Administracion De Empresas Constructoras Suarez Salazar
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El directivo 147
4.350. CONCENTRACION Y CONSTANCIA
Si existe un secreto de la efectividad, ésta es la concentración y la constancia;
ambas son. la clave de los resultados económicos, y la clave de los resultados
personales. Los ejecutivos eficaces hacen las cosas importantes primero y hacen
una sola cosa a la vez, aun el mejor cirquero puede tener varias bolas en el aire,
pero por un tiempo determinado, en algún momento se le caen, por lo tanto
es necesario concentrarse y concentrar la fuerza de los recursos humanos en
las mejores oportunidades, sólo así podemos conseguir resultados, los ejecutivos
que hacen una sola cosa a la vez, al final necesitan menos tiempo que los demás,
los directivos que no logran nada, a menudo trabajan más que los demás, a menudo
subestiman el tiempo necesario para cualquier tarea, el ejecutivo eficaz seda
un margen de tiempo, para imprevistos, el ejecutivo ineficaz, corre, grita y desafortunadamente
estas acciones lo dejan atrás, los ejecutivos eficaces no corren,
fijan un paso, moderado pero constante, un ejecutivo eficaz no se compromete
más allá de la tarea a la cual está concentrado en ese momento, luego de cumplirla,
revisa la situación y toma la siguiente en primer lugar, termina lo que empieza,
no anda picoteando aquí y allá, sin concentrarse en ningún asunto. La concentración,
es el coraje y la voluntad de imponerse al tiempo y a los imprevistos para
realizar lo que realmente producirá resultados. Cuando el presidente de la Betlechem
Steel Sr. Schwabs, consultó al asesor Ivy Lee, respecto a un medio para lograr
hacer más cosas con su tiempo, le dijo Lee:
1. Tome usted una hoja de papel y anote las 6 cosas más importantes que
piense hacer mañana.
2. Numérelas en el orden de importancia que usted crea.
3. Cuando llegue mañana a su oficina, empiece de inmediato con la No. 1,
no siga adelante hasta haberla terminado completamente.
4. Una vez terminada, prosiga con la número 2, y así sucesivamente, y le
acotó; si cualquiera de estas tareas le toma todo el día no se preocupe,
concéntrese en ella, siempre y cuando tenga la seguridad que es la más
importante y si no puede terminar todas sus tareas, probablemente tampoco
lo podría hacer con ningún otro medio.
5. Haga de ésto un hábito cada día de trabajo.
6. Cuando lo domine, hágalo del conocimiento de su gente.
Como elemento anecdótico se recuerda que al final de la carta el señor Lee, le
decía “y después mándeme un cheque por la cantidad que usted crea adecuada
al valor de estos conceptos”.
Algunas semanas después el señor Schwabs le envió al señor Lee un cheque por
25,000 dólares, con una nota que decía, que ésta lección, era la más provechosa
que jamás había aprendido.