Miradas para reconstruir la realidad - Neli Silva Castro
Miradas para reconstruir la realidad - Neli Silva Castro Miradas para reconstruir la realidad - Neli Silva Castro
Mediciones de masculinidad, feminidad, machismo y sumisión…IntroducciónA través del tiempo mucho se ha escrito respecto a las diferencias entre hombresy mujeres basados en la biología; lo anterior no es suficiente ni justifica la brechapsicológica, social y cultural establecida entre los sexos. Es importante develar laideología sexista imperante y cómo ésta permea la vida de los seres humanos en distintosámbitos. La escuela es un instrumento del patriarcado en donde la trasmisiónde ideas, valores y conductas se dan para perpetuar la dominación de las mujeres porlos hombres. Los resultados obtenidos dan cuenta del predominio del discurso heteronormativoel cual, como lo mencionan Brow y Rich (2002), tiene la influenciasobre el posicionamiento de género del profesorado en formación; los estudiantesde la ensv “Dr. Manuel Suárez Trujillo” no son ajenos a ello y terminan aceptandoy reproduciendo lo socialmente establecido.En el documento se habla de los elementos socioculturales formadores de los rolessexuales; hace mención del instrumento utilizado; se presenta la población, los porcentajesde hombres y mujeres, el procedimiento utilizado, los resultados obtenidos, ladiscusión, conclusión y por último las referencias bibliográficas.Elementos socio-culturales formadores de los roles sexualesEl hecho biológico de la diferencia sexual, mediante el cual es posible la reproducciónde la especie, se ha transformado en la base para la asignación de significados y la distribuciónde papeles sexuales para uno y otro sexo. Por lo tanto, se puede considerar ala biología como un factor no determinante que sirva como base para justificar el tratodiferente dado a uno y otro sexo.Se han realizado investigaciones con el propósito de encontrar un vínculo entrefactores biológicos y determinados comportamientos. Golberg y Lewis (1969) observarondistintas conductas entre los niños y las niñas de 12 meses de edad: puestos120
Francisco Javier Pérez Montielen el piso cerca de sus madres, los niños mostraban una mayor tendencia a alejarsede ellas gateando. Encontraron también diferencias al colocar una barrera transparenteentre los niños y diversos juguetes; los niños presentaban mayor predisposicióna gatear a lo largo de la barrera tratando de rodearla para llegar hasta los juguetes;en tanto que las niñas se quedaban sentadas donde las habían dejado y se ponían allorar. Estas observaciones no permiten emitir conclusiones en cuanto a la posibleinteracción del sexo y el comportamiento, pues a la edad que tenían los niños yase ha dado un proceso importante en el aprendizaje, influido necesariamente porpatrones culturales, por lo tanto se concluyen dos cosas: la dificultad existente paradeslindar los factores puramente biológicos de los sociales, psicológicos y culturales,y por otro lado, en todos se manifiesta la influencia del aprendizaje (socialización),razón por la cual no se puede concluir que los factores biológicos sean por sí mismoslos que determinan el comportamiento “masculino” o “femenino”.Es necesario que hombres y mujeres se den cuenta de la problemática de géneroen que están inmersos: hoy en día forma parte sustantiva de la construcción de la democraciay de la redefinición de los modelos de desarrollo, así como de la resignificaciónde la vida personal y colectiva; es por ello necesario educar para la vida de formademocrática, en donde crean en la perspectiva de género y la comprendan comouna herramienta que puede permitir la superación de la intolerancia a la diversidadhumana de todas las manifestaciones de sexismo, dominio, opresión y explotaciónen que se cultiva la desigualdad social: “La perspectiva de género es la respuesta másfina y democrática que hoy se perfecciona para llevar la opresión patriarcal a su finalhistórico” (Cazés y Lagarde, 2005: 5).Gracias a la perspectiva de género se puede develar el hecho de que la mayoría delos atributos asignados a hombres y mujeres no son derivados de una supuesta esenciabiológica; esto es, no son “naturales”, sino por el contrario, se derivan de las creenciasy expectativas culturales para cada sexo. A esto, dentro de la Teoría de Género, se leconoce como “socialización diferencial del género, del significado de ser mujer, de serhombre y de las relaciones entre ambos” (Raguz, 1995: 9).121
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Francisco Javier Pérez Montiel
en el piso cerca de sus madres, los niños mostraban una mayor tendencia a alejarse
de ellas gateando. Encontraron también diferencias al colocar una barrera transparente
entre los niños y diversos juguetes; los niños presentaban mayor predisposición
a gatear a lo largo de la barrera tratando de rodearla para llegar hasta los juguetes;
en tanto que las niñas se quedaban sentadas donde las habían dejado y se ponían a
llorar. Estas observaciones no permiten emitir conclusiones en cuanto a la posible
interacción del sexo y el comportamiento, pues a la edad que tenían los niños ya
se ha dado un proceso importante en el aprendizaje, influido necesariamente por
patrones culturales, por lo tanto se concluyen dos cosas: la dificultad existente para
deslindar los factores puramente biológicos de los sociales, psicológicos y culturales,
y por otro lado, en todos se manifiesta la influencia del aprendizaje (socialización),
razón por la cual no se puede concluir que los factores biológicos sean por sí mismos
los que determinan el comportamiento “masculino” o “femenino”.
Es necesario que hombres y mujeres se den cuenta de la problemática de género
en que están inmersos: hoy en día forma parte sustantiva de la construcción de la democracia
y de la redefinición de los modelos de desarrollo, así como de la resignificación
de la vida personal y colectiva; es por ello necesario educar para la vida de forma
democrática, en donde crean en la perspectiva de género y la comprendan como
una herramienta que puede permitir la superación de la intolerancia a la diversidad
humana de todas las manifestaciones de sexismo, dominio, opresión y explotación
en que se cultiva la desigualdad social: “La perspectiva de género es la respuesta más
fina y democrática que hoy se perfecciona para llevar la opresión patriarcal a su final
histórico” (Cazés y Lagarde, 2005: 5).
Gracias a la perspectiva de género se puede develar el hecho de que la mayoría de
los atributos asignados a hombres y mujeres no son derivados de una supuesta esencia
biológica; esto es, no son “naturales”, sino por el contrario, se derivan de las creencias
y expectativas culturales para cada sexo. A esto, dentro de la Teoría de Género, se le
conoce como “socialización diferencial del género, del significado de ser mujer, de ser
hombre y de las relaciones entre ambos” (Raguz, 1995: 9).
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