18.03.2020 Views

Ready Player One - Ernest Cline

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Sabía a qué «examen» se refería aquella frase y dónde debía desplazarme para

someterme a él. El unicornio de origami me lo había revelado.

Blade Runner aparecía mencionado nada menos que catorce veces en el

Almanaque de Anorak. Era una de sus diez películas preferidas de todos los tiempos.

Y se trataba de la adaptación de una novela de Philip K. Dick, uno de los autores

favoritos de Halliday. Razón por la cual yo la había visto unas cincuenta veces y

había memorizado los fotogramas y diálogos.

Mientras la Vonnegut cruzaba el espacio, subí la versión íntegra de la película al

visualizador y busqué dos escenas concretas.

Estrenada en 1982, situaba la acción en Los Ángeles en 2019, en un futuro

superpoblado e hipertecnológico que no había llegado nunca a hacerse realidad.

Cuenta la historia de un hombre, Rick Deckard, interpretado por Harrison Ford, que

trabaja como «blade runner», policía especial que se encarga de perseguir y matar a

réplicas, seres manipulados genéticamente que apenas se distinguen de los humanos

auténticos. De hecho, las réplicas actúan como los seres humanos y se parecen a ellos

hasta tal punto que el único modo que tienen los blade runner de distinguirlos es

recurrir a un aparato similar a un polígrafo conocido como la máquina Voight-Kampff

con la que los someten a un examen.

«El examen aprueba y prosigue la prueba.»

Las máquinas Voight-Kampff aparecen sólo en dos escenas de la película,

ambientadas, en los dos casos, en el interior del Edificio Tyrell, una inmensa

estructura piramidal doble, sede de Tyrell Corporation, la empresa que fabrica

réplicas.

Entre las estructuras más repetidas en Oasis se encontraba la del Edificio Tyrell.

En centenares de planetas existían copias repartidas por los treinta y siete sectores.

Era así porque el código para construirlas se incluía en una plantilla gratuita que se

entregaba con el software de construcción de Oasis, el WorldBuilder (junto con

muchas estructuras extraídas de películas y series de televisión). Así que, durante

aquellos veinticinco años, cada vez que alguien usaba el WorldBuilder para crear un

planeta nuevo en Oasis, podía, si lo deseaba, seleccionar un Edificio Tyrell de un

menú predeterminado e insertar una de sus copias en su simulación para contribuir,

con ella, al perfil de ciudad urbana y futurista que pretendiera crear. Así, algunos

mundos contaban con más de diez copias del Edificio Tyrell repartidas por su

superficie. Y yo, en aquel momento, me encontraba moviendo el culo a la velocidad

de la luz para alcanzar el más próximo de aquellos planetas, un mundo de temática

ciberpunk llamado Axrenox, situado en el Sector 22.

Si mis sospechas eran fundadas, todas las copias del Edificio Tyrell tenían una

entrada oculta a la Segunda Puerta a través de las máquinas Voight Kampff situadas

www.lectulandia.com - Página 234

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!