />
de rodilla independiente de la<br />
9<br />
obesidad.<br />
Cambios dietéticos<br />
Las dietas modernas son<br />
s u s t a n c i a l m e n t e m á s<br />
energéticas y procesadas<br />
que las de generaciones<br />
anteriores, con adición de<br />
azúcar, sal y grasa saturadas,<br />
menos fibras, frutas frescas y<br />
vegetales. Estos cambios<br />
afectan el riesgo de OA<br />
p o r q u e p r o m u e v e n u n<br />
balance energético positivo<br />
prolongado y un exceso de<br />
adiposidad, así como un<br />
i n c r e m e n t o d e l a<br />
p r o b a b i l i d a d d e<br />
hiperglicemia, dislipidemia e<br />
hipertensión.<br />
Hipertensión<br />
Isquemia del<br />
hueso subcondral<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
Figura 2<br />
“Junto con la desregulación metabólica, un<br />
factor adicional es la reducción de ingesta de<br />
antioxidantes.”<br />
Las especies reactivas de oxígeno están involucradas<br />
en el envejecimiento del condrocito, la degradación<br />
de la matriz extracelular, la inflamación sinovial y la<br />
10<br />
alteración del hueso subcondral.<br />
En esta revisión se expone la evidencia de que la<br />
vitamina K, presente en vegetales de hojas verdes<br />
(espinaca, col rizada, brócoli), es un cofactor<br />
necesario para la gamma carboxidación de algunas<br />
proteínas unidas al calcio, incluyendo la proteína gla<br />
de la matriz, que es un inhibidor de la mineralización<br />
expresado en el cartílago articular. Estudios<br />
observacionales en humanos reportan que el déficit<br />
11<br />
de vitamina K aumenta el riesgo de OA.<br />
“La dieta puede modular la composición y<br />
actividad metabólica del microbioma<br />
intestinal”.<br />
Obesidad y ancianidad están asociadas con disbiosis<br />
intestinal que puede causar enfermedad crónica<br />
metabólica relacionada con la edad, así como<br />
inflamación sistémica de bajo grado; en estudios<br />
experimentales se han asociado los metabolitos<br />
derivados de la disbiosis con la patofisiología de la OA.<br />
Un importante factor dietético que modifica la microbiota<br />
intestinal es la fibra, cambios en el microbioma<br />
intestinal pueden relacionarse con su escasez<br />
en las dietas modernas. La abundante ingesta de fibra<br />
Síndrome Metabólico Disbiosis y permeabilidad intestinal Obesidad<br />
Resistencia a<br />
la insulina y<br />
aumento del<br />
riesgo de<br />
diabetes tipo 2<br />
Anormalidades<br />
de los lípidos<br />
Matriz rígida<br />
Debilidad muscular<br />
Propiocepción alterada<br />
Pérdida de hueso<br />
subcondrial<br />
DIETA MODERNA<br />
Alimentos procesados altos en calorías<br />
Baja proporción de frutas y vegetales<br />
Baja relación ácidos grasos omega-3/omega-6<br />
Metabolitos<br />
intestinales<br />
causan<br />
inflamación<br />
sistémica<br />
Activación de<br />
células articulares<br />
y musculares<br />
<strong>Osteo</strong>artritis<br />
Adipoquinas<br />
causan inflamación<br />
sistémica<br />
La dieta como factor de desajuste evolutivo. El efecto deletéreo de la dieta moderna sobre la<br />
<strong>Osteo</strong>artritis (OA) se produce por incremento de adiposidad y masa corporal.<br />
Sobrecarga<br />
articular<br />
Desgarro tisular<br />
Activación de<br />
la respuesta<br />
inmune innata<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
07
se ha asociado a menor dolor articular en pacientes<br />
12<br />
con OA de rodilla (Fig. 2).<br />
Inactividad física<br />
Cualquier consideración de la OA como una<br />
enfermedad por desajuste debe pasar por examinar<br />
los cambios en los patrones de actividad física del<br />
mundo moderno.<br />
Un importante y bien establecido factor de riesgo para<br />
OA de rodilla es el trauma articular, especialmente,<br />
rupturas meniscales y del ligamento cruzado anterior,<br />
las cuales pueden conducir a un gradiente de estrés<br />
anormal y un excesivo estrés local dentro del cartílago.<br />
Por lo tanto, se plantea que una participación incrementada<br />
en deportes y otras actividades atléticas que<br />
frecuentemente causan injurias, conllevan a un<br />
aumento de la OA.<br />
“Aunque es incuestionable que el trauma<br />
incrementa el riesgo de OA, la inactividad física<br />
es un contribuidor más probable a la<br />
prevalencia de OA”<br />
La inactividad física se ha convertido en una epidemia,<br />
especialmente en las naciones desarrolladas. Las<br />
vías por las que aumenta el riesgo de OA incluyen en<br />
forma indirecta:<br />
• Promoción de la obesidad<br />
• Metaflamación<br />
• Depresión<br />
• Acortamiento telomérico<br />
La contribución de la inactividad física a la OA es<br />
mediada directamente por la necesidad del sistema<br />
musculoesquelético al estímulo biofísico del<br />
ambiente, es decir, ajusta su capacidad a demanda.<br />
La demanda mecánica es crítica para el desarrollo y<br />
mantenimiento de una estructura óptima de los tejidos<br />
articulares y de los músculos que los rodean. La<br />
reducción de la carga, como consecuencia de la<br />
inactividad, puede resultar en articulaciones débiles y<br />
menos estables, más susceptibles al daño y al<br />
deterioro. Estudios experimentales en animales han<br />
demostrado los múltiples efectos catabólicos de la<br />
inmovilización sobre el tejido articular:<br />
1.- Adelgazamiento de todas las capas del cartílago<br />
2.- Disminución del contenido de proteoglicanos<br />
3.- Incremento de expresión de la metaloproteinasas<br />
4.- Desmineralización del hueso subcondral por<br />
activación osteoclástica<br />
Si bien la inactividad física es perjudicial para la salud<br />
articular, esto no significa que todas las formas de<br />
actividad física son beneficiosas para las<br />
articulaciones. Algunos tipos de cargas extremas y<br />
por lo tanto anormales, pueden dañar la integridad de<br />
los tejidos articulares.<br />
La actividad física aumentada puede conllevar a daño<br />
articular que hace a los individuos más propensos a la<br />
OA, ya sea en términos de frecuencia, magnitud o en<br />
algunos otros parámetros, los cuales son producidos<br />
por estilos de vida activos tales como: ocupacionales<br />
(oficios que requieren flexiones frecuentes de rodillas)<br />
o recreacionales. Es probable que el riesgo de OA<br />
esté incrementado tanto por la inactividad física como<br />
13<br />
por la actividad física extrema.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
08<br />
REFERENCIAS<br />
1.- Wallace IJ, Worthington S, Felson DT, Jurmain RD, Wren KT, Maijanen H, et al. Knee osteoarthritis has dou bled in prevalence since the mid-20th century. Proc Natl<br />
Acad Sci U S A. 2017;114 (35): 9332-9336. doi: 10.1073/pnas.1703856114.<br />
2.- Gluckman, P. D. & Hanson, M. A. Mismatch: The Lifestyle Diseases Timebomb. Ed. Oxford: Oxford Univ Press; 2013.<br />
3.- Lieberman, D. E. The Story of the Human Body: Evolution, Health and Disease. 1ed. New York: Pantheon Books; 2013.<br />
4.- Inoue K, Hukuda S, Fardellon P, Yang ZQ, Nakai M, Katayama K, et al. Prevalence of large-joint osteoarthritis in Asian and Caucasian skeletal populations.<br />
Rheumatology (Oxford). 2001; 40(1): 70-3.<br />
5.- Reyes C, Leyland KM, Peat G, Cooper C, Arden NK, Prieto-Alhambra D. Association between overweight and obesity and risk of clinically diagnosed knee, hip, and<br />
hand osteoarthritis: a population- based cohort study. Arthritis Rheumatol. 2016; 68(8):1869-75. doi: 10.1002/art.39707.<br />
6.- Gersing AS, Schwaiger BJ, Nevitt MC, Joseph GB, Chanchek N, Guimaraes JB, et al. Is weight loss associated with less progression of changes in knee articular<br />
cartilage among obese and overweight patients as assessed with MR imaging over 48 months? Data from the <strong>Osteo</strong>arthritis Initiative. Radiology. 2017; 284(2): 508-<br />
520. doi: 10.1148/radiol.2017161005.<br />
7.- Hotamisligil GS. Inflammation, metaflammation and immunometabolic disorders. Nature. 2017; 542 (7640): 177-185. doi: 10.1038/nature21363.<br />
8.- de Munter W, van der Kraan PM, van den Berg WB, van Lent PL. High systemic levels of low- densitylipoprotein cholesterol: fuel to the flames ininflammatory<br />
osteoarthritis? Rheumatology 2016, 55(1):16-24<br />
9.- Niu J, Clancy M, Aliabadi P, Vasan R, Felson DT. Metabolic syndrome, its components, and knee osteoarthritis: The Framingham <strong>Osteo</strong>arthritis Study. Arthritis<br />
Rheumatol. 2017; 69: 1194–1203. doi: 10.1002/art.40087.<br />
10.- Ruiz-Nunez B, Pruimboom L, Dijck- Brouwer DA, Muskiet, FA. Lifestyle and nutritional imbalances associated with Western diseases: causes and consequences of<br />
chronic systemic low- grade inflammation in an evolutionary context. J. Nutr.Biochem. 2013; 24: 1183–1201.<br />
11.- McAlindon TE, Jacques P, Zhang Y, Hannan MT, Aliabadi P, Weissman B, et al.Do antioxidant micronutrients protect against the development and progression of<br />
knee osteoarthritis? Arthritis Rheum. 1996 Apr;39(4):648-56.<br />
12.- Le Chatelier E, Nielsen T, Qin J, Prifti E, Hildebrand F, Falony G, et al. Richness of human gut microbiome correlates with metabolic markers. Na Nature. 2013;<br />
500(7464): 541-6. doi: 10.1038/nature12506.<br />
13.- Urquhart DM, Tobing JF, Hanna FS, Berry P, Wluka AE, Ding C, Cicuttini FM. What is the effect of physical activity on the knee joint? A systematic review. Med Sci<br />
Sports Exerc. 2011; 43(3): 432-42. doi: 10.1249/MSS.0b013e3181ef5bf8.<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Dieta y nutrición<br />
juegan un rol<br />
