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Testigos del misterio. La Sabana de Turin

GÓRNY Y ROSIKOŃ han colaborado con numerosos científicos e historiadores para verificar la autenticidad de estas reliquias. Tras una exhaustiva investigación, han logrado fundamentar sus conclusiones no tanto en razones de fe como en evidencias históricas fuertemente documentadas y avaladas por el parecer de científicos expertos. Las reliquias de la Pasión –sufrimiento, muerte y sepultura de Cristo– han resultado enormemente enigmáticas para la comunidad científica. Las reliquias investigadas y fotografiadas en este volumen incluyen, entre otras, la Cruz, los Clavos, la Corona de Espinas, el Pilar de la Flagelación, la Túnica de Cristo, el Velo de Manopello, el Sudario de Oviedo y la famosa Sábana de Turín.

GÓRNY Y ROSIKOŃ han colaborado con numerosos científicos e historiadores para verificar la autenticidad de estas reliquias. Tras una exhaustiva investigación, han logrado fundamentar sus conclusiones no tanto en razones de fe como en evidencias históricas fuertemente documentadas y avaladas por el parecer de científicos expertos.

Las reliquias de la Pasión –sufrimiento, muerte y sepultura de Cristo– han resultado enormemente enigmáticas para la comunidad científica. Las reliquias investigadas y fotografiadas en este volumen incluyen, entre otras, la Cruz, los Clavos, la Corona de Espinas, el Pilar de la Flagelación, la Túnica de Cristo, el Velo de Manopello, el Sudario de Oviedo y la famosa Sábana de Turín.

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UN DOCUMENTO VISUAL DE LOS SUFRIMIENTOS DE CRISTO

La Sábana de Turín


[ CAPÍ TULO I ]

de Turín

Un escalofrío recorre la espalda de Secondo

Pia cuando una tarde examina unas placas

fotográficas en su laboratorio de Turín. El

fotógrafo italiano no podía esperar que ese día

–el 28 de mayo de 1898– cambiaría su vida.

Mientras se afanaba con las lentes de su cámara,

apenas percibió la imagen impresa en la sábana

que trataba de fotografiar. No veía una forma

definida, la imagen quedaba emborronada contra

el fondo amarillento de la tela, apenas daba

contraste. Cuanto más se acercaba el fotógrafo,

menos detalle podía ver a simple vista.

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VIAJE DE LA

SÁBANA desde

el Santo Sepulcro

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EL ROSTRO DE LA SÁBANA es un ejemplo del efecto que llaman los historiadores del arte sfumato:

el ojo de la mente no es capaz de captar la imagen de cerca. Se ve mejor si el observador se retira.

17


SECONDO PIA

(1855-1941) fue un

abogado de Turín

fotografía. Hizo

la famosa foto

de la síndone

en 1898.

LA FOTO DE SECONDO PIA

18

Ahora, inclinándose sobre las placas en el laboratorio de su casa, veía

con asombro cómo en la foto revelada iba delineándose una figura en

el tejido de lino. «Al revelar mis fotografías, quedé sobrecogido por la

emoción», escribió en sus memorias. «Vi aparecer el santo rostro, tan

claro que retrocedí». Su asombro aumentó al comprobar que en el positivo

aparecía una imagen negativa. Ese era un fenómeno que contradecía

el conocimiento científico. El fotógrafo italiano no sospechaba

que su descubrimiento iba a producir gran impacto en la comunidad

científica.

Desde entonces, nada ha sido objeto de examen tan sistemático

y completo como la sábana de Turín. Ha dado origen incluso a una

nueva disciplina científica –la sindonología (del griego sindon, sábana)–

dedicada exclusivamente a la investigación del fenómeno oculto en


ILUMINADA DESDE ATRÁS,

la síndone muestra

algunas características

asombrosas. Desaparece

la imagen del hombre

y solo son visibles

las manchas de sangre.

Los expertos ven aquí

una prueba de que

la imagen no está pintada,

pues la pintura y la sangre

La tela presenta también

quemaduras, resultado

del incendio en Chambéry

de 1532, así como manchas

del agua empleada

para apagarlo.

COMPARAR

páginas

46–47

La Sábana de Turín

19


LA SÁBANA Y SU CONFORMIDAD

CON LOS EVANGELIOS

LA IMAGEN VISIBLE en la Sábana de Turín

presenta detalles acordes con las circunstancias de la

muerte de Cristo, como los describen los Evangelios.

Su cuerpo presenta numerosas heridas y golpes.

romanas. Contrariamente a la creencia medieval,

no fue clavado a la cruz por las palmas, sino por las

muñecas. Tampoco le quebraron las piernas, aunque

era práctica habitual en los tiempos romanos. En

el lado derecho del cuerpo se puede apreciar, entre

desde el lado derecho del cuerpo era parte de la

César en sus Comentarios a la Guerra de las Galias: el

lado izquierdo del oponente estaba cubierto por el

escudo, y el legionario atacaba en el costado derecho.

RECONSTRUCCIO

NES ANATÓMICAS

prueban que

el hombre

de la sábana

fue clavado por

las muñecas,

y que una lanza

entre las costillas

quinta y sexta.


PRESENTACIÓN

DE LA SÁBANA

en 1898.

La sostienen

cinco obispos:

Manacorda

de Fossano,

Pampirio de

Vercelli, Richelme

de Turín, Reggio

de Génova

y Duc de Aosta.

este misterioso lienzo. Su estudio comprende muchos campos de

investigación. Algunos de los más destacados científicos han dedicado

muchos años al estudio de la síndone.

Un hecho de particular interés es este compromiso por

parte de renombrados profesores respecto a una reliquia cristiana. Desde

el tiempo de la Ilustración, los caminos de la ciencia y de la religión se han

ido separando cada vez más. El materialismo, el tecnicismo y el cientismo

comienzan a predominar en las universidades. Uno de los ponentes de este

ambiente decimonónico fue Ernest Renan, que escribió: «En realidad, la

única disciplina que merecería la pena sería la que sustituya a la religión.

(…) Pido a la enseñanza de la ciencia solo un logro: que resuelva problemas,

que tenga la última palabra en cualquier debate, que ilustre a la gente y les

dote, en nombre de la única autoridad verdadera, con una completa visión

del hombre. Esa era antes la prerrogativa de la religión, que ya no podemos

aceptar».

Siguiendo la opinión de Renan, muchos científicos consideran el

cristianismo como mera superstición. El principal argumento contra

la religión tiene que ver con el culto a las reliquias, junto a la fe en

los milagros; en otras palabras, ocurrencias que no tienen una explica-

TRATADO

TEOLÓGICO sobre

la sábana. Escrito

(obispo de Fossano

y Saluzzo)

y publicado en 1627,

dos años después

de la muerte

del autor.

ALTAR DE LA

SANTA SÁBANA

en la Capilla Guarini

de la Catedral de

en 1737.

La Sábana de Turín

21


UN MISTERIOSO MANUSCRITO

CONTRADICE LA TEORÍA

DE LA FALSIFICACIÓN EN

LOS SIGLOS TRECE–CATORCE

UNA COLECCIÓN ÚNICA de manuscritos medievales

se encuentra en la Biblioteca National Széchény de

Budapest. Es conocida como el Codex Pray, pues György

que se conoce.

sepultura de Cristo. Presenta detalles idénticos a los

de la Sábana de Turín. El cuerpo desnudo no tiene

precedentes en la pintura medieval. En pinturas, frescos

de pureza.

desnudo, debía tener alguna prueba incontrovertible,

pero solo pudo tenerla al ver la Sábana de Turín.

imagen de la síndone. En ambos casos, los brazos están

cruzados sobre la pelvis y las manos tienen solo cuatro

dedos, faltan los pulgares. No es un despiste del pintor,

coincide con la de Turín. Es realmente el resultado de

haber clavado las muñecas a la cruz, seccionando el

en la palma.

sepulcro con aromas para ungir el cuerpo de Cristo. Allí

encuentran a un ángel que no apunta al cielo sino a los

lienzos mortuorios: un pañuelo plegado y una sábana.

