18.03.2020 Views

Ready Player One - Ernest Cline

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Puerta, yo estaba sentado en un lugar tranquilo, a pocos kilómetros del colegio, en

una colina de laderas empinadas, con un solo árbol en su cima. Me gustaba ir allí a

leer, a hacer los deberes o simplemente a disfrutar de las vistas de los campos verdes

de los alrededores. En el mundo real no tenía acceso a paisajes como ése.

Mientras estaba ahí sentado, empecé a revisar los millones de mensajes que

seguían atestando mi bandeja de entrada. Llevaba toda la semana haciéndolo. Los

había recibido de personas del mundo entero. Cartas de felicitación. Súplicas de

ayuda. Amenazas de muerte. Peticiones de entrevistas. Varias diatribas largas e

incoherentes de gunters a quienes, sin duda, la búsqueda del Huevo había llevado a la

locura. También había recibido invitaciones para unirme a cuatro de los mayores

clanes de gunters: los Ovicaptors, Clan Destiny, los Key Masters y Team Banzai. A

los cuatro les respondí que no, gracias.

Cuando me cansé de leer los correos de mis «fans» empecé a revisar los

etiquetados como «de trabajo», y hojeé algunos. Descubrí que había recibido varias

ofertas de estudios de cine y editoriales, interesadas en comprar los derechos de mi

biografía. Los borré, pues había decidido no revelar jamás mi verdadera identidad al

mundo. Al menos hasta que encontrara el Huevo.

También recibí algunas propuestas de contratos de empresas que querían usar el

nombre y el rostro de Parzival para vender sus servicios y productos. Un minorista de

componentes electrónicos estaba interesado en usar mi avatar para promover su línea

de hardware de inmersión para Oasis y vender, de ese modo, visores, guantes y

equipos hápticos «certificados por Parzival». También me hicieron ofertas una cadena

de pizzerías, un fabricante de zapatos y una tienda online que vendía pieles a medida

para avatares. Había incluso una empresa de juguetes que quería manufacturar una

línea de fiambreras y figuras de acción con la imagen de Parzival. Todas las empresas

se ofrecían a pagarme en créditos de Oasis, que se transferirían directamente a la

cuenta de mi avatar.

No podía creer en mi buena suerte.

Respondí a todas ellas informando de que aceptaba bajo las siguientes

condiciones: no tener que revelar mi verdadera identidad y cerrar los tratos a través

de mi avatar en Oasis.

Transcurrida una hora empecé a recibir respuestas con contratos adjuntos. No

podía permitirme que un abogado los revisara, pero como todos ellos no excedían el

año de duración, decidí firmarlos electrónicamente y enviarlos junto con un modelo

de mi avatar en tres dimensiones para su uso publicitario. También recibí propuestas

para realizar un anuncio de audio con la voz de mi avatar y envié un clip sintetizado

con una voz profunda, de barítono, que hacía que me pareciera a uno de aquellos

tipos que hablaban en los tráilers de las películas.

Una vez que lo recibieron todo, los nuevos patrocinadores de mi avatar me

www.lectulandia.com - Página 124

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!