en la <strong>Osteo</strong>artritis<br />
Revisión narrativa de la evidencia<br />
Thomas S, Browne H, Ali Mobasheri A and Rayman MP. What is the evidence for a role for diet and nutrition in<br />
osteoarthritis? Rheumatology 2018;57: 61-74. doi:10.1093/rheumatology/key011<br />
La fisiopatología de la <strong>Osteo</strong>artritis (OA) es<br />
multifactorial, comprende la remodelación del hueso<br />
subcondral, la inflamación sinovial y la pérdida del<br />
cartílago articular. Las citoquinas inflamatorias IL-6 y<br />
TNF-alfa dirigen las vías catabólicas y perpetúan la<br />
progresión de la enfermedad. La obesidad es un<br />
factor de riesgo modificable y, al menos<br />
parcialmente, está asociado con la inflamación.<br />
Recientemente, se ha sugerido que obesidad,<br />
Diabetes Mellitus y Síndrome Metabólico (SM)<br />
pueden influir directamente en el desarrollo de OA.<br />
Se ha identificado un fenotipo metabólico de la OA,<br />
el cual está dirigido por adipoquinas, hiperglicemia y<br />
un desequilibrio endocrino.<br />
El tratamiento de la OA se concentra en el manejo<br />
de los síntomas y en reemplazo total articular solo<br />
en caso de que la función articular está<br />
severamente comprometida. Aunque las guías de<br />
tratamiento recomiendan ejercicios y reducción de<br />
peso en casos de sobrepeso/obesidad, en la<br />
práctica no se cumple; la dieta es un factor que<br />
puede afectar esta enfermedad y se debe orientar a<br />
los pacientes para que logren el autocuidado de su<br />
condición.<br />
En función de este panorama, Thomas y<br />
colaboradores realizaron una revisión de la<br />
evidencia sobre el efecto de los factores dietéticos<br />
en OA, y en el presente artículo se resumen los<br />
hallazgos de esa investigación.<br />
Para esta revisión narrativa los autores investigaron<br />
artículos en la base de datos de PubMed sobre el<br />
e f e c t o d e O A , o b e s i d a d , á c i d o s g r a s o s<br />
poliinsaturados, colesterol y vitamina A, C, D, E y K, en<br />
el riesgo de progresión de OA, con foco en alimentos y<br />
nutrientes que forman parte de la dieta normal.<br />
Incluyeron 68 artículos en la revisión final.<br />
OBESIDAD<br />
Consecuencias de la Obesidad en OA<br />
La obesidad incrementa el trabajo en articulaciones<br />
que soportan peso, los individuos con sobrepeso y<br />
obesidad presentan un riesgo considerablemente<br />
mayor para artroplastia de rodilla.<br />
Una asociación entre el Índice de Masa Corporal (IMC)<br />
elevado y el desarrollo de OA de mano demuestran un<br />
rol no biomecánico adicional de la obesidad en la OA.<br />
En un estudio epidemiológico holandés de una<br />
cohorte de obesidad, se asoció el porcentaje de grasa<br />
con OA de mano; la masa grasa y la relación cinturacadera<br />
fueron relacionadas con OA de mano; la<br />
adiposidad se vinculó al riesgo de artroplastia de rodilla<br />
y cadera en OA, con una relación en OA de rodilla a la<br />
1<br />
adiposidad central.<br />
Según la evidencia analizada, la obesidad conduce a<br />
una inflamación sistémica de bajo grado; la reducción<br />
de peso puede disminuir el tejido adiposo y restaurar el<br />
patrón de secreción normal de adipoquinas, que<br />
constituyen el punto de unión entre obesidad y OA. La<br />
leptina es una adipoquina que, por lo general, está<br />
elevada en el tejido adiposo blanco del cojinete graso<br />
infrapatelar, y puede estar involucrada en esta relación;<br />
se asocia con inflamación y degradación del cartílago y<br />
está comprometida en la fisiopatología de la OA a nivel<br />
local y sistémico (Figura. 1).<br />
Relación con síndrome metabólico<br />
Se considera Síndrome Metabólico (SM) cuando hay<br />
presencia de: obesidad central, intolerancia a la<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
09
Adipoquinas<br />
Incremento de citoquinas<br />
pro-inflamatorias<br />
Inflamación de bajo-grado<br />
Formación de<br />
osteofitos<br />
Degradación de<br />
cartílago articular<br />
Aumento de adiposidad<br />
OBESIDAD<br />
Carga articular anormal<br />
Mecano transducción<br />
celular alterada<br />
Degradación<br />
meniscal<br />
Inflamación de la<br />
sinovial (sinovitis)<br />
Remodelación<br />
y esclerosis del<br />
hueso subcondral<br />
Pérdida de masa<br />
y fuerza muscular<br />
(sarcopenia)<br />
Figura 1<br />
Mecanismos por los cuales la Obesidad conduce o exacerba la <strong>Osteo</strong>artritis<br />
Adaptado de Browne T et al<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
10<br />
glucosa (resistencia a la insulina), dislipidemia e<br />
hipertensión.<br />
En 2012, Zhuo y colaboradores sugirieron que la OA<br />
puede ser el quinto componente del SM, ya que<br />
comparten los mecanismos de inflamación y de estrés<br />
2<br />
oxidativo. También se ha demostrado un incremento<br />
en la incidencia de cambios radiológicos y en la<br />
progresión de la OA de rodilla con la acumulación de<br />
3<br />
componentes de SM. Sin embargo, en relación con la<br />
OA de cadera no se ha reproducido una asociación<br />
estadísticamente significativa, lo cual sugiere diferen-<br />
4<br />
cias entre la patogénesis de OA de rodilla y cadera.<br />
Relación con Diabetes Mellitus<br />
En la evidencia revisada por Thomas y colaboradores se<br />
observó que la hiperglicemia promueve la acumulación<br />
local de productos finales de la glicocilación avanzada<br />
(EGA -siglas en inglés-), los cuales lesionan el hueso<br />
subcondral y la función del condrocito. Se identificó a la<br />
Diabetes Mellitus como factor de riesgo independiente<br />
para la OA severa y un predictor de reemplazo de<br />
5<br />
rodilla/cadera. Un estudio que evaluó la OA de rodilla<br />
por 3 años demostró que la Diabetes Mellitus es un<br />
predictor significativo de disminución del espacio<br />
6<br />
articular en hombres.<br />
Efecto clínico de la reducción de peso sobre la<br />
OA<br />
Los autores señalan que una revisión sistemática y un<br />
metanálisis revelaron una mejoría significativa en la<br />
discapacidad física por OA de rodilla cuando el peso<br />
7<br />
corporal baja más del 5 %, y que ensayos clínicos<br />
subsecuentes demostraron que la disminución de<br />
peso reduce el dolor y mejora la función en OA de<br />
8<br />
rodilla. Puntualizan que se demostró una relación<br />
dosis/respuesta altamente significativa entre los<br />
cambios de peso y la mejoría de WOMAC de dolor y<br />
función. Una reducción del 10 % del peso corporal se<br />
asoció longitudinalmente con un incremento de la<br />
capacidad funcional y la disminución del dolor en<br />
pacientes con OA de rodilla, lo que además es<br />
9<br />
benéfico para la salud metabólica.<br />
La actividad física como adyuvante en la<br />
reducción de peso<br />
En la literatura revisada también se observó que la<br />
reducción del tejido adiposo blanco con<br />
mantenimiento de la masa muscular es ventajoso para<br />
la OA, particularmente para la movilidad. Determinaron<br />
que la actividad física genera cambios en el tejido<br />
adiposo blanco, como incremento de la biogénesis<br />
mitocondrial y alteración del perfil de adipoquinas.<br />
Thomas y colaboradores destacan que los programas<br />
de reducción de peso que combinan dieta y ejercicio<br />
tienen mayores beneficios en el estado funcional,<br />
cambios radiológicos y en el dolor. Un metanálisis que<br />
analiza las intervenciones que combinan ejercicios de<br />
fortalecimiento, flexibilidad y aeróbicos concluye que<br />
10<br />
mejoran el dolor y la función.<br />
Sin embargo, la restricción calórica es esencial; en un<br />
estudio comparativo de dieta y ejercicio determinaron<br />
Novedades en patología osteomioarticular
que las fuerzas compresivas sobre la rodilla fueron<br />
menores en el grupo de dieta, mientras que la inflamación<br />
(IL-6) fue menor en el grupo de dieta-ejercicio, en<br />
11<br />
relación con el grupo de ejercicio solo.<br />
Efectividad del manejo del peso<br />
Los autores destacan que la reducción y<br />
mantenimiento de un peso óptimo son un desafío,<br />
particularmente si la movilidad está comprometida. La<br />
actividad física debe dirigirse de acuerdo a la movilidad,<br />
comorbilidades y preferencias individuales. Las intervenciones<br />
para reducción de peso exitosas deben<br />
incorporar las recomendaciones dietéticas.<br />
Plantean que en la práctica clínica, las estrategias de<br />
cambio de conducta y el incremento del contacto y<br />
seguimiento, mejoran la adherencia a los programas<br />
para el manejo de peso. Afirman que se ha demostrado<br />
que la pérdida de peso reduce el impacto y las cargas<br />
sobre la articulación, mejora el patrón inflamatorio de<br />
secreción de adipoquinas y afecta positivamente el<br />
perfil de riesgo metabólico.<br />
ÁCIDOS GRASOS POLINSATURADOS<br />
La modificación de los lípidos de la dieta en OA<br />
En 2009, un estudio sobre los aspectos metabólicos<br />
de la OA planteó que los lípidos se depositan en la<br />
matriz y en los condrocitos del cartílago articular, y<br />
pueden contribuir a la inflamación, degradación del<br />
12<br />
cartílago y alteración de la estructura del condrocito.<br />
En los ensayos revisados encontraron que se ha<br />
determinado que la articulación con OA acumula<br />
grandes niveles de ácidos grasos omega-6 (n-6), que<br />
son precursores de eicosanoides pro inflamatorios;<br />
hay una asociación positiva entre individuos con OA de<br />
rodilla o con riesgo elevado para esta enfermedad, y<br />