El dibujo de la sábana es muy detallado. El artista ha

copiado el dibujo de espiga del tejido, que corresponde

exactamente al de la Sábana de Turín.

El Codex Pray data de 1192-1195, y contradice por

tanto la teoría de que la Sábana de Turín se produjo

prueba C14). Estos manuscritos son anteriores, del

reinado de Béla III, que fue educado en Constantinopla

como miembro de la familia imperial (era cuñado del

emperador Manuel I Comneno, y su hija Margarita

estaba casada con Isaac II Angelos. Tras la muerte de

Bonifacio de Montferrat). Mientras vivía en la capital

bizantina, Béla pudo ver la síndone con sus propios ojos

LAS ILUSTRACIONES del Codex Pray muestran

a Cristo con cuatro dedos, y la sábana

mortuoria tiene una trama en espiga: igual

que en la de Turín.

TRAMA DE ESPIGA en la Sábana de Turín.

COMPARAR

página 122


23


TESTIGOS DEL MISTERIO

Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

24

RECONSTRUCCIÓN

MODERNA del

sepulcro de Cristo.

Excavado en la roca

con dos habitáculos.

Una gran piedra

sellaba la entrada.

ción racional. Lo que creen los cristianos va contra el sentido común.

Sin embargo, esa noche del 28 de mayo de 1898 en Turín, los caminos

de la ciencia y la religión se cruzaron inesperadamente. Este incomprensible

objeto, despreciado por los científicos como una reliquia de

una era arcaica y superada, le lanzó un desafío a la razón. Desde 1578,

esta reliquia había recibido culto en la catedral de Turín como el lienzo

sepulcral de Jesús de Nazaret. ¿Pero cómo había llegado desde Tierra

Santa hasta la capital del Piamonte?

Son escasos los documentos sobre los primeros años del cristianismo.

Tenemos un gran vacío en lo que se refiere a la historia de la sábana,

así como a la de otras reliquias de la Pasión. Durante este tiempo, los


UN CIENTÍFICO ITALIANO INVENTÓ

las GAFAS PARA EXAMINAR

LA SÁBANA DE TURÍN

MONOGRAFÍA

SOBRE

LA SÁBANA

DE TURÍN

de Emanuel

Filiberto

de Cusiaco,

titulada Sábana

Evangélica.

Turín en 1958 y

contiene algunas

bulas papales.

EN MAYO DE 2010

unas gafas especiales. Incluso el Papa Benedicto XVI

Fabbiani, de la Universidad Politécnica de Turín. Así

mucha gente no distinguía la tenue silueta del cuerpo,

y suponía que en algunas partes no había nada impreso.

Sobre todo, muchos miraban las marcas dejadas por

el fuego de 1532. Algunos pensaban incluso que eran

detalles. Las manchas de sangre se ven mejor con el

lado izquierdo, y con el derecho se hace más visible la

anatomía del cuerpo».

pruebas se hacen, más misterios aparecen».

Preguntado si podría decir lo mismo de otros objetos

objetos de esa clase son del todo explicables. Pero estos

siguen siendo un misterio. En el curso de mi carrera solo

he visto dos cosas así: la Sábana de Turín y la imagen de

Nuestra Señora de Guadalupe. Son dos imágenes de las

que se puede decir sin duda que no las hizo una mano

humana».

EL PROF. BRUNO

FABBIANI, creador

de las gafas con

las que el Papa

Benedicto XVI

la Sábana de Turín.

IMAGEN DE CRISTO FLAGELADO

que se venera en una capilla

franciscana en Génova. Se basa en

la imagen de la Sábana de Turín.


TESTIGOS DEL MISTERIO

Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

discípulos de Jesús vivieron perseguidos por las autoridades romanas.

No podían hacer otra cosa que ocultar su fe. Objetos como la sábana

corrían peligro de ser destruidos, tanto por los romanos como por los

judíos. Para los romanos, la santa imagen del lienzo era un desafío al

sistema religioso del Imperio, mientras que para los judíos suponía una

flagrante idolatría. Por esta razón, el lugar donde se escondía la sábana

permaneció en secreto durante los primeros años de la Iglesia.

La Sábana de Turín

MI MUERTE ES TU VIDA ,

se lee en latín en una

del s. XVI del sepulcro

de Cristo.

DIBUJO DE LA SÁBANA

DE TURÍN de un libro

sobre la reliquia, escrito

publicado en Amberes

en 1624.

Sabemos por los Evangelios que, antes de depositarlo en el

sepulcro, el cuerpo de Jesús fue envuelto en una sábana. Es acorde

con el rito judío de la sepultura, que dictaba que se cerrasen los ojos,

se cerrase la mandíbula (impidiendo que saliese la lengua), se tapasen

las perforaciones de la cabeza, se lavase el cuerpo y se lo ungiese con

aromas, se envolviera en un lienzo y se cubriera el rostro con un

sudario.

Investigadores contemporáneos, entre otros el profesor italiano

Gino Zaninotti, creen que el cuerpo de Jesús fue preparado de este

modo: primero pusieron un gorro (pathil) sobre su cabeza, atado a

sus mejillas. El cuerpo fue luego envuelto a lo largo con una sábana

(sindon) y atado horizontalmente con dos vendas (othonia). Finalmente,

CUADRO DE GIOVANNI BATTISTA DELLA ROVERE

26


La Sábana de Turín

27


1

28

COMPARAR

páginas 236–237

el prototipo

MUCHAS IMÁGENES DE CRISTO

creadas por los artistas a través de los siglos

recuerdan el rostro impreso en la Sábana

de Turín. Algunos ejemplos son:

1) La moneda de oro, llamada solidus,

acuñada en el reinado del emperador

bizantino Michael III (842-867).

2) La pintura de Simone Martini

(1284-1344).

3) El mosaico de Cristo Pantocrátor

en el tímpano de la puerta imperial

de Santa Sofía, Constantinopla.

X.

2


3

29


30

DURANTE

SEIS SIGLOS

la Sábana de

a la Casa de

Savoya, y fue

la más preciada

esta casa

piamontesa.

un velo (sudarion) cubría su rostro. La ley judía prescribía que un condenado

a muerte debía ser sepultado en el mismo día:

«Si uno, reo de la pena de muerte, es ejecutado y lo cuelgas de un árbol,

su cadáver no quedará en el árbol de noche, sino que lo enterrarás

ese mismo día, pues un colgado es maldición de Dios» (Dt 21, 22-23).

Como Jesús murió apenas tres horas antes de la puesta de sol, los

ritos funerarios tuvieron que ser abreviados. Según algunos expertos, la

falta de tiempo supone que no pudieron lavar el cuerpo. Otros observan

que la costumbre religiosa prohibía lavar un cuerpo ensangrentado. Los

judíos pensaban que la sangre era lo que daba vida al cuerpo –«la vida

de la carne está en la sangre» (Lv 17, 11)– y había que enterrarla con el

difunto. El cuerpo de Jesús no lo lavaron, pero lo ungieron con mirra y

áloe antes de dejarlo en el sepulcro.


Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

TESTIGOS DEL MISTERIO

LA SÁBANA

DE TURÍN fue

con frecuencia

el motivo central

de las arma Christi

o representaciones

de los instrumentos

de Cristo.

El áloe (Aloe vera o Aloe succotrina) es una planta, usada como medicina

en el mundo antiguo. Preservaba de la corrupción, según creían. La

mirra (Balsamodendron n o Commiphora abyssinica) era conocida por sus cualidades

antisépticas en la antigua medicina.

La Torá dice que un cadáver es impuro. Todo aquello que lo toque se

vuelve impuro, y todo objeto impuro debe destruirse. Para los cristianos

eso cambió con la resurrección de Jesús. Ahora que ha vuelto a la

vida, todos esos objetos no son ya impuros. Más aún, convencidos los

Apóstoles de que Jesús es el Hijo de Dios, atesoraron sus efectos personales

como preciosos recuerdos de su Salvador.

No hay fuentes sobre este asunto; según la tradición, los discípulos

recogieron los lienzos sepulcrales para conservarlos. Entre ellos,

san Juan es el candidato más probable: no solo acudió al sepulcro en

la mañana del tercer día, sino que su evangelio entra en detalles sobre

los lienzos. El apócrifo Evangelio de los Hebreos, del siglo II, dice que

después de su resurrección Jesús entregó a san Pedro la síndone para

que la guardase.

La Sábana de Turín

31

Es difícil precisar dónde se guardó la síndone. Algunos historiadores

suponen que pudo ser en Jerusalén, o en las cuevas del Mar


SANTA SOFÍA en Constantinopla (hoy llamada

Estambul) era la iglesia bizantina más importante,

Cuando los turcos tomaron la ciudad en 1453, la iglesia

fue convertida en mezquita, y se construyeron cuatro

minaretes a su alrededor.

LA CÚPULA DE SANTA SOFÍA fue

una base cuadrada, soportada por cuatro

pilares. Alcanza 62 metros sobre el suelo

y tiene un diámetro de 33 metros.


la capital del mundo

EN EL TIEMPO DE SU EXPANSIÓN,

Constantinopla fue la ciudad mayor y más rica

de Europa.

el Grande en 324 d.C. e hizo de ella su capital.

comerciales del mundo antiguo: de los Balcanes a

Asia Menor, y del Mediterráneo al mar Negro.

del Imperio Bizantino. Fue invadida dos veces por

caballeros de la cuarta cruzada (quienes fundaron

hasta 1261), y luego por los turcos otomanos en 1453.

Durante más de once siglos, Constantinopla fue

la capital de emperadores cristianos. En aquellos

días, los monarcas se consideraban reyes por designio

divino. Sin duda, para los emperadores bizantinos

Durante siglos, Constantinopla atraía peregrinos

el Santo Clavo, la Corona de Espinas, la Lanza de

Longinos, el Mandylion de Edesa (llamado ahora

la Sábana de Turín), y el Velo de Camulia (o Velo de

Manoppello).

La riqueza de la ciudad atraía la codicia de otros

invadida y saqueada por los cruzados, que saquearon

muchas de las reliquias. La capital bizantina nunca

33

INTERIOR DE SANTA

SOFÍA, convertida

en mezquita en 1934

De las columnas cuelgan

inscripciones islámicas.


TESTIGOS DEL MISTERIO

Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

TRATADO

DE ALFONSO

PALEOTTI,

arzobispo

de Bolonia, titulado

Heridas de Jesucristo

en la Santa

Sábana, publicado

Muerto, o en Pella –en la margen oriental del Jordán–, o incluso en el

Líbano. Pero todo son conjeturas. Lo cierto es que la síndone apareció

en Edesa, que fue la antigua capital del reino de Osroene, y que hoy es

la ciudad turca de Urfa.

Pero ¿cuándo exactamente llegó a Edesa? En su Historia Eclesiástica,

Eusebio de Cesarea dice que llegó a la corte del rey Abgar V (el Negro)

poco después de la muerte de Cristo. Eusebio (263-339) es el primero

que habla de la existencia de un lienzo que porta la huella de Jesús.

Parece que el pueblo de Edesa conoció la síndone, pero no hay comentarios

sobre su origen. Coinciden en que apareció en el reinado de

Abgar V, que gobernó el reino de Osroene entre el 13 y el 50 d. C. Con

el tiempo nació la leyenda del «Mandylion n de Abgar», que trata de expli-

car cómo se formó la imagen. Esa historia, citada por Eusebio, cuenta

que Abgar, enfermo de lepra, escribió una carta a Jesús pidiendo ayuda.

Como no podía ir en persona, Jesús le envió su retrato y Abgar se curó.

Hay algo de verdad en esta leyenda. Algunas investigaciones históricas

y arqueológicas atestiguan que Abgar se bautizó y extendió el cristia-

La Sábana de Turín

34

PEREGRINOS

rezando ante

la sábana.

con el pie

los ojos que ven lo

procede de un libro

publicado en 1769.


EXPOSICIÓN

PÚBLICA

de la Sábana

de Turín en 1868,

durante el reinado

del primer rey

de Italia, Víctor

Manuel II, de la

Casa de Saboya.

nismo en su reino. Es probable que algunos

cristianos, huyendo de la persecución,

llegasen a Osroene. En ese caso podrían

haber llevado la síndone a Edesa, pues por

entonces era un sitio seguro para guardar

la reliquia, al cuidado de un rey acogedor y

lejos de la influencia de romanos y judíos.

Sin embargo, con el tiempo, los sucesores

de Abgar abandonaron el cristianismo, y

Edesa cayó bajo dominio romano. Según la

leyenda, un obispo escondió la síndone en

la muralla de la ciudad, temiendo que fuese

destruida.

La síndone apareció de nuevo en 544,

durante el asedio de Edesa por el persa

ILUSTRACIÓN del

libro del arzobispo

Alfonso Paleotti.

contemplando

la Sábana de Turín.

La Sábana de Turín

35


36

LA CATEDRAL

DE SAN JUAN

en Turín fue

construida

en estilo

renacentista

entre 1491 y 1498.

La síndone

se guarda allí

desde 1578.

XVII

Guarino Guarini

que conserva

la reliquia.

Khosrau I. Evagrio Escolástico, un historiador sirio, documenta el

evento y es el primero en decir que la imagen está «divinamente formada»

(Theotokos Eikon), literalmente imagen de Dios. La describe como

una imagen «no hecha por mano» (acheiropoietos), una frase que desde entonces

se emplea para referirse a cualquier imagen milagrosa. La síndone ha sido

llamada también el tetradiplon, literalmente «doblado en cuartos». Eso tiene que

ver con la forma en que era presentada, permitiendo ver solo el rostro de Cristo.

El nombre más popular en el mundo cristiano fue el Mandylion de Edesa. San

Juan Damasceno, san Teodoro el Estudita, san Teófanes el Confesor y Juan de

Antioquía usan ese nombre. La síndone se guardó en la iglesia de Santa Sofía

(Hagia Sophia) durante casi 400 años, y permaneció allí incluso cuando los musulmanes

conquistaron la ciudad en 639, con la única condición de que no se

copiara ni se sacase en procesión en las fiestas.

