Administracion De Empresas Constructoras Suarez Salazar
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
42 Administración
mas del que lo alcanza por méritos propios y que cuando el poder es otorgado si n
méritos (y por tanto se considera ilegitimo), esto distancia al trabajador y lo hace
repudiar las órdenes recibidas de un jefe “ilegítimo .
El maestro de obras en la edificación es sin duda el ejemplo, donde la legitimidad del
poder se manifiesta en la forma más clara. El maestro de obras que de aprendiz pasó
a operario, de ahí a “segundero” y finalmente ante la ausencia de maestros, se le
encargó la primera obra, puede con el tiempo, integrar un equipo de “incondicionales”
que lo seguirán durante muchos años, aun cuando en ocasiones no tenga
trabajo para ellos.
Cuando tratando de incrementar el control de la producción y evitar injusticias “sustituimos”
al maestro de obras por un profesional universitario, la “legitimidad” del
poder de éste, ante sus subordinados, será cuestionada, entorpecida y a veces, saboteada
diariamente, haciendo crisis cada día de pago.
El nombrar “Jefe de residentes” a un elemento nuevo en la empresa, provocará serias
dificultades con los antiguos residentes, aun cuando este nuevo elemento reúna
tanto los méritos académicos, como la experiencia para este puesto. Su legitimidad
de poder, se cuestionará en función del tiempo de trabajo en la empresa. Por tanto,
la solución recomendable, será obligar al aspirante a iniciar sus labores como residente,
en una posición que le permita, lo más rápidamente posible acumular dicha
legitimidad (que por sus capacidades serán integradas con mayor aceleración que
la de sus compañeros).
Cabe señalar que un puesto ilegítimo puede afectar seriamente la productividad de
una empresa constructora.
1.286. David McCIelland
En 1962, McCIelland, recoge las ideas de Weber y forma su teoría sobre las 3 motivaciones
más importantes del hombre:
1. La realización de un objetivo.
2. La necesidad de afiliación (reconocimiento).
3. La necesidad de poder.
El primer motivador permite sugerir que la felicidad del hombre consiste en conseguir
lo que se propone, lo cual explica al directivo que habiendo satisfecho con
creces todas sus necesidades primarias de afiliación y de estimación, aún sigue trabajando
incansablemente para lograr la meta propuesta.
El segundo motivador, explica la actitud de las personas interesadas en forma primordial,
a establecer contactos cálidos y de reconocimiento de sus semejantes.