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Ready Player One - Ernest Cline

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Cuando no salía con mi nueva seudonovia online, pasaba el rato ganando más

puntos para que mi avatar subiera de nivel. Los gunters llamaban a esa actividad

«escalar hasta el noventa y nueve», porque ése era el nivel de poder máximo que los

avatares podían alcanzar. Art3mis y Hache lo habían logrado hacía poco, y yo no

quería quedarme atrás. En realidad, no tardé mucho, porque disponía de todo el

tiempo del mundo y de dinero y medios para explorar Oasis sin restricciones. De

modo que empecé a superar las misiones que se me cruzaban en el camino y, a veces,

en un solo día, ascendía cinco o seis niveles. Me convertí en un guerrero/hechicero de

primera categoría. Al tiempo que mejoraba mi puntuación, mejoraban también mis

aptitudes para el combate y los hechizos, además de que iba apoderándome de una

gran variedad de potentes armas, objetos mágicos y vehículos.

Art3mis y yo llegamos a salir juntos de expedición, formando equipo. Visitamos

el planeta Goondocks y completamos la misión entera de Los goonies en un solo día.

Ella participaba representando el personaje de Martha Plimpton, Stef, mientras que

yo hacía de Mikey, el personaje que en la película interpretaba Sean Astin. Nos

divertíamos mucho.

De todos modos, no siempre era así. Yo intentaba no apartarme del objetivo del

juego. Lo intentaba. Al menos una vez al día, me ponía frente a «La cuarteta» y

trataba de descifrar su significado.

Una Llave de Jade oculta el capitán

en hogar viejo y decrépito.

Mas el silbato sólo harás sonar

cuando los trofeos tengas en tu crédito.

Durante un tiempo había creído que el silbato del tercer verso podía hacer

referencia a un programa de la televisión japonesa de finales de los años sesenta

llamado Gigantes del espacio, doblado al inglés y emitido en Estados Unidos durante

los años setenta y ochenta. Aquellos «gigantes del espacio» (que en japonés se

llamaban Maguma Taishi) eran una familia de robots articulados que vivían en un

volcán y luchaban contra un malvado alienígena llamado Rodak. Halliday, en el

Almanaque de Anorak, se refería a aquellos dibujos en varias ocasiones, y los

consideraba de sus favoritos durante su infancia. Uno de los personajes principales de

la serie era un niño llamado Miko, que hacía sonar un silbato especial para llamar a

los robots cuando necesitaba que acudieran en su ayuda. Yo había visto los cincuenta

y dos episodios de los Gigantes del espacio (de lo más cutre), del derecho y del revés,

mientras engullía fritos de maíz y tomaba notas. Pero después de aquella maratón de

tele, seguía sin entender el significado de «La cuarteta». Estaba ante otro callejón sin

salida. Y llegué a la conclusión de que Halliday debía de referirse a algún otro

www.lectulandia.com - Página 167

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