La fama de la síndone se extendió por el mundo. En el s. X,

el emperador bizantino Romanos I Lekapenos envió a su general Juan


Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

TESTIGOS DEL MISTERIO

PEREGRINOS EN LA CATEDRAL DE TURÍN

Kourkouas para que se apoderase de la reliquia y la devolviese a

Constantinopla. La misión tuvo éxito; los musulmanes fueron derrotados

y los de Edesa tuvieron que entregar la síndone.

Kourkouas y sus hombres volvieron triunfantes el 15 de agosto de

944. La síndone se llevó en procesión por la ciudad, primero a la iglesia

de Santa María en el distrito de Blanquerna, luego a Hagia Sophia y al

palacio del emperador Bucoleón, y finalmente a la iglesia de la Virgen de

Faros, donde quedó. En años posteriores el emperador Constantino VII

Porfirogéneta, que pintaba iconos, declaró que la síndone se había

«producido sin pintura».

La síndone permaneció en Constantinopla durante los siguientes

260 años; en ese periodo su historia está comparativamente bien documentada.

Sabemos que en 1147 Luis VII de Francia conoció la reliquia

al visitar al emperador bizantino. El guardián del tesoro, Nicolás

Mesarites, escribió sobre la síndone en 1201, mientras estaba en la igle-

La Sábana de Turín

37




Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

PÁGINAS PREVIAS:

SE MUESTRA

LA RELIQUIA junto

a un texto del relato

de Cristo.

LA CATEDRAL DE

TURÍN, atestada por

visitantes de todo

el mundo en los días

en que se muestra

Radio Vaticana,

2,1 millones de

peregrinos a

contemplarla.

sia de Santa María, Blanquerna: «Los lienzos sepulcrales de Cristo eran

de lino, lo que es típico de ese periodo; todavía retienen un aroma; han

resistido el desgaste, porque envolvieron un misterioso cuerpo ungido».

Solo tres años después de escritas estas palabras, Constantinopla

cayó ante los venecianos y francos de la cuarta cruzada. Más que ir a

Tierra Santa, los cruzados se apoderaron de Constantinopla el 13 de

abril de 1204. Los habitantes fueron masacrados, las iglesias profanadas

y el tesoro saqueado. Como habían convenido, el oro correspondería

a los venecianos, y todas las reliquias –incluido el Mandylion– a los

francos.

Se desconoce la suerte de la síndone durante este tiempo.

El Papa Inocencio III condenó el saqueo de Constantinopla y excomulgó

a los responsables. Nadie presumió de tener reliquias, y se condenó a

todo aquel que admitiese haber robado alguna. No es de extrañar que

muchas reliquias desaparecieran para siempre de la faz de la tierra.

En cuanto al Mandylion, fue probablemente tomado por el jefe de la

cruzada, Bonifacio I, marqués de Montferrat, que se lo entregó a uno de

sus hombres de confianza, el caballero borgoñón Otto de la Roche. Este

40


Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

TESTIGOS DEL MISTERIO

se lo llevó a Grecia. Allí llegó a ser duque de Atenas, antes de llevarse

la sábana a Francia. Cuando Bonifacio I murió combatiendo a los búlgaros

en 1207, Otto quedó como único poseedor de la síndone.

Algunos historiadores creen que, durante buena parte de los siglos

octavo y noveno, la síndone quedó en manos de los caballeros

Templarios, quienes hicieron lo posible para ocultar este hecho. Una

teoría es que a su muerte, Otto de la Roche dejó la síndone en depósito

a los Templarios. Sabemos por varias fuentes que algunos de los jerarcas

de la orden veneraban una misteriosa reliquia con la imagen de una

cabeza, en Montpelier y Carcasona. Esto fue suficiente pretexto para

que el rey francés Felipe IV (llamado el bueno) se enfrentase con la orden

y se hiciese con sus riquezas. Acusó a los Templarios de adorar en

secreto a un dios pagano llamado Baphomet, y en 1312 disolvió la orden

y reclamó sus bienes. Dos años después, 54 templarios de alto rango,

incluyendo el Gran Maestre, Jacques de Molay, fueron quemados en la

hoguera como herejes.

Algunos historiadores piensan que la divinidad pagana supuestamente

venerada por los Templarios era la síndone de Turín. El historiador

italiano Antonio Lombatti escribe: «Sabemos que esta deidad

LOS

CABALLEROS

TEMPLARIOS

probablemente

tuvieron la sábana

entre los siglos

XIII y XIV. Su insignia

era una cruz roja, y su

sello mostraba dos

caballeros cabalgando

en el mismo caballo.

41


Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

42

FRAGMENTO DE

UNA MEDALLA

CONMEMORATIVA

anterior a 1356.

Muestra la Sábana

de Turín y el escudo

de la familia Charny.

Se acuñaría cuando

la reliquia se expuso

en el Sena.

se representaba de varios modos –como una reliquia, pintada en papel

o en muros, una cabeza, una cabeza con cuatro piernas, o un hombre

con barba– que recuerda de algún modo la síndone».

Lombatti llega a escribir que «el tráfico de reliquias entre el este y

el oeste llevó a los padres del Concilio IV de Letrán, en 1215, a prohibir

que se transportasen. Esa práctica, la consideraban sacrilegio y simonía.

En esas circunstancias, los Templarios tendrían que explicar

cómo poseían una auténtica imagen de Cristo y por qué se había llevado

ilegalmente a Francia. Sin duda, admitir el delito conducía a la hoguera.

Con su silencio, los Templarios podrían al menos salvar sus vidas, si no

su honor. Como los Templarios, que tenían por auténtica la síndone,

los primeros poseedores oficiales tuvieron que mantener en secreto su

preciada adquisición».

En casi los siguientes 150 años, las andanzas de la síndone

no se conocen. Pero volvió a flote en el s. XIV en la ciudad francesa de

Lirey, no lejos de Troyes, en la región de Champagne. No sabemos

cómo la consiguió Godofredo de Charny, caballero y cruzado, pero se

expuso por primera vez a la veneración de los fieles en occidente en

1357, en la colegiata de Lirey. Siguió en la familia Charney casi un siglo,

guardada en Montfort, San Hipólito, Chimay y Germolles. En 1453,

seis años antes de su muerte, la nieta de Godofredo y su última heredera,

Margarita de Charny, entregó la síndone a su amigo Luis, duque de

Saboya. La síndone perteneció a esa dinastía hasta 1983.

No quiere decir eso que la reliquia quedara libre de perturbaciones

en ese tiempo. Las tensiones políticas y consiguientes guerras la llevaron

de un sitio a otro. Una lista de ciudades incluye Ginebra, Vercelli,

Ivrea, Moncalieri, Pinerolo, Susa, Avigliana, Rivoli, Savigliano, Pont

d’Ain, Brissac, Milán y Niza. Sin embargo, estuvo más tiempo expuesta

al público en Chambéry –la capital del ducado gobernado por la Casa

de Saboya–.

La reliquia quedó casi destruida en Chambéry, en la noche del 3 de

diciembre de 1532. Ardió la capilla en que se guardaba: su interior fue

completamente destruido, y su fachada se derrumbó. Felizmente la

síndone, envuelta en 48 capas y guardada en un sólido relicario de plata,

escapó casi ilesa: una esquina se chamuscó por unas gotas de plata


Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

TESTIGOS DEL MISTERIO

fundida, y un lado quedó ligeramente descolorido. La rescataron cuatro

hombres, dos de ellos franciscanos, que enfriaron el relicario con cubos

de agua antes de sacarlo de la capilla quemada.

