18.03.2020 Views

Ready Player One - Ernest Cline

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

0015

Cogí la consola, la inicié y me coloqué el visor y los guantes. Al conectarme, mi

avatar reapareció en Ludus, en lo alto de la colina donde estaba sentado antes de que

iniciara la sesión de chatlink con Sorrento. Apenas se activó la función de sonido, oí

el ruido ensordecedor de unos motores que provenía de arriba, no sabía bien de

dónde. Me aparté del árbol y miré hacia arriba. Un escuadrón de naves de ataque

formado por sixers volaba en formación hacia el sur, a escasa altura, rastreando la

superficie con sus sensores.

Estaba a punto de guarecerme de nuevo bajo el árbol para que no me vieran, pero

recordé que en Ludus estaban prohibidos los combates. Allí, los sixers no podían

hacerme daño. Sin embargo, estuve alerta y al escrutar el cielo distinguí otros dos

escuadrones de naves de ataque pilotadas por sixers que descendían de su órbita en

dirección al oeste y al norte. Aquello era como una invasión alienígena.

En mi visualizador apareció un icono intermitente que me informaba de que

acababa de entrarme un nuevo mensaje de texto de Hache: «¿Dónde coño estás?

Llámame lo antes posible.»

Pulsé su nombre en mi lista de contactos y respondió al primer tono.

El rostro de su avatar apareció en mi ventana de vídeo, con gesto contrariado.

—¿Has oído la noticia?

—¿Qué noticia?

—Los sixers han llegado a Ludus. Miles de ellos. Y no dejan de llegar más y más.

Están peinando el planeta en busca de la tumba.

—Sí, ya lo sé. Ahora estoy en Ludus y hay naves de sixers por todas partes.

Hache torció el gesto.

—Cuando pille a I-rOk, lo mato. Despacito. Y después, cuando cree un nuevo

avatar le daré caza y volveré a matarlo. Si ese imbécil hubiera mantenido la boca

cerrada, a los sixers nunca se les habría ocurrido buscar aquí.

—Sí, ha sido lo que ha publicado en los foros lo que les ha dado la pista. Lo ha

reconocido el propio Sorrento.

—¿Sorrento? ¿Nolan Sorrento?

Le conté todo lo que había ocurrido en las horas anteriores.

—¿Han bombardeado tu casa?

—Bueno, más que una casa era una caravana fija —le dije—. Estaba en un

aparcamiento de caravanas. Han matado a un montón de gente, Hache. Seguramente

ya ha salido en las noticias. —Aspiré hondo—. Estoy cagado, tío. Muerto de miedo.

—No me extraña. Gracias a Dios no estabas en casa cuando ocurrió.

Asentí.

—Casi nunca me conecto desde casa. Por suerte, los sixers no lo sabían.

www.lectulandia.com - Página 141

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!