18.03.2020 Views

Ready Player One - Ernest Cline

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

apareció un mensaje.

¡BIEN JUGADO, PARZIVAL!

¡PREPÁRATE PARA EL ESTADIO DOS!

Y entonces la consola desapareció, y mi avatar desapareció con ella.

Me encontré galopando por una ladera cubierta de niebla. Supuse que iba

montado a caballo, porque me movía arriba y abajo y oía el sonido rítmico de unos

cascos repicando contra la tierra. Frente a mí, un castillo que me resultaba conocido

acababa de surgir entre los jirones de niebla.

Pero al fijarme en el cuerpo de mi avatar descubrí que no, que no iba montado a

lomos de ningún caballo, sino que caminaba por el suelo. Mi avatar estaba cubierto

por una cota de malla y mantenía las manos extendidas frente al cuerpo, como si

sostuviera unas riendas. Pero no sostenía nada; no llevaba nada en mis manos.

Dejé de moverme hacia delante y el sonido de los cascos cesó también, aunque

algunos segundos después de que yo me detuviera. Fue al volverme cuando descubrí

la fuente de aquel sonido. No se trataba de ningún caballo, sino de un hombre que

hacía chocar un coco partido por la mitad.

Y entonces supe dónde me encontraba. Acababa de aparecer en la primera escena

de Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores, de Monty Python.

Otra de las películas favoritas de Halliday, tal vez el largometraje más venerado por

los frikis de todos los tiempos.

Al parecer, iba a tener que enfrentarme a otro ejercicio de sincronización como el

planteado por la simulación de Juegos de guerra de la Primera Puerta.

Vi que yo representaba el papel de Rey Arturo. Llevaba el mismo atuendo que

Graham Champan lucía en la película. Y el hombre de los cocos era mi fiel siervo,

Patsy, personaje interpretado por Terry Gilliam.

Patsy me dedicó una reverencia y se mostró servil y sumiso cuando me volví a

mirarlo, pero no dijo nada.

—¡Es Los caballeros de la mesa cuadrada, de Python! —oí que exclamaba Shoto

con gran emoción.

—Menuda novedad —repliqué yo, dejándome llevar—. Eso ya lo sé, Shoto.

En mi visualizador apareció una advertencia.

«¡DIÁLOGO INCORRECTO!»

Y una puntuación de menos cien puntos apareció en uno de sus ángulos.

www.lectulandia.com - Página 329

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!