Musica Clasica 3.0 Nº14

el Concierto para Clarinete
hay una suerte de vidala, también
se puede escuchar malambo,
y la música Latinoamericana
está, en general,
muy presente. ¿Cómo es tu
proceso compositivo?
No tengo un sistema consistente,
es lo que me salga naturalmente,
orgánicamente. Trato de no ponerme
muy mental, ni muy académico.
Trato de emocionarme y
que se me ponga la piel de gallina,
si lo logro digo: “bueno, desarrollemos
esta idea”. Aunque
me demora mucho filtrar, ese es
el problema, ya que tengo demasiadas
posibilidades e ideas y
demoro mucho tiempo en elegir.
Pero una vez que agarro un camino,
que me decido, sigo, y ya ahí
me sale todo bastante fluido, sin
sufrir demasiado.
Se trata de encontrar la personalidad
de la obra y ser genuino
con eso.
Básicamente trato de escribir cosas
que me gustan a mí, donde
yo me emocione. Por una cuestión
profesional siempre tuve que
aprender a tocar diferentes tipos
de música, diferentes estilos.
He tocado música colombiana,
cubana, de Santo Domingo, argentina,
tango, folclore, jazz, española.
Entonces me dejo llevar
por lo que salga en el momento,
utilizando todas las músicas.
¿Cómo fue tu transformación
desde que empezaste piano
clásico y jazz hasta componer
música para orquesta
sinfónica?
La mayoría de las cosas que
hice para orquestas sinfónicas
fueron por encargo. Tenía mucho
trabajo como arreglador de
música popular, en una época
en que se hacían las grabaciones
con orquestas de cuerdas.
Eso me sirvió de mucha práctica
y también me daba la oportunidad
de experimentar en un
ambiente en el que te pagaban
para escribir para orquesta.
¿Cuál fue tu primera obra para
orquesta?
Cuando yo tenía unos 24 o 25
años ya estaba tocando en el
quinteto de Paquito D´Rivera
como pianista. Paquito tenía un
concierto con la Orquesta Sinfónica
de New Jersey y me pidió
que escribiera algo para la ocasión.
Y así, en medio de la gira,
escribí a las apuradas y salió muy
bien, mejor de lo que me espe-
musicaclasicaba.com.ar | Julio 2020 | Revista Música Clásica 3.0 | 39