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Ready Player One - Ernest Cline

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apartamentos situado en Osaka, Japón. Había también una foto escolar que mostraba

a un muchacho serio y delgado de cabeza rasurada. Como en el caso de Daito, no se

parecía en nada a su avatar.

De Hache, en cambio, parecían saber menos. Su carpeta contenía poca

información y ninguna foto; sólo una imagen fija tomada de su avatar. Como nombre

real figuraba Henry Swanson, pero ése era el alias usado por Jack Burton en la

película Golpe en la Pequeña China, por lo que estaba convencido de que debía de

ser falso. En cuanto a su domicilio decía «móvil». Debajo había un enlace titulado

«puntos de acceso más recientes», que resultó ser una lista de los nodos wireless que

Hache había usado para entrar en su cuenta de Oasis. Estaban repartidos por todo el

país: Boston, Washington D.C., Nueva York, Filadelfia y, más recientemente,

Pittsburgh.

Empezaba a comprender cómo habían localizado los sixers a Art3mis y a Shoto.

IOI era propietaria de cientos de empresas regionales de telecomunicaciones, lo que

la convertía, en la práctica, en la mayor proveedora de servicios de internet del

mundo.

Resultaba bastante difícil conectarse a internet sin usar alguna de las redes que

tenían y operaban. Al parecer, IOI había espiado ilegalmente la mayor parte del

tráfico mundial de conexiones online en un intento de localizar e identificar al puñado

de gunters considerados por ellos una amenaza. Si a mí no habían conseguido

localizarme era porque yo había tenido la paranoica precaución de contratar una

conexión de fibra óptica directa a Oasis, desde mi edificio de apartamentos.

Cerré el archivo de Hache y abrí la carpeta con el nombre de Daito, temiendo

encontrarme con algo que preferiría no ver. Como en el caso de los demás, también

disponían de su verdadero nombre, Toshiro Yoshiaki y de su dirección personal. En la

parte inferior de su carpeta figuraban dos enlaces con noticias sobre su «suicidio»,

además de un vídeo sin asunto pero cuya fecha coincidía con el día de su muerte. Lo

pinché. Se trataba de una grabación a mano alzada que mostraba a tres hombres

corpulentos con pasamontañas (uno era el que manejaba la cámara), esperando en

silencio en un pasillo. Parecían recibir una orden a través de los audífonos y abrir la

puerta de un apartamento pequeño, de una sola habitación, con una llave magnética.

El estudio de Daito. Vi con horror cómo irrumpían en el apartamento, cómo lo

arrancaban de su silla háptica, cómo lo tiraban por el balcón.

Aquellos cabrones habían grabado incluso la caída, el salto hacia el encuentro con

la muerte. Seguramente a petición de Sorrento.

Sentí náuseas. Esperé a que terminara y copié el contenido de las cinco carpetas

en mi unidad de almacenamiento, antes de abrir la carpeta Estatus de Misión. Parecía

contener un archivo con los informes del estado de la División de Ovología,

dirigidos, al parecer, a los peces gordos de los sixers. Aparecían por fecha, en orden

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