REVISTA SEMANA SANTA 2020
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MÉRIDA I Semana Santa 2020
ARTÍCULOS
INTERÉS TURÍSTICO INTERNACIONAL
D. CESAR, MÉRIDA Y LOS FERROVIARIOS
Mateo Pinheiro Salinero
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El año pasado, en el mes de marzo,
se cumplieron sesenta años sin su
presencia, sesenta años que se
fue D. Cesar Lozano Cambero a la
casa del Padre, pero que en pleno
siglo XXI, su presencia, sigue muy
presente en la ciudad de Mérida.
Si fuésemos la Wikipedia,
empezaríamos diciendo que fue
un sacerdote de la Iglesia Católica,
párroco de la Basílica de Santa
Eulalia, en los peores años de su
vida. Si peores, pues fue el párroco
en la época de la Guerra y postguerra
Civil, años de miseria y de pobreza,
pero como siempre se ha sabido,
no había ningún necesitado, que
llamase a su puerta que no se llevase
en el estomago una comida caliente.
De siempre se ha oído que él decía
que no entendía de colores, y a
su mesa, sentaba a personas de
ambos bandos, e incluso en distintas
épocas, tuvo recogidos y escondidos
en la misma Basílica a toda aquella
persona que podía.
No hubo nadie que no necesitase
algún certificado exigidos en dicha
época para poder trabajar, que
él no se lo facilitase, pues fueron
muchísimas las personas que
acudían a él a diario, ya fuese para
poder encontrar un trabajo digno,
como para que les ayudasen para
poder comer algo ese día.
Revitalizó el culto a Santa Eulalia,
con el Trecenario que realizó, dio a
conocer la vida de la Santita, como
él la llamaba, por todos los sitios que
visitaba, tal fue así, que en los años
de postguerra, no se exactamente
la fecha, hubo un congreso de
las patronas de las principales
ciudades y pueblos de España, en
la Basílica del Pilar de Zaragoza,
y los ferroviarios flotaron un vagón
especial convertido en capilla, para
que la Santa, realizara su viaje.
Las voces se corrieron, y en todas
las estaciones que paraba el tren,
había gente para recibirla y rezar
delante de ella, teniendo D. Cesar
que celebrar la eucaristía en cada
estación. La anécdota es que todas
las imágenes que representaban
a dichas ciudades y pueblos, eran
representaciones marianas, todas,
meno Santa Eulalia.
Cuando en 1947, se fundó la Cofradía
ferroviaria del Descendimiento,
Stma Virgen de las Angustias y
Ntra. Sra. de la Esperanza, les
ayudó todo lo que pudo a que se
hiciese realidad, e incluso les puso
en contacto con el escultor D. Juan
Blanco Pajares, fué con ellos al
Gobierno Civil para la legalización de
la misma, al Obispado, en definitiva,
a todos los estamentos de la época
para conseguir la legalización de
la misma. Por todo ello, tanto al
escultor, como su primer Hermano
Mayo, Manuel González Martín-
Romo, como a él, se les considera
a nivel Junta de Gobierno, como los
abuelos de la Cofradía.
A todos los que en nuestra vida nos
han hablado de él, nos han contado
como el día de su entierro, lo
sacaron a hombros por la puerta de
la Basílica, subieron por la Rambla
izquierda hacia la Puerta de la Villa,
y volvieron por la Rambla derecha
para su posterior inhumación en
el presbiterio de la misma, pues
bien, cuando el féretro con sus
restos estaba llegando de nuevo
a la Basílica, ésta aún no se había
desocupado, pues toda la población
de la ciudad y de sus alrededores,
vinieron a su entierro, todos le
estaban agradecidos de una forma
u otra.
Cuando tuvieron lugar las
excavaciones en la Basílica, una
mañana estábamos D. Juan