Ácido Araquidónico (AA) y sinovitis; y una relación<br />
inversa entre Ácido graso polinsaturado (PUFA -siglas<br />
en inglés-) PUFA n-3 plasmático total, ácido<br />
docohexaenoico (DHA) y pérdida del cartílago<br />
patelofemoral medido por Imágenes de Resonancia<br />
Magnética (IRM).<br />
Los autores resaltan que dada la influencia de la dieta<br />
en los niveles de lípidos, es posible que la manipulación<br />
dietética pueda afectar la composición del cartílago<br />
articular y el daño estructural en OA de rodilla. Esta<br />
aseveración se sustenta en un gran estudio<br />
prospectivo en pacientes con OA que concluyó que las<br />
dietas ricas en ácidos grasos totales y saturados se<br />
asociaron con incremento de la pérdida de la amplitud<br />
del espacio articular, mientras que elevadas ingestas<br />
de ácidos grasos monosaturados (MUFA) y PUFA<br />
fueron asociados con reducción de la progresión<br />
13<br />
radiográfica.<br />
Razonamiento sobre el efecto de PUFA en<br />
inflamación en OA<br />
Los eicosanoides son agentes similares a hormonas<br />
que median y regulan la inflamación. El ácido<br />
eicosapentaenoico (EPA -siglas en inglés-) y el DHA<br />
crean eicosanoides inflamatorios menos potentes que<br />
aquellos formados por las series n-6. Indirectamente<br />
las cadenas largas de PUFA n-3 disminuyen la producción<br />
de eicosanoides proinflamatorios, especies<br />
reactivas de oxígeno y nitrógeno, y citoquinas,<br />
adicionalmente, generan mediadores antinflamatorios<br />
(resolvinas).<br />
“Los PUFAs de la dieta occidental tienen una<br />
relación n-6/n-3 alta, que predisponen a la<br />
inflamación”.<br />
Los EPA y DHA están presentes en el aceite de<br />
pescado; el nivel recomendado de ingesta de aceite<br />
de pescado en adultos en Reino Unido es de al menos<br />
una porción/semana y en Estados Unidos es de 250<br />
mg de ácidos grasos LC n-3 por día. El alto consumo<br />
de EPA/DHA, incluyendo el umbral antiinflamatorio<br />
propuesto de > 2,7 g/día, puede alcanzarse más<br />
fácilmente con suplementación de aceite de<br />
14<br />
pescado.<br />
El aceite de pescado puede ser eficaz en reducir el<br />
dolor, con dosis bajas de suplemento equivalentes a<br />
1,5 cápsulas estándar de 1 g de aceite de<br />
15<br />
pescado/día.<br />
Hay evidencia de que el aceite de pescado tiene<br />
beneficios sobre la salud cardiovascular, lo cual es<br />
relevante en esta población debido a la asociación<br />
comentada entre OA y SM.<br />
COLESTEROL<br />
Vínculos entre colesterol sanguíneo elevado y<br />
OA<br />
Los estudios epidemiológicos analizados por los<br />
revisores han implicado al colesterol sérico como factor<br />
de riesgo para la OA sistémica. La OA de rodilla se ha<br />
asociado significativamente con elevación moderada<br />
del colesterol sérico. En los pacientes con artroplastia<br />
relacionada a OA, la hipercolesterolemia definida como<br />
56.2 mmol/l (239 mg/dl) fue independientemente<br />
asociada con OA generalizada; también se ha<br />
observado asociación de OA de mano con hipercoles-<br />
16<br />
terolemia.<br />
Se sabe que la acumulación celular de colesterol<br />
induce citotoxicidad y la hipercolesterolemia<br />
incrementa la formación de AA y la producción de<br />
eicosanoides pro inflamatorios; se ha detectado<br />
colesterol acumulado en el cartílago articular, debido a<br />
la desregulación del sistema de eflujo de colesterol<br />
presente en la OA. El LDL colesterol induce activación<br />
sinovial y formación de osteofitos. Las evidencias<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
11
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
12<br />
demuestran que las estatinas reducen la expresión de<br />
citoquinas inflamatorias y atenúan la inflamación en OA,<br />
y ejercen efecto condroprotector a través de la<br />
17,18<br />
reducción de la degradación del cartílago.<br />
Según los autores de esta revisión, aparentemente la<br />
disminución de colesterol con estatinas tiene un efecto<br />
favorable en OA.<br />
El efecto adicional de los cambios dietéticos puede<br />
resultar en 35 % de reducción del LDL colesterol, que<br />
equivale al obtenido con las estatinas.<br />
Para finalizar con este punto del análisis, acotaron que<br />
se sabe que el efecto del colesterol proveniente del<br />
huevo es insignificante en comparación con los ácidos<br />
grasos saturados; la fibra viscosa (soluble)<br />
aparentemente baja el colesterol en un 5-10<br />
% por cada 5-10 g de dosis diaria, y la avena<br />
(b) glucanos es efectiva en dosis diaria de 3<br />
g. Ingerir 25 g/d de proteína de soya<br />
contribuye a la reducción de colesterol total y<br />
del LDL colesterol. Los alimentos fortificados<br />
con estanoles y estenoles reducen hasta un<br />
10 % el LDL colesterol en dosis de 2 g/d. Los<br />
frutos secos son una fuente de grasa<br />
insaturadas, fibra soluble y fitoesteroles. Se<br />
ha encontrado que las nueces de árbol<br />
(almendras, pistachos y nueces) reducen<br />
significativamente el colesterol total y LDL.<br />
Incluir 30 g/d de frutos secos en la dieta<br />
provee una estrategia sencilla para bajar el<br />
colesterol.<br />
ANTIOXIDANTES<br />
Se ha demostrado que las especies reactivas de<br />
oxígeno y de nitrógeno están envueltas en la<br />
fisiopatología de la OA, por lo tanto, no sorprende que<br />
los antioxidantes puedan retardar el comienzo y la<br />
progresión de la OA. Las vitaminas antioxidantes A, C y<br />
E se han investigado ampliamente y, al parecer, la C es<br />
particularmente relevante porque interviene en la<br />
formación de colágeno.<br />
Una de las revisiones sistemáticas analizadas por los<br />
autores en la que se evaluaron estos tres nutrientes,<br />
determinó que la suplementación con vitamina C podría<br />
disminuir el dolor en OA, aunque el resultado no ha sido<br />
reproducible. En cuanto a la vitamina E, los hallazgos<br />
son conflictivos, pero en un estudio se encontró que<br />
200 mg/d redujeron el dolor significativamente e<br />
incrementaron los niveles circulantes de enzimas<br />
19<br />
antioxidantes.<br />
Concluyeron que la evidencia sobre los beneficios de<br />
los antioxidantes en OA es insuficiente.<br />
VITAMINA D<br />
Se especula que el estado inadecuado de vitamina D<br />
altera la habilidad del hueso para responder al proceso<br />
fisiopatológico de la OA e influye en la progresión de la<br />
enfermedad, y también puede tener efecto sobre la<br />
20<br />
inflamación y la síntesis de citoquinas.<br />
En múltiples ensayos se ha demostrado su efecto<br />
positivo sobre la fuerza muscular, el cual puede ser<br />
beneficioso, dada la marcada asociación de la OA con<br />
la debilidad de los músculos del cuádriceps. Aunque<br />
los estudios en OA de rodilla son inconsistentes,<br />
sugieren una asociación positiva entre déficit de<br />
v i t a m i n a D c o n p é r d i d a d e l c a r t í l a g o y<br />
21<br />
prevalencia/progresión de la OA.<br />
Las personas con OA, que en forma consistente<br />
mantienen suficiente vitamina D plasmática (más de 50<br />
nmol/d), mejoran significativamente los desenlaces<br />
estructurales y funcionales, en comparación con<br />
aquellos que mantienen niveles insuficientes, lo cual<br />
sugiere que el objetivo es lograr adecuados niveles de<br />
21<br />
esta vitamina en el tiempo.<br />
La evidencia emergente sugiere que un bajo nivel de<br />
vitamina D puede ser un simple marcador de saludenfermedad<br />
de varias condiciones; por ejemplo, en el<br />
proceso inflamatorio y el curso clínico de la OA puede<br />
resultar que el déficit de esta vitamina sea una<br />
22<br />
consecuencia más que una causa de enfermedad.<br />
“Se recomienda que el médico mida el nivel<br />
sérico de vitamina D en los pacientes con OA, a<br />
fin de facilitar que alcancen y se mantengan en<br />
al menos 50 nmol/d”<br />
VITAMINA K<br />
En 2008 se determinó que la vitamina K es un grupo de<br />
compuestos solubles en grasa, que se presentan<br />
naturalmente en dos formas: vitamina K1 (filoquinonas) y<br />
vitamina K2 (menaquinonas). La primera es sintetizada<br />
por plantas y algas, es la forma más común encontrada<br />
en la dieta, principalmente en vegetales de hojas verdes<br />
y en los aceites; la vitamina K2 es producida por<br />
23<br />
bacterias.<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Se plantea que la vitamina K está envuelta en la<br />
mineralización del cartílago y el hueso subcondral; es el<br />
cofactor de la enzima g-glutamil carboxilasa, la cual a su<br />
vez es responsable de la g-carboxilación y de la<br />
funcionalidad de las proteínas dependientes de vitamina<br />
K (VKD). Las proteínas VKD se encuentran en el hueso y<br />
en el cartílago e incluyen: la proteína gla de la matriz, la<br />
periostina, la proteína rica en gla, la gas-6 y la<br />
osteocalcina. La ingesta inadecuada de vitamina K<br />
puede conducir a la disminución de la carboxilación de<br />
estas proteínas VKD, lo que afecta el estado funcional y<br />
resulta en alteraciones que se observan en la OA.<br />
Los estudios del efecto de vitamina K en OA son<br />
limitados, la mayoría solo ha investigado poliquinonas.<br />
Se ha encontrado una asociación positiva entre el nivel<br />
sérico de poliquinonas menor de 0.1 nM y el desarrollo<br />
de OA, y una relación inversa entre OA de rodilla y sus<br />
niveles en plasma. La ingesta de poliquinonas se ha<br />
asociado inversamente con marcadores inflamatorios.<br />