Según el científico italiano Giorgio Tessiore, la temperatura dentro

de la capilla debió alcanzar los 500 grados centígrados, y la del interior

del relicario unos 280 grados. «Según mis cálculos y varias reconstrucciones,

estoy convencido de que una gota de plata fundida caería en un

ángulo de 45 grados respecto a la base del relicario, y sucedió cuando lo

sacaban de la capilla». Segundos más tarde, la síndone hubiera quedado

completamente destruida.

Entre el 16 de abril y el 2 de mayo de 1532, la síndone fue restaurada

por la Clarisas en Chambéry. Las hermanas remendaron la reliquia en

dieciséis puntos, y la forraron usando tela de Holanda para reforzarla.

La síndone encontró su casa permanente en 1578, cuando el duque

Emmanuel Filiberto decidió transferirla a la capital del Piamonte,

Turín. Desde ese momento, el llamado Mandylion de Edesa empezó

a conocerse como el Sudario de Turín. Se construyó una capilla

junto a la Catedral de San Juan, en 1694, para colocar la síndone.

Desde entonces, solo dejó Turín dos veces en los siguientes 300 años:

UN EQUIPO DE

40 CIENTÍFICOS

americanos, que

octubre de 1978. Sus

colegas Ray Rogers

y Robert Dinegar,

de Los Álamos,

recogieron polen

y otras partículas

cinta adhesiva de

carbono puro.

43


La Sábana de Turín

44

LA SÁBANA se

mesa de aluminio

cubierta de película

poder voltearla

en su eje vertical y

estudiarla en los dos

sentidos. Las pruebas

se realizaron en la

biblioteca del Palacio

Real de Turín.

RON LONDON, un

de Sandia National

Laboratories, realiza

radiografías de la

Sábana de Turín.

en 1706 ante el asedio francés, y entre 1939-1946, que se llevó al

monasterio de Montevergine, no lejos de Avelino. Al terminar la

guerra, se pensó en trasladarla a la abadía de Monte Cassino, pero se

desechó ese plan en el último minuto.

Durante casi 500 años, la Sábana de Turín ha estado en posesión

de la Casa de Saboya, que gobernó Italia entre 1861 y 1946. El último

rey, Humberto II, fue destronado en junio de 1946 tras un referéndum

constitucional. Al morir en Ginebra en 1983, dispuso que la sábana

quedase a cargo de la Santa Sede.

Aunque la reliquia era accesible al público desde 1706, nunca atrajo

mucho interés científico. La inflexión se produjo en 1898, cuando

Secondo Pia publicó sus fotografías. La tarea de demostrar que la

síndone era falsa recayó en el zoólogo francés Yves Delage, conocido

como agnóstico y anticlerical. Anunció sus resultados en una reunión

de la Academia Científica en París, en 1902. Para sorpresa de todos,

declaró que tanto los detalles anatómicos de la imagen, como las huellas

de heridas encontradas en el lienzo eran, desde una perspectiva médica,

demasiado exactas para ser atribuidas a un pintor. Según Delage, la

síndone de Turín se imprimió con la genuina imagen de Cristo. La

probabilidad de que fuese otro, decía, era de uno entre diez millones.

Más aún, Delage estableció que «para que quedase impreso,

y no se borrase luego, el cuerpo debía haber estado envuelto en

el lienzo al menos 24 horas, pero no más de unos pocos días, pues

después se hubiera descompuesto destruyendo la imagen y el lienzo…

Esto es exactamente lo que, según la tradición (más o menos apócrifa,


WILLIAM MOTTERN,

especialista en

radiografía de

Sandia National

Laboratories de

EE.UU., ilumina la

sábana con rayos-x.

La Sábana de Turín

45


impresión del lienzo

frente

FRENTE DE LA IMAGEN DE LA SÍNDONE.

Se pueden observar los siguientes detalles:

1. Quemaduras del fuego de 1532


3

2

1

5

8

1

7

7

6

2

1

4

5. Manchas de sangre por laceraciones

6. Manchas de sangre al clavar

la muñeca izquierda

1

a los antebrazos

8. Mancha de sangre al traspasar

el costado derecho

COMPARAR

página 19

9

47

9. Mancha de sangre al clavar el pie

derecho


3

2

5

8

4

1

6

4

2

1

1

impresión del lienzo

espalda

7


ESPALDA DE LA IMAGEN DE LA SÍNDONE.

Se pueden observar los siguientes detalles:

1. Quemaduras del fuego de 1532

5. Manchas de sangre por laceraciones

del costado abierto

7. Manchas de sangre de las plantas

de los pies

8. Partes rozadas por una arista al arrastrar

el madero

COMPARAR

página 253 49


TRAVESAÑO BAJO

LOS PIES DE JESÚS,

ortodoxa del s. XIX

de la Virgen Madre

Polonia.

¿ERA CRISTO COJO?

LA CRUZ DE CRISTO se componía de un madero vertical ()

y otro horizontal (

y rusas– se hizo popular otro elemento en las representaciones de la

), clavado

no perpendicular, sino inclinado.

los pies, su agonía hubiera sido más larga, pues su peso no le hubiera

arrastrado hacia abajo.

del arte suponen que Cristo era algo cojo, con su pierna izquierda más

corta que la derecha. Esta creencia procedía de algunas imágenes en

bizantina», como si fuese cojo. Hay también imágenes antiguas orientales

con los pies deformados. Un Mesías que cojea aparece en muchos

catecismos de la Iglesia oriental.

Sigue en pie la pregunta de por qué los orientales le consideraron cojo.

de la Sábana de Turín: si examinamos el lienzo desde atrás, podemos ver

que la pierna derecha es más larga que la izquierda.

rigor mortis, las piernas quedarían deformadas

Los cristianos orientales, que guardaron la síndone durante 12 siglos,

quedaron confundidos creyendo que Cristo era cojo de nacimiento.

ILUSTRACIÓN DEL LIBRO

del arzobispo Alfonso

La imagen muestra

a Cristo con una pierna

más larga que la otra.


Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

TESTIGOS DEL MISTERIO

en mi opinión) sucedió a Cristo, que murió un viernes y desapareció

el domingo».

El doctor en medicina francés, Paul Vignon, fue el siguiente

en hacer pruebas en la Sábana de Turín. Estableció quince caracteres

comunes entre la imagen de la reliquia y las encontradas en los iconos

de Cristo. Esto le sugería la existencia de un «icono maestro»; es

decir, un modelo de Cristo prevalente en la Iglesia. Según Vignon, el

Mandylion cumplía este papel de «icono maestro».

La Sábana de Turín fue después fotografiada –con equipos más

sofisticados– por Giuseppe Enri, en mayo de 1931. La calidad de estas

fotos era mucho mejor que la de Secondo Pia. Se concluyó que la sábana

presentaba una imagen en negativo, una técnica imposible de lograr

antes del siglo XIX.

LLEGA AL PALACIO

REAL de Turín, en

octubre de 1978,

transporta casi

2,5 toneladas de

para el equipo

americano que

hará pruebas

en la síndone.

La Sábana de Turín

51


TESTIGOS DEL MISTERIO

Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

En el primer congreso de sindonología, que tuvo lugar en Turín

en el verano de 1939, la presentación más importante fue de dos

forenses, profesores Ruggero Romanese y Giovanni Judica-Cordiglia.

Con independencia uno de otro, coincidieron en que la imagen era de

un hombre que murió en extrema agonía. Rechazaron que la imagen

se pudiese pintar en la Edad Media. Un cirujano francés, el profesor

Pierre Barbet, llegó a una conclusión semejante probando que la

impresión de la sábana mostraba los rasgos anatómicos y fisiológicos

de un agonizante, cosa desconocida para quienes vivieron en siglos

anteriores.

