REVISTA SEMANA SANTA 2020
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INTERÉS TURÍSTICO INTERNACIONAL
y lo hizo con tal elocuencia que mereció
el nombre de Eulalia, del griego:
«eu-lalios» (bien hablado, de buena
habla, elocuente). Esa elocuencia y la
brutalidad de los martirios contra ella
utilizados, significaron una conmoción
entre los cristianos de aquella época.
Y rápidamente su testimonio martirial
llegó a todo el occidente del Imperio
Romano, convirtiéndose en semilla
evangelizadora que fue germinando
por toda la Hispania, la Galia, el norte
de Italia y el norte de África.
Poetas como Quinto
Prudencio Aurelio
Clemente, recogieron
su testimonio martirial
en el Himno III de su
Peristéfanon y la fuerza
de ese testimonio sirvió
para que la devoción
hacia Santa Eulalia se
consolidara por todo el
occidente europeo. Aún
hoy existen un sinfín de
topónimos asociados
a Santa Eulalia y son
numerosas las parroquias
que la tiene como titular,
hasta el punto de que la
figura de Santa Eulalia
ocupa el sexto lugar en
el Cortejo de las Santas
Vírgenes representado
en uno de los mosaicos
bizantinos de San Apolinar
“il nuovo” en Ravena (Italia),
datados en el siglo VI, lo
que indica la importancia
y la trascendencia que
alcanzo Santa Eulalia.
Obviamente la Iglesia Emeritense
alcanzo, en gran medida debido a esa
trascendencia del testimonio de Santa
Eulalia, un papel preponderante en el
contexto de la Iglesia en Hispania, hasta
convertirse, a partir del emperador
Teodosio, en la Sede de la Diócesis
Hispaniarum, que comprendía toda la
península ibérica y el norte de África.
Todos estos hechos contribuyeron
a que Augusta Emérita, la actual
Mérida, se convirtiera en uno de
los centros de peregrinación más
importantes de la Cristiandad. Así
lo testimonian los textos que aún se
conservan de aquella época, que han
sido confirmados por los importantes
hallazgos arqueológicos que hoy
podemos disfrutar. La ciudad quiso
convertirse en una nueva Jerusalén, y
a ella llegaron importantísimas reliquias
que testimoniaban su importancia. Una
inscripción que podemos contemplar
en uno de nuestros museos, atestigua
la presencia en Mérida de las siguientes
reliquias: DE LA CRUZ de NUESTRO
SEÑOR, de SAN JUAN BAUTISTA, de
SAN ESTEBAN, de SAN PABLO, SAN
JUAN EVANGELISTA, SANTIAGO,
SANTA EULALIA, SAN TIRSI, SAN
GENESI Y SANTA MARCILLE.
No en vano, podemos encontrar que
las primeras denominaciones de los
hoy conocidos como “Caminos de
Santiago”, fueron: “Les chemins de
Sainte Eulalie” como en Francia se
conocieron los caminos que llegaban
hasta Mérida para visitar la tumba de
Santa Eulalia. Por tanto, podemos
MÉRIDA I Semana Santa 2020
ARTÍCULOS
afirmar, sin temor a equivocarnos, que
los primeros caminos de peregrinación
trazados en la Europa occidental,
fueron los que tenían como destino
Mérida.
Es lógico pensar que esa llegada
constante de peregrinos, hiciera
que la Iglesia de Mérida dispusiera
de albergues, hospitales y centros
donde poder atenderles tras su
esforzado peregrinar y nuevamente la
arqueología corrobora las afirmaciones
de los escasos documentos que
conservamos de aquella
época, y así el “Xenodoquio”
o albergue de peregrinos
fundado por el Obispo Masona
(Obispo entre 573 y 606),
puede ser visitado a escasos
metros de la Basílica Martirial
de Santa Eulalia.
También debemos al Obispo
Masona el origen de una de
las tradiciones más arraigadas
entre los Cristianos españoles,
ya que en el libro de las
“Vidas de los Santos Padres
Emeritenses”, datado a finales
del siglo VI, es el primer texto
donde aparece recogida
lo que sería una procesión
de Semana Santa, que se
realizaba en el “día sacratísimo
de la Pascua” y continua
diciendo que “… como por
costumbre celebráis misa en
la Iglesia Mayor, y después
de misa, también según
costumbre, vais en procesión
hasta la Basílica de Santa
Eulalia, cantando salmos con el pueblo
católico en masa” (…)
La invasión musulmana en el 711
acabo con esa época de esplendor
de Mérida, pero permitió que todos
esos edificios romanos y visigodos
se hayan conservado hasta nuestros
días, y pueden ser admirados por
quienes nos visitan durante todo el
año, y especialmente durante nuestra
Semana Santa, que también en Mérida
encuentra sus orígenes.
Gracias por su atención.
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