REVISTA SEMANA SANTA 2020
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MÉRIDA I Semana Santa 2020
SALUDAS
INTERÉS TURÍSTICO INTERNACIONAL
COFRADÍAS LLENAS DE VIDA
Luis Miguel González. Presidente de la Junta Arciprestal de Hermandades y Cofradías de Mérida
Pudiera parecer un tópico y quizás lo sea, pero cada
año, en las postrimerías del invierno, cuando la luz le va
ganando terreno a la oscuridad y la vida se va abriendo
camino a nuestro alrededor, algo desde lo más profundo
de nuestra alma, nos invita a abrir las puertas y ventanas
de nuestro corazón, para que esa luz y esa vida inunde
todo nuestro ser.
Es tiempo de hacer balance, tiempo para deshacernos
de esa pesada mochila de trastos que, poco a poco,
vamos acumulando en el alma y que nos impiden vivir
siguiendo el modelo que Jesús nos propone. Es tiempo
para que la luz de Cristo llegue hasta el rincón más
recóndito de nuestra alma y para que el triunfo de la vida
sobre la muerte, del bien sobre el mal, de la virtud sobre
el pecado, que cada año rememoramos celebrando la
Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, se convierta en
ese caudal de vida que limpie nuestro corazón y nuestra
alma, y que permita aflorar lo mejor de cada uno de
nosotros.
Y al igual que el sacrificio de Jesús se convierte en luz
y vida que llena nuestras almas, ese mismo caudal de
vida que Jesús nos entrega, debe inundar nuestras
Hermandades y Cofradías, limpiando y arrastrando
fuera de sus propias almas colectivas todos esos trastos
inservibles, que puedan constituir un obstáculo para
cumplir con la Misión que tenemos encomendada.
Las Cofradías y Hermandades tenemos una gran
responsabilidad dentro de la Iglesia, ya que somos
parte de ella, y una parte muy importante, ya que
representamos quizás el colectivo más numeroso. De ahí
qué si todos los que formamos parte de este colectivo,
nos convertimos en portadores de la luz de Cristo, sin
duda que esa luz llegará a todos los rincones de nuestra
sociedad, llenándola de vida. Pero para ello, debemos
empezar por aprovechar este tiempo de conversión para
mejorar como cristianos, y a continuación velar por que
los valores cristianos sean los que marquen nuestro
caminar como colectivo.
De igual modo que la viga maestra de la Iglesia es la
Misericordia, todos nosotros debemos hacer de esa
virtud nuestro referente vital. La Iglesia “vive un deseo
inagotable de brindar Misericordia” (Papa Francisco
Misericordiae vultus, 10). Así pues, dispongámonos
a vivir la fraternidad y la solidaridad con todos los que
nos rodean, comenzando por nuestra propia familia y
siguiendo por todos los que formamos parte de cada una
de nuestras Hermandades y Cofradías, y también entre las
Hermandades y Cofradías entre sí. Trabajando en el seno
de nuestras Comunidades Parroquiales, conectando con
sus necesidades, fomentando y favoreciendo la Caridad.
En resumen, valorar e incentivar la dimensión social de
la conciencia cristiana de los miembros de nuestras
Hermandades y Cofradías. Sobre nuestros hombros, no
solo llevamos a nuestras imágenes, también debemos
llevar las cruces de quienes más nos necesitan y a veces
los tenemos tan cerca que ni tan siquiera reparamos en
ellos.
Llevemos siempre con nosotros la luz y la vida que Jesús
nos entrego con su sacrificio, hagamos que nuestras
Estaciones de Penitencia transmitan ese sacrificio que
Jesús realizó por todos nosotros, para que quienes sigan
nuestro caminar por las calles de Mérida sientan el amor
de Jesús.
Tenemos el privilegio de poder procesionar nuestras
espléndidas imágenes por entornos monumentales
únicos, somos herederos de una tradición que se
remonta hasta el siglo VI, con las primeras procesiones
promovidas por nuestro Santo Obispo Masona. Nos
cabe a nosotros, cofrades de Mérida, aportar la luz y la
vida que conviertan nuestras Procesiones en verdaderas
catequesis plásticas, para que nuestra Semana Santa,
que ya ostenta el título de Interés Turístico Internacional,
sirva también a nuestro Interés Espiritual.
Que el Señor acompañe nuestro camino.
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