Pasaron unas décadas antes de la siguiente serie de pruebas en la

Sábana de Turín. Tuvieron lugar después de que cuatro arzobispos de

Turín –Michele Pellegrino, Anastasio Ballestrero, Giovanni Saldarini

y Severino Poletto– fuesen creados cardenales. Decidieron invitar a

distinguidos científicos para que experimentasen en la famosa reliquia.

Fue el comienzo de una nueva era en sindonología, que dio lugar a extraordinarios

descubrimientos.

La Sábana de Turín

TELAR utilizado

en la antigüedad

en Palestina. La

Sábana de Turín

sería producida

en uno de estos

telares.

52


INVESTIGACIONES JUDÍAS

SOBRE LA AUTENTICIDAD

DE LA SÁBANA DE TURÍN

viajar por todo el mundo dando conferencias

sobre la Sábana de Turín.

LOS CIENTÍFICOS AMERICANOS

y Ray Rogers realizando una prueba en el Palacio

Real de Turín.

el Shroud Turin Research Project (STURP). Ese equipo

reliquia.

la imagen de la sábana pudiera ser una fotografía,

tengo bastante conocimiento de la tecnología implicada,

mí, y tengo una considerable experiencia profesional en

fotografía, la imagen de la sábana me sigue impactando

la sábana. Nadie ha sido capaz de hacerlo conservando

las propiedades físicas y químicas de la reliquia».

autenticidad de la Sábana de Turín. El factor decisivo

judío. Adler le pudo explicar por qué, después de tanto

tiempo, la sangre conservaba su color rojo y no se había

nada de beber, su hígado segrega un compuesto químico

llamado bilirrubina. Al entrar en el torrente sanguíneo,

evidencia era la pieza que me faltaba en el puzzle», dice

todo obstáculo para reconocer la autenticidad

de la sábana».

concluye que las pruebas que nos llevan a la evidencia

tecnología requerida no existía. Señala también que,

se hacen más enigmática se vuelve la sábana.


SECCIÓN VERTICAL

del tejido de la

Sábana de Turín,

fotografía el

profesor Gilbert

Raes del Instituto

de Tecnología

Textil de Gante. Las

representan el color

que aparece en

la imagen impresa.

La foto muestra

claramente que

no penetra en

la estructura del

tejido y queda en

54

FIBRA DE LINO de

la síndone. Foto

tomada con 56x

de aumento.

El director del Instituto de Tecnología Textil de Gante, profesor

Gilbert Raes, afirmó que la hebra con la que se tejió la sábana procede

de Oriente medio, y que los tejidos de esta clase ya se usaban al comienzo

de la era cristiana. Y el escritor francés Daniel Raffard de Brienne

estableció que la sábana procede muy probablemente de telares judíos:

el material presenta trazas de algodón pero no de lana. Eso sugiere que

los tejedores que confeccionaron la sábana utilizaban solo fibras de

plantas; usarían otros telares para las fibras de origen animal. Ese tipo

de distinción responde a la ley judía, que prohíbe la mezcla de planta y

animal, incluso en la manufactura textil. En 2002, el especialista textil

suizo Mechthild Flury-Lemberg descubrió que las costuras de la sábana

eran idénticas a las de lienzos sepulcrales del siglo I, encontrados en la

fortaleza judía de Masada.

Así también, los científicos de Pasadena Jean Lorre y Donald Lynn

concluían que la imagen no era pintada, pues no se ven trazos ni hay el

menor resto de pigmentos. Los italianos Giovanni Tamburello y Nello

Balossino descubrieron que la imagen es tridimensional, algo que no se


Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

TESTIGOS DEL MISTERIO

IZQUIERDA 2 .

DERECHA: Aspirador usado por el profesor Giovanni Riggi en pruebas sobre la

síndone.

encuentra en ninguna pintura. En su opinión, es el resultado de la impresión

directa de un cadáver. En palabras de Arnaud-Aaron Upinsky,

«es científicamente imposible que la Sábana de Turín fuese pintada por

un artista. La imagen es como una fotografía, y única: no solo es una

imagen negativa, sino que produce un efecto monocromático tridimensional,

que aparece en la superficie como resultado de la deshidratación

de la celulosa, y de las variaciones de presión al imprimirse».

Ningún pintor de la Edad Media o anterior podría producir

la síndone, pues en ese tiempo no se conocían las reglas de la perspectiva.

Tampoco se disponía de suficiente conocimiento de la anatomía

para dibujar con tal precisión –sin un solo error– los detalles del cuerpo

humano.

Los exámenes de la sábana revelaron la presencia de células sanguíneas

y células de la piel. El doctor italiano Pierluigi Bollone identificó

incluso el grupo sanguíneo AB. Es el más raro de los grupos, presente

solo en el 4 o 5% de la población mundial. Sin embargo es el más frecuente

en los judíos: el 18% de la población judía es AB.

Los analistas han tratado también de la imagen en relación con las

aparentes manchas de sangre. Se vio que no hay evidencia de color o

ALAN D. ADLER,

químico americano

de ascendencia

judía, uno de los

analistas de la

síndone.

55


LAS INSCRIPCIONES DE LA SÍNDONE

11

EL SINDONÓLOGO ITALIANO Pietro

Ugolotti fue el primero en descubrir signos

de color en fotos ampliadas, pudo ver

símbolos: restos de letras de origen

tres letras del alefato hebreo –tav, vav v y

yod– y un punto, sobre el lado derecho

símbolos no se escribieron directamente

en la sábana. Serían pintados en lo que

en la sábana. Otros dos especialistas en

estudios hebraicos –Roberto Messina

y Carlo Orecchia– han descifrado la

superior dice IBER, la de abajo IB. Supone

que estuvieron pintadas en una bandana

de TIBERIUS, emperador romano del

tiempo de la muerte de Cristo. Es bastante

probable que esta cinta indicase el titulus

damnationis, o sentencia del condenado.

Se encontraron más inscripciones.

Las letras INNECE aparecen en tres

sitios y Marastoni las interpreta como

piezas de madera, utilizadas como

soporte (furca

) alrededor de la cabeza.

en el lado derecho, que piensa estaría

también en el soporte de madera.

En 1982, el monje francés P. Dubois

Una nueva fase importante en la

lectura de las inscripciones vino en los

André Marion, profesor del Instituto

de Óptica de Orsay. Mediante scanner

ya descubiertas y encontrar otras nuevas,

la barbilla.

aquel tiempo, los condenados a muerte

solían enterrarse en fosas comunes, y sus

cuerpos se entregaban a la familia solo

un año después. Ese documento servía

entrega. Basándose en las inscripciones

descubiertas en la síndone, los expertos

de un juez romano, después de que las

autoridades romanas le encontrasen

de que su cuerpo puede ser devuelto a su

familia solo después de un año completo.

inscripciones. Maria Grazia Siliato y

Marcel Alonso dicen que se escribieron

en el llamado exactor mortis, una

pieza de material en forma de U, que

esas impresiones pueden venir de los

sellos que pusieron los sacerdotes y

fariseos para asegurarse, como relata el

evangelio de san Mateo. Otros estudiosos

sugieren que pueden ser impresiones de

origen de las inscripciones sigue abierto,

de un origen medieval, pues la forma de

de escritura del siglo primero, caído en

desuso a mediados del siglo segundo.


