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Ready Player One - Ernest Cline

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de este lado de la puerta?

—No estamos seguros —contestó Hache—. La transmisión se ha cortado

coincidiendo con el cambio en La Tabla.

—Tal vez hayan muerto —intervino Shoto—. O tal vez…

—Tal vez salieran despedidos por la puerta —dije yo.

Abrí mi mapa de Ctonia y constaté que podía teletransportarme a cualquier lugar

de Oasis seleccionando, simplemente, mi destino deseado en el atlas. Amplié la zona

del Castillo de Anorak, toqué el punto que quedaba del otro lado de la entrada

principal y, en un abrir y cerrar de ojos, mi avatar estuvo ahí.

Mis suposiciones eran ciertas. Cuando franqueé la Tercera Puerta, los dieciocho

avatares sixers que todavía quedaban en su interior habían sido expulsados y

depositados frente al castillo. Ahí seguían todos, con gesto confundido, cuando

aparecí frente a ellos, elegantísimo con mis nuevos ropajes.

Todos me miraron en silencio durante unos segundos, antes de sacar sus armas de

fuego y sus espadas, preparándose para el ataque. Su aspecto era idéntico, por lo que

no sabía cuál de ellos estaba controlado por Sorrento. De todos modos, a esas alturas,

poco me importaba ya.

Usando la nueva interfaz de superusuario de mi avatar, realice un gesto de barrido

general con la mano para seleccionar a todos los avatares en mi visualizador. Sus

perfiles empezaron a dibujarse en un rojo brillante. A continuación pulsé el icono de

la calavera y las tibias cruzadas en la barra de herramientas de mi avatar. Los

dieciocho avatares cayeron fulminados, muertos, al momento. Sus cuerpos se

difuminaron gradualmente, y todos ellos dejaron tras de sí un montoncito con armas y

botín.

—¡Mierda! —oí que exclamaba Shoto por el intercomunicador—. ¿Cómo has

hecho eso?

—Ya has oído a Halliday —le dijo Hache—. Su avatar es inmortal y

todopoderoso.

—Sí —intervine yo—. Y lo decía en serio.

—Halliday también te ha dicho que podías pedir el deseo que quisieras —

prosiguió Hache—. ¿Qué deseo vas a pedir primero?

Lo pensé durante un momento y después pulsé el nuevo icono de comandos que

en ese momento aparecía en una esquina de mi visualizador y dije:

—Deseo que Hache, Art3mis y Shoto resuciten.

Al instante apareció un recuadro de diálogo que me pedía que confirmara cómo se

escribían los nombres de aquellos avatares. Una vez que lo hice, el sistema me pidió

si, además de resucitar a sus avatares, quería que les fueran devueltos todos los

artículos que poseían. Pulsé el icono de «sí». Entonces, en el centro del visualizador

apareció un mensaje: «RESURRECCIÓN COMPLETA. AVATARES

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