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Ready Player One - Ernest Cline

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ponerse cómodos y a comer sus palomitas mientras ven cómo nos destrozan.

—Sí, ésa es una posibilidad, está claro —admití—. Pero los clanes nos ayudarán,

eso seguro. No tienen nada que perder. Y nosotros no tenemos por qué derrotar a todo

el ejército. Lo único que necesitamos es abrir una brecha en sus defensas, entrar en el

castillo y alcanzar la puerta.

—Somos tres los que tenemos que alcanzarla. Si sólo lo consigue uno, o dos,

estamos jodidos.

—Es verdad. Por eso debemos intentar con todas nuestras fuerzas que no nos

maten.

Art3mis y Hache se echaron a reír, nerviosos. Shoto meneaba la cabeza.

—Pero es que, aunque consigamos abrir la puerta, tendremos que luchar contra la

puerta misma —dijo—. Seguro que será más difícil de franquear que las otras dos.

—De la puerta ya nos preocuparemos más tarde —añadí—. Cuando lleguemos a

ella.

—Está bien. Hagamos lo que dices —aceptó Shoto.

—Estoy de acuerdo —lo secundó Hache.

—O sea, ¿que vosotros dos os apuntáis? —preguntó Art3mis.

—¿Se te ocurre una idea mejor? —le preguntó Hache.

—No. La verdad es que no.

—En ese caso, está decidido —sentenció Hache.

Cerré el e-mail.

—Os envío una copia a cada uno —les dije—. Empezad a enviarlo esta noche a

todos los contactos de vuestra lista. Colgadlo en vuestros blogs. Difundidlo en

vuestros canales privados de vídeo. Tenemos treinta y seis horas para divulgarlo.

Debería ser suficiente para que todo el mundo se prepare y traslade sus avatares hasta

Ctonia.

—Tan pronto como los sixers se enteren de esto empezarán a prepararse para el

asalto —dijo Art3mis—. A instalar obstáculos.

—También es posible que se rían de nosotros —observé—. Ellos creen que su

escudo es inexpugnable.

—Y lo es —continuó Art3mis—. O sea que espero que tengas razón con lo de su

desaparición.

—No te preocupes.

—¿Y por qué habría de preocuparme? —replicó ella—. ¿Sólo porque me he

quedado sin casa y huyo para salvar mi vida? En este momento estoy conectada a

través de una terminal pública de un aeropuerto, pagando una cuota por minuto por

usar la banda ancha. Desde aquí no puedo participar en ninguna guerra y mucho

menos intentar franquear la Tercera Puerta. Y no tengo adónde ir.

Shoto asintió.

www.lectulandia.com - Página 289

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