4

5

2

3

EL PROF. ANDRÉ MARION

un moderno scanner para descubrir

dos formas de U, una dentro de

la otra, que rodean la cara. En su

que llevaban las inscripciones.

6

INSCRIPCIONES EN LA SÁBANA DE TURÍN, que se descifraron gracias a la avanzada

57


TESTIGOS DEL MISTERIO

Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

COMPARAR

página 189

sombra bajo esas manchas, fueron las primeras en imprimirse, la imagen

de la figura humana fue posterior.

Después de examinar la sangre de la sábana, particularmente la

presencia de bilirubina, el químico americano Alan D. Adler llegó a

la conclusión de que pertenece a alguien que murió en circunstancias

traumáticas, como resultado de grandes sufrimientos.

Otros importantes descubrimientos vinieron

del campo de la botánica. En 1973 y 1978, el biólogo y criminólogo

suizo Max Frei-Sulzer (seguidor de Zuinglio y conocido

por su rechazo de las reliquias) se dedicó a extraer muestras del polen

encontrado en la sábana. Pudo identificar así 58 diferentes especies,

cuyas semillas se habían depositado en la reliquia. Solo 17 procedían

La Sábana de Turín

58

LA ROSA DE

ROCA (Cistus

creticus) crece

solo en Tierra

Santa. Sus

granos de

polen estaban

entre los

encontrados

en la síndone.

AMAPOLA

ANÉMONA

(Anemone

coronaria),

llamada

calanit en

hebreo.

Su polen

también

estaba en la

Sábana de

Turín.


Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

TESTIGOS DEL MISTERIO

EL ALGARROBO,

(Ceratonia

siliqua). Sus

granos de polen

estaban entre los

encontrados en la

Sábana de Turín.

EXPERTOS

SINDONÓLOGOS:

Max Frei-Sulzer

de Suiza, Luigi

Gonella de Italia,

de EE.UU., durante

las pruebas

de 1978.

de Europa, las restantes 41 son frecuentes en Asia y África. Frei-Sulzer

descubrió que solo una región en el mundo tiene 38 de esas 41 especies:

Judea.

El botánico israelí Avinoam Danin, de la universidad de Jerusalén,

realizó otras pruebas. Es una autoridad mundial en plantas de Palestina

y confirmó los resultados de Frei-Sulzer. Descubrió además que tres de

las plantas presentes son endémicas en Tierra Santa. Son la rosa de roca

(Cistus creticus), la alcaparra (Zygophyllum dumosum) y una clase de cardo

(Gundelia tournefortii). Todas florecen en primavera y no crecen más que

en Judea.

Mediante filtros de polarización, el profesor americano Alan

Wangher descubrió contornos de flores y plantas rodeando la imagen

de la sábana. Sucede, según él, por un fenómeno conocido como «descarga

en corona»; una descarga de electricidad estática. Wangher hizo

un «mapa floral» de la sábana.

Resultó que la Gundelia tournefortii supone más de la mitad del polen

encontrado por Danin. Wangher también descubrió que en buena parte

está concentrado en torno a la cabeza de la figura. Esto parece confirmar

que la Corona de Espinas se hizo con esta planta.

CARDO BENDITO

(Gundelia

tournefortii),

endémico en

Tierra Santa.

la Corona de

espinas se hizo

con esta planta.

59


LA IMPOTENCIA DE LA CIENCIA MODERNA

, profesor de

una semana había conseguido reproducir la Sábana

de Turín utilizando métodos que se hubiesen podido

emplear en el medioevo. Enseguida se vio que esto

era mera charlatanería. Había muchas diferencias

con la síndone, la principal el modo de obtener la

imagen.

han podido determinar por qué se oscurecen esas

más frecuentes es la de un cuerpo capaz de emitir

1977, ha subrayado las características excepcionales

moleculares en las trazas de celulosa del lienzo que

frontal del cuerpo de acuerdo con su distancia al

una persona de pie.

intente explicar todo esto tiene que dar un salto a

sangre vienen del contacto directo del lienzo con un

de sangre, mientras la imagen corresponde a una

persona tendida. Segundo, la gravedad es un factor

importante del proceso, pues sea lo que fuere lo que

sitios diferentes, pues las manchas de sangre están

desplazadas de las correspondientes partes del

del cuerpo, la sábana parece caer, de modo que los

lados de la cara se desplazan unos centímetros y se

superponen al dibujo de la sangre».

envuelve en un primer momento un cuerpo humano,

permitiendo que el lienzo caiga. En ese momento se

características excepcionales de la síndone, con dos

permeable a todo objeto físico que lo rodee. Liberado

de su soporte, el lienzo cae. En segundo lugar, en ese

momento el lienzo debe haber pasado a través de

de la imagen y su aspecto tridimensional.


Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

TESTIGOS DEL MISTERIO

La Sábana de Turín fue examinada también por varios equipos

médicos. Múltiples laceraciones en la cabeza confirman que debió llevar

un casquete de espinos. Debió ocasionar fuertes dolores, pues en la

cabeza tenemos más de 150 receptores de dolor. Los punzantes espinos

también romperían venas e irritarían nervios.

Hay también muchas contusiones en la cara. Sobre todo el rostro no

es simétrico, el lado derecho está más hinchado como resultado de un

golpe. Ese tipo de heridas aparecen por todo el cuerpo: más de 600 en

la superficie de la piel. Muchas en la espalda, resultado de una flagelación.

El poeta Horacio refiere que los romanos usaban en este castigo un

horribile flagellum. Era un látigo con mango de madera y tres tiras de cuero.

Las tiras llevaban bolitas de plomo y fragmentos de hueso. Su impacto

arrancaba la piel y desgarraba la carne.

Pierre Barbet había establecido ya, antes de la Segunda guerra

mundial, que el cuerpo de la víctima lo clavaron a la cruz por las

muñecas, no por las palmas. Pruebas posteriores de Pierluigi Baima

Bollone, Lamberto Coppini y Frank Zugibe confirman estos resultados.

El médico francés Pierre Merat pudo establecer por reconstrucción

que si se hubiera clavado por las palmas habría caído de la cruz. Si la

IMAGEN

TRIDIMENSIONAL

del rostro de Cristo

como se ve en la sín-

en 1978 como

parte de las pruebas

realizadas por los

Tamburelli y Nello

Balossino.

LAS MANOS

cruzadas sobre

el abdomen. Son

visibles las heridas

de los clavos

en las muñecas,

no en las palmas.

RECONSTRUCCIÓN

de la Corona de

espinas, basada en

los análisis de la

síndone.

COMPARAR

páginas 274–275

61




TESTIGOS DEL MISTERIO

Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

La Sábana de Turín

LEPTON DE BRONCE

acuñado durante el

gobierno de Poncio

Pilato, prefecto

En la imagen de

la sábana, esta

moneda aparece

en la cuenca del

ojo izquierdo del

OTRO LEPTON se

derecho.

sábana fuese una falsificación medieval, las heridas de los

clavos estarían en las palmas, no en las muñecas, pues así

imaginaban entonces la crucifixión, como se ve

en tantas imágenes y pinturas.

Un posterior análisis realizado por el

cristalógrafo americano Joseph Kohlbeck

descubrió partículas minerales a los pies

de la imagen. Presentaban una alta concentración

de estroncio, hierro y carbonato

cálcico en forma de aragonito.

Otro minerálogo, Riccardo Levi-Setti,

de Chicago University, observó que el aragonito

se usaba en construcción en la antigua

Jerusalén. El hombre de la síndone caminó

probablemente descalzo en esa ciudad.

