18.03.2020 Views

Ready Player One - Ernest Cline

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

los de disparar desde un plano subjetivo. Por algo ésa era su especialidad.

Yo no tenía ni idea de quién era Hache en el mundo real, pero presentía que su

casa no debía de ser ninguna maravilla. Como me sucedía a mí, él también pasaba

todo el tiempo que podía conectado a Oasis. En más de una ocasión me había

confesado que yo era su mejor amigo y, teniendo en cuenta que no nos habíamos

conocido nunca en persona, suponía que debía de estar tan solo como yo.

—¿Y qué? ¿Qué hiciste después de desconectarte anoche? —me preguntó,

alargándome el otro mando de Intellivision.

La noche anterior habíamos pasado varias horas allí mismo, viendo películas

antiguas japonesas de monstruos.

—Nada —respondí—. Me fui a casa y practiqué un poco con algunos juegos de

arcade.

—No te hace falta.

—Ya lo sé, pero me apetecía.

Yo no le pregunté qué había hecho él la noche anterior y él no me contó nada.

Suponía que habría ido a Gygax, o a algún lugar igualmente espectacular, a participar

en alguna misión rápida y a acumular puntos de experiencia. Pero no quería alardear.

Que yo supiera, Hache no era rico, pero parecía poder permitirse pasar bastante

tiempo en otros mundos, siguiendo pistas y buscando la Llave de Cobre. Sin

embargo, nunca presumía de ello, ni me ridiculizaba porque yo no tuviera pasta para

teletransportarme a alguna parte. Ni me insultaba ofreciéndose a prestarme algunos

de sus créditos. Entre los gunters era una regla no escrita: si actuabas en solitario, era

porque no querías ni necesitabas ayuda de nadie. Quienes la buscaban se unían a

clanes, pero Hache y yo estábamos de acuerdo en que los clanes eran para lameculos

e impostores. Los dos habíamos jurado que seguiríamos siendo buscadores solitarios

toda nuestra vida. A veces todavía hablábamos sobre el Huevo, pero se trataba de

conversaciones cautas y teníamos mucho cuidado de no entrar en detalles.

Tras mi victoria en tres partidas consecutivas en Tron, Discos Mortales, Hache

soltó el mando, asqueado, y recogió una revista que tenía en el suelo. Se trataba de un

número viejo de Starlog. Reconocí a Rutger Hauer en la cubierta, en una foto

promocional de Lady Halcón.

—Starlog, ¿eh? —dije, asintiendo con la cabeza para expresar mi aprobación.

—Sí. Me he bajado todos los números del archivo de El Vivero. Todavía no los he

leído todos. Ahora estoy leyendo este artículo, que es genial. Se titula Ewoks: La

batalla por Endor.

—Producida para televisión, emitida en mil novecientos ochenta y cinco —solté

yo. Los conocimientos sobre La guerra de las galaxias eran una de mis

especialidades—. Una mierda total. Un momento bajísimo en la historia de La guerra

de las galaxias.

www.lectulandia.com - Página 40

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!