REVISTA SEMANA SANTA 2020

MÉRIDA I Semana Santa 2020
ARTÍCULOS
INTERÉS TURÍSTICO INTERNACIONAL
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DE LA JUNTA DE COFRADÍAS,
LUIS MIGUEL GONZÁLEZ PÉREZ EN EL III CONGRESO
INTERNACIONAL DE TURISMO RELIGIOSO Y PEREGRINACIONES
Luis Miguel González Pérez
Mérida; la cuna del Cristianismo Hispano
Esperamos y confiamos en que este
vídeo que acaban de presenciar, les
haya despertado el interés por conocer
nuestra ciudad: la Augusta Emérita que
el emperador Augusto ordeno fundar
en el año 25 a.C. para que sirviera de
descanso a los esforzados soldados de
las Legiones V “alaudae” y X “gemina”.
Y para lograr este objetivo buscaron
un emplazamiento que permitiera ese
merecido premio.
De esa forma, Augusta Emérita se funda
a la orilla del rio Guadiana, rodeada
de fértiles vegas que cultivar y de
frondosos bosques en los que practicar
la caza. Situada en una encrucijada de
caminos que la comunicaban con el
resto de la península ibérica. Con un
clima de inviernos benignos y veranos
cálidos. Con abundantes recursos
hídricos en su entorno. Una autentica
ciudad de vacaciones y descanso,
que recompensará a esos valerosos
legionarios, que tanto habían batallado
por Roma.
La ciudad, que fue desde su origen
capital de la Lusitania, creció en
importancia muy rápidamente y su
prosperidad atrajo a todo tipo de
gentes, llegadas desde todos los
rincones del Imperio, llegando a
convertir a Augusta Emérita en una de
las 10 más importantes ciudades del
Imperio Romano. Es evidente que sus
fundadores no se equivocaron en la
elección de su ubicación.
Esa capacidad de atracción que
Augusta Emérita ejercía, permitió que
todas las nuevas ideas y religiones
llegaran también a ella, y de esa forma
podemos afirmar que el Cristianismo
también llegará a nuestra ciudad
como primicia, quizás desde el norte
de África, y desde Augusta Emérita
se extendiera hacia toda la península
ibérica. Los Emeritenses afirmamos
con orgullo que en nuestra ciudad se
encuentra la cuna del Cristianismo
Hispano.
Y tenemos motivos para asegurar esa
afirmación, ya que, en el año 255,
Cipriano, Obispo de Cartago, se dirige
por escrito a la Comunidad Cristiana de
Augusta Emérita, que había solicitado
su parecer sobre un inadecuado
comportamiento de su Obispo Marcial.
Por tanto, en el año 255 la Comunidad
Cristiana de Augusta Emérita era una
comunidad consolidada, que contaba
ya con un Obispo.
Son muchos los mártires emeritenses
que ofrecieron su vida en la defensa de la
Fe en Cristo: Servando, Germán, Julia,
… pero sin duda, el testimonio martirial
más importante de cuantos se dieron
en Augusta Emérita, fue el de una joven
patricia de poco más de doce años,
que en el año 304 quiso defender su
derecho a poder vivir en libertad su Fe,
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