Al analizar las fotografías HD de la imagen, los italianos Pietro

Ugolotti y Giovanni Tamburelli descubrieron, con total independencia,

que se habían colocado dos moneditas, de unos 15 mm de diámetro, en

las cuencas de los ojos. Poco después, el jesuita americano Francis L.

Filas, de Chicago University, identificó una de las monedas. Acuñada

en bronce en Judea bajo un Prefecto romano llamado Poncio Pilato,

entre el 26 y el 36 d.C. En griego, la moneda se llama lepton; en hebreo,

prutah. Valía un céntimo de dracma griega, conocida como óbolo de la

viuda. Un examen de la inscripción confirma que data del año 16 del

reinado de Tiberio. Como Tiberio subió al poder en el año 14, podemos

asumir que la colocaron en el cadáver entre el 29 y el 30 d.C. También

la moneda del ojo izquierdo es un lepton de bronce, acuñado en Judea

por Pilato.

64

PÁGINAS

ANTERIORES:

RAYO DE LUZ que

ilumina una mancha

de sangre en la

frente del hombre

de la sábana.

La datación de las monedas coincide con el tiempo

en que Cristo fue crucificado. Sabemos que fue sentenciado a

muerte cuando Pilato era Prefecto de Judea, esto es, entre el año 26 y

el 36. Según el evangelio de san Juan, era viernes, el 14 de Nisán del

calendario hebreo. Solo hay dos viernes entre los años 26 y 36 que

coincidan con el 14 de Nisán: el 7 de abril del 30 y el 3 de abril del 33.

En ambos casos, son el viernes anterior a la Pascua.


Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

TESTIGOS DEL MISTERIO

Dos astrónomos de Oxford University –Colin J. Humphreys

y W.G. Waddington– realizaron estudios sobre la muerte de Jesús,

basándose en datos del Nuevo Testamento. San Mateo habla de

un eclipse solar en ese momento. También en los Hechos de los

Apóstoles, san Pedro dice que la luna

se convertirá en sangre (2, 20). Los

astrónomos determinaron que, el 3 de

abril del año 33, hubo un eclipse parcial

que coincidió con la salida de la luna y la

puesta del sol. Comenzó hacia las 18.20

y acabó a las 18.50; entonces el 20% de

la luna apareció rojo. Como no hubo

ningún otro fenómeno semejante en la

primavera de ese año, podemos asumir

que la fecha más probable de la muerte

de Cristo es el 3 de abril del año 33.

Es significativo que todas las pruebas

realizadas en la síndone en las últimas

décadas han reforzado lo que dicen los

evangelios sobre la muerte de Cristo.

Todas concluyen que la reliquia es un

lienzo mortuorio auténtico de Cristo:

todas menos una. La datación por radiocarbono

se realizó en 1988 en tres lugares diferentes, intentando

establecer la edad de la síndone. Los test de Zurich y Tucson concluyeron

que el tejido se hizo entre 1262 y 1312, mientras el laboratorio de

Oxford lo dató entre 1353 y 1384.

Desde el principio, muchos científicos advirtieron que ese método

tiene fallos, si la muestra de carbono-14 no es del mismo periodo

que el material analizado. Por ejemplo, si el material se ha contaminado

con carbono, la prueba señalará como edad la de esa

contaminación. Los tejidos se contaminan más fácilmente que otros

materiales, pues absorben líquidos que pueden contener carbono,

así como bacterias, hongos y mohos que absorben isótopos de carbono

de la atmósfera. Para que la datación sea precisa, la prueba debe

estar limpia.

EL PROF. BRUNO

FABBIANI presenta

los resultados de sus

pruebas a Grzegorz

65


EL MISTERIO DEL CUERPO QUE DESAPARECE

EL CIENTÍFICO ITALIANO

GINO ZANINOTTI ha

reconstruido el modo en

que pusieron a Cristo en el

sepulcro, basándose en la

síndone y en el Evangelio.

fue envuelto en los lienzos

dejar su cuerpo este

de alguna forma de energía

dentro del capullo. Esta

unas marcas indelebles.

Basándose en el

análisis de las manchas de

concluido que el cuerpo

horas y media después

permanecer allí más de

36 horas, pues los lienzos

no muestran signos de


Al examinar la sábana,

traspasar el tejido, dejando

su estructura intacta.

sustentase, la forma de

sis

que la ciencia moderna

puede presentar. Sin

-

increíble de la historia.

67


La Sábana de Turín

68

MARK EVANS,

especialista

americano en

microfotografía,

toma una foto

de la síndone.

En el caso de los tejidos eso es especialmente difícil, pues las moléculas

de carbono quedan atrapadas en la estructura de la tela. Es conocido el

caso de una momia egipcia que se testó en Manchester: resultó que era

mil años más antigua que las vendas en las que la envolvieron. El test

había fallado, pues las vendas absorbieron mucho más C14 que el resto.

En este contexto, es de suponer que el incendio de Chambéry de 1532

aumentó mucho la presencia de carbono en el tejido, invalidando

futuras pruebas.

Hay muchas pruebas de datación por carbono con resultados

erróneos de varios miles de años. Tal es el caso de test con pieles de

mamut, corales de Barbados y conchas de moluscos prehistóricos.

Los laboratorios que realizaron la prueba en la reliquia tienen su

historia de errores de esta clase. En Zurich, un mantel de 50 años dio

de resultado que tenía 350; en Oxford, una pintura de 11 resultó en

1200; mientras que en Turín, un cuerno vikingo resultó que se había

fabricado en 2006.


Investigaciones sobre las reliquias de Cristo

TESTIGOS DEL MISTERIO

En años recientes, tres equipos de científicos

(Joseph Marino y Sue Benford en 2000, Orazio

Petrosillo en 2002 y Raymond Rogers en 2005)

han cuestionado la credibilidad de las dataciones

por carbono. Dicen además que las muestras se

tomaron de los remiendos cosidos en el s. XIV.

La mayoría de los especialistas piensan que

no se puede precisar una determinada edad con

pruebas de carbono, sobre todo si contradice

lo que se sabe por la historia, iconografía, bioquímica,

fotografía, medicina y botánica.

Hasta hoy, el mayor misterio es saber cómo se

imprimió la imagen en el tejido. A pesar de tantas

pruebas, la ciencia actual no puede explicarlo.

La explicación más aproximada dice que puede

ser resultado de una radiación de una intensidad

de 1013 electrones por cm 2 . Esa radiación debió

emitirse verticalmente, difundirse y ser absorbida

en el aire. Se ha intentado muchas veces, pero

nadie ha conseguido aún copiar la síndone en

todos sus detalles.

La ciencia actual parece no tener los medios para una reproducción

fiel de este extraordinario y único objeto.

Los últimos resultados de pruebas se publicaron en diciembre de

2011 por la Agencia Nacional Italiana para las Nuevas Tecnologías

(ENEA). Después de cinco años de pruebas, llegan a la conclusión de

que no existió antes del siglo XXI un método o técnica que permitiese

producir la imagen de la Sábana de Turín. La profundidad del color de

la imagen es solo de 200 nanómetros (como la envoltura de una célula

microscópica). Los científicos piensan que un efecto así solo podría

conseguirse con láser ultravioleta. Admiten por tanto que estamos ante

una imagen acheiropoietos: «no hecha por mano».

EL P. JOSÉ COTINO,

portavoz del

Arzobispo

Anastasio

Ballestrero,

representante de

de Turín durante

las pruebas

realizadas en

la síndone en 1978.

La Sábana de Turín

69

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