En un estudio longitudinal, los sujetos con déficit de<br />
vitamina K tenían mayor daño del cartílago y menisco en<br />
2 4<br />
una o ambas rodillas. El único estudio de<br />
suplementación de esta vitamina falló en demostrar<br />
efecto benéfico en la progresión de OA de mano; sin<br />
embargo, la subsección con insuficiencia en vitamina K<br />
durante el seguimiento, presentó 47 % menos<br />
reducción del estrechamiento del espacio articular<br />
25<br />
(p=0.02).<br />
CONCLUSIONES<br />
Thomas y colaboradores afirman que, aunque la evidencia es limitada y sustentada en estudios observacionales -<br />
la mayoría en OA de rodilla- esta revisión puede ofrecer una guía para la práctica clínica.<br />
El exceso de adiposidad y los factores metabólicos subyacentes son reconocidos como parte integral de la OA,<br />
particularmente de mano y rodilla, por lo tanto, las modificaciones de la dieta orientadas a la reducción de peso,<br />
junto con el incremento de la actividad física son fuertes recomendaciones basadas en la evidencia.<br />
Las evidencias en modificaciones de los lípidos de la dieta y el descenso del colesterol sérico son escasas en OA;<br />
sin embargo, las recomendaciones propuestas son beneficiosas para la salud metabólica.<br />
Los datos en vitaminas/micronutrientes son limitados, pero tienen un rol plausible en prevenir y enlentecer la<br />
progresión de la OA.<br />
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Novedades en patología osteomioarticular<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
13
<strong>Osteo</strong>artritis<br />
de mano<br />
Resumen de una revisión sobre fenotipos clínicos, mecanismos<br />
y actualización de métodos radiológicos<br />
Marshall M, Watt FE, Vincent TL and Dziedzic K. Hand osteoarthritis: clinical phenotypes, molecular<br />
mechanisms and disease management. Nature Reviews Rheumatology 2018;14:641<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
14<br />
Los resultados de una amplia cantidad de ensayos<br />
clínicos y radiológicos permiten a los investigadores<br />
afirmar que la <strong>Osteo</strong>artritis (OA) de mano es una<br />
condición heterogénea que compromete las<br />
articulaciones de esta extremidad. Plantean que<br />
hay una brecha entre las guías para su manejo<br />
1,2<br />
disponibles en la literatura y la práctica clínica.<br />
En esta revisión, Marshall y colaboradores brindan<br />
una visión amplia de aspectos relacionados con la<br />
epidemiología, formas de presentación, impacto y<br />
métodos diagnóstico radiológicos, así como una<br />
actualización sobre las vías fisiopatológicas de la<br />
OA de mano. Destacan que los pacientes<br />
consideran erróneamente que la afectación de la<br />
calidad de vida causada por la OA de mano es<br />
menor que la de cadera o rodilla y que es inevitable<br />
debido a la edad, lo cual convierte en un reto lograr<br />
una atención médica adecuada.<br />
Basados en los criterios de clasificación de la OA de<br />
mano del Colegio Americano de Reumatología (ACR -<br />
siglas en inglés-) y en una revisión sistemática realizada<br />
por algunos de los autores de este estudio en 2008,<br />
plantean que esta patología se puede definir por varias<br />
3,4<br />
vías:<br />
Ÿ Criterios clínicos ACR<br />
Ÿ Cambios estructurales determinados por<br />
radiología: radiografía simple en su mayoría<br />
Ÿ Cambios radiológicos y síntomas clínicos como<br />
dolor hipersensibilidad y rigidez en la mano<br />
PREVALENCIA<br />
Los autores señalan que la prevalencia de OA de mano<br />
varía en función de la definición que se utilice, así como<br />
de la edad, género y área geográfica que se estudie;<br />
pueden influir factores genéticos, ocupacionales y<br />
nutricionales.<br />
En diferentes poblaciones se observa que la<br />
prevalencia, calculada según la definición por<br />
radiología, es mucho mayor (21-92 %) que la dada por<br />
la clínica (3-16 %).<br />
Pereira y colaboradores reportaron una prevalencia de<br />
5<br />
OA de mano mayor que la de cadera y rodilla. También<br />
se ha reportado que en algunos grupos (pacientes HIV-<br />
1) se reporta más OA de mano.<br />
6<br />
INCIDENCIA Y PROGRESIÓN<br />
Los investigadores afirman que la distinción entre<br />
ocurrencia de la enfermedad y desarrollo hacia estados<br />
más avanzados de la OA de mano es arbitraria y<br />
depende de la definición que se utilice. Por ejemplo, un<br />
estudio poblacional en Estados Unidos determinó que<br />
el riesgo de padecer OA de mano, en al menos una<br />
mano, a la edad de 85 años se estima en 40 % (47 %<br />
de las mujeres y 25 % de los hombres).<br />
7<br />
Según Prieto-Alhambra, D. et al, el pico de incidencia<br />
de esta enfermedad se observa en mujeres de 50 años<br />
y la prevalencia, independientemente de la edad, sexo<br />
y localización geográfica, es:<br />
Ÿ Radiológica 0,1 a 1,1 %<br />
Ÿ Clínica 0,2 a 4,7 %<br />
La progresión es lenta y sólo en algunas articulaciones;<br />
la tasa de progresión radiológica es de 3,2 – 23,5 % por<br />
año.<br />
9<br />
SIGNOS Y SÍNTOMAS<br />
Más que del cartílago, se considera que la OA de mano<br />
se trata de una enfermedad de toda la articulación:<br />
hueso subyacente, sinovial, músculos, tendones y<br />
ligamentos.<br />
Síntomas comunes: dolor, hipersensibilidad y limitación<br />
o restricción de los movimientos tales como:<br />
disminución de la fuerza del puño y/o de la pinza.<br />
Novedades en patología osteomioarticular
S i g n o s :<br />
Ÿ<br />
Ÿ<br />
Ÿ<br />
Ÿ<br />
Nódulos de la articulación interfalángica (IF)<br />
afectada: inflamación evidente del área<br />
supralateral y dorsal de la articulación interfalángica<br />
distal (IFD) y proximal (IFP), conocidos como<br />
nódulos de Heberden y Bouchard, respectivamente<br />
Deformidades como la angulación de la base del<br />
pulgar.<br />
Flogosis<br />
Aumento de volumen del tejido blando.<br />
Estos pacientes pueden dividirse en subgrupos, según<br />
la articulación afectada: OA nodal, OA de la primera<br />
articulación CarpoMetaCarpiana (CMC) y OA erosiva<br />
de mano (hueso subcondral afectado por erosiones<br />
centrales).<br />
OA de la primera articulación CMC<br />
Estos pacientes tienen hipersensibilidad, disminución<br />
del rango de movimiento en la abducción del pulgar, y<br />
reducción de la fuerza del puño, del agarre cilíndrico y<br />
de la pinza, así como de la abducción entre el pulgar y el<br />
índice. 10,11<br />
Es posible que estos signos y síntomas se deban a<br />
cambios en la estructura y composición de la articulación<br />
y cambios en la inervación del ligamento radial<br />
dorsal, el cual juega un importante rol en la<br />
12<br />
propiocepción y estabilización de la base del pulgar.<br />
Los hallazgos radiológicos más comunes son rupturas<br />
ligamentarias y la subluxación dorsal. Esta OA se puede<br />
diagnosticar con la prueba de presión con rotación de<br />
la articulación para probar si se desencadenan dolor y<br />
craquido. 13<br />
En un estudio, la prueba de desviación-tracción<br />
(subluxación-recolocación) para probar si<br />
desencadena dolor, tuvo una mayor sensibilidad,<br />
especificidad y valor predictivo positivo y negativo para<br />
14<br />
OA de la primera CMC que la prueba de presión.<br />
OA Nodal<br />
Los autores concluyeron que la OA nodal se caracteriza<br />
por la aparición de nódulos, en especial, en la<br />
articulación IFD (Nódulos de Heberden), seguida por la<br />
articulación IFP del pulgar y las IFP (Nódulos de<br />
Bouchard). El patrón nodal es más frecuente en<br />
mujeres y en la mano dominante, lo cual sugiere<br />
factores mecánicos y hormonales asociados. Los<br />
patrones radiológicos son similares a los de la<br />
presencia de nódulos, sin embargo, las IFP pueden<br />
presentar dolor y crecimiento óseo sin evidencia<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
radiológica de nódulos.<br />
OA erosiva de mano<br />
Las características más importantes de este patrón<br />
son: erosiones centrales y colapso del hueso<br />
subcondral, con un gran impacto clínico (discapacidad<br />
comparada con la de la artritis reumatoide).<br />
Las evidencias revisadas por los autores señalan que<br />
este concepto es erróneo, ya que es común observar<br />
cierto grado de erosión dependiendo de la modalidad<br />
radiológica usada; podría pensarse que la enfermedad<br />
erosiva representa un fenotipo extremo de estos<br />
cambios. 15,16<br />
Los pacientes presentan erosiones centrales en la<br />
primera articulación CMC o en la IFP, y muy poco<br />
común en ambas a la vez. Se ha observado que la OA<br />
erosiva de la primera articulación es más frecuente en<br />
hombres que en mujeres.<br />
Los autores afirman que los cambios inflamatorios, el<br />
derrame y las erosiones se observan tanto en<br />
pacientes con OA erosiva como nodal, con similar<br />
frecuencia y patrón de afectación; sin embargo, la<br />
progresión de la sinovitis, derrame articular y cambios<br />
radiológicos se observan más en la forma erosiva.<br />
Hallazgos recientes sugieren diferencias fenotípicas de<br />
inflamación entre los patrones de OA erosiva y no<br />
17<br />
erosiva.<br />
CARGA INDIVIDUAL Y SOCIAL DE LA<br />
ENFERMEDAD<br />
La OA de mano afecta la habilidad del individuo para<br />
realizar su rutina diaria; los pacientes con síntomas<br />
18,19<br />
reportan un deterioro de su salud.<br />
En algunos estudios revisados se reportó asociación<br />
de la OA de mano con aterosclerosis y enfermedad<br />
cardiovascular, lo cual es similar al incremento de<br />
mortalidad cardiovascular en pacientes con OA<br />
dolorosa de grandes articulaciones; se asume que este<br />
aumento se debe a la falta de ejercicio de las<br />
articulaciones que toleran peso, pero la asociación con<br />
OA de mano sugiere que hay otros factores<br />
asociados. 20<br />
Además, en los últimos 3 años se han reportado datos<br />
respecto a que los individuos con OA de manos tienen<br />
riesgo de mortalidad por todas las causas o por causas<br />
20<br />
cardiovasculares similares a la población general.<br />
Por lo general, los pacientes con OA de mano se<br />
sienten insatisfechos con el aspecto de sus manos, en<br />
especial, aquellos con nódulos de Heberden y<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
15
Bouchard, deformidad articular y/o OA erosiva. Esta<br />
insatisfacción influye negativamente en ellos,<br />
aumentando el nivel de dolor y de rigidez, así como<br />
disminuyendo la función de sus manos; también se<br />
asocia con depresión, ansiedad y percepción negativa<br />
de la enfermedad. Los pacientes con OA de mano<br />
tienen una distorsión de la representación mental del<br />
dolor en las manos; la normalización de esta distorsión<br />
por ilusiones multisensoriales puede ofrecer alivio del<br />
21<br />
dolor.<br />
IMAGENOLOGÍA<br />
Radiología<br />
Debido a que la OA de mano puede ser diagnosticada<br />
clínicamente, EULAR y NICE (siglas en inglés de<br />
National Institute for health and Care Excellence) no<br />
recomiendan el uso de imágenes como rutina<br />
diagnóstica de esta enfermedad, aunque se pueden<br />
22,23<br />
utilizar para excluir otras condiciones.<br />
Las imágenes solo se recomiendan si se presenta un<br />
cambio inesperado y rápido en los síntomas, o si las<br />
características clínicas permiten sospechar un<br />
diagnóstico alterno de artritis reumatoide o artritis<br />
psoriática.<br />
mano, por su sensibilidad en determinar la presencia<br />
de osteofitos, disminución del espacio articular (DEA) y<br />
erosiones centrales.<br />
En esta revisión se observó que el ultrasonido y la RM<br />
han mostrado que los cambios inflamatorios en la<br />
sinovial y en las entesis son comunes en OA de mano.<br />
Aunque la RM es más cara y toma más tiempo, es<br />
importante para la investigación en OA, porque permite<br />
visualizar todas las estructuras articulares a través de<br />
diferentes pulsos de frecuencias y en múltiples planos.<br />
La puntuación Oslo de RM para OA de mano incluye la<br />
apreciación de osteofitos, DEA, erosiones centrales,<br />
quistes, Lesiones de Médula Ósea (LMO), mala<br />
alineación, patología de ligamentos colaterales,<br />
sinovitis y tenosinovitis flexora en IFP e IFD. Esta<br />
puntuación ha sido recientemente actualizada. 26<br />
Algunas características imagenológicas han sido<br />
asociadas con progresión de la OA de mano, por<br />
ejemplo: sinovitis incidental y LMO determinadas por<br />
RM están asociadas con dolor después de 5 años.<br />
Sinovitis, LMO y DEA predicen progresión radiológica<br />
27<br />
en 2 a 5 años. Características ultrasonográficas<br />
basales que incluyen: sinovitis, derrame articular y<br />
actividad Doppler poder en manos están asociadas<br />
con progresión radiográfica en las mismas<br />
28<br />
articulaciones a los 2 y 5 años.<br />
Desarrollos en Tomografía Computarizada<br />
La Tomografía Computarizada (TC) es capaz de<br />
visualizar con más detalles la estructura ósea que la<br />
radiografía, el ultrasonido y la RM.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
16<br />
Los autores acotan que la radiografía todavía tiene un<br />
lugar en el escenario de la investigación, sin embargo,<br />
el método de puntuación es controversial y depende de<br />
la población y objetivo del estudio (OA erosiva o no<br />
erosiva). 24<br />
Aunque la radiografía puede tener una baja sensibilidad<br />
en estadios tempranos de la enfermedad, es similar a la<br />
Resonancia Magnética (RM) Tesla 1.0 para detectar<br />
progresión a 5 años. Dado su bajo costo en<br />
comparación con RM, se sugiere que la radiografía<br />
como elección en los estudios observacionales con<br />
25<br />
seguimiento por largos períodos de tiempo.<br />
Ultrasonido e MR<br />
En la última década el ultrasonido y la RM han brindado<br />
mayor comprensión sobre la fisiopatología de la OA de<br />
En este estudio se encontró que aunque la TC requiere<br />
mayor dosis de radiación ionizante, en años recientes<br />
ha sido usada con propósitos de investigación de OA<br />
de mano. Las TC cuantitativa y de alta resolución han<br />
demostrado que la formación ósea nueva es más<br />
común a nivel de la interfase cartílago-hueso y en los<br />
márgenes articulares en OA de mano que en artritis<br />
psoriática. Adicionalmente, la formación de hueso<br />
asociada a la enfermedad se ubica en la palma y dorso<br />
de la mano, mientras que en la artritis psoriática el<br />
compromiso es más amplio, lo que sugiere<br />
mecanismos diferentes en la formación de hueso<br />
29<br />
aberrante. Hallazgos con TC 3D muestran que la<br />
curvatura trapecial y la superficie articular de la<br />
articulación CMC en pacientes con OA temprana,<br />
difiere de la observada en sujetos normales, jóvenes y<br />
viejos.<br />
Los investigadores han identificado diferencias en la<br />
estructura y configuración del hueso trabecular<br />
Novedades en patología osteomioarticular
trapezoide en individuos con y sin OA de primera CMC<br />
30<br />
con Micro TC (imágenes 3D en pequeñas escalas).<br />
Métodos novedosos en desarrollo<br />
Las modalidades de imagen óptica -desarrolladas pos<br />
tecnología láser- que pueden aplicarse a OA de mano<br />
son:<br />
Ÿ Tomografía óptica difusa<br />
Ÿ Imagen óptica fluorescente<br />
Ÿ Tomografía de coherencia óptica<br />
Ÿ Técnicas relacionadas con la imagen fotoacústica.<br />
Marshall y colaboradores afirman que estás técnicas<br />
ofrecen imágenes de bajo riesgo (no utilizan radiación<br />
ionizante), diferenciación entre diferentes tejidos<br />
blandos y tiempo de procesado rápido. Actualmente su<br />
uso in vivo y en pacientes con OA es limitado.<br />
SÍNTOMAS Y PATOLOGÍA ESTRUCTURAL<br />
Es conocida y frecuente la diferencia entre los síntomas<br />
y los cambios radiológicos estructurales en OA de<br />
todas las articulaciones, sin embargo hay modalidades<br />
de imagen más sensibles que revelan una importante<br />
asociación.<br />
Los resultados de los estudios siguen siendo<br />
controversiales, pues hay casos en las que se<br />
correlacionan con el dolor y otros que no. La<br />
inflamación determinada por ultrasonido se ha<br />
asociado con progresión radiológica en OA de mano y<br />
31<br />
con el subsecuente desarrollo de erosiones óseas.<br />
MECANISMOS DE LA ENFERMEDAD<br />
Los investigadores plantean que el estudio de la<br />
patogénesis de la OA de mano es difícil debido a las<br />
siguientes razones:<br />
Ÿ Limitado acceso al tejido enfermo<br />
Ÿ Pocas cantidades de tejido disponible para análisis<br />
molecular<br />
Ÿ Falta de donadores de tejido sano<br />
Ÿ No existen modelos animales para la OA de mano<br />
La comprensión de la fisiopatología de esta<br />
enfermedad proviene de datos genéticos, análisis<br />
epidemiológicos, ensayos prospectivos de imágenes y<br />
resultados positivos y negativos de los estudios<br />
clínicos.<br />
“La pregunta más importante es ¿La OA de<br />
mano comparte vías patológicas con la OA en<br />
otras articulaciones?”<br />
De los factores etiológicos comunes, posiblemente, el<br />
más importante sea la carga mecánica anormal.<br />
Aunque las articulaciones de las manos no toleran<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
peso, no están exentas de cargas, lo cual se<br />
demuestra por la alta prevalencia de OA en la mano<br />
dominante y la ausencia de enfermedad en manos<br />
inmovilizadas por hemiparesia o polio. Los cambios<br />
inflamatorios en las éntesis de las interfalángicas de<br />
pacientes con OA sugieren que este tejido es una<br />
32<br />
importante área de estrés. A diferencia de la OA de<br />
grandes articulaciones en las manos:<br />
Ÿ El pico de incidencia ocurre en la menopausia<br />
Ÿ La fase inflamatoria temprana de la enfermedad<br />
parece preceder al remodelamiento óseo<br />
Ÿ Las articulaciones dolorosas parecen mejorar con<br />
el tiempo<br />
Genética y OA de mano<br />
Según un estudio sobre heredabilidad de la OA, la de<br />
mano es la más heredable de todas las OA<br />
33<br />
(aproximadamente el 60 %). Dos genes candidatos a<br />
OA de mano han sido replicados: variables genéticas<br />
de ACAN (codifica Agrecam, un componente integral<br />
de la matriz extracelular) y HFE (codificador el regulador<br />
de hierro homeostático, una proteína asociada a la<br />
hemocromatosis).<br />
Hormonas sexuales<br />
La prevalencia de OA en la etapa posmenopaúsica de<br />
la mujer es mayor que en el resto de la población, pero<br />
los estudios reportan que la OA de mano tiene una<br />
relación única y robusta. Se ha observado que los<br />
bochornos e irregularidades menstruales ocurren con<br />
el inicio de la OA de mano; no se ha definido si se debe<br />
a la pérdida del efecto anti inflamatorio y pro<br />
regenerativo de los estrógenos o a las fluctuaciones de<br />
otras hormonas sexuales. Tanto los estrógenos como<br />
la testosterona regulan la expresión de los miembros<br />
de la familia ALDH1A, y esto puede ser importante en la<br />
comunicación entre el ácido retinóico y la señalización<br />
estrogénica en la peri menopausia. 34<br />
Inflamación<br />
Aunque se acepta que cambios inflamatorios (clínicos<br />
y sinovitis por imágenes) están presentes en la OA de<br />
mano, estos son relativamente modestos en<br />
comparación con la artritis reumatoide. Los datos en<br />
estudios prospectivos por imagen muestran que la<br />
sinovitis por RM y ultrasonido predicen la progresión<br />
35<br />
radiológica o la erosión central.<br />
Los niveles elevados de IL-1 sérica se han asociado<br />
con pérdida de la función y erosiones radiológicas en<br />
OA de mano. 36<br />
El uso de esteroides (triamcinolona) más lidocaína en<br />
OA de mano ha reportado una mejoría significativa del<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
17
dolor al moverse y en la inflamación en comparación<br />
37<br />
con la infiltración de lidocaína sola. Los ensayos<br />
clínicos sobre uso de antinflamatorios o agentes “antisinoviales”<br />
para OA de mano como hidroxicloroquina,<br />
anti-TNF o estrategias cuyo blanco es la IL-1, han<br />
fallado en demostrar diferencias contra placebo.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
18<br />
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Novedades en patología osteomioarticular
Avances en<br />
Ácido Hialurónico<br />
como tratamiento<br />
para la <strong>Osteo</strong>artritis<br />
Resumen de una revisión de ensayos clínicos prospectivos<br />
Bowman S, Awad ME, Hamrick MW, Hunter M and Fulzele S. Recent advances in hyaluronic acid based<br />
therapy for osteoarthritis. Clin Trans Med. 2018; 7:6. doi.org/10.1186/s40169-017-0180-3<br />
Esta revisión incluyó 44 ensayos clínicos<br />
prospectivos sobre factibilidad y eficacia de la<br />
inyección de Ácido Hialurónico (AH) para el<br />
tratamiento la <strong>Osteo</strong>artritis (OA) rodilla, cadera y<br />
tobillo. Los autores analizaron el AH y sus<br />
propiedades, así como su efectividad clínica y<br />
opciones futuras.<br />
Según la National Health Interview Survey (NHIS) de<br />
Estados Unidos, entre los años 2010 y 2012 en ese<br />
país se diagnosticaron 52,2 millones de adultos con<br />
OA, considerada una de las principales causas de<br />
discapacidad funcional; y estiman que 22,7 millones<br />
1<br />
de adultos están discapacitados por OA.<br />
En un estudio sobre la carga de esta enfermedad,<br />
publicado en 2009, se planteó que los síntomas que<br />
sufren los pacientes con OA son: dolor persistente,<br />
rigidez y limitación de la movilidad; esto afecta su<br />
calidad de vida y se asocia a comorbilidades físicas<br />
2<br />
y/o mentales.<br />
Bowman y colaboradores consideran que todavía<br />
falta mucho por conocer de la OA, debido a su<br />
complejidad e interacción de factores biológicos tales<br />
como: alteraciones genéticas, déficit de hormonas<br />
sexuales y envejecimiento. La evidencia reciente se<br />
ha centrado en investigar marcadores moleculares<br />
relacionados con el envejecimiento del condrocito<br />
inducido por estrés; el deterioro de la función del<br />
condrocito dependiente de la edad se define como<br />
3<br />
condrosenescencia.<br />
recomendaciones internacionales, algunas de la<br />
cuales se exponen y analizan en este número de<br />
<strong>Osteo</strong><strong>360</strong>, establecen terapias basadas en<br />
evidencia, que incluyen opciones no farmacológicas<br />
y farmacológicas. Entre las primeras están:<br />
educación del paciente, ejercicio físico y<br />
rehabilitación; los medicamentos van desde<br />
acetaminofén, Antinflamatorios No Esteroideos<br />
(AINES), inhibidores selectivos de la COX-2 y<br />
opiodes.<br />
Los fármacos más prescriptos en OA son los AINES<br />
que, a pesar de su bien establecido efecto de alivio<br />
del dolor en estos casos, su uso prolongado está<br />
asociado a efectos adversos, así como a una amplia<br />
heterogeneidad de respuestas individuales debido a<br />
4<br />
interacciones farmacogenómicas.<br />
Entre las opciones terapéuticas no quirúrgicas<br />
también están: condroitin sulfato, Glucosamina e<br />
inyecciones intrarticulares de Ácido Hialurónico (AH),<br />
así como de productos derivados de la sangre. La<br />
tendencia de las últimas décadas ha sido las<br />
inyecciones intrarticulares de esteroides,<br />
analgésicos/antiinflamatorios, colágeno polimerizado,<br />
drogas anti-citoquinas y AH. Los investigadores<br />
afirman que estas modalidades han demostrado<br />
disminuir el dolor en OA y el AH ha sido el más seguro y<br />
con efecto más prolongado.<br />
“El uso de inyecciones intrarticulares es una<br />
alternativa para maximizar el efecto local y<br />
disminuir los efectos adversos sistémicos”<br />
En vista de esta compleja fisiopatología, las opciones<br />
t e r a p é u t i c a s s o n l i m i t a d a s . L a s g u í a s y<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
A continuación, los aspectos más resaltantes de la<br />
revisión de Bowman y colaboradores sobre los<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
19
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
20<br />
avances del AH como tratamiento de pacientes con<br />
OA.<br />
FISIOLOGÍA DEL AH EN EL LÍQUIDO SINOVIAL<br />
ARTICULAR<br />
En 2015, Altman publicó una revisión sistemática<br />
sobre el mecanismo de acción del AH, donde<br />
plantea que se trata de una molécula ubicua de alto<br />
peso molecular, presente en cartílago y líquido<br />
sinovial. Sus características reológicas están<br />
implicadas en las funciones principales de ese<br />
5<br />
líquido:<br />
Ÿ Lubricación de la articulación<br />
Ÿ Limpieza de radicales libres<br />
Ÿ Regulación de actividades celulares, tales<br />
como los enlaces entre proteínas<br />
Explica que cuando la OA progresa, el AH endógeno<br />
se despolimeriza y se convierte de una molécula de<br />
alto a una de bajo peso molecular, lo que causa<br />
disminución de las propiedades mecánicas y<br />
viscoelásticas del líquido sinovial de la articulación<br />
afectada.<br />
Se ha observado que al inyectar AH en la articulación<br />
afectada por OA, mejoran las funciones del AH<br />
endógeno polimerizado. Las revisiones acerca de la<br />
fisiopatología, del AH comentadas en este artículo,<br />
acotan que el AH exógeno no restaura ni reemplaza el<br />
cartílago, pero induce el alivio del dolor en forma<br />
satisfactoria a través de mecanismos tales como:<br />
síntesis de proteoglicanos y/o glicosaminoglicanos,<br />
efecto antinflamatorio y mantenimiento de la viscoelasticidad.<br />
Con base en un trabajo sobre el mecanismo de<br />
acción del AH, publicado en 2003, se determinó que<br />
las hialuronidasas constituyen una familia de enzimas<br />
que degrada el AH, a través de la ruptura de las<br />
uniones (1-4), lo cual lleva a la fractura la molécula<br />
en piezas pequeñas antes de degradarla. Los niveles<br />
de hialuronidasas en el líquido sinovial podrían<br />
explicar la heterogeneidad de la respuesta<br />
terapéutica en pacientes con OA a la inyección de<br />
6<br />
AH.<br />
ÁCIDO HIALURÓNICO Y SUS<br />
PRESENTACIONES PARA TRATAR OA<br />
Las dos vías de administración de AH son oral e<br />
intrarticular; las diferentes inyecciones disponibles<br />
tienen una variedad de características, resumidas a<br />
partir de los datos analizados por Bowman et al.<br />
Ÿ Origen: animal o bio-fermentación bacterial<br />
usando organismos modificados<br />
Ÿ Distribución del peso molecular: 500 a 6.000<br />
kDa<br />
Ÿ Estructura molecular: linear, enlaces cruzados<br />
o ambos<br />
Ÿ Métodos de entrecruzamiento<br />
Ÿ Concentración: de 0,8 a 30 mg/mL<br />
Ÿ <strong>Volumen</strong> de la inyección: 0,5 a 6,0 mL<br />
Ÿ Posología<br />
En cuanto al tratamiento con AH oral, se ha descrito<br />
que el cuerpo absorbe el polímero de gran peso<br />
7<br />
molecular y lo descompone en 2 a 6 polisacáridos ;<br />
también se han planteado como mecanismos de<br />
acción la unión al receptor Toll-like-4 y la promoción<br />
de la expresión de IL-10 y citoquinas señalizadoras,<br />
8<br />
que conducen a antiinflamación.<br />
Como se señaló previamente, los AH intrarticulares<br />
difieren en muchas de sus características. La<br />
inyección de AH en el líquido sinovial de la<br />
articulación afectada cuenta con una variedad de<br />
mecanismos para el alivio de los síntomas, tales<br />
como: síntesis de proteínas de la matriz extracelular,<br />
alteración de los mediadores inflamatorios para<br />
desviarlos de la degradación, reducción de la<br />
motilidad de los linfocitos y preservación del grosor<br />
del cartílago, su área y superficie suave.<br />
Destaca la revisión sobre viscosuplementación<br />
realizada por Ballamy et al en 2006, que incluyó 76<br />
ensayos clínicos, en la cual se concluyó que el AH<br />
inyectado localmente es efectivo en el tratamiento de<br />
OA por sus efectos sobre el dolor, la función y la<br />
apreciación global del paciente, y en cuanto a<br />
s e g u r i d a d , n o h u b o e f e c t o s a d v e r s o s<br />
8<br />
estadísticamente significativos.<br />
Según los autores de esta revisión, las evidencias<br />
muestran que la inyección intrarticular de AH y su<br />
suplementación oral pueden combatir los síntomas<br />
de OA, especialmente, en estadios tempranos de la<br />
enfermedad, incluso un estudio reportó la<br />
prolongación de los beneficios del tratamiento<br />
9<br />
inyectable con la suplementación del oral.<br />
AH BASADO EN INGENIERÍA TISULAR<br />
Una de las revisiones comentadas por Bowman y<br />
colaboradores plantea que el AH es útil para crear<br />
hidrogeles que asisten la cicatrización, debido a sus<br />
propiedades no inmunogénicas, biodegradabilidad<br />
controlada, polimerización química biocompatible y<br />
Novedades en patología osteomioarticular
diferentes sitios de reacción. Los andamios de<br />
hidrogel de AH, embebidos en células madre<br />
mesenquimales, pueden potenciar la eficacia de su<br />
capacidad de regeneración. Los factores de<br />
crecimiento son las moléculas que más comúnmente<br />
se acoplan a los andamios de AH, y se ha observado<br />
que son capaces de reclutar células madre<br />
endógenas en el sitio de defecto del cartílago para<br />
10<br />
permitir la regeneración de novo.<br />
Un estudio reciente reportó que con ingeniería de<br />
tejido cartilaginoso, los condrocitos pueden ser<br />
encapsulados dentro de una red con el objeto de<br />
tratar el daño del cartílago; aprovechando el control<br />
espacial de cierto tipo de hidrogeles de AH, se han<br />
desarrollado sistemas de microdispositivos en los que<br />
se pueden encapsular células madre embrionarias<br />
viables y recuperarlas posteriormente, para ser<br />
usadas en el tratamiento de enfermedades con la<br />
10<br />
OA.<br />
ESTUDIOS CLÍNICOS<br />
Los autores afirman que la eficacia y seguridad de<br />
gran variedad de preparaciones de AH han sido<br />
demostradas, por tanto la inyección de AH puede ser<br />
una opción no quirúrgica para la OA y el retardo de la<br />
Una de las principales controversias del AH<br />
intrarticular es la frecuencia y duración de las<br />
inyecciones y su impacto en la eficacia y<br />
sostenibilidad. Se revisaron ensayos clínicos<br />
comparativos con resultados interesantes, por<br />
ejemplo, Cubukur et al reportaron que en<br />
comparación con solución salina, el AH en pacientes<br />
con OA produjo un alivio máximo del dolor tan<br />
temprano como a la tercera semana y una mejoría<br />
14<br />
funcional en la octava.<br />
En cuanto a la cantidad de inyecciones, en 2006,<br />
Petrella y colaboradores en un estudio controlado y al<br />
azar que comparó tres versus seis inyecciones en<br />
semanas consecutivas, reportaron que no hubo<br />
diferencias en alivio del dolor, mejoría de la función ni<br />
15<br />
satisfacción del paciente. Hace 20 años, Huskisson<br />
et al demostraron que 5 semanas de hialuronato<br />
sódico pueden proveer mejoría sintomática que<br />
16<br />
persiste por 6 meses , lo cual se confirmó en dos<br />
grandes estudios clínicos controlados, que<br />
demostraron una mejoría significativa de la función y<br />
alivio del dolor, a lo que se agregó que las 5 semanas<br />
de AH fueron tan efectivas y con menos efectos<br />
adversos que el tratamiento continuo con naproxeno<br />
17,18<br />
por 26 semanas.<br />
En cuanto al alivio de los síntomas de OA de<br />
cadera, al comparar Plasma Rico en<br />
Plaquetas (PRP) con inyecciones de AH,<br />
Battaglia y colaboradores reportaron que el<br />
AH es superior al PRP en pacientes con OA<br />
de cadera sintomática, en aliviar dolor y<br />
19<br />
mejorar la función. Val et al reportaron que 3<br />
inyecciones de AH son seguras y una opción<br />
en OA de cadera leve a moderada para<br />
producir rápido alivio del dolor, aunque no fue<br />
eficaz para OA severa; además la inyección<br />
de AH se asoció a una reducción del 48,2 %<br />
del consumo de AINES a los tres meses en<br />
20<br />
comparación con los valores basales.<br />
necesidad de reemplazo articular. Por otra parte,<br />
consideran que la influencia de la masa molecular del<br />
AH en la eficacia clínica y funcional es debatible.<br />
La eficacia y seguridad del AH intrarticular han sido<br />
demostradas contra placebo en alivio del dolor y<br />
mejoría de la función en OA leve y moderada de rodilla;<br />
mientras que en estadios avanzados se han reportado<br />
11-13<br />
beneficios con AH de alto peso molecular.<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
Un metanálisis de 26 ensayos clínicos concluyó que la<br />
inyección de AH puede ser considerada la mejor línea<br />
conservadora para la OA de cadera gracias al<br />
21<br />
sustancial alivio de dolor y mejoría funcional. Sin<br />
embargo, no hay evidencia clara que pruebe su<br />
capacidad para modificar la morfología y los cambios<br />
radiológicos en OA de cadera.<br />
Respecto a la OA de tobillo, hay menor cantidad de<br />
estudios, pero los disponibles reportan alivio del dolor,<br />
mejoría de la movilidad y reducción del consumo de<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
21
analgésicos, así como seguridad y efectividad al<br />
22-24<br />
combinar AH con condroitin sulfato.<br />
ESTUDIOS EN ANIMALES Y VÍAS FUTURAS<br />
PARA LOS USOS CLÍNICOS DEL AH<br />
Los autores comentaron algunos estudios en<br />
animales que están demostrado un mayor efecto<br />
condroprotector del AH al combinarlo con condroitin<br />
sulfato y glucosamina. También se está investigando<br />
una asociación novedosa con metotrexate intrarticular<br />
con resultados similares al efecto antiartrítico del<br />
25<br />
metotrexate oral, pero sin los efectos adversos.<br />
Se está considerando el uso de nanopartículas como<br />
portadoras de AH. Dos estudios en ratas han<br />
reportado que las nanopartículas cubiertas con AH no<br />
tienen efectos tóxicos en estos modelos de rodilla, no<br />
modifican la membrana sinovial, ni sobreregulan<br />
citoquinas, además son retenidas en el 70 % de las<br />
26<br />
ratas por al menos una semana.<br />
CONCLUSIONES<br />
AH es efectivo para la OA debido a su efecto lubricante, antiinflamatorio y condroprotector. Puede ser<br />
administrado por vía oral o por inyección IA. En este metanálisis se ha demostrado su eficacia en OA de rodilla,<br />
cadera y tobillo. Se están desarrollando nuevos productos, tanto con modificaciones de la composición de la<br />
molécula, como en combinación con otras drogas para maximizar su efecto.<br />
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OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
22<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Algoritmo sobre la decisión de retratar<br />
con viscosuplementación a pacientes<br />
que sufren de Osteartritis de rodilla:<br />
Recomendaciones del EUROpeanVISco supplementation<br />
COnsensus Group (EUROVISCO)<br />
Raman R et al. Decision Algorithms for the<br />
Retreatment with Viscosupplementation in Patient<br />
Suffering from Knee <strong>Osteo</strong>arthritis: Recommendations<br />
from the EUROpean VIScosupplementation COnsensus<br />
Group (EUROVISCO). Cartilage 2017; 1-13.<br />
Recomendaciones de Retratamiento entre paciente con FALLA PREVIA<br />
a tratamiento con Viscosuplementación<br />
Inyección(es) de AH<br />
NO<br />
No<br />
Retratamiento<br />
Sin evidencia de OA<br />
Crisis con gran derrame<br />
sinovial<br />
Dolor debido a ruptura<br />
de menisco<br />
Dolor debido a trauma o<br />
fractura por insuficiencia<br />
de platillo tibia<br />
Dolor debido a tendinitis<br />
<strong>Osteo</strong>necrosis<br />
Ausencia de eficacia a los 6 meses<br />
¿Indicación correcta?<br />
SÍ<br />
Discutir con el paciente<br />
otras modalidades<br />
guiadas por imágenes<br />
SÍ<br />
Obesidad<br />
EEA severo<br />
¿Nivel de dolor muy alto ?<br />
SÍ<br />
¿Factores predictores de falla?<br />
NO<br />
¿Protocolo correcto?<br />
<strong>Número</strong> de inyecciones<br />
<strong>Volumen</strong> inyectado<br />
Intervalo entre las<br />
inyecciones<br />
¿Inyección realmente intrarticular<br />
Retratamiento<br />
Con protocolo adecuado y/o<br />
Guiado por imagen<br />
Recomendaciones de Retratamiento entre paciente que MEJORARON<br />
con previa Viscosuplementación<br />
Inyección(es) de AH<br />
Retratamiento<br />
Meses a 6<br />
Meses a 12<br />
No<br />
Retratamiento<br />
Asintomático<br />
A los 6 meses<br />
Todavía asintomático<br />
A los 12 meses<br />
AH efectivo<br />
a los 6 meses<br />
Incremento del dolor<br />
entre los 6 a 12 meses<br />
Pocos síntomas<br />
Pocos síntomas<br />
a los 12 meses<br />
SOLO SI:<br />
Jóvenes OA temprana<br />
Alto riesgo de<br />
progresión<br />
Práctica deportiva<br />
Comorbilidades<br />
severas<br />
Contraindicación<br />
para RTR<br />
SOLO SI:<br />
Alto riesgo de<br />
progresión<br />
Deportista profesional<br />
Joven con factores de<br />
riesgo para progresión<br />
Retratamiento<br />
Adaptado a la situación del paciente:<br />
Tan pronto como el dolor ocurra de nuevo<br />
Tan pronto como > PASS<br />
De acuerdo a los deseos del paciente<br />
No<br />
Retratamiento<br />
SOLO SI:<br />
Sin aumento del dolor<br />
entre los 6 y 12 meses<br />
Paciente no desea retratamiento<br />
No hay riesgo de progresión<br />
Dolor
Factores de<br />
riesgo centrales<br />
y periféricos para<br />
el dolor de rodilla<br />
Resultados de una cohorte basado en una comunidad<br />
Sarmanova A, Fernandes GS, Richardson H, Valdes AM, Walsh DA, Zhang, Doherty M. Contribution of central<br />
and peripheral risk factors to prevalence, incidence and progression of knee pain: a community-based cohort<br />
study. <strong>Osteo</strong>arthritis and Cartilage. 2018; 26: 1461-1473.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
24<br />
El dolor de rodilla (gonalgia) es multifactorial y puede<br />
ser causado por factores periféricos como la<br />
<strong>Osteo</strong>artritis (OA) de rodilla o por alteraciones de las<br />
vías de la modulación central del dolor como en la<br />
fibromialgia. La gonalgia es una entidad clínica<br />
relacionada con la OA de rodilla, pero no totalmente<br />
explicada por esta, en adultos de edad media y<br />
ancianos. En parte, esto puede permitir<br />
comprender la discordancia entre la gonalgia y los<br />
cambios estructurales de la rodilla con OA. Los<br />
factores de riesgo para gonalgia y para OA de rodilla<br />
pueden ser diferentes; para la apreciación clínica y<br />
plan terapéutico deben considerarse tanto los<br />
periféricos como los factores de riesgo centrales.<br />
El dolor de rodilla afecta la calidad de vida, causa<br />
discapacidad y está asociado a un incremento de<br />
1<br />
mortalidad.<br />
Los investigadores plantean que a pesar de los<br />
intentos terapéuticos, el aumento de los pacientes que<br />
requieren Reemplazo Total de Rodilla (RTR) es<br />
evidente, y un 15 a 30 % de los pacientes sometidos a<br />
esta intervención todavía reportan dolor, lo que puede<br />
2<br />
sugerir la necesidad de modulación central.<br />
Los mecanismos subyacentes al dolor de rodilla tienen<br />
importantes implicaciones en la orientación del manejo<br />
del dolor crónico y pueden predecir la respuesta a las<br />
terapias existentes. En este estudio los autores<br />
evalúan una cohorte basada en una comunidad, con el<br />
objeto de explorar los factores que influyen en la<br />
prevalencia, incidencia y progresión del dolor de rodilla<br />
a través de sus mecanismos periféricos y centrales.<br />
Al inicio del estudio se enviaron 40.505 cuestionarios y<br />
se obtuvieron 9.506 respuestas de hombres y mujeres<br />
mayores de 40 años de edad. Un año después se les<br />
envió otro cuestionario a 6.716 participantes vivos,<br />
quienes habían dado su consentimiento para recibir<br />
futuras encuestas. Quienes respondieron el<br />
cuestionario al año presentaban mayor frecuencia de<br />
dolor de rodilla en comparación con quienes no<br />
respondieron.<br />
Los autores construyeron 2 cohortes a partir de los<br />
participantes que respondieron al cuestionario luego<br />
del año:<br />
Ÿ Una cohorte de incidencia que comprende los<br />
participantes sin dolor de rodilla en la línea basal,<br />
y por tanto riesgo de desarrollarlo de novo<br />
(n=2.341) durante el seguimiento.<br />
Ÿ Una cohorte de progresión que comprende los<br />
participantes con dolor al inicio, y por tanto con<br />
riesgo de progresión (n=2.396).<br />
En este estudio prospectivo, los factores de riesgo<br />
fueron divididos en tres grupos principales:<br />
1.- Central: relacionado con la percepción del dolor<br />
y dolor fisiológico<br />
2.- Periférico: relacionado con cambios estructurales<br />
de la articulación de la rodilla<br />
3.- Otros: influencia mixta<br />
Factores de riesgo centrales<br />
Ÿ Dolor generalizado<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Ÿ<br />
Ÿ<br />
Ansiedad y depresión<br />
Catastrofismo<br />
Factores periféricos<br />
Ÿ Injuria articular de la rodilla mayor/significante<br />
Ÿ Mal alineamiento de rodillas (valgus/varus)<br />
Ÿ Alto riesgo ocupacional<br />
Ÿ Relación de la altura del índice: anular (el patrón<br />
tipo 3, índice más corto que el anular es un<br />
factor de riesgo para OA).<br />
La prevalencia de gonalgia fue de 45 % (hombre 44 %,<br />
mujeres 46 %) la prevalencia de gonalgia actual fue 28<br />
% y, 14 % tenían diagnóstico de OA por un médico<br />
general.<br />
L o s p a c i e n t e s c o n g o n a l g i a u s a r o n m á s<br />
Antiinflamatorios No Esteroideos (AINEs) y opioides<br />
que los que no lo tenían (6 % vs 2 % para AINEs<br />
prescritos, 22 % vs 9 % para AINEs de venta libre, 15 %<br />
vs 5 % para opioides).<br />
Prevalent KP Incident KP Worsening KP<br />
1.00<br />
1.00<br />
1.00<br />
0.75<br />
0.75<br />
0.75<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=19%<br />
(95%CI 17 to 19)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=14%<br />
(95%CI 12 to 22)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=29%<br />
(95%CI 22 to 33)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
1.00<br />
1.00<br />
1.00<br />
0.75<br />
0.75<br />
0.75<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=23%<br />
(95%CI 21 to 23)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=29%<br />
(95%CI 24 to 33)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=5%<br />
(95%CI 4 to 6)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
1.00<br />
1.00<br />
1.00<br />
0.75<br />
0.75<br />
0.75<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=27%<br />
(95%CI 26 to 29)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=14%<br />
(95%CI 12 to 22)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=14%<br />
(95%CI 9 to 17)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
Otros factores estimados<br />
Ÿ OA nodal (altamente heredable e incrementa el<br />
riesgo de OA de rodillas),<br />
Ÿ Comorbilidades<br />
Ÿ Uso de analgésicos<br />
La edad media en la línea basal fue de 62.1 años (rango<br />
entre 30-86), el 57 % de los participantes fueron<br />
mujeres, la media del Índice de Masa Corporal (IMC)<br />
fue de 27.31 (SD 5.30, rango entre 13-74).<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
Más de la mitad de la población del estudio reportó una<br />
o más comorbilidades (61 % en participantes con<br />
gonalgia, 53 % de aquellos sin ella). Las condiciones<br />
más prevalentes entre los participantes con gonalgia<br />
fueron: enfermedad cardiovascular (54 %),<br />
desórdenes dolorosos (16%) y enfermedades<br />
endocrinas (15%).<br />
La incidencia de gonalgia durante el año 1 de<br />
seguimiento fue de 12 %. Durante este año de<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
25
seguimiento 19 % reportó empeoramiento del dolor<br />
(hombres 16%, mujeres 21%).<br />
“Los factores de riesgo tanto los centrales<br />
como periféricos se asociaron con gonalgia.”<br />
Los autores observaron que de los factores centrales,<br />
el dolor generalizado fue el mayor, seguido por<br />
depresión, catastrofismo y ansiedad. En cuanto a los<br />
factores periféricos, la injuria previa de la rodilla fue el de<br />
mayor riesgo, seguida por el mal alineamiento<br />
constitucional y el riesgo ocupacional alto. Otros<br />
factores de riesgo como OA nodal de mano,<br />
comorbilidad, género e IMC se asociaron con<br />
gonalgia. Los factores de riesgo más fuertemente<br />
asociado con la gonalgia incidental fueron: el dolor<br />
generalizado y la depresión, y los factores periféricos<br />
no tuvieron efecto significativo. La injuria articular<br />
durante el seguimiento fue un fuerte factor de riesgo<br />
para el comienzo de la gonalgia. La contribución<br />
proporcional de riesgo para factores centrales y<br />
periféricos fue de 14 % y 25 %, respectivamente. En las<br />
personas con gonalgia tanto los factores de riesgo<br />
centrales como los periféricos contribuyeron al<br />
empeoramiento en el primer año.<br />
El catastrofismo, depresión, ansiedad y dolor<br />
generalizado fueron los factores de riesgo centrales<br />
asociados con empeoramiento. En aquellos pacientes<br />
con mayor puntuación para dolor similar al neuropático<br />
hubo mayor probabilidad de que reportaran empeoramiento.<br />
Con respecto a los periféricos la injuria<br />
previa a la línea basal no se asoció con empeoramiento<br />
de la gonalgia, pero la injuria durante el seguimiento sí;<br />
la mala alineación en varus y el riesgo ocupacional alto<br />
se asociaron con empeoramiento, al igual que otros<br />
factores como la OA nodal de mano, la presencia de<br />
comorbilidad y el IMC. La contribución de los factores<br />
de riesgo periféricos al empeoramiento (5 %) fue menor<br />
que la de los factores centrales (29 %).<br />
DISCUSIÓN<br />
Sarmanova y colaboradores afirman que este es el<br />
primer estudio de cohorte, basado en una comunidad,<br />
que investiga la contribución de factores de riesgo<br />
centrales y periféricos asociados con la prevalencia,<br />
incidencia y progresión de gonalgia. Los factores<br />
centrales fueron aquellos relacionados con la<br />
percepción del dolor, respuestas psicológicas y<br />
conductuales que pueden afectar la fisiología normal<br />
del dolor, mientras que los periféricos estuvieron relacionados<br />
a cambios estructurales de la rodilla. Algunos<br />
factores de riesgo como las comorbilidades y la OA<br />
nodal de mano pueden influenciar la gonalgia por mecanismos<br />
centrales y periféricos, y fueron clasificados<br />
como otros factores de riesgo. Los principales<br />
hallazgos fueron:<br />
Ÿ Factores centrales y periféricos se asocian con<br />
la prevalencia del dolor<br />
Ÿ Factores de riesgo periféricos tales como la<br />
injuria de la rodilla contribuyeron más a la<br />
incidencia de gonalgia<br />
Ÿ El mayor contribuyente a la progresión de la<br />
gonalgia fue el factor central catastrofismo.<br />
BIBLIOGRAFIA<br />
1.- Neogi T, Felson D, Niu J, Nevitt M, Lewis CE, Aliabadi P, et al. Association between radiographic features of knee osteoarthritis and pain: results from two cohort<br />
studies. BMJ009;339:b2844.<br />
2.- Wylde V, Palmer S, Learmonth ID, Dieppe P. The association between pre-operative pain sensitisation and chronic pain after knee replacement: an exploratory<br />
study. <strong>Osteo</strong>arthritis Cartilage 2013;21:1253e6.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
26<br />
Novedades en patología